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Capítulo 15: 너는 내거야


Septiembre, Miércoles 14

¿Alguna vez te has sentido tan frustrado y tan al límite de la cordura que te has puesto a llorar?

Bueno, así es como se encontraba el pelinegro en este momento.

Llorar de frustración era todo lo que Jungkook hacía en ese momento, su corazón era débil y odiaba forzarse a pensar en algo que no quería. Una decisión que estaba obligado a tomar. Necesita una salida. Algo que lo ayudará a salir del laberinto de ideas en ruinas en el que se encontraba.

No veía ninguna salida.

Por supuesto que Jungkook parecía alguien fuerte, alguien que puede soportar mucho peso sobre sus hombros, pero absolutamente nadie sabía cómo era él en realidad. Nadie era testigo cuando el joven se encontraba en soledad.

Nadie lo veía llorar.

Jungkook se aseguraba de eso.

Era importante que SooRi no se diera cuenta de la situación que atravesaba. Y todo porque sus ojos habían elegido posarse en un hombre. Un hombre al que nunca debió haber amado.

Un hombre que no lo merecía. Porque su intención de acercarse a Taehyung siempre fue el dinero y con el tiempo, eso fue lo que menos llegó a importarle.

SooRi no se iba a quedar tranquila si él se marchaba y se iba de la nada. Tampoco veía factible dejar a SooRi después de compartir tanto con ella. No podía.

Pero si lo hacía, dejaría a Taehyung para siempre y tampoco quería eso.

No podía escoger porque no quería dañar a ninguno.

Y él también sufriría por eso.

Sí bien, era cierto que en este preciso momento su corazón estaba más inclinado por Taehyung, y su situación con SooRi tampoco era la misma. Jungkook se había distanciado un poco de ella.

Y se sentía culpable. ¿Por qué su corazón era tan descarado para estar queriendo a dos personas en este momento? Era tan asqueroso como lo fue su padre y lo odiaba. Se odiaba a sí mismo.

No podía pedir la opinión de cualquiera. Cualquiera podría criticar su situación, pero sus opiniones no valían porque nunca habían pasado por esta conyotura. Necesitaba a alguien que... supiera.

Su cabeza dolía de tanto pensar, tampoco se había comunicado con Taehyung en estos días. El mayor no lo había llamado, ni le había dejado ningún mensaje, Jungkook sabía que era porque Taehyung le daría su espacio.

¿Sí le dijera la verdad a Taehyung cómo reaccionaría?

¿Y si se alejaba de los dos? ¿Sí... Se iba de los para siempre?

¿Sí dejaba a SooRi como reaccionaría? ¿Le pediría explicaciones? ¿Él le mentiría?

—esto es tan difícil... —susurro y se dirigió a una gaveta en la cocina que contenía pastillas para el dolor de cabeza. Pronto serían las 9 de la noche y en media hora llegaría SooRi de sus clases.

Su cabeza pensó en una persona que hace mucho tiempo no veía. No hablaba con él. Tomó su celular y  con desesperación espero a que contestara el teléfono.

—p-padre... —hace tantos años no le decía así.

—Jung... Jungkook. ¡Hijo! ¿Cómo has estado?

—bien —no quería hablar mucho fuera de lo que iba a preguntar, pues nada cambiaba el hecho de lo que su padre hizo—. Necesito hacerte una pregunta.

—claro. Lo que sea.

—¿Por qué dejaste a mamá?

—hijo... No voy a hablar de eso cont-

—lo necesito —le interrumpió—. Necesito saber porque te fuiste con esa mujer —Jungkook escuchó a su padre suspirar pesadamente.

—porque la amaba... Amé a tu madre en su tiempo, pero lo nuestro... No duro para siempre. Y "esa mujer" como le llamás, ella me hacía feliz y me ama.

—Mamá también te amaba —le reprochó Jungkook.

—lo sé... Pero ya no era lo mismo. Sí lo que quieres es que sienta culpa, la tuve, no fue fácil dejarlos. Pero era lo que yo quería. Sí solo me llamaste para esto me despido. Hablamos otro día.

Su padre colgó y Jungkook gritó en rabia. Se fue al baño para limpiarse las lágrimas y ver sus ojos, necesitaba calmarse y estar "normal" cuando ella llegase.

***

—¿Jungkook? —dijo la dulce voz de ella—. ¿Cómo te fue en el trabajo?

—bien —contesto mirando el suelo—. ¿Y a ti?

—bien —ella sonrió—. Tengo mucho por estudiar. Muero de hambre. ¿Preparaste algo?

Mierda lo olvidé...

—No. Pensaba en comprar una pizza —mintió— sólo sí tú estás de acuerdo con eso.

Ella lo pensó un momento vacilante y le dijo que sí para luego ir a abrazarlo.  Jungkook también la abrazó mientras su corazón dolía.

—sé que nosotros últimamente hemos estado un poco distanciados, pero no quiero perderte Jungkook —ella se separó de él y tomó sus mejillas—. No sé si es por ir a ver al idio- a Kim... —se corrigió—. Pero recuerda lo que tú me dijiste, él no es nadie. No te sientas culpable. Tal vez hacer esta parte del trabajo no es fácil para ti, porque tienes que estar con un hombre y ahora te das cuenta que cuesta, es difícil.

Taehyung... No es nadie....no. Taehyung es alguien, mucho mejor que yo.

—yo nunca dije que fuera fácil... —reclamó bajo. SooRi rodó los ojos e ignoró eso.

—te falta poco, Jungkook. Casi lo logramos... Sólo te falta el número de la clave de su tarjeta y acabarás con esto. Para siempre.

Ya la tengo...

Yo terminé...

—la próxima vez que vea a Taehyung te daré la contraseña.

—¿Cuándo irás a verlo? —preguntó interesada y sonriente, sólo era una risa al pensar en el dinero.

Y todo esto fue mi idea... Soy un asco.

—por ahora no, porque está ocupado—mintió el pelinegro.

—bueno pasemos tiempo juntos. No me gusta que estés tan distante.

✘✘✘



Noviembre, sábado 5

Cuando el otoño tenía su apogeo y los árboles se tornaban de varios colores cálidos. La gente optaba por viajar y salir a disfrutar de la belleza que la naturaleza brindaba. Un castaño en especial... él se quedaba en la ventana de su sala, viendo hacia afuera.

Taehyung miraba la ventana mientras tomaba café. No le gustaba mucho, pero lo tomaba porque a Jungkook le gustaba, Jungkook le había dicho que le quedaba bien y lo más importante, lo tomaba porque le recordaba a él.

Tenía más de dos meses de no tener noticias sobre él.

Pero tenía la esperanza de que Jungkook volvería. Porque muy en el fondo Taehyung sabía que Jungkook lo amaba. Así que esperaba que por una maldita vez en su vida, el amor que había desarrollado y ofrecido diera su fruto y lo guiara a su lado.

—Taehyung... —le llamó SangKyo dirigiendose hacia él con pasos lentos—. Deja de ver esa puta ventana por hoy. Todos los días llegas del trabajo y te quedas ahí hasta tarde. No me gusta verte así.

—quiero ver cuándo vuelva.

—¿Cómo estás tan seguro?

—lo estoy... —Taehyung hizo una mueca, y sintió la mano de SangKyo en su brazo para alejarlo de la ventana. Él se dejó guiar hasta el sofá donde siguió tomando el café—. Lo presiento.

Sin Jungkook, su vida había vuelto a ser la misma aburrida y monótona de siempre, estaba triste, pero no había llorado porque tenía esperanza.

Moría de ganas por buscar al pelinegro y tenerlo entre sus brazos, pero debía ser Jungkook el que tenía que buscarlo.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó SangKyo—. Realmente.

—yo... —parpadeó un par de veces. Su estado de ánimo había decaído—. No lo sé... estoy un poco triste, pero... No he llorado. Desde que se fue... siento que una parte de mí está lejos, perdida y busca la manera de volver.

El timbre de su apartamento sonó y SangKyo se levantó a abrir, la persona detrás de la puerta había llegado en el momento menos deseado.

Quedó pasmada al abrirla.

—Jungkook —apronunció con los ojos abiertos, en cuestión de segundos su cara de sorpresa se volvió furiosa y su mano voló hasta el rostro del joven.

Jungkook sintió el impacto, SangKyo no le había dado una bofetada, sino un puñetazo.

Lo merezco...

—te lo advertí  —ella se apartó para que Jungkook pudiera ingresar—. Taehyung te espera en la sala. —SangKyo sabía que no podía entrometerse mucho, no eran sus asuntos—. Más vale que te disculpes con él.... Dile que yo iré a la casa de Jimin.

Ella se fue y Jungkook ingresó.

Taehyung miró a Jungkook y se levantó del sofá viéndolo de frente, había esperado mucho por esto y ahora... Su cuerpo no se movió.

—ha sido tiempo —dijo Jungkook.

—sientate —le invitó Taehyung y Jungkook se acercó, su sorpresa fue demasiado grande cuando fue empujando contra la pared y su cuerpo dolió.

Taehyung lo tenía acorralado.

—¿Por qué tardaste tanto? —reclamó con su voz temblando—. No sabía que te alejarías tanto... No lo soporto.

—y-yo... —realmente no podía responder aquello. Pero no lo necesitó porque Taehyung besó sus labios con una desesperación nunca antes vista.

Noches enteras Jungkook había soñado con besarlo otra vez. Este tiempo sin Taehyung se había dado cuenta de cuánto lo necesitaba, parecía un moribundo depresivo llorando en cada rincón por su ausencia. Sin embargo, Taehyung estaba peor que él, no sólo había soñado con besarlo sino con poseerlo de todas las maneras posibles, desear que estuviera siempre y que nunca se fuera, deseaba su cuerpo y su compañía, lo necesitaba y no pensaba en otra cosa que no fuera tenerlo.

Tenían que hablar, pero el impulso de sus cuerpos... Parecían imanes tratando de pegarse el uno al otro.

Sus cuerpos danzaron hasta la habitación del mayor. No paraban de besarse, la necesidad y la falta del otro los hacían tener ese impulso. Taehyung besaba a Jungkook como sí este fuera la fuente de su oxígeno.

Un beso hambriento y desesperado.

—no lo vuelvas a hacer, no vuelvas a alejarte —ordenó el mayor.

Cómo era costumbre sus ropas dejaron sus cuerpos y comenzaron a acariciarse con deseo.

Rodaron en la cama y Taehyung sostuvo a Jungkook de la espalda para obligarlo a estar encima de él.

—te extrañe mucho Hyung... —dijo Jungkook algo tímido pero con la voz excitada.

—yo igual... Ni te imaginas —Taehyung suspiró y besó el cuello de Jungkook. Pero volviste... —Taehyung gruño. Estaba demasiado deseoso por poseer a Jungkook pero está vez quería algo diferente—. Yo sabía que volverías.

Jungkook se detuvo y observó a Taehyung. Estaba a horcajadas sobre Taehyung así que pensó que el mayor quería que lo montara, pero cuando agarró el falo de Taehyung para penetrase. Él lo detuvo.

—entra en mí —dijo Taehyung y Jungkook hizo una mueca de confusión, su experiencia con Taehyung había sido de pasivo únicamente. Aunque la idea no era mala, sólo experimentaría de otra forma con la misma persona.

Jungkook asintió.

Así que Jungkook besó a Taehyung mientras el mayor abrió sus piernas dándole pasó a su cuerpo.

Jungkook tomó su miembro y lo introdujo lentamente en Taehyung, el mayor cerró los ojos y dio un gemido grave, haciendo una leve mueca de dolor y finalmente dio un suspiro.

—aah... —gimió Jungkook—. Estás muy apretado.

Jungkook besó y chupo el cuello del mayor degustando su piel. Taehyung daba varios suspiros y algunas quejas por lo bajo.

—joder... —susurro Taehyung—. Aún no te muevas.

Taehyung se mordió el labio y Jungkook pensó que Taehyung era muy sexy. Aunque aún no estaba acostumbrado por la nueva perspectiva, su rostro se sonrojó, honestamente nunca había imaginado al mayor de esa forma y ahora que lo contemplaba simplemente era hermoso.

Taehyung movió su cadera cuando se sintió listo para que Jungkook comenzara una ronda de embestidas, la primera estocada la sintió bastante fuerte y cerró los ojos con fuerza, suspirando.

—oohh —gimió Taehyung.

Jungkook tenía sus ojos cerrados mientras su respiración se volvía pesada. Sus manos estaban puestas en el colchón a ambos de la cabeza de Taehyung. Se vieron a los ojos y como si fuera telepatía, Jungkook supo que ya podía comenzar a embestir.

Sus caderas se movían sin detenerse, buscando su ritmo mientras las morenas piernas del castaño estaban abiertas para que Jungkook entrara más fácil.

—¿Te gusta? —preguntó Jungkook entre jadeos.

—aah... Si... Sigue —Taehyung envolvió sus brazos al rededor del cuello de Jungkook para tenerlo más cerca y luego lo besó.

—ah.. Hyung estás apretado.

Sus cuerpos sudorosos siempre buscaban la manera de acoplarse, mientras sus mentes quedaban en blanco sin pensar en otra cosa que no fuera "estoy con él". Jungkook pensó que al inicio sólo era sexo, pero conforme se conocieron eso pasó a ser algo más y había dejado de ser sólo sexo... Era algo más especial.

Se dio cuenta de cuánto lo quería y también se dió cuenta qué no tenía ni la más mínima idea de cuánto lo quería y amaba Taehyung.

***

Cuando terminaron, Jungkook abrazó a Taehyung por la espalda poniendo su rostro en medio del cuello y su cabeza, el olor del mayor era agradable.

Estuvieron así un rato hasta que Taehyung se separó y se acostó boca arriba, posando su cabeza en una almohada.

Jungkook lo observó callado, hasta que minutos después se atrevió a preguntar.

—¿Cuántas veces has sido de pasivo? —el mayor volvió su cabeza para ver bien a Jungkook.

—esta fue la primera vez... —le sonrió divertido, juguetón.

Jungkook se sentó en la cama con una cara de shook.

—¿Por qué no me dijiste? Habría sido más cuidadoso. Te hice daño.

—ya no importa... —dijo Taehyung quitándole importancia—. Lo hiciste bien. ¿Te gustó?

—si —Taehyung dió una sonrisa perdida y luego abrazo a Jungkook de manera algo protectora. Jungkook cerró los ojos y se acurrucó en Taehyung—. Pero no estoy acostumbrado, quiero decir, contigo, tu siempre fuiste el que... Ya sabes.

Jungkook odiaba cuando se ponía cohibido y se sonrojaba. Se sentía como un tonto.

—entiendo ¿Pero te gustaría repetirlo? De esta manera.

Jungkook dió un profundo suspiro, pensando y analizando.

—supongo, quizá, en otra ocasión. Mmm.... —buscó cómo explicarlo—. Antes de ti... Cuando tenía sexo, yo siempre penetraba... Contigo fue la primera vez con un hombre y me acostumbré a la nueva sensación de ser penetrado... Mmm. Me gusta esa sensación. Pero... ¿Taehyung Hyung, Por qué? ¿Por qué ahora quisiste cambiar el rol?

—soló quería saber qué sentías —dijo con la voz calmada y tranquila—. Curiosidad... Además, que mejor persona que contigo —Taehyung dió un gran respiro—. Tranquilo... esto no cambiará mucho nuestro futuro.

Nuestro futuro...

Jungkook se acurrucó en Taehyung y este lo abrazó con fuerza. Ambos estaban llorando en silencio.

El corazón de Jungkook dolía porque quería estar con Taehyung.

—no te vayas todavía —le pidió Taehyung.

—hyung... Mereces a alguien mejor que yo —admitió Jungkook.

—Jungkook.... Cállate.

***

Ya había anochecido y Jungkook estaba sentado en la mesa con Taehyung, ambos tomando un poco de té, después de ducharse juntos.

—Si te confieso algo... ¿Pensarías que es tonto —dijo Taehyung después de tomar su té.

Jungkook negó con la cabeza y sonrió coqueto —dime.

—De verdad agradezco que te robaran —hizo una pausa para explicarse mejor y se lamió los labios—, me refiero a qué, gracias a eso viniste a mi auto y te conocí —lo miró a los ojos y sonrió muy levemente y tan solo un instante. Jungkook tragó duro—. Creo que fue el destino y un regalo...

Hubo un corto silencio y Jungkook no sabía que decir, ni siquiera podía verlo a la cara por mucho tiempo. Se mantuvo viendo la madera de la mesa. En realidad estaba esperando que Taehyung le siguiera reclamando porque había durado tanto sin comunicarse con él. Pero no lo hizo.

—Ese mismo día... —continuó Taehyung—, antes de huir de mi trabajo yo pedí un deseo, pedí algo que le diera un poco de felicidad a mi vida y... Llegaste tú.

Sin poderlo evitar esa confesión provocó que el corazón de Jungkook se contrajera, sus ojos se humedecieron y... Lloró. No pudo evitarlo, no aguanto.

Lloró porque no sabía que hacer. Lloró porque Taehyung era una buena persona y merecía algo mejor que él. Lloró porque estaba confundido. Lloró porque sentía que ahora amaba a Taehyung.

Taehyung secó una de sus lágrimas y aunque fue un hermoso gesto, el rostro de Jungkook nuevamente se llenó de ellas. Taehyung tomó su mano y preguntó una vez más:

—Jungkook... ¿Quieres ser mi novio? ¿Quieres una relación conmigo? Una seria y duradera. Sólo puedo ofrecerte mi más sinceros sentimientos, si quieres también cumpliré tus caprichos. No me importa. Sólo mantente a mi lado. ¿Qué dices?

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