—¡No puedes seguir protegiendo a esa amenaza! ¡Wangji, aléjate de ese hereje, no me instes a volver a castigarte! —pero él no se inmutó con las palabras de su tío. Después de todo, ni siquiera valía la pena su propia Secta. Si proteger a alguien inocente, e intentar ser justo es una acción que será castigada por sus propias reglas, por favor, quédense con ellas.

Lan Wangji no quiere ser parte de esa farsa.

—¡Debiste dejar que ese mocoso se muriera en las calles!, ¡él solo traerá la ruina de la Secta nuevamente!

Wei Ying continuaba sin reaccionar a nada directamente, pero los gritos comenzaban a provocar más temblores en él. Lan Zhan estaba quedando sin alternativas, debía sacar a su amado pronto de aquel lugar, antes de que sea demasiado tarde.

Afortunadamente sus súplicas fueron escuchadas, con las puertas del Mingshi abriéndose con un estrepitoso ruido. Reconoció rostros familiares. Uno de ellos, la última vez que lo vio carecía de color. Tenía la piel cenicienta y marcas negras ramificadas desde su cuello. Sin embargo, ahora mismo rebosaba de salud, vitalidad, pero su mirada seguía siendo sombría. Era Wen Ning.

Pero, aun así, su aterradora mirada no se comparaba con la de la mujer que iba junto a él. Ella desprendía una ferocidad venenosa y letal, incluso mucho más potente que la legua afilada de Madam Yu. Alzó una de sus manos, filosas agujas listas para ser usadas como armas. Wen Qing, la médico de Qishan.

—Como no dejen en paz a Wei WuXian, me veré en la obligación de paralizarlos a todos —dijo la imponente mujer, amenazantemente llena de determinación.

Lan Wangji suspiró lleno de alivio. Pero, a sus espaldas, escuchó al fin un sonido proveniente de Wei Ying. —... ¿Qing-jie?

La mirada de Wen Qing se suavizó, pero sus ojos estaban abiertos de par en par. —¿A-Ying?

Wei WuXian se puso de pie de inmediato, cuando vio a la chica con mayor claridad, pronto las lágrimas se deslizaron por sus mejillas mientras corría en dirección a ella, jadeando casi quedando sin aliento. —¡¡Jiejie!! ¡¡Jiejie, eres tú!!

Wen Qing recibió al niño entre sus brazos cayendo de rodillas. Presionándolo con fuerza sin querer dejarlo ir, dejó que él rompiera en llanto cuando se sintió seguro.

—¡Jiejie! ¡Jiejie! —Wei WuXian lloraba con su voz quebrada— ¡estás viva! ¡lo estás!

—A-Ying, mi pequeño hermanito. Perdóname por dejarte solo, nunca debí confiar en ese desgraciado...—ella acariciaba con delicadeza la cabeza del menor, mientras pronunciaba palabras de consuelo.

—Jiejie, tenía miedo, ¡mucho miedo! T-Tú ya no estabas, no, ¡no estabas! —sollozó— las pesadillas, ellos me hacían daño, ya... ¡ya no estabas para abrazarme!

Wen Qing cerró los ojos intentando contener su propio llanto. El arrepentimiento deslizándose por su cuerpo por sus decisiones. Wen Ning se paró delante de ellos demostrando protección. Confundido por la escena, Lan Wangji se unió a ellos impidiendo que alguien intentara hacer cualquier movimiento.

—Lo siento, lo siento tanto por dejarte solo —Wen Qing besó la frente de Wei Ying—...te prometo que no volverá a suceder A-Ying. Jiejie cuidará de ti, nunca más dejaré que alguien lastime a mi precioso hermano pequeño.

Wei WuXian asintió rápidamente sin dudarlo. Cuando ella dirigió su mirada hacia los demás, nuevamente su máscara de frialdad fue puesta. Aunque, le causaba más repugnancia que nunca el hecho de tener los ceños fruncidos y ojos curiosos hacia ella y su hermano.

—Espero que tomen mi amenaza con total seriedad. —su voz iba cargada de rencor— Escúchenme bien, intenten hacerle algo a mi hermano pequeño, ¡y yo misma usaré la energía resentida para destruir a cada uno de ustedes!

Gruñidos llenos de ira resonaron en el salón. Lan QiRen se sacudió, totalmente rojo por la indignación. —¡Cómo te atreves a poner un pie en mi Secta! ¡Inmorales herejes!

—No me interesa su estúpida Secta, simplemente estoy protegiendo a mi familia —declaró sin inmutarse por sus palabras— aquí los únicos herejes son todos ustedes, banda de hipócritas, y dicen ser justos, ¡son una vergüenza!

Jiang Wanyin chasqueó la legua. —Ahora entiendo por qué te protegía tanto.

Wen Qing lo miró con indiferencia. —No, no lo entiendes, y nunca lo vas a entender. Porque no eres como Wei Ying, tú nunca lograras entenderlo. Es por eso que él es, y siempre será mejor que tú en todo sentido.

Nuevamente la mirada de Jiang Cheng se volvió sombría. Pero en su lugar, fue Madam Yu quien habló. —¡Ha!, impresionante, una perra-Wen que viene y se atreve a menospreciar al hijo de la Araña Violeta, ¡tienes agallas!

—Bueno, es preferible ser una perra a ser una víbora con piernas venenosa —respondió con tranquilidad— pero se equivoca, porque no soy una Wen, más bien soy una Wei y con mucha honra.

Los rasgos de Madam Yu se contorsionaron por la ira. Jiang Cheng estaba listo para defender a su madre, pero Lan XiChen parecía intrigado por algo. —¿Wei? Entonces, ¿debemos dirigirnos a ustedes como Wei Qing y Wei QiongLin?

Wei Ning asintió respondiendo en lugar de su hermana. —Así es, ZeWu-Jun.

Lan XiChen dio un leve brinco. Había conocido a al tímido chico que era el anterior Wen Ning. Jamás fue descortés o algo parecido.

Era demasiado dulce para hablar, e incluso nunca actuaria con violencia. Sin embargo, su tono de voz, estaba lleno de resentimiento.

Wei Qing aún manteniendo a su hermano abrazado, volvió a hablar. —A-Ning, es mejor llevarnos a A-Ying lejos de este venenoso lugar...

Jiang Cheng habló con frialdad. —No se irán a ningún lado.

Sorpresivamente Zidian yacía en la mano del heredero Jiang. Como iban las cosas, Jiang Fengmian apenas podía contener a su esposa como para seguir con su hijo.

Literalmente era un inútil y bueno para nada; como siempre.

Zidian se precipitó en dirección a los Wei, pero repentinamente, una espada que voló desde la entrada bloqueó el ataque. Todos contuvieron el aliento cuando los que recién llegaban, no eran otros más que Jin ZiXuan, Jiang YanLi y Nie HuaiSang.

La espada era Suihua.

Jiang Cheng quedó en blanco al ver a su hermana con vida. Sin embargo, ella no llevaba una mirada gentil hacia ellos. No. YanLi estaba furiosa.

Lan XiChen. —Joven Madam Jin, ZiXuan-xiong, HuaiSang.

—ZeWu-Jun —los tres devolvieron el saludo.

—¿HuaiSang? —la voz de Wei WuXian llamó la atención de todos, especialmente del aludido, quien, al escuchar su nombre abrió sus ojos grandes en aquella dirección.

—¿A-Ying? ¿eres tú?

Wei WuXian alzó su cabeza sin despegarse de su hermana, miró por encima de su hombro divisando la figura de su amigo. —¡A-Sang!

—¡A-Ying! —Nie HuaiSang que ya estaba hecho un mar de lágrimas, se acercó a toda prisa hacia el aludido. Él envolvió en un abrazo a Wei Ying, siendo recibido también por Wei Qing.

—A-Sang, estás aquí, ¡tú también estás aquí!

—¡A-Ying, ¡perdóname!, ¡lo siento mucho!, ¡perdóname! —Nie HuaiSang gimió— si hubiese sido más fuerte, si hubiese hecho algo más para impedir que todo ocurriera...yo...yo...

Wei Qing acarició su cabeza con afecto, suavizando su expresión. —No fue tu culpa A-Sang. Hiciste lo que pudiste, y todos estamos muy agradecidos contigo.

Wei Ning se unió a ellos. —A-Jie tiene razón, A-Sang. Lo que tú hiciste por todos nosotros, fue más que suficiente.

Wei Ying asintió, limpiando las lágrimas del Nie. —Qing-jie y A-Ning tienen razón. A-Sang fue una gran bendición para todos nosotros, sin ti, no hubiésemos podido tener una mejor vida...

Nie HuaiSang sonrió entre lágrimas. —Lo volvería a hacer, una y otra vez.

Los cuatro se dieron un abrazo y sonrisas de consuelo. Sin embargo, aún se encontraban en medio del peligro.

Lan Wangji estaba completamente desorientado. Sabía que Nie HuaiSang y Wei Ying eran amigos, pero no sabía que tan cercanos eran para hasta llamarse con tanta familiaridad y afecto. Ciertamente hay muchas cosas que el Nie no le mencionó.

Volviendo su atención hacia el resto, Madam Yu estaba furiosa. Ella quería a toda costa que su hijo azotara a esa mujer que se atrevió a insultarla. Pero, lo que más la irritaba, era el hecho de que incluso su hija estaba de lado de ellos. —A-Li, ZiXuan, ¿qué están haciendo? ¡no ven que están defendiendo a esa escoria!

Jiang YanLi. —A-Xian no es una escoria. A-Xian es mi pequeño hermano. Yo lo críe, yo lo cuidé en sus peores momentos, yo sé cómo es y cómo no es. Y sé, con toda la certeza del mundo que A-Xian sería incapaz de provocar algo para lastimarme.

Jiang Cheng estaba irritado. —¡A-Jie, él causó tu muerte y la de ZiXuan! ¡dejó huérfano a Jing Ling!

—Jiang Wanyin... —pronunció YanLi con frialdad. Su hermano se estremeció con terror de pies a cabeza, y, de hecho, no fue el único— sabes más que todos los que están aquí presentes, que él no me mató, yo di mi vida por A-Xian, ¿acaso no lo recuerdas?

Jiang Cheng se quedó sin habla. Después de todo era cierto. Se sintió tan avergonzado por ello, que no fue capaz de mirar a nadie a la cara. Todo este tiempo culpó al igual que los demás, a Wei WuXian como el asesino de su hermana. Sin embargo, muy dentro suyo, sabía que estaba mal. Jiang YanLi dio su vida por él conscientemente.

Lan QiRen habló con un tono lleno de rencor. —Pero no quita el hecho de que causó la muerte de su esposo, ¿no es así?

Esta vez Jin ZiXuan intercedió. —Puede que Wen...no, Wei Ning haya dado su golpe. Pero estoy muy consciente de que no fue incentivado por Wei WuXian...

Los ojos de todos se abrieron de la sorpresa. Wei WuXian recién notando la presencia de la pareja, dirigió su mirada a ambos. La culpa resaltaba en aquellos ojos grises. —Shijie...

El rostro rígido de YanLi se suavizó cuando se dirigió a su hermanito. Ella se hincó frente a él, HuaiSang cediéndole su espacio —A-Xian, oh, mi pequeño y dulce A-Xian... —pronunció conteniendo el llanto— ...no pude decirte lo que tanto quería, que no te culpé por lo que pasó, que confié en ti y que fuiste incapaz de hacerlo porque así lo deseabas.

Wei Qing permitió que el niño se alejara para acercarse a la doncella Jiang.

—Shijie, yo, lo siento mucho... —Wei WuXian hipó— XianXian no quería que Shijie estuviese triste, XianXian no dejaría que Shijie sufriera.

YanLi sonrió entre lágrimas. —Y Shijie sabe que XianXian no es un niño malo, XianXian tiene un corazón bueno...

Wei WuXian asintió, un puchero involuntario salió de sus labios. —XianXian no permitirá que Shijie llore, no otra vez...

Lan Wangji cerró los ojos, conteniendo las ganas de llorar. Pero a la vez, de arrullar la tierna imagen de Wei Ying hablando con su voz infantil

El resto no lograba digerir lo que estaba ocurriendo.

Los que vivieron la época del Patriarca de Yiling, habían creado su imagen mental del joven basado en la descripción del resto. En otras palabras, se dejaron llevar los chismes. ¡Ese infantil niño no eran para nada aterrador!

Aun así, ellos también saben que no se deben dejar engañar por un ser demoníaco. Después de todo, fácilmente puede manipular las cosas.

Lan Wangji, el hombre más observador de todo, había notado desde un inicio a Madam Yu más nerviosa de lo usual. De hecho, fue desde que sus recuerdos regresaron a ella; él entrecerró los ojos en su dirección, presintiendo algo andaba mal con esa mujer. Aun si perdiera su vida en ello, no dejaría que tocara un cabello de su Wei Ying.

Nie HuaiSang, retomando su postura muy distinta a lo que ellos acostumbraban a tener. Miró a todos los presentes de aquel salón, su abanico golpeando la palma de su mano en reiteradas ocasiones.

Él dijo. —Ya que, nos encontramos todos reunidos en este lugar; me parece perfecto que aprovechemos la oportunidad para aclarar unas cuantas cosas...

Recibió la absoluta atención de todos. Intercambio asentimiento con Wei Ning y Wei Qing. Quienes se pusieron en pie, sin soltar el agarre de Wei WuXian.

Lan XiChen estando de acuerdo, invitó a que todos se sentaran cómodos rodeando la mesa. Los Jiang, a excepción de Jiang YanLi, se acomodaron junto a Lan QiRen. Los hermanos Wei, Lan Wangji, Nie HuaiSang y el matrimonio Jin-Jiang se sentaron en el otro extremo. Lan XiChen para evitar confrontaciones, se posicionó en el medio de todos.

—Muy bien, ahora que todos estamos tranquilos, sería bueno que alguien diera una explicación de cómo es que fuimos transportados de vuelta, ¿al pasado?

Nie HuaiSang respondió. —Cuando A-Ying murió, su alma se fragmentó...

Y así, Nie HuaiSang contó con lujo y detalle lo que hizo durante los siete años de muerte de su amigo. También les habló sobre el conjuro sobre regresión del tiempo, confesando que, para poder activarlo tuvo que contar con núcleos poderosos. Lan Wangji accedió rápidamente a su petición, pero necesitaba a alguien más, y fue ahí que llamó a Jiang Cheng.

Como el Jade y el Nie habían planeado de ante mano todo, había matrices que extraían la energía del núcleo de quienes se encontraban dentro de ella; de esa manera obtuvo la energía de Jiang Wanyin sin que se diera cuenta. Ya que además de esa matriz en la cual los trasportó a ambos, también había creado otra para viajar él solo con unos días de anticipación, debido a que iba a llevar con él a más personas.

He ahí el regreso del resto.

—Sin embargo, cuando busqué el alma de Qing-jie y A-Ning, ¿saben lo que sucedió? —Nie HuaiSang sonrió sin gracia— no estaban, porque ambos seguían con vida.

Lan XiChen frunció el ceño. —Eso no puede ser posible.

Jiang Wanyin estuvo de acuerdo. —Todos fuimos testigos de su ejecución.

Nie HuaiSang abrió su abanico agitándolo. —Bueno, la Secta LanlingJin ciertamente contiene muchos lugares interesantes, como calabozos subterráneos, ¿verdad ZiXuan?

Jin ZiXuan suspiró con cansancio, y asintió totalmente de acuerdo. Lan XiChen jadeó consternado. —P-Pero, A-Yao nunca...

El semblante de Nie HuaiSang cambió de un segundo a otro; todos sintieron cómo la atmosfera se tensaba. —Hablando de esa otra víbora, ¿sabes quién se encargaba de darle el alimento a Qing-jie?

Lan XiChen no supo qué responder. Las insinuaciones del menor estaban más que claras. Había muchas cosas que resolver con respecto a la verdad detrás de las acciones de los Jins.

Nie HuaiSang cerró su abanico de golpe. —Bien, es mejor mostrar que hablar sobre los hechos, ¿no te parece Qing-jie?

—Es una maravillosa idea, A-Sang —Wei Qing sonrió, inquietamente aterradora—...hay un método en el cual A-Ying trabajó durante su tiempo en Túmulos Funerarios

Al escuchar esto el cuerpo de Wei WuXian saltó de inmediato. El menor lucía alarmado. Su cabeza se agitó en negación. —No, no, no. Jiejie, no podemos usar ese método.

—Es la única manera de demostrar tu inocencia

—Pero Jiejie... —su voz estaba llena de pánico— ...ellos, ellos verán...

Jiang YanLi frunció el ceño. —¿Qué no quieres que veamos, A-Xian?

Wei Ying se quedó en silencio ante la pregunta. A ella le recordó cuando estaba pequeño y temía ser regañado por alguna travesura que no fue causa directa suya.

De pronto, como si se diera cuenta de algo super impresionante, él miró a Wei Qing.

—¡Jiejie! ¡está! ¡está de vuelta! —él llevó la mano de su hermana hacia su pecho— ¡ya no podrá hacerme daño! ¡mi núcleo dorado está de vuelta!

Wen Qing no supo cómo responder, Wei Ning se había quedado en shock igual que su hermana. Pero el resto estaba más cuerdo para haber entendido a la perfección, lo que Wei WuXian confesó. Lan Wangji congelado en su lugar, habló con dificultad. —Wei Ying, ¿Qué quieres decir con que está de vuelta?

El niño más pequeño, ignorando la alarma en el rostro de sus hermanos, giró en dirección al jade con una sonrisa. —¡Mi núcleo dorado Lan Zhan! ¡el que di antes de que Wen Chao me lanzara a Túmulos Funerarios!

Está demás decir que más de uno palideció por aquella declaración. La respiración de Jiang Cheng se congeló, Lan Wangji estaba rígido en su lugar. Lan QiRen y Lan XiChen estaban conmocionados. Y, el resto simplemente jadeaba en incredulidad.

Sin embargo, había algo que todos notaron claramente.

Y fue el comportamiento de Wei WuXian.

Parecía un niño completamente ignorante de lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Se mantenía aferrado a la túnica de Wei Qing, con su puño cerrado como un bebé; incluso tenía su mano en su boca sonriendo, sus ojos curvados en media luna llenos de travesura.

No había indicios del adolescente que alguna vez fue.

—A-Ying, es mejor mostrarles a todos sobre eso que estás hablando, ¿qué dices? —Wei Qing intentó persuadirlos, pero su hermano volvió su mirada a ella y negó con su cabeza.

—No Jiejie, nadie tiene que ver lo que XianXian hizo... —murmuró.

De un segundo a otro, cayó inconsciente. Todos miraron sincronizadamente a Wei Qing.

—No hay más opciones, si continúa negándose no sabrán en trasfondo de todo —dijo, acomodando la cabeza del niño en su regazo— A-Ning, ¿tienes el talismán?

—Aquí está A-Jie —Wei Ning dejó un talismán, con unos trazos bastante peculiares. Estaban perfectamente escritos, con una pulcra escritura.

La voz temblorosa de Jiang Wanyin se escuchó. —¿Qué quiso decir con dar su núcleo dorado?

—Con esto, veremos los recuerdos desde el punto de vista de Wei Ying —explicó la chica ignorándolo por completo— también, es posible que escuchemos sus pensamientos o sentir lo que él sintió...

—¿El Joven Maestro Wei lo creó? —preguntó Lan XiChen impresionado.

Wei Ning fue quien contestó. —Lo hizo. Ying-ge vio que utilizar empatía, provocaba que las personas usaran demasiada energía y quedaran drenados luego de las sesiones y era bastante peligroso. Además de solo poder usarlo en máximo dos personas. Así que ideó este método, de manera que todos los espectadores vertieran un poco de su energía y se activa; no es dañino para nadie, ya que se comparte solo una pequeña ola de energía espiritual.

Lan XiChen lo examinó. —Es impresionante.

Nie HuaiSang. —Si ya están todos listo, ¿podemos iniciar?

Lan Wangji nuevamente notó ese movimiento en Madam Yu. La mujer no dejaba de comportarse sospechosamente. Pese a que claramente lucía incómoda, no se opuso a nada.

Talismán en la mesa, todos dejaron fruir su qi en dirección a él. Wei Qing tomó la mano de Wei Ying, haciendo que ésta tocara el talismán. Segundos después, una burbuja apareció proveniente del talismán como una luz.

Una serie de imágenes se vio.

Nota: Bueno, queridas lectoras. Desde un inicio les dije que sería algo depresivo. El siguiente capítulo tendrá los más breves detalles posibles de todo lo que ocurrió antes de la muerte de Wei WuXian; de esa forma avanzar más rápido con la historia. De hecho, como les dije, será un fic bastante corto. Más que nada es una historia para restregarle en la cara a todos, los inútiles que fueron al dejarse influenciar por un puto con ambiciones. Además, también para desenmascarar los secretos de ciertas personas, ya pronto sabrán a qué me refiero.

Como las actualizaciones tardarán en llegar, decidí dejar éste capítulo también, espero les haya gustado. Ahora todos sabrán los hijos de PUTA que fueron 😡

Ahora si, ¡Nos leemos la próxima! ✌

Nota añadida: Como mencioné en el capítulo anterior, no se sorprendan si hay cambios en los próximos capítulos e incluso dentro del Watching.