Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⏳ Capítulo 72 | Confrontación



THEO





... Y respecto al niño, aquel estaba muerto.

La esperanza que intenté mostrar a Margarito, acabó siendo inútil. A tal niño jamás iba conocer. Nada de reencuentro entre padre e hijo... El destino hizo bien en borrarlo de su memoria. Imagino la crisis existencial que tuviera ahora, si no hubiera pasado el accidente. Meindert tuvo suerte que yo lo salvara del suicidio... aunque en este caso sería lo contrario con Mago.

La pesadilla hecha realidad.

Había algo de sospechoso en el caso, en como murieron, tanto la madre en ese supuesto incendio. Esta mujer tuvo lazos con los Cross, ignoro cuál fue su posición, pero estoy seguro que ese error le costó la vida misma... Llegamos tarde para reclamar al niño ante el juicio. El motivo estaba muerto, nuestra evidencia. Nada por lo que luchar.

Ya no había necesidad de exponer a Margarito, a la familia, a MG.

Incendio la caja con la información.

... pero esto no significa que a la familia le niegue el derecho de saber.

Habrá muchos corazones rotos.

Magno ha pensado poner fin, una solución definitiva a Vincent. Era un berrinche estúpido seguir viviendo en nuestra contra, justificando al luto, con la responsabilidad de Vindert... Su única obligación estaba en volver a Suiza y sumar tiempo respecto a su salud. Lo demás sobra. No puede ir jugando al temerario por la calle, cuando es propenso a desmayarse.

Después de todas las cosas feas que dijo, por supuesto que no le guardé rencor, al contrario, hubiera dado todo de mí por darles una familia ideal. Una auténtica madre. Todo mis esfuerzos por desaparecer aquella falta de nada valieron... Yo no era el padre, solo el hermano mayor. Magno tenía mucho que hacer por ellos, comportarse como tal, comenzar a ganar ese puesto.

Puedo ser su amigo, hermano... pero nunca como su padre.

—Permíteme buscar solución.

—No, búscala para ellos, que su vida no termine consumida en esta cárcel.

—Lo que pidas, pero basta de hacerte daño... Tienes que volver conmigo a Barcelona. Los últimos resultados son aún dudosos, cabe la posibilidad de la hemodiálisis... No hagas esto más difícil para tus hermanos. Es mejor que te vayas, por tu bien.

—Para mi no hay esperanza, pero ellos... Temo por ellos que no verán la libertad. Temo por usted. Por todas las mentiras que rodean su apellido.

—Si elegí mentir fue para salvarnos, para no exponerlos a semejantes monstruos... Fui a Brujas solo con la intención de revertir nuestra mortalidad.

—¿Y de qué lado está? ¿Bien o mal?

—¡Estoy desesperado! Cualquier hombre lo estaría en mi lugar... pero nunca nada como dar mi alma a cambio o derramar la sangre de un inocente... ni pedir de rodillas por un milagro, cuando tengo miles de vicios y pecados sin aceptar... Solo quiero lo justo. Luchar por nuestros intereses. Juro que soy el mismo. No hice nada más malo, ni bueno que sea hipócrita... pero no estoy hablando de mí, sino de ti.

»¿Quién es responsable de tu tristeza? ¡Habla de una vez, hijo! Meindert y tú eran inseparables, pero aquí están tus demás hermanos, compartiendo la misma pena... ¿Hay algo más para contarme? Si es sobre su libertad, sigo aún buscando maneras. Ya arreglé la situación del bosque. Nadie sabe que nosotros habitamos aquí, ni tiene derecho a irrumpir, porque compré este pedazo de terreno. Puedes regresar a Stanley cuando gustes, pero es necesario que vengas conmigo.

Vincent ni siquiera lo veía a los ojos. Estaba más atento con mirar a la nada. No consideraba a MG, que puesto de rodillas, ansiaba por conseguir un sí. ¿Hay algo más por contar? Esa era una buena pregunta. Hasta Meindert me confío un secreto, por mucho que fuesen tan cercanos. No convence que su tristeza corra a cuenta de los Cross.

—Meindert fue más que un hermano.

—Por supuesto, eran cómplices.

—No, no con ese afecto, sino con el amor que le tuvo usted a su esposa.

—¿A qué amor te refieres?

—Al amor de mi vida.

—¡Repite lo que acabas de decir! —Se abalanza con intención de sacudirlo, pero lo alcanzo—. ¿Sí entiendes que ustedes dos son como hermanos..? ¡Quítame las manos de encima!

—No compartimos sangre o árbol genealógico.

—¿Qué hice mal respecto a su crianza? Jamás les enseñé tal forma de amarse los unos con los otros. Y a todo estoy dispuesto a tolerar, pero esto ya raya en lo absoluto. ¡Tantos hombres en el mundo y con permiso a escoger! ¿Por qué Meindert? ¿Alguien más quiere confesar aberraciones de esta índole?

—Se equivoca, señor —interfiere Margarito.

—¿Y qué sabes tú del amor sin salir de este agujero?

—¿Acaso no cuenta sus "aventuras" de una noche? Cada que conoce una mujer la trae a casa. Esta huye y al siguiente se repite la historia... Esto es inofensivo a comparación de su ciclo amoroso. ¿Qué le ha hecho para tratarlo de ese modo? Y menos ahora que necesita de su apoyo, puesto que acaba de morir alguien muy amado.

—Es que no me cabe en la cabeza, por más que pienso, bajo el mismo techo, ocultando un amor como ese, pisoteando mi moral y autoridad... ¡A cada uno de ustedes los considero hijos míos! Soy testigo de verles crecer, aprender, dormir juntos... No podría cambiar esa visión, solo por culpa de una confusión. ¡Eso es, estás confundido!

—Nadie va a cambiar el hecho que nos amamos y lo seguiremos haciendo después de muertos.

—... Quieras o no vendrás conmigo a Suiza y te olvidarás de todo lo ocurrido. ¡Respeta la memoria de Meindert! No me dejes con la palabra en la boca. ¡Tu vida pende de un hilo! Deja de hacer berrinches.

—Usted no es dueño de esa decisión.

—¿Prefieres morir aquí, dándoles un tremendo susto? Todavía que se preocupan, y les pagas de mal modo... Y no, no me mires así, yo no tengo la culpa de tu mala cabeza.

—Usted cree que mi amor se asemeja a una enfermedad... Típico.

—¿Ya sabías lo de este muchacho? Ya tendremos momento para hablar a solas —me advierte en la oreja—. Hay de ti si no lo convences antes de tiempo.

¿Yo lo sabía..? No, nunca pensé en algo semejante.

Nunca vi las señales o insinuaciones.

Se ocultaron bastante bien, pasaron inadvertidos. Siempre peleando por pequeños desacuerdos. Jamás los encontré en una situación vergonzosa, por más que fueran silenciosas mis pisadas... o estuve lo suficiente ocupado para darme cuenta. Si, eso es, porque tampoco noté la posibilidad de la automedicación con Meindert.

¿Cómo dos personas del mismo sexo pueden amarse con intensidad? ¿Será por causa del transtorno de personalidad o hormonas? El amor es ciego como para distinguir sexo... Es tóxico, que no nos hace ver la violencia de otros ni el desprecio... El amor reina sin ley, es el móvil de todo ser vivo... y puedo asegurar que por ello existen romances que valen la pena preservar.

... Y Meindert y Vincent son personas que valen la pena ser y hacer felices. He conocido personajes, pero nunca como ellos. Sea quizás porque eran juzgados en ese entonces, perseguidos, silenciados... Es justo esa atracción la que no puedo descifrar, por más que he estudiado psicología. El diagnóstico que daban era igual a una grave enfermedad.

El hombre misterioso era Vincent.

El motivo por qué volvió era Meindert.

Ahora es claro el dolor entre ambos.

No obstante, hay situaciones que no se pueden cambiar o resolver. Meindert murió por enfermedad. No era culpa de nadie, de MG, ni suya por haberse automedicado. Murió en agonía, arrepentido, en paz, aunque con la dicha de haber sido amado. Ahora la lucha individual era para Vincent, por sobrevivir, aunque fuera nula su esperanza de vida.

Meindert fue amado por él, por nosotros... Llorar no lo traerá de vuelta a sus brazos. Es mejor que lo mantenga en recuerdos felices. Las personas que nos quieren desean que sigamos adelante, con la rodillas firmes y los ojos mirando al futuro... Solo nos quedan memorias, uno que otro aroma, la sensación vaga de su tacto.

... Y no volverán a resucitar, por mucho que nos duela el pecho de tanto lamento.

Así que respiremos por ellos y démosle honrar con nuestra vida.










Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro