Capítulo 6; 제주 pt.2
— ¿Estás tomando las fotos? — Le preguntó Mark a Sana cuando volvió con un batido para ella y otro para él
— Ujum...sí — contestó ella. Mark le extendió la bebida —. Gracias — tomó el batido y dió un sorbo —. Mark...
— ¿Que sucede? — él se sentó al lado de Sana, muy cerca para agarrar la cámara y comenzar a ver las fotos
— Ahora que las estaba viendo por los binoculares, parece que a nuestra querida ministra sí le gusta Mina o al menos le atrae— Afirmó
— Ya... pero qué importa lo que esa idiota sienta, no es como que Mina fuera a corresponderle — Su voz sonó golpeada. No dejó de presionar el botón de la cámara para seguir viendo las fotos, restándole importancia a la estupidez dicha por Minatozaki
— Bueno... Yo solo decía. Pobre chica —levantó un poco las manos para que ninguno hablara más sobre eso, pero el chico ni siquiera le dirigió la mirada. Sana hizo una mueca, quería decir algo... y ella era una persona que no se
reservaba sus comentarios, le gustaba decirlos a la cara, así que, eso haría — ¿No te sientes celoso? Es la primera vez de Mina en esto y con una chica con pene...— Él siguió tomando su batido como si no quisiera hablar sobre el tema, saboreó su bebida y luego habló
— Un poco sí... No mentiré, pero Mina está haciendo esto por dinero. Nada más — afirmó—. ¿dónde están ahora? — preguntó Mark y Sana dió un suspiro, a veces era imposible hablar con Mark, el chico solía ser agradable, sin embargo, ahora era... diferente.
— Acaban de subirse a un barco, creo que darán un paseo o algo así. ¿Ya viste las fotos? —volvió a tomar su batido y cerró un poco los ojos a causa del brillo del sol en esa playa
— Sí... Aunque estas no son tan importantes, ya sabes lo que ocupamos las fotos de la habitación. Revisa que la laptop funcione —Sana asintió y abrió la laptop
— Mira — cuando Mark se asomó pudo observar la habitación en la que estaría Mina con la idiota esa. Estaba justo al frente de la cama —. Estoy segura que tú no verás este video, por lo que tengo entendido, Mina tampoco ve los tuyos.
— Es mejor — él se encogió de hombros— . Ella tendrá que imprimir esas fotos... o tú si ella está ocupada — dijo pensativo y pasó una mano por su cabello quitando así los mechones de pelo que estaban en su rostro.
— No es algo que quisiera hacer, pero no hay problema
— Chaeyoungie, ese viaje fue refrescante — sonrió de manera pura, realmente había disfrutado del paseo por el mar. Apuró sus pasos para estar al lado de la menor cuando bajaron del barco. Chaeyoung miró un segundo a la japonesa, y se tomó la libertad de pasar un brazo por su cintura, causando que las dos caminaran más cerca de la otra
A su opinión, era más lindo, agradable y cómodo de esa manera.
— Me está gustando pasar el tiempo contigo — confesó la coreana sin esperar alguna respuesta de parte de Mina
— A mí también — respondió de inmediato —, debo admitir que este lugar te hace olvidar de todo lo demás...— Mina miró hacia la arena y vió sus pies caminar junto a los de Chaeyoung. De alguna manera, muy profundo en su subconsciente, le pareció lindo.
Chaeyoung... No es tan mala.
— Estoy un poco cansada. ¿Te parece si vamos un momento a la habitación? — la profunda voz de la coreana interrumpió la cursilería que se cruzó por su mente
— Ah, no, está bien, vamos
Se adentraron en el hotel y fueron directo al elevador. Había una señora extranjera de un color de cabello que a Mina le pareció un rubio desteñido con canas, la mujer pareció mirar en medio de ella y Chaeyoung, y sonrió como si estuviera conmovida. Mina le siguió la vista lentamente, justo donde la anciana miraba y su cara un segundo se convirtió en shock
No se había dado cuenta que tenían las manos entrelazadas, Mina no sintió el momento exacto donde Chaeyoung tomó su mano y eso la avergonzó.
Escuchó la puerta del elevador abrirse y la anciana salió dejándolas solas. Sus pupilas fueron a la derecha para ver disimuladamente a Chaeyoung quién dio una pequeña risa juguetona.
— ¿Viste a la señora?— se atrevió Mina a preguntar.
Chaeyoung amplió su sonrisa burlona y levantó sus manos unidas — Vió esto — afirmó —. Te aseguro que si hubiera sido una señora coreana... Tal vez nos hubiera pegado con un bolso.
Mina hizo un gesto con su lengua pasándola por la mejilla, estaba algo preocupada y nerviosa. La puerta del ascensor se abrió y caminaron por el pasillo
— ¿Te ha pasado? —preguntó la pelinegra cuando llegaron a la puerta. Chaeyoung sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta.
— Sí... — la coreana se rascó un poco el cuello mientras recordaba haciendo una leve mueca—, fue cuando tenía 17, iba con una chica de la mano. La señora nos miró y dijo: — Chaeyoung se puso a imitar a la señora causando que Mina riera—, "¡¿Qué hacen ustedes dos de la mano?! ¡Son mujeres! Dios las enviará al infierno". — Chaeyoung miró a Mina de frente —, nosotras no le hicimos caso, es más, nos unimos un poco, entonces nos empezó a pegar con el bolso y tuvimos que salir corriendo. Fue un momento raro
— Ya lo creo...— muy en el fondo pensó ¿Por qué los adultos no entendían que había personas con otros gustos? Por supuesto que Mina nunca se consideró homosexual, pero estaba segura que Chaeyoung sí lo era... Aunque todavía no se explicaba por qué se había casado y tampoco cambiaba el hecho de que le era infiel a su esposo.
Cuando entraron a la habitación Chaeyoung se fue al baño a cambiarse de ropa, y Mina hizo lo mismo, pero en el cuarto. Cuando la coreana salió, fue a recostarse en la cama y bostezó. Mina se sentó al lado de ella
— Hoy... más tarde a las 9, hay un karaoke, pensé que podríamos ir ya que tú cantas muy lindo —comentó Chaeyoung, colocándose de lado para ver a Mina. Esta parpadeó un par de veces sonriendo muy levemente, al parecer la pelicorto había recordado el día de la semana pasada donde se puso a cantar un poco en el auto. Los latidos de la coreana aumentaron al ver la adorable sonrisa de Mina, a sus ojos era adorable, esperaba poder tener esa sonrisa a su lado por un buen tiempo.
— Me gusta cantar — confirmó Mina. Se recostó en la cama viendo a Chaeyoung de frente—, pero si hay mucha gente, me da vergüenza.
— No tienes porqué mirar a los demás —
sin poder evitarlo llevó una mano acariciando la mejilla de Mina, provocando que esta cerrara los ojos al sentir la palma de su mano contra su piel—. Si quieres, puedes mirarme solo a mí
Mina abrió sus ojos para toparse con el rostro de Son, era la primera vez que lo apreciaba, ya sabía que era atractiva. De hecho, era muy conocida por eso, pero viendo de cerca su rostro y sus facciones, parecía que Chaeyoung era perfecta, nunca había visto a alguien así.
— ¿Qué tanto me miras? — molestó Chaeyoung sin quitarle la mirada. Mina se sintió nerviosa y un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sintió la mano de la menor deslizarse por su cuello
— Acabas de decirme que sólo te mire a tí — rió —. Cómo sea, de verdad eres muy atractiva... Chaeyoungie — dijo con timidez, ni siquiera supo porque lo dijo y se recriminó mentalmente. Mientras tanto, Chaeyoung sintió que moría por dentro de la emoción.
— Gracias — susurró —, tú también eres atractiva y muy hermosa — seguidamente cerró sus ojos, respirando profundamente, Chaeyoung se sentía un poco cansada, no había dormido bien esperando que todo saliera de maravilla
— ¿Te vas a dormir? — reclamó Mina por lo bajo y pinchó la mejilla de Chaeyoung con un dedo. En realidad no podía dejar que la coreana se durmiera, Mark y Sana debían registrar el video en la laptop
— Tal vez duerma — contestó Chaeyoung. Levantó la comisura de sus labios y abrió un ojo— . ¿O quieres hacer algo?
— Creí qué bueno... ya sabes — Mina no sabía por qué de repente se sintió cohibida. Acarició su propio brazo en un acto inconsciente.
— Si no quieres, no estás obligada a hacer nada, después de todo, lo único que quiero es disfrutar de tu compañía
Aunque era algo que la menor le había dicho, al principio, Mina estaba segura que Chaeyoung había hecho ese viaje solo para tener sexo, eso le había afirmado Mark, pero parecía que Chaeyoung no solo quería sexo, quería compañía. Ahora era su decisión hacerlo o no.
De todos modos, aunque podía elegir, debía hacerlo.
Silenciosa, la japonesa se acercó a los labios de Chaeyoung uniéndolos. La coreana no pudo estar más complacida y alegre, ya que Mina la había besado porque quería.
Chaeyoung le correspondió el beso de manera lenta y relajada, algo agradable que calmó los nervios de la pelinegra.
Los besos de Chaeyoung no son desagradables.
En comparación con Mark, la boca de Chaeyoung era más suave y los labios de Son eran un poco más gruesos que los suyos. Le daba la sensación de no tener mucho control, pero esa nueva experiencia le estaba gustando.
Ambas se removieron en la cama, primero, Mina se había colocado encima de Chaeyoung, pero esta hizo que giraran, de manera que la ministra ahora estaba encima de Mina
— ¿No quieres ir al karaoke? — interrumpió Chaeyoung mientras sus manos se colaban dentro de la blusa de Mina, acariciando de manera tortuosa, causando un pequeño suspiro en la mayor
— Es más tarde, aún hay tiempo — suspiró. Por alguna razón, las manos de Chaeyoung le quemaban la piel, esta sensación solo causaba desesperación por su parte. Su cuerpo, de cierto modo, pedía más
Sus caderas se comenzaron a mover lentamente, causando que el miembro de la coreana y su centro se frotaran, ayudando a que este se estimulara para quedar erecto.
Lentamente Chaeyoung deslizó la blusa de Mina hasta quitársela, una vez estaba sin blusa y sin brazier, Chaeyoung paseó sus manos por el dorso de la pelinegra, desde sus sutiles abdominales en la zona de su ombligo, hasta llegar a su pecho y pasar por encima de sus pezones, al parecer estos eran más sensibles de lo que creía porque cuando los rozó, la japonesa soltó un pequeño jadeo.
Así que la coreana aprovechó para jugar un poco con ellos. Mina ni siquiera sabía que era tan sensible en esa parte de su cuerpo. La constante estimulación provocó que se mojara más rápido de lo que esperó, y se preguntara si realmente estaba bien o mal disfrutar ser tocada por las manos de otra persona que no fueran las de su actual pareja.
Chaeyoung se detuvo para quitarse la ropa. Al diablo su cansancio, estas oportunidades no se pierden, y no perdería esta, ni aunque cortaran sus manos.
La pelinegra también se desnudó y tiró sus prendas en alguna parte. Ahora no estaba tan nerviosa como la primera vez. En esta ocasión, Mina se atrevió a tomar el miembro de Chaeyoung con su mano y masturbarlo un poco.
— M-Mina...— gimió Chaeyoung y llevó su mano sobre la de Mina para guiar sus movimientos un poco más rápido.
Nuevamente Chaeyoung tomó los labios de Mina y la besó profundamente; podía jurar que Myoui tenía los mejores labios del mundo. La pelinegra dejó de masturbarla y llevó ambas manos a los hombros de la coreana. Chaeyoung agarró el muslo de la pelinegra indicándole que abriera las piernas para colocarse en medio de ellas.
— Quieres que te prepare o...
— Así — le cortó la mayor con un suave suspiro impulsado con el deseo—. Entra
La primera vez no le había dolido tanto, por lo que Mina pensó que Chaeyoung podría meter su miembro sin haber dilatado su entrada antes. Se equivocó. Chaeyoung tomó su miembro y pasó el glande por la entrada de Mina, deslizándose por entre sus paredes; se sentía húmedo y caliente.
Finalmente, sin esperarlo, la coreana entró, lo metió de una estocada fuerte y duro
— A-Ah — gimió Chaeyoung fuerte cuando su miembro era apretado por esas cálidas paredes. Mina lograba envolver y apretar su miembro hasta el borde de la locura. Cuando Chaeyoung penetró a Mina, esta también dió un gemido, pero sonó un poco doloroso —.¿Mina, estás bien?
La mayor apenas podía regular su respiración, aún no se acostumbraba del todo a tener el miembro de la coreana dentro de ella.
— No lo sé —tomó una bocanada de aire, sus ojos se pusieron húmedos y un par de lágrimas se escabulleron de sus ojos para recorrer sus mejillas—. Dolió.
— Lo siento, cariño — Chaeyoung le dió un suave beso tratando de calmar su dolor —. No me moveré hasta que te acostumbres — el cálido aliento de la menor rozaba con el suyo.
Mientras tanto, Chaeyoung tomó las piernas de Mina y comenzó a acariciarlas lentamente provocando un gemido de la pelinegra. Mina tenía la cara roja, y la vista que Chaeyoung tenía de su cuerpo era digna de una pintura que costara millones de dólares.
En su rostro solo había una expresión algo adolorida y excitada. Era perfecta.
— Puedes moverte —dijo Mina con valor. Cerró los ojos para sentir presión en el agarre de Chaeyoung en sus piernas detrás de las rodillas, sus manos la sostenían y la obligaban a tener sus piernas bien abiertas, le estaba causando un poco de vergüenza.
La primera vez, Mina estuvo con los ojos cerrados, ahora no y ella veía de frente a Chaeyoung, y Chaeyoung la veía de frente a ella; cualquier expresión, gemido o movimiento sería visto por la contraria. La primera embestida llegó y sin poder evitarlo dió un gemido largo, había logrado tocar su punto g. Luego de esa estocada una oleada de embestidas llegó.
— A-Ah... C-Chae — no podía evitarlo. Tenía que gemir, por el dolor tanto como el placer que se mezclaban. La sensación la estaba matando. Quería más, más rápido, más duro. Pero no lo diría.
Esto es malo...
Chaeyoung besó el cuello de Mina y pasaba su lengua por su piel excitándola en sobre manera. Mina llevó las manos a la espalda de Chaeyoung acercándola más a su cuerpo.
Además del peso de la menor encima suyo, rozando su piel con constantes movimientos sensuales, Mina podía escuchar el sucio sonido de las penetraciones, todo era erótico en ese momento.
— Ah, mierda, Voy a ir más rápido — le informó Chaeyoung como si hubiera leído la mente de Mina.
— A-Ah s-sí — dijo en un tono desesperado. Chaeyoung paró un momento y esta vez colocó las piernas de la mayor en sus hombros — mgh-ah — gimió Mina. Su cuerpo estaba en una posición dejando su intimidad totalmente expuesta para que Chaeyoung pudiera penetrarla más profundo
— Oh Mina, eres increíble a-ah — gimió la menor de ambas. Su miembro estaba caliente, duro y la fricción que ejercía el interior de Mina lograba hacer que su estómago doliera agradablemente.
Mina estaba enterrando los dedos en su espalda y estaba gimiendo muy alto, su dulce voz gimiendo, era como estar corrompiendo un ángel. Y eso la excitaba mucho.
Chaeyoung se movió un poco acomodándose mejor para volver a penetrar a Mina.
Esto es muy malo...
— Sí...— balbuceó Mina—. Ahí.
— ¿Te gusta? — preguntó Chaeyoung agitada. Se inclinó más para quedar cerca del rostro enrojecido de Mina.
Apoyó sus manos en el colchón y embistió, ambas estaban gimiendo en el rostro de la otra y esta vez fue Mina quien intentó besar a Chaeyoung, pero aún en medio del beso, gemía un poco.
Me gusta mucho... Se siente muy bien.
— S-Si ahh — Mina bajó sus piernas de los hombros de Chaeyoung y envolvió las caderas de la menor con estas, atrayéndola más para que su miembro llegara más profundo, si es que aún se podía.
Chaeyoung sonrió contra la piel de Mina y luego la besó en el cuello de manera que, más tarde dejaría marca.
Una gota de sudor de la japonesa cayó en su mejilla, ambas estaban agotadas a punto de llegar al clímax. Esta vez Chaeyoung fue la primera en correrse, claro que no dentro de ella, lo hizo afuera pero luego volvió y la coreana dió una última embestida, logrando mover un poco el fuerte cuerpo sudoroso de Mina.
— ¡Ah, Chaeyoung! — se quejó Mina por el repentino movimiento, mientras gemía, segundos bastarían para que llegara al glorioso orgasmo.
Mientras Mina trataba de regular su respiración, Chaeyoung observó su rostro de cerca, jadeando, atenta a cualquier expresión, o sonido que Mina emitiera.
Sonrió y un suave beso fue lo que terminó de sellar lo que habían hecho aquella noche.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro