Capítulo 4: 나랑
—¿cuanto tiempo habré dormido? —susurró Jungkook.
El joven abrió los ojos y observó la habitación, cuando se movió para bajarse se dio cuenta que Kim lo tenía rodeado de un brazo. Hizo una mueca y lo quitó lentamente. Luego se fue a recorrer el apartamento mientras el otro seguía profundamente dormido.
Únicamente dió un vistazo rápido a las paredes para verificar que no habían cámaras. Cuándo llegó, vio en la sala un mueble que tenía una foto de Taehyung y la que probablemente era su esposa.
Ahora que lo pensaba... ¿Dónde estaría ella?
Jungkook durmió con Kim y calculaba que eran las 6 am y ella aún no llegaba. No quería y no tenía que ser visto por nadie más que por Taehyung.
Se lo preguntaría luego.
Caminó lentamente hacia la cama de nuevo y se acostó. Vio a Taehyung durmiendo y pensó que no podía creer que este hombre le había partido el culo.
Dinero, dinero, dinero...
✘✘✘
Cuando Taehyung despertó lo primero que vió fue todo negro, era cabello.
Inconscientemente dió una pequeña sonrisa, era la primera vez que después de tener sexo la otra persona se quedaba haciéndole compañía.
De alguna manera no se sintió tan solo.
—¡hey! ¿Jungkook? Estas despierto —el mencionado rodó los ojos pero el castaño no lo vio.
—no, aún sigo dormido.
Taehyung se rió de si mismo.
—soy tan tonto —rió, no lo decía encerio—, amm ¿te sientes bien?
Jungkook giró su cabeza para ver a Taehyung, este se había sentado.
—¿Te refieres a mí culo? —dijo Jungkook con voz un poco grosera. El mayor asintió.
—¿Te duele?
—Siento extraño —Jungkook dió un suspiro—, me siento pegajoso y creo que está un poco irritado. Pero dolor dolor... —negó lentamente—, no.
—es bueno, supongo —dió un bostezo—, ¿quieres algo de comer? Puedo ir a comprar algo si quieres.
Ganarse su confianza... ¿Significa que tengo que pasar tiempo con él?
—si está bien.
—puedes ducharte y limpiarte, ya sabes —Taehyung se levantó de la cama y fue ponerse algo de ropa. Por un momento había ignorado que ambos estaban desnudos.
Cuando Taehyung se fue, Jungkook buscó sus pantalones en el suelo, metió su mano en el bolsillo y sacó su celular para marcar el número de SooRi.
—Jungkook ¿qué pasa? Es muy temprano.
—lo siento, quería ver si estabas bien. Estoy en su casa.
—¿revisaste aquello?
—si... No hay. Oye SooRi —le llamó—, ¿Podrías pasar a comprar la cámara?
—¿tan pronto lo harás?
—no ahora, pero si pronto —Jungkook dió un suspiro—. Primero tengo que saber que días podré seguir viéndolo.
— que nadie más te vea —advirtió SooRi.
—lo sé. Te amo.
—te amo —le contestó ella.
Jungkook colgó el teléfono y lo guardo. Fue a los pies de la cama y observó un mueble, no tenía nada sobre él, solo un libro. Hizo un sonido con los labios pensando que haría, ese sin duda era un buen lugar para poner la cámara, pero necesitaba algo con que camuflar el pequeño aparato.
Ya se le ocurriría algo.
✘✘✘
Llegó a la tienda más cercana preguntándose qué podría comprar que le gustara al chico pelinegro.
Recorrió los pasillos pensando en qué elegir.
¿Chocolate o café?
Sin duda a él le gustaba el chocolate, pero no sabía si a Jungkook también...
—llevaré los dos —se dijo a si mismo. Ahora sólo tenía que pensar que podría gustarle de desayunar. Realmente quería preparar algo delicioso para el chico en su casa pero la verdad era que... no cocinaba bien.
No porque no sabía, de verdad lo había intentado, Park SangKyo, su "esposa" le había tratado de enseñar. Seguía las recetas al pie de la letra, pero siempre su comida tenía un mal sabor.
Por eso la mayoría del tiempo comía comida "chatarra" y estaba aburrido de comer afuera casi siempre.
Unos sándwiches no estarían mal
Se sintió como la persona más inteligente en este momento. Cuando se dió lo a vuelta para buscar algunos productos, chocó con alguien haciendo que los paquetes de café y chocolate cayeran al suelo. La otra persona se agachó rápidamente a recogerlos.
—lo siento mucho de verdad —esa voz... Ya la había escuchado antes. Y sus sospechas quedaron claras cuando vio el rostro del chico.
—¿Jimin? —él abrió los ojos, algo poco usual.
—Kim.. Kim Taehyung —la boca abierta de Jimin reflejaba lo mismo que Taehyung sintió, sorpresa—, ¿Qué haces aquí? No espere verte. No te he visto desde el colegio.
—vivo cerca —sonrió—, te juro que hace unos días pensé en ti y en qué habías hecho —el mas bajo sonrió, Taehyung había olvidado lo adorable que Jimin era.
—bueno podríamos salir un día de estos, estás más guapo que en el colegio, los años te hacen lucir mejor.
—lo mismo digo —sonrió Taehyung.
—bueno yo tengo una reunión pronto —dijo Jimin un poco triste—, guarda mi número y me llamás cuando tengas libre.
Taehyung sacó su celular y se lo entrego a Jimin para que anotara su número, cuando terminó se lo devolvió y se despidió haciendo una pequeña reverencia.
***
—he vuelto —anunció Taehyung, pero la casa estaba en silencio—. ¿Jungkook? —Casi deja caer las bolsas de compras al suelo.
¿Se fue?
Para su sorpresa el joven salió del baño con la misma ropa del día anterior.
—estas aquí —le sonrió él—. Pensé que tardarían más.
—fui en carro —caminó hasta la cocina y sacó lo que había comprado—. ¿Qué prefieres? ¿Café o chocolate?
—café
Qué bien que compré ambos
Taehyung comenzó a preparar el desayuno y Jungkook se sentó en la mesa.
—perdona si preguntó algo que no debo pero... ¿Usted tiene esposa cierto? —Taehyung miró el rostro del chico un segundo.
—en teoría.
—¿Dónde está ella? es que pasé la noche aquí y había olvidado que tenías esposa. No pude sacarme esa pregunta de la cabeza. No quiero causarte ningún conflicto —Taehyung se rió en silencio y Jungkook frunció el ceño sin entender.
—No te preocupes, ella está de viaje en este momento. Sino, no te habría pedido que te quedarás ¿Cierto? —le sonrió altanero y divertido mientras llevó un plato con un sándwich frente suyo.
—ya veo... —dijo mirando el sándwich. El castaño también le puso una tasa de café, este olía demasiado bien. Jungkook amaba el café—. Gracias.
Taehyung se sentó frente suyo y también comenzó a comer.
—¿tienes algo que hacer hoy en la tarde?
Tengo que terminar mi trabajo...
—no. Es sábado, ¿Hay algo que quieras hacer? —Taehyung lo miró a los ojos y el menor casi pudo jurar que estaban brillosos.
—nada en particular —después hubo un silencio incómodo—, creo que debería irme, mi madre me espera en casa y no llegué ayer. Debe estar preocupa.
Taehyung asintió, sintiéndose decepcionado, quería proponer algo para pasar tiempo con este chico pero no se le ocurrió nada... Tampoco evitaría que se fuera, su madre esperaba por él.
—tal vez... Podrías darme tu número —comentó Jungkook—. Ya sabes, por si quieres salir un día.
—Eso sería genial —sonrió—. Pero tú también me darás el tuyo.
Así que intercambiaron celulares para agregar su número. Cuando terminaron, Jungkook fue por su mochila y Taehyung lo acompañó a la puerta, justo antes de irse Jungkook de inclinó hacia Taehyung y le dió un corto beso en los labios, que por supuesto Taehyung correspondió.
—El café te quedó muy bueno —sonrió levemente y esas palabras junto con el previo beso, bastaron para alegrarle el día.
Taehyung era tan simple de contentar.
—nos vemos —dijo el joven y se fue por el pasillo hasta el elevador.
***
—¡Taehyung abre la puerta! —gritó SangKyo.
—ya va, ya va —respondió y fue a abrir la puerta—. Hasta que decides aparecer.
—mi vuelo se atrasó —ella hizo un puchero y abrazó a Taehyung juguetonamente—, ¿Qué fue de tu vida?
—aah no mucho sólo, por ahí ya sabes —ella le dió una mirada interrogativa mientras sonreía.
—¿Qué? ¿Seguro que no estuviste con nadie? —Taehyung se rascó detrás del cuello—. Porqué allá hay dos platos de desayuno —señalo SangKyo.
—ah bueno si, hace unos días conocí un chico.
—espero que está vez sea el indicado —rió ella—. Más vale que te sea un buen amante —se burló.
La relación que Taehyung tenía con SangKyo era bastante curiosa. Era su esposa legalmente y para sus padres también, pero la realidad era que, era su mejor amiga. Ninguno de los dos veía más allá que una simple amistad.
—¿te quedarás mucho tiempo? —preguntó Taehyung un poco triste.
—no, tengo que hacer un viaje a Japón.
—cocina algo para la cena —pidió Taehyung. SangKyo se cruzó de brazos.
—¡te enseñé la otra vez!
—ya lo sé, pero no me sale. No puedo. Además técnicamente eres mi esposa, cocina un poco para mí.
SangKyo le dio unos golpes juguetonamente causando que el mayor riera.
—y para eso sí soy tu esposa verdad —siguió reclamando—. Pendejo. Nisiquiera has lavado los platos del desayuno.
—ya los lavo —Taehyung fue a recogerlos y lavarlos—. Oye... Puedo hacerte una pregunta.
—claro —respondió SangKyo mientras empacaba su ropa.
—ya que tú viajas mucho... ¿Qué lugar me recomiendas para salir?
—¿Te refieres a uno para salir con tu nuevo chico?
—umjuu —confirmó—, solo quiero un lugar tranquilo donde pueda conocerlo. De verdad siento que gusta mucho.
—wow —alzó las cejas—, ¿Cómo se llama?
—Jungkook. Es un chico hermoso.
—bien... —se detuvo un momento pensando—, ¿Qué tal la playa de Jeju?
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