Capítulo 10: Haru & Haruhi (2/2)
—Esto... Es una broma, ¿no?... Oye... No lo dices en serio, ¿verdad, Haru-kun?...
—¿Crees que bromearía con algo así?
—¡¡¿Y yo qué sé?!! —Yuuki gritó, molesta y desesperada— ¡¡Tú Fuiste El Primero Que Dijo Que Haruhi-Nee-San Estaba Enferma!! ¡¡Pero No Dijiste Nada De Que En Realidad Estaba Muerta!!
—No vi la necesidad de contarte toda la verdad —dijo él, sorprendiendo a la chica Imp—. Es cierto que Haruhi estaba enferma, antes de morir, claro. Murió por culpa de esa maldita enfermedad. Pero si te lo contaba ninguno de los dos íbamos a resolver lo que queríamos. Contarles a los demás que mi hermana está muerta, no hará que ella reviva y vuelva conmigo. Además de que odio que se compadezcan de mí cuando no pueden hacer nada por ayudarme. ¿Y dime? ¿Qué hubieras hecho tú? No puedes hacer nada, Yuuki. No eres un Dios como para devolver a la vida a alguien que está muerto. Es más, creo que ni siquiera los mismísimos Dioses podrían ser capaces de hacer eso... Simplemente no se podía hacer nada... Yo prefería que pensaras que todo estaba bien, pero seguiste insistiendo en preocuparte por mi vida... Eres realmente un incordio, Yuuki... —Haru hizo una pausa, mientras la pelimorada se molestaba ligeramente por el último comentario del muchacho—... Al principio me hubiera gustado que te unieras a mí, pero... ahora que lo pienso... te pareces demasiado a mi hermanita... No me gustaría tener a mi lado a alguien que constantemente me recuerda a una persona muerta a quien no puedo recuperar... y no quiero reemplazarla... —tras escucharlo, Yuuki pareció afligirse, olvidándose de su malhumor— Pero tranquila... No tienes que sentirte mal... Por fin lo conseguiré. Por fin conseguiré lo que quiero. Estaré de nuevo con Haruhi-nee-chan —Haru sonrió confiadamente.
Yuuki ahora confundida y preocupada, preguntó:
—¿Cómo?
Haru sonrió más complacido:
—Gracias a Quinella-sama, claro.
—¡¿Otra vez ella?! ¡¿Qué locura te ha dicho?! —exclamó Yuuki más molesta, pero Haru solo sonrió y se dispuso a contarle mientras recordaba lo sucedido.
—No estás conforme, ¿verdad, Haru-kun? —preguntó la voz de la misteriosa mujer llamada Quinella, en el recuerdo de Haru.
El muchacho Spriggan se sorprendió al notar que de repente el tiempo parecía haberse detenido a su alrededor, observando cómo sus compañeros se encontraban detenidos en un escenario donde predominaban los tonos azules.
Haru era el único que podía moverse, y sintió un pequeño escalofrío al advertir la presencia de aquella voz que le pertenecía a Quinella. El rostro de la mujer aún no se podía llegar a ver bien del todo, pero se distinguía perfectamente su sensual silueta y aquel largo y tapado vestido de color violeta plateado, con una peculiar diadema en el pelo por alrededor de su cabeza.
Quinella se colocó de espaldas a Haru mientras, sutilmente, lo abrazaba y acercaba su boca al oído izquierdo del muchacho Spriggan:
—Aunque es algo normal... ¿Quién estaría conforme en tu situación?... Tu hermanita debe de sentirse muy, pero que muy decepcionada de ti, ¿no? De tu incompetencia. De tu debilidad... Quieres conseguir más... mucho más... No quieres sentir que alguien más hizo lo que tenías que hacer tú, ¿verdad? No quieres seguir sintiéndote como un inútil y fracasado... Mejor preferirías... Darlo todo por tu hermana... ¿Quieres?... Puedo proporcionarte el poder que necesitas para cumplir el sueño de tu hermana... Pero claro... He dicho darlo todo... Así que... Tendrás que ofrecerme tu vida a cambio del enorme poder que estoy dispuesta a ofrecerte... ¿Y bien?... Haru-kun... —la mujer mencionó el nombre del muchacho de una forma muy sensual, presumiblemente con toda la intención de que resultara así— ¿Qué vas a decidir?... ¿Aceptas?...
—... ¡Sí! Quiero más poder —expresó Haru mirando serio y decidido hacia el frente, mientras la mujer sonreía confiada.
—Pues lo vas a tener. Toma... —dijo, extendiendo su mano izquierda hacia adelante del Spriggan. En su mano zurda tenía un dispositivo que llamó la atención del muchacho— Con este dispositivo, cuando lo uses y tengas duelos con los jugadores, puedes establecer la opción de “duelo único”, imponiendo tus propias condiciones de batalla siempre que tu oponente esté de acuerdo con esas condiciones, claro. Si ganas la batalla, obtendrás un bono del 10% del poder del jugador al que derrotes, aunque al jugador no le pasará nada aparte de alguno que otro sufrimiento, pero si aceptan ellos son los únicos responsables del dolor que la batalla les cause. Antes de enfrentar al Jefe del Piso 10, estabas en el Nivel 50, ahora estás en el Nivel 51. Con este dispositivo puedes superar incluso el Nivel 100. Siempre que derrotes a un jugador ganarás poder. Y cuando derrotes al Jefe del Piso... —la mujer volvió a acercar su boca al oído izquierdo de Haru para decirle algo importante de una forma clara y sensual—: Tu nombre aparecerá en el “Monumento a los Espadachines de SALO”, y... —entonces ella hizo una pausa, y movió lentamente sus labios para, aunque con voz más baja, ser incluso más precisa que la vez anterior. Y las palabras que pronunció sorprendieron grandemente a Haru— Te reunirás con tu hermanita en el Cielo... Cumplirás el sueño de tu querida hermanita... Y... Por fin dejarás de sentirte como un inútil que no fue capaz de cumplir el sueño de su preciada hermana... ¿No estás feliz con esa idea?
Haru se sorprendió por un instante, y la mujer solo sonrió esperando la respuesta definitiva del muchacho Spriggan.
Entonces él, mostrándose todavía muy serio y confiado, cogió el dispositivo con su mano izquierda.
—Bien —sonrió la mujer—. Una vez que venzas al Jefe del Piso, este dispositivo que estará conectado a las ondas cerebrales de tu avatar y a la vez a las de tu cuerpo en el mundo real... Hará que tengas un electroshock cerebral y morirás una vez que tu sueño sea cumplido... Recuerda esconder bien este dispositivo, si se fijan en él descubrirán que es un aparato único, ¿de acuerdo? —él asintió con la cabeza— Pues eso es todo. Confío en ti. Tengo muchas expectativas en ti, Haru-kun.
—¡¿Pero por qué?! —preguntó Yuuki muy molesta tras escuchar el relato completo de Haru, quien continuaba sonriendo confiadamente— ¡Se supone que yo destruí el dispositivo que te dio Quinella!
—Claro. Pero eso no es todo —sonrió Haru aún de forma confiada, pasando a recordar ahora el momento en el que todos estaban tranquilos después de brindar en casa de Yuuki, y alguien tocó el timbre fuera de la casa, en la puerta principal. La frecuencia con la que llamaba a la puerta resultaba un poco brusca, dando a entender cierta desesperación. Todos se quedaron confundidos, y Yuuki decidió acercarse a la puerta para abrirla y saber de quién se trataba.
Cuando Yuuki abrió la puerta, se sorprendió al ver que se trataba de Natsumi, la cual se encontraba muy agitada y con los ojos aguados. Todos se levantaron preocupados al verla así.
—Natsumi-chan... Pero... ¿Qué te pasa? —preguntó Jane confundida.
—¡Haru-kun! ¡¿Dónde está?! —inquirió Natsumi mostrándose preocupada.
—A... Aquí. Pasa —Yuuki se hizo a un lado, lo que le permitió a Natsumi correr preocupada hacia adentro de la casa. Haru confundido, se acercó lentamente a Natsumi, pero esta se lanzó abrazando a Haru, dejando sorprendido y confundido a este, mientras Natsumi lo seguía abrazando más fuerte y muy preocupada, comenzando a llorar.
—¿Natsumi...? —preguntó Haru anonadado.
—¡Haru-kun! ¡¿Por qué, Haru-kun?! —sollozó Natsumi, mientras Haru aún sorprendido no reaccionaba a ese abrazo— Yuuki-chan me lo contó todo a través de un mensaje... Vine aquí lo más rápido que pude... ¿Por qué? ¡¿Por qué, Haru-kun?!
Haru comenzando a entender, bajó la mirada un poco entristecido y arrepentido:
—Lo... Lo siento, Natsumi —ella, preocupada, no dejaba de abrazarlo.
—Esto... Te avisé solo para que estuvieras informada al respecto... No... No tenías que venir y mucho menos tan deprisa —dijo la chica Imp.
—Es natural, Yuuki, en especial con ese asunto de la tal “Quinella” —comentó Jane, y la pelimorada no tuvo más remedio que asentir en concordancia.
—Me dejaste muy preocupada, Haru-kun. No vuelvas a hacer una locura de esas. Haruhi-chan no estaría orgullosa —dijo Natsumi, y el muchacho Spriggan, entristeciéndose un poco más, decidió abrazar a su compañera Undine.
—Sí... Lo siento... —dijo él.
...
—Bueno. Creo que han pasado muchas cosas por hoy, así que... ¿Qué tal si nos vemos mañana y así ayudamos en lo que podamos a tu entrenamiento con Haru-kun, Yuuki-chan? —preguntó Jane sonriente. Yuuki asintió con la cabeza igual de sonriente.
—¡Sí! ¡Por mí no hay problema! —afirmó la chica Imp muy enérgica, y luego se dirigió a hablarle a Haru—: ¡Y tú, Haru-kun! ¡Más te vale no llegar tarde, ¿OK?!
Yuuki señaló con su dedo índice derecho a Haru, que se sorprendió, pero le asintió un poco tímido con la cabeza.
...
—Nosotros también nos vamos, Yuuki-chan. Gracias por todo —le dijo Natsumi con una sonrisa, y se retiró con Haru, dejando sola a la chica Imp.
Aún en el mundo virtual, de camino a casa, Natsumi miró sonriente y sonrojada a Haru, este último que serio, solo observaba hacia el suelo mientras caminaba.
—Me tenías muy, pero que muy preocupada, Haru-kun —le dijo Natsumi, sorprendiendo al muchacho Spriggan que volteó a ver a su compañera.
—... ¿Por qué te preocupas tanto por mí, Natsumi?
La pregunta de Haru sorprendió un poco a Natsumi, quien se ruborizó avergonzada, mirando tímidamente hacia adelante y bajando la cabeza.
—Esto... Pues... —decía ella, nerviosamente—... Haruhi, tú y yo siempre fuimos muy unidos... incluso desde niños... Soy de las pocas que conoce de tus preocupaciones y... ya que Haruhi no está... A veces siento que tengo que cuidarte a ti el doble... por ti y por Haruhi-chan... Lo cierto es que eres muy importante para mí, Haru-kun...
Tras escucharla, Haru se sonrojó un poco, pero en ese momento, se sorprendió al notar que el tiempo parecía haberse detenido a su alrededor, justo como aquella vez, solo observando cómo Natsumi se encontraba detenida y que su alrededor volvía a ser el mismo escenario en el que predominaban los tonos azules, donde él era el único que podía moverse. Haru instintivamente se preocupó, colocándose delante de Natsumi al ver que esta estaba como pausada en el tiempo.
—¿Natsumi? ¡Natsumi! —gritó preocupado.
—Parece que descubrieron lo del dispositivo, ¿eh?
Haru se sorprendió al escuchar esa voz que parecía reconocer. Se volteó hacia atrás, quedándose de espaldas a Natsumi, y observó que se trataba nuevamente de Quinella, justo como la vez anterior en ese mismo escenario azul.
—Lo... Lo siento, pero... —iba a terminar de disculparse Haru, arrepentido, pero Quinella lo interrumpió.
—No te disculpes —dijo la mujer con seriedad, sorprendiendo a Haru, cuando Quinella pasó a mostrarle una confiada sonrisa—. Aún puedes lograrlo, ¿o no?
—Sí, supongo, pero... Preferiría...
—¿Preferirías volver a decepcionar a tu hermanita? —inquirió Quinella, sorprendiendo a Haru— ¿No te bastaba decepcionarla cuando estaba viva y ahora insistes en decepcionarla incluso después de muerta?
Haru frunció sus labios con sus dientes, apretando sus puños, deprimido casi a punto del llanto por ese comentario:
—¡No! ¡Claro que no...! Pero... —iba a terminar de refutar Haru, cuando fue nuevamente interrumpido por Quinella, la cual se iba acercando lentamente hacia él.
—¿Pero qué? ¿No quieres decepcionar a tus amigos?... Claro... y es que sigues decepcionando a los demás de una forma u otra... ¿no?
Haru volvió a sorprenderse, sin saber qué decir sobre eso. Quinella sonrió para sí misma y se colocó justo de frente a él, que tenía la cabeza baja:
—¿Y ahora qué? ¿Entrenarás con Yuuki para vencer dentro de unos cuantos años al Jefe del Piso que tanto quieres vencer? ¿En serio crees que lo conseguirás? No tienes lo suficiente, Haru... ¿Por qué no lo entiendes? —las duras palabras de Quinella llegaban como una lanza al corazón de Haru que comenzaba a soltar sus lágrimas de decepción hacia sí mismo— Yo te estoy dando la oportunidad de hacerte fuerte, pero ahora mismo, no después... ¿y prefieres el camino largo?... Vale. Sigue así. De todas formas si no te das cuenta ahora... cuando vayan pasando los días y veas tus pocos progresos... entenderás que tendrás que recurrir a mi fuerza...
Entonces Quinella se dio la vuelta con la intención de retirarse, pero Haru decididamente levantó la cabeza:
—¡Espera! —exclamó Haru, y Quinella se detuvo, pero sonrió maliciosamente con confianza, sin que el muchacho Spriggan pudiera advertir este gesto, al encontrarse ella de espaldas a él— ¿Qué tengo que hacer ahora?... Siguiendo tus métodos...
Quinella volvió a voltearse para colocarse otra vez de frente a él:
—Supongo que la última vez fue muy poco el poder que te otorgué... ¿Qué te parece si esta vez obtienes un bono del 50% del jugador al que derrotes? De esta forma llegarás más rápido al Nivel 100 y podrás vencer al Jefe del Piso —dijo, y Haru le asintió con la cabeza—. Solo que esta vez como ganarás más, también perderás más... Todo golpe que te acierten corresponderá al dolor que recibirías en la vida real... No solo los jugadores sufrirán un dolor horrendo cuando pierdan, tú aunque no tanto como tus contrincantes, también sufrirás un dolor increíblemente horrendo. Esta vez intenta que no te quiten el dispositivo —y entonces la mujer le entregó un nuevo dispositivo a Haru, que parecía solo un poco diferente al anterior artefacto. El muchacho Spriggan se colocó el nuevo artilugio otra vez, oculto a la vista de los demás—. Recuerda que este dispositivo es como el anterior, así que igual estará conectado a las ondas cerebrales de tu avatar y a la vez a las de tu cuerpo en el mundo real... Por lo tanto una vez que cumplas tu sueño de derrotar al Jefe del Piso... recuerda que el dispositivo está programado para que después de ese momento... tengas un electroshock cerebral y morirás, ¿estás de acuerdo? —preguntó Quinella con una despreocupada sonrisa. Haru asintió con la cabeza, muy serio y determinado— Bien... Entonces... Te harás llamar... —Quinella se llevó los dedos a su barbilla como si se divirtiera inocentemente pensando en ello— “Caballero Oscuro”, ¿te gusta?
...
El tiempo se había restablecido. Haru se encontraba en la misma posición que antes, junto a Natsumi, esta última que no pareció consciente de ningún cambio.
En su lugar, Haru sí se detuvo serio por un momento, confundiendo a Natsumi que se volteó confundida hacia él.
—¿Te sucede algo, Haru-kun? —inquirió Natsumi con una amigable sonrisa. Haru, con la cabeza baja ocultando sus ojos en una expresión ligeramente sombría, se mantuvo sin decir nada, lo que preocupó un poco más a Natsumi.
La Undine entonces decidió acercarse a su compañero, y cuando ella se encontraba lo suficientemente cerca de Haru, este con una velocidad y habilidad impresionante, pareció apuñalarla con una especie de cuchillo completamente azul fosforescente. Natsumi tosió secamente sin poder comprender lo que estaba sucediendo.
—Lo siento, Natsumi. Esto será para controlarte, solo por un tiempo... Cuando todo acabe volverás a recuperar la consciencia de ti misma... En serio lo siento.
Entonces el dolor en el rostro de Natsumi pareció desaparecer, y la expresión de su rostro se mostró vacía de emoción, y completamente seria.
Haru, volviendo de su relato, observó la expresión atónita en el rostro de Yuuki.
—¡¡¿Y en serio aceptaste esa propuesta tan retorcida de parte de esa tal Quinella?!! ¡¡¿Me estuviste engañando todo este tiempo?!! ¡¡¿No tenías intención de entrenar con nosotros?!! ¡¡¿Solo ibas a los entrenamientos para aparentar que todo estaba bien?!! —preguntó Yuuki molesta y al mismo tiempo deprimida.
Haru en cambio, sonrió confiadamente:
—Pero es que todo está bien, muy bien. Voy a conseguir lo que quiero. ¿Por qué no estaría bien? —inquirió el Spriggan con su confiada sonrisa.
—Porque... —Yuuki bajó la cabeza, muy seria y molesta, ocultando sus ojos con los mechones de pelo delante de su frente— Algo que se obtiene sacrificando una vida... —la chica Imp hizo aparecer rápidamente su espada en su mano derecha y la sostuvo con fuerza— ¡¡¡No está bien!!!
Gritando esto, Yuuki se impulsó con una gran velocidad y provocándole un enorme daño en el pecho a Haru, que sintió un increíble dolor con la cortada transversal de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba.
Mientras que, como a cámara lenta, Haru sentía ese intenso dolor, recordaba las palabras de Quinella: «Solo que esta vez como ganarás más, también perderás más... Todo golpe que te acierten corresponderá al dolor que recibirías en la vida real... No solo los jugadores sufrirán un dolor horrendo cuando pierdan, tú aunque no tanto como tus contrincantes, también sufrirás un dolor increíblemente horrendo».
—Quinella-sama... tenía razón... El dolor es inaudito...
Haru todavía sintiendo el dolor a cámara lenta, resistió el malestar.
Yuuki, con una mirada diferente a la suya habitual, como si estuvieran sus ojos alimentados de odio y furia, se dispuso a agarrar con su mano izquierda, la banda con el dispositivo de Haru, pero este rápidamente reaccionó aunque aún con dolor, y realizó un giro rápido metiéndole una patada a Yuuki que fue lanzada hacia atrás, teniendo que apoyar más sus pies en el suelo (uno de los muros de los laberintos flotantes) para mantenerse de pie, resistiendo aún con furia en sus ojos, la patada de Haru, quien sacó su espada, comenzando así un combate entre espadachines contra Yuuki.
Dos ráfagas, una negra y otra violeta, se encontraban interactuando dentro de ese mundo distorsionado con parecido a un laberinto en el cual no se podía distinguir cuál era la parte de arriba y cuál era la parte de abajo, en un lugar donde la gravedad no parecía hacer efecto. Las ráfagas interactuaban y hacían el ruido correspondiente de dos espadas chocando entre ellas, a una increíble velocidad, y también se escuchaba el sonido de cuerpos luchando cuando las espadas no parecían suficientes para el combate.
Dichas ráfagas, que no parecían distinguirse, eran Haru y Yuuki respectivamente, los cuales se apoyaban en los muros y paredes del laberinto para coger impulso y volver a lanzarse contra su contrincante y hacer interactuar sus espadas. En ese mundo distorsionado o algo parecido a un “mundo al revés”, los muros y paredes estaban lo mismo en la parte de arriba o la de abajo.
Yuuki no eliminaba la furia en sus ojos y continuaba el combate con un intenso fervor, tratando de acertar un golpe contra Haru, quien con mucho esfuerzo procuraba no ser lastimado por los continuos ataques de la chica Imp, quien parecía cada vez más dominada por sus ganas de lucha y mostraba cada vez, menos consciencia de sí misma.
—Yuuki... —la chica Imp se sorprendió al escuchar la voz de su hermana Aiko, recordando una vez cuando conversaron dentro del juego en el pasado— Deberías tener cuidado... A veces es como si dejaras de ser tú misma cuando te centras mucho en una batalla... —la imagen de Aiko se veía un poco borrosa para Yuuki, quien mientras recordaba otros momentos, continuaba su lucha, y su respiración se hacía cada vez más pesada, comenzando a hiperventilar.
—Yuuki... —esta vez la chica Imp escuchó la voz de Asuna, la cual también tenía su imagen borrosa en el recuerdo de la pelimorada— Deberías tener cuidado... A veces es... como si dejaras de ser tú misma cuando te centras mucho en una batalla... Y... Eso hace que me preocupe por ti... No sé qué podría pasar si no llegaras a controlarte... Me gustaría que no te tomes tan a pecho las batallas, por tu bien, ¿sí? Y es que... ¡Cielos! Sabes que no me gusta ni llegar a pensar que te pueda pasar algo malo —le había dicho Asuna con una tierna sonrisa, y la Yuuki de ese entonces se sonrojó al escuchar a Asuna frente a ella—. ¿Entonces me prometes que te cuidarás?
Yuuki continuaba con su lucha contra Haru.
—¡Yuuki! —la otra voz que la chica Imp escuchó, fue la de Yukito, el chico cuyo rostro desde hace tiempo se veía borroso en los recuerdos de la pelimorada, pero su vestimenta era muy parecida a la de Yuuki, aunque era como si se tratara de su versión masculina, y combinaba el morado y el rojo de la misma forma que ella, los dos casi pareciendo gemelos. El pelo de Yukito era del mismo color que el de Yuuki, y lo único que no se lograba ver en el borroso recuerdo de la pelimorada, eran los ojos del muchacho Imp, que parecía muy sonriente y entusiasta, con sus manos en la cintura, muy confiado— ¡Oye, Yuuki! Me gusta tu entusiasmo durante las batallas, pero... ¿No crees que deberías controlarte un poco?... A veces se siente... como si dejaras de ser tú por un momento... Se siente como si la tierna Yuuki desapareciera por un instante... —había dicho Yukito, sorprendiendo a Yuuki que estaba en ese momento del pasado, frente al muchacho Imp, escuchándolo atentamente. Entonces, Yukito pareció avergonzarse un poco tímidamente— ¡N... No es que me preocupe por ti!... ¡Y... Y... Y no es que me parezcas tierna la mayoría del tiempo... ¡Digo! No es que me parezcas tierna a veces, pero...! —Yukito, al parecer cada vez más sonrojado, se colocó su dedo índice derecho tímidamente en su mejilla derecha—... La verdad es que sí... Me pareces muy tierna la mayoría del tiempo... Y me preocupo por ti en todo momento... Es por eso que no quiero pasar por alto nada... ¿Me prometes que te cuidarás, Yuuki? —preguntó él tímidamente. Yuuki se sorprendió, pero terminó sonrojándose y sonriendo muy feliz, cerrando sus ojos y mostrando una gran sonrisa.
—¡Sí! ¡Lo prometo! —tanto la Yuuki que hablaba con Yukito, y la Yuuki que hablaba con Asuna, respondieron lo mismo y de la misma forma a las preguntas de estos dos. Yuuki, dentro del laberinto, con su mirada un poco perdida mientras hiperventilaba exhausta por un poder que parecía rezumar por alrededor de ella, comenzaba a recordar las figuras de tres de sus personas más importantes, las tres delante de ella: su hermana Aiko de espaldas a Yuuki en el medio, la chica Imp entre Asuna a la izquierda y Yukito a la derecha.
Yuuki comenzaba a sentirse tensa y se abrazaba a sí misma como tratando de retener un pesar que estaba sintiendo dentro de ella. De repente, y algo que sorprendió mucho a Haru, de Yuuki comenzó a emanar una especie de aura de poder de color violeta, que parecía una energía extremadamente siniestra e intimidante, porque su color era demasiado oscuro como el abismo más profundo.
Haru se preocupó:
—¿Qué es eso? —se preguntó en su pensamiento, un poco asustado y preocupado— Ese poder... Esa aura... La energía que emana de ella es tan intensa que... Me siento intimidado de solo verla... Es algo oscuro... Es algo siniestro... ¿Qué poder es ese? ¿Qué tipo de poder esconde Yuuki?... Y... ¿Ella será consciente de ese poder?
—Ac... Acc... Acce... Accel... Accel-kun... —Yuuki, con mucho esfuerzo en mencionar un solo nombre, pareciendo realmente asustada por alguna razón, sintió una intensa presión después de soltar unas cuantas pequeñas lágrimas que asomaban por sus ojos que comenzaban a mostrarse carentes de cualquier tipo de brillo.
—Da igual... De todas formas nunca pensé que de verdad podría vencer a Yuuki... Y creo que ya he perdido demasiado mi tiempo...
Entonces Haru chasqueó sus dedos e hizo desaparecer ese mundo.
Los dos, Yuuki y él, aparecieron donde estaban Natsumi y los “Sleeping Knights”, pero la chica Imp apareció acostada en el suelo con su mirada ida sin pizca de algún tipo de brillo, mientras que Haru se encontraba intacto de pie, mirando hacia el cuerpo de Yuuki que no tenía ni un rasguño, pero yacía inconsciente en el suelo.
—Parece que ese mundo paralelo en el que estábamos dentro del juego, estimuló la aparición de ese misterioso poder... Al parecer es más difícil sacar a luz ese poder dentro del juego como tal... Por lo visto se necesita de una atmósfera un tanto diferente... Aunque ni yo sé qué tipo de mundo es el que me enseñó a crear Quinella-sama.
—¡¡OYE, DESGRACIADO!! ¡¡¿Qué le hiciste a Yuuki, miserable?!! —preguntó Accel molesto tras caer en cuenta de que Yuuki y Haru habían vuelto, lanzándose con su espada contra Haru, quien reaccionó rápidamente y consiguió colocar su espada frente a la estocada de Accel, que venía acompañada de mucha potencia.
Haru se sorprendió al advertir que Accel mostraba un brillo dorado en sus ojos mientras continuaba ejerciendo fuerza en su espada:
—¿Él también... tiene un poder misterioso?... —se preguntaba Haru confundido, para luego alejarse de las estocadas que realizaba Accel.
El Undine sin darle más importancia a Haru, rápidamente se agachó al lado del cuerpo de Yuuki, colocando su espada en su mano izquierda y su mano derecha en la mano izquierda de Yuuki que esta tenía en el suelo, apretando con fuerza su mano.
—Que conste que no llegué a lastimarla —dijo serenamente Haru—. Yuuki activó una fuerza extraña, que al volver aquí pudo más que ella, o por lo menos es lo que yo pienso. Así que no tengo la culpa... Ni siquiera pude darle una sola estocada... —y diciendo esto, se dio la vuelta de espaldas a los “Sleeping Knights”— Vámonos, Natsumi. Creo que por hoy hemos tenido suficiente —su compañera Undine se colocó al lado de Haru, igual de espaldas a los demás—. Por cierto, Accel... —dijo de repente, llamando la atención de los “Sleeping Knights”, incluyendo al Undine mencionado que comenzaba a perder el brillo dorado en sus ojos, ya no mostrando furia en su mirada— Cuida más a Yuuki... —Accel se sorprendió— Tal vez es solo una suposición mía, pero... Creo que deberías asegurarte de que ese misterioso poder que posee Yuuki, no la termine lastimando a sí misma... Cuídala —y entonces Haru se retiró junto a Natsumi a través de una fuerte ventisca que cuando desapareció, Haru y Natsumi ya no estaban.
Accel se quedó un poco confundido, y luego volteó a ver a Yuuki, que esta vez era la que agarraba con fuerza la mano de Accel, ahora un poco más consciente.
—¡La barrera ya no está! —exclamó uno de los jugadores, que luego se retiró activando sus alas, yéndose junto a los demás, quedándose solo los “Sleeping Knights”.
—Ac... cel-kun... —susurró Yuuki, tierna pero débilmente, haciendo sonreír tiernamente a Accel, quien guardó su espada y le entregó a Mei la “Sword God Violet” de Yuuki para que la sostuviera.
Accel decidió cargar a Yuuki en sus brazos, con la cabeza de la chica Imp recostada cómodamente en el hombro izquierdo del Undine, quien activó sus alas y voló lejos del “Árbol Sagrado Spriggan”, seguido por sus demás compañeros.
Los “Sleeping Knights” llegaron a la casa de Yuuki, y Accel colocó a esta con mucho cuidado en la cama de la habitación de la chica Imp, quien estaba durmiendo tras todo el cansancio acumulado.
—¿Quieres quedarte solo con ella un tiempo? No me molestaría. Sé que la vas a cuidar muy bien —le dijo Mei con una tierna sonrisa a Accel, quien le sonrió.
—Gracias. Te lo agradecería mucho. No tienes que irte, pero ciertamente me gustaría pasar un tiempo a solas con ella —dijo el muchacho Undine, y Mei le asintió con la cabeza y se retiró de la habitación, dejándolos solos a los dos.
Accel, preocupado, recordó las palabras de Haru: «Cuida más a Yuuki... Tal vez es solo una suposición mía, pero... Creo que deberías asegurarte de que ese misterioso poder que posee Yuuki, no la termine lastimando a sí misma... Cuídala».
—Haru-kun reunió a muchos jugadores de una vez en el mismo lugar. Encerró a todas esas personas dentro de una barrera para ir derrotándolas una a una. Lo hizo así no contando con que íbamos a interferir, pero... Si decidió irse... Es porque... —Accel analizaba cuidadosamente la situación, y luego se sorprendió preocupándose grandemente— ¡No puede ser! ¡¿No será que...?!
Pero sin necesidad de pensar más, Accel salió corriendo del cuarto de Yuuki, bajando las escaleras de dentro de la casa de esta y encontrándose con Mei sentada en el sofá de la sala. La muchacha Undine se confundió al ver a Accel tan alterado.
—¿Qué sucede, Accel-kun?
—¡Me voy! ¡Después te cuento! ¡Cuida a Yuuki! —dijo el peliazul, retirándose de la casa y dejando confundida a Mei.
[...]
—Mundo Virtual, SALO, “Mazmorra de los Pisos”, Piso 11—
Haru y Natsumi estaban frente a la gran puerta que daba a la recámara del Jefe.
—Quédate aquí —dijo el Spriggan, y la Undine seria, simplemente le asintió con la cabeza, sin decir nada—. Si venzo al Jefe del Piso, pero no salgo de la recámara... No me esperes —Natsumi, que otra vez seria sin emoción, volvió a asentir con la cabeza, deprimiendo un poco a Haru—. Si venzo al Jefe del Piso... No regresaré así que... —hizo una pausa, incómoda para él—... Solo quería agradecerte por todo lo que has hecho por mí, Natsumi... Siempre me apoyaste y guiaste correctamente... Incluso en la escuela siempre estás a mi lado tratando de hacerme lo más feliz posible... Discúlpame por los momentos en los que te decepcioné... —pero Natsumi continuaba seria sin inmutarse, lo que volvió a deprimir un poco a Haru que antes mostraba una pequeña pero tierna sonrisa— No sé ni para qué te estoy diciendo todo esto. Cuando muera dejarás de estar controlada y no recordarás nada de esto, pero... Supongo que yo no me iba a ir de este mundo completamente satisfecho si no decía todo lo que siento... —se sinceró con una pequeña sonrisa para sí mismo, y se volteó de frente a la gran puerta.
—¡¡HARU!! —gritó alguien. El mencionado Spriggan se volteó hacia atrás, sorprendiéndose al notar que se trataba de Accel.
—¿Accel? ¿Cómo sabías que estaría aquí?
—Lo supuse pensando que si renunciaste a luchar contra todos esos jugadores, entonces sería porque irías directamente a enfrentar al jefe de este piso. Después de todo, tu objetivo no ha cambiado, ¿no?
Haru terminó sonriendo, y se volteó completamente de frente a Accel, para luego mirar hacia Natsumi que también lo miraba a él en lo que Haru se disponía a hablarle.
—Si mando a Natsumi a desconectarse, despertará consciente en el mundo real y se preguntará lo que pasó y vendrá desesperada hasta aquí... Lo mejor será que se quede dentro de este mundo... —pensó Haru— Natsumi, ve a tu habitación dentro del juego. Esto lo resolveré yo solo. No te preocupes por mí.
Natsumi simplemente volvió a asentir con la cabeza y se retiró pasando por el lado de Accel, quedándose este solo con Haru, quien se acercó al Undine estando frente a este pero más cerca.
—Eres muy inteligente, Accel-kun. Te felicito por haberlo descubierto. ¿Y ahora? ¿Vas a detenerme? —preguntó el Spriggan con una confiada sonrisa.
—Si insistes en esa estúpida idea de quitarte la vida, no tengo más remedio que detenerte —dijo el Undine muy serio.
—¿Por qué insisten en entrometerse en mi vida? Tanto tú como Yuuki. Simplemente no lo entiendo. Apenas nos conocemos. ¿Por qué insisten en meterse en mi vida? —inquirió, esta vez más serio.
—... —Accel se mantuvo tres segundos en silencio, para luego hablar con sinceridad—: No ha pasado mucho desde que conocí a Yuuki... y aún así siento que eso no importa para que quiera pasar el resto de mi vida a su lado —dijo, sorprendiendo a Haru—. Además, tú fuiste el primero que se entrometió en nuestras vidas —comentó Accel con una tierna sonrisa, confundiendo a Haru—... Fuiste tú quien salvaste a Yuuki en el Piso 9... y nos cediste la oportunidad de luchar a nosotros... que en ese momento éramos más desconocidos que ahora. Al menos ahora sabemos un poco más de ti... Como que tenías una hermana a la que quieres mucho, tanto que estás a punto de hacer una locura como esta por ella... Y aunque te entiendo, yo... —iba a terminar de decir Accel, cuando fue interrumpido por Haru que se molestó y reaccionó de forma violenta.
—¡¡Alguien que sube de nivel tan rápido y como si nada, nunca podrá comprender el dolor que representa ser un inútil incluso dentro de un maldito juego!! —le gritó Haru, sorprendiendo a Accel— No sabes... No sabes lo agobiante que era... Ver cómo subías hasta el Nivel 99 y que ni siquiera lo notaste... ni siquiera te importó... No lo consideraste algo de lo que sentirse orgulloso... ¡Para ti era algo insignificante!... ¡¿Siendo tú así de fuerte cómo puedes decirme que comprendes la situación de un inútil como yo?! —reclamó Haru muy molesto.
Accel aunque al principio un poco entristecido, decidió responder seriamente:
—Las personas están muy equivocadas... —comenzó diciendo el Undine, confundiendo a Haru— Para ti el hecho de subir de nivel es un premio, pero... Para mí no... Que te den un premio no significa que hayas hecho algo bien o algo bueno. Hay personas malas que son premiadas y uno no entiende cómo. Presidentes malos son elegidos para gobernar un país, algunos sabiendo que son malos, porque algunos ni siquiera intentan ocultar que son malos. Un premio no es más que una forma de hacer sentir bien a otros, aunque no se lo merezcan —dijo, sorprendiendo a Haru.
—... ¿Y qué se supone que hago ahora?... Yo... ¡No quiero renunciar a cumplir el sueño de mi hermana!
—... Cuando juntamos las pequeñas cosas de la vida, nos damos cuenta de lo grande que es todo lo que nos rodea... Y que en realidad, los pequeños somos nosotros —dijo el Undine, sorprendiendo a Haru—. Lo que quiero decir es... Siempre hay algo que se puede hacer... No tienes que recurrir a una locura para cumplir un sueño que puede llegar a ser tierno e inocente del todo.
—... Sé que las cosas no me han salido bien... Nada de lo que he hecho ha salido como yo he querido, pero... ¡No me puedes culpar por recurrir al plan de Quinella-sama! ¡Es la única forma segura que tengo de lograr lo que deseo! ¡La única forma de lograr mi sueño y el de mi hermana!
—... Te seré sincero, Haru... La mayor parte de mí es un ser despreciable —dijo Accel, sorprendiendo al Spriggan—. La mayor parte de mí está aquí con la intención de detenerte no por querer lucirme como un ridículo héroe con un ideal que son solo palabras bonitas. Yo, con toda sinceridad te confieso, que mi mayor prioridad en esta situación de vida y muerte para ti, es simplemente hacer feliz a Yuuki —Haru se sorprendió más ante las serias palabras del Undine, escuchándolo atentamente—. Yuuki no será feliz si tú mueres, y no quiero que Yuuki sufra... En cuanto a mi propio deseo, también considero que sacrificarse de esa forma es algo patético... Todos tenemos problemas, graves o pequeños, suicidarse puede cualquiera, o mejor dicho, cualquier cobarde... ¡Si quieres demostrar que no eres un inútil, pues no actúes como uno que ve el suicidio como la solución más práctica, jodido imbécil! —Accel se exaltó un poco, dejando más sorprendido a Haru que a pesar de todo continuaba escuchándolo atentamente—... Si te hubiera conocido sin antes conocer a Yuuki, tal vez no me hubiera esforzado en considerarte mi amigo, pero ahora te considero como tal. Así que... mayormente debido a mi repugnante deseo egoísta de hacer feliz a Yuuki, y mínimamente por el cariño real que te tengo por haberla salvado en aquel entonces... Ahora también te salvaré a ti, quieras o no. Esa es mi egoísta sinceridad.
—... ¿Por qué...? —Haru apenas podía susurrar su confusión, frunciendo sus labios con sus dientes y apretando un poco sus puños.
—... Incluso si yo mismo me considero un repugnante ser egoísta y despreciable... nunca sería capaz de dañar la felicidad de los inocentes por el bien de mi propia felicidad... Ese por lo menos, es mi sistema de valores y que creo que todos deberíamos tener claro... Si sabes que las cosas no siempre salen como uno quiere, entonces deberías pensar bien las cosas antes de hacerlas, y más cuando puede afectar a los demás, no solo a ti.
Haru se mantuvo en silencio, sorprendido por las palabras de Accel.
—¡Haru-kun! ¡Accel-kun! —gritó una voz que fue reconocida al instante por los dos muchachos mencionados, los cuales voltearon a ver hacia atrás de Accel por donde venía la voz. Era Yuuki, acompañada por el resto de los “Sleeping Knights”.
—¡¿Yuuki?! —preguntó Accel, igual de sorprendido que Haru.
Yuuki se colocó a la izquierda de Accel, sonriéndole muy confiada y tiernamente:
—¡Sí! ¡No me puedo creer que me dejaras atrás! Vi en el Mapa que Haru-kun y tú estaban en la “Mazmorra de los Pisos”, por lo que vinimos lo más rápido posible.
—¡Te dejé atrás porque estaba preocupado por ti! ¡Creo que ya es bastante que estés de pie! ¡Hace poco estabas completamente exhausta en tu cama! —refutó Accel, lo que provocó que Jane, Karl y Kei se ruborizaran avergonzados al escucharlo.
—¡E... E... Eso último sonó mal! —dijeron Karl y Kei al mismo tiempo, confundiendo a Accel y a Yuuki, los cuales voltearon sus rostros para mirar aturdidos a sus compañeros.
—Bueno. Como sea... —el Undine decidió cambiar de tema sin darle mucha importancia— No te desperté para que descansaras. Estaba muy preocupado por ti.
Yuuki se sonrojó un poco tímidamente:
—Lo sé, pero... Yo también estaba preocupada por ti y por Haru-kun. Y ya estoy bien. Así que tú no te preocupes.
Luego, todos los “Sleeping Knights” se sorprendieron al notar que la gran puerta se estaba abriendo con Haru de espaldas a ella, muy serio, preocupando a Yuuki y a los demás de su grupo.
—Ya estoy cansado... De que me tengan lástima por ser un inútil...
Mientras los “Sleeping Knights” estaban preocupados, Haru muy serio, extendió su mano diestra y apretó su puño derecho a la vez que creaba con su poder, una gran cantidad de pequeños monstruos que se lanzaron instantáneamente a atacar a los “Sleeping Knights”, los cuales sacaron sus armas y comenzaron a luchar contra los pequeños monstruos que cada vez parecían más, aunque con una sola y simple estocada desaparecían.
—Tranquilos, cuando ya no esté vivo dejarán de aparecer monstruos. Mientras tanto, entreténganse —dijo Haru, dándose la vuelta de espaldas a los “Sleeping Knights” y de frente a la gran puerta que se abría delante de él.
Haru comenzó a caminar hacia dentro de la recámara:
—¡A este paso no llegaremos adentro de la recámara para salvar a Haru! —gritó Accel, luchando junto a Yuuki de espaldas a la gran puerta.
—¡Oh! ¡Ya sé! ¡Rei-kun! —la chica Imp miró con una confiada sonrisa a Rei, este último que al principio se sorprendió confundido, pero al ver la sonrisa de Yuuki, pareció comprender y al instante le asintió con la cabeza.
Accel continuaba luchando contra algunos de los monstruos, cuando de repente, una ráfaga violeta en forma de círculo se expandió alrededor de él, lo que llamó su atención, y al mirar hacia atrás observó que se trataba de Yuuki que dando una voltereta, con su espada prendida de un brillo violeta, provocó un círculo púrpura que atravesó a Accel sin hacerle daño, pero sí eliminando a los monstruos alrededor en el radio que abarcaba el círculo, el cual realizó unas cuantas veces más dejando sorprendido a Accel.
—¡««Habilidad Mágica de Tipo Oscuridad: Círculo Exorcista»»! —Yuuki activó el comando de su técnica. Accel se sorprendió, pero mucho más cuando de repente Yuuki sujetó la mano izquierda del Undine, haciendo que se sonrojara muy tímido y confundido— ¡Ahora, Rei-kun! —le indicó Yuuki al chico Sylph, quien le asintió con la cabeza y se disponía a lanzar un hechizo.
—¡««Habilidad Mágica de Tipo Viento: Ráfaga de Viento»»! —enunció Rei, y de sus manos extendidas hacia el frente, salió una potente brisa que impulsó contra Accel y Yuuki.
—¡Salta ahora, Accel-kun! —dijo Yuuki. Accel, aunque confundido, decidió saltar al mismo tiempo que la chica Imp, y los dos apoyaron sus pies en el viento detrás de ellos, que los impulsó contra la gran puerta que se estaba cerrando, pasando cuando solo quedaba un espacio disponible, teniendo que girarse para pasar los dos sin problemas, lográndolo, y alegrando a sus compañeros.
—¡Whoa! ¡Eso fue increíble! —exclamó Karl asombrado.
—¡Whoa! ¡Qué emoción! ¡Qué subidón de adrenalina! —expresó Yuuki, muy sonriente, aún sosteniendo la mano de Accel que seguía confundido por lo que acababa de pasar. Luego, el Undine notó que seguía cogido de la mano de la chica Imp, sonrojándose tímida y nerviosamente— ¿Qué sucede? —inquirió Yuuki confundida, notando que Accel estaba algo nervioso pero no entendiendo por qué.
—Na... Nada, solo... —balbuceó el peliazul sonrojado y tímidamente. Fue entonces cuando Yuuki confundida, bajó su mirada, observando que estaban cogidos de las manos, por lo que se sonrojó igual de tímida y apenada, apartando su mano de la de Accel, quien volteó su mirada hacia el lado contrario de donde estaba Yuuki, lo mismo que ella que miraba hacia el lado contrario de donde estaba Accel.
—Lo... Lo siento. No... No me di cuenta —dijo ella, y el Undine le asintió tímido con la cabeza.
—No... No pasa nada. Tranquila.
Luego, Yuuki miró hacia adelante, concentrándose con un rostro de repente serio, en el hecho de que el Jefe del Piso 11 estaba surgiendo a través de partículas de luz, frente a Haru que se encontraba de espaldas a Yuuki y Accel, con su espada en la mano derecha observando solamente al monstruo que surgía frente a él, al parecer sin notar que la chica Imp y el Undine estaban detrás suyo.
—¿Yu... Yuuki? —preguntó el peliazul confundido al notar que Yuuki estaba muy seria. De repente, la chica Imp corrió a una velocidad increíble, sorprendiendo a Accel. Incluso Haru se sorprendió al notar que alguien había zafado de golpe la banda alrededor de su frente junto con el dispositivo, siendo Yuuki que tras llamar la atención de Haru, rompió el dispositivo delante de él, tirándolo contra el suelo y luego pisándolo hasta partirlo en varias partes.
Haru, en el suelo arrodillado tras Yuuki de repente abalanzarse contra él, miraba atónito lo que había sucedido:
—¡¿Yuuki?! ¡¿Pero cómo entraste?!
La chica Imp, aprovechando que Haru estaba arrodillado delante de ella, lo cogió bruscamente del cuello de la camisa, mirándolo molesta:
—¡Si insistes en conseguir algo sacrificando tu vida, ¡te enseñaré lo doloroso que es morir sin cumplir tu sueño, ¡porque seré yo quien me encargue de matarte a golpes!!! —exclamó Yuuki muy molesta, sorprendiendo a Haru. Accel también estaba un poco sorprendido, pero al final terminó sonriendo, acercándose a ellos.
—Nadie sabe qué hay después de la muerte, pero cada uno sabe qué hubo antes de ella —dijo el Undine, sorprendiendo más a Haru, mientras Yuuki soltaba el cuello de la camisa del Spriggan, quien deprimido bajó la cabeza, casi a punto del llanto.
—¿Qué puedo hacer... si todo me sale mal?
—Una vida desperdiciada es aquella que no prevalece después de la muerte —dijo Accel con una amable sonrisa, sorprendiendo tanto a Haru como a Yuuki, esta última que se sonrojó un poco observando al peliazul—. Así que mientras estés vivo, haz con tu vida solo el bien. Con tu vida puedes hacer siempre mucho bien, siempre más y más bien. Sacrificar tu vida cuando hay otras opciones... está mal. La muerte es como la lotería... no se sabe cuándo te puede tocar. Por lo que nunca adelantes tu muerte, siempre intenta vivir por el bien de los demás y de ti mismo. Hay millones de cosas que nos quedarán por hacer una vez que estemos muertos... pero hay trillones que no llegaremos a hacer si nos rendimos antes de intentarlo...
Haru estaba enormemente sorprendido por aquellas palabras, mientras que Yuuki se había sonrojado más escuchando hasta el final a Accel que no notaba el sonrojo de la chica Imp al estar mirando con amabilidad a Haru.
—Aún así... Aunque creo que todo lo que dices es cierto... yo... —susurró Haru.
Fue entonces cuando Yuuki dejó de sonrojarse para mirar seriamente a Haru:
—¿Solo porque una persona muera significa que rompes el lazo que una vez tuviste con ella?... Qué estúpido... —el Spriggan se sorprendió al escucharla— Es como decir que tu comida favorita deja de ser la favorita porque te terminaste toda la que había en el refrigerador de tu casa...
—¿Eh? —Haru inocentemente puso los ojos en blanco, incrédulo ante aquella comparación de parte de la chica Imp. Accel también sonrió incrédulamente.
—Es una comparación al estilo de Yuuki, pero... muy cierta... —pensó el Undine mirando incrédula pero al mismo tiempo tiernamente a Yuuki que seguía observando seria a Haru.
El Spriggan terminó mirando a la chica frente a él, fijamente. Yuuki de repente le mostró una grande y reluciente sonrisa mientras lo miraba igual tiernamente.
—La vida consiste en alcanzar aquellos recuerdos que nos harán felices, aunque sea inevitable que se cuelen algunos recuerdos no deseados —dijo la chica Imp, con una tierna sonrisa, que hizo sonrojar a Haru. El Spriggan más conmovido, terminó sonriendo mientras se levantaba y secaba un poco sus ojos que estaban a punto del llanto.
—Tienen razón... Prometo... esta vez de verdad... Que viviré al máximo y todos mis sueños se cumplirán sin necesidad de que tenga que sacrificar mi vida...
Accel y Yuuki sonrieron al escuchar eso.
—Espero que esta vez no nos engañes —sonrió la chica Imp. Haru, con una tierna y cálida sonrisa, asintió con la cabeza—. Después de todo... —la pelimorada hizo una pausa, que llamó la atención del Spriggan y del Undine— Saber que para alguien fuiste realmente importante en su vida, es más que suficiente.
Diciendo esto, Yuuki le mostró una gran y brillante sonrisa mientras cerraba los ojos, sorprendiendo y sonrojando tanto a Haru como a Accel.
—¡Bien! ¡Ya casi aparece por completo el Jefe del Piso, ¿lo enfrentamos?! —preguntó de repente la chica Imp, abriendo los ojos. Aunque sorprendidos, Haru y Accel dejaron de sonrojarse y asintieron con la cabeza.
Los tres se colocaron en posición de combate contra la criatura que cada vez iba tomando más forma, estando Yuuki entre Haru a su izquierda y Accel a su derecha.
Un monstruo apareció delante de ellos. Esta vez contaba con una cola que hacía función de un enorme látigo con apariencia de serpiente que se podía mover a voluntad. Yuuki y Haru se sorprendieron al ver la serpiente y el increíble tamaño de esta.
—¿Una serpiente? —se preguntó la chica Imp sorprendida.
—¿No solo tendremos que luchar contra el Jefe del Piso, sino también contra esa serpiente gigantesca? —inquirió el Spriggan, llamando la atención de Accel que serio, miró a Haru y luego hacia el monstruo delante de ellos.
—Haru-kun... —dijo el Undine, llamando la atención del Spriggan que volteó a verlo. Accel continuaba mirando serio al monstruo—... Un héroe es todo aquel que hace lo que puede —dijo, sorprendiendo a Haru. Yuuki sonrió mirando de reojo a Accel.
—¡Bien! ¡Vamos! —exclamó la chica Imp. Accel y Haru asintieron con la cabeza y comenzaron a correr a una velocidad increíble.
El Undine comenzó propinando varias estocadas en las piernas del monstruo, corriendo rápidamente para esquivar los ataques de la criatura, así como los movimientos veloces casi impredecibles de la “serpiente látigo”.
Lo mismo sucedía con Yuuki y Haru, los que tenían que probar suerte acerca de cuándo podían atacar sin correr el riesgo de ser embestidos igualmente por los movimientos sorpresivos de la “serpiente látigo”.
Haru consiguió subir por las extremidades del monstruo, y logró propinarle varias estocadas a su rostro, lo que lo alegró mucho, pero se preocupó al notar que la culebra pareció enfurecerse e instantáneamente tras golpear el rostro del monstruo, la serpiente reaccionó lanzándose a atacar a Haru.
El Spriggan entonces recibió un fuerte golpe de parte de la cabeza de la culebra tras evitar que esta en cambio lo mordiera, lanzándole a la serpiente una estocada que la lastimó y puso mucho más molesta, por lo que reaccionó golpeando nuevamente de cabezazo a Haru y lanzándolo contra los bordes del terreno de combate, provocándole un enorme daño, y preocupando a Accel y a Yuuki.
La chica Imp decidió correr hacia Haru para ayudarlo, pasando por al lado de Accel, mirándose los dos y asintiéndose con la cabeza, comprendiendo Accel lo que iba a hacer Yuuki sin necesidad de decir palabra alguna. El Undine se encargó de enfrentar tanto al monstruo como a la serpiente, con un gran esfuerzo, solo haciendo uso de su agilidad y de su espada.
Yuuki llegó hacia donde se encontraba Haru que se recuperaba aún en el suelo por el impacto contra el muro de los alrededores del terreno. La chica Imp se colocó de espaldas al Spriggan pero en posición de combate, procurando que no atacaran al indefenso Haru.
—¡Levántate, Haru-kun! ¡Ahora que puedes, vamos!
El Spriggan, tras retener un poco su dolor colocando su mano en su abdomen, se deprimió bajando un poco la mirada, insatisfecho con sí mismo.
—Lo siento... Yuuki... Pero es imposible para mí... Ya tendría que haberlo sabido... —dijo Haru, sorprendiendo a la chica Imp, la cual terminó mirando con un serio rostro a Accel, que continuaba luchando contra el monstruo y la serpiente a la vez.
—Haru-kun... —dijo ella, llamando la atención del Spriggan, quien subió la mirada para observar a Yuuki que seguía observando hacia el frente, de espaldas a Haru— Tu determinación aumenta mientras más luches por lo que deseas... ¿Acaso no deseas lograr tu sueño?... ¡Pues entonces no dejes de luchar por eso! ¡Mientras más luches, más querrás luchar y solo así conseguirás lo que deseas! ¡Incluso si ahora mismo no posees la fuerza para lograr lo que te propones, solo luchando podrás obtener experiencia, conocimiento, poder! ¡Las personas no nacen fuertes, ¡las personas nacen con la capacidad de hacerse fuertes a través de su propio esfuerzo!! ¡La capacidad de crecer es nuestra mayor fortaleza, así que levántate!
Las palabras de Yuuki que exclamaba con tanto sentimiento, llenas de ánimo, sorprendieron y conmovieron grandemente a Haru, quien sentía la seria y fuerte voluntad de la chica Imp frente a él.
Tras bajar un poco la cabeza de forma pensativa, Haru se terminó levantando, dispuesto a seguir luchando:
—¡Tienes razón, Yuuki-nee-chan!
—¡¿...?! ¿“Yuuki-nee-chan”? —preguntó la chica Imp, sorprendida.
—Sí. ¡Vamos! —dijo el Spriggan, siendo el primero en correr hacia el monstruo, dejando confundida a Yuuki, pero luego la pelimorada terminó sonriendo y también corrió hacia el monstruo— ¡Accel-kun, ¿puedes darme un poco más de tiempo, si no te es más molestia?!
Accel le sonrió:
—¡No hay problema!
—¡Yo te ayudo, Accel-kun! —dijo la chica Imp, y el Undine le asintió con la cabeza a su compañera— ¡««Habilidad de Espada Original: Sexto Sentido»»!
Yuuki activó su sexta habilidad de espada más poderosa, un combo de 6 golpes, otorgándole a la espada un brillo amarillo muy intenso. Las pupilas de los ojos de Yuuki también recibieron un color dorado, que le permitió a Yuuki sentir mejor sus cinco sentidos. En el campo de visión de la chica Imp, todo aparecía oscuro, excepto sus sentidos que se mostraban dorados, del mismo color que el brillo de su espada.
Yuuki, tras activar su habilidad de espada, cerró los ojos, y la serpiente, pensando que estaba desprevenida, se abalanzó contra ella por la izquierda de la chica Imp, pero esta última, aún con los ojos cerrados, hizo presión con su mano izquierda en el recazo de la hoja de su espada, por donde no estaba afilada, utilizando su espadín como intermediario entre la serpiente y ella.
La pelimorada sin inmutarse y aún con los ojos cerrados a pesar de que estaba siendo arrastrada por la serpiente, se apoyó en su espada para subir a la cabeza de la serpiente y luego agarró su hoja una vez arriba de la culebra, y encajó la espada en la cabeza de la serpiente realizando una cortada con un increíble potencial que recorrió toda la superficie de la culebra a pesar de que esta se encontraba en movimiento y su cuerpo no estaba en línea recta.
—Sexto Sentido... —pensó Yuuki nombrando su primer ataque, aunque solo para sí misma. Dicha habilidad de espada dejó sorprendidos a Haru y a Accel, en especial a este último, que parecía recordar algo.
—A Yuuki aún le quedan muchas habilidades increíbles por mostrar —le había dicho Jane en el recuerdo de Accel, conversando los dos en el jardín de la casa de Yuuki mientras todos hacían diferentes cosas para entretenerse y divertirse.
—¿Cómo lo sabes? —le preguntó el Undine.
—Porque le pregunté a Mei —dijo la Cait Sith—. Dijo por ejemplo, que Yuuki tiene una habilidad llamada «Sexto Sentido». Por lo que me ha contado parece increíble. Aunque todas las habilidades mostradas por Yuuki han sido realmente increíbles... Dicen que el Sexto Sentido es la capacidad de fusionar los Cinco Sentidos... En eso radica la sexta habilidad de espada más poderosa de Yuuki... «Sexto Sentido». Consiste en que ella es capaz de detectar con mayor facilidad sus cinco sentidos, y gracias a esto su agilidad y habilidad aumentan notoriamente mientras está usando esta técnica. Además, le permite también detectar su alrededor sin necesidad de tener los ojos abiertos, ¡¿no es increíble?! —preguntó Jane muy entusiasmada, y Accel le sonrió en su recuerdo.
Volviendo de aquel flashback, el Undine continuaba mirando sorprendido el ataque de Yuuki:
—No solo eso... Su habilidad es capaz incluso de percibir los sentidos de lo que su espada toque... Es por eso que a pesar de que no es una cortada en línea recta, con cortar una parte de la serpiente, es capaz de crear una línea que corte a la serpiente por la mitad con una gran facilidad... Sin dudas sería una técnica temible en un combate cuerpo a cuerpo. Incluso entre espadachines... es una técnica de temer...
Accel continuaba mirando sorprendido a Yuuki, que tras derrotar a la serpiente que desaparecía en fragmentos de luz, se agachó por un momento en el suelo, aún con los ojos cerrados sin desactivar su habilidad, decidiendo correr hacia el monstruo, dejando más sorprendidos a Haru y a Accel que la seguían con la mirada mientras el Spriggan parecía concentrar energía en su espada.
—¡Quinto Sentido! ¡Cuarto Sentido! ¡Tercer Sentido! ¡Segundo Sentido! ¡Primer Sentido! —Yuuki profirió contra el monstruo los cinco golpes que le quedaban de su habilidad de espada, quitándole a la criatura la mitad de su vida, decidiendo realizar unas cuantas volteretas hacia atrás, lejos del monstruo, aún con los ojos cerrados, volviendo a agacharse por un momento. La chica Imp volteó su cabeza hacia donde estaría el peliazul, que aunque pareciera que no lo veía, sí sabía su ubicación— ¡Te toca, Accel-kun!
El Undine se sorprendió, pero le asintió con la cabeza, y se dispuso a ser el siguiente en atacar:
—¡Sí! —Accel comenzó a correr hacia el monstruo que ya no contaba con su “serpiente látigo”— ¡««Habilidad de Espada: Dolor Cuádruple»»! —dijo, activando su técnica con cuatro golpes de combo incorporados, que le confirió un brillo azul a su “Blue Skull Sword”. Profirió una, dos, tres, y cuando realizó su última estocada, se apartó dándole espacio a Haru para que este realizara su técnica sin problemas— ¡Te toca, Haru-kun!
—¡««Habilidad de Espada: Descenso Estelar»»! —Haru pronunció el comando de su técnica, concentrando suficiente energía en su hoja, que se convirtió en un brillo rojo para su espada, la cual levantó, y del brillo de su hoja comenzaron a salir varias espadas de energía, que sorprendieron a Accel y a Yuuki. Esta última continuaba con los ojos cerrados, observando tan solo desde su campo de visión adicional, el brillo rojo de las espadas, que llamaron mucho su atención, provocando que sonriera.
—Es una buena habilidad, puedo percibirla... —dijo la chica Imp para sí misma.
Las espadas de energía que creó Haru, comenzaron a aparecer cada vez más y cuando el Spriggan señaló con su hoja hacia el monstruo, todas las espadas descendieron de forma estelar contra el Jefe de Piso, el cual recibió violentamente todos los ataques y su vida llegó a 0 rápidamente, destruyéndose la criatura en forma de partículas de luz, lo que dejó sorprendido al propio Haru que ni él mismo se lo creía, mientras que Accel sonreía observando los fragmentos de luz, y también sonrió Yuuki que abrió los ojos tras desactivar su técnica y su espada dejó de tener ese brillo amarillo.
—Lo... Lo conseguimos... Ga... Ganamos... —dijo Haru, sentándose en el suelo sin creérselo, cuando de repente observó que alguien le extendió una mano desde su lado izquierdo, sorprendiéndose al ver que se trataba de Yuuki con una tierna sonrisa.
—No importa si ganas o pierdes, los héroes lo serán para siempre —dijo ella, sorprendiendo a Haru que terminó sonriendo, y gracias a Yuuki, se levantó mirándola tiernamente, aún cogidos de las manos.
—Gracias, Yuuki-nee-chan —dijo el Spriggan con una tierna sonrisa, sorprendiendo a la chica Imp.
—¿Ahora tomarás la costumbre de llamarme “Yuuki-nee-chan”? —bromeó la pelimorada, y Haru le sonrió, hasta que Yuuki también terminó sonriéndole.
Accel guardó su espada y se acercó a ellos, cuando Haru impulsó a Yuuki contra él, abrazándola por sorpresa y sorprendiéndola tanto como al Undine, este último que además se sintió un poco incómodo.
—Gracias... —le agradeció el Spriggan cerrando los ojos mientras abrazaba tiernamente a Yuuki que aún estaba sorprendida— Muchas gracias...
Yuuki terminó sonriendo, y lo abrazó de la misma tierna forma:
—Por nada... —dijo ella, mientras Haru la continuaba abrazando tiernamente.
—Ejem... —Accel carraspeó intencionalmente para llamar la atención de los dos, notándolo Haru que dejó de abrazar a Yuuki y se separó de ella, confundiéndola.
—Oye, no te molestes —le dijo Haru a Accel—. Para mí Yuuki es solo una hermanita. Ya sé que ustedes son novios o incluso... ¿podría ser que ya estáis casados en el mundo real? —inquirió el Spriggan, haciendo énfasis en su última pregunta, poniendo nerviosos y muy sonrojados así como apenados a Accel y a Yuuki.
—¿N... Novios? —preguntó Yuuki muy sonrojada y apenada.
—¡C... Claro que no! Solo... —dijo Accel tímido, sin saber exactamente qué decir, y aún un poco molesto.
—Vamos. Solo estaba bromeando. Pero sí sé que entre ustedes dos hay algo, jeje —bromeó Haru, haciendo ruborizar por completo a Yuuki que incluso comenzó a soltar humo por su cabeza, mientras que Accel se molestaba un poco sonrojado con Haru que seguía sonriendo.
—Creo que prefería al Haru triste y deprimido... —dijo el Undine, haciendo reír divertido a Haru, cuando de repente los tres recibieron el cartel con las notificaciones de recompensa tras derrotar al Jefe del Piso, y mientras Yuuki y Accel lo revisaban, Haru no parecía inmutarse y tan solo miraba hacia la chica Imp, sonriendo.
—Felicidades, Yuuki —dijo el Spriggan, confundiendo a Yuuki que miró hacia Haru deteniéndose de revisar sus recompensas por un momento—. Aunque para ti ya debe ser costumbre recibir estos premios. Ya has derrotado a varios Jefes de Pisos. Eres increíble, Yuuki. Debes de tener un montón de premios, ¿verdad?
Yuuki continuaba confundida, y cerró su cartel con la notificación de las recompensas:
—Lo cierto es que nunca me he interesado por los premios —dijo ella, sorprendiendo a Haru, y llamando la atención de Accel que también cerró su cartel con las notificaciones para atender a lo que Yuuki iba a decir—. No me interesan los premios... no es algo que te puedas comer —comentó, sorprendiendo a Haru y haciendo sonreír tiernamente a Accel tras oírla—. Todo lo que hago es porque quiero hacerlo, porque me hace feliz hacerlo, porque me hace feliz ayudar a los demás, porque es lo que me hace ser yo, simplemente por eso. Por ejemplo, no necesito que me recompensen por ser buena persona, eso es algo que todos debemos ser de forma incondicional, ¿no?
Haru todavía sorprendido, terminó sonriendo igual de tiernamente que Accel.
—Bueno... —dijo Yuuki cambiando de tema mientras se estiraba un poco, sorprendiendo al Spriggan y al Undine— ¡Victoria! —la chica Imp guiñó su ojo izquierdo y extendió su mano derecha de frente a Haru, haciendo el símbolo de la “V” con su misma mano derecha, muy sonriente, sorprendiendo tanto a Accel como a Haru, este último que terminó sonriendo.
—Sí... Victoria —dijo el Spriggan, mirando sonriente y tiernamente a Yuuki.
[...]
Mientras, Asuna se encontraba casualmente frente al “Monumento a los Espadachines”, observando el nombre de avatar de su nieto “Accel” junto a los nombres de sus compañeros desde el Piso 7 hasta el Piso 10.
—Ichigo-kun es increíble... él y su grupo han derrotado a cuatro Jefes de Pisos... Él y... “Yuuki”... —pensó Asuna, sintiendo una presión en su corazón, colocando su mano derecha en su pecho, cuando de repente se sorprendió al notar que, debajo de la inscripción que decía “Piso 11” en el “Monumento a los Espadachines”, que hasta entonces estaba vacío, comenzaron a aparecer tres nombres, dos de ellos con el mismo diseño de gremio, y el último con un diseño de estrella. Estos tres eran Haru, Accel y Yuuki, que aparecieron en este orden de abajo hacia arriba, sorprendiendo a Asuna— ¿Accel-kun de nuevo y...? Yuuki... Otra vez Yuuki... —dijo, al principio sorprendida y luego más pensativa.
[...]
De nuevo en el Piso 11, los tres que derrotaron al Jefe del Piso, salieron de la recámara y se encontraron con sus compañeros, los cuales los estaban esperando con una sonrisa.
—¡Menos mal que salieron! Rompieron el dispositivo de Haru-kun, ¿verdad? Porque de repente los monstruos que él había invocado desaparecieron —dijo Karl.
—Sí. Debe haber sido por eso —sonrió tímidamente Haru.
—¿Y bien? ¿Ya entraste en razón? ¿Esta vez de forma definitiva? —preguntó Karl, con una sonrisa desprovista de cualquier rastro de incriminación.
—... Sí. Discúlpenme por todo el problema que les causé, chicos —dijo Haru, y todos le sonrieron, en especial Karl que le mostró una gran sonrisa, cerrando sus ojos.
—¡Tranquilo! Solo no te desvíes de nuevo del camino correcto, ¿sí? Lo digo en serio, por favor. Este estrés no ha sido fácil, ¿sabes? —bromeó Karl, y Haru sonriendo le asintió con la cabeza.
—¡Haru-kun! —gritó una chica que se acercó corriendo de frente hacia Haru, quien se sorprendió junto a los demás, observando que se trataba de Natsumi que al llegar hacia donde estaba Haru, lo abrazó fuertemente, sorprendiéndolo aún más.
—¿Natsumi? —se preguntó el Spriggan confundido al recibir el fuerte abrazo de su compañera Undine, que casi estaba a punto del llanto, abrazándolo con más fuerza.
—No entendí lo que pasó —se sinceró Natsumi—. Solo recuerdo que estaba caminando a tu lado cuando perdí el conocimiento. De repente... no recuerdo lo que pasó... pero había pasado el tiempo y me encontraba en mi habitación dentro del juego... No sé lo que pasó, pero... Lo primero que hice al recuperar la consciencia, fue buscarte en el Mapa y... Cuando vi que estabas en la “Mazmorra de los Pisos”, ¡en serio me preocupé y mucho! Así que... ¡No hagas que me preocupe más por ti! ¡Me importas mucho, Haru-kun! ¡Te quiero mucho! —dijo ella, sorprendiendo a Haru que se sonrojó al igual que los demás, que además sonreían al ver esta linda escena.
—Yo también te quiero mucho, Natsumi... Y prometo que no volveré a hacer que te preocupes —sonrió tiernamente Haru, abrazando a Natsumi.
—Más te vale —dijo ella, casi llorando. Haru sonrió tiernamente mientras la abrazaba con delicadeza.
—Ahhh... Muy resplandeciente... —dijo Kei, este último y Karl que colocaron sus manos diestras de frente a ellos mientras entrecerraban sus ojos mirando hacia Haru y Natsumi, como si los deslumbrara lo que veían.
—Estoy de acuerdo. Mucha ternura, me va a dar diabetes —agregó Karl, mientras que Mei y Jane los observaban de forma incrédula.
—Es una escena muy linda, ¿no crees, Accel-kun? —preguntó Yuuki mirando aún hacia Haru y Natsumi, pero de repente, Accel se colocó frente a Yuuki y extendió su brazo izquierdo hasta situar la palma de su mano en la pared detrás de la chica Imp, sorprendiendo a esta que no comprendía lo que estaba sucediendo, llamando la atención de los demás que igual se sorprendieron ruborizados por el curso de los acontecimientos.
—¿Ka... Kabedon? —preguntaron Kei y Karl al unísono, refiriéndose a la postura que Accel acababa de hacer.
Efectivamente el “kabedon” es una técnica usada comúnmente para ligar, que consiste en colocar a la pareja, comúnmente a la chica, contra una pared, colocando su brazo extendido con la palma de la mano en dicha pared, como “arrinconando” a la muchacha para ponerla nerviosa.
Por supuesto, en el caso del inocente Accel, este lo estaba haciendo justo ahora sin ser consciente de su común uso. El Undine solo pretendía llamar la atención de Yuuki de la manera más eficaz posible, con la intención de decirle algo importante.
—A... A... ¿Accel-kun? —preguntó Yuuki, sonrojada y confundida por el repentino comportamiento del Undine.
Karl y Kei ruborizados, se abrazaron nerviosos por lo que acontecía; Jane y Mei se cogieron de las manos igual de nerviosas, pero sin dejar de mirar fijamente a Yuuki y Accel. Los espectadores tragaron en seco.
—¡¿Por qué no te quedaste en tu habitación?! —preguntó el Undine, sorprendiendo a Yuuki y a los demás— ¡No sé por qué, pero cada vez que tienes una batalla...! ¡Para mí es como si fuera una batalla real en todos los sentidos! ¡Siento como si te fuera a perder en cualquier momento! ¡Y esa sensación de preocupación que siento no me gusta para nada! ¡La idea era que te quedaras en tu habitación para que no corrieras ningún tipo de peligro! ¡¿Por qué no te quedaste en tu habitación?!
Accel se mostraba realmente preocupado ante Yuuki, a quien aún le estaba haciendo el kabedon, pero esto a ella ya no le llamaba tanto la atención, y se encontraba sorprendida por las palabras del peliazul frente a ella.
—Se... Se supone que Accel-kun... no sabe nada de mi situación... ¿verdad?... Y entonces... ¿por qué presiente que si me pasa algo durante una batalla es como un peligro real?... ¿Cómo es posible que Accel-kun sepa de eso aunque nadie se lo haya dicho?...
—No es una simple corazonada de parte de Accel... —pensaba Mei, menos sorprendida pero un poco afligida, lo que notó ligeramente Jane a su lado, confundida por la expresión contrariada de la Undine— Más bien es como si... Como si de alguna forma... estuviera sincronizado con Yuuki... Vinculado de una forma muy profunda a ella... Como si... estuvieran destinados a estar juntos...
Tras pensar esto, Mei terminó sonriendo, para más confusión de Jane.
—Lo... Lo siento. Pero... —musitó Yuuki, bajando la cabeza un poco deprimida—... Tú no tienes que entrometerte en lo que haga o deje de hacer.
A pesar de que Yuuki dijo eso aún con la cabeza baja y la voz un poco decaída y afligida, todos se sorprendieron, en especial Mei y Accel, este último que se sintió ligeramente devastado.
[...]
Los “Sleeping Knights” acompañados por Haru y Natsumi, salieron de la “Mazmorra de los Pisos”.
—Bueno. Nosotros nos vamos. Nos vemos mañana, ¿sí? ¿Puede ser? —preguntó Natsumi con una sonrisa. De los “Sleeping Knights”, todos sonrieron, excepto Accel y Jane, esta última que estaba preocupada viendo la tristeza en el rostro del Undine.
—¡Claro! —exclamó Yuuki muy entusiasmada— Además... —dijo, dirigiéndose a hablarle a Haru, llamando la atención de este— Me gustaría seguir entrenándote si tú quieres, pero... Sobre todo me gustaría saber más acerca de esa tal Quinella, ¿sí?
Como la chica Imp se dirigió hablándole en tono serio, Haru se sorprendió, pero igual de seriamente, le asintió con la cabeza:
—Sí. Aunque yo tampoco sé mucho acerca de ella. De igual forma te puedo ayudar a saber más acerca de Quinella... A mí también me gustaría saber más acerca de ella... Quinella... Es bastante misteriosa en todos los aspectos... No sé de dónde saca tanto poder ni... tanta información... Es como si supiera todo lo que necesite saber... Y como si tuviera todo el poder que ella sea capaz de imaginar.
—Bueno. Por ahora será mejor que no nos preocupemos. Nos vemos mañana, ¿sí? —preguntó Yuuki mostrándose sonriente, y Haru le asintió igual con una sonrisa.
—Nos vemos —se despidió Natsumi igual sonriente, retirándose con Haru.
—Nosotros también nos vamos —dijo Kei, dirigiéndose a Accel, Jane y Karl—. Mis hermanos y yo pasaremos un tiempo en casa de Yuuki. ¿Vienen con nosotros?
—No. Yo no iré. Lo siento. Adiós. Nos vemos mañana —dijo el chico Undine, decaído mirando hacia el suelo, siendo el primero en retirarse.
Todos se quedaron medio sorprendidos, y Yuuki se deprimió un poco, también bajando la cabeza y volteando la mirada. Mei observó a Yuuki y se entristeció por ella.
—Bueno... Nosotros también nos vamos —dijo la Cait Sith rompiendo el silencio, y confundiendo a Karl cuando de repente lo cogió del brazo y se retiró arrastrándolo con ella.
—E... ¡Espera, Jane! —apenas pudo llegar a decir Karl confundido por el repentino comportamiento de Jane, alejándose los dos de sus compañeros.
Caminando por la “Ciudad de Inicio”, Jane seguía jalando a Karl por el brazo.
—¡¿Por qué tanta prisa, Jane?! ¿Hice algo malo? ¡Pero dime! —insistió el Spriggan, y la Cait Sith lo arrastraba esta vez hacia una esquina como ocultándose de algo— ¿Qué suced...? —iba a terminar de preguntar él, cuando Jane mirando disimuladamente por la esquina, le tapó la boca a Karl con ambas manos, confundiéndolo y sonrojándolo un poco.
—¡Cállate! La idea es que me ayudes a espiar a Accel-kun.
Karl se confundió un poco más, mientras Jane le quitaba las manos de la boca:
—¿A Accel? ¿Por qué?
—Ahora Accel y Yuuki están medio que enfadados el uno con el otro. Claro, solo es una pelea normal de dos que van a terminar juntos, por supuesto, pero hay que tener cuidado —explicaba Jane más como si estuviera hablando consigo misma, lo que dejaba ligeramente más confundido a Karl—. Después de todo, esto en las series es lo más cliché para que uno de los dos busque consuelo en otra persona. Yuuki está con Mei y sus hermanos, así que no hay peligro porque Mei se encargará de asegurarse de que ningún chico se acerque a Yuuki con la intención de coquetear con ella. Ya Mei y yo hablamos acerca de eso e hicimos un trato. Se puede confiar en Mei-chan. En cuanto a Accel, ahora mismo está solo. Y esa tal “amiguita” que tiene él me preocupa incluso antes de conocerla. ¡Es un peligro para la relación de Yuuki y Accel! Así que tenemos que seguirlo. Y por supuesto tú me vas a ayudar.
—... ¿Por qué? —inquirió Karl confundido, parpadeando dos veces.
—Shhh —la Cait Sith mandó al Spriggan, que no podía creérselo—. ¡Ahora espía! —mientras Karl se encontraba incrédulo, Jane se asomaba otra vez por la esquina observando a Accel caminando decaído de espaldas a ellos.
La Cait Sith cogió de nuevo del brazo al Spriggan y se adelantaron un poco, aún manteniéndose detrás de Accel y lo suficiente lejos para no ser descubiertos.
El Undine caminaba decaído mirando hacia el suelo, cuando le llamó la atención ver a un niño NPC que se encontraba llorando a su izquierda, decidiendo acercarse a él.
—¿Qué te sucede? ¿Por qué lloras? —inquirió el peliazul, agachándose delante del niño, con una ligera sonrisa, aún no desapareciendo el bajo estado de ánimo de Accel. Entonces el niño dejó de llorar por un momento observando que el chico Undine se encontraba frente a él.
—¡Mi pelota! ¡Está arriba de esa casa!
Accel levantó su mirada hacia la casa que le señalaba el niño, y luego lo miró otra vez:
—¿No sabes volar?
El niño negó con la cabeza:
—No. Mis padres no me han enseñado aún. Me dejaron que saliera a jugar, pero no quiero molestarlos por esto. Pensarán que soy un inútil.
Accel terminó sonriendo tiernamente, colocando su mano derecha sobre la cabeza del niño, sorprendiéndolo:
—Tranquilo, yo te la alcanzo —entonces el peliazul se levantó y activó sus alas Undine, llegando hacia la pelota. La sujetó y luego descendió para entregársela al niño al mismo tiempo que hacía desaparecer sus alas—. Aquí tienes. Cuídala mejor la próxima vez, ¿sí? —le preguntó Accel con una tierna sonrisa, alegrando mucho al niño que agarró la pelota muy contento.
—¡Sí! ¡Muchas gracias, onii-san! —el niño luego se retiró dejando a Accel con una sonrisa pero aún un poco decaído.
—... Oh, cierto, era un NPC —pensó el Undine, tras haber caído en cuenta en ese momento—. Pero... Qué misión más extraña... Ni siquiera recibí algún tipo de punto de experiencia o dinero... ¿Será alguna especie de bug?... Bueno, igual la sonrisa de ese niño me animó un poco... —el peliazul volvió a sonreír tiernamente.
—Qué tierno es Accel-kun, ¿no crees, Karl? —preguntó Jane con una sonrisa.
—Sí —asintió el Spriggan igual con una sonrisa.
—Qué tierno eres, Accel-kun... —dijo Asuna, apareciendo de repente detrás de Accel, colocando sus manos en los hombros de este, pero no haciéndolo reaccionar realmente del todo hasta que Asuna acercó sus labios delicadamente a la oreja derecha del Undine, dejando intencionalmente escapar un suspiro que instantáneamente sonrojó a Accel, quien pasó a apartarse rápidamente de ella, mirándola confundido y llevándose la mano a la oreja sin saber qué decir al respecto.
Mientras, Jane y Karl que lo veían todo desde atrás, no se lo creían. La Cait Sith se encontraba ruborizada pero muy molesta, y Karl sonrojado sin creérselo.
—¡¿Quién es ella?! ¡¿Qué relación tiene con ella como para hacer eso con Accel en medio de la calle?! ¡¿Acaso es esa tal Yuuki?! ¡Lo Sabía!
—Ya estás de nuevo sacando conclusiones antes de tiempo, ¿verdad? —preguntó Karl, sin creerse el comportamiento de Jane, esta que pasó a mirarlo molesta.
—¡¿Cómo que “conclusiones antes de tiempo”?! ¡¿Si no tienen una relación por qué hacen ese tipo de cosas en medio de la calle?! ¡Si lo sabes explícame! ¡Explícame!
Karl levantó un poco sus manos tratando de calmar a Jane:
—Tan solo sugiero que esperemos. Tal vez entendamos mejor lo que sucede.
La Cait Sith consiguió calmarse, y continuó observando a la distancia.
—¡¿No te dije que dejaras de hacer eso, Yuuki?! —preguntó Accel molesto dirigiéndose a Asuna que le sonreía cerrando los ojos y colocando sus manos detrás del cuerpo como si nada.
—Sí. Es esa tal Yuuki. Y mi primera impresión de ella no es nada buena —dijo Jane en voz baja, haciendo que Karl sonriera un poco apenado sin creérselo.
—Lo siento, lo siento —se disculpó Asuna—. Al menos no te mordí la oreja, jiji. Pero no pude evitarlo, reaccionaste muy tierno. Es como si me sintiera atraída por hacer ese tipo de cosas —se sinceró, aunque Accel continuaba sin creerse lo que oía, mirándola con decepción.
—¿Haces eso con todos los que conoces? —preguntó el Undine confundido.
—No. Solo contigo —dijo Asuna como si nada, sorprendiendo un poco a Accel al mismo tiempo que se sentía ligeramente asustado. Mientras, a Jane debido a la furia, se le habían puesto los ojos en blanco. Se veía evidentemente tan molesta que Karl sonrió incómodamente, asustado sin saber qué hacer en esa situación cerca de Jane.
—Mira, no sé cuál es tu problema, pero... —Accel hizo una pausa mientras se quitaba la mano de la oreja y miraba seriamente a Asuna, sospechando un poco—... ¿Quieres que te recomiende algún psiquiatra? —preguntó, pero Asuna tras sorprenderse ligeramente, solo sonrió divertida, confundiendo al chico Undine— ¿Indirectamente la llamo “loca” y se ríe? Aunque creo que fui bastante directo. Esta chica en serio debe tener problemas mentales.
—No. Gracias. Estoy bien como estoy —dijo ella, sorprendiendo a Accel que dejó de mostrar confusión y preocupación en su rostro, mirando un poco intrigado hacia Asuna—. Estaba frente al “Monumento a los Espadachines” cuando observé que tres jugadores habían derrotado al Jefe del Piso 11. Se trataba creo, de un muchacho, supongo que de tu compañera Yuuki, y tú. Los tres habían derrotado al Jefe del Piso 11. Otro Jefe de Piso más para ti. Eres increíble —Accel se sorprendió nuevamente tras escuchar eso—. Pasaba por aquí y de casualidad te vi. Andabas un poco decaído, al principio me preocupé. Y aunque aún pareces decaído, eso para ti no era excusa para evitar ayudar a ese niño. Eres un buen chico. Pero sobre todo, eres una muy buena persona, Accel-kun. Las personas a tu alrededor deben estar muy orgullosas de ti.
Accel se sonrojó ligeramente tras escuchar a Asuna que finalizó con una sincera y tierna expresión en su rostro, sorprendiendo a Karl pero en especial a Jane, que dejó de estar molesta.
—Ella... —pensaba Jane, un tanto sorprendida—... Con solo verlo supo que Accel-kun estaba deprimido. Entiende perfectamente los sentimientos de Accel. Además, sabe cómo animarlo sin necesidad de preocuparse de lo que pueda decir y que pueda lastimar los sentimientos de Accel-kun. No... No debe ser una mala persona esta chica... —luego la Cait Sith se le quedó mirando detalladamente a Asuna, un poco sospechando— Además... esta chica... tiene... algo... familiar... Es como si la conociera de algo... y esa trenza...
—¿Y bien? Seguro te estás preguntando algo —dijo Asuna, cambiando de tema y sorprendiendo a Accel, a la vez que confundiendo a Jane y a Karl.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó el Undine sorprendido.
—Te conozco bien. Así que pregúntame. Tal vez yo tenga la respuesta a tu pregunta —sonrió confianzudamente Asuna.
Accel aunque sorprendido, se dispuso a preguntarle:
—Bueno... Ese niño... si soy sincero al principio lo ayudé sin caer en cuenta del hecho de que se trataba de un NPC, así que... lo primero que pensé fue: ¿es posible que tan pequeño ya tenga un AmuSphere y que sus padres lo hayan dejado jugar un VRMMO? Pero cuando entendí que se trataba de un NPC, no comprendí por qué al finalizar la misión de recoger su pelota, no recibí alguna especie de recompensa... No me importan realmente los puntos de experiencia o el dinero, pero... Ya que estás familiarizada al parecer con los programadores de SALO, ¿crees que pueda tratarse de alguna especie de bug? Sería preocupante... para otros jugadores...
Asuna se sorprendió un poco por la expresión preocupada en el rostro de Accel cuando le comentaba su duda, como si temiera por el futuro incierto que no podía controlar. Asuna recordó su tiempo dentro del juego mortal SAO, y sonrió amargamente para sí misma, y luego se dispuso a responderle a Accel con una sonrisa más suave.
—Supuse que era eso —dijo ella, sorprendiendo al chico Undine—. No puedo ser más exacta hablando acerca del tipo de misiones que le esperan a los jugadores dentro de SALO, pero algunas misiones son cadenas bastante extensas, así que aunque hayas resuelto el primer rompecabezas de la misión que involucraba a ese niño, un segundo rompecabezas te espera en el futuro.
—Oh... Ya veo, tiene sentido —se sorprendió Accel.
—Pero... Ese niño no es estrictamente un NPC... —dijo Asuna de repente con cierto tono serio en su voz, haciendo una pausa que confundió a Accel.
—Q... No puede ser... Su cursor era...
Pero antes de que Accel continuara sorprendido, Asuna lo interrumpió:
—¿De qué color era su cursor? —preguntó ella sonriendo confiadamente.
—¡...! ¡Era blanco! —se sorprendió Accel al caer en cuenta.
—Exacto. Un jugador tiene un cursor verde. Los cursores amarillos son para todo tipo de NPC, pero... ¿entonces qué es un cursor blanco? —preguntó Asuna mostrando una divertida sonrisa.
—... E... ¡Espera un momento! —exclamó Accel, aún atónito por la sorpresa— No estoy entendiendo... Ya me parecía extraño que ese niño NPC actuara de forma tan humana, pero... ¡Ese niño en serio tenía todo lo que a simple vista te hace que creas que es un jugador normal! Lo único que me confundió fue el cursor blanco que erróneamente asumí que era amarillo por no ser verde como en el caso de los jugadores.
—Te explicaré. No es humano, pero tampoco es un NPC —dijo Asuna, confundiendo más a Accel y sorprendiendo igual a Jane y Karl que continuaban escuchando a la distancia—. Ese niño es una de las nuevas invenciones dentro de SALO. Se trata de un DPC.
—... ¿DPC? —preguntó el Undine confundido.
—“Disposition-Player Character” —asintió Asuna, confundiendo un poco más al chico peliazul—. Lo que significa básicamente: “Personaje a Disposición del Jugador”. A diferencia del NPC (“Non-Player Character”), o sea, un “Personaje No Jugador” que es creado por los realizadores del juego; el DPC, es creado por el propio jugador, pero no es un avatar, es como un jugador que puedes incorporar como parte de tu equipo de lucha y... en este caso, como parte de tu familia.
Accel se mostró un poco más confundido:
—¿Como parte de tu familia?
—SALO está probando un sistema de “adopción de familiares” —sonrió débilmente Asuna, sorprendiendo a Accel—. Ese niño es un DPC adoptado. Algunas parejas que no pueden tener hijos en la vida real, están probando a formar una familia dentro de los mundos virtuales. SALO siendo consciente de eso, probó un nuevo tipo de sistema en el que los jugadores pueden crear otro jugador, más parecido a un jugador que a un NPC, al que puedan incorporar a su familia. Por supuesto, algunos utilizan esta opción para crear a jugadores a los que usar para ser miembros de su equipo de combate. Aunque son los pocos, ya que esto tiene un precio dentro del juego. No todos se lo pueden permitir. Puedes identificar a los DPC por una “D” que aparece como un superíndice después de sus nombres, aunque esta “D” no llama mucho la atención. Posiblemente ni tú la hayas notado. Yo sí estoy acostumbrada a verla, por eso la noté.
Accel estaba muy impresionado:
—Tú... en serio trabajas con los realizadores del juego.
Asuna se sorprendió ligeramente:
—E... ¡Ejem! No exactamente. Solo soy uno de los altos cargos del Ejército Undine como ya te dije en una ocasión. Tengo un poco más de información acerca de SALO en comparación con el resto de los jugadores —dijo ella, un poco nerviosa.
Accel aunque aún no muy convencido, decidió dejarlo pasar:
—En todo caso... —comenzó diciendo el Undine, volteando la mirada y luego mirando hacia el cielo un poco pensativo, confundiendo a Asuna, a Jane y a Karl, cuando Accel sonrió tiernamente— Es muy lindo que parejas que no pueden tener hijos... puedan adoptar en ambos mundos, ¿no crees?
Asuna se sorprendió, sonrojándose un poco y luego le asintió con la cabeza, sonriéndole tiernamente:
—¡Bien! —Asuna agarró de repente con ambas manos, el brazo derecho de Accel y lo acercó a ella, confundiéndolo a la vez que sorprendiendo a Karl y a Jane, esta última que instintivamente se molestó un poco— ¿Por qué no damos un paseo? Conozco una buena cafetería. Seguro te gustará.
Accel parecía no creerse la actitud de Asuna:
—Bueno... Supongo que está bien... Podría... —iba a terminar de decir Accel, cuando Asuna sonrió y fue la primera en caminar hacia adelante, llevándose al chico Undine que se sorprendía por ser arrastrado. Jane se molestó un poco más al ver a los dos muy juntos porque Asuna lo seguía cogiendo del brazo.
Asuna y Accel finalmente llegaron a una cafetería que la Undine le señaló muy sonriente mientras continuaba cogiendo del brazo a su nieto, a la vista de cualquier otro jugador, dando a entender que podrían ser una pareja, lo que cada vez molestaba más a Jane. Asuna y Accel entraron a la cafetería, sentándose en una mesa para dos al lado de la ventana de cristal en la que se podía ver de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera. Jane y Karl, bien escondidos, veían lo que pasaba entre Accel y Asuna, esta última que observaba su menú pero también miraba hacia Accel, quien solo se concentraba en ver el menú con los precios.
—¿Ya van a pedir? —preguntó una muchacha Cait Sith que era la camarera.
—... Ah, sí... —dijo Accel tímidamente después de haber observado fijamente el cursor verde de la jugadora Cait Sith, haciendo sonreír un poco divertida a Asuna tras entender el motivo— Un refresco y un filete, ¿puede ser?
La Cait Sith asintió con una sonrisa ante la pregunta educada de Accel:
—¿Y la novia? —inquirió la chica dirigiéndose a Asuna, sorprendiendo a Accel que se sonrojó nervioso.
—¡Ah! ¡No! No somos... —iba a terminar de decir el chico Undine, cuando fue interrumpido por Asuna.
—¡Te ganaste tu propina! —exclamó Asuna muy sonriente dirigiéndose a la Cait Sith que le sonrió de igual forma.
—¡¿Por qué?! —se preguntó Accel, sin creérselo en su pensamiento, mirando confundido hacia Asuna.
—Me gustaría lo mismo que él, ¿sí? —dijo Asuna, y la Cait Sith le asintió con la cabeza y se retiró llevándose los menús.
—¿Qué quisiste decir con eso de las propinas? —preguntó Accel mirando serio y molesto a Asuna que se sorprendió, pero le terminó sonriendo.
—¡Vamos! ¡Solo bromeaba!
—No me gustan tus bromas... —y luego de repente Accel se llevó las manos a la cabeza— ¡Ah! ¡¿Pero qué demonios estoy haciendo?! ¡En primera no debería andar contigo! ¡Desde el primer momento me demostraste que eres rara a más no poder! ¿Se puede saber qué quieres conmigo o de mí? No debería haberme dejado engañar por los momentos en los que actúas como una persona normal aconsejándome que le comprara ese collar a Yuuki, por ejemplo... —dijo, esto último un poco más calmado.
—Solo quiero conocerte mejor.
—Y dale con eso. ¡Hay millones de maneras y mejores para conocer a la gente!
—Y todas esas maneras son muy aburridas —dijo ella, sorprendiéndolo—. ¿Cómo te podría haber conocido mejor?... «¿Hubiera fingido que necesitaba tu ayuda para algo?»: aburrido. «¿Me hubiera acercado lentamente como una retadora?»: aburrido. «¿Hubiera continuado enfrentándote fingiendo que perdía en caso de ser más fuerte que tú?»: aburrido...
Dijo Asuna, de una forma tan madura que sorprendió a Accel, aunque ella continuó pensando internamente acerca de eso mismo:
—«¿Hubiera dicho desde el principio que soy tu abuela?»: ... aburrido... Si hubieras sabido desde el principio que soy tu abuela... no hubiera sido diferente de nuestra relación en el mundo real... ¿Qué sentido tiene conocer en el mundo virtual a quien ya conozco de una manera en el mundo real? Quería conocer las partes de ti que más allá de ser tu familiar, no conozco de ti, Ichigo-kun... —pensó Asuna, mirando tiernamente a Accel que aún sorprendido, terminó sonrojándose y volteó su mirada colocando su codo izquierdo en la mesa y apoyando su mejilla izquierda en la palma de su mano zurda.
—Aquí tienen lo que pidieron —dijo la camarera colocando los platos con los filetes encima de la mesa, delante de cada uno—. Ahora les traigo sus refrescos.
—Muchas gracias —sonrió Asuna mientras observaba retirarse a la camarera, que luego se acercó con los refrescos.
—Muchas gracias —agradeció Accel con una sonrisa.
—No es nada. Ustedes son los que pagan, nosotros solo estamos aquí para servirles como podamos. Este tan solo es nuestro trabajo —dijo la Cait Sith.
—Sí. Lo sé. Por eso. Gracias por hacer vuestro trabajo lo mejor posible —dijo Accel, sorprendiendo y sonrojando a la camarera que se retiró ligeramente avergonzada.
Asuna también se había quedado un poco sorprendida, observando la timidez de la camarera tras escuchar las palabras de Accel:
—Oye, Accel-kun. Te gusta esa tal Yuuki, ¿no?
Accel se sorprendió por su repentina pregunta, sonrojándose muy nervioso:
—¡S... Sí! ¿Por qué la pregunta?
Asuna colocó su mano diestra al lado de su mejilla derecha, cerca de su boca como indicándole que era un secreto, por lo que Accel se acercó confundido, lo que molestó a Jane que continuaba observando a la distancia.
—Pues deberías tener cuidado con lo que dices y haces —dijo Asuna en voz baja, dejando confundido al chico Undine.
—¿Por qué? ¿Fui grosero con la camarera? —preguntó él preocupado.
Asuna sorprendida, parpadeó dos veces y luego sonrió divertida:
—¡No! ¡No! Todo lo contrario —dijo ella, aún procurando hablar en voz baja con tal de que solo Accel la escuchara—. Es que eres demasiado perfecto. Si tratas demasiado bien a una chica, aunque no lo hagas con esa intención, esa chica podría enamorarse de ti, y sería un problema para tu relación con la otra Yuuki.
—¿Tratarla demasiado bien? Así es como trato a todas las chicas —dijo Accel confundido, dejando a Asuna más sorprendida por la inocencia de su nieto.
—¡Cielos! ¡Es que eres tan tierno e inocente! —sonrió Asuna, confundiéndolo.
—¡¿Pero qué se cree?! ¡¿Secretitos con Accel?! ¡Se está pasando! —se quejó Jane furiosa, decidiendo ir hacia allá, pero Karl la detuvo.
—¡Espera! ¡¿Quieres que nos descubran?!
—Accel está a la derecha de la puerta de entrada a la cafetería, pero también está de espaldas a la puerta. Esa tal Yuuki no nos conoce, así que no pasará nada mientras no llamemos mucho la atención. Vamos —dijo Jane, esta vez siendo ella la que cogió el brazo de Karl y entró así con él a la cafetería, sentándose alrededor de una de las mesas a la izquierda, pero de las más cercanas a donde estaban sentados Asuna y Accel, decidiendo coger las cartas del menú para fingir que se encontraban leyendo y en cambio, solo estaban espiando a Asuna y a Accel.
—Últimamente hay muchos jugadores trabajando en las cafeterías virtuales, ¿no? —comentó Accel mientras probaba su filete.
—Bueno, es una forma fácil de ganar dinero en comparación con las misiones y eventos derrotando monstruos y cosas así —dijo Asuna.
—Es verdad —concordó él.
—En fin, como sea, Accel-kun. ¿Cuándo me vas a presentar a tu gremio?
—Ah... Bueno, por mí no hay problema, pero fuiste tú la que dijiste que te los presentara cuando hubiera la suficiente confianza entre nosotros dos.
—Sí —sonrió Asuna—, lo sé, solo que... Creo que no puedo esperar más. ¡Quiero conocer a tus compañeros de equipo, en especial a Yuuki-chan!
—¿Entonces piensas que no hay la suficiente confianza entre nosotros? —preguntó Accel, sorprendiendo a Asuna.
—¡Oh! ¡¿Eso significa que nuestra relación ha mejorado como para que haya más confianza entre nosotros?! —inquirió la Undine emocionada.
—Bueno... —dijo Accel tímido y sonrojado, volteando la mirada— Aunque no hubiera esa confianza... tú ya haces lo que quieres y cuando quieres.
—Pero eso no es confianza. ¡Quiero que haya confianza entre nosotros!
—¡¿Y entonces cómo quieres que haya confianza si no colaboras?!
Asuna volvió a sonreír:
—Vamos, vamos, no te molestes. Me alegra que me esté ganando tu confianza, o al menos tu aprecio, poco a poco.
—De todas formas... ahora estaremos un poco ocupados entrenando a un amigo... Y no me gustaría invitarte a casa de Yuuki, no sé cómo se lo tomará ella, creo que sería una mala educación de mi parte. Así que... ¡Ah, ya sé! Te puedo decir los días que nos reuniremos en mi casa, y puedes aparecerte y conocerlos a todos.
—¡Bien! —exclamó Asuna mostrándose muy contenta, y luego pensativa mientras Accel comenzaba a tomar un poco de su refresco— Bien podría al menos preguntarle la dirección de Yuuki... o una foto, pero... Sé que no sería correcto éticamente, pero... ¡Cielos! Aún así tengo ese presentimiento de que... ¡tengo que conocer a esa Yuuki lo antes posible!... —pensó, un poco inquieta— Accel-kun...
—¿Sí? —preguntó él, cuando se dio cuenta de que Asuna había extendido su mano con un pedazo de carne en el tenedor que sostenía, sorprendiendo y confundiendo al chico Undine, mientras observaba a una sonriente y sonrojada Asuna.
—Di: “Aaah...” —dijo ella, mientras que Accel la miraba incrédulamente.
Jane se molestó grandemente desprendiendo un aura de furia por alrededor de su cuerpo mientras sus cabellos gatunos se erizaban, lo que asustó mucho a Karl.
—Oye, pedimos lo mismo, no es como que me quieras dar a probar. Solo lo haces para darme de comer, ¿eso te hace feliz?
Asuna aún sonriente, le asintió con la cabeza, haciendo que Accel suspirara sin creérselo, pero luego decidió morder el pedazo de carne en el tenedor de Asuna, alegrándola mucho mientras Jane continuaba rabiando y asustando más a Karl.
Asuna tras verse complacida, comenzó a cortar otro pedazo y lo probó ella, en lo que Accel masticaba el mismo trozo. Asuna masticaba muy contenta con los ojos cerrados, mientras Accel la miraba un poco confundido en lo que él seguía masticando.
—Dime, Yuuki... ¿no tienes una buena relación con tu nieto? —preguntó el chico Undine, sorprendiendo a Asuna que se atoró y comenzó a golpear su pecho con su puño con tal de tragar bien el pedazo con el que se había atorado, para luego mirar nerviosa pero tratando de sonreírle a Accel.
—¡¿D... D... De dónde sacas eso, Accel-kun?! —inquirió Asuna preocupada.
El chico Undine terminó de tragar el pedazo de carne que le habían ofrecido:
—Darnos de comer... esas son cosas que hacen los abuelos con sus nietos, por lo menos mi abuela acostumbra a hacerlo mucho cuando estoy con ella —dijo él, poniendo nerviosa a Asuna que volvió a tragar en seco—. Y si no es el caso... ¿Se trata de tu hijo o de tu hermano en el mundo real? —en ese momento, Asuna bajó la mirada un poco nerviosa, preocupando a Accel— ¡Lo... Lo siento! —dijo él de repente, confundiendo a Asuna que levantó la mirada— ¡Lo siento si toqué algún tema delicado!
Asuna se sorprendió, pero terminó sonriendo:
—No, tan solo quería hacerlo. No es nada de eso —dijo ella con una sonrisa.
Accel aunque no muy convencido, decidió seguir comiendo.
[...]
Rei y Kei se encontraban entrenando en el jardín delantero de casa de Yuuki, quien los observaba junto a Mei, esta última que trajo unos refrescos para las dos.
—¿Y bien? ¿Qué pasó esta vez con Accel-kun? —inquirió la Undine.
La chica Imp se sorprendió un poco por la repentina pregunta, pero terminó sonriendo amargamente:
—Bueno... Es que... Me sorprendió la preocupación de Accel-kun... Él no sabe acerca de mi situación y aún así... Él no sabe que una muerte dentro del juego sería una muerte literal porque desaparecería del mundo virtual que es lo único que me mantiene existente, pero... Aún así, Accel-kun estaba preocupado como si sintiera que realmente me estaba exponiendo a un peligro en el que si moría podría perder la única vida que tengo que es dentro del mundo virtual... Y... No quiero que Accel-kun lo descubra... Se me rompería el corazón si Accel-kun sufriera por culpa de mi situación que yo ni siquiera puedo controlar... —Yuuki hizo una leve pausa, mientras Mei continuaba mirando a la pelimorada y escuchándola atentamente— Bueno, supongo que es el mismo problema de siempre... Mei-chan, ¿crees que fui muy dura con Accel-kun?
—... No tanto como ser “muy dura” —la Undine sonrió tiernamente—, pero... La verdad es que no tenías que tratar así a Accel-kun... Él te quiere mucho y tan solo te demostró lo preocupado que estaba por ti. ¿Te has dado cuenta de que Accel-kun se olvida que está dentro de un mundo virtual cuando está contigo? —preguntó Mei, sorprendiendo por un instante a Yuuki, pero la chica Imp terminó asintiendo con la cabeza— Eso demuestra lo mucho que te quiere y es por eso que se preocupa tanto. Y es que, aunque yo no supiera tu situación, aún así lo entiendo... Después de todo, dejar de preocuparnos por alguien solo por estar dentro de un mundo virtual... ¿no nos haría despreciables? —Yuuki pareció más sorprendida por el juicioso tono en las palabras de la Undine— No importa en qué mundo te encuentres, si alguien te importa, no necesitas conocer a ese alguien en todos los mundos. Basta con que sea importante para ti dentro de un mundo, para que sea igual de importante en los demás mundos... Y no deberíamos ser indiferentes por la seguridad de alguien solo porque se trate de un mundo virtual... La vida nos ha demostrado que alguien puede estar en peligro en cualquier momento o lugar y los demás puede que no lo sepan... Y tú eres una clara evidencia de eso, ¿no, Yuuki? —la chica Imp esta vez pensativa, bajó un poco la cabeza.
—... ¿Y qué me aconsejas que haga, Mei-chan?
La Undine sonrió también un poco amargamente:
—Bueno, después de todo, no es como que no entendiera tu reacción ante lo que sucedió hoy con Accel-kun, así que entiendo tu punto... Jeje, ya parecéis una pareja de recién casados cada día teniendo algún tipo de discusión distinta, jiji.
—L... —Yuuki se ruborizó avergonzada— L... ¿Los recién casados se pelean?
—¿Eh? Ah... —Mei sonrió nerviosamente, sorprendida por la pregunta de la pelimorada— Realmente no sé, es tan solo una frase común.
—Ya... Ya veo...
—Y en cuanto a mi consejo... Creo que es sencillo —sonrió la Undine, volviendo al tema inicial—. Ve ahora mismo a encontrarte con Accel-kun y discúlpate.
Yuuki se sorprendió, sonrojándose un poco nerviosa:
—¡¿Ahora mismo?!
—Sí. ¿Por qué? —inquirió Mei, confundida.
—Es que... —balbuceó Yuuki, tímida y sonrojada, moviendo sus hombros.
—¡No quiero timidez! Es una simple disculpa. Estoy segura de que luego me lo agradecerás —insistió la peliazul, sorprendiendo a Yuuki que se sintió un poco asustada.
—E... Está bien —dijo la chica Imp, que terminó sonriendo tiernamente—. Gracias, Mei-chan. Iré cuando me despida de ustedes, ¿vale? —y Yuuki le extendió su meñique derecho a Mei, que se sorprendió pero suspiró incrédulamente no satisfecha del todo, para luego cruzar meñiques con Yuuki como símbolo de una promesa.
—Vale, si no hay de otra... —dijo, y Yuuki le mostró una gran sonrisa.
[...]
Mientras, Asuna y Accel terminaban de comer.
—La comida estuvo muy buena... —dijo el chico Undine juntando las palmas de sus manos. Luego el peliazul miró a Asuna que observaba un poco como sospechando hacia detrás de Accel, a la izquierda de este—... ¿No lo crees? —preguntó el Undine, tratando de llamar la atención de Asuna, pero como todavía no lo conseguía, se sintió más confundido al respecto— Esto... ¿Qué pasa? ¿No te gustó la comida?
—No, no es eso. La comida estuvo muy buena, es solo que... Accel-kun... —dijo Asuna, volviendo a colocar su mano diestra al lado de su mejilla derecha para decirle algo en voz baja al Undine mientras Asuna continuaba mirando hacia atrás de él—... Creo que desde hace rato nos están vigilando —susurró ella, confundiendo a Accel.
—Creo que se dieron cuenta —le comentó Jane preocupada a Karl.
—No, tal vez solo a ella le parece extraño, mientras no lo descubra Accel-kun estamos bien —dijo el Spriggan, cuando de repente Accel volteó la cabeza hacia donde se encontraba mirando Asuna, reconociendo a Jane y a Karl, los dos que se asustaron—. ¡Demonios! Sí nos descubrió —se preocupó el Spriggan.
Accel pasó a mirar molesto e incrédulo a sus dos amigos.
—¡N... N... No nos mires así! ¡Es toda tu culpa, Accel-kun! —gritó Jane levantándose de su asiento, delante de todos los clientes y empleados, lo que dejó a Accel mucho más incrédulo.
Al final, decidieron salir de la cafetería y llegaron a la casa del muchacho Undine. Dentro de la habitación de Accel, este último se sentó calmado en su cama mientras observaba a Karl, Jane y Asuna que se encontraban en este orden de izquierda a derecha delante de él.
—¿Y bien? ¿A qué se debió todo eso? —inquirió Accel.
—¡No me puedes culpar de nada! —se defendió Jane muy confiada con los brazos cruzados. Accel se mantenía serio e incrédulo ante esto— ¡Hice lo correcto! Cada vez que mencionabas a la otra Yuuki me ponía de los nervios. ¡Y de contra nos revelas que vives con ella! Tenía que aprovechar mi primera oportunidad para conocerla y comprobar si puede representar un peligro para tu relación con nuestra Yuuki o no —dijo, llamando la atención de Asuna y provocando que Accel suspirara sin más remedio.
—¡Ah! ¡Son tus compañeros de gremio! Ahora que me fijo bien tienen el mismo símbolo de tu gremio. ¡Mucho gusto! Mi nombre es As... —iba a terminar de presentarse mientras extendía su mano para saludarlos, pero se detuvo justo antes de revelar su verdadero nombre—... ¡Yuuki! ¡Solo Yuuki! —dijo finalmente, confundiendo a los tres que la observaban.
—Es incluso más linda de cerca... —pensó Jane todavía con los brazos cruzados, aún seria pretendiendo mirar a Asuna con molestia— De hecho... Se parece un poco a Yuuki... No sé, tiene un cierto parecido con ella... Pero... ¿Por qué me sigue pareciendo tan familiar? Y ahora que la veo de cerca hace que me parezca incluso más familiar... ¡Ah! Esa trenza... ¡¿De qué me suena?!... —la Cait Sith se sentía un poco frustrada en su pensamiento, pero manteniendo su seriedad.
—Mucho gusto, mi nombre es Karl. Solo Karl —sonrió el Spriggan a la vez que bromeaba ligeramente, provocando que Asuna sonriera divertida saludando al muchacho cogiéndose de las manos.
—Y tú eres... Janette-chan, ¿no? —preguntó Asuna dirigiéndose con una tierna sonrisa a Jane, tras ver el nombre de esta encima de su barra de vida— Es un placer conocerte.
—¡Rayos! Y encima es amable y considerada, no puedo molestarme con ella... —pensó la Cait Sith, que decidió descruzar sus brazos y la miró aún seria—: Sí, pero puedes llamarme Jane, solo Jane —dijo, y Asuna le sonrió.
—Tengo curiosidad, ¿por qué te pones un nombre y luego pides que te llamen por otro? —bromeó Asuna con una sonrisa, provocando que Jane se molestara a la par que Accel y Karl se reían.
—¡¿Pero qué demonios?! ¡¿Quiere ser mi enemiga o qué?!
—Era broma, era broma —sonrió Asuna divertida, logrando que Jane se calmara aunque solo un poco, sin hacer desaparecer su seriedad—. Entiendo que sea un apodo amistoso, y por lo tanto me hace feliz que me permitieras llamarte Jane. De todas formas, ambos nombres son preciosos —dijo con una tierna sonrisa, haciendo sonrojar a la Cait Sith.
—Bueno... No parece ser mala... Aunque es como dice Accel-kun... Con esta Yuuki nunca se sabe... Es un poco rara...
—Entonces supongo que Jane-chan es Taisha-chan, y que Karl-kun es Ryoichi-kun... Qué bueno que sean tan cercanos a Accel-kun en ambos mundos —pensó Asuna mirando tiernamente a Jane y a Karl—. Y entonces supongo que esa Yuuki de la que hablan es vuestra compañera de gremio de la que tanto me habla Accel-kun... —dijo, sorprendiendo a Jane, y poniendo sonrojado y nervioso al muchacho Undine— Y por lo visto, Jane-chan, eres una fan de la relación romántica entre Accel-kun y vuestra Yuuki. ¡Qué bien! ¡Yo también apoyo esa relación al máximo! ¡Sin lugar a dudas Yuuki-chan tiene que quedar emparejada con Accel-kun, ¿verdad?! —preguntó emocionada, cogiendo las dos manos de la Cait Sith, mirándola con una tierna y entusiasmada sonrisa.
—¡Es definitivo! ¡Me cae bien! ¡Parece que no está enamorada de Accel-kun y que apoya al máximo la relación de él con Yuuki-chan! ¡Falsa alarma! ¡Esta Yuuki me cae muy bien! —pensó Jane, finalmente muy contenta, sus ojos brillaron y la Cait Sith agarró más fuerte las manos de Asuna, la cual se sorprendió un poco— ¡Sí! ¡Accel-kun y Yuuki-chan son la pareja ideal! ¡Se ven tan tiernos juntos! ¡Tienes que conocer a Yuuki-chan! ¡De seguro le agradarás! —dijo, sorprendiendo a Asuna y un poco a Accel.
—Vaya. Eso fue rápido. Parece que Yuuki conocerá a los miembros de nuestro gremio antes de lo que pensé.
—Así que conoceré a Yuuki-chan... No sé por qué, pero... Tengo muchas ganas de conocerla... Yo... Realmente estoy feliz... Tan feliz... ¿Por qué será?... —se preguntó Asuna en su pensamiento, sonriendo tiernamente aunque con cierto tono melancólico.
...
Luego, los cuatro terminaron sentados en la sala mientras conversaban. Asuna y Karl platicaban muy sonrientes, sentados los dos en el sofá, mientras Accel y Jane charlaban sentados en la cama de este.
—Esta Yuuki-san es muy linda, al igual que nuestra Yuuki, ¿eh? —preguntó Jane, mientras tanto ella como Accel miraban hacia Asuna.
—Sí —respondió el chico Undine.
—¡Pero aún así no quiero verte coqueteando con esta Yuuki, ¿te queda claro?!
Accel se sorprendió, mirando un poco asustado y confundido hacia la Cait Sith:
—¡P... Pero claro que no! ¿Qué tengo que hacer para demostrarte que realmente amo a Yuuki?
—Es que cuando esta Yuuki-san reveló lo mucho que hablas de nuestra Yuuki... —comenzó diciendo Jane, y antes de que terminara de hablar, ya Accel se estaba sonrojando muy tímido y avergonzado—... te sentiste muy apenado. ¿Ves? Justo como ahora. Yo lo interpreto como que no estás seguro de tus sentimientos —dijo la Cait Sith con seriedad, cruzando los brazos otra vez un poco molesta.
—No, no es eso, solo... —el Undine terminó sonrojándose un poco tímido mientras bajaba la cabeza, dejando confundida a Jane— Es decir... ya te lo había dicho, ¿no? Que... Todo esto es muy nuevo para mí... Lo de estar enamorado y... Bueno, que no sé cómo lidiar del todo con esta situación.
—¡Qué lindo! ¡Qué tierno! —pensó Jane tras sonrojarse y sorprenderse con la respuesta de Accel, y luego la Cait Sith pasó a mirar molesta hacia Karl— ¡¿Por qué Ryoichi no será así?! —se preguntó Jane un poco molesta, decidiendo continuar con su plática con el Undine a su lado—: De todas formas, Accel-kun... Le dije a esta Yuuki-san que le presentaría a nuestra Yuuki, pero... Pensándolo bien... Creo que es mejor... Te aconsejo que no le presentes a Yuuki a esta Yuuki-san... No es que no me agrade, pero... Esta Yuuki-san podría ser perfectamente una rival en el amor para nuestra Yuuki —dijo Jane, sorprendiendo y confundiendo a Accel—. Y hay que evitar cualquier tipo de cliché que pueda arruinar tu relación con nuestra Yuuki. ¡Así que por lo menos no las presentes hasta que te le declares oficialmente a nuestra Yuuki y por fin sean novios! —exclamó muy autoritaria, haciendo que Accel se sorprendiera un poco incrédulo.
—¡¿Hasta que yo me le declare a Yuuki?! ¡¿De qué Accel está hablando ella?! ¡Creo que Jane-chan me tiene sobrevalorado! ¡¿Acaso no le expliqué que ni siquiera estoy seguro de confesármele a Yuuki?! ¡¿O es que Jane-chan quiere forzar mi relación con Yuuki de una forma u otra?! ¡Además, ¡me daría un paro cardiaco antes de pedirle a Yuuki que sea mi novia!! ¡Eso no es algo que yo pueda hacer por mí solo, por lo menos en un buen tiempo! ¡Si esas son sus condiciones creo que pasará un muy largo, largo tiempo hasta que las dos Yuuki lleguen a conocerse!
—Oigan, ustedes dos, vengan a conversar con nosotros —dijo Asuna, llamando la atención de Accel y Jane que decidieron acercarse a ellos, sentándose frente a la Undine y el Spriggan.
—¿Y bien? ¿De qué estaban hablando? —preguntó la Cait Sith, provocando que Asuna y Karl sonrieran muy contentos.
—¡De Accel-kun y Yuuki-chan, por supuesto! —exclamó Asuna, sorprendiendo a Jane y haciendo sonrojar otra vez tímidamente a Accel— Así que cuéntanos, Jane-chan. Cuéntanos historias de Accel-kun y Yuuki-chan.
La Cait Sith continuaba sorprendida, pero rápidamente hizo una pose triunfal mientras colocaba sus dedos en su barbilla de forma pensativa, pero muy confiada con los ojos cerrados:
—Vale, ¿por dónde empiezo? —fanfarroneó Jane, preocupando un poco a Accel.
—N... ¡Ni que fueran tantas historias! —se quejó el Undine, avergonzado.
—¡Ah! ¡Ya sé! —la Cait Sith ignoró a su amigo peliazul— ¡Uno de los momentos más recientes en cuanto a Accel y Yuuki...! —iba a terminar de decir Jane, mientras Accel no se creía lo que tenía que escuchar.
—¿Qué somos Yuuki y yo? ¿Una novela ligera de la cual comentar? —se preguntó el Undine en su pensamiento, mirando confundido e incrédulo hacia Jane, la cual se encontraba muy entusiasmada mientras le hablaba a Asuna.
—¡... Uno de los momentos más recientes fue...! —comentó Jane, recordando lo que iría contando. En su recuerdo Jane se disponía a correr tras Yuuki, preocupada por esta—: ¡Yuuki! —exclamó Jane preocupada, sacando sus alas Cait Sith para disponerse a ayudarla, pero Accel extendió su brazo delante de Jane, logrando detenerla.
—Espera... —dijo Accel, confundiendo un poco a su amiga Cait Sith— Entiendo ese sentimiento de pensar que Yuuki puede parecer débil e inocente debido a su lindo rostro y apariencia que puede hacer que bajes la guardia, pero... —Accel dejó de extender su brazo mientras sonreía más confiado, mirando hacia Yuuki— ¡Ella es sin dudas la mejor espadachín de todos! —exclamó Accel, muy confiado en sus palabras. Jane se sorprendió, pero sonrió tiernamente con solo una leve pizca de preocupación.
La Cait Sith finalizó la narración de su anécdota, sorprendiendo a Asuna. Jane notó la sorpresa de la Undine, por lo que continuó hablando:
—¡¿No es súper lindo?! —inquirió, pero Asuna continuaba sorprendida, sin inmutarse lo más mínimo, lo que sí terminó confundiendo a la Cait Sith tras advertir la expresión casi atónita en el rostro de Asuna—... ¿Qué te sucede, Yuuki-san?
Esta vez Asuna sí se sorprendió al escuchar y notar las palabras que Jane le dirigía, por lo que sonrió tímidamente y disimulando que no había pasado nada importante por sus pensamientos:
—Nada, solo... recordé algo... de repente... —decía Asuna, la cual comenzaba a recordar cuando ella tuvo su segundo enfrentamiento contra Yuuki.
En ese flashback, en algún momento Asuna se había alejado un poco de Yuuki para descansar tomando un poco de aire mientras mantenía levantada su espada por si a Yuuki le apetecía atacarla:
—Yuuki puede parecer débil e inocente debido a su lindo rostro y apariencia que puede hacer que bajes la guardia, pero... ¡Ella es sin dudas la mejor espadachín de todos! ¡No puedo distraerme ni un segundo! —pensó Asuna muy orgullosa de la Yuuki que en su recuerdo se encontraba justo de frente a ella, disponiéndose en ese entonces a continuar con el ataque, volviendo Asuna de su recuerdo, quedándose aún un poco pensativa al respecto— Accel-kun... Digo, Ichigo-kun... Él dijo lo mismo que yo dije una vez con respecto a Yuuki, pero... ¿Puede existir tanta coincidencia en este mundo?... Tengo... Tengo que hacer que Jane-chan me presente a Yuuki lo antes posible... —pensó, muy seria, apretando su puño derecho sin que los demás la notaran.
...
Después, cuando ya era más tarde; Jane, Karl y Asuna decidieron retirarse de casa de Accel.
—¡Nos vemos, Accel-kun! —dijo Asuna, despidiéndose del Undine mientras se retiraba junto a Jane y Karl. Una vez fuera de casa de Accel, Asuna abrió su “Sistema de Comando” disponiéndose a desconectarse— ¡Nos vemos, Jane-chan, Karl-kun!
—Vámonos nosotros también —dijo Jane una vez que Asuna ya se había desconectado. Karl le asintió con la cabeza y ambos se desconectaron.
Mientras, dentro de casa de Accel, este miraba la foto que él tenía de cuando los “Sleeping Knights” derrotaron a su primer Jefe de Piso, donde Accel y Yuuki aparecieron muy juntos en la foto, con una feliz y tierna sonrisa los dos, incluso cogidos de las manos, pero luego el Undine recordó cuando se encontraban en el Piso 11.
—Lo... Lo siento. Pero... —musitó Yuuki en el recuerdo de Accel, bajando la cabeza un poco deprimida—... Tú no tienes que entrometerte en lo que haga o deje de hacer —a pesar de que Yuuki dijo eso con la cabeza baja y la voz un poco decaída y afligida, todos se sorprendieron, en especial Mei y Accel, este último que se sintió ligeramente devastado, volviendo de su recuerdo, todavía un poco entristecido.
—¿Yuuki... estará muy molesta conmigo?
Preguntándose esto a sí mismo, un poco triste, decidió guardar de nuevo la foto en su “Sistema de Comando”, y se dispuso a desconectarse, pero alguien tocó la puerta de su casa, sorprendiéndolo.
—¿Quién podría ser a estas horas? —entonces el Undine se dirigió hacia la puerta, y al abrirla, se sorprendió mucho al ver a Yuuki frente a él. La chica Imp parecía un poco nerviosa pero esforzándose para estar ahí, un poco tímida— Yuuki... ¿Qué haces aquí y... a estas horas? —preguntó confundido.
—Disculpa si te interrumpí... Yo... —musitó Yuuki tímida, sin saber a dónde mirar— La verdad es que pensé que ya te habrías desconectado, pero... ¡Así es mejor! ¡Tengo que decirte algo importante lo antes posible! —exclamó muy seria, pero de una forma tan tierna que hizo sonrojar tímidamente a Accel.
—S... ¡¿Sí?!
—¡Lo siento! —la chica Imp hizo una reverencia delante de Accel, que confundido, se le terminó quitando el sonrojo.
—¿Lo sientes? ¿Por qué?
—¿No estás molesto? —preguntó Yuuki confundida, dejando de hacer esa reverencia, y sorprendiendo a Accel.
—¿Molesto? ¿Por qué? —volvió a preguntar Accel confundido.
—... —Yuuki se mantuvo en silencio, muy avergonzada como para explicarse.
—... Ah, lo... ¿Lo dices por...? ¿Por lo que sucedió hoy después de derrotar al Jefe del Piso 11? —preguntó él, y Yuuki le asintió con la cabeza, haciendo sonreír tiernamente a Accel— No estoy molesto, Yuuki. De hecho... —dijo mientras se llevaba tímidamente su mano derecha detrás de la cabeza— Pensé que serías tú la que estarías molesta conmigo... Y es que tienes toda la razón para estar molesta... Yo no debí haber actuado tan sobreprotector contigo, es que... No lo entiendo ni siquiera yo, pero... Cada vez que estoy a tu lado... siento que tengo que protegerte cueste lo que cueste... Siento como que necesito protegerte porque podrías estar en peligro... Me pasa eso, incluso cuando estoy convencido de que ganarás... No puedo evitar preocuparme. No es que no confíe en ti, todo lo contrario, pero... Me importas mucho y creo que te sobreprotejo de forma involuntaria... Simplemente no está en mí el evitar sobreprotegerte.
Ella que al principio estaba sorprendida, se sonrojó tiernamente, y luego sonrió:
—¡Tranquilo! No estoy molesta, y como quiero que tú y yo nos sigamos llevando tan bien como siempre... ¡Por eso vine además para ofrecerte un trato!
—¿Un trato?
—¡Sí! ¡Haremos una apuesta! El perdedor cumplirá un deseo del ganador, sea lo que sea, ¡¿sí?! —preguntó Yuuki muy entusiasmada. Accel se sorprendió y le terminó sonriendo un poco confiado, colocando sus manos en su cintura, mientras le guiñaba un ojo a Yuuki, bromeando con ella.
—Espero que la apuesta no consista en un combate de espadas. Sabes perfectamente que perdería contra ti.
—No, no es un combate de espadas. ¡Y... Cielos! ¡No te rindas! ¡¿Por qué piensas que no serías capaz de ganarme?! ¡Ya incluso estás en el Nivel 99!
—Ya tú lo dijiste, jeje, estoy en el Nivel 99, pero tú estás en el Nivel 100... Bueno, Nivel 410 según lo que me dijiste el día que nos conocimos, ¿te acuerdas? —bromeó Accel, preocupando un poco a Yuuki.
—¡¿Se acuerda de eso?!
—Además, aunque yo estuviera en el Nivel 100 igual que tú... ni así podría vencerte. Eres la mejor espadachín de todos, Yuuki. Eso nadie lo puede negar. Eres la espadachín más fuerte que conozco, y te digo que conozco a los dos supuestos mejores jugadores de este mundo virtual. Pero ellos no son rivales para ti, te lo aseguro.
—Debe estar hablando de Kirito-san y Asuna-chan... El “King” y la “Queen”... Nunca me ha importado ser fuerte o no, pero... Que Accel-kun confíe tanto en que soy tan fuerte... ¡Me hace muy feliz! —pensó Yuuki sonrojada, sonriendo tiernamente.
—¿Y bien? ¿En qué consiste la apuesta?
—¡Ah! ¡Sí! ¡Mañana te lo diré! ¡¿De acuerdo?!
—¿No puedes decírmelo ahora?
—Sí, pero mejor te lo digo mañana, que estarán nuestros amigos como testigos de todo lo que ocurra. ¿Te molesta?
Accel continuaba un poco confundido, pero igual le sonrió tiernamente:
—No, no me molesta. Entonces nos vemos mañana, ¿sí? —preguntó él, mostrando su dedo meñique derecho, sorprendiendo y confundiendo a Yuuki, incluso sorprendiéndose el propio Accel por lo que él mismo hizo— Ah... Ehm... Esto... Yo... Disculpa, solo se me ocurrió y... —balbuceó tímido, sonrojado y avergonzado, pero no terminó de explicarse porque se sorprendió al notar que Yuuki juntó su dedo meñique derecho con el meñique derecho de Accel, mientras la chica Imp sonrojada lo miraba con una tierna y linda sonrisa.
—¡Está bien, está bien! Es una promesa, ¿no? —preguntó Yuuki, y Accel aunque aún un poco sorprendido, le asintió con la cabeza— Me gustaría que hagamos esto más a menudo. De esa forma compruebo lo que cada día siento más... —dijo ella, haciendo una pausa y dejando un poco intrigado al Undine—... ¡Que cada día nos hacemos más y más cercanos, ¿no lo crees así, Accel-kun?! —Yuuki le mostró una gran y tierna sonrisa mientras cerraba los ojos, sorprendiendo al peliazul que se sonrojó observando lo linda que se veía Yuuki.
—Sí —respondió aunque tímidamente, luego mirándola con una tierna sonrisa.
...
—¡Nos vemos mañana, Accel-kun! ¡Que duermas bien! —exclamó Yuuki, y Accel se despidió levantando su mano mientras la chica Imp se retiraba de su casa.
Después, el Undine decidió sentarse en su cama, suspirando y luego sonriendo contento y sonrojado, tímidamente:
—¡Qué linda!
Pensaba Accel muy feliz, recordando de repente lo que él hace solo un corto tiempo le había dicho a Yuuki:
«Además, aunque yo estuviera en el Nivel 100 igual que tú... ni así podría vencerte. Eres la mejor espadachín de todos, Yuuki. Eso nadie lo puede negar. Eres la espadachín más fuerte que conozco, y te digo que conozco a los dos supuestos mejores jugadores de este mundo virtual. Pero ellos no son rivales para ti, te lo aseguro».
Tras recordar sus propias palabras, Accel se quedó un poco pensativo al respecto:
—El Abuelo Kazuto es fuerte, sí, pero... La fuerza de Yuuki sobrepasa los límites, la del Abuelo Kazuto no... Yuuki es mucho más fuerte que el Abuelo Kazuto en todos los sentidos... Y aunque aún no he visto la apariencia de la Abuela Asuna... El Tío Klein dice que la Abuela Asuna tiene el mismo nivel que el Abuelo Kazuto. El Abuelo Kazuto está... Sí, ya me acuerdo, en el Nivel 98... Aunque según la Tía Lizbeth... la Abuela Asuna puede ser mucho más fuerte que el Abuelo Kazuto si ella se lo propone... ¡Oh! Ahora que lo pienso... ¿estoy en un nivel superior al de mis abuelos? Entonces... Posiblemente Yuuki y yo seamos los jugadores más fuertes de este juego... Los dos más fuertes... El “Rey” y la “Reina”... El “King” y la “Queen”... ¡Ah! ¡¿En qué estoy pensando?! ¡Creo que me estoy volviendo demasiado cursi!
Accel se ruborizó muy avergonzado cuando sintió que sus pensamientos estaban tomando un rumbo ligeramente distinto, y comenzó a revolcarse tímidamente en la cama de un lado a otro. Una vez ya más calmado, acostado de espaldas en su cama, decidió abrir su “Sistema de Comando”:
—Me pregunto si Yuuki ya se habrá desconectado... —dijo, pero al instante notó que la chica Imp continuaba conectada y se alegró por eso— ¡Sí! ¡Sigue conectada!
Muy alegre, el chico Undine decidió enviarle un mensaje a la pelimorada:
—«« ¿Qué estás haciendo? »»
Yuuki rápidamente respondió con otro mensaje:
—«« Estoy jugando SALO »» —bromeó ella, haciendo sonreír a Accel.
—«« Muy graciosa. Me refiero a qué estás haciendo dentro del juego »»
—«« Pues... Conversando contigo »»
Accel se sorprendió, pero terminó sonriendo nuevamente ante la broma de ella:
—«« ¿Te crees muy graciosa, verdad? »»
—«« ¡Sabes que sí! »» —Accel volvió a sonreír tiernamente, pero se sorprendió al leer el siguiente mensaje de Yuuki—: «« Me sorprende que a esta hora me escribas. No creí que fueras ese tipo de persona »».
Accel se deprimió un poco:
—¿Le habrá resultado incómodo a Yuuki que comenzara a escribirle mensajes? —se preguntó para sí mismo, cuando notó que ella le había enviado otro mensaje.
—«« De hecho... Me gusta eso de ti... Te ves más tierno... »»
Accel sorprendido, se sonrojó y sonrió alegre y tímidamente, decidiendo seguir chateando. De tanto conversar, Accel y Yuuki se quedaron dormidos dentro del juego.
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