El sexo se convirtió rápidamente en una parte regular de sus vidas juntas. Podría haber sido extraño, agregar algo tan íntimo a su amistad, pero no fue así. Fue como la última pieza de un rompecabezas que habían dedicado toda su vida a armar. Simplemente encajó en su lugar y completó la imagen.
Siempre habían sido inusualmente afectuosos para quererse en plan platónico.
Ya cómodos invadiendo el espacio personal del otro, los brazos alrededor del hombro dieron paso fácilmente a sus manos entrelazadas. Cada vez que iban a algún lado, siempre habían caminado tan cerca que se rozaban el dorso de sus manos. Ahora, simplemente iban agarrados de las manos.
Al principio, YoonGi había sido tímido al respecto, pero SeokJin nunca tuvo tales reparos. Se enorgullecía más al presentar a YoonGi como su novio de lo que alguna vez con cualquiera de sus novias, incluso la reina de belleza, la capitana de las animadoras.
Su amistad era como una bandeja de brownies de chocolate dulce, prácticamente perfecta, y su relación fue como agregar una deliciosa capa de romance de crema de mantequilla en la parte superior. Era tan dulce, que era pecaminoso.
Todos estos pensamientos y más pasaron por la mente de YoonGi mientras no paraba de dar vueltas en la cama tratando de dormir. No lo conseguiría, no hasta que...
El sonido al abrirse la ventana era ruidoso en la silenciosa habitación. Eso fue lo que había estado esperando. YoonGi sonrió y se metió dentro de las sábanas.
Gimió infantilmente cuando fue levantado y una fría corriente de aire recorrió su espalda desnuda y su parte inferior.
—Sssh —dijo SeokJin, mientras se acomodaba en la cama detrás de él. Tiró de las mantas, cubriéndolos de nuevo con ellas. YoonGi se movió para acomodarse a las curvas del cuerpo grande de su amigo donde parecía encajar a la perfección.
A veces dormían uno frente al otro, con el rostro de YoonGi descansando en el pecho de SeokJin y la mano de este acunando su cuello, pero al más joven le gustaba que lo sostuviera, su posición preferida era estar en cucharita. Su amigo le dio un beso en la parte superior de su cabello y YoonGi suspiró, relajándose inmediatamente.
Las manos de SeokJin se sentían frías en la piel caliente de YoonGi, pero rápidamente se calentaron. Su polla se clavaba en el trasero de YoonGi hasta que se movió y la atrapó entre sus piernas. SeokJin se acomodó en el hueco entre sus muslos por un tiempo, pero sabía que no sería suficiente.
—¿Puedo? —Le dijo SeokJin con voz rasposa al oído.
Los ojos de YoonGi se abrieron de par en par.
—¿Otra vez? —preguntó como si estuviera sorprendido. No lo estaba, sin embargo.
El apetito de SeokJin por él había demostrado ser insaciable.
—Te extrañé —dijo SeokJin, sin vergüenza.
—Sólo estuvimos separados unas pocas horas.
—Demasiado tiempo. —No esperó la confirmación para llevar su dedo resbaladizo con aceite entre las piernas contrarias y lubricar su agujero. YoonGi suspiró de placer después de la incomodidad inicial.
SeokJin se tomó su tiempo para extenderlo con los dedos, toqueteando y acariciando tiernamente su interior, antes de situar su polla en la abertura y presionar dentro.
Lo tomó de costado con movimientos relajados y poco profundos de sus caderas, su cara enterrada en la nuca del más bajo. Era una posición incómoda, pero SeokJin lo hizo funcionar, hundió la cabeza de YoonGi para descansar en el hueco de su brazo mientras estrechaba al chico contra su pecho y levantaba su pierna para descansar encima de él.
—Tan bueno, cariño, tan perfecto. Tan suave y apretado, se siente increíble en mi polla. Fuiste hecho para esto, para mí. Te amo, te amo Yoonie. Muchísimo.
Su mano libre vagó sin rumbo por los pezones y el vientre de YoonGi antes de alcanzar el miembro entre sus piernas. Gimió mientras presionaba su polla hacia delante buscando la presión. SeokJin le correspondió y cerró los dedos imitando un tubito ahuecado para que lo jodiera.
No tomó mucho para que se corriera en la palma de SeokJin. Este lo siguió rápidamente. Los limpió descuidadamente con un puñado de pañuelos desechables que tiró sobre su hombro al suelo.
Después se acurrucó contra YoonGi con entusiasmo y tiró de las mantas sobre ellos. Estaban casi dormidos cuando el estómago de SeokJin gruñó ferozmente. Sonó como si hubiera un oso hambriento en la habitación con ellos.
Los ojos de YoonGi se abrieron.
—Jin, ¿cenaste? —murmuró perezosamente en la almohada.
—Tengo todo lo que necesito. —Apretó fuertemente con sus brazos la cintura de YoonGi pero se removió y se soltó. Fue a atraparlo, pero YoonGi fue demasiado rápido y todo lo que sus manos agarraron fue aire.
—Vuelve a la cama —se quejó.
YoonGi negó con la cabeza.
—No hasta que comas. ¿Qué quieres?
—Burritos —murmuró SeokJin somnoliento—, con salsa picante. —Sonrió en la almohada y chasqueó los labios antes de comenzar a roncar.
YoonGi se rió. Enroscó sus dedos en los mechones de pelo negro y presionó un beso en la sien de SeokJin, luego fue a la cocina para calentar algunos burritos para microondas. Cuando se trataba de su mejor amigo, parecía que por mucho que cambiaran las cosas, ellos seguían siendo los mismos.
FIN
Se acabó!!! (~ ̄³ ̄)~
Espero que está historia les haya gustado tanto como a mí.
Besos a todos !!!
Cuídense mucho y espero leernos en otra historia. (. ❛ ᴗ ❛.)
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