C I N C O
— ¿Como estas Namjoon? —
Aquel medico había vuelto a entrar en aquella habitación donde predominaba el blanco sin dudar alguna, con aquel olor característico a medicinas que no hacia mas que hacerme sentir enfermo. Él me veía con una sonrisa tranquila y relajada, tratando de animarme al mismo tiempo.
Pero era algo que no podia pasar, no podia tomarme toda esta situación a la ligera.
— Bien... —
Estaba bien, físicamente estaba bien, apostaba incluso que me veía mejor que en el momento que me encontraron. La misma noche anterior había retirado mis vendas y los dolores de cabeza habían desaparecido por completo.
Lo escuche suspirar, algo inseguro, no sabia si por la respuesta que le di o por la manera en la que conteste. Termino por examinarme, asegurándose el mismo que lo que decía era cierto.
— Bueno, a pesar de que ayer te levantaste e incluso caminaste, tus heridas están bien, sanaste muy bien y rápido —
Asentí.
Aun me seguía sintiendo extraño, ajeno a la situación en la que me encontraba, a pesar de que trate con todas mis fuerzas tratar de ordenar mis ideas durante la noche no logre mas que sentirme mil veces mas confundido con todo. Las palabras que había dicho él anoche seguían llenando mi cabeza, me sentía tan engaño, pero al mismo tiempo la angustia seguía ahi...
Al parecer el pelinegro se estaba haciendo una idea de todo lo que pasaba por mi mente y en vez de retirarse como lo había hecho anoche después de revisar que todo estuviera bien, se acerco a mi, él por alguna razón me trasmitía algo de seguridad a pesar de todo y quizá también es el culpable de confundirme mas.
— ¿Quieres hablar? — pregunto amablemente, sentándose en la esquina de la camilla en la que me encontraba.
Lo dude por un momento.
Quería decir tantas cosas. Y cada una de ellas llevaba a una misma cosa o mejor dicho a una misma persona; a Jimin, aun seguía totalmente confundido, sí. Pero seguía seguro de que tenia un hijo...
— Necesito irme Seokjin — le dije de manera seria. Recordando su nombre también, quería que estuviera seguro de que estaba hablando enserio, muy enserio.
— ¿Por qué? ¿A donde iras? —
— Agradezco lo que han hecho por mi. Pero no puedo despertar en un lugar desconocido y que de un día para el otro me digan que no tengo ningún hijo. Entiéndeme... —
Trataba de ser razonable. Por Dios, aun no me puede entrar en la cabeza todo esto, no estoy loco, maldita sea.
— Namjoon... —
— Necesito volver. Necesito comprar y ver con mis propios ojos que en ese carro solo estaba yo. El asiento de niños que usaba Jimin tiene que seguir ahi, su mochila, su peluche, todo... Yo no puedo aceptar esto simplemente... —
— Durante la noche lei todo respecto a ti y de como te encontraron... Te estoy diciendo que no había nada ahi. Ni tampoco había ningún niño. -
Negué intento que sus palabras no me manipularan.
— Solo déjame ir —
— No. No te puedes ir, nadie que esta aquí sale —
Aquello me alerto.
— ¿Por qué? —
— Escucha, la humanidad esta en peligro de extinción. Quizá solo quede un veinte porciento de personas en todo el mundo, nadie aquí quiere que ese porcentaje baje ¿Por qué crees que los del equipo solo sale cada cierto tiempo? —
— Tengo derecho de salir cuando quiera — gruñí.
— Lo tienes. Pero sin duda alguna evitaran que lo hagas, incluido yo. Aquí la única razón para salir son las del equipo y con la clara regla de volver —
— Seokjin ¿Te parece razonable todo esto? —
— Lo es. Namjoon aquí estamos tratando de sobrevivir, si trataras de pensar de manera fría y recordaras que fuera de estos muros no hay mas que muerte comprenderías mejor. Aun que antes solo era un centro de investigación estamos resguardando a mas de doscientas personas que han vivido momentos duros o han perdido a familia y amigos —
— ¡Y Jimin puede estar ahi afuera solo, maldición! ¿No has pensado en eso? ¿Qué tal si es tu diagnostico el que esta equivocado y mi hijo esta solo allá afuera, mientras yo tengo tres malditas comidas diarias y ropa nueva? —
— No estoy equivocado. — su seguridad al hablar me hacia dudar tanto y eso me hacia hervir en ira — Y... Sonara cruel, pero si ese niño del que hablas de verdad estuviera ahi afuera, ya han pasado cuatro días con hoy... Dices que tiene cuatro años... Si ese niño de verdad existiera dudo mucho que siga con vida —
Sus palabras...
— Eres un imbécil... — murmure.
Aquel pensamiento lo tenia muy profundo en mi, era lo que mas me aterraba y lo consideraba tanto que sentía que moriría yo también si aquello pudiera ser cierto al menos un poco.
—Trato de que veas la realidad. Namjoon, ese niño no existe —
El nudo en la garganta volvió, esa opresión dolorosa que me exigía derrumbarme en ese mismo momento. Sabia que todo lo que decía sonaba lógico.
Sabia que era muy probable que mi mente haya creado a un niño a causa de la soledad y el miedo durante estos meses, que quizá la mala alimentación me haya hecho ver ilusiones y que el golpe haya echado a la basura la cordura que aun poseía.
Pero ninguna de esas cosas eran ciertas. Y tenia que repetírmelo mucho para sentirme mas seguro. Tengo un hijo y no voy a pensar lo contrario hasta que me lo demuestren.
Seokjin puso una mano sobre mi hombro al tiempo que suspiraba con pesar. Él seguía viéndome con lastima.
— Ven conmigo. Ya estas lo suficiente bien para salir de esta camilla. Ya tienes una habitación asignada con tus cosas, solo faltas tu — sonrió amablemente. Pasando por alto lo que recién había dicho.
Apreté los puños y asentí.
Si hacia mucho loco seria menos probable poder hacer algo por Jimin.
Salí de aquella habitación asquerosamente blanca al fin, siendo guiado por él. Era un pasillo bastante normal y se encontraban una que otra persona mas, algunos al igual que Seokjin con batas blancas y otros igual de heridos que yo.
— En esta parte se encuentran las habitaciones de los refugiados, el comedor y cocina conecta con todas las instalaciones del refugio, saliendo por esas puertas hay una zona al aire libre pero esta resguardada no te preocupes, es algo pequeña pero salir a que te de el sol de vez en cuando no es tan malo, - me explicaba mientras al mismo tiempo señalaba los lugares. Partes en las que se encontraban aseguradas y donde el dormía con la mayoría de trabajadores, nada de aquello me importaba, me limitaba en solo seguirlo.
Siendo sincero no espera pasar mucho tiempo aquí dentro.
Nos detuvimos en una de las puertas, donde marca el numero cincuenta y cuatro.
El aun amablemente la abrió, dejándome pasar antes que él. Me adentre a la pequeña habitación, observándola con recelo e inseguridad.
Tenia cuatro camarotes pero solo una de las camas tenia un colchón y fundas.
— Estamos tratando de organizarnos de la mejor manera, como te dije en un inicio esto era un centro de investigación solamente, hemos tenido que modificarla bastante. Las habitaciones son compartidas, tu eres el ultimo que a llegado y la anterior habitación ya esta completa, así que estarás solo hasta que mas personas sean rescatadas — me conto, mientras se adentraba el también y acomodaba un poco las fundas y la almohada de la que al parecer ahora era mi cama, el se veía tan feliz.
Como si el hecho de que una persona mas estuviera con vida le alegrara el alma por completo.
Pase mi mano por el camarote de metal negro. La habitación era acogedora, era normal, colores normales, muebles normales...
Era el lugar donde quería traer a Jimin sin duda alguna.
— Te hare unos exámenes de vez en cuando para saber como sigues, así que aun estas a cargo de mi... Espero y no te moleste — sonrió — Y aun cuando estés completamente recuperado, si necesitas algo sin duda alguna puedes buscarme —
— No es necesario Seokjin... —
— ¡Oh! Dime Jin. Seokjin suena muy formal —
Le volví a ver de reojo y me limite a nuevamente asentir. Realmente era alguien que mantenía la alegría aun en momentos como estos. La típica persona que trataba de salir adelante y ver las cosas buenas aun cuando no las hay.
Volví a pasar de él y entonces observe mis cosas sobre una mesa. Era mi mochila negra...
Junto a mi billetera.
Me sorprendí y no pude evitar ir a tomar a toda prisa la billetera entre mis manos, con una sonrisa y con la esperezaba de vuelta. La foto de Jimin, ahi estaba la foto de mi hijo, tenia una prueba. Podia demostrar que tengo un hijo. Un hijo que estaba desaparecido y que necesito encontrar a como de lugar.
La abrí casi de manera desesperada.
Pero entonces las palabras de Jin volvieron a mi cabeza, cada una de ellas y ahora incluso me sentía como una persona enferma mentalmente, sentí como si la sangre en mi sistema ya no fluía correctamente, como mis manos sudaban frio y como ahora reconocía que estaba mal.
No había ninguna foto.
Estaban cada uno de los billetes y las tarjetas, todo estaba en su lugar, pero no había ninguna foto, incluso parecía que nunca hubiera habido una.
Era cierto...
No hay ningún niño, no existe, Jimin nunca existió.
Esta vez no pude evitar que mi vista se nublara, no pude evitar llorar, la realidad era tan chocante. Dolía demasiado, porque sentía amor por algo que mi imaginación había creado, no podia explicar que era lo que sentía en estos momentos. Me había engañado a mi mismo y sentía un vacío dentro de mi que no tenia explicación.
— Namjoon... —
No podia responder a nada. Estaba desecho, desconsolado y mentalmente derrotado.
Incluso ni siquiera proteste cuando los brazos de Seokjin me rodearon en forma de consuelo. De hecho no me importo no conocerlo, yo solo...
Llore en su hombro como si lo conociera de toda la vida.
Me deje llevar por la angustia y simplemente acepte lo que realmente necesitaba, deje que aquella persona que había menospreciado y maldecido tantas veces desde que desperté me diera ese consuelo y afecto que al parecer necesitaba hace dos meses.
— ¿Qué sucedió...? — le escuche preguntar, su voz sonaba angustiada también, como si de verdad le preocupara.
Solo le entre la billetera sin decir nada.
El la tomo, limpiándola un poco por la tierra producto del accidente. Y tímidamente la abrió.
— No hay nada extr... —
— Exacto. — no le deje terminar — No hay nada —
Me sentía terrible de todas las maneras posibles.
— ¿Debería de haber algo...? Si es por el dinero estoy seguro que nadie a tomado nada pero puedo preguntar... —
Negué. Sentándome en aquella cama, con la vista perdida en aquella billetera.
— Pensaba que ahi tenia una prueba para demostrarte de que Jimin... — negué y volví a reformar mis palabras — De que si había un niño conmigo pero... Termine entendiendo yo mismo que todo me lo había inventado... —
— Lo lamento... —
Volví a negar.
— Esta bien... Estaré bien. Como tu dices todo se volverá mas claro cuando me recupere por completo. Es solo que ahora realmente es... Difícil —
— Lose — sonrió levemente, acariciando mi espalda de manera gentil — Pero no estas solo... No bromeo cuando te digo que puedes acudir a mi cuando lo necesites —
Le volví a ver, sus ojos brillaban en sinceridad y algo en mi me decía que podia confiar en él.
— Enserio estaré bien... Es solo que todo fue tan real... Yo diablos incluso sigo dudando porque son cuatro años con él, digo yo... Maldición —
— La mente es muy poderosa Nam. Pero tu tienes que ser mas fuerte que todo esto —
Tenia que ser fuerte...
Mas fuerte que el sentimiento de un padre hacia un hijo...
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Capitulo nuevo de día por medio.
Bysara
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