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Capítulo dos.

Dedicado a jmbxtch y Mhely_Jeon

━━━━ 𖤐✦𖤐 ━━━━

Cada que miraba la fachada tétrica de esa casona a medida que nos acercábamos un raro sentimiento se instalaba en mi pecho. La brisa de la noche calaba mis huesos, me abracé a mi misma en busca de calor propio.

Me detuve justo cuando llegamos al porche de la casa, las sombras envolvían sus paredes dándole un aspecto más oscuro y tenebroso.

─Es ahora o nunca, Gisell. No valen el arrepentimiento.

─Lo sé, pero no es fácil.─ me limité a contestar, aún estaba asimilando el hecho de haber aceptado esta locura.

Normalmente soy una chica muy prudente y tranquila, odio el riesgo y lo extremo, los cambios me asustan más que cualquier otra cosa y tengo un gran problema para negarme a algo por el solo motivo de no decepcionar a nadie. Esa fue la razón fundamental que me hizo acceder a esto.

─Bien, veremos si la puerta está abierta.

Asentí con mi cabeza dándole completa libertad a Sally de seguir con la tonta idea de entrar en una casa abandonada, sin saber que o quien nos pueda esperar dentro. 

─Veamos si está abierta.─ declaró mi amiga con obvia emoción en su voz.

Estaba más que claro quien era la aventurera y arriesgada de las dos. A Sally le fascinaba desentrañar secretos y saber todo lo que aún ignoraba. Su dicho siempre era el mismo: Quiero irme de este mundo conociendo cada parte y rincón de él.

─Supongamos que esté trancada la puerta, ¿Cómo harás para abrirla? ─inquirí bastante ansiosa por saber su respuesta y como se las ingeniería.

─Pues fácil, traje un gancho para el cabello, he visto en miles de películas de espías como abren puertas con ellos. No debe ser muy difícil, eso espero.

─Esperemos que funcione.

Para suerte de ambas la puerta cedió sin mucho esfuerzo, se abrió en un sonoro chirrido fantasmagórico.

De inmediato el fuerte olor a humedad y polvo golpeó mis fosas nasales. Olvidaba que esta mansión lleva abandonada demasiados años.

─En serio, no puedo creer que estemos ya aquí. Esta es la mejor experiencia de mi vida.

Una parte de mi estaba feliz por Sally, uno de sus mayores anhelos a cumplir era justamente esto. El júbilo serpenteaba a su alrededor mientras avanzábamos paso a paso hacia el interior.

Al avanzar un poco en el enorme living de esta una pesadez me hundió el pecho, mis sentidos se pusieron en alerta como si alguien nos observara en secreto. Dentro de esas paredes parecía que la temperatura bajó unos grados y un pestilente olor que no supe identificar me tenía con unas fuertes ganas de vomitar. 

─Puag...¿que huele tan mal? Tal parece que se murió aquí adentro una manada de zorrillos luego limpiaron las paredes con queso echado a perder y calcetines apestosos.

─Adoro tus conjeturas amigas, sip. Estuviste bastante cerca con tu descripción.─ les respondí, divertida.

Le eché un rápido vistazo a el interior de la sala y había numeroso muebles tapados por grandes sábanas blancas, había una escalera que llevaba a la segunda planta y a lado izquierdo se hallaba la cocina.

─Vamos Gisell, a iniciar nuestra exploración.─ declaró con tono entusiasta.

Recorrimos por toda la extensión del living y contemplé algunas fotos de la familia Park en la pared. En todas se notaban alegres y con grandes sonrisas en sus rostros. Quien iba a pensar que iban a terminar en desgracia y que sus vidas terminarían tan miserablemente.

─Sally no deberíamos separar...─ ni siquiera terminé la frase ya que al voltear a verla mi amiga no se encontraba a la vista.

Me asusté a gran medida al hallarme sola y un miedo inexplicable me erizó los vellos de la piel.

Separarse era la peor de las ideas, siempre en las pelis cuando eso pasaba morían mucho más rápido y de maneras horrorosas.

─Sally, ¿estás ahí?─ llamé con la esperanza de que me contestara pero solo el silencio sepulcral hizo eco en la habitación.

Las cortinas roñosas se movían bajo la influencia de alguna corriente de aire porque si mi vista no me engañaba todas se hallaban bien clausuradas.

Decidí moverme ya que permanecer en un mismo lugar sin hacer nada no era ni siquiera una opción. La única manera de encontrarla era si me ponía a buscarla y eso justo iba a hacer.

Reuní fuerzas de ni siquiera sé donde y avancé con inseguridad por la vieja escalera. Cada que apoyaba un pie en la madera desgastada rechinaba bajo mi peso, temí que fuera a romperse y que mi pie quedara atrapado. Aparté ese pensamiento de un manotazo, no era el momento de ser pesimista, o tal vez sí.

─Sally, en serio no es gracioso, dime ya donde estás. ─volví a llamarla con una pizca de esperanza brillando en mi mente pero como me esperé no recibí respuesta.

En menos de lo que pensaba llegué al piso superior, se trataba de un largo pasillo con varias puertas cerradas, seguí caminando mirando con ojos inquietos mi alrededor.

Me preocupaba la seguridad de Sally, nunca me perdonaría si algo malo le pasará. Empezaba a arrepentirme de haber accedido a esta pequeña y peligrosa aventura paranormal.  

¿Dónde se habrá metido esta descerebrada?

Por insisto seguí mirando a mis espaldas por temor a que algo o alguien me tomara desprevenida. Al llegar a una puerta me detuve, tras una larga exhalación me decidí por abrirla pero una raro líquido rojizo que salía por debajo de la puerta encendió las alarmas de mi mente.

Algo no estaba bien, sin pensarlo más y antes de que la gran mancha roja tocara la punta de mis zapatos abrí la puerta de un tirón.

Mis ojos se abrieron de puro horror al ver el cuerpo inerte de mi única y mejor amiga tirando en el suelo bajo un charco de sangre. Me acerqué a ella con ambas manos en mi boca aguantando los sollozos que amenazaban con escapar, y a esas alturas las lágrimas se precipitan por mis mejillas.

No me creía que esto en verdad estuviera pasando. Toque sus hombros y la piel de estos se hallaba fría. Sus pupilas fijas en un punto fijo sin vida y carentes de brillo.

─¡Sally! No me hagas esto, si es una de tus bromas no te lo voy a perdonar. ¡Yah, Reacciona! ─ le recriminé entrecortadamente ignorando que se hallaba inerte sobre la madera manchada de escarlata y una gran cortada se asomaba en su abdomen donde seguía saliendo sangre a borbotones.

Ignoré todos las señales que ya sabía porque sencillamente no podía aceptar lo que veía. Las cosas no tenían por que haber terminado así.

─Despierta por favor, Sally.

Sin fuerzas casi rogué porque todo fuera una maldita ilusión donde ella se fuera a levantar como si nada y me dijera "Caíste", pero estaba siendo terca al negar lo evidente.

─¿No es hermosa mi obra de arte? ─ una voz casi susurrada y fantasmal se deslizó entre mis oídos.

Giré mi cabeza en busca de su portavoz pero no había nadie, hasta que del baño el sonido del agua me hizo voltear hacía allí.

Me levanté y en pasos cortos me acerqué a dicho sitio, la puerta estaba entreabierta, no me importaba que pudiera tratarse del posible asesino de Sally le haría pagar caro lo que le hizo.

El sonido de alguien saliendo de una bañera me hizo detenerme hasta que la puerta se abrió a causa de alguna fuerza extraña. La imagen que había dentro era inexplicable.
Visualicé la silueta de un hombre, con sus ropas empapadas chorreando agua y el brillo de su cuchillo bañado en sangre me hizo retroceder.

Asustada por su aura tan perversa y oscura seguí retrocediendo, por cada paso que yo daba hacia atrás él daba uno en mi dirección. Cuando estuvo casi a un metro de mi cerré los ojos esperando mi final.

Me había resignado de escapar, si Sally pereció aquí me iba a ir con ella, no podía yo salir con vida como si nada. 

─Si vas a matarme hazlo de una vez.

Una fuerte respiración me movió el flequillo y comprobé que estaba justo frente a mi.

─¿Quieres saber como acabé con ella?

─Quiero que me mates igual.

─Pronto, no te desesperes.

Con lentitud abrí mis ojos y tuve que levantar la cabeza para verle la cara, pude reconocerlo a pesar de que una parte de su rostro era pura sombras; se trataba de Park JiMin.  

Era imposible, él estaba muerto ¿Cómo es que estaba aquí luciendo igual que en la foto?

─¿Sorprendida?

─Tu no eres real, moriste hace mucho tiempo.

─Si, es verdad pero justo antes de morir ese mismo día donde les regalé descanso eterno a mi familia le recé a Satanás y le ofrecí mi alma a cambio de que me dejara en este mundo, el único problema es que estoy atado a esta casa y no puedo salir al exterior. ─ relató como si fuera una anécdota épica o gran hazaña.

─No, no puede ser cierto.

─Lo es, pequeña. Ahora te contaré como la maté.

Cerré los ojos cuando colocó la punta de su cuchillo bajo mi mentón, movió el mismo y me acarició la mejilla con el dorso de este, manchando mi cara.

─Verás la curiosa e imprudente de tu amiga subió aquí solita y se metió en esta habitación, mi habitación. No tuve más remedio que liquidarla, además llevaba demasiado sin usar a mi fiel compañero ─ sentí el tacto de sus labios carnosos en la comisura de los míos, el beso fue tan gélido que me estremeció, sabía a muerte y maldad ─. Cuando ella me vio no estaba asustada pero usando mis habilidades me acerqué a ella con velocidad.

No sabía que ocasionaba las imágenes en mi cabeza pero todo lo que narraba lo estaba observando como una cinta fotográfica, el momento que Sally lo vio justo tras de ella, el como se aproximó con una rapidez humanamente imposible. Supuse que era alguna de sus otros poderes.

─Luego de estar cerquita sintiendo el pánico atacar su sistema hundí mi cuchillo hasta la empuñadura en su suave piel.

La imagen se proyectó de igual modo y pude presenciar la expresión de puro dolor de Sally, como la sangre caía al suelo y como sus ojos se aguaron.

─Basta, para.─ grité fuera de mi, era muy cruel ver esas escenas.

─Mi cuchillo vibró en mi mano al traspasar su carne, lo empuñé con más fuerza y hundí a más profundidad, los quejidos que soltó por su boquita me hicieron gruñir.

Una vez más se mostraba lo narrado, me sentía como una espectadora en el cine viendo una peli de terror, la escena de la muerte de Sally era la principal, el como la apuñaló sin piedad y la hacía retorcerse de dolor me había dejado como muerta viviente.

─Saqué mi arma de su interior para que su preciado líquido bañara el suelo y su bonito cuerpo. Este cayó al suelo en un melodioso sonido. 

El tacto de sus dedos los sentí en mis caderas ya que me acercó a él, aún no creía que siendo un fantasma pudiera tocarme y hacer tanto daño. Llegué a la conclusión que era debido a que estaba viviendo como tal en esta casona, su poder estaba enlazado al lugar y tenía completa posibilidad de hacer y deshacer.

─¿Te gustó mi historia? ¿A qué es impresionante?

Lo miré con rabia y odio, era un monstruo que no tenía que haberse creado ni permanecido en esta tierra causando terror. ¿Acaso no existía un dios encargado de darle un merecido castigo a entes como él? ¿No había una fuerza o justicia divina que le otorgara su Juicio Final?

No sabía las respuestas, solo entendí que el mal nos acechaba en cada rincón y cualquiera podía ser víctima de él. El mal estaba más cerca de lo que pensábamos.

─Eres un loco de mierda, ¡Un demente!

─Gracias, es un cumplido. ─respondió riéndose a carcajadas como un desquiciado.

Lo observé detenidamente y noté su atractivo, si hubiera estado vivo sería el tipo de chico que me haría suspirar. Sus labios eran endemoniadamente carnosos y su cabello de un negro brillante.

Su cuerpo era atlético y tenía hombros anchos, brazos fuertes y muslos gruesos, este chico en vida se ejercitaba, definitivamente sería el prototipo de muchas chicas y derretiría sus bragas con una mirada.

Volviendo a la realidad toda esa belleza queda opacada por su alma retorcida, muchas se peliarían por él pero si supieran su verdadera esencia huirían sin pensarlo.

─Aparte de asesino, egocéntrico.

─Que te puedo decir linda, soy todo un calienta bragas.─ respondió con una sonrisa altanera.

─Si, puedo imaginarlo.

─Ahora, es tu turno. Para tu suerte tengo pensado conservar tu alma, estoy muy solo en esta vieja mansión. Tengo la habilidad de conservar el alma que guste y dejarla a mi servicio.

─Ni siquiera lo pienses, psicópata. ─gruñí entre dientes.

─Te quedarás conmigo, Gisell─ la hoja de su cuchillo entró en una caricia en mi piel, me extrañó el hecho de no sentir dolor alguno ─. Vagarás conmigo aquí por toda la eternidad, este es el castigo que decidió tu destino, eres la única culpable y ahora estarás a mi lado, para siempre.

Siendo garrafalmemte afectada por su declaración sentí que mi alma era succionada y las energías de mi cuerpo se apagaban.

Antes de hundirme en la oscuridad absoluta la sonrisa diabólica de JiMin me despidió.

F I N.

━━━━ 𖤐✦𖤐 ━━━━ 

Disculpen la demora, estaba muy indecisa con el final del two shot por eso tardé tanto en actualizar.

Espero les guste como quedó, amé escribirlo ya que sería una de las pocas veces que desarrollo este género. Si hay algún error o falta luego lo corrijo.

Les quiero publicar en poco un cap extra con el otro final que tenía pensado.

¡No olviden votar y comentar!

¡¡Gracias por leer!!       

 


 

        

     

    

       

   

   

 

 

 

 

           

  

 

      

 









   

    

   

   

 

 

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