— Sigan con el plan y todo saldrá bien– o eso esperaban.

La familia Park había regresado a Corea solo para encontrara a Jungkook y así ponerlo a salvo junto a Jimin.

Ellos estaban sumamente nerviosos, y lo estuvieron más después de oír las nuevas noticias, esto cada día se ponía aún más estresante y doloroso, sobre todo para Jimin.

Los más de 20 hombres vestidos de negro asintieron  y se fueron a los autos blindados que los esperaban en las afueras de ese inmenso túnel, el único lugar en el que nadie podría descubrirlos.

La familia Park y Jeon se encontraban trabajando Juntas, los Jeon se encargaron de conseguir un lugar inrrastreable para que pudieran ocultarse, mientras que los Park traían a muchos de sus guardaespaldas.

— Señor ‐ hablo Hoseok (que también se unió a ellos, para poder encontrar a Jungkook antes de que la corte lo hiciera) llamando la atención del señor Park que se encontraba a un costado suyo– Sabe usted que el no resistirá un día más sin Jungkook, sin no lo encontramos hoy... puede que Jimin se haga más daño. – soltó cortándole una peso más al señor Park, pues el sabia que su hijo podría perder el control, ya de por si podía notar como su pequeño ‐como el le decía de bebe- estaba cada día más, fuera de si.

— Lo se Jung, por eso debemos de encontrarlo lo más rápido que podamos. Es nuestra última oportunidad – suspiro antes de salir en la misma dirección que sus hombres.

Hoseok suspiro y volteo el rostro hasta dar con la figura del rubio.

Jimin estaba sentado en el suelo, apoyado en uno de las gruesas vigas que sostenía el abandonado túnel en el que estaban, una de sus rodillas estaba flexionada y servía de apoyo para su brazo, su mirada parecía perdida y su cuerpo estaba más Delgado, sus ojeras eran notorias y el color de sus labios se volvió más oscuro, dándole una aspecto deteriorado.

En su mente sólo rondaba el recuerdo de Jungkook, los días en que esto empezó y se salió de sus manos, el debió de hacer algo.

Su lobo le recrimina constantemente el no ser suficiente, el no haber protegido a su omega y sobre todo, el no haberlo marcado, porque si lo hubiera echo desde un principio, esto no estaría pasando.

— Señor – un beta llegó corriendo al lado de Hoseok – Nuestros hombres dieron con la información del paradero del señor Park Jungkook, al parecer uno de los oficiales de la corte detuvo a uno de los hombres que lo tenía, en estos momentos están a las afueras de la ciudad. —

— ¡Pero que están esperando! – grito el peli rubio poniéndose de pie, esta era la última oportunidad de poder encontrara a su familia – Debemos de llegar a el para que nos dé la ubicación  de Jungkook. – sin esperar respuesta salio corriendo a su camioneta.

Encontraría a Jungkook, así fuera lo último que hiciera.

El sonido de las llantas rugiendo al chocar con el suelo fue lo único que se escuchó cuando todos salieron a Gran velocidad. El tiempo era en este caso uno de sus peores enemigos.

°•♧

— ¡Dime SeokJin! – le grito al omega que se hallaba atado en una silla y con los ojos rojos por contener las lágrimas.

— ...No – volvió a repetir.

Luego de aquel inesperado encuentro entre ambos. La razón pareció regresar a la mente del alfa, Namjoon solo se puso de pie y se acomodó la ropa para después salir de la celda, dejando a un Jin sumamente arrepentido pues nuevamente había caído ante el pelinegro. Jin se había levantado y vestido con la poca dignidad que le quedaba, se sentó en el suelo y apoyo sus manos en sus rodillas para luego empezar a derramar lágrimas de impotencia.

¿Por qué la vida lo trataba de esta forma?

¿Acaso estaba pagando los errores de su vida pasada?

Simplemente, su dañado corazón no entendía el porqué de su dolor, cada lágrima que caía de su rostro era un pequeño desahogo de su cuerpo al verse usado, como también era una pequeña grieta en su corazón.

Pasaron los minutos que se convirtieron en dos horas, su cuerpo nuevamente se alertó al sentir al alfa nuevamente acercarse a el y por más masoquista y doloroso que sonase, el solo quería que Namjoon, su alfa, le diera mimos y lo sacara de ahí, que lo protegiera, pero no fue así.

El alfa solo entró a la celda y con brusquedad lo tomó del brazo para llevarlo casi a rastras a un cuarto oscuro donde solo lo avento al suelo, nuevamente sus lagrimas salieron de sus ojos, pero esta ves el se obligó a ser fuerte, no dejaría que el se alegrará de su dolor. Namjoon puso una silla en medio del oscuro lugar, justo debajo del pequeño foco que tintineaba, sin cuidado puso de pie al castaño y lo obligó a sentarse, ahí fue cuando empezó a quebrar pedazo por pedazo su dañado corazón.

Le hizo varias preguntas, casi gritandolas en su cara, al no contestarle le dio dos bofetadas las cuales Jin no se podía creer, nuevamente supo que ya no significaba nada para Namjoon. Solo era un delincuente ahora, uno que hacia lo correcto mientras era golpeado por no delatar a sus amigos y si fuera necesario daría su vida para que no supieran nada, esperaba que Jungkook pudiera ser feliz aunque fuera a costa de su vida, de todas maneras, el ya no se sentía vivo, no después de lo que le hizo su más grande amor.

— Mira SeokJin, si me dices dónde está el... tendrás menor tiempo en las sombras. – trato de negociar, como si se pudiese.

— No lo haré, seria mucho mejor morir antes de decirles. Prefiero hacer eso ha
que traicionarlo. – soltó comando la poco paciencia que quedaba a en el alfa.

— ¿Traicionarlo? – hablo con ironía – ¿Y lo que hiciste con migo no fue traicionar me? ¡Te fuiste y nunca volviste! – mezclo el trabajo con lo que había pasado en el pasado.

SeokJin sonrió de lado.

— Tu fuiste el que me traiciono Namjoon, ¿No lo recuerdas? – levanto el rostro mirando directamente a los ojos al alfa, retando lo – La noche en que fuiste a la fiesta esa de bienvenida, me dijiste que llegarías antes de las 10, no llegabas y fui por ti, llegué y me dijeron que estabas con tu novia, no les creo y ellos dijeron que estaban e... en los cuartos, subí a la parte de arriba y te vi... – las lagrimas salieron de sus ojos una tras otra, no pudo contener su llanto– estabas acostado con una omega, ambos estaban desnudos... tu... tu fuiste el que me engañó, salí de ahí y no dije nada, pensé que todo era una broma o una mentira, esperé por días a que me dijeras la verdad pero nunca lo hiciste, paso un mes y... y – su voz se cortó por unos segundos, el dolor que sentía era muy fuerte, recordó los días en que lloraba tocando su vientre, porque el ya no estaba ahí – nunca me dijiste nada y yo me fui porque pensé que me estabas engañando, llegué a la ciudad y me puse a buscar trabajo, encontré u... uno, debía de encargarme de una tienda, trabajé por un mes... un día mientras atendía me desmaye, ya sabía lo que era... – su dolor aumento más al recordar la escena de el llorando en el baño con la prueba positiva en sus manos, aún podía sentir el desespero y dolor de esa ocasión— lo pensé varios días y finalmente decidí perdonarte... no podía criarlo yo solo, no estaba marcado y mi embarazo era de riesgo... Fui a la Universidad, quería encontrarte en la academia, sabia que estarías ahí... llegue y te vi con ella, la estabas besando, s... supe que ya no era nada para ti, así que me marché. A los dos días lo perdí... perdi a mi bebé – susurro con dolor lo ultimo, aún albergando el profundo odio a si mismo por no haber podido cuidar de su cachorro.

Namjoon quedó atónito con las lágrimas saliendo de su ojos, su lobo rascaba su interior en impotencia, las cosas no fueron así.

— Jin...

— No quiero oír nada, solo matame de una ves, estaré mejor así, ya no habrá dolor. –

— No... – susurro, el devia de explicar las cosas. — El día en que fue la fiesta, me emborache de más, solo recuerdo haberme quedado dormido en la habitación de Yugyeom, a la mañana siguiente desperté normal, no estaba desnudo ni tampoco sentí a nadie serca mío, despertó solo en la habitación. — y eso era cierto, ninguno de sus compañeros le contó acerca de que Jin había llegado por el a la fiesta, de echo ninguno le dijo nada de eso – El beso que tu viste fue uno de enojo, estaba demasiado enojado y no sabía porque te habías marchado win decirme nada, por eso lo acepté pero solo fue eso no paso de nada... en estos años he estado solo nunca pude ver a nadie más que a ti... Jinnie –

Las cosas entre ellos dos estaban más rotas que nunca, el amor que antes se tenían se volvió doloroso, un calvario para sus corazones pero lo fue aún más después de esa confección.

— Lo siento... – susurro el alfa antes de caerse de rodillas frente a Jin, puso su frente en las rodillas del omega antes de echarse a llorar pidiendo perdón, lo había tratado tan mal, incluso lo había golpeado, no tenía perdón.

— Nam... – Jin también empeso a llorar.   — Yo... – no puso hablar, porque una tremenda explosión se oyó fuera del lugar.

Namjoon se alertó pues solo ellos dos estaban en la comisaría, esta era un pequeña comisaria en un pueblo casi abandonado, fue el primer lugar al que pudieron traer a Jin ya que los demás oficiales se encargaban de seguir en la búsqueda mientras que el como general era el encargado de interrogar al preso.

Los pasos de varios hombres se oyeron afuera, Namjoon se puso de pie y desenfundó su arma, apuntando a la única puerta que estaba justo frente a el, sin pensarlo se puso como una barrera delante de Jin.

La puerta fue plateada y esta se abrió de una forma escalofriante, sonando al chocar contra la pared, y ahí reveló el cuerpo de un alfa rubio con los ojos rojos.

— Ponga las manos sobre su cabeza – ordeno Namjoon.

El rubio sonrió con altanería, estaba siendo dominado por su lobo y esl no era buena señal, ya que su lobo podía ser muy sádico y vengativo cuando se lo proponía.

— Vengo por el omega y no me iré de aquí hasta llevarme lo conmigo, así que aparece general –  su voz se oía un tanto más ronca de lo normal.

— No lo voy a permitir – gruño el alfa.

Jimin sonrio — ¿Acaso le pedí su opinión?

Varios hombres entraron detrás de Jimin, uno de ellos pateó la mano del alfa e hizo que soltara el arma, pero el alfa no se quedó atrás, Namjoon repartió patadas, puñetazos e incluso dejó inconsiente a varios de ellos. Aunque al final lo lograron someter contra el suelo.

— ¡Sueltenme! – gruño enojado.

Jimin lo ignoró y se acercó a Jin que estaba demasiado asustado.

— ¿Sabes donde está el? – pregunto sin perder el tiempo.

Ya cuando Jin pudo verlo de serca supo quién era, Park Jimin el alfa de su querido Jungkook estaba frente a el, no tenía el mismo aspecto que el vio en las revistas pero era el.

— ¿Jun...Jungkook? – pregunto temeroso.

Los ojos del alfa brillaron con esperanza. — Si, ¿Sabes dónde está? – pregunto.

— El se fue con Tae, ambos están escapando... Pero Jungkook no está bien. Esta muy mal – los ojos de Jimin se pusieron tristes al oír lo último. — Puedo llevarte con el antes de que sea muy tarde.

— ¡No puedes irte con el Jin! – gruño el alfa furioso aún en el suelo intentando soltarse.

— Matenlo – hablo sin voltear.

Jin sintió miedo, no quería que lo mataran, Namjoon a pesar de lo malo  era su alfa, su otra mitad, lo amaba después todo.

— No... – susurro llamando la atención de Jimin – los llevaré con Jungkook, pero no lo maten.

El pelinegro se sorprendió por la petición de Jin, una ligera chispa de esperanza se encendió en su ser, podrían volver a estar Juntos.

— Esta bien, pero lo tendremos que amarrar y llevarnos lo, no podemos arriesgarnos a que nos delate – observo a uno de sus hombres – quitenle toda la ropa y sus armas, tendremos que dejar eso aquí. –

Y así fue como Namjoon termino en boxers y lo peor fue que Jin terminó sentado a su lado en el mismo auto.

  °•°♧

Ever Dreams