─Chapter; F O U R.
𝐑𝐄𝐍𝐂𝐎𝐑.
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❝De los mil amores que tendrás en la vida
solo hay uno bueno, que te marca
y que se te queda clavado tan fuerte,
tan fuerte que no hay manera de sacarlo.❞
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Cuando llegamos al baile estaba lleno de gente de todo tipo, podría jurar que la mayoría eran vampiros o seres sobrenaturales; Matt me tenía tomada del brazo elegantemente mientras que una sonrisa se hacía presente en mi rostro, muchas parejas bailaban y se divertían de diferentes maneras, pude ver a Klaus con una sonrisa, cuando me vio me sonrió y se acercó a mí.
-Veo que el vestido que le he mandado a Caroline para ti, te ha quedado perfecto-dijo con una sonrisa.
-¿Tú los has mandado?-pregunte extrañada.
-Claro amor-dijo con una sonrisa-Donovan, ¿no crees que traes mucha mujer a tu lado?-aquella pregunta la hizo con una sonrisa.-No contestes-y con eso se fue.
-Ignoralo-le dije.
-Siempre lo hago. ¿Bailamos?
-Claro.
Ambos comenzamos a bailar una canción lenta, Matt era sin duda un hombre hermoso, tenía unos ojos azul increíblemente perfectos, su cabello rubio y su físico de infarto, me tenía tomada de la cintura con cuidado, mientras mis manos estaban alrededor de su cuello; me sentía tan calmada y feliz, hasta que una mano tomó mi brazo alejándome de él.
-Ven Victoria, te presentare a mis demás hermanos-Rebekah me había alejado de Matt.
-Claro- dije con una sonrisa.
Comenzamos a caminar entre la gente hasta que llegamos a un lugar un poco lejos de la fiesta, pude ver a Klaus y a Freya, pero también vi a un hombre de ojos cafés, y de cabello castaño claro con una piel de color apiñada, y también vi a un hombre de piel oscura y ojos negros.
-Victoria, ellos son Kol y Marcel, Kol es mi hermano y Marcel hijo adoptivo de Klaus- Kol era el de piel apiñonada y Marcel el de piel oscura.-Aún falta que te presente a Elijah.
-Vaya que eres terriblemente hermosa, cariño-Kol había hablado mientras me miraba.
-Gracias-murmuró apenada.
-Siento la tardanza hermanos, pero he tenido un contratiempo con Hayley- aquella voz la conocía.
-Ella es Victoria Salvatore-dijo Klaus-Victoria él es nuestro hermano, Elijah.
Y cuando voltee nuestras miradas se toparon, y los recuerdos llegaron a mi mente cuando tenía catorce años, era el hombre que yo había conocido cuando mi padre me había golpeado, Damon estaba en la guerra y Stefan tenía otros asuntos que atender antes de poder ayudarme. Sentía una nostalgia enorme invadiendo mi ser totalmente. Elijah Mikaelson era aquel honorable que me había curado las heridas que mi padre me había hecho. Él también me reconoció porque abrió sus ojos asombrados y una gran sonrisa adorno su rostro, y me abrazo; un abrazo que yo no pude negar.
-¿Ya se conocían?-preguntó Klaus.
-Una vez que vine a Mystic Falls en mil ochocientos sesenta y dos.
-Vaya, que pequeño es el mundo-Dijo Marcel.
-¿Eres vampira?-me pregunto Kol.
-No, no lo soy-respondí.
-¿Entonces cómo es que estas viva?-preguntó Klaus.
-Emily Bennett me puso un hechizo de inmortalidad, y cuando Elena Gilbert despertó, yo desperté con ella.
-Creo que esa historia debería quedar para otro momento, Niklaus-hablo Elijah.
-Claro que sí-dijo Rebekah-Aún falta que conozcas a dos miembros más de la familia.
-Claro.-dije con una sonrisa.
-Acompáñame amor-dijo Klaus mientras tomaba mi brazo y salíamos de aquel lugar.
A lo lejos pude ver a Elena, Damon y Stefan, que rápidamente voltearon a verme extrañados del porque estaba con Klaus. Comenzamos a subir las escaleras y rápidamente Damon y Stefan estaban bloqueándonos la pasada.
-Suelta a Victoria-dijo Damon.
-Está bien, Damon-dije-Klaus quiere presentarme a alguien.
-No confiamos en él-dijo Stefan.
-Yo si-dije y los quite.
Escuché los murmullos enojados de mis hermanos mayores, pero los ignore y seguí caminando con Klaus, hasta que llegamos a una habitación y él la abrió; adentro había una mujer de enormes ojos avellana y de una cabello castaño claro, era muy hermosa y cuando me vio con Klaus, me dio una mirada extrañada. A su lado había una niña de cabello pelirrojo y enormes ojos azules, las pecas la cubrían caso todo el rostro, la niña salió corriendo a los brazos de Klaus.
-Victoria, ella es mi hija Hope, y ella es Hayley. Su madre-me presento.
-Hola-dijo Hayley dándome la mano. -Tú debes de ser la hermana de Damon y Stefan.
-Si lo soy-dije.
-Eres muy hermosa-dijo Hope.
-Tú eres mil veces más hermosa que yo-dije sonriendo.
-¿Podre jugar con ella, papi?-Hope le había preguntado aquello a Klaus.
-Claro que sí, amor-dijo dándole un beso en la mejilla-Pero hoy no. ¿Bajarán?-le preguntó Klaus a Hayley.
-Sí, solo que Hope rompió un poco su vestido y lo estoy arreglando.
-De acuerdo, las veo abajo. Vamos Victoria.
-Un gusto-dije sonriéndole a ambas y salí junto a Klaus.
Ambos comenzamos a bajar las escaleras, y pude ver la mirada total de enojo de Matt y Elena hacia mí, aquello me hizo molestar de sobremanera. No tenían por qué enojarse conmigo, era ilógico.
-Creo que iré con Matt-le hice mención a Klaus-No quiero tener problemas con mis hermanos.
-Sí, sería bueno que fueras con ellos.
Y con eso di la vuelta y me dirigí donde estaban Elena y Matt, esta primera me vio de una manera demasiado molesta.
-¿Qué hacías con los Mikaelson?-me pregunto molesta.
-Rebekah quería presentarme a su familia.
-No debías porque ir, no confíes en ellos.
-Creo, Elena, que soy lo suficientemente grande para saber en quien confiar y en quién no. No te metas en mis asuntos.
-Estoy intentando darte un consejo...
-No quiero nada de ti-grité y varias personas voltearon a verme-No te soporto, no soporto que seas la prometida de mi hermano, ni tu presencia ni tus tratos hipócritas. Deja de meterte conmigo, si yo quiero hacerme amiga de alguien lo haré-seguía gritando y la música ya había parado. A lo lejos vi a Elijah y Klaus viéndome.
-Tendrás problemas con tus hermanos, Victoria. Deja de ser una niña caprichosa-gritó Elena.
-¡Si no te gusta como soy, vete de mí maldita casa! -grite más fuerte.
-¡Intento ser tu amiga!
-No quiero que la réplica de Katherine Pierce sea mi amiga.
-Es suficiente Victoria, nos vamos ahora-dijo Damon tomándome fuertemente del brazo.
-Me estas lastimando Damon, suéltame-sentía lágrimas acumulándose en mis ojos. Mi hermano estaba apretándome fuertemente del brazo.
-Tú hermana ha dicho que la sueltes-Elijah había aparecido.
-No te metas en esto-dijo Damon.
Ya no sentía mi brazo, y ambos comenzaron a discutir verbalmente; sentía que la sangre ya no me circulaba, Damon estaba apretándome fuertemente de lo enojado que estaba, pero solo se dio cuenta cuando empecé a soltar sollozos. Ambos voltearon a verme y Damon inmediatamente soltó mi brazo. Elijah lo reviso y volteo a ver a Damon furiosamente mientras que Klaus venía con Stefan.
-Le ha roto el brazo.
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