Cuando la noticia me llegó, no podía creerlo. No podía creerlo para nada. No quería creerlo. Creer que te hayas ido. Creer que me hayas dejado en este mundo. No fue tu culpa, aquella camioneta debió ver el rojo antes de pasarse. Pero no frenó y tu bicicleta cayó bajo las ruedas, dejándote en medio de las dos.

El dolor es insoportable... No quiero creerlo.

No quiero.

No quiero.

Estoy pegado contra la pared, agarrándome la cabeza. Gritando, maldiciendo y llorando. Pensando que esto es solo una simple pesadilla. Solo recuerdo haberte visto salir por aquella puerta diciéndome: "Nos vemos más tarde" con tu hermosa sonrisa y tus ánimos de estudiar.

¡Demonios!

¿Por qué?

¿Por qué tenías que ser tú?

Cuando creía que todo finalmente volvía a tener sentido, cuando mi música volvía a crecer y volvía a darle sentido... Extrañaré cuando despertábamos en medio de las sabanas y tú, me despertabas riendo y molestándome para seguir con todos mis proyectos.

¿Cómo seguiré ahora sin ti?

No puedo hacerlo.

No quiero hacerlo.

"... Y cuando te fuiste, me sentí incompleto..."