Los días siguientes a los del celo de JungKook fueron muy lindos para ambos, se la pasaban más unidos que nunca, incluso los reclutas comenzaban a cuchichear, pero no se atrevían a decir nada más allá, pues era el general del ejército, pero YeongGhon no se mantuvo calmo, pues según lo que pensaba una relación podía ser riesgosa y distraer al alfa de sus obligaciones. No estaría tranquilo hasta mantenerlos alejados.

Pero ambos chicos eran ajenos a eso, no era algo malo que dos personas mantuvieran una relación en el ejército, pues era respetado por los demás, cada quien tenía derecho a hacer con su vida lo que quisiera, mientras no afectara el rendimiento de los involucrados. Más que eso, ambos se mantenían más animados, entrenaban con más ganas y el general Kim se veía realmente feliz, por lo que ningún recluta se atrevió a cuestionar.

—General Kim, tiene una manera interesante de manejar las espadas. Me pregunto si también es tan hábil con sus manos en otras situaciones —sonrío coqueto observando cómo el contrario lo miraba divertido por la insinuación.

—No lo sé Jeon ¿Quisieras comprobarlo? —contraatacó.

—Creo que no sería mala idea —se acercó más al alfa provocando que este detuviera el entrenamiento por la risa que le provocó.

—Por eso te amo tanto, bonito —se acercó para dejar un pequeño beso en sus labios—. Aunque podemos comprobarlo si quieres —bajaba y subía sus cejas haciendo que el omega se riera también.

—Por supuesto que si, pero no ahora, terminemos el entrenamiento —se mantuvo firme, no podía ceder, mucho menos en ese momento cuando solo faltaban pocas semanas para trasladarse, serían días complicados, pero entre ellos sabían animarse de una manera u otra.

—Eso también cuenta como ejercicio físico, más aún cuando me mon... —fue interrumpido por un grito de JungKook.

—Cállate no lo digas —se sonrojó ante el comentario que TaeHyung estaba a punto de soltar.

—No puedo creer como eres tan atrevido y de un momento a otro te pones tímido, mi corazón no puede con tanta ternura, creo que voy a morir por culpa de la belleza de Jeon JungKook —se tiró al suelo dramatizando provocando aún más risas en el menor.

—Ya, levántate —TaeHyung se lo quedó mirando por un momento, fijamente.

—Suéltate el cabello, ¿si? —intentó hacer ojitos, pero JungKook negó.

—Entrenar con el cabello suelto es muy incómodo, cuando terminemos de entrenar quizás lo haga.

—Bien, sigamos —se levantó del suelo y tomó su espada—. Vamos bonito, enséñame todo lo que tienes.

Aburrido.

Así se encontraba TaeHyung cada vez que escuchaba a YeongGhon hablar, era un anciano sumamente amargado y aburrido, con un complejo de superioridad muy alto.

—¿Me está escuchando? —preguntó visiblemente molesto ante la mirada perdida del alfa.

—¿Tengo otra opción? —le lanzó una mirada seria, lo que solo provocó que se molestara más.

—General Kim, su nivel de distracción está cada vez más elevado, juntarse con Jeon no es nada bueno para usted —lo dijo por fin, sabía a dónde iba a parar todo eso.

—No le incumbe, metase en otros asuntos.

—¿Crees que no me he dado cuenta? El omega que entró al ejército sin ser descubierto, pero su alfa es aún peor disimulando —eso sí no lo esperó, ¿cómo es que lo sabía? Guardaban bien las apariencias, JungKook actuaba como un alfa recesivo y el inhibidor de olor nunca faltaba, sumándole que TaeHyung siempre lo marcaba con su olor para evitar inconvenientes.

—No sé de qué hablas.

—Sigue intentando hacerte el idiota, pero apenas salgamos de aquí lo reportaré para que lo ejecuten —su lobo gruño en su interior ante eso, con su omega no.

—No te atrevas a meterte con el —masculló entre dientes.

—¿Que sucedió, te ofendiste? —preguntó con burla en su tono de voz.

—No sabes lo que soy capaz de hacer por defenderlo y no quieras ser el primero —su lobo estaba muy molesto, no quería terminar perdiendo la cordura.

—Eres un asco de general —caminó hasta la puerta de la cabaña—Todos se enterarán de que es un omega y solo quedará en tus manos, lo matas y mantienes tu reputación como general o lo dejas vivo y te conviertes en la mayor deshonra —nuevamente se giró para mirarlo y le dedicó una sonrisa antes de salir.

—No lo harás, jodidamente no —desenvainó su espada, en un rápido movimiento la enterró en la espalda del anciano atravesándolo—. Con mi omega no, lastima que no entiendes cuando te hablan a las buenas.

El cuerpo inerte de YeongGhon cayó en el suelo, ya era hora de deshacerse de ese maldito viejo decrépito, solo sabía hacerme la vida imposible.

Ahora si terminé a las 4:00 am, espero que les haya gustado también este capítulo y agárrense, porque ya se viene el drama (esto lo dejé escrito en la madrugada cuando terminé el capítulo)

Este es un capítulo corto, porque es de transición, para no hacer un salto en el tiempo tan grande.

Se les quiere 💜✨