Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El salto

El espacio inmaculado que vio la última vez que ingresaron al construct fue remplazado por un dojo al más puro estilo oriental, con un suelo de tatami y columnas de madera y puertas de papel y bambú. Igual que la última vez, su cabello estaba de regreso, pero en lugar de su ropa de calle, el programa le había ofrecido una ropa de entrenamiento adecuada, al igual que a Morfeo.

—Esto es un programa virtual. Similar a la realidad programada de Matrix. Tiene sus mismas reglas básicas. Reglas como la gravedad. Debes saber que estas no son diferentes a las reglas en la computación. Unas pueden violarse, otras pueden romperse ¿entendido?

Asintió. La idea de poder romper algunas reglas de la física le estaba empezando a gustar.

—Golpéame. —Le retó Morfeo al ver que había comprendido, poniéndose en una posición de lucha— Si es que puedes.

Lo imitó, adoptando una postura de combate, con movimientos que su mente conocía, pero que su cuerpo jamás había realizado. Fue él quien se lanzó hacia su oponente, dando golpes con las manos y bloqueando a su vez los que Morfeo enviaba en respuesta. Ambos se separaron momentáneamente, en una postura de guardia y espera, aguardando el siguiente movimiento del otro.

Aplicar los conocimientos que recién había adquirido lo llenaba de orgullo, al igual que tener un contrincante tan capacitado como Morfeo.

Volvió a atacar instado por un gesto que le hizo, lanzando tres patadas al aire que fueron bloqueados por sus fuertes brazos. Al caer, hizo una patada alta con giro invertido apoyado en su pierna derecha, que el hombre esquivó sin dificultad, agachándose. Tres patadas con golpe de rodilla y otra como la anterior fueron bloqueadas antes de que su patada hacia atrás dirigida al pecho de Morfeo fuera no solo bloqueada, sino también detenida.

Con sus manos, el hombre tomó su tobillo y lo rotó, haciendo que el girara en el aire y cayera de costado en el suelo. Rápidamente se levantó y volvió a ponerse en guardia.

—Bien... Adaptación. Improvisación. Pero tu debilidad no es tu técnica.

No le respondió. No era momento de conversar. Se limitó a asentir, y de inmediato, volvió a atacar.

.

La comida no solía ser muy agradable, pero al menos era real. Preferiría mil veces alimentarse con esa masa que dependiendo del día sabía mejor o peor antes que seguir dentro del sistema siendo controlada. Aunque a veces deseaba un poco más de variedad.

Uno a uno fueron llegando sus demás compañeros, todos mencionando el detalle de que Neo estaba entrenando con los programas y había tenido a Tank atado por más o menos diez horas. Toda una máquina de pelear, al parecer.

Los únicos que faltaban en la estancia sin ninguna razón aparente eran Mouse y Morfeo. Seguramente el chico se había quedado con aquella simulación que había presumido tanto, y suponía que Morfeo estaba con Neo y Tank.

Unos pasos acelerados se escucharon por el pasillo. Esperaron a que Mouse llegara para compartirles su nuevo logro con la programación, pero cuando abrió la puerta de un golpe, no se acercó a ellos. Se quedó ahí parado un momento, recuperando el aliento y señalando en dirección al núcleo.

—¡Morfeo pelea con Neo!

No hizo falta nada más para que todos salieran disparados hacia la cubierta principal. Atropellándose entre todos para usar la escalera primero. Al sentirlos entrar, Tank encendió los monitores que les permitían ver o que pasaba dentro del construct. Habían llegado justo a tiempo para ver como una patada hacia atrás de Morfeo le daba de lleno en el estómago a Neo. Este no se detuvo y respondió con varios golpes de rodilla. Su oponente era muy hábil, y todo golpe que lanzaba era bloqueado, esta vez, su capitán detuvo la pierna de Neo, mientras con su talón y empujándolo desde el pecho, lo hizo caer de espaldas.

Haciendo una rotación con las piernas, Neo se levantó tan rápido como pudo. Dio un giro, levantando la pierna al saltar para golpear a Morfeo en la cabeza, pero este se agachó, esquivando el golpe. Respondió con una patada lateral que Neo bloqueó con el brazo, y desvió un puño que venía en la misma dirección.

Entre los golpes que lanzó Neo, uno fue detenido por su oponente, que tomó su muñeca y lo lanzó a varios metros por el suelo. Aprovechó la distancia para trazar un recorrido de impulso y saltar a varios metros de altura, tal como el programa la permitía, dirigiéndose al joven. Este se percató de que, si no se movía, podría que sus costillas dentro del construct terminaran trituradas. Giró hacia su derecha y dio varias vueltas hasta ponerse de pie. La fuerza de la caída de Morfeo había atravesado el tatami justo en donde había estado su pecho, dejando un agujero del tamaño de su rodilla

Todos estaban hipnotizados por la batalla, viendo como Neo volvía a atacar a su capitán, que lo enfrentaba casi sin esfuerzo. Nuevamente fue golpeado en el pecho, volando por el dojo hasta caer boca abajo. En el núcleo, el cuerpo de Neo se estremeció por el golpe.

A su lado, Cypher soltó una risilla. La tripulación estaba dividida en cuanto a la profecía. Estaban los que creían ciegamente, y los que no estaban convencidos de su elegido, pero Cypher era un caso extraño. Creía ciegamente que Neo no era el indicado. Ella no estaba segura de nada. Quería creer en Morfeo después de varios intentos fallidos, pero no era capaz de convencerse del todo por un único detalle.

El combate seguía, y la pantalla mostraba como Neo trataba de volver a la acción. Morfeo hizo varios amagues, hasta lanzar por fin una patada lateral que apenas pudo ser esquivada. Trató de tirar a Morfeo con una llave, pero el hombre se la regresó, dejándolo en el suelo. Se levantó de un salto antes de ser golpeado, y tomando ventaja del impulso y las libertades que les daba el programa, corrió hacia un pilar de madera. Con su cuerpo completamente horizontal y a dos metros de altura, se dio un impulso con las rodillas parecido a un salto. En el aire giró hacia atrás, tratando de aterrizar a espaldas de Morfeo, pero al tocar tierra se encontró con el pie de este justo en su estómago.

El golpe lo envió al pilar opuesto al que usó como impulso, que terminó rompiéndose por la fuerza de la patada. Neo se tendió en el suelo sin más fuerza ni aire en los pulmones para seguir peleando. Morfeo tomó una posición relajada, dejando que su oponente se recuperara.

Sabiendo lo que venía, y para evitar ser molestado más tarde por no hacerlo, Tank cambió la salida de audio para que todos pudieran oír lo que pasaba.

—...ómo te golpeé? –Inició Morfeo

—Eres... eres muy rápido. —A Neo le costaba respirar, tanto por el "esfuerzo físico", como por el golpe en el estómago

—¿Crees que el que sea rápido o fuerte tiene algo que ver con este lugar? —Se inclinó para ponerse a su altura y esperó una respuesta de Neo, pero le seguía costando retomar el aliento, por lo que solo negó con la cabeza, respirando con dificultad— ¿Crees que es aire lo que respiras? —Como si fuera un truco de magia o algo parecido, la respiración de Neo se normalizó, y empezó a incorporarse a la vez que Morfeo se erguía y le daba la espalda— De nuevo.

Ambos volvieron aponerse en guardia, y esta vez fue el capitán quien inició. El más joven logró evitar todos los golpes, y lanzar algunos. Ahora el combate estaba reñido.

Los monitores ya no mostraban nada coherente o mínimamente descifrable. Esto solo se daba en dos casos: O la señal estaba interrumpida, o iban demasiado rápido.

—Joder, es muy rápido —exclamó Mouse con mucho entusiasmo—. Miren su neurocinesis ¡Arriba de lo normal!

Comenzó a toquetear el monitor para señalar su punto, pero Tank impidió que manchara su inmaculada pantalla con los dedos llenos de grasa.

En el dojo, Neo apenas evitó un puño de Morfeo que iba directo a su cara. Ambos pararon por un momento sin bajar la guardia.

—Puedes ser más rápido que eso —sentenció Morfeo en un susurro que casi no escucharon por los altavoces —. No pienses que lo eres, solo créelo.

Intercambiaron varios golpes que fueron bloqueados, moviéndose unos cuantos metros, hasta que Morfeo detuvo los brazos de Neo entre los suyos.

—¡Vamos! ¡Deja de intentarlo y golpéame!

Los puños volaban, y ellos apenas podían verlo. Mouse intentaba imitar sin éxito algunos de los movimientos de Neo. Las imágenes no se procesaban bien, cuando por fin tuvieron una pista de lo que pasaba, el puño de Neo estaba a pocos centímetros de la cara de Morfeo.

—Increíble... —dijo el más joven en un susurro.

Dentro del dojo, ambos permanecían estáticos, como si el tiempo se hubiera congelado. La cara de Morfeo mostraba genuina sorpresa y orgullo, mientras Neo estaba bastante serio.

—Sé lo que intentas hacer —dijo el más joven, separándose del capitán.

—Intento liberar tu mente, Neo —respondió con calma—, pero solo puedo mostrarte la puerta. Eres tú quien debe cruzarla. Tank —Esta vez se dirigió a la persona que estaba fuera, viendo hacia el techo, como si el operador fuera una deidad a la que había que pedir por que algo ocurriera—, carga el programa de salto.

Todos intercambiaron miradas mientras Tank obedecía, cambiado el disquete del programa "dojo" a uno que todos ellos odiaron la primera vez.

En el construct, el suelo descendió a una velocidad impresionante, dejándolos en la misma posición mientras la ambientación del programa se cargaba. Ya no se encontraban en un dojo, sino en la azotea de un edificio de veinte pisos. Neo miraba con asombro la eficiencia del programa y que, tanto su ropa como la de Morfeo, eran nuevamente iguales a las que usaron en la Matrix.

—Debes dejar todo atrás —enunció Morfeo—: miedo, duda e incredulidad. Libera tu mente.

Tras decir eso, corrió para tomar impulso y al llegar al borde, dio un salto imposible, traspasando la calle. Cayó con fuerza en la azotea del edificio del frente, rompiendo el concreto, pero de pie y completamente intacto.

—Wow.

Con asombro, se acercó a la cornisa, solo para confirmar la altura que ya suponía, y resultaría inquietante, de no ser porque estaba en un programa de computadora. No era la realidad

—Oki doki. Liberar mi mente.

Vieron como caminaba de regreso al lugar donde estaba originalmente, frotando sus manos, y repitiendo varias veces ese lema de "libera tu mente". Todos estaban ansiosos, recordando su primera vez y preguntándose qué tan diferente sería la del elegido.

—¿Y si lo logra? —preguntó Mouse, mordiéndose las uñas por la emoción.

—Nadie logra el primer salto —se burló Tank mientras tecleaba.

—Lo sé, pero ¿Y si lo logra?

—No lo va a hacer —intervino Apoc

—Tu puedes... —dijo Trinity en un susurro. Tenía esperanzas en que ese hombre lo lograría. Necesitaba que lo lograra.

Inició la carrera con todas sus fuerzas, y al llegar al borde, flexionó las rodillas para impulsarse lo máximo posible, pero no lo suficiente. No recorrió ni un cuarto de lo que logró Morfeo antes de que la gravedad artificial del código lo halara hasta caer de bruces en el pavimento. El programa fue diseñado para que nadie se hiriera, al menos no de manera grave, por lo cual el suelo se expandió como si se tratara de una tela elástica, recibiendo Neo, y con el mismo efecto, lo lanzó nuevamente con menos fuerza, por lo que el nuevo impacto no resultó tan grave como hubiera sido el primero sin esa configuración.

Él se retorció por el golpe, mientras las reacciones en el núcleo variaban. Cypher soltó una risilla maliciosa que nadie, además de Trinity, llegó a notar. Ella bajó la vista con decepción.

—P-pero ¿Qué significa? —dijo Mouse, que no creía que Neo hubiera fallado. Apoc le dio unas palmadas en la espalda y se fue.

—No significa nada —sentenció Switch, siguiendo el camino de Apoc

—Todos caen la primera vez ¿Cierto, Trin? —dijo Cypher, volteando a ver a la mujer, pero sin que nadie se diera cuenta, ella se había ido.

Tank desconectó el programa y los dos hombres salieron de la simulación. Dozer desconectó a Morfeo, y Tank, que estaba detrás de Neo, ayudó a este. Todavía tenía una sensación extraña cuando manipulaban el cable que lo conectaba al mundo virtual. Estaba agotado. Al final tanto entrenamiento seguido no había sido tan buena idea. Trató de levantarse del asiento, pero un dolor intenso creció desde sus entrañas, y un ligero sabor a óxido comenzó a inundar su boca. Al pasar dos dedos por el interior de su mejilla, encontró sangre.

—Pensé que no era real —cuestionó a Morfeo con un poco de pánico.

—Tu mente lo hace real —le respondió de inmediato.

—Si mueres en Matrix... ¿También mueres aquí?

—El cuerpo no puede vivir sin la mente —dijo con un tono sereno y salió de la estancia, dejando a Neo escandalizado.

.

Cuando el alboroto terminó, regresó al comedor de inmediato. Algo en lo que había ocurrido recién no cuadraba para nada. Algo estaba mal.

Antes de que todos regresaran, salió con una porción de la monótona comida en una bandeja, y caminó por el pasillo tratando de evitarlos a todos. Cuando llegó a la habitación que buscaba, entró sin tocar antes, cosa normal entre la tripulación. Estaba a punto de decirle que le había traído comida, pero lo vio echado en la cama, respirando de manera calmada.

El entrenamiento los dejaba agotados a todos, mental y físicamente. Neo estaba tumbado boca abajo, como si al llegar se hubiera tirado a la cama y hubiera caído en un sueño profundo. En silencio se acercó al que ahora era el elegido. Antes habían llegado otros hombres, pero ella ya sabía que no se trataba de quién Morfeo pensaba, incluso antes de que el Oráculo lo confirmara.

Dejó la bandeja en el piso y observó al hombre. "todos fallan en el primer salto", Incluso él. Seguramente los que no creían estarían más que convencidos ahora de que ese hombre no era quién buscaban. Pero había algo diferente en él, algo que le decía que si era el indicado, y que lo supo desde el momento en que comenzó a espiarlo para sacarlo de la Matrix.

Esa comida era igual de buena fría o caliente, así que dejó los platos para que los encontrara al despertar y salió nuevamente en silencio. Al cerrar la pesada puerta de metal, vio a Cypher recostado en la pared fría, observándola.

—No recuerdo que me trajeras la cena. —Al no tener ninguna respuesta, empezó a acercarse con lentitud— Hay algo en él ¿no crees?

—No me digas que ahora eres un creyente. —respondió con seriedad

—Solo digo, si Morfeo está tan seguro ¿Por qué no lo ha llevado al Oráculo aún? Seguro sabría.

—Morfeo lo llevará cuando esté listo.

Lo retó con la mirada, y simplemente se fue mientras sentía sus ojos clavados en ella, recorriendo su cuerpo de arriba abajo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro