Inspirado en la Canción del mismo nombre: "Hijo de la Luna"

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Cangse era una gitana que vagaba por el mundo, descubriendo nuevos lugares. Conoció personas agradables, hizo lazos que jamás podrían romperse. Vivió inolvidables momentos, adquiriendo mayores experiencias a pesar de ser tan Joven. Todo con el fin de conocer realmente la humanidad, antes de que su tribu de gitanas decidiera casarla como dictaminan las tradiciones de su raza.

Nunca imaginó que conocería a alguien que le robaría completo el corazón. Changze, hijo del jefe de la tribu calé.

Si bien al inicio su relación fue de completo odio, luego de que accidentalmente Cangse casi fuera atravesada por una flecha proveniente del misterioso joven gitano. Ambos terminaran rio abajo, en medio de su intercambio de insultos. Con el tiempo aprendieron a soportarse.

Al igual que ella, Changze estaba en búsqueda de nuevos horizontes antes de tomar el deber de familia y tradiciones. No podían culparlos, estaban en ese tipo de tiempos en los que las familias primitivas armaban compromisos por acuerdos de uniones entre ellos para perdurar la raza.

Nadie esperó que los sentimientos crecieran entre ambos. Cangse se enamoró de Changze, y viceversa. Pero lamentablemente al ser de distintas tribus, su matrimonio era imposible.

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Incapaz de soportar ese dolor e injusticia, sin creer que le rendiría frutos, Cangse rogó a la Luna para poder casarse con Changze. La Luna en su fase de luna llena, le habla y le propone un trato.

"Podrás casarte con él por el amor que sientes, a cambio, deberás entregarme tu primer hijo como una ofrenda o sacrificio" fue la condición a su clamor. Aunque la Luna durante el trato con la gitana, la pone a prueba, pues razona que si es capaz de renunciar a su propio hijo, en realidad sería incapaz de amarlo.

Tiempo después, luego de tanta insistencia y esfuerzos, la tribu de Changze bendice el matrimonio entre él y Cangse, y los dos se casan. La Joven gitana agradecía cada noche de luna llena por su favor concedido, disfrutando de la feliz vida marital con su amado Joven calé.

Pero lo maravilloso llegó, cuando Cangse anunció su embarazo y la tribu celebró como nunca ante la llegada de un nuevo miembro a la tribu que uniría dos tipos de familias. Una posible alianza, no estaría mal para que las relaciones entre clanes de gitanos se repararan.

Sin embargo, el día en que el fruto de su amor llega a este mundo, ambos padres se ven sorprendidos por la apariencia de su hijo, porque no nació con los mismos rasgos raciales de sus progenitores sino que albino. El pequeño "Ying" como lo nombraron, nació blanco como el lomo de un armiño y con los ojos grises en vez de aceituna, a pesar de que sus padres eran de tez morena y de ojos oscuros.

Inmediatamente Changze enfureció, negando la paternidad de Ying. Para él no cabía lugar a dudas de que ese niño era hijo de un payo, ya que era muy difícil de que por sus orígenes naciera con esa apariencia. Aunque Cangse le aseguró con desesperación que jamás le fue infiel, el calé no confió en la palabra de su esposa.

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El gitano al creerse deshonrado, se fue a su mujer, cuchillo en mano "¿De quién es el niño? Me has engañado con uno que no es mi hijo" Y de muerte la hirió.

Luego viajó al mismo monte que ella alguna vez visitó, llorándole a la Luna por su favor con el niño en brazos. Y allí, sin pensarlo, sin dolerle, sin remordimientos lo abandonó a su suerte para que también muriera.

Sin poder dejarlo a morir, la Luna extiende su luz y baja a tomar al niño en sus brazos haciéndolo suyo.

"Hijo de la luna

Y las noches que haya luna llena
Será porque el niño esté de buenas
Y si el niño llora
Menguará la luna para hacerle una cuna"

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Desde que tiene uso de razón, Lan Wangji ha escuchado sobre esa leyenda. Nunca pensó en tomarle demasiada atención. A pesar de escucharla con atención, debido al trágico desenlace de ese supuesto lazo de amor; después de todo, las personas suelen exagerar en ciertos detalles que pudieron ser o no ser; por eso prefiere hundirse en sus propias lecturas, y música practicando con su guqin.

Suele sentarse en el pico de la cascada, para tocar todo tipo de melodías que podrían enviar a descansar a las almas descarriadas. Es algo que hace con todo el gusto del mundo.

Esa noche en específica, piensa en aquella curiosa historia luego de haberlas escuchado de su hermano por milésima vez. Le parece algo realmente absurdo que el hombre de nombre Changze, haya actuado por rencor y venganza de esa manera con su propio hijo.

ㅡYing.. ㅡmurmuró deslizando los dedos sobre las cuerdas de la cítara. Ahora que lo piensa, el niño ni siquiera tenía apellido. Qué final tan desgraciado le dieron a ese pobre inocente, que su único pecado fue haber nacido por la bendición de la Luna.

Como una forma de darle respeto al niño, Lan Wangji decide ser quien le de uno. Hay muchos apellidos que podría adoptar Ying, hijo de Cangse y Changze adoptado por la Luna; su nombre al menos tiene un significado que puede darle tal vez ideas, según el libro que shufu les dejó, Ying es de infantil.

Lan Wangji puede estar de acuerdo en ello; si hablamos de su origen y final, Ying es tan solo un alma pura e inocente tal y como un ser infantil. Alguien que carece de maldad, alguien que no desea el mal, después de todo, por algo fue recogido por la madre Luna; un alma Sin envidia.

ㅡWuXian... ㅡpronuncia, pareciendo satisfecho porque además, hasta ya pensó en un nombre de cortesía. Ahora la cosa es, un perfecto apellido que quede con ese nombre.

Tal vez si tuviese algún indicio de cómo podría ser el niño, sería más fácil.

Suspira con una ligera nota de frustración, al darse cuenta de lo risible que puede llegar a se la situación. Pensar en un nombre para un personaje de una leyenda, que probablemente ni siquiera haya existido.

ㅡRidículo...ㅡse reprende a sí mismo; él debería estar preocupándose de sus propios asuntos, como deberes dentro de la Secta para apoyar a su hermano; dentro de unas lunas, los herederos vendrán a estudiar a Gusu, y su concentración debería estar puesta en lo que significa tener visitantes.

Como jefe de disciplina, su deber es velar porque los discípulos cumplan al pie de la letra las reglas. Cuando su tío le encomendó ese deber, Lan Wangji lo tomó con mucha honra. Estaba más que orgulloso de que le confiaron algo como ello.

No solo estar dedicado a aprender sobre fantasmas, yao, demonios entre otros. Sino que también impartir sus propios conocimientos, por medio de la disciplina y tal vez, inculcar buenos valores a los discípulos. Él hará eso encantado.

Lan Wangji se detuvo por un momento, para procesar sus propios pensamientos. Él articuló, probando en sus labios. ㅡ...encomendar...ㅡrecitóㅡ....fantasma.

ㅡWèi....ㅡdijo, con un tono lleno de entusiasmoㅡ....Wei Ying, Wei WuXian.

Lan Wangji nunca se había sentido tan maravillado y orgulloso de sus propios logros. Ni siquiera tanto, como cuando por primera vez pudo jugar el guqin sin error alguno, siendo catalogado por shufu como alguien talentoso, que traería la honra al Clan. Todo debido a su habilidad para haber aprendido tan joven, a manejar el instrumento más importante dentro de la Secta.

El sentimiento en ese instante, era mucho mejor.

Momentos después, satisfecho con haber hallado un nombre perfecto para el hijo de la luna; Lan Wangji guardó su guqin, y emprendió camino de vuelta al Jingshi.

Fue entonces que la escuchó.

La más hermosa y melodiosa de las risas que alguna vez pudo oír. Estaba impregnada de inocencia pura, y alegría cálida capaz de calentar hasta el más fríos de los corazones.

Era lo más bello que sus oídos de músico ya experimentado, pudo haber escuchado en su vida.

Desde la muerte de su madre, jamás volvió a escuchar a alguien reír tan hermosamente. Su mundo fue sacudido con un fuerte remezón. Lan Wangji se vio imposibilitado de apartar su atención de esa magnifica resonancia.

Por lo que, decidido a no quedarse con la duda, el Jade siguió el maravillosos sonido adentrándose al bosque. No le importaba que ya estuviese al borde de llegar al toque de queda, él necesitaba encontrar la fuente de tan celestial sonido.

Mientras más avanzaba, se dio cuenta, el sonido era más fuerte claro y cercano. Con su corazón latiendo a mil por horas, se movilizó por la oscuridad que rodeaba los árboles. No le importó que se agitara en el proceso, a tal grado que sus prendas sufrieron las consecuencias de estas fuera de lugar; pero necesitaba llegar a donde provenía.

Y lo vio.

Al más hermoso de los seres, sentado sobre una roca riendo angelicalmente mientras jugueteaba con una impresionante mariposa plateada hasta cristalina.

Era un Joven que no parecía tener más de quince años, de cabellera tan blanca como la nieve al igual que su lechosa piel. Sus ojos eran grises plata como la misma luna, brillando en pureza y picardía. A pesar de ello, vestía unas túnicas negras como la oscuridad de la noche. Llevaba un dizi negro de bambú, del cual colgaba una borla roja como los bordados de sus prendas. Incluso la cinta que yacía atada en su media cola, era tan roja brillante como la sangre.

ㅡHermoso... ㅡno pudo evitar decir, inconsciente de que su desliz hizo notar su presencia en el lugar; pues solo se dio cuenta de ello, cuando el niño deslizó sus ojos plata en su dirección, y Lan Wangji sintió que perdía el aliento.

ㅡOh, creo que me han descubierto ㅡdijo, con una nota de diversión en su melodiosa voz. Su sonrisa, fue la cosa más maravillosaㅡ...supongo que de nada sirve decirte que hagas como que nunca me has visto, Joven Maestro.

Lan Wangji, hizo un gran esfuerzo para recobrar la compostura. No era momento de comportarse como un idiota, y se atrevió a preguntar. ㅡ¿Quién eres?

Nuevamente ese canto angelical llenó el espacio. La risa más preciosa que jamás se aburrirá de escuchar. ㅡMuy bien, ¡es un trato justo debido a que estoy invadiendo tu hogar! ㅡél giró su dizi, mirándolo sonrienteㅡ....bueno, suelen llamarme Yue Liang Er Zi. ㅡladeó su cabeza con inocenciaㅡ...sin embargo, mi nombre es Ying.

Lan Wangji respiró con brusquedad. ㅡYing ㅡrepitióㅡ....eres..

ㅡ¿El hijo de la Luna? ¡por supuesto! ㅡcarcajeó poniéndose de pie de un saltoㅡ ¡Yue-Niang suele dejarme explorar con mayor frecuencia desde que cumplí los catorce años! Tal vez me veas constantemente, Joven Maestro. Me llena de curiosidad lo que las personas han logrado a través del tiempo.

Lan Wangji todavía no podía creerlo. ㅡ¿Eres real?

Ying parpadeó. ㅡBueno, en vista de que ambos estamos hablando y tanto tú como yo podemos sentir. Supongo que, lo soy.

ㅡNo ㅡdijo Lan Wangji, corrigiéndose de inmediatoㅡ...quiero decir...la leyenda.

ㅡ¿Leyenda? ㅡel hijo de la Luna lucía confundido. Momentos después, comprendió lo que quería decirㅡ ¡Oh! Te refieres a mis orígenes ㅡcuando el Jade asintió, Ying continuóㅡ...así es. Todo es verdad; he vivido en el Reino Lunar desde que nací. Yue-Niang jamás me ocultó nada.

Lan Wangji estaba impresionado. A pesar de que su rostro estoico no demostrara absolutamente nada, sus ojos eran otro cuento. Y, tal parece que el hijo de la Luna pudo leerlo sin problema alguno. Al menos, eso de alguna manera lo alivió sin saber por qué.

Entonces recordó lo que había estado meditando, antes de encontrarse con Ying. Avergonzado por ello, habló. ㅡYing, ¿solo es ese tu nombre?

El hijo de la Luna asintió. ㅡ¡Correcto!

Lan Wangji se arrepintió de haber vuelto a su estado de reservado, porque decir siquiera una palabra le estaba resultando más difícil de lo que esperaba. Sus orejas, extrañamente estaban ardiendo como nunca. ㅡYo...ㅡpresionó sus labios en una línea recta, sin embargo con el miedo de que posiblemente sea la única oportunidad de ver al niño, se armó de valor para añadirㅡ...tengo un nombre, para ti.

El hijo de la Luna dejó salir un suave jadeo, debido a la repentina declaración. El niño, lucía más que impactado. ㅡ¿Un nombre, para mí? ¿por qué?

ㅡNo tienes un apellido, solo eres conocido como Ying o Yue Liang Er Zi ㅡrespondió moderadamente. Luego agregóㅡ...siempre he pensado que mereces el honor de tener un apellido. Si no te gusta al menos el nombre de cortesía, puedes tomar solo el apellido.

Ying se iluminó de inmediato. ㅡ¡Estaría honrado, Joven Maestro! ㅡsus ojos formaron dos brillantes medias lunasㅡ...¿Cuál sería ese nombre?

ㅡWei Ying, de cortesía WuXian. ㅡLan Wangji inhaló, sintiendo un torbellino de emociones indescriptiblesㅡ...Wei WuXian.

El hijo de la Luna probó en sus labios, pronunciando el nombre por unos momentos. De pronto, dejó salir un chillido de alegría. ㅡ¡Es maravilloso! ¡me encanta! ㅡél daba suaves brincosㅡ ¡Yue-Niang estará igual de encantada que yo!

Los hombros de Lan Wangji, se liberaron del peso que no sabía había estado cargando. Su corazón latía complacido, como si se hubiera sacado el mayor de los premios en el mundo.

ㅡPor cierto, no me has dicho tu nombre, Joven Maestro ㅡla voz de Wei WuXian, lo sacaron de ensoñaciónㅡ...me gustaría conocer al Joven a quien debo darle las gracias por este maravilloso obsequio.

ㅡLan Zhan, Lan Wangji de Gusu ㅡdeclaró sin siquiera dar lugar al silencio.

Wei WuXian asintió. ㅡMuy lindo, Lan Zhan, ¿puedo llamarte así?

Escuchar su nombre de los labios del hijo de la Luna, provocaron un despiadado ataque al corazón de Lan Wangji. De todas maneras, disimuló completamente antes de afirmar con un. ㅡSería un honor, Wei Ying.

Y la sonrisa de Wei Ying, fue mucho más cegadora que el resplandor del sol. Ambos mirándose a los ojos con una gran mezcla de emociones y sentimientos; los dos, sin saber que ese sería el inicio de una hermosa historia de amor; en donde la madre Luna, dejó que su hijo desplegara sus alas para seguir a su corazón.

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'calé' es una tribu de gitanos.

'Payo' refiere a las personas no gitanas. 

Nota: ¡Holiwis! ✌😉

Espero que este corto haya sido de su agrado. La verdad es que lo acabo de hacer, luego de leer la solicitud de @AliciaLetelier655 así que es algo muy improvisado, que ojalá haya llenado sus expectativas.

Jaja, nunca había hecho un corto o fic por pedido, ¡es mi primera ve! >//<