ᴄᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ 1
El ambiente lúgubre que lo rodeaba en ese momento y a su vez envolvía las calles, causaba un temblor en sus piernas.
El tic tac del reloj, la oscuridad del cielo que invadía las calles y la densidad tan maligna que se adueñaba cada vez más, lo paralizaron en la entrada del callejón.
“8:55pm y estoy aquí” pensaba mientras corría temeroso por las calles.
Con agilidad sacó las llaves de su pantalón y se apresuró a la puerta color azul de metal que ya podía divisar.
Sin esperar más, abrió la puerta y cuando entró la cerró y se recostó muy cansado y agitado.
Respiraba profundamente y con cuidado buscó a tientas el encendedor para la luz.
Cuando lo hizo suspiró de alivio, el pasillo estaba en buen estado.
Se separó de la puerta y caminó con las bolsas en la mano hasta el final del pasillo, luego, subió las escaleras en espiral e introdujo las llaves en la puerta contigua.
Cuando abrió la puerta y sintió la calidez de su hogar abrazarle, sonrió aliviado.
—– ¡Papá! —– dos tiernas criaturas saltaron de los asientos para correr a abrazar a Yoongi.
Él azabache sonrió y dejó la bolsa a un lado de la mesa y se agachó para recibir a sus pequeños traviesos.
—– Mis niños, preciosos —– los atrajo en un fuerte abrazo y los cargó a ambos sonriendo —– ¿Cómo están?
—– Bien —– contestaron.
—– ¿Cómo se portaron hoy?
Wooyoung hizo una mueca y Jihoon sonrió respondiendo.
—– Muy bien —– Incrédulo, Yoongi los miró a ambos y enarcó una ceja.
—– ¿Seguro? —– Ninguno de los pequeños dijo nada y se miraban entre sí sonriendo —– Bueno, le preguntaré a papi Jimin —– aun con ellos en brazo, Yoongi se movió hasta la cocina donde escuchaba el sonido de los cubiertos.
Y en efecto.
Allí estaba su lindo esposo colocando los platos para servir la cena.
Sonrió abultando sus cachetes cuando miró a Yoongi.
—– Hola, cariño, Bienvenido —– le dijo y Yoongi sin dudarlo se acercó a depositar un casto beso en los labios del menor, acto que aprovechó Wooyoung para cambiarse a los brazos de Jimin quien sonrió.
—– ¿Todo bien, cielo? —– Jimin asintió, mirando de reojo a los pequeños con una sonrisa cómplice —– ¿Se portaron bien? – preguntó mirándolos con mucha sospecha.
—– Hablamos después de la cena, Yoon —– comentó dulcemente Jimin, bajando a Wooyoung de sus brazos, Yoongi imitó su acción —– Lleven los tapetes a la mesa.
—– Chí —– contestaron ambos y salieron corriendo de la cocina.
Yoongi en silencio abrazó al pelirosa por la espalda.
—– ¿Cómo te fue hoy? —– preguntó el menor mientras servía.
—– Fue agotador —– admitió Yoongi
—– Hubo una fuga de gas hace como una hora en uno de los edificios de la Avenida Kenit, fue grande y se llevó dos pisos —– soltó al menor para ayudarlo —– No pudimos acomodar nada, ya casi era toque de queda, trasladamos a las personas a un refugio temporal y cerramos la llave de gas.
—– ¿Hubo heridos?
—– Gracias al cielo, no. Las personas de esos pisos estaban por llegar. Hubiera sido una desgracia si había alguien dentro, no quedaba vivo seguramente.
Jimin hizo una mueca “Ahí vamos, con la muerte acechando” pensó con disgusto.
Tan solo pensar en la muerte le causaba escalofríos, nunca le gustó hablar del tema.
Aunque pensándolo mejor, ¿A quién le gustaba hablar de la muerte?
Por su parte siempre le tuvo miedo a la muerte y desde que había llegado a esa ciudad, la realidad era muy distinta a lo que recordaba, la muerte era el pan de cada día, el temor, la angustia y frustración eran la vida diaria de la población.
No sabía exactamente en qué momento se había acostumbrado a tener el miedo cerca, respirándole detrás de su cuello, podía sentir el ardor de su mirada en su espalda.
—– Desde cuando empezamos a vivir esto —– murmuró con pesar sumido en sus pensamientos —– ¿Por qué seguimos aquí?
Yoongi sonrió y acarició sus manos con ternura, conocía a la perfección a Jimin, sabía que se angustiaba y preocupaba el entorno actual.
—– Cariño, esto no lo elegimos nosotros. No podemos movernos de aquí, los que han intentado huir regresan muertos —– Yoongi giró a Jimin para quedar cara a cara —– No tenemos opciones, no es la mejor decisión y tampoco el mejor entorno pero, debemos seguir adelante y mantenernos —– Jimin abultó sus labios —– Hagámoslo juntos, por nuestra familia ¿Está bien?
Jimin asintió —– Está bien, vamos a comer —– sonrió levemente —– No quiero arruinar la cena.
Llevando la cena a la mesa, los cuatro integrantes de la familia se sentaron en la pequeña mesa de madera, dieron gracias y compartieron en paz y entre diálogos divertidos pasaron el resto de la noche.
Sobre todo divertido cuando Jimin le confesó a Yoongi que los pequeños habían teñido de colores su camisa suplente en el trabajo.
—– ¿Qué? —– Yoongi miraba estupefacto a los niños que evitaban su mirada —– ¿La tiñeron? ¿Toda?
Jimin asintió —– Fui a comprar los panes para la merienda de mañana, no pude comprarlos cuando venía con ellos porque traía el resto de compras. Los dejé unos minutos y cuando regresé tenían las temperas encima de la mesa, donde estaba también tu camisa y otras prendas.
Las orejas del mayor estaban rojas del enojo, los pequeños estaban asustados y Jimin miraba atento a la reacción de Yoongi, quien optó por respirar profundamente y mantener la compostura.
—– ¿Se dañó? —– Jimin negó.
—– Creo que salió un poco con la lavada que le di —– sonrió y Yoongi suspiró —– Tienes otra en el closet ¿Verdad?
—– Me queda ajustada —– reprochó y miró a los pequeños que tenían los ojos cristalizados, Wooyoung se aferraba a Jihoon como si su vida dependiera de ello.
—– Si los miras así se asustarán más —– comentó Jimin mientras daba un mordisco a la milanesa frente a él —– Puedes regañarlos y corregirlos de otra manera, sin intimidar, cariño —– dijo con dulzura, aliviando la tensión entre su esposo y sus hijos.
Yoongi suspiró y sacó ternura por sobre todas las cosas que sentía para hablarle a los niños del por qué no se deben tocar las cosas de papá.
Jimin escuchaba a Yoongi hablar y recordaba a su propio padre cuando le hablaba sobre no tocar lo ajeno, le causaba un poco de nostalgia.
—– Tendrán un castigo por esto –
—– Jimin desconectó sus pensamientos de los brumosos recuerdos y trajo su mente a la realidad —– Luego de las clases no habrá parque.
La boquita de los pequeños formó un tierno "o" seguido de quejas y pucheros que Yoongi deshizo en un dos por tres con una mirada seria y contundente.
—– E–está bien, papá —– respondieron los dos pequeños.
—– Vayan a lavarse las manos y cepíllense los dientes ¿Está bien? —– Ambos asintieron, agradecieron y bajaron de sus sillas para correr al baño escandalosamente.
Jimin sonrió al ver a los pequeños correr y agarrarse las manos mientras iban camino al baño, se levantó de la mesa y ayudó a su esposo a recoger los platos, pero, un grito aterrador muy cerca de su casa lo alarmó en demasía y lo asustó más de lo debido.
Hola, dulzuras ¿Cómo están?
Aparezco luego de una confrontación personal y de librarme un poco de la universidad 🌻con una historia... Bastante peculiar >•<
Se darán cuenta en el transcurso de la trama.
Algo que deben saber, es que es una historia corta, constará de unos diez capítulos, con un transfondo contundente y con una trama común. Aún así, recuerden que su servidora escribe inicios típicos y finales impredecibles. ♡
Espero que disfruten de la lectura tanto como yo, los quiero mucho.
ⁿᵘⁿ 🌻🐢
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