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Capítulo 4; 나랑

— ¿Cuánto tiempo habré dormido? — susurró Mina.

La chica abrió los ojos y observó la habitación, cuando se movió para bajarse se dió cuenta que Son la tenía rodeada de un brazo. Hizo una mueca y la quitó lentamente. Luego se fue a recorrer el apartamento mientras la otra seguía profundamente dormida. Únicamente dió un vistazo rápido a las paredes para verificar que no habían cámaras.

Cuándo llegó, vió en la sala, un mueble que tenía una foto de Chaeyoung y el que probablemente era su esposo.

Ahora que lo pensaba... ¿Dónde estaría él?

Mina durmió con Chaeyoung y calculaba que eran las 6 am y él aún no llegaba. No quería y no tenía que ser vista por nadie más que por Chaeyoung.

Se lo preguntaría luego.

Caminó lentamente hacia la cama de nuevo y se acostó. Vio a Chaeyoung durmiendo y pensó que no podía creer que esa mujer le había partido el culo.

Dinero, dinero, dinero...

•••

Cuando Chaeyoung despertó, lo primero que vió fue todo negro, era cabello. Inconscientemente dió una pequeña sonrisa, era la primera vez que después de tener sexo la otra persona se quedaba haciéndole compañía.

De alguna manera no se sintió tan sola.

— ¡Hey! ¿Mina? Estás despierta — la mencionada rodó los ojos pero la coreana no lo vió

— No, aún sigo dormida.

Chaeyoung se rió de sí misma

— Soy tan tonta — rió, no lo decía enserio—, amm ¿te sientes bien?

Mina giró su cabeza para ver a Chaeyoung, ella se había sentado

— ¿Te refieres a...? — dijo Mina. La coreana asintió.

— ¿Te duele?

— Siento extraño — Mina dió un suspiro—, me siento pegajosa y creo que está un poco irritado. Pero dolor dolor... — negó lentamente —, no

— Es bueno, supongo — dió un bostezo—,¿quieres algo de comer? Puedo ir a comprar algo si quieres

Ganarse su confianza... ¿Significa que tengo que pasar tiempo con ella?

— Sí, está bien

— Puedes ducharte y limpiarte, ya sabes — Chaeyoung se levantó de la cama y fue a ponerse algo de ropa. Por un momento había ignorado que ambas estaban desnudas.

Cuando Chaeyoung se fue, Mina buscó sus pantalones en el suelo, metió su mano en el bolsillo y sacó su celular para marcar el número de Mark.

— Mina ¿qué pasa? Es muy temprano

— Lo siento, quería ver si estabas bien. Estoy en su casa.

— ¿Revisaste aquello?

— Sí... No hay. Oye Mark — le llamó—, ¿Podrías pasar a comprar la cámara?

— ¿Tan pronto lo harás?

— No ahora, pero si pronto — Mina dió un suspiro —. Primero tengo que saber que días podré seguir viéndola

— Que nadie más te vea — advirtió Mark.

— Lo sé. Te amo.

— Te amo — le contestó él.

Mina colgó el teléfono y lo guardó. Fue a los pies de la cama y observó un mueble, no tenía nada sobre él, solo un libro. Hizo un sonido con los labios pensando que haría, ese sin duda era un buen lugar para poner la cámara, pero necesitaba algo con que camuflar el pequeño aparato.

Ya se le ocurriría algo.

Llegó a la tienda más cercana preguntándose qué podría comprar que le gustara a la chica japonesa. Recorrió los pasillos pensando en qué elegir.

¿Chocolate o café?

Sin duda a ella le gustaba el chocolate, pero no sabía si a Mina también...

— Llevaré los dos — se dijo a sí misma

Ahora sólo tenía que pensar que podría gustarle de desayunar. Realmente quería preparar algo delicioso para la chica en su casa, pero la verdad era que... no cocinaba bien.

No porque no sabía, de verdad lo había
intentado, Kim Yugyeom, su "esposo" le había tratado de enseñar. Seguía las recetas al pie de la letra, pero siempre su comida tenía un mal sabor.

Por eso la mayoría del tiempo comía comida "chatarra" y estaba aburrida de comer afuera casi siempre.

Unos sándwiches no estarían mal

Se sintió como la persona más inteligente en este momento. Cuando se dió lo a vuelta para buscar algunos productos, chocó con alguien haciendo que los paquetes de café y chocolate cayeran al suelo. La otra persona se agachó rápidamente a recogerlos

— Lo siento mucho de verdad — Esa voz... Ya la había escuchado antes.

Sus sospechas quedaron claras cuando vio el rostro de la chica

— ¿Somi?

— Son... Son Chaeyoung — la boca abierta de Somi reflejaba lo mismo que Chaeyoung sintió, sorpresa—, ¿Qué haces aquí? No esperé verte. No te he visto desde el colegio.

— Vivo cerca — sonrió —, te juro que hace unos días pensé en ti y en qué habías hecho — la más alta sonrió, Chaeyoung había olvidado lo adorable que Somi era.

— Bueno, podríamos salir un día de estos, estás más atractiva que en el colegio, los años te hacen lucir mejor.

— Lo mismo digo — sonrió Chaeyoung

— Bueno yo tengo una reunión pronto— dijo Somi un poco triste — guarda mi número y me llamas cuando tengas libre.

Chaeyoung sacó su celular y se lo entregó a Somi para que anotara su número, cuando terminó se lo devolvió y se despidió haciendo una pequeña reverencia.

— He vuelto — anunció Chaeyoung, pero
la casa estaba en silencio —. ¿Mina?— Casi deja caer las bolsas de compras al suelo.

¿Se fue?

Para su sorpresa, la linda japonesa salió del baño con la misma ropa del día anterior

— Estás aquí — le sonrió ella — Pensé que tardarías más.

— Fui en carro — caminó hasta la cocina y sacó lo que había comprado —. ¿Qué prefieres? ¿Café o chocolate?

— Café

Qué bien que compré ambos

Chaeyoung comenzó a preparar el desayuno y Mina se sentó en la mesa.

— Perdona si pregunto algo que no debo pero... ¿Usted tiene esposo cierto? — Chaeyoung miró el rostro de la chica un segundo

— En teoría.

— ¿Dónde está él? es que pasé la noche aquí y había olvidado que tenías esposo. No pude sacarme esa pregunta de la cabeza. No quiero causarte ningún conflicto — Chaeyoung se rió en silencio y Mina frunció el ceño sin entender

— No te preocupes, él está de viaje en este momento. Sino, no te habría pedido que te quedaras ¿Cierto? — le sonrió altanera y divertida mientras llevó un plato con un sándwich frente suyo

— Ya veo... —dijo mirando el sándwich. La pelicorto también le puso una taza de café, este olía demasiado bien. Mina amaba el café —. Gracias.

Chaeyoung se sentó frente suyo y también comenzó a comer.

— ¿Tienes algo que hacer hoy en la tarde?

Tengo que terminar mi trabajo...

— No. Es sábado, ¿Hay algo que quieras hacer? — Chaeyoung la miró a los ojos y la mayor casi pudo jurar que estaban brillosos.

— Nada en particular —después hubo un silencio incómodo—, creo que debería irme, mi madre me espera en casa y no llegué ayer. Debe estar preocupada

Chaeyoung asintió, sintiéndose decepcionada, quería proponer algo para pasar tiempo con esta chica, pero no se le ocurrió nada... Tampoco evitaría que se fuera, su madre esperaba por ella

— Tal vez... Podrías darme tu número — comentó Mina—. Ya sabes, por si quieres salir un día.

— Eso sería genial — sonrió — Pero tú también me darás el tuyo.

Así que intercambiaron celulares para agregar su número. Cuando terminaron, Mina fue por su mochila y Chaeyoung la acompañó a la puerta. Justo antes de irse, Mina se inclinó hacia Chaeyoung y le dió un corto beso en los labios, que por supuesto Chaeyoung correspondió.

— El café te quedó muy bueno — sonrió levemente y esas palabras junto con el previo beso, bastaron para alegrarle el día.

Chaeyoung era tan simple de contentar.

— Nos vemos — dijo la mayor de ambas y se fue por el pasillo hasta el elevador.

— ¡Chaeyoung abre la puerta! — gritó Yugyeom.

— Ya va, ya va — respondió y fue a abrirle—, Hasta que decides aparecer.

— Mi vuelo se atrasó — él hizo un puchero y abrazó a Chaeyoung juguetonamente—, ¿Qué fue de tu vida?

— Ah no mucho, sólo, por ahí ya sabes— él le dió una mirada interrogativa mientras sonreía

— ¿Qué? ¿Seguro que no estuviste con nadie?— Chaeyoung se rascó detrás del cuello—. Porqué allá hay dos platos de desayuno —señaló Yugyeom.

— Ah bueno sí, hace unos días conocí a una chica

— Esperó que esta vez sea la indicada — rió — Más vale que te sea una buena amante — se burló.

La relación que Chaeyoung tenía con Yugyeom era bastante curiosa. Era su esposo legalmente, y para sus padres también, pero la realidad era que, era su mejor amigo.

Ninguno de los dos veía más allá que una simple amistad.

— ¿Te quedarás mucho tiempo? — preguntó Chaeyoung un poco triste.

— No, tengo que hacer un viaje a Japón

— Cocina algo para la cena — pidió Chaeyoung. Yugyeom se cruzó de brazos.

— ¡Te enseñé la otra vez!

— Ya lo sé, pero no me sale. No puedo. Además, técnicamente eres mi esposo, compláceme y cocina un poco para mí

Yugyeom le dió unos golpes juguetonamente causando que la menor riera.

— Y para eso sí soy tu esposo, ¿verdad? — siguió reclamando—. Pendeja. Ni siquiera has lavado los platos del desayuno.

— Ya los lavo — Chaeyoung fue a recogerlos y lavarlos—. Oye... ¿Puedo hacerte una pregunta?

— Claro — respondió Yugyeom mientras empacaba su ropa

— Ya que tú viajas mucho... ¿Qué lugar me recomiendas para salir?

— ¿Te refieres a uno para salir con tu nueva chica?

— Ujum — confirmó —, solo quiero un lugar tranquilo donde pueda conocerla. De verdad siento que me gusta mucho.

— Wow — alzó las cejas —, ¿Cómo se llama?

— Mina. Es una chica hermosa.

— Bien...— se detuvo un momento pensando—, ¿Qué tal la playa de Jeju?

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