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18 | Nothing is what it seems

Desesperado, corrió hacia el padre de JungKook al presenciar su desplome tras ser brutalmente atravesado por una espada. Arrodillándose a su lado, las manos le temblaban sin control, mientras la incertidumbre lo envolvía, sin tener idea de cómo afrontar la angustiosa situación.

—¡Señor Jeon! —revisó la herida que se veía muy mal, brotaba sangre a borbotones y no parecía que fuera a durar mucho.

—YoonGi, escúchame —su mirada se veía perdida.

—Señor Jeon, aguante, lo sacaré de aquí—el rubio intentó levantarlo, pero un temblor en el suelo los detuvo, el rubio miró hacia la montaña y vio de qué se trataba, una avalancha.

—No, no puedo, sálvense ustedes —intentó zafarse del agarre, pero YoonGi tampoco cedía.

—No lo dejaré solo —se mantuvo firme a su decisión, JungKook no lo perdonaría si lo dejaba morir.

—Dile a JungKook —intentó hablar el menor, pero el hombre lo silenció—. Dile que sea feliz, que lo cuidaré desde donde sea que esté. Que nunca estará solo porque tiene a un alfa que lo ama con su vida y que siempre —una tos fuerte lo atacó, provocando que de su boca saliera sangre—, que siempre será mi mayor orgullo...

Se aferró a la fuerza apenas para pronunciar esas palabras, como si todo su vigor se concentrara en ese instante. Sin embargo, una vez que cesó de hablar, la energía abandonó por completo su cuerpo y cayó inerte en el suelo.

No pudo hacer nada más, solo darse la vuelta y correr o terminaría enterrando bajo la nieve, el señor Jeon no debió morir, era la persona que más amaba JungKook en este mundo y lo había perdido, la culpa lo embargaba porque no pudo hacer nada para ayudarlo.

Todas esas horas parecieron eternas, la noche llegó y el clima se volvía más gélido, JungKook había salido bien luego de ser atendido por HoSeok, pero aún no había despertado.

Se abrazó al omega cuando comenzó a sentirlo frío, solo tenía ganas de llorar mientras lo abrazaba hasta que despertara, sabía que todo estaba bien justo ahora, pero tenía miedo, mucho miedo.

—TaeHyung, tengo que hablar contigo —reconoció perfectamente esa voz, era la de HoSeok, tapó bien al omega con la sábana y salió de la carpa. El alfa se veía demacrado, el ser el único curandero en buenas condiciones tuvo que atender a los demás soldados, incluyéndolo, aunque las suyas no fueron de mucha gravedad si estaba muy cansado.

—¿Sucedió algo? —preguntó ya estando fuera.

—Es sobre JungKook, quería decírtelo cuando estuviéramos solos —rascó su cabeza un poco nervioso mientras observaba fijamente el suelo.

—¿Qué pasa con él? —no pudo evitar ponerse alerta cuando escuchó que tenía que ver con su omega.

—JungKook está en cinta —y aquello fue muy inesperado.

"¿Qué?"

—Es imposible, e-él es estéril —no entendía nada, sabía que JungKook no mentiría con eso.

—¿Según quién?

—Cuando pasó el proceso, con las brujas.

—Tenía que ser, son unas jodidas mentirosas. Felicidades TaeHyung, serás padre —nunca había escuchado de algo que sucediera así, según él, nunca se equivocaban—No mencionaré nada respecto a que JungKook no me contó que era omega, seguramente tenía sus razones.

—Podrán hablar cuando se despierte —dió un par de palmadas en el hombro de HoSeok, ya dispuesto a entrar otra vez con JungKook, pero recordó algo—Espera un momento, ¿has visto al señor Jeon?

—El murió —desvió la mirada cuando esas palabras salieron de su boca—. Estuvo con YoonGi en sus últimos momentos, se encuentra muy mal por no haber podido hacer nada, le encomendó sus últimas palabras para que se las dijera a JungKook.

—No creo que sea la mejor noticia para darle apenas despierte —susurró—. Gracias HoSeok, por toda la ayuda.

—Son mis amigos Tae, es lo menos que puedo hacer.

Otra vez se recostó al lado del omega, se mantuvo viéndolo dormir, dándole besos en su rostro y dejando leves caricias. Le encantaba ver la expresión de JungKook cada vez que lo mimaba de esa forma y en este momento solo vivía con la esperanza de que despertara.

No pudo evitarlo y su mano pasó a acariciar el vientre del omega, había un bebé creciendo dentro de él, solamente lo emocionaba más, una sonrisa se plasmó en su rostro al recordar las palabras de JungKook, su sueño había sido tener una familia y ahora la tendría.

No sabía cuánto tiempo había pasado en la misma posición, pero todo quedó completamente olvidado cuando lo sintió moverse, se sentó al lado de JungKook y vio como pestañeaba poco a poco en lo que terminaba de abrir sus ojos por completo.

—¿Tae? —susurró mientras lo buscaba con la mirada.

—Aquí estoy bonito —tomó su mano y la besó. Ahora si quería llorar, pero del alivio, había despertado, al fin.

—¿Qué pasó? —sonaba muy confundido e intentó levantarse, pero el dolor punzante de la herida lo hizo mantenerse en el lugar—Mierda.

—No, no, mantente tranquilo. Estás herido y es mejor que descanses.

—¿Qué sucedió? No puedo recordar casi nada.

—Ganamos, gracias a ti —se sentó a su lado y lo tapó con la cobija—. Te hirieron y caíste inconsciente casi al momento, pero ya está todo bien, ya estás bien.

—Perdón, lamento haberte asustado —su voz tembló un poco.

—No te disculpes, no es que lo haya podido evitar, sigues con vida y eso es lo importante ahora —el menor volvió hacer el amago de querer sentarse, esta vez siendo ayudado por el alfa quien lo aguantó con cuidado para que se sentara—. Tengo algo importante que contarte —el chico lo miró con atención sin intención de interrumpirlo, esperando que continuara—JungKook, estas en cinta.

Aquella frase lo paralizó y comenzó a negar frenéticamente. Estaba atónito, sus ojos se abrieron desmesuradamente ante aquella revelación. Negó una y otra vez, desesperado por rechazar la verdad que le estaba siendo presentada.

—Es imposible—las lágrimas picaban por querer salir de sus ojos.

—Escúchame, porque te mentiría

—¡Es imposible TaeHyung, ellas dijeron...!

—Ellas se equivocaron—lo tomó por las mejillas para que lo mirara a los ojos—Mírame, HoSeok te reviso, el atendió tu herida y en el chequeo, se dió cuenta que estás en cinta.

No, simplemente no, las brujas no se equivocaban, nunca lo habían hecho. Y se dejó ir, comenzó a llorar con fuerza, siendo abrazado por su alfa.

—No puedo creerlo, Tae, pensé que nunca podría...

El mayor se acercó a él, sosteniéndolo con ternura y firmeza. Quería que JungKook lo mirara a los ojos, que aceptara la realidad que se estaba desvelando. Sin embargo, el joven seguía negándose a creer lo que escuchaba. La tristeza se asomaba en sus ojos, como un manto oscuro que amenazaba con envolverlo por completo.

El pelinegro se dejó llevar por sus emociones. Sus lágrimas caían sin control, su corazón latía acelerado y su mente se debatía entre la incredulidad y la esperanza. Se aferró a su alfa en busca de consuelo, sintiendo la cálida presencia a su lado.

Entre sollozos, expresó sus temores y anhelos, compartiendo la alegría y la tristeza que lo invadían simultáneamente. La noticia lo abrumaba, pero al mismo tiempo, sentía una chispa de felicidad por el milagro que se estaba gestando dentro de él. Algo que creyó imposible hace unos meses, por lo que pensó que era merecedor de llevarse el desprecio de todas las personas que lo rodeaban. Aquel sueño que pensó tan imposible de alcanzar.

El castaño lo escuchó en silencio, acariciando su espalda con dulzura. Comprendía la complejidad de las emociones que lo embargaban, sabiendo que ese momento era una montaña rusa de sentimientos encontrados.

—Te amo Kook, ya lo dije hace un tiempo, no me importa si podías o no tener cachorros, te amo tal y como eres ¿Entiendes?—varias lágrimas se deslizaron también por su rostro—Me haces el alfa más feliz solo por la dicha de tenerte, eres mi mayor tesoro, y ese bebé que está creciendo dentro de ti es el fruto de nuestro amor. Esas mujeres se equivocaron y te lastimaron, pero ya es parte del pasado, solo nos queda vivir nuestro presente—volvió a tomar sus mejillas y limpio los restos de lágrimas que había en ellas—Mi omega.

JungKook no tenía palabras, TaeHyung era mejor de lo que alguna vez pudo haber imaginado a un alfa, se sentía tan feliz, ese hombre lo hizo conocer cosas que creía imposibles y lo más importante de todo, lo hizo conocer el verdadero amor. Lo amaba tanto

—También te amo, muchísimo.

Se mantuvieron un rato en esa posición, sintiendo la calidez del momento, estaban juntos, tendrían un cachorro y no podían sentirse más felices. Aunque esta podía no durar mucho para el menor de ellos.

—¿Has visto a mi papá? —el alfa se tensó ante la mención de este último. JungKook buscó la mirada de TaeHyung, quien miraba para todos lados no sabiendo qué decirle—Pa-pasó algo, ¿verdad?

—Kook...

—Dímelo, sea lo que sea, por favor —sus ojos suplicantes hacían que no pudiera negarle nada, pero no era su tarea contarle.

—YoonGi, el quiere contártelo, fue quien estuvo con tu padre todo ese tiempo —tragó grueso cuando sintió la respiración entrecortada del menor—¿Quieres hablar con él?

JungKook asintió.

—Lo llamaré, mantente tranquilo —dejó un casto beso en los labios del omega y se dispuso a salir de la carpa.

A pesar de no distar mucho entre sí, optaron por permanecer juntos por si surgía algún contratiempo. Lo observó junto a la fogata, abrazando a HoSeok, quien reposaba adormilado con la cabeza descansando en el hombro del rubio.

—Yoon... —ambos chicos dirigieron la mirada hacia él—, JungKook quiere hablar contigo —se rascó la nuca, y tras un suspiro prolongado, se puso de pie y lo acompañó hasta la carpa.

—Quédate aquí, te necesitará luego de la noticia —susurró, para acto seguido entrar.

Se mantuvo arrodillado delante del omega que lo miraba con atención.

—Murió, ¿verdad? —su voz se cortó mientras esas palabras salían de su boca.

—Lo siento mucho, hice mi mejor esfuerzo para ayudar, pero lamentablemente no fue posible —sus manos se cerraron con fuerza mientras continuaba—. Expresó el deseo de que encuentres felicidad, asegurando que nunca estarás solo, ya que velará por ti desde cualquier lugar y que siempre serás su mayor orgullo.

—Te agradezco mucho, YoonGi —sus ojos brillaban con lágrimas, pero aún así esbozó una sonrisa—. Aprecio que no lo dejaste enfrentar la muerte solo; eso me habría dolido más que cualquier cosa. Al menos se fue acompañado de alguien a quien valoro mucho.

—No hay necesidad de agradecer. Espero que encuentres la felicidad con tu alfa y tu cachorro. Me alegra por ustedes —lo abrazó con cuidado, consciente de la herida en su amigo. Luego, dejó el lugar tras darle unas palmaditas en el hombro a TaeHyung.

El alfa ingresó rápidamente y, al encontrarse con su omega, lo abrazó de inmediato.

—Solo quiero dormir, ¿me abrazarás? —preguntó con un puchero adorable que conmovió al mayor, quien no resistió la tentación de darle un beso.

—Por supuesto, bebé.

Se acomodaron en una posición cómoda, entrelazando sus cuerpos en un abrazo que parecía ser la respuesta a la necesidad de consuelo. Mientras el menor lloraba en silencio, el alfa lo abrazaba con ternura. No podía evitar pensar que el mayor llegó a su vida para dar un giro inesperado, había convertido su mundo en un maravilloso desastre, pero encontraba belleza en cada fragmento de ese caos.

Estoy llorando, ¿okey? 😭💜✨

Son demasiado lindos y yo muero de amor. Sé que nadie se comió el cuento de que JungKook era estéril, así que sorpresa—no sorpresa— Así que pues, habrá cachorro o cachorra o los dos, quién sabe 🌚

Espero que les haya gustado.

Se les quiere 💜✨

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