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6 | Rival

—Sí, así, otra vez —repetía cada vez que JungKook golpeaba el saco de arena—. Más rápido.

Llevaban aproximadamente una hora entrenando y TaeHyung observaba cómo JungKook parecía no querer detenerse. La determinación del chico dejaba mucho que desear, especialmente porque había entrado como curandero, una decisión que aún no tenía sentido para él.

—Ya, déjalo —hizo que JungKook detuviera todos sus movimientos—. Ahora conmigo, demuéstrame de qué estás hecho, Jeon JungKook —notó la sonrisa de medio lado que esbozó el joven y se dio cuenta de que eso era lo que él quería.

Ambos se colocaron en posición de ataque, preparados para cualquier movimiento que hicieran. Sin más preámbulos, JungKook dio el primer golpe, y el forcejeo que siguió fue la verdadera pelea. El menor era mejor de lo que pensaba. TaeHyung vio el golpe venir en el último segundo, pero afortunadamente poseía una aguda percepción y logró esquivarlo con éxito. Aceptó el golpe en su pecho con los puños apretados, y eso le impidió seguir adelante con su ataque. Pero el joven no se amedrentaría tan fácilmente. Jungkook dio un paso atrás, y le tiró un gancho al estómago. Este impactó de lleno, y sintió el aire salir de sus pulmones. Se agachó para recuperarse, y le devolvió el golpe en el abdomen con una patada en las costillas.

Aquella patada debería de tumbar a JungKook, pero para su sorpresa, aquello no sucedió, su determinación sólo pudo recordarle a una persona; su hermano. Ambos chicos eran muy similares o al menos aquello podía notar TaeHyung, el pelinegro era una caja de sorpresas y aún no entendía su decisión de ser curandero, evidentemente era muy bueno peleando. Esas preguntas lo atacaban cada vez que lo veía entrenar.

Taehyung agita la cabeza para tratar de dispersar sus pensamientos, pero antes de lograrlo, envía un puñetazo a la cara de Jungkook. El golpe impacta con fuerza y hace que este caiga al suelo. Luego de que se da cuenta de lo que ha hecho, y aunque trata de ocultar su remordimiento detrás de su actitud seria y sin sentimientos, no puede evitar sentirse algo mal por él. Se le acerca y lo ayuda a levantarse para guiarlo a un tronco cercano en el que se podía sentar.

—Yo, lo lamento—intentó disculparse pero el menor negaba con la cabeza.

—No hay problema—rió un poco observando la expresión descolocada que tenía el contrario.

—Estás sangrando—tomó el rostro del pelinegro entre sus manos para examinar la herida con calma—Mierda. Ven, te llevaré a un lugar—lo agarró de la muñeca para guiarlo.

—¿A dónde me lleva?

—Al lugar donde probablemente pasarás la mayor parte de tu estancia en este lugar—si, había una pequeña carpa equipada con medicamentos y varias cosas pertenecientes a su antiguo curandero, murió en una batalla hace un par de meses. Cuando se acercaron al lugar, JungKook estaba algo sorprendido, sabía que lugar era—Aquí tendrás todo lo necesario por si hace falta socorrer a alguien—este era una de las carpas más grandes que tenían, así que había bastante espacio, suficiente para los utensilios que tenían y cuatro personas dentro.

—Aquí hay mucho más de lo que he llegado a ver en el pueblo—se paseo por un par de estantes donde había frascos con medicinas.

—Si, bueno, somos unos de los pocos ejércitos bien abastecidos en medicinas, los pueblos por los que pasamos siempre nos regalan medicamentos y comidas, así que hay un poco de todo—se acercó a una de las mesas que allí se encontraban y sacó una pequeña caja que le entregó a JungKook—Aquí hay algodón, vendas y alcohol.

—Gracias—le sonrió para luego sentarse en una silla y abrir la caja tomando algodón y el frasco que contenía alcohol.

—Si es necesario puedo ayudarte, puedo ver bien la herida.

—No te preocupes...

—Ya, dame, te ayudo —algo avergonzado, JungKook le entregó lo que tenía en sus manos. Podía darse cuenta de que aquel alfa se esforzaba por agradar a las personas. No era su tarea diaria, pero no dejaba abandonado a ninguno de sus reclutas. Era estricto, mandón y algo amargado, pero no era mala persona. Aunque esos aspectos no quitaban que su lobo lo veía como un rival, se sintió puesto a prueba por parte del mayor, y su instinto competitivo no le permitía no verlo así.

Una vez que tuvo todo preparado, TaeHyung se acercó al pelinegro y antes de pasar el algodón, habló —Esto te arderá un poco —JungKook asintió, y luego sintió cómo pasaba con delicadeza el algodón sobre su ceja izquierda. El pequeño picor que causaba el alcohol lo hizo sisear un poco, pero ni siquiera se quejó. Debido a la cercanía que ambos mantenían, pudo sentir por primera vez el olor del alfa: vino y sándalo. Aquel aroma estaba relajando sus sentidos, apenas percibía señales, pero se dejó perder en las efímeras sensaciones que le provocaba. Ni siquiera se dio cuenta cuando TaeHyung terminó de limpiar su herida.

Después de unos momentos, TaeHyung retiró el algodón y miró fijamente a JungKook por un instante. Había algo en esa mirada que intrigaba al pelinegro, pero no pudo discernir exactamente qué era. El alfa se alejó un poco y devolvió a su lugar la pequeña caja.

—Ya está, debería cicatrizar sin problemas —dijo TaeHyung con calma, rompiendo el breve silencio.

—Gracias —respondió JungKook, sintiéndose un poco tímido por el pequeño "incidente" de hace unos pocos segundos atrás.

—De nada, no tienes que preocuparte. Es mi deber asegurarme de que todos los reclutas estén en buen estado físico —afirmó TaeHyung con una mezcla de seriedad y tranquilidad en su voz.

JungKook asintió y se levantó de la silla, notando que la herida no le molestaba tanto como antes. Se sintió extrañamente agradecido por la atención que TaeHyung le había brindado, a pesar de que en un principio pensó que era algo cruel y exasperante, lo había juzgado demasiado rápido.

—Gracias nuevamente, TaeHyung —dijo el omega mientras se dirigía hacia la salida de la carpa.

El alfa asintió y salió del lugar detrás de JungKook, cada uno se fue por su lado con la cabeza llena de preguntas que probablemente no tendrían respuesta.

TaeHyung se dio cuenta de dos cosas. Primero, JungKook era una persona que se guiaba por sus instintos, lo cual le hizo reflexionar sobre la conexión que tenía con su lobo. Y segundo, quizás aquel chico tenía la regla de no encariñarse más de lo debido, como evidenciaba su intento de no relacionarse si no era estrictamente necesario.

Mucho ruido, eso era lo que JungKook podía percibir desde su carpa. Luego de que TaeHyung tratara su herida, él fue a recostarse un rato en su carpa para descansar. Se había despertado hace unos pocos minutos y apenas comenzaba a escuchar todo el alboroto que había afuera. No sabía dónde estaba Mushu, por lo que no podía obtener información sobre lo que estaba ocurriendo; ese dragón siempre sabía lo que sucedía. Con algo de pesar, se levantó del futón y salió de ahí. El sol que aún brillaba afuera le molestó un poco. Con su espada en mano, caminó hacia donde sentía todo el alboroto. Solo veía a los reclutas caminar de un lado a otro, visiblemente alterados. No entendía nada de lo que estaba sucediendo.

Pudo ver a YoonGi acercándose a él, quizás el alfa podría explicarle lo que sucedía.

—JungKook, te necesitamos en la carpa médica.

—¿Sucede algo? —preguntó.

—TaeHyung mandó a que te buscaran, encontraron a un chico muy herido en el bosque cerca de aquí, necesita atención inmediata —avisó mientras caminaba a un lado del pelinegro.

¿Un chico herido? Esa no era buena señal.

—¿Algún otro dato importante? —intentó seguir indagando un poco más. El mayor lo miró fijamente por unos segundos y suspiró.

—Tiene el uniforme que usan los Kitán, el general no quiere hacer conclusiones apresuradas, pero en caso de que ese chico sea parte de ellos, luego de sacarle información, terminará siendo ejecutado.

—Mierda —susurró.

El omega entró primero al lugar, apresurándose a examinar al extraño. Primero tomó su pulso, sintiéndolo algo débil, luego puso una de sus manos en la frente del contrario captando la clara fiebre que este tenía.

—¿Necesitas algo en especial? —preguntó YoonGi desde detrás de él.

—Agua, necesito una cubeta de agua, la fiebre es muy alta —el rubio asintió para volver a salir de ahí.

Con algo de esfuerzo intentó sentarlo para despojarlo de la parte de arriba de su uniforme.

—¿Quieres ayuda? —el general Kim que hasta ahora no había hablado.

—No, para nada —dijo sarcástico, escuchando cómo el otro soltó una risa nasal y se acercaba hasta su posición para aguantar al soldado, facilitándole la tarea a JungKook—Gracias.

El contrario no contestó y solo se mantuvo ahí por si el menor necesitaba de algo en lo que pudiera ayudar. Aquellos minutos se sintieron algo eternos para ambos chicos. JungKook curaba las heridas del alfa con delicadeza y TaeHyung solo miraba sus acciones. Poco después YoonGi llegó con la cubeta de agua, a lo que el menor agradeció enormemente. Necesitaba bajarle la fiebre antes de que despertara.

—Ahora qué —preguntó TaeHyung.

—Solo queda esperar a que despierte, no puedo hacer nada más —ambos alfas que ahí lo acompañaban asintieron a sus palabras.

—Debo hacer algunas cosas, YoonGi se quedará como el guardia asignado para evitar cualquier desgracia, igual debes quedarte por si sucede algo —caminó directo a la salida y antes de irse volvió a hablar—Cualquier novedad quiero ser el primero en enterarme —luego de eso se fue.

—¿Hay algún problema entre ustedes? —preguntó el alfa Min cuando TaeHyung ya estaba alejado.

—No, o al menos no que yo sepa, solo... es raro, no lo sé. A veces me mira como si me odiara, y otras ni siquiera lo hace —suspiró. No es que le afectara, solo lo hacía sentir raro.

—A veces TaeHyung puede hacerse el difícil, pero no te preocupes, no creo que te odie, solo necesita confiar en ti —se sentó en el suelo al lado del omega—El ha pasado por muchas cosas, que no me corresponden a mí contarte, quizás en un futuro él se abra más contigo, quién sabe.

—Entiendo —el castaño era todo un enigma para él, que no se quería molestar en descifrar, pero su lobo sí quería hacerlo. Siempre han mantenido una buena relación y muy rara vez pensaban cosas diferentes, por lo que se sentía confundido.

—Eres un buen chico, no te conozco, pero he visto lo suficiente de ti para llegar a esa conclusión —sonrió ante las palabras del rubio y se quedó mirando al vacío—No pienses de más, todo estará bien.

—Bien, bien... —sus palabras fueron interrumpidas cuando escuchó un quejido proveniente del chico que estaba inconsciente, inmediatamente se acercó, atento por si hacía algún otro movimiento. Pudo ver cómo lentamente comenzaba a abrir los ojos, ambos orbes oscuros se enfocaron en él cuando estuvieron completamente abiertos.

—Hey, hola, soy JungKook, ¿puedes decirme tu nombre?

—Ju-Jung HoSeok—llegó a susurrar apenas antes de volver a caer inconsciente.

Muy corto, I know, aún así espero que les haya gustado. Puedo decir que definitivamente las escenas de acción no son lo mío 🥲

¿Comentarios? ¿Alguna queja? Ok no, es broma xd.

Se les quiere 💜✨

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