
Extra 1
Ya habían pasado casi dos años, para entonces todos los mutantes habían sido aceptados, para ese entonces la familia ya había crecido. Mondo después de dos meses de haber llegado a Francia, conoció a una hermosa gecko, al principio solo ella daba señales de querer iniciar con algo, pero mondo habría iniciado si sus nervios no le hubieran jugado en contra, por suerte su pequeño hermano estaba allí, para apoyarlo. Fue difícil para él, pues temía no ser lo que ella esperaba, pero para Lila él era todo lo que había soñado. Como fruto de su amor tuvieron meses después a su primer hijo, muy parecido a su madre, de nombre le pusieron Greck, aunque el niño tenía una afección por querer solo estar junto a la tortuga menor, algo que Miguel no se negaba, amaba mucho a su sobrino.
Por otro lado estaba Leatherhead había conocido a una salamandriana, que casualmente estaba en Francia, al inicio el cocodrilo no confió en ella, pues era del mismo planeta que Mona Lisa, pero todo cambio cuando su pequeño hermano le dijo que todo estaría bien, que debía ser feliz. Poco a poco empezó a salir con ella, mientras más la conocía mas la amaba. Zarhia, esta igual o peor que el reptil, desde que lo había visto, deseo pasar el resto de su vida a su lado.
Rockwell tuvo gran suerte al ser contratado en una de las mejores empresas científicas de Francia, y como lo dicen, para el amor no hay edad, al igual que sus dos amigos él también se enamoro aunque en esta ocasión de una hermosa humana, para su suerte ella también sentía lo mismo y aunque casi todo el tiempo era un trato más profesional, cuando estaban a solas o libres, salían a todas partes, dejando ver lo que sus corazones gritaban.
Slash por su parte no podía negarlo, también lo había atrapado el amor, solo que era algo fuera de lo normal, ya que aun no les había dicho a su familia quien era, solo quería tener tiempo de conocerlo bien y saber que estaba escogiendo bien.
Mikey por su parte no tenía ese deseo de amar, le bastaba con querer a su familia, de ver que ellos fueran felices y que su sobrino siempre estuviera bien, pero si se era sincero, también quería tener a alguien que lo amara de esa forma, que fuera como un amigo también, pero era complicado querer algo cuando te han herido tanto y temes que vuelvan a hacerlo. Así que prefería mejor estar solo que mal acompañado.
Hoy la familia salió de paseo al parque, querían descansar de una agotadora semana.
Mikey: -mimando a su sobrinito- jaja, si te gusta verdad
Lila: jaja, te adora –feliz caminando junto a su novio-
Mondo: él siempre ha tenido buena mano con los niños –feliz viendo a su hermano e hijo-
Lila: será un gran padre –sonríe viéndolo-
Aquello tomo de sorpresa al menor, quien se ruborizo bastante, acaso nadie en tanto tiempo se había dado cuenta de sus gustos, aun así ser padre no le iba mal, pero sería difícil considerando que no podría tener hijos.
Slash: eso si el gobierno lo permite, hasta ahora no conozco una pareja homosexual que tenga o allá adoptado un hijo –pensando-
Mikey: -lo mira sorprendido- amm... -algo nervioso-
Lila: oh, lo siento –apenada-
Mikey: está bien –susurra-
Slash: hermanito, no dejes que esto te afecte, nosotros te amamos como eres, eso significa que también queremos tus gustos y que no te apartaremos por ser tú mismo –suave le acaricia la cabeza-
Miguel los miro, intentado saber si solo se trataba de una vil broma, pero no, allí solo había sinceridad y mucho amor, sonrió mientras se le escapaban algunas lágrimas de felicidad, por tanto tiempo lo había escondido que creyó que si lo decía seria visto como más que un monstruo. Los presentes lo abrazaron, teniendo cuidado de no aplastarlo, ni mucho menos dañar al bebe.
Antes de caer la noche, la familia regreso a su residencia, aunque el lugar fuera tranquilo, todo mutante debía estar a cierta hora dentro de sus hogares, era una ley que el 90% de ellos aceptaban, una ley que pronto dejaría de existir.
Una vez en casa, lila y Michelangelo se pusieron a cocinar, desde que ella había llegado el menor se sentía muy como cuando la tenía cerca, ella era amable y siempre estaba guiándolo con mucha paciencia. La consideraba mas como una hermana que su cuñada.
Mikey: que haremos esta noche? –animado-
Lila: bueno, como te portaste bien hoy –le aprieta suave las mejillas- te ganaste unas sabrosas pizzas –sonríe-
Mikey: si! –feliz va y saca todo lo necesario-
De esa forma, ambos prepararon las pizas, siendo una de cada sabor distinto, ya listas colocaron las cosas en la mesa y llamaron a todos para cenar, era simple y armonioso, charlaban, reían y bromeaban, sin dudas una familia llena de amor y fidelidad.
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