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Las lágrimas habían amenazado más de una vez con salir de los ojos de SooJung, y cuando alguna rebelde lograba escaparse, la muchacha lograba detenerla a tiempo antes de que su acompañante la notara.
Luego del incómodo (para ambos adultos) comentario de la menor, esta volvió a los brazos del pelinegro y le pidió que le acariciara la cabeza mientras dormía y entonces SooJung rompió el silencio, preguntándole al castaño por la edad de la niña y se asombró al saber que, con veintidós años de edad, el muchacho tuviese una hija de ocho, y ahí fue donde él le contó toda la historia.
-Desde ese día, incluso cuando estuve en el hospital, debe dormir conmigo o con cualquiera de los chicos, sobre todo si somos YoonGi hyung y yo-sonrió de lado, mirando el durmiente rostro de la niña que entre sus brazos, ubicada cual bebé, dormía plácidamente-. Suele tener muchas pesadillas y no la culpo. Sólo tenía cuatro años y tuvo que ver toda aquella masacre.
-Sólo tenías dieciocho años cuando eso ¿no?-el chico asintió-. Debió ser difícil para tí.
-En parte, sí-confesó-. Mis padres fallecieron cuando yo tenía unos trece años y desde entonces vivo con Hobi hyung, ya que somos primos lejanos. Pero tuve el apoyo de mis hyungs y mis tíos y todos estuvieron de acuerdo en que fuera yo la figura paterna de Hae. Además de que ella siempre me llamó así a mí únicamente.
-Eso es...¡Wow!-murmuró, dejando su espalda caer en el espaldar del asiento.
-¿Demasiado?-rió apenado el muchacho.
-No-se apresuró a decir-. En serio te admiro-se sinceró-. Tan joven, con toda una vida por delante y aún así arriesgaste tu vida por esa niña. La adoptaste y le diste la familia que había perdido.
-Cualquiera haría eso-se encogió en su lugar, algo avergonzado.
-No, cualquiera no lo haría-negó con la cabeza-. Ahora tus pinturas cobran sentido. Al menos las de esta última exposición.
-Las que expuse en años pasados ya las tenía hechas desde antes del accidente-destacó JungKook-. Mis hyungs me animaron a que las publicara en redes sociales y tuve suerte de llamar la atención. Antes trabajaba aquí con ellos, pero mi físico logró espantar a muchos clientes.
-Estúpidos-bufó SooJung, rodando los ojos.
-¿Es en serio?¿Aún con toda esta cara deformada, te parezco lindo?
-Por supuesto-sonrió e hizo un gesto que refería obviedad, logrando que su contrario se asombrara y no precisamente por su sinceridad-. Créeme que, desde un principio, si no hubiese sido por la seriedad del asunto del que hablábamos, te hubiese invitado a salir y no sólo a un almuerzo donde se supone que interactuemos de artista a fan.
Pero antes de que JungKook pudiera mediar palabra alguna, un enorme plato de spaghetti fue colocado en medio de ambos, siendo seguido de dos vasos de Coca-Cola.
-El chef, el administrador y los meseros nos disculpamos por la escasez de vino, pero esto es una cafetería, no un restaurante de alta clase, no tengo ni puta idea de lo que pasa por la cabeza de Jin hyung.
SooJung tuvo que cubrir su boca con ambas manos para evitar que su risa sonara más de lo debido y JungKook mordió sus labios con el mismo propósito gracias a las palabras de YoonGi
-Pero bueno-suspiró el aludido-. Aquí tienen su almuerzo estilo La Dama y el Vagabundo...literalmente.
-¡Yah!-se quejó en un susurro, JungKook.
-¿Se durmió?-ignorando las quejas de su menor, YoonGi preguntó, refiriéndose claramente a la niña, obteniendo un asentimiento por parte de sus dos contrarios-. Ya era hora. Desde que te fuiste en la mañana ha estado despierta y esta vez ni siquiera conmigo pudo dormir ¿Quieres que me la lleve?
-No creo que sea necesario ¿o sí?-preguntó el castaño a la chica frente a él.
-Para nada-sonrió la susodicha.
-De todas formas me la voy a llevar.
Y con esas palabras, YoonGi tomó en sus brazos, con delicadeza, a HaeYoung.
Al principio la niña emitió uno que otro quejido, pero cuando su cuerpo fue recostado contra el pecho de YoonGi, se calmó.
-Eso es todo. Que tengan un lindo almuerzo y a ver si se repiten las visitas.
Pero de nuevo al pobre JungKook no le daba tiempo de hablar, pues su hyung ya se había ido.
Con un unísono: Buen provecho, ambos iniciaron su comida.
-¡Ah!¿Quién cocinó esta delicia?-habló una sorprendida SooJung.
-Jin hyung-sonrió el castaño-. Nam y YoonGi hyung suelen encargarse de la administración, aunque a veces YoonGi hyung hace de camarero junto con Hobi, JiMin y Tae hyung. Jin hyung no deja que entren en su cocina-rió.
-Hum...La verdad que no creo que necesite ayudantes. Es una verdadera delicia esto. En mi vida he comido algo tan delicioso.
-¿Oíste eso, Nam?¡Le gustó!-se escuchó el gritito de SeokJin.
Y por supuesto, tanto JungKook como SooJung rieron.
-Nos están espiando ¿verdad?-se burló la chica.
-Es que desde los dieciocho no he tenido ninguna cita y tampoco he traído a alguna chica con ellos-se mostró avergonzado.
-Es que ellos esperan algo-rió la muchacha, buscando con su vista dentro del plato-. Mira, toma este-señaló una de las pastas-, y cómelo.
Él, aunque algo confundido, hizo lo que ella le pedía, pero jamás esperó que ella tomara el otro extremo de la misma pasta y lo metiera en su boca.
Mucho menos contaba con que, a medida que la pasta iba siendo consumida por su contraria, esta se iba inclinando sobre la mesa al punto en que sus narices casi que rozaron.
Pero entonces ella cortó el spaghetti, y volvió a su posición inicial, dando media vuelta en su lugar para mirar a los cinco chicos que veían todo desde la barra.
-¿Era eso lo que querían?-rió.
Los cinco comenzaron a chillar cual colegialas y empezaron a corretear en círculos o de un lado a otro.
Y eso sacó más de una carcajada.
-En serio que me agradan esos chicos-comentó, dando media vuelta-¿Qué...pasa?-preguntó con lentitud al ver al sonrojado y estático chico.
-Nada, nada-se apresuró a sacudir la cabeza-. Creo que va siendo hora de que me ataques a preguntas de una vez ¿no?
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