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Capítulo 11: Bufandas & Sonrisas...

Viernes 12 de mayo del año 2056.

Accel se despertó en su cama dentro del juego, y al mirar a su alrededor notando dónde se encontraba, se asustó:

—¡Whoa! ¡Me quedé dormido! —exclamó muy preocupado, decidiendo desconectarse rápidamente.

En su casa en el mundo real, Ichigo se levantó de su cama tras quitarse el AmuSphere, y observó en su reloj que no era tan tarde como creía.

Las “6:00 AM”, en otras palabras, era temprano, por lo que decidió continuar con su rutina diaria y bajó las escaleras tras ponerse su uniforme. Se disponía a desayunar junto a su madre Sashima, sorprendiéndose y asustándose al notar que ella tenía los brazos cruzados, mirándolo muy molesta.

Ichigo aún preocupado y temeroso por la seria mirada de Sashima, tragó en seco y rápidamente juntó las palmas de sus manos para disculparse:

—¡Lo siento! —dijo, mientras se sentaba frente a Sashima— En serio lo siento, es que... Si sirve de consuelo no me quedé conectado porque estuviera luchando o en alguna misión, ¡en serio!

—Sabes que me molesta que te quedes hasta tarde jugando en SALO —comentó ella, menos molesta pero mostrando su preocupación de madre.

—Lo sé. Discúlpame. En serio que no fue porque estuviera luchando o en una misión, fue... —comenzó diciendo fluidamente, pero el pelinaranja hizo una pausa sonrojándose tímidamente, lo que confundió a Sashima tras advertir esa expresión de timidez en el rostro de su hijo— Fue... Fue por una chica.

Sashima, sorprendida, se quedó callada, un poco boquiabierta durante un tiempo:

—... ¿Una... chica? —inquirió la madre, casi sin palabras, para luego mostrarse muy contenta y feliz de escuchar eso, iluminándoseles los ojos— ¡¿En serio?! ¡Qué feliz soy al oír eso! ¡Algún día tienes que presentármela!

Ichigo se sorprendió:

—Ehm... No somos novios, mamá —dijo, confundiendo a Sashima—. Tan solo somos compañeros del mismo gremio. De hecho, es la líder del gremio junto conmigo... Es una Spriggan como tú, se llama Yuuki —musitó, disponiéndose el pelinaranja a comenzar a comer, pero Sashima se mostró evidentemente sorprendida, llamando la atención de su hijo—. Esto... ¿Sucede algo, mamá? ¿Dije algo que no debía?

Pero Sashima se apresuró a negar dócilmente con la cabeza:

—No, es solo que... —ella hizo una pausa mientras aún sorprendida, intentaba organizar sus pensamientos— Es que... El nombre de “Yuuki” es...

Ichigo sonrió un poco divertido:

—Sí, lo sé —dijo él, sorprendiendo a Sashima—. Sé que “Yuuki” era el apellido de la Abuela Asuna antes de que se casara con el Abuelo Kazuto. Qué coincidencia, ¿no?

—... No, no me refiero a eso, es que... —dijo la madre, confundiendo un poco a Ichigo— Me sorprendí porque... la Abuela Asuna y yo conocimos hace tiempo a una chica... que también se llamaba Yuuki —comentó, sorprendiendo a su hijo.

—... Mamá... ¿El nombre de “Yuuki” es tan común? —preguntó, un poco serio y decaído como que sospechando algo, sorprendiendo a Sashima.

—Bueno... La verdad no. Creo que es incluso más común encontrarse a alguien con el apellido “Yuuki” que con el nombre “Yuuki”. Pero ahora que lo dices... yo también, cuando tenía tu edad, recuerdo haber conocido a una “Yuuki” que fue una valiosa amiga en aquellos tiempos... Tal vez sí sea común que cada generación conozca a su “Yuuki”, jeje. Solo bromeo.

Pero a pesar de la tranquilidad que parecía demostrar Sashima, Ichigo continuaba medio decaído y pensativo.

«Entonces mamá conoció a una Yuuki diferente a la que conoció la Abuela Asuna... entonces... ciertamente podría ser nada más que una coincidencia, pero... Si es así... ¿por qué tengo este extraño pesar en mi pecho?...», pensó el pelinaranja.

Sashima pareció notar el rostro preocupado de su nieto, por lo que rápidamente trató de cambiar de tema:

—¡Ya! Olvídalo, son solo cosas mías. Vamos a cambiar de tema, ¿sí?

Ichigo levantó la mirada para ver a su madre, y le asintió con una sonrisa, para luego recordar lo que le había dicho Jane: «¿Qué pensarías si... descubrieras que Yuuki tiene muchos más años de los que aparenta, o... si descubrieras que tal vez Yuuki no sea precisamente humana?». Estas palabras retumbaban en la mente de Ichigo.

¿Qué significa... todo esto?...

—Recuerda que este domingo tus abuelos vienen aquí a cenar con nosotros —comentó Sashima, mientras Ichigo continuaba comiendo todavía medio pensativo.

—Sí, estoy muy entusiasmado —sonrió tiernamente el pelinaranja. Sashima se sorprendió por esto, pero también sonrió debido al tierno y sincero gesto de su hijo.

[...]

De camino a la escuela, tres personas llamaron la atención de Ichigo.

—¡Accel-kun! —gritó un muchacho, que al voltearse el pelinaranja confundido, observó que se trataba de los hermanos Eielson.

Quien lo llamó fue Kaito, acercándose a Ichigo con más velocidad que los otros dos que se acercaban al detenido pelinaranja con más calma.

—Ah, Kei-kun. No me llames por mi nombre en el juego. Tal vez no quiera revelar mi identidad dentro del juego en la vida real —dijo Ichigo, liando a Kaito.

—... Pero si tú acabas de hacer lo mismo, Accel-kun.

—Oh, es verdad —se sorprendió el pelinaranja.

—¿Cómo estás, Ichigo-kun? —preguntó Maika, e Ichigo le sonrió.

—Muy bien, gracias por preguntar, Mei-san.

—¡Maika! —dijeron los tres hermanos a la vez, sin creerse el despiste de Ichigo, el cual se sorprendió y volteó la mirada un poco apenado.

Los cuatro caminaban hacia el Instituto Umesato, mientras Raito y Kaito conversaban delante, y Maika e Ichigo solo caminaban detrás, en lo que el pelinaranja miraba disimuladamente a la chica a su lado que solo observaba al frente con una sonrisa serena.

—¿Qué sucede, Ichigo-kun? —preguntó Maika de repente, todavía mirando al frente, sorprendiendo al pelinaranja que no se esperaba que la chica se hubiera percatado de que él la estaba mirando.

—Esto... Ehm... Disculpa, no pretendía ser tan descortés... Mmm...

—Tranquilo. Dime lo que querías —animó ella con su común calmada sonrisa.

—Pues... —Ichigo sonrió un poco nervioso, pero rápidamente organizó sus palabras— Una vez Kaito-kun dijo que a pesar de lo bien que ustedes tres se llevan con Yuuki en el mundo virtual y desde hace tiempo... ustedes nunca han conocido a Yuuki en el mundo real —dijo, sorprendiendo a Maika que solo terminó asintiéndole con la cabeza, aunque un poco seria—. Pues... Quería preguntarte si... Al menos... ¿no sabrás alguna forma de comunicarnos con Yuuki en el mundo real?

Maika se mostró realmente sorprendida por la pregunta, y apretó nerviosa el aza del maletín que llevaba delante de ella con las dos manos, fingiendo una sonrisa como si nada malo sucediera:

—... N... No... Lo siento —dijo ella, provocando que Ichigo notara que Maika estaba apretando con sus dos manos el aza del maletín—. A mí también me gustaría comunicarme con Yuuki en el mundo real y saberlo todo acerca de ella, pero... No sé siquiera por dónde comenzar a buscar.

Ichigo pareció sospechar por un momento, pero las palabras de Maika sonaron realmente tan convincentes, que decidió dejarlo pasar y miró de nuevo hacia el frente, con una sonrisa:

—Está bien. Solo me parecía raro dado que ustedes dos al menos, Yuuki y tú, parecéis muy unidas. Pero supongo que las relaciones entre las personas no son así de sencillas... Gracias por responder... Ehm... De todas formas... si descubres algo al respecto... ¿crees que podrías contármelo? Por supuesto, yo también te contaré lo que sepa —dijo Ichigo, mostrándole una tierna sonrisa a Maika, la cual se sorprendió y luego miró de nuevo hacia el frente, esta vez bajando la cabeza un poco deprimida.

[...]

Ya en el Instituto Umesato, el grupo de Ichigo se encontraba cambiándose, colocándose la ropa deportiva y saliendo al patio para el turno de Educación Física.

Todos parecían formar una pareja de a dos, excepto Ichigo que se encontraba solo, lo que preocupó a sus compañeros. Taisha y Ryoichi hicieron pareja para los exámenes físicos, así como Kaito y Raito, y Maika con un muchacho muy serio.

—Ichigo-kun... —dijo el profesor, llamando la atención del mencionado.

—¿Sí? —preguntó el pelinaranja.

—Haz pareja con Noromi-chan, ella tampoco tiene pareja.

Tras lo que acababa de decir el profesor, Ichigo sorprendido, volteó a ver a Noromi que también se encontraba apartada sin pareja, seria, como si nada.

Ichigo estaba sin palabras por la decisión del profesor, pero decidió aceptar sin más remedio. Todos comenzaron a hacer los abdominales por parejas.

Noromi hacía los abdominales mientras Ichigo la ayudaba delante sujetando las rodillas de ella con sus manos y los pies con sus propias rodillas. Cada vez que Noromi se acercaba al rostro de Ichigo a medida que terminaba un abdominal, el pelinaranja se sentía nervioso e incómodo... un poco asustado, para ser exactos.

Siento... Que en cualquier momento podría darme una patada...

—¿Por qué pareces más tenso que yo? Soy yo la que está haciendo ahora los abdominales —dijo Noromi aún seria como si nada, mientras continuaba haciendo los abdominales, dejando sorprendido a Ichigo.

—Es que... Creo que comenzamos con el pie izquierdo, así que... ¿Qué tal si...? —iba a terminar de preguntar el pelinaranja disponiéndose a comenzar lo que podría llamarse una relación de convivencia en buenos términos, pero Noromi de repente lo golpeó en la cabeza con su propia frente, doliéndole a Ichigo pero al parecer no a Noromi que continuó seria e impasible como si nada— ¡Ay! ¡¿Qué estás haciendo?!

—Soy zurda. Lo que dijiste es una discriminación al pie izquierdo.

—... —ante las palabras de Noromi, Ichigo se quedó sin palabras— ¡Eso no me lo esperaba! —el pelinaranja estaba realmente conmocionado en sus pensamientos. Ella aún seria sin inmutarse, se levantó y entonces Ichigo, aunque un poco molesto, se agachó para ser él el que haría ahora los abdominales, siendo ayudado por Noromi.

«Sí... Ahora que lo pienso... La patada que ella me dio aquel día... fue con la pierna izquierda...», con este pensamiento, el pelinaranja recordó dicha patada, lo que terminó frustrándolo un poco más, y al final, no pudieron entablar más conversación.

[...]

Recogiendo después de clases para irse hacia sus casas, Taisha se acercó al puesto del pelinaranja cuando este terminaba de colocarse la correa de su mochila.

—La verdad eso no tuvo sentido —dijo la pelirroja, para confusión de Ichigo.

—¿Eh? —preguntó el pelinaranja ligeramente aturdido, notando que Ryoichi y los hermanos Eielson también se habían acercado.

—Me refiero a lo que pasó en Educación Física —aclaró Taisha casi como si fuera obvio—. La próxima vez Ichigo-kun debería hacer pareja con Ryoichi-kun, después de todo ustedes son chicos. Y Maika-chan y yo deberíamos ser pareja, después de todo ambas somos chicas.

—... —con una sonrisa ligeramente incómoda, Ichigo solo parpadeó un par de veces y se mantuvo en silencio, observando la sonrisa divertida de Maika y la leve desesperación en el rostro de Ryoichi.

Por supuesto, el pelinaranja no tenía intención de hacer pareja con su primo en los eventos deportivos justo porque se encontraba apoyando la idea de que Ryoichi pasara más tiempo con Taisha, aunque esta última no notara el esfuerzo ciertamente casi imperceptible de Ichigo. El pelinaranja sabía que Ryoichi era sumamente feliz disfrutando todos los momentos (largos o cortos) que podía compartir con Taisha, e Ichigo no pensaba fastidiar de ninguna forma eso.

—Por cierto, estaba pensando... —de repente Kaito se unió a la conversación dejando escapar sus pensamientos que parecían no tener casi nada que ver con el anterior tema— Pocas veces sucede que trillizos estén en una misma aula... Ichi-kun, realmente eres despistado si casi no sabías nada de nosotros.

El pelinaranja se encogió de hombros, ligeramente avergonzado con una expresión incómoda en su rostro, que en cambio hizo reír muy divertidos a los demás, incluso (sorpresivamente) al comúnmente estoico Raito.

Ciertamente los hermanos Eielson eran casi como tener a una familia real rodeada de plebeyos, en el sentido de que muchas veces parecían ser el mayor tema de conversación. Como había dicho el propio Kaito, no todos pueden, llamémoslo “presumir” de compartir clase con trillizos, y dos de ellos gemelos. Pero Ichigo realmente era tan apartado de todo lo que le rodeaba que ni eso llamó su atención. Viendo retrospectivamente el pasado, el pelinaranja actualmente estaba resultando ser más, mucho más sociable de lo que él mismo se podría haber imaginado, después de todo, estaba comenzando a ser más consciente de las personas a su alrededor. Aún así, todavía le quedaba mucho camino; por ejemplo, no conocía el nombre del chico con el que hizo pareja Maika en Educación Física, o la razón de ello...

—Bueno, volvamos —dijo Taisha con una animada sonrisa, que hizo sonreír encantadoramente a Ichigo.

—Sí...

[...]

Mientras, en SALO, Yuuki acababa de despertarse en su cama. Observó que su chat se encontraba abierto, y tardó en entender el porqué, sonriendo al darse cuenta:

—Cierto... Ya recordé —susurró la chica Imp con una tierna sonrisa—. Accel-kun y yo nos estábamos escribiendo cuando el sueño se apoderó de nosotros —dijo, sonriendo tiernamente—. Ahhh... Sí que dormí bastante —comentó mientras se estiraba un poco, tratando de apartarse del cansancio de estar recién levantada.

[...]

Saliendo de la escuela, Ichigo se retiró con los que son sus compañeros del gremio “Sleeping Knights”.

—Entonces... Noromi-chan... —Taisha intentó sacar el tema discretamente, pero para su sorpresa y no solo la de la pelirroja sino también de los demás, Ichigo reaccionó instintivamente molesto como si se quejara para sí mismo.

—¡La odio! —se quejó el pelinaranja, mientras sus amigos lo escuchaban— ¡Es insoportable! ¡No importa lo mucho que lo intente, no puedo llevarme bien con ella!

—... Ehm... No tienes que llevarte bien con ella, solo con Yuuki —dijo Taisha al principio sin saber realmente qué decir al respecto.

—Aunque, ¿no crees que estás exagerando, Ichi-kun? —preguntó Kaito un poco confundido pero curioso— Noromi-chan parece una chica agradable... Bueno, no he hablado mucho con ella, pero aunque se mantiene comúnmente al margen, no parece desagradable cuando inicias una conversación con ella.

—Aunque si lo dice Ichigo... —Ryoichi también parecía considerarlo— Pero entonces es seguro que Yuuki no es ella, porque Yuuki no sería tan insoportable en el mundo real como la describe Ichigo, ¿no?

—¡Yuuki es un amor! —sonrió Taisha muy confiada en sus palabras.

—Bueno. A las 6:00 PM nos vemos en la casa de Jane y mía, ¿vale, Ichigo-kun? —preguntó el de pelo cobrizo, y el pelinaranja más calmado, le asintió con la cabeza.

—Sí.

[...]

Ichigo fue el primero en llegar a su casa. Sacó del refrigerador una lata de refresco que abrió en lo que subía las escaleras hasta su habitación. Dentro de su cuarto, el pelinaranja se vistió con una ropa más cómoda mientras sentado frente a su monitor, tomaba refresco en lo que hacía las tareas.

Tras terminar y estirarse un poco, Ichigo miró al reloj:

—Tengo un poco de tiempo hasta la hora en la que acordamos reunirnos... Así que... Bueno, me conectaré igual —el pelinaranja se acostó de espaldas a la cama y se colocó el AmuSphere, pero antes de conectarse, se quedó un poco pensativo mirando al techo, recordando algunos de sus momentos más tiernos junto a Yuuki. Sonrió sonrojado al percatarse de sus propios pensamientos—. Creo que... Cada vez resulta más evidente que me gusta Yuuki —dijo, sonriendo por esto—. ¡Link Start!

Accel despertó y se encontró acostado en su cama.

El Undine, ya por costumbre, miró a su alrededor y notó que había alguien sentado en el sofá, pero como este mueble se encontraba a la izquierda pero delante de la cama, Accel solo observó que se trataba de alguien con el pelo azul y una peculiar trenza, que al parecer estaba cosiendo con mucha calma.

Aún un poco medio que dormido por acabar de entrar en SALO, asemejó la imagen de esa persona que cosía sentada en el sofá, con la de una mujer de pelo castaño anaranjado como el de él y con la misma trenza, igual cosiendo en esa posición sentada en un sofá. Ese era un recuerdo de cuando Ichigo era niño, y entonces la mujer de pelo anaranjado, que era la misma que aparecía en el recuerdo de cuando Ichigo era niño y ella le hacía trenzas, se viró hacia el infante. Por supuesto, se trataba de Asuna con su nieto en ese momento, de pocos años.

—Ichigo-kun. Ya cosí tu bufanda. Espero que te guste, la hice con mucho cariño —había dicho Asuna dirigiéndose a su pequeño nieto Ichigo, que agarró la bufanda naranja que su abuela le confeccionó. Ichigo se colocó la bufanda alrededor del cuello, muy contento con su regalo.

—¡Eres la mejor, Abuela Asuna! ¡Me gusta mucho la bufanda! ¡La conservaré por siempre! —dijo el pequeño, y Asuna le sonrió.

—Pero no la guardes de forma que nunca la uses. Tienes que usarla, eso sí me hará feliz. Si la bufanda te gusta, porque al parecer de verdad te gusta, tienes que usarla. No importa que se desgaste, en ese caso la guardas y te haré otra, pero todo regalo tiene que conservarse de tal forma que se le dé el mejor uso de todos, ¿de acuerdo?

Ichigo muy sonrojado y feliz, asintió tiernamente ante el dulce tono y forma de expresarse de Asuna que también sonreía con ternura.

Accel volvió de su recuerdo y se sorprendió al ver a esa persona que tanto se asemejaba a su abuela. El Undine rápidamente se levantó de la cama y se dirigió hacia el sofá con mucha prisa.

—¡Abu...! —iba a terminar de decir Accel, pensando que se trataba de su abuela, y al colocarse a la derecha del sofá y por lo tanto también al costado derecho de esa persona, Accel se sorprendió aunque solo un poco al notar que se trataba de Asuna, a quien él conocía como “Yuuki”— Ah... Eres tú... Yuuki...

—Oh, Accel-kun. Ya te conectaste. ¿Qué te parece esta bufanda que te hice? —preguntó Asuna con una animada sonrisa mientras le extendía una bufanda azul que al parecer ella estuvo cosiendo a mano dentro del juego.

—¿Una... bufanda? —se preguntó Accel un poco más sorprendido.

—Sí. He notado que te parece gustar mucho la bufanda azul de tu avatar. Así que decidí hacerte una especial, azul como la otra bufanda. ¿Te gusta?

Ante la serena y tierna sonrisa de Asuna, Accel se encontraba muy sorprendido, casi estupefacto del todo:

—Tú... —dijo, confundiendo un poco a Asuna— Tú... Tú eres... ¿Quién eres tú? —preguntó un poco serio, sorprendiendo grandemente a la Undine. Accel en ese momento se disponía a colocar su mano en la mejilla izquierda de Asuna que continuaba sorprendida, pero rápidamente el chico se arrepintió de lo que iba a hacer, y tan solo agarró la bufanda que le había hecho Asuna— Lo... Lo siento... Es que... Yo solo... —el peliazul sujetó la bufanda y la colocó más cerca de su cara, mirando un poco melancólico la bufanda, casi a punto del llanto— Por un momento me recordaste a... A alguien muy especial para mí... —dijo, sorprendiendo a Asuna— Pero luego pensé que era imposible... Bueno, imposible no, pero... De todas formas... Es que... Eres muy parecida a esa persona tan especial para mí... Cuando era niño a esa persona le gustaba hacerme trenzas y a mí me gustaba mucho... incluso cuando tú me hiciste esa trenza el otro día... me sentí feliz por alguna razón...

Dijo, dejando un poco más sorprendida a Asuna, esta que terminó sonriendo en lo que Accel todavía no la observaba y solo miraba la bufanda:

—... Y ahora... Me recordaste a esa misma persona mientras hacías esta bufanda... bufanda que miro y siento... el mismo amor con que me cosía esa persona la bufanda que una vez me regaló de niño... Y es que... Todo esto me hace sentir muy feliz... muy feliz... —Accel por alguna razón no pudo evitar comenzar a llorar, colocando la bufanda más cerca de su rostro.

Asuna se levantó y se colocó delante de Accel, decidiendo abrazarlo:

—Quieres mucho a esa persona, ¿verdad? —preguntó ella, abrazando tiernamente a su nieto que continuaba llorando. Él le asintió con la cabeza, débilmente debido al llanto— ¿Y eso es malo? ¿Acaso esa persona no te quiere a ti?

—S... ¡Sí! —prorrumpió, casi no pudiendo hablar por las lágrimas— ¡Esa persona me quiere mucho, mucho! Pero... Apenas nos vemos, y más ahora que he crecido y... ¡Quisiera estar más tiempo a su lado! Y creo... que ahora estoy más susceptible porque pronto me reuniré con esa persona en el mundo real después de tanto tiempo... Yo... ¡Quisiera ver a esa persona todos los días! Esa persona... ¡La quiero tanto!... ¡La necesito tanto!

Accel continuaba llorando mucho más que antes, mientras Asuna entristeciéndose un poco, lo siguió abrazando, acariciándole tiernamente la cabeza:

Lo siento, Ichigo-kun... —pensaba Asuna un poco entristecida, casi a punto de comenzar a llorar también, aguándosele los ojos— Me gustaría vivir contigo... Verte todos los días en el mundo real... Darte amor, darte cariño... A ti, a mi preciado nieto... Pero... Esto ya lo hablé con Sashima-chan... Ella... Dice que lo mejor para ti es vivir solo con ella... Y lo creí... Pero ahora... Tengo más ganas de vivir contigo... Perdóname, Ichigo-kun... —pensó Asuna, sintiéndose mucho más triste, sin poder evitar que comenzaran a caer lágrimas por su rostro.

Accel se separó de Asuna y se sorprendió al ver que esta también estaba llorando:

—¿Yu... Yuuki? ¿Por qué estás llorando también?

Asuna se secó sus lágrimas tratando de mostrar una sonrisa:

—Nada, no es nada. Olvídalo... —dijo, sonriéndole aún con lágrimas en los ojos y recorriendo sus mejillas.

Ella... Está llorando... ¿por mí?... —se preguntó Accel sorprendido en su pensamiento. Cerró los ojos y serio, decidió colocar la bufanda que le regaló Asuna, alrededor del cuello de ella, tiernamente, sonrojándola y más cuando él colocó su frente junto a la frente de Asuna, quien se sorprendió mucho— Gracias... Gracias... En serio gracias... Muchas gracias... —le dijo él. Asuna que continuaba sorprendida y sonrojada, decidió cerrar los ojos igual que Accel.

—Te quiero, Accel-kun... —dijo ella, y Accel abrió los ojos para mirar con una tierna sonrisa a Asuna.

—A veces no te entiendo... De hecho, sigo sin comprenderte del todo, pero... Aprecio de corazón todo lo que haces por mí. Muchas gracias por la bufanda... La atesoraré mucho, aunque... Debes saber que tengo la mala costumbre de guardar los regalos y no darles mucho uso, excepto con ciertas personas... —confesó Accel con una sonrisa, y Asuna le sonrió de la misma forma.

Lo sé. Por suerte como tu abuela, he conseguido ser de esas ciertas personas con las que no tienes esa mala costumbre... —pensó Asuna— Está bien. No me importa... Mientras atesores mi regalo con el corazón, eso es todo lo que necesito para ser feliz —dijo, y Accel le sonrió, cuando de repente a la derecha del Undine, este recibió un mensaje de texto en su “Sistema de Comando”, debido a que por supuesto, delante de él se encontraba Asuna y por eso delante de él no podía aparecer el cartel del “Sistema de Comando”.

—Oh, es de Karl-kun —dijo Accel leyendo el mensaje—... ¿Aguas termales? —se preguntó confundido tras leer el mensaje completo, pareciendo confundir de igual forma a Asuna que decidió mirar disimuladamente el mensaje— Lo siento, me tengo que ir, Karl quiere reunirse conmigo —dijo, y Asuna le asintió con la cabeza—. Nos vemos luego, ¿sí? —preguntó con una sonrisa, y ella volvió a asentirle con la cabeza.

—Sí.

Habiéndose retirado de su apartamento, Accel caminó por la “Ciudad de Inicio”, siguiendo la ubicación de Karl en el mapa.

Fue precisamente su amigo Spriggan que frente a una especie de establecimiento, notó al Undine y levantó la mano para llamar su atención:

—¡Accel-kun! —exclamó Karl, sorprendiendo a Accel que se acercó a él.

—¿Para qué me llamaste? ¿Y eso que Jane no está contigo?

—Jane todavía no se ha conectado, y descubrí este lugar —dijo, señalándole el establecimiento. Accel lo observó, leyendo que encima decía: “Aguas Termales”.

—¿“Aguas Termales”? Sigo confundido.

—¡Es un nuevo establecimiento del juego! En otras ciudades hay aguas termales, pero en la “Ciudad de Inicio” no había hasta hace poco.

—Parece que están añadiendo más cosas en dependencia de las exigencias y consideraciones de los jugadores... Hmph... El juego acaba de comenzar como quien dice, así que igual no te emociones solo por unas aguas termales. Y yo me voy. No soy de frecuentar mucho este tipo de lugares. No sé ni para qué vine.

Accel se disponía a retirarse, pero Karl lo agarró del brazo, reteniéndolo:

—¡Espera! Me encantan las aguas termales, solo que no me sentía bien viniendo solo. Y entonces vi que tú también estabas conectado, así que... solo te pido que me acompañes, ¿puede ser? ¡Solo esta vez!

Accel suspiró incrédulo:

—Ni siquiera traje ropa de baño.

—Oye, en serio no acostumbras a venir a aguas termales, ¿no? Hay algunas aguas termales que es con traje de baño, pero estas no. Estas son directamente sin ropa.

Ahora Accel parecía cada vez menos entusiasmado:

—¿Quieres convencerme para quedarme o para que me acabe de ir?

—¡Vamos! ¡No seas así! Solo será esta vez, te lo prometo, ¿sí?

—Si tú lo dices... ¡Bah! Está bien. Pero me debes una.

Karl, muy contento, le asintió con una sonrisa:

—¡Sí!

...

Accel terminó dentro de las aguas termales para hombres, recostando su espalda a las rocas de los bordes:

—¿En serio era necesario que yo viniera? Y a todo esto... ¿dónde está Karl? Me dijo que iría a responder un mensaje y luego entraría, pero... ¿qué mensaje dura tanto en responderse? —se preguntó confundido.

—Ac-cel-kun —dijo una voz, que el Undine pareció reconocer, por lo que se echó un poco hacia adelante. Miró volteándose hacia su izquierda, pero se sorprendió y asustó un poco al sentir la sensación de dos pechos femeninos en su espalda, volteando un poco su cabeza hacia atrás de él.

—¿Yu... Yu... ¡Yuuki!? —emitió, demasiado sorprendido al ver a Asuna detrás de él, esta que por alguna razón se encontraba en la parte de la sauna de los chicos.

—Sí. ¿Logré sorprenderte? —preguntó ella muy sonriente.

—¡¡Pero claro!! ¡¿No se suponía que estabas en la casa?! ¡¿Y en todo caso qué demonios haces aquí, justo aquí en la parte de los chicos de la sauna?! ¡Hay demasiadas razones por las que no puedo evitar estar más que sorprendido! —exclamó muy molesto. Asuna en cambio, solo continuaba sonriendo, preocupando un poco al Undine que en ese momento pareció darse cuenta de algo— Espera... Acaso... ¿tú ya sabías que yo estaría aquí? —y para su no tanta sorpresa, Asuna asintió con la cabeza.

—Claro —confirmó la Undine, virando a Accel de frente a ella, acercándose mucho a él, y (sin percatarse mucho en ello) colocando sus pechos en el torso de Accel que completamente ruborizado, intentó apartarla de él, siempre procurando no tocar demasiado el cuerpo desnudo de Asuna mientras esta continuaba hablando—: ¿Por qué crees que Karl-kun no está aquí? Esto lo acordé con él ayer, y él estuvo de acuerdo.

Accel continuaba tratando de alejarse:

¡Tengo que hablar seriamente con Karl-kun! ¡¿Acaso está loco?! ¡¿Esto se puede considerar como una muestra de “traición de un amigo”?! ¡¿Y en todo caso a qué viene todo esto?!

—Quería probar cómo se siente estar en una sauna contigo. ¡Y me encanta abrazarte! ¡Y además estas aguas termales le dan una sensación mucho más agradable al abrazo! ¡¿No lo sientes así también?! —preguntó ella muy contenta y tranquila.

Accel únicamente continuaba tratando de apartarse:

—¡Lo siento! ¡Ahora mismo solo puedo pensar en que hay una acosadora metida en la sauna de chicos solo porque quiere abrazarme! ¡Lo siento, pero es en lo único en lo que puedo pensar! —se quejó, pero Asuna solo sonrió— Y ahora que lo pienso... Si esta sauna es reciente, ¿cómo ella supo de esta sauna y tan rápido? También... ¡¿cómo la dejaron entrar?! —se preguntó momentáneamente confundido en su pensamiento—: ¡D... De todas formas por qué haces esto en primer lugar!

—¿“hacer qué”? —preguntó confundida.

—¡Me arrepiento de haber mejorado mi opinión sobre ti, siempre haces lo mismo! ¡Hace unos instantes estábamos en el apartamento y me sentía más apegado a ti! ¡Pero ahora solo me asustas y me provocas miedo! ¡¿No podías mantener la actitud linda y tierna que mostraste en el apartamento cuando me regalaste la bufanda?! ¡Esa reacción de “linda y tierna abuelita” en serio me encanta de ti! —exclamó sincerándose muy alterado, sorprendiendo grandemente a Asuna.

¿Dijo “linda y tierna abuelita”? Rayos, ya me descubrió...

—¡¿Por qué haces todo esto, Yuuki?!

Asuna se tranquilizó un poco menos preocupada:

Menos mal... Parece que todavía no se ha dado cuenta... Así que puedo continuar como hasta ahora... —pensó, sonriendo muy alegre— ¡Cielos, Accel-kun! ¡Es que quiero estar más y más a tu lado! ¡Te retiraste del apartamento en medio de nuestra conversación! —ella bromeó.

—¡Pero si fue tu culpa! ¡Tú misma lo admitiste, joder! —se quejó, mientras Asuna sonreía como si nada y continuaba frotando inconscientemente sus pechos con el torso de Accel, quien esta vez con mucho esfuerzo, logró apartarse de ella y se levantó en medio de la sauna— ¡¡Pervertida!!

—Vamos, no exageres. Solo quería darte una sorpresa —dijo Asuna, que continuaba sentada en la sauna en lo que Accel de pie, seguía mirándola muy serio.

—¡¿Que no exagere?! ¡Casi me matas de un infarto! ¡Además, no podrías estar segura de que no habría nadie más en la parte de los chicos de la sauna!

Asuna le sonrió muy confiada:

—Le pagué a la encargada para que solo te dejara entrar a ti, Accel-kun.

Accel, incrédulo, se preocupó más seriamente:

—Será mejor que me vaya. La próxima vez lo pensaré un millón, no, ¡un trillón!, un trillón de veces antes de tratar de llevarme mejor contigo.

Asuna estaba realmente confundida:

No lo entiendo... ¿Se molestó?... ¿Pero por qué? Cuando Ichigo-kun era bebé yo lo bañaba muchas veces y no pasaba nada... —pensó, aturdida.

Aunque ella no parecía percibirlo, la actitud de Accel debería ser mucho más que aceptada, después de todo Asuna en ningún momento le había aclarado que él era su nieto. Incluso si para ella no era más que una broma de parte de una enérgica y bromista abuela, desde el punto de vista de Accel se ve muy, muy diferente.

—Me voy... —dijo él, muy serio, decidiendo retirarse.

—¡Espera! —exclamó, logrando retener a Accel que se volteó confundido hacia ella, aunque mirándola un poco hurañamente.

—¿Y ahora qué?

Asuna deprimida, bajó un poco la cabeza, realmente arrepentida:

—Disculpa, yo no pensé que te fueras a poner así de molesto, yo... Varias personas me han dicho que a veces no pienso bien las bromas y que no reflexiono acerca de las consecuencias... En serio lo siento... —Asuna decidió mirar fijamente a los ojos a Accel, este que se sorprendió por la tierna voz de Asuna que demostraba todo su real arrepentimiento.

—¿E... En serio te arrepientes? —preguntó él un poco sonrojado.

—Sí, yo... —iba a terminar de decir Asuna, cuando esta sin querer, miró un poco más hacia abajo del cuerpo de Accel. Este, aunque al principio confundido, luego tras darse cuenta de a dónde apuntaba la mirada de Asuna, se ruborizó tapándose con sus manos y piernas.

—¡¡¡¿Q... Q... Se puede saber qué demonios estabas mirando?!!!

Asuna que se ruborizó un poco tímida, volteó la mirada:

—Na... Na... Nada. No era nada.

Accel sintió un fuerte escalofrío por su cuerpo y decidió retirarse corriendo:

—¡Eres una pervertida sin lugar a dudas!

...

Accel todavía muy molesto, había salido de la sauna vestido con su ropa de combate, muy alterado. Siguió la ubicación de Karl en el mapa de su “Sistema de Comando”. «Te voy a matar, Karl. Te voy a matar, Karl. Te voy a matar, Karl...», seguía repitiéndose esto en su mente, caminando en dirección a casa de Jane y Karl.

Accel tocó la puerta, y la Cait Sith fue la que lo recibió:

—¿Accel-kun? Estás un poco temprano, ¿no? —pero Accel, muy serio, entró sin permiso a la casa en dirección a la sala que tenía una cocina— ¡¿A... Accel-kun?! ¡¿Pero qué te pasa?! —preguntó, confundida.

—¡Estoy buscando a Karl! Lo siento, no sabía que estabas aquí, Jane —dijo, llegando a la sala y abriendo la puerta muy molesto, preocupando mucho al Spriggan que estaba sentado en el sofá y se asustó al ver así de furioso a Accel— ¡¡Ka-rl-kun...!!

El Spriggan se preocupó y asustó mucho más, levantándose temeroso y colocándose detrás del sofá:

—Esto... A... Accel-kun... Te veo un poco tenso... ¿No quieres sentarte mejor?

El Undine se acercó lentamente al Spriggan que cada vez estaba más asustado:

—Tú me preparaste una trampa y... ¡Ahora sufrirás las consecuencias!

El peliazul levantó muy molesto sus brazos, disponiéndose a atacar a Karl que estaba muy asustado, cuando de repente tanto Accel como Karl recibieron un fuerte golpe de un puño cada uno, siendo Jane que se colocó delante de ellos y los golpeó fuertemente a los dos en la cabeza.

—¡At, at, at! ¡¿Por qué hiciste eso, Jane-chan?! —preguntaron los dos al unísono.

—No soporto... ¡No soporto no saber lo que está sucediendo a mi alrededor!

Exclamó la Cait Sith muy furiosa, preocupando a Accel y a Karl que con tal de no molestar ni un poco más a la chica, se sentaron rápidamente y muy asustados en el sofá frente a la gran ventana de la sala. Jane entonces muy seria, se sentó cruzando sus piernas y sus brazos, mirándolos muy molesta.

—¿Y bien? ¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó ella.

—Verás... —comenzó diciendo Karl, bajando la cabeza un poco tímido sin saber por dónde empezar— Yuuki-chan... —iba a continuar el Spriggan, cuando la Cait Sith lo interrumpió aún seria sin inmutarse.

—¿Cuál Yuuki? ¿Nuestra Yuuki o la Yuuki de Accel?

—¡No es mi Yuuki! —protestó Accel molesto.

—Las dos son tus Yuuki —refutó Jane aún seria sin inmutarse, molestando más a Accel—. Una es tu compañera de piso y otra tu compañera de gremio —diciendo esto, volvió a dirigirse a Karl—: ¿Cuál de las dos Yuuki es?

—La compañera de piso —dijo el Spriggan, y la Cait Sith asintió con la cabeza.

—Bien. Continúa.

—Yuuki-chan habló ayer conmigo diciéndome que convenciera de llevar a Accel-kun a unas aguas termales que son recientes en la “Ciudad de Inicio”, porque quería darle una sorpresa. Y eso fue lo que yo hice, llevé a Accel-kun a las aguas termales y luego me fui como me dijo que hiciera Yuuki-chan.

—¡Espera, espera! ¡¿Me dejas ahí sin saber lo que me podría pasar?! —preguntó alterado Accel, confundiendo a Karl.

—¿Pero qué te pasó? Yuuki-chan solo me dijo que le pagó a la encargada para que solo te dejara entrar a ti. Supuse que la sorpresa sería que fueras el único dentro de la sauna para que estuvieras completamente relajado. ¿No fue así?

—¡¡Yuuki se metió en la sauna conmigo!!

—¡¿En serio?! —preguntó Jane juntando las palmas de sus manos, muy entusiasmada— ¡¿Yuuki-san preparó todo eso para que nuestra Yuuki estuviera contigo dentro de la sauna?! —inquirió, sorprendiendo y sonrojando a Karl, pero molestando al Undine que no parecía dar crédito a sus oídos.

—¡NO! ¡¿Siquiera cómo pudiste llegar a esa conclusión?! ¡La Yuuki que se metió en la sauna conmigo fue mi compañera de apartamento!

—...

—...

Tanto Karl como Jane estaban atónitos, y la Cait Sith tenía una mirada medio perdida desprovista de brillo. Después de unos segundos sin nadie decir nada, Jane se levantó sin mucho ánimo, colocándose muy seria delante de Accel y Karl, los cuales automáticamente presintieron el peligro y se asustaron enormemente por lo que podría pasar a continuación. Accel se arrepintió considerablemente.

—... ¿Cómo?... Creo que no escuché bien... —musitó la chica, preocupando al Spriggan y al Undine, mucho más de lo que ya estaban— ¡¿Quién estaba dentro de la sauna contigo, Accel-kun?!

El peliazul, por supuesto, estaba mucho más asustado.

...

Al final, los tres lograron más calmados, continuar conversando acerca de eso.

—De todas formas... ¿Por qué Yuuki-san haría eso? El otro día comprobé que no está enamorada de Accel-kun, pero... En serio esa chica es rara, o eso, o directamente tiene problemas mentales... —se decía la Cait Sith, reflexionando.

—No lo sé. A veces me gustaría saber qué pasa por la cabeza de esa Yuuki —dijo el Undine, cruzando los brazos.

—De todas formas, lo siento mucho, Accel-kun. De haberlo sabido le hubiera dicho que no —se disculpó el Spriggan, y el peliazul le sonrió.

—Está bien. Te perdono —dijo, y su primo y amigo también le sonrió. Jane igualmente mostró una tierna sonrisa al observar esta linda escena de amistad, cuando de repente, sintieron que alguien tocó el timbre de la casa.

—Oh, iré a ver yo —dijo la Cait Sith, levantándose y retirándose, y con ella entraron el resto de los “Sleeping Knights” además de Haru y Natsumi.

—¡Oh! ¡Accel-kun, ya llegaste! —dijo Yuuki muy contenta de verlo, y rápidamente corrió hacia él sentándose a su izquierda y mirándolo muy sonriente, sonrojando a Accel que se puso un poco tímido. Karl sonrió al verlos y se levantó del asiento en el sofá a la derecha del Undine.

—Accel-kun, córrete a la derecha para que Yuuki se pueda sentar a tu izquierda, y Mei-chan a la izquierda de Yuuki —dijo Karl, alegrando a Yuuki.

—¡Sí, buena idea! ¡Muchas gracias, Karl-kun! —agradeció la chica Imp, luego dirigiéndose a hablarle a la muchacha Undine—: ¡Mei-chan, siéntate al lado mío!

La peliazul se sentó a la izquierda de Yuuki. Jane sacó del refrigerador una bandeja con unas galletas que había preparado y la puso encima de la mesa, sentándose en el mini-sofá al lado del sofá donde estaban Accel, Yuuki y Mei, estando Karl sentado en el otro mini-sofá a la derecha de Jane.

En el sofá frente al de Accel y Yuuki, estaban sentados Rei y Kei, mientras que en el pequeño sofá frente al de Jane, estaba sentada Natsumi, y en el mini-sofá frente al de Karl, estaba sentado Haru.

—¡Mmm! ¡Delicioso! ¡Me encantan tus galletas, Jane-nee!

La Cait Sith le sonrió a la chica Imp:

—Me hace feliz que digas eso, Yuuki.

—¡¿Y bien, Accel-kun?! ¡¿Apostamos?! —preguntó la pelimorada, sorprendiendo al Undine.

—Ah, la apuesta. Sí. Cuando quieras —dijo él, confundiendo a los demás.

—¿Qué apuesta es esa? —inquirió Jane.

—Ah, es una apuesta entre Accel y yo. Una apuesta en la que el perdedor tendrá que cumplir un deseo cualquiera del ganador.

—¡Oh! ¡Suena interesante! ¡Yuuki-chan, tienes que pedir algo muy bueno cuando le ganes a Accel-kun! —dijo Jane, mientras Accel no se creía lo que escuchó.

—¿Ya supones que perderé, Jane-chan, incluso antes de saber de qué será la apuesta? —preguntó, confundiendo a la Cait Sith.

—Ah, ¿porque no será un combate?

Accel continuaba incrédulo:

—¿Y supones que igual perdería en un combate contra Yuuki?

—¿Me vas a decir que ganarías contra Yuuki? —preguntó Jane con una burlona sonrisa, y el Undine solo pudo mostrarle una amarga sonrisa como respuesta.

—Claro que no —admitió el peliazul—. Yo también le dije a Yuuki que iba a perder seguro contra ella si era en un combate, pero al menos esperaba que tuvieras más confianza en mí, Jane-chan.

—Lo siento, Accel-kun. Pero entre tú y Yuuki, apuesto por Yuuki en cualquier cosa sin dudarlo —dijo la Cait Sith, lo que el Undine tampoco pudo creerse escuchar.

—Vaya, qué pocos ánimos. Qué poca amistad. Y eso que te conozco mucho antes de lo que conoces a Yuuki.

—¿Y bien, Yuuki? ¿De qué será la apuesta? —preguntó Jane.

Me ignoró por completo... —pensó Accel más incrédulo.

—Ya verán —dijo la pelimorada, que le mostró su puño izquierdo al Undine, el cual se confundió junto a los demás presentes.

—¡¿A “piedra, papel o tijeras”?! —preguntaron todos los presentes, sorprendidos.

—¡No, claro que no! No quiero que sea una apuesta tan sencilla —dijo Yuuki—. Este juego es para que el ganador decida qué apuesta será la que hagamos.

—Ah, está bien, tiene sentido —concordó Accel, mostrando también su puño derecho, disponiéndose a jugar “Piedra, Papel o Tijeras”.

—¡“Piedra, Papel o Tijeras”! —dijeron el Undine y la chica Imp al unísono, ganando esta última sacando “tijeras” y Accel sacando “papel”.

—¡Bien! ¡Gané! —exclamó, muy contenta.

—Vaya, ya empezamos mal. Perdí incluso antes de la verdadera apuesta —bromeó el peliazul—. ¿Y bien? ¿Cuál será la apuesta? —preguntó sonriente.

—¡Una carrera de vuelo! —dijo Yuuki sorprendiendo a Accel.

—¡¿De vuelo?!

—Sí. ¿Hay algún problema? —preguntó la pelimorada confundida.

—¡Claro! ¡Apenas se puede decir que sé volar! ¡Tú tienes más experiencia que yo! —dijo él, dejando un poco pensativa a la chica Imp.

—Sí... Tienes razón... No pensé en eso... Es que... Considero que vuelas tan bien que no pensé en eso... Entonces... ¡Ay, no sé! Quiero que sea una apuesta en la que los dos tengamos las mismas posibilidades de ganar.

Accel se sorprendió, y luego adoptó una postura pensativa:

—Entonces...

—Ya sé —intervino Jane, llamando la atención de todos los presentes, que se sorprendieron—. Mejor una apuesta un poco más complicada que “piedra, papel o tijeras”, pero que sí sea cuestión de suerte y también de habilidad.

—¡Oh! ¡Me gusta esa idea, Jane-nee! ¿Y qué tienes en mente?

—El “juego de las palabras prohibidas” —dijo ella, sorprendiendo a todos.

—¡Ah! ¡Sí, lo he jugado! ¡Es una buena idea! —aprobó Yuuki.

—Sí... yo también lo he jugado —dijo él con una sonrisa, aunque un poco débil.

—Bueno. Entonces los dos ya saben en qué consiste el juego... —agregó Jane— Uno escribirá en un papel lo que no puede decir el otro. Puede ser una frase o una palabra. El primero que diga la palabra que no puede decir, es el que pierde. Ah, les aclaro que no cuentan los monosílabos.

—¿Y “pan”? —preguntó Yuuki.

—No, las palabras como el caso de “pan” sí cuentan —sonrió divertida Jane.

¿Acaso Yuuki solo piensa en comida? ¿Será de esas personas que piensan con el estómago? —se preguntó Accel un poco incrédulo en su pensamiento.

—¡Muy bien! Si no hay dudas, ¡comiencen! —dijo Jane.

Accel y Yuuki, separados del otro, pensaron qué deberían poner en sus papeles y, después de reflexionar, escribieron en sus respectivas hojas y se los entregaron al otro. Los dos colocaron su papel con la parte en blanco dando hacia ellos mismos, por lo que lo que decía el papel que sostenía Yuuki solo lo veía Accel, y viceversa. Aunque el resto de los presentes podían ver lo que decían ambos papeles, sintiéndose un poco entusiasmados con lo que estaba sucediendo frente a ellos entre Accel y Yuuki.

¡Tiene que ganar Yuuki! Accel-kun es muy tímido y no pedirá nada del otro mundo, al menos con Yuuki hay una posibilidad de que pida algo que haga avanzar la relación de estos dos... —pensaba Jane mirando muy entusiasmada a Accel y a Yuuki, lo que notó Mei que no pudo evitar reír divertida sin que nadie la advirtiera.

El papel de Yuuki decía: “juego” y Accel lo miraba un poco pensativo:

Estamos jugando de por sí dentro de un juego... Es una posibilidad bastante escasa de que diga la palabra “juego”, pero las circunstancias lo hacen más posible... Ahora... Tengo que pensar qué palabra escribió Yuuki... Tal vez Yuuki decidió usar una estrategia diferente a la mía y optó por poner una palabra que ella considera que yo uso mucho... Tengo que tener cuidado...

—¡Vamos, vamos! No se vale que se queden callados durante todo el juego —comentó Karl, por lo que la pelimorada fue la primera en comenzar a hablar.

—Cierto, comenzaré yo... —dijo Yuuki, haciendo una pausa que confundió un poco a Accel.

De repente, la chica cerró los ojos y luego los abrió, mirando tiernamente y sonrojada a Accel que se sonrojó aún un poco confundido:

—Te amo... —dijo Yuuki, dejando completamente sorprendido y ruborizado a Accel. Los demás también se sonrojaron sin esperárselo.

—... Yu... Yu... Yuuki... —musitó el Undine, atónito casi sin poder hablar.

—¡Eliminado! —dijeron todos, incluida Yuuki que dejó de estar sonrojada y tan solo lo miró con una confiada y orgullosa sonrisa.

Accel se quedó todavía un poco sonrojado pero muy confundido:

—¡¿Có... Cómo?! ¡Pero si lo único que he dicho es...! —iba a terminar de decir Accel, cuando él mismo se dio cuenta y decidió voltear su papel, observando que decía: “Yuuki”, lo que lo dejó mucho más sorprendido— ¡¡¿“Yuuki”?!! —se preguntó el Undine muy estupefacto, sin creérselo. La chica Imp guiñó un ojo colocando su papel en su regazo y con su mano derecha hizo el símbolo de la “V” y su mano izquierda la colocó detrás de su cabeza sacando un poco su lengua de forma bromista.

—¡Victoria! —exclamó Yuuki, dejando sorprendido a Accel— Supuse que dirías el nombre de cualquiera de nosotros. Y pensando que tal vez pensaste lo mismo que yo, me aseguré de no mencionar ningún nombre. ¡Y al final opté por poner mi nombre ya que estarías hablando conmigo con tal de hacer que perdiera! Aún así creo que fui descuidada y dije algunas palabras de más, jiji.

Accel se sintió un poco deprimido:

No juegues así con mis sentimientos, Yuuki... ¿Será que no te importo lo más mínimo? —se preguntó el Undine deprimido en su pensamiento.

Mientras, el corazón de Yuuki no paraba de latir con mucha prisa, aunque ella intentaba disimularlo con una sonrisa:

Rayos... Me esforcé mucho por decir eso... Aún no sé cómo fui capaz de decirlo... Incluso ahora mi corazón no deja de latir rápidamente... Menos mal que funcionó después de todo, porque... ¡Por Dios! ¡Sentí como si mi corazón se fuera a detener en cualquier momento! —pensaba Yuuki muy inquieta en su mente.

—¿No tienes curiosidad por saber qué palabra tenías que decir tú, Yuuki? —preguntó Karl. La chica Imp se sorprendió y decidió mirar su papel, sorprendiéndose más al ver la palabra “juego”.

—¡¿“Juego”?! ¡Eso fue muy inteligente, Accel-kun! ¡De haberte dejado hablar primero posiblemente hubieras ganado tú! —dijo Yuuki muy confiada.

—Nah, no lo creo —sonrió débilmente el Undine—. Lo pensé demasiado y terminé complicándome. Tu estrategia fue más inteligente.

—Jaja, muchas veces te decimos que piensas demasiado las cosas, Accel-kun —rió Karl muy divertido.

—Accel-kun es muy inteligente, pero se complica demasiado pensando más de la cuenta, jeje —Jane también rió divertida.

—Sí... —admitió Accel sonriendo débilmente.

—¡Vale! ¡¿Y qué pedirás, Yuuki?! —preguntó Jane, muy entusiasmada.

—Sí. Es verdad —dijo el Undine—. Perdí muy justamente. Por lo que... aunque me sienta un poco molesto... Tengo que aceptar mi derrota... Así que... ¿Qué tengo que hacer? —preguntó él con una tierna sonrisa, por lo que Yuuki también le sonrió.

—Quiero tener una cita contigo, Accel-kun —dijo la chica Imp, con una tierna y despreocupada sonrisa.

Todos se sorprendieron grandemente. Natsumi, Jane y Mei se sonrojaron entusiasmadas. En cambio, Accel continuaba con su sonrisa, pero parpadeando varias veces, tratando de asimilar lo que no creía haber escuchado bien.

Al reafirmarse que fue exactamente lo que oyó lo que había dicho Yuuki, el Undine se puso completamente rojo sin creérselo aún:

—¡¿Ci... Ci... Cita?! ¡¡¿U... U... UNA CITA?!! —preguntó Accel muy sorprendido y ruborizado, todavía incrédulo— E... E... ¿En serio te refieres a u... u... una cita? —inquirió, tratando de tranquilizarse pero aún así hablando entrecortado.

—Sí. Una cita. ¿Por qué? —preguntó Yuuki confundida por la duda de Accel.

—¡Muy bien, Yuuki! ¡Fue incluso mejor de lo que esperaba! ¡Una cita es perfecta! —dijo Jane muy orgullosa, pero la chica Imp continuaba confundida.

—¿Por qué... Por qué una cita lo hacen parecer como algo tan importante? —preguntó Yuuki confundida, sorprendiendo a todos.

¿Eh? No me digas que Yuuki-chan no es consciente de la importancia de las citas entre dos personas... —pensó Jane, sin creérselo— Esto... Yuuki-chan... —dijo la Cait Sith, llamando la atención de una todavía confundida Yuuki— Es que... Normalmente los que tienen “citas”... Son las parejas... Un chico... Una chica... Juntos los dos... Sabes a lo que me refiero, ¿no?

—...

—...

Yuuki pareció igual de confundida varios segundos, pero, tras entender, se comenzó a ruborizar muy apenada y se dirigió a hablarle a Accel:

—¡N... No, no! ¡No me refería a ese tipo de “cita”! ¡Solo quería que paseáramos juntos mañana como dos buenos amigos! ¡Solo eso! ¡En serio! —exclamó, mientras Accel continuaba sonrojado y un poco tímido, en lo que los demás presentes miraban con decepción la inocencia de Yuuki.

—Bueno. Como sea. No te negarás, ¿verdad, Accel-kun? —preguntó Jane mirando con superioridad al Undine, quien continuaba mirando solamente a Yuuki, esta que estaba tan sonrojada y tímida como él.

Accel un poco nervioso y sonrojándose ligeramente más, terminó bajando la cabeza tímidamente:

—C... Claro... Perdí... No tengo otra opción —dijo, y Yuuki aún sonrojada, se sorprendió levantando su mirada para ver fijamente a los ojos de Accel, quien aún sonrojado le sonrió tiernamente—. Será un placer tener una cita contigo, Yuuki —agregó, sorprendiendo y ruborizando más a la pelimorada que bajó un poco la cabeza, muy tímida.

—Sí... Igualmente, Accel-kun —dijo ella, haciendo sonreír a todos los presentes.

...

En una de las tantas habitaciones de la casa de Jane y Karl, había una especie de salón de entrenamiento, tan amplio que todos estaban observando cómo Yuuki entrenaba a Haru, y de vez en cuando los demás también colaboraban en dicho entrenamiento. Mientras Yuuki se ocupaba de Haru, Natsumi era mayormente supervisada por Accel; Jane sugirió esto diciendo que alguien de la misma raza sería un mejor mentor a la hora del entrenamiento.

Ya más tarde, finalizado dicho entrenamiento, todos se despidieron.

Accel se desconectó e Ichigo se despertó en el mundo real.

El pelinaranja se quedó un rato medio que pensativo acostado en su cama mirando al techo. Luego, decidió levantarse y buscar dentro de un cajón que tenía bajo la cama, al abrirlo y rebuscar un poco entre obsequios, encontró una bufanda anaranjada, recordando cuando su abuela Asuna se la regaló. Ichigo sonrió mientras abrazaba la bufanda con una especie de nostalgia. Terminó estornudando por el polvo de la bufanda.

[...]

Al otro día, sábado 13 de mayo del año 2056, Ichigo se levantó temprano y no con tanto sueño como acostumbraba. Cogió la bufanda que había dejado en su escritorio, y decidió lavarla para quitarle el polvo. La bufanda quedó completamente limpia e Ichigo, sintiéndose muy feliz, decidió colgarla para esperar a que se secara.

Ichigo se topó con su mamá en el comedor mientras esta estaba desayunando.

—Oh, te despertaste temprano. Y... —comenzó diciendo Sashima, sorprendiéndose un poco más al notar que Ichigo parecía muy feliz y sonriente mientras se servía el desayuno y se sentaba en el asiento frente al de su mamá—... Estás... Bastante sonriente, ¿no? Estás feliz. Eso es bueno. ¿Por qué?

Él se sorprendió:

—Ehm... Por nada... Por nada, solo... ¡Solo estoy feliz! —dijo, mostrándole una gran y confiada sonrisa a Sashima, quien se sorprendió, pero le terminó sonriendo, prosiguiendo ambos con su desayuno.

Luego que Ichigo terminara su desayuno, subió las escaleras hasta su habitación, con mucha prisa:

Aunque en parte... No... Estoy feliz del todo porque tendré mi primera cita con Yuuki... ¡Estoy muy nervioso!

Con una sonrisa muy tierna, llegó a su habitación y se acostó de espaldas a su cama, colocándose el AmuSphere:

—¡Link Start!

Accel se despertó en la cama de su habitación dentro del juego, y decidió observar la hora:

—7:00 AM... Rayos, acordamos vernos a las 12:00 PM en la “Fuente de Inicio”... Creo que estaba tan impaciente que terminé conectándome antes de tiempo... ¿Ahora qué hago? —preguntándose esto, decidió quitarse la parte de arriba de su ropa— ¡Qué calor! Creo que los programadores fueron demasiado realistas con el clima... —y se recostó más de espaldas a su cama, mirando de forma pensativa al techo.

Sus ojos comenzaban a cerrarse por sí solos y Accel empezaba a quedarse dormido inconscientemente.

El Undine terminó dormido boca abajo en su cama, aún con su espalda completamente al descubierto, dormitando como un tierno bebé.

De repente, alguien, al parecer una chica, se colocó encima de la espalda de Accel y acercó su boca delicadamente al oído derecho del peliazul para susurrarle algo:

—Ac-cel-kun —dijo la chica, logrando despertar un poco al Undine, que abrió los ojos y miró hacia el reloj en la mesita que tenía en el lado de la cama contrario a la pared. Accel aunque aún un poco dormido, observó que eran las 11:45 AM, lo que lo preocupó, abriendo los ojos, ya despierto del todo.

—¡Demonios! ¡Me quedé dormido! ¡Estoy tarde! —se preocupó, decidiendo virarse para levantarse, sorprendiéndose al notar que había una chica encima de él, resultando ser Asuna que lo miraba muy sonriente— ¡¿Yuuki?! ¡¿Qué haces aquí?!

—Vivo aquí.

—¡Me refiero a qué haces arriba de mí!

—Ah, eso. ¡Ah! Por cierto, gracias por facilitarme las cosas al virarte hacia mí.

—¡No me cambies de tema! ¡Y me viré porque no sabía que había alguien encima de mí! ¡No es normal despertarse con alguien encima de ti! —se quejó, luego sonrojándose cuando observó que Asuna comenzaba a acercarse más a él, poniéndolo nervioso— Yu... Yu... ¿Yuuki?... ¿Qué estás haciendo? —preguntó, mientras Asuna aprovechaba para colocarse encima del pecho de Accel, que no se lo creía— ¡Quítate, Yuuki! ¡Quítate! —le dijo a Asuna que comenzaba a abrazarlo muy cariñosa.

—¡Qué lindo eres, Accel-kun!

El Undine solo intentaba apartarse, decidiendo mirar de nuevo hacia su reloj, observando que eran las 11:48 AM, preocupándose mientras solo intentaba levantarse:

—¡Rayos! ¡De verdad que esto ya no me importa! ¡Voy a llegar tarde! ¡Así que levántate, Yuuki! —dijo él, mientras Asuna continuaba abrazándolo cariñosamente sin detenerse.

—Accel, la puerta está abierta, voy a entrar... Y deberías apurarte, Yuuki ya te está esperando y... —dijo Jane, abriendo la puerta de la casa del Undine, observando lo que estaba sucediendo entre Asuna y Accel. La chica peliazul ni se inmutó por la llegada de Jane y solo seguía abrazando al chico, el cual se preocupó al ver que la Cait Sith había llegado cuando él y Asuna estaban en una situación, o mejor dicho, posición, que claramente se podía malinterpretar.

—¡Oh! ¡Jane-chan! ¡Qué gusto verte! —dijo Asuna como si nada al notar que Jane continuaba observando a ambos con una mirada de decepción y odio en sus ojos.

—Oh~~ —dijo la Cait Sith, haciendo una prolongación de la expresión de sorpresa “Oh”, con una esencia de tono de desprecio en su voz—. Qué interesante, Accel-kun... Tienes una cita con nuestra Yuuki y tienes a la otra Yuuki encima de ti y en tu cama... Qué interesante, Accel-kun, realmente interesante... Tal pareciera que no tienes noción del peligro... —dijo ella, con una voz horripilantemente entrecortada, preocupando y asustando seriamente a Accel, así como sorprendiendo a Asuna.

—No... No... No es lo que parece, Jane —dijo él, casi sin poder hablar debido al miedo—. ¡Y sé que es una frase muy cliché, pero en serio que no es lo que parece! ¡Puedo explicarlo!

—¡Oh! ¡Así que Accel-kun y Yuuki-chan tendrán una cita! ¡Genial! —exclamó Asuna tras al parecer comenzando a entender mejor, aún encima de Accel pero mostrándose muy entusiasmada, confundiendo al Undine y a la Cait Sith.

¿Qué le pasa a esta chica? ¿Le gusta o no le gusta Accel? Que se decida —pensó Jane aún con su expresión de desprecio en su rostro, un poco aturdida por el comportamiento de Asuna.

—Explícale tú, Yuuki. Tengo que ir a cambiarme lo antes posible —dijo él, consiguiendo apartarse de esta y levantándose, yendo a cambiarse al baño.

Asuna decidió levantarse y se acercó a Jane, conversando con esta en lo que Accel se vestía en el baño:

—Y eso fue lo que pasó —terminó de contarle Asuna a Jane, quien todavía parecía muy molesta con los brazos cruzados—. ¿Estás molesta, Jane-chan?

La Cait Sith suspiró incrédula ante la confusión de Asuna:

—Claro que estoy molesta... Solo para aclararlo... ¿Estás enamorada de Accel-kun? —preguntó, confundiendo más a Asuna, quien terminó sonriendo.

—Bueno. Se puede decir que sí estoy enamorada de Accel-kun, pero no es el tipo de amor de ser novios y darse besitos, que ese sí es el tipo de amor que siente Accel-kun por la otra Yuuki —dijo Asuna, dejando más confundida a Jane.

¿“Se puede decir que estás enamorada pero que a la vez no lo estás”? No lo comprendo —pensaba Jane.

—De todas formas, ¿por qué me lo preguntas?

—Porque no me gusta el tipo de relación que tienes con Accel-kun. Él es muy inocente, y aunque tú no estés enamorada de él y solo sea tu extraña forma de mostrarle tu aprecio... Él perfectamente podría acabar enamorándose de ti.

Asuna realmente se sorprendió:

—¿Enamorarse de mí?

—Es solo una posibilidad, pero sí. Creo firmemente que Accel-kun es el tipo de chico que solo se enamora una vez y de una sola persona por el resto se su vida, pero... Nunca está de más prevenir.

—Tranquila, no creo que Accel-kun se enamore de mí —sonrió aunque ahora levemente preocupada Asuna—... ¿Será posible que Accel se termine enamorando de mí?... Es imposible... ¿verdad?

—Observé en el mapa que Yuuki ya estaba en la “Fuente de Inicio”, pero luego vi que se estaba acercando la hora y Accel permanecía estático en su casa, por eso me preocupé y vine a ver lo que pasaba.

—¡¿Puedo ir yo?! ¡Quiero conocer a Yuuki-chan! ¡Prometo que me mantendré alejada para no interrumpir a Accel-kun y a Yuuki-chan! —exclamó Asuna muy entusiasmada, pero Jane se molestó.

—¡No! Ni siquiera yo iré a vigilarlos. No quiero interferir ni por accidente. Así que no quiero que tú tampoco vayas, ¿de acuerdo?

Asuna suspiró ligeramente decepcionada, inflando un poco sus mofletes:

—Vale... —y luego le dirigió una sonrisa a la Cait Sith— Jane-chan, me alegra que te preocupe tanto la relación amorosa de Accel, pero... ¿Por qué te importa tanto?

Jane se sorprendió un poco:

—Porque... —dijo, haciendo una pausa y sonrojándose con una tierna sonrisa—... Me gusta mucho la sonrisa de Accel-kun... —confesó, sorprendiendo a Asuna—... Antes cuando éramos niños... Accel-kun siempre sonreía... Era muy feliz y siempre otorgaba felicidad y alegría a su alrededor... Si estabas triste, solo necesitabas que él estuviera feliz para que él viniera por voluntad propia a hacerte feliz... Así de bueno es Accel-kun, pero... Pasó el tiempo y la sonrisa de Accel-kun nunca volvió a ser la misma. Yo sé la razón pero entenderás que al ser algo personal, no te lo puedo decir...

Sí... Yo también sé la razón... —pensó Asuna un poco entristecida.

—... Pero... Ahora Accel recuperó su linda sonrisa tras conocer a Yuuki —dijo Jane, sorprendiendo a Asuna—. Es por eso que quiero que Accel-kun y Yuuki-chan estén juntos, porque... Accel-kun desde que conoció a Yuuki-chan, es como si hubiera recordado cómo sonreír de corazón... Accel-kun me ayudó mucho siempre que pudo... Por eso quiero devolverle el favor siempre que pueda... Porque no creo que haya algo más sano que una sonrisa de corazón —dijo, haciendo sonreír tiernamente a Asuna.

Accel de repente salió del baño, vestido correctamente y corriendo se retiró de su casa, dejando dentro a Jane y a Asuna, esta última que sonrió mirando al techo de forma pensativa:

Bueno... Supongo que no hay prisa... Puedo conocer a Yuuki en otro momento... —pensó Asuna con una tierna sonrisa.

—Por cierto, ¿estamos en un mundo virtual y aún así decidió cambiarse en el baño? —preguntó Jane, notándolo en ese momento.

—Oh... Ahora que lo dices, es verdad. ¿No te da la impresión de que a veces se le olvida que este es un mundo virtual? —comentó Asuna con una sonrisa— Se fue al baño para cambiarse ahí y que así nosotras no lo viéramos. Es muy tierno.

—Sí... —Jane sonrió aunque incrédulamente— Bueno, tengo que marcharme. Tengo asuntos en el mundo real.

—Oh, verdad, hoy es el c... —pero Asuna logró detenerse a tiempo, antes de expresarse demasiado entusiasmada.

—¿Hm?

—Ah, nada, jeje... —la Undine sonrió nerviosamente.

[...]

Accel se encontraba corriendo a toda prisa hasta llegar a la “Fuente de Inicio”.

La “Fuente de Inicio” era una fuente ubicada en el centro de la “Ciudad de Inicio”. Se trataba de una fuente muy grande y bella, que se iluminaba con hermosos colores a una cierta hora por la noche.

¡Llego tarde, llego tarde! —pensaba Accel preocupado, cuando observó que Yuuki estaba sentada en el borde de la fuente, no parecía molesta y solo movía divertidamente sus pies en lo que esperaba— ¡Yuuki! —exclamó, para llamar su atención, sorprendiendo a la chica Imp que se volteó de frente hacia él en lo que el Undine se acercaba a ella que le sonreía.

—Oh, ¡Accel-kun! —dijo la pelimorada feliz por verlo. El Undine se colocó de frente a ella pero, cansado por tanto correr, agachó ligeramente la cabeza.

—Disculpa por llegar tarde, en serio no quería.

Yuuki se confundió, pero luego le sonrió:

—Pero si no llegaste tarde, fui yo que llegué muy temprano. ¡Tenía muchas ganas y no podía aguantarme! —dijo, sorprendiendo a Accel que levantó la cabeza para mirar un poco sorprendido a la chica Imp, y luego rápidamente observó la hora en su “Sistema de Comando”, sorprendiéndose al notar que eran justamente las 12:00 PM.

—Oh, parece que no llegué tarde. Justo en punto. ¡Menos mal! No quería causarte una mala impresión llegando tarde.

—Tú nunca podrías causarme una mala impresión, Accel-kun —dijo ella, sorprendiendo a Accel que se sonrojó un poco tímidamente—. Bueno. Vámonos, ¿sí?

Yuuki cogió con su mano izquierda, la mano derecha de Accel que le asintió con la cabeza, pero cuando la chica Imp se volteó para retirarse por su derecha, el Undine se sorprendió al notar algo y rápidamente agarró con su mano izquierda el brazo zurdo de Yuuki, reteniendo a esta que se confundió un poco.

—¡Espera! Yuuki... —dijo él, habiendo notado algo que llamó mucho su atención, mientras que la pelimorada continuaba mirándolo confundida.

—¿Qué?

—Tu... Tu trenza... Es la misma que la que estaba usando yo, ¿no? —preguntó, sorprendiendo a Yuuki que se sonrojó un poco avergonzada tras Accel haber notado que Yuuki tenía la misma trenza que Asuna le hizo a Accel y que comúnmente usa Asuna.

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