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ᴘᴀʀᴛᴇ ᴜɴᴏ

Sua top, Siyeon bottom

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Era un noche cálida, habían cenado bien y ahora simplemente estaban pasando el tiempo acostadas en la cama esperando la hora de dormir. Siyeon estaba jugando en su nintendo y Bora solo se encontraba mirándola, abrazada de costado a su cintura. La rubia observaba la linda cara de su novia, como de vez en cuando fruncía el ceño por lo que veía en la pantalla, o cuando sacaba un poquito su lengua y la mantenía entre sus dientes, simplemente adorable.

Pero Bora se estaba cansando, y de repente sus dos semanas sin sexo debido al periodo de ambas se hizo presente. Si, ella definitivamente quería tener relaciones, entonces ¿Por qué no provocar a Siyeon?

La castaña empezó con un juguetón toque en los senos de la rubia, esperando algún tipo de respuesta pero Siyeon ni se inmutó, esto hizo que la mayor ponga más empeño en que su novia le dé atención.

Bajó la blusa blanca de su novia, dejando expuesto su brasier blanco con una linda tira de encaje en la parte superior. Kim miraba la cara de Siyeon, esperando alguna respuesta pero solo vió como fruncía el ceño y movía un poco su consola.

Bora rodó los ojos y presionó uno de sus pechos, eran tan suaves, le encantaban.

-Singnie~- lloriqueó la mayor mientras subía su mano al cuello de la rubia. Le indignaba que no se inmutara ni un poco

-¿Si, amor?- habló la menor finalmente. Siyeon no era estúpida, tal vez solo se estaba haciendo. Quería ver a cuánto llegaba, por esa razón, no la miró cuando le contestó, ella seguía "muy concentrada" en su juego.

-¿Quieres dejar eso y darme atención?- preguntó mientras seguía acariciando por sobre encima su pecho

-No.- Siyeon realmente tenía ganas de reír, amaba ver a Bora frustrada.

-Bien.-

Claramente Kim Bora no se iba a conformar con eso, así que se acomodó un poco más arriba y comenzó a acariciar los senos de Siyeon con más intensidad, ella sabía que quería, nunca haría algo para sobrepasarse con la menor. Subió su cabeza y besó la clavícula de la rubia, y lo sintió, sintió cuando el pulso de su menor se aceleraba. Sonrió. Subió aún más y besó su cuello a la vez que metía su mano debajo de la ropa interior de Siyeon, acariciando su pezón.

-No me dejas ver, unnie -se quejó Siyeon y Bora hizo un puchero

-Siyeon, deja eso amor- ahora su mano también estaba por su abdomen- yo sé que quieres, vamos-La castaña dijo a su oído mientras comenzó a repartir besos por su cuello y clavículas

-No~- se negó mientras intencionalmente quitaba la mano de su novia de su pecho

-Ay Dios, deja esa mierda -Kim llegó al borde de su pequeña paciencia y le quitó la consola. Siyeon sonrió, su unnie tenía tan poca paciencia, iba a darse la vuelta para posicionarse encima de Bora pero no se lo permitieron- Ah no, Lee Siyeon, hoy te quedas abajo.-

Siyeon se sonrojó, ¿Ella?¿Debajo? No, definitivamente no le gustaba la idea.
Pero al parecer a su novia si ya que bajó hasta su cuello y succionó fuerte

-Ah~ SuA, déjame- no le gustaba ser la que recibía placer directamente, ella disfrutaba más dándolo, o eso pensaba.

-Vamos, Singnie, ambas sabemos que te gusta. No es algo que no hayamos hecho antes- le sonrió.

Bora se sentó sobre la menor y le sacó la blusa. Llegó su momento favorito, definitivamente amaba los pechos de su novia. Corrió un poco el brasier de la rubia y tocó su pezón rosado, definitivamente lo amaba. La respiración de Siyeon era pesada, no miraba, tenía la cabeza hacia el costado, no estaba en sus planes ser la pasiva esa noche, pero no iba a negar que lo disfrutaba.

La castaña apretó el pequeño pezón antes de llevar su boca hacia él. Succionando fuerte, no tanto para lastimar a su pequeña pero si para hacerla gemir. Siyeon daba pequeños quejidos mientras Bora trabajaba en sus pechos, de uno al otro. Sintió como la mayor se detenía y tuvo que alzar la cabeza para mirar, vió a la castaña levantar la cabeza mientras un hilo de saliva conectaba su boca con el pezón, hechó la cabeza hacia atrás mientras largaba un gemido. Era la cosa más caliente que había visto en semanas, y pobre de Lee lo que le faltaba por ver.

Bora sabía que Siyeon era muy sensible, así que estaba dando todo su esfuerzo para complacer bien a su novia.
El último gemido la sorprendió, no lo esperaba, no cuando ya no estaba haciendo nada. Subió hasta la boca de la menor y se besaron con fuerza, lenguas entremedio, quejidos por parte de ambas y el calor cada vez más fuerte. Se separó y bajó hasta su cuello, succionó fuerte, quería marcarla, ni siquiera pensó en lo que tenían que hacer al día siguiente o si era muy visible, solo los hizo; uno, dos, tres, se detuvo cuando iba a hacer el cuarto

-Basta amor, basta por favor- suplicó Siyeon, por un momento pensó que la lastimó pero luego completó- Mañana debo trabajar y los estás haciendo muy a la vista- y entonces Kim sonrió, recordando las veces que le había suplicado de igual manera a ella para que parara pero la ignoraba, así que era su turno de hacerlo.

-Entonces más abajo, Singnie- y bajó a las clavículas, su segundo lugar favorito en el cuerpo de la menor. Hizo lo mismo mientras Siyeon gemía cada vez más fuerte y sujetaba su cabeza aún más cerca de ella si era posible.

-Sácatela- dijo Siyeon refiriéndose a la remera que tenía la castaña. Esta no rechistó y lo hizo, la rubia se sorprendió cuando se dió cuenta que no llevaba sujetador- mierda- hizo el intento de subir su cuerpo para besarla, pero Bora se negó

-Mmmh..., hoy no Singnie, hoy eres solo tú- negó

-Pero-

-Pero nada, no seas testaruda y se una niña buena ¿Si?- la mayor sonrió con codicia, bajando nuevamente a sus pechos- ¿Te parece si sacamos este?- señaló el sujetador. Siyeon asintió y levantó un poco su espalda para poder desabrochar el sostén.

-¡Ah! Bora~- gimió cuando repentinamente la castaña dió una suave, pero fuerte para su sensible pezón, mordida. La mayor quería más, notaba a Lee cada vez más excitada y eso la entusiasmaba.

Bajó su mano por el abdomen de la rubia y la metió dentro de sus shorts.

-Mm, no Bora -paró la mano de la castaña, Siyeon se seguía negando y Bora no sabía porqué la avergonzaba tanto recibir placer.

-Amor, relájate, confía en mi- aconsejó mientras tomaba los brazos de la rubia y los colocaba a sus costados. Bajó del regazo de la menor y desabotonó los pantalones de esta, los bajó y pudo ver lo húmeda que estaba. No se contuvo mucho tiempo y rápidamente llevó su mano hacia el centro de la menor.

Siyeon se llevó un brazo hacia su cara, tapándola, odiaba que la vean así, no sabiendo muy bien la razón, solo lo odiaba. Bora siguió frotando su centro mientras ella largaba pequeños quejidos y gemidos. Sus caderas se levantaban casi involuntariamente, buscando más contacto.

Bora finalmente bajó las bragas de la rubia y la tocó sin la tela de por medio.

-Ah~ Bora... Mm- se quejaba la rubia. Bora lo amaba, amaba verla tan débil ante ella, con el cuerpo sudoroso y el cuello marcado por ella. También amaba lo sensible que era Siyeon, siempre se preguntaba porqué solía ser ella la que llevaba el control cuando era mucho más placentero cuando estaba debajo.

A estas alturas Siyeon estaba completamente desnuda, con las rodillas flexionadas, un brazo tapando su cara y otro sujetando su muslo, sus uñas clavándose fuerte en este. Kim juraba que era la escena más caliente que había visto nunca. No quería hacer esperar a su pequeña, así que bajó la mano hasta su centro y comenzó a acariciar su clítoris. Los gemidos de Siyeon ahora eran más fuertes, junto con quejidos y pequeñas negaciones.

Bora llevó su cuerpo sobre el de la rubia y con su mano libre sacó el brazo de la cara de menor.

-No dejas que te vea, bebé- comenzó a repartir besos por su mandíbula y cuello

-No quiero... Ah... Que mmh me veas- insistió en taparse el rostro. Bora rodó los ojos y dejó un rápido beso en sus labios. Bajó hasta el centro de la menor y dió una lamida- ¡Bora!- gritó mientras seguía largando gemidos cada vez más fuertes, esto volvía loca a la castaña, comenzó a lamer más fuerte, encontrando el clítoris y concentrandose en él.

Siyeon no paraba de gemir, movía sus caderas para aún más contacto, estaba al borde del orgasmo y entonces Bora se detuvo

-Mm, no no amor, ya casi- Kim sonrió ante la súplica de la menor. Llevó dos dedos a los labios de la rubia.

-Chupa- Siyeon no se hizo rogar y rápidamente comenzó a chuparlos, pasando la lengua entre los dos, sintiendo aún su escencia en ellos. No dejaba de largar pequeños jadeos y quejidos, odiaba ser tan sensible.

Luego de unos segundo, la castaña sacó sus dedos de la boca de su novia y los llevó a su entrada, sin esperar la penetró fuerte y duro. Siyeon largó una mezcla entre un gemido y grito, totalmente desgarrador, pero la mayor sabía que estaba bien, no la había lastimado. Las manos de la rubia ahora estaban presionando las sábanas a su costado, los nudillos blancos por la fuerza que ejercía. Su cabeza hacia atrás, dejando su cuello expuesto, y la espalda arqueada. Los gemidos no se detenían, las embestidas tampoco, ambos cada vez más fuertes. Bora sintió como los músculos de Siyeon se apretaron al rededor de sus dedos.

-¡Ah! Mm si, Sua, me voy a correr- sus caderas cada vez moviéndose más

-Hazlo, vente en mis dedos- y Siyeon se soltó, con un fuerte gemido y su cuerpo en pequeños espasmos. Bora subió rápidamente a su boca, besándola fuerte mientras lentamente sacaba sus dedos del interior de la rubia. Llevó nuevamente sus dedos a la boca de la menor y gustosa la abrió, probándose a si misma una vez más.

Bora la vió así, con sus dedos en la boca, su rostro colorado y sudado, ojos llenos de lágrimas y el pelo alborotado. Casi tiene un orgasmo de tan solo ver esa imagen, pero entonces decidió que ese no era el fin. Haría que Lee Siyeon le suplicara parar, tal vez dos o tres orgasmos más, haría que su pequeña dejara de tener vergüenza. Si Siyeon minutos atrás se quejaba de las marcas ahora se tendría que quejar del dolor que le provocaría caminar.

Sacó sus dedos de la boca de la menor y los llevó a la suya, cuando la rubia hacía eso le resultaba tan caliente, pero ahora que era ella la que llevaba el control se le hacía mucho más excitante. Los chupó y largó un gemido, se acomodó sobre Siyeon una vez más y le dió un beso corto

-Siyeon ¿Seguimos?-dijo inocentemente, la menor la miró a los ojos rápidamente

-¿Seguir?- Bora volvió con su labor de acariciar el cuerpo de la menor - Creo que fué suficiente y- se cortó cuando la castaña comenzó a lamer su pezón nuevamente- mierda, mierda, mierda-

- ¿Qué es esa bocota, Siyeon?- se levantó- Siyeon- comenzó mientras bajaba su mano al sexo de la menor de nuevo- me suelo preguntar por qué te pones en el papel de activa y controladora cuando ambas sabemos que eres mucho más sensible que yo.- la rubia luchaba con mirarla mientras jadeaba y solamente quería cerrar los ojos y disfrutar

-Es mejor cuando te lo hago a tí- contestó.

-¿Si? Pues hoy las cosas son diferentes así que, ¿Dónde está ese juguete que usas conmigo?-la mayor salió de la cama y fue a buscar en los cajones

-No, Bora, mierda eso no- Siyeon se levantó detrás de ella. La mayor reía.

-Oh, aquí está.- alzó el vibrador con el que Siyeon tanto la había torturado- A la cama, Lee. - mandó, le encantaba tener el control, definitivamente tenía que ser así más seguido.

-Pero -Bora la miró seriamente

-Creo que ambas sabemos que esto es mejor que las esposas- alzó una ceja, sonrió en su interior sabiendo que ahora tenía algo con que amenazar a la menor.

-Carajo, Bora -se dió la vuelta para volver a la cama- por lo menos desnúdate, no es muy cómodo el roce de tus pantalones -la castaña rodó una vez más los ojos y se sacó las únicas prendas que tenía. Se dió la vuelta y agarró el pequeño control del vibrador.

Caminó hacia la cama y se posicionándose arriba de la menor, bajó hasta sus labios y comenzaron un beso duro, luchando por el control del beso. Se separaron por la falta de aire y Bora volvió al cuello de la menor, Siyeon le acariciaba la cabeza mientras jadeaba. La castaña siguió bajando hasta llegar a sus pechos, contorneó el pezón con su lengua y chupó, los quejidos de la menor eran cada vez más fuertes. Antes de continuar su camino se aseguró de dejar algunas marcas en sus senos

-Mmh...-jadeaba Lee. Bora bajó por su abdomen, dejando pequeñas chupadas y besos. Llegó a su centro, empapado nuevamente y sonrió, antes de pasar su lengua por ahí acarició un poco con sus dedos -Sua~ mhm- la castaña alzó la mirada y la vió agarrando la almohada detrás de su cabeza, sonrió, estaba haciendo un buen trabajo.

Dió una lamida antes de concentrarse en succionar el clítoris, los gemidos de Siyeon aumentaron, metió dos de sus dedos nuevamente y empezó a bombear dentro y fuera.

-Ahh Bora, si...- siseó la menor, sus manos estaban apretando fuertemente la almohada, con su espalda arqueada. Sintió como la mayor sacó sus dedos de su interior y se quejó.

Kim tomó el vibrador y lo fue metiendo lentamente, alzó su cabeza para ver a Siyeon, cuando se aseguró que estaba dentro completamente tomó en control y subió hasta la boca de la rubia, comenzando otro beso lleno de gemidos ahogados y cuando Siyeon menos se lo esperaba, prendió el juguete.

-¡Ah! Mmh, Bora-mmh -Siyeon bajó los brazos y cerró sus manos sobre sus pechos, se sentía fallecer y sabía que aún no estaba en la potencia más alta. Klm la miraba con admiración, como si esa rubia que masajeaba sus pechos con una capa de sudor, el cabello desarreglado, cuello lleno de marcas y piernas flexionadas fuera la obra de arte más bonita, y muy lejos de la realidad no estaba, ver a Lee Siyeon en esas condiciones era lo mejor de la vida.

Se sentó a un costado de la menoe, solo quería verla. Siyeon estiró su brazo hacia ella

-Dame el control- exigió, Bora rió, y hasta ahora creía que se lo iba a dar-

-No.

-Bora ¡Mierda! - gritó al sentir como las vibraciones subían de intensidad. Y entonces la castaña le subió más, 4 de 7 niveles, si, estaba bien con eso por el momento. Lee solo gemía y largaba quejidos, tenía sus uñas enterradas en sus muslos.

Bora solo la miraba jadeante, la miró fijamente por lo que creyó fueron cinco minutos, cinco minutos llenos de placer para la rubia que nuevamente estaba al borde del orgasmo, sujetando sus muslos por debajo que ahora estaban a la altura de sus pechos. Y entonces sus gemidos se hicieron mucho más fuertes, los espasmos la comenzaron a invadir

-Unnie~ me mmh me corro, Bora- y subió aún más la intensidad, en 7, Siyeon gritó fuerte mientras sus caderas se sacudían brutamente, había llegado al segundo orgasmo de la noche. Seguía tan sensible, pero al parecer Kim no tenía intenciones de apagar el aparato- Amor - lloriqueó- Basta amor, no puedo más- la miró suplicante

-Si puedes- claramente Bora no lo apagaría, Siyeon hizo el amague de quitárselo pero la castaña quitó su mano- Quieta. ¿Recuerdas cuando yo te suplicaba, Siyeon, lo recuerdas? No parabas hasta que se te diera la gana y ahora es mi momento de hacerlo- la menor no había parado de lloriquear y largar gemidos, era tan sensible, ambas lo sabían.

Bora llevó una mano al clítoris de la rubia mientras la besaba, estaba tan sensible que sabía que iba a tener otro orgasmo en cualquier momento, más no espero que la mano de la menor se vaya a su centro, haciéndola gemir fuerte.

-No haz tenido ningún orgasmo, amor -Siyeon la miró

-Estoy bien, así- jadeó.

Ambas estaban completamente al borde del orgasmo, Lee sentía que iba a morir al ser este su tercer orgasmo en la noche. A Kim no le tomó mucho tiempo correrse mientras la menor la penetraba.

-Singnie... Me vengo.. mmh- y en cuanto la menor sintió el orgasmo de la castaña golpear contra sus dedos se corrió fuertemente, sus caderas se alzaron con violencia mientras gemía fuerte.

-Apágalo, Bora apágalo- sujetó el brazo de la castaña. Esta tomó el control y lo apagó. Siyeon se relajó.- Eso... Eso fué genial- le sonrió a la mayor.

-Ven, te lo voy a sacar- le ayudó a sacarse el vibrador y luego subió para darle un beso, se quedaron abrazadas hasta que sus respiraciones se calmaron- ¿Te puedes parar? Vamos a la ducha- se burló la castaña y Siyeon la miró mal

-Bora, hoy no porque estoy cansada- la mayor largó una carcajada- pero me las vas a pagar- dijo mientras se levantaba de la cama

-Con gusto- la siguió Bora. Cuando llegaron al baño, Siyeon se miró al espejo

-¡Kim Bora mira lo que haz hecho! Carajo, esto no se va a tapar con maquillaje- se quejó, la mayor rió y le dió un pequeño beso en la mejilla

-Vamos al agua, luego te quejas.

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