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-En serio, ya comienzo a desesperarme-gruñó SeokJin, jalando sus cabellos.
-¿Qué pasa, chicos?
Las siete miradas se posaron en SooJung, quien recién entraba a la cafetería, como ya se le era costumbre en los horarios del desayuno, el almuerzo y luego de salir del trabajo, al menos casi todos los días.
-Es que estamos al borde de la quiebra-soltó NamJoon.
-¿Y eso?-enseguida la chica se alarmó.
-No tenemos muchos clientes-acotó HoSeok.
La muchacha asintió y con el mismo impulso con el que entró, salió del local, dejando bastante confundidos a los chicos.
La vieron parlotear por teléfono y teclear en la pantalla varias veces.
HaeYoung, que estaba en el baño cuando la muchacha llegó, fue quien se acercó a ella para saludarla y se quedó a su lado todo el tiempo, y sonreía a cada tanto pues ella sí escuchaba lo que SooJung estaba tramando.
Luego de varios minutos, la muchacha regresó con la niña de la mano y sonrió.
-Problema resuelto. Calienten sus motores que pronto llega la clientela-canturreó.
A pesar de que ninguno de los siete, en ese preciso momento, le creyó, decidieron obedecerla.
Bueno, JungKook se quedó sentado en su lugar.
Había dejado de trabajar allí pues sabía que su físico lograba asustar a las personas.
-¿Y ese mal humor?-inquirió SooJung.
Pues sí, la expresión de JungKook no era precisamente la que cargaba siempre y ni siquiera se inmutó a sonreír de lado.
-Es tu culpa-sentenció, analizando de pies a cabeza a la chica.
-¿Y qué se supone que fue lo que hice?-enarcó una ceja. Estaba segura de que no había hecho nada como para molestar al castaño.
-No le hagas caso-intervino la niña, haciendo un ademán con su mano-. Me voy con los tíos-anunció a ambos adultos-. El tío Jin me prometió que podía ayudarlo hoy.
Y sin más que eso, salió de la vista de ambos mayores.
-¿Me vas a decir por qué estás así, o no?-bufó la chica, tomando asiento frente a su contrario.
Los oscuros orbes del muchacho siguieron cada uno de sus movimientos, haciendo un detenimiento sobre sus pechos, marcados por el escote de su blusa y luego volvieron a chocar contra los de ella.
-Gracias a tí, desperté con un enorme problema entre las piernas.
Fue tan directo, que SooJung no pudo evitar quedar perpleja.
-Mis hyungs me vieron y se comenzaron a burlar. No tuve un despertar muy agradable, como ves.
SooJung quería seguirle el juego y confesarle que no era el único con problemas en la entrepierna al despertar, incluso hasta en el horario de trabajo. Quería decirle lo mucho que lo estaba comenzando a desear.
Pero no pudo.
Y eso debido a la aparición de no sólo una, sino varias personas en la puerta.
Tanto el castaño como la pelinegra se inclinaron en dirección a la entrada y SooJung soltó un chillido de felicidad.
-¡Sí vinieron!-casi de inmediato, corrió a los brazos de una de sus amigas.
SooJung había llamado a sus amigos, algunos de ellos, y les había recomendado el lugar. Les comentó que no sólo era agradable y acogedor, sino que también la comida era excelente y el local era atendido por chicos guapísimos.
Tenía entendido que, ni NamJoon, ni SeokJin, ni YoonGi, ni HoSeok, ni JiMin, ni TaeHyung, mucho menos JungKook, tenían pareja, así que esperaba que alguna de sus amigas solteras se les lanzara.
Claro que, ya había advertido con anterioridad a las mismas que el castaño de las marcas era suyo.
Unos de sus amigos eran pareja, y llevaron a su hijo consigo.
Otros llevaron a alguno o algunos de sus parientes.
Y así el local se llenó.
En realidad no sólo estaban ahí por voluntad máxima.
SooJung les había prometido, a todos, que si el lugar no les agradaba y/o no les gustaba la comida (cosa que creía imposible), ella se encargaría de pagar absolutamente todos los gastos de la noche.
Era algo sumamente arriesgado, pero la chica en serio quería ayudar.
Los otros seis chicos que estaban repartidos entre la cocina y la oficina, siendo seguidos por la niña, se asombraron al ver tanta gente en el local.
Pero eso no impidió que se pusieran a trabajar con rapidez.
JungKook, SooJung, y HaeYoung decidieron ayudar. Mientras el primero y la última auxiliaban a SeokJin en la cocina, la segunda se había autocolocado el puesto de mesera, ayudando a YoonGi, JiMin, HoSeok y TaeHyung.
¡Hasta el mismo NamJoon se prestó como mesero! Aunque sólo tomando las órdenes pues sabía que su torpeza no le ayudaría mucho con eso de llevar platos.
Así, poco a poco, fueron atendiendo a las personas.
Todas, cada vez que SooJung les pasaba por un lado, le hacían señas, dando su positiva opinión.
Y, por supuesto, la chica, los siete que la seguían, y la niña, no podían estar más contentos con toda la situación.
Sin embargo, SooJung se tomó el atrevimiento de sentarse frente a una de sus amigas, quien comía tranquila y a gusto.
Entre ellas, había una apuesta diferente a las de los demás.
-Entonces...Dime algo-animó la pelinegra.
Su amiga alzó la cabeza y por entre sus azules hebras la miró.
-Ya hablé con Jae-sonrió, reincorporándose en su lugar-. Mañana viene con un grupo de críticos a asegurarse por él mismo de la calidad del lugar, y si todo sale bien y de acuerdo a las expectativas que hasta yo tengo, esta cafetería será muy reconocida-le guiñó un ojo- te salvaste de pagar mi almuerzo por un año completo, Go SooJung.
La aludida rió a mandíbula suelta.
El esposo de su amiga se dedicaba a darle el visto bueno a todos los restaurantes y cafeterías de la ciudad, degustando sus productos para luego darle una calificación al lugar y recomendarlo en base a su experiencia.
SooJung le juró a la peliazul que pagaría su almuerzo por todo un año si no le gustaba la cafetería, pero si se daba el caso, debía llevar a su esposo.
Durante el resto del día, la cafetería estuvo bastante llena.
Algunas amigas de SooJung se habían quedado a ayudarla a ella y el resto de los chicos, en primer lugar, porque era su día libre y en segundo lugar, porque alguno de los muchachos les había llamado la atención y bueno, para hacer ello tuvieron que pedirle permiso a SooJung y a su vez, ella debía hacer lo mismo con los chicos.
Se formó un pequeño alboroto cuando la pelinegra les tuvo que confesar absolutamente todo el trámite que había hecho, recalcando la parte de las apuestas.
Se justificó diciéndole a los muchachos que debían buscarse una pareja pues ya estaban en esa edad y que sabía que no tendría que pagar nada porque la cafetería era excelente y a quien no le gustara, lo denunciaría.
Palabras textuales de la pelinegra.
Al final del día, las amigas de SooJung lograron interactuar con los chicos y la anteriormente mencionada pelinegra no desaprovechaba oportunidad para estar con JungKook, ya fuera jalándole los cabellos, o haciéndole cosquillas, o simplemente diciéndole lo guapo que lucía.
Claro que también hacía todo aquello con el claro motivo de hacer reír al castaño, consiguiendo su objetivo.
¡Oh! Y claro que deseaba que esa molestia del chico pasase.
-Aún no me creo que hayas hecho todo esto-comentó TaeHyung.
SooJung y sus amigas habían anunciado su retirada del lugar pues a la mañana siguiente debían trabajar y ya casi era medianoche, por lo que los siete chicos salieron junto con ellas a despedirlas.
Para fortuna y sorpresa de JungKook, los otros seis, y SooJung, HaeYoung se había quedado dormida en el sofá de la oficina de NamJoon. Estaba sola y dormía tranquilamente como ya venía sucediendo desde algún tiempo atrás.
-Creo que te estaremos agradecidos de por vida-añadió HoSeok.
-No es necesario-rió la pelinegra-. Tal vez el único favor que les pueda llegar a pedir sea que me preparen un pastel por mi cumpleaños o algo así. Realmente no es que busque algo a cambio-se encogió de hombros.
-SooJung-ah siempre ha sido así de generosa. Desde el orfanato-alardeó una pelirroja, codeando a SooJung.
La pelinegra negó con la cabeza y prosiguió a despedirse de los muchachos.
Claro que, a JungKook le dió un corto beso en los labios y le susurró al oído:
-Tal vez algún día pueda ayudarte con tus problemas mañaneros-y con eso, dejando aturdido al muchacho, se alejó, conjuntamente con sus amigas.
Estaban a unos poco metros de distancia cuando ella recordó que la parte más importante no había sido contada.
-¡Ah!-se volteó, llamando la atención de los siete a la distancia-¡Mañana llegan los jueces esos a darle el visto bueno al lugar!¡No se queden dormidos y abran temprano que no me dijeron a qué hora llegaban!
-¿¡Qué!?
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