capitulo 2.
Al día siguiente, Jeongin se había despertado temprano. Si Para él, temprano son las 12 am; no Lo juzguen. El menor se estaba preparando para ir al trabajo; ese sería su primer día y se sentía un poco emocionado.
Sería la primera vez que trabajaba, ya que nunca lo había necesitado gracias a sus padres, que siempre lo han mantenido bien y tratan de darle todo lo que se merece. También gracias a su novio, que no lo deja pasar necesidades, pero hoy era diferente. Iba a ir a trabajar en dos horas y quería verse lo más presentable posible.
Por eso, estaba apurado en la cocina de la casa de su novio, cocinando unos omelets de huevo con tocino y jugo de naranja.
El pelinegro estaba solo en sus shorts de pijama de ositos, cantando una de sus canciones favoritas, "22" de Taylor Swift. El menor estaba emocionado, ya que si les iba bien, iban a ir a ver a su idol favorita con sus amigos, lo que le emocionaba más era el hecho de que podría disfrutar de ese increíble suceso con sus amigos Kim Seungmin y Han Jisung, y ese también era su primer día de trabajo.
Jeongin estaba cantando con la música en un tono soportable, ya que su novio estaba dormido aún y no quería despertarlo.
Justo cuando Jeongin estaba a punto de voltear su omelet, sintió unos brazos rodear su cintura y pegó un brinco asustado. Volteó para ver de quién se trataba y era su hermoso novio, Hwang HyunJin, que aún seguía con su cara adormilada.
—Buenos días, mi amor —dijo el rubio con una pequeña sonrisa, mirando a su novio.
Jeongin se rió, ya que se veía muy adorable así.
—Buenos días, Jinnie. ¿Cómo amaneciste? —dijo el menor, cuidando de que su omelet no se quemara.
Jeongin miró bien a su novio y al parecer si apenas se había despertado.
Tenía la cara aún adormilada con un poco de baba seca en su mejilla y parte de su mentón solo tenía puesto sus bóxers negros, que siempre a dicho que se les ve bien.
Jeongin miró por un rato esa área que para el era su favorito ese bulto semi erecto que se dejaba ver por encima de los bóxers en serio se veía muy bien para Jeongin.
Para el ver a su novio recién levantado era la cosa más perfecta en este plano terrenal.
Jeongin no para va de ver su bulto y Hyunjin lo noto rápidamente.
— que mi amor no quedaste satisfecho con la follada que te di anoche?. Dijo el mayor mirando como el menor se le hacía agua la boca al ver su bulto debajo del bóxer.
Y el menor se puso muy rojo y volteó a ver a otra parte.
—porque lo dices? Mejor ve a dormir otro rato más se ve que tienes aún sueño. Dijo el menor.
Hyunjin lo que hizo fue que se acercó más a su novio y le dio un tierno beso en su mejilla.
— bueno no tengo mucho sueño ahora podrías acerme un omelet ami también?. Dijo el mayor con una mirada de súplica.
Y Jeongin no se pudo resistir y dijo — si hyun tu sabes que de todas maneras te iba a hacer el desayuno. Dijo sonriendo.
Y Hyunjin lo volvió a besar pero ahora en los labios. Para seguido de eso ir al baño iba a hacer sus necesidades y se lavaria la cara.
Jeongin solo lo siguió con la mirada mirando como su novio se alejaba disfrutando de la vista de su espalda muy bien trabajada y su irresistible trasero.
Jeongin solo se mordió el labio inferior aún no podía creer que tenía de novio a un dios griego. Eso le encantaba.
Jeongin porfin saco su omelet del sartén y se dispuso a preparar el de su novio partiendo dos huevos en el plato ondo para empezar a batirlos y seguido de eso sazonar.
Mientras el menor hacia eso se percato de que la canción que estaba reproduciéndose love story de Taylor Swift.
Esa hermosa canción le recuerda mucho su linda relación que lleva con su novio u para el es la mejor de todas, por lo bonito que Hyunjin lo trata y lo caballeroso que es lo ama mucho.
Jeongin ya había sazonado el huevo de su novio cuando escuchó una botella de agua abrirse. Era su novio, que fue por agua. No sabía por qué, pero se le hacía super sexy solo verlo tomar agua. "Wow, necesitas ayuda urgentemente, Yang Jeongin", se dijo a sí mismo.
Hyunjin, después de tomarse el agua, se sentó un rato en la mesa mirando a su novio de espaldas mientras preparaba su omelet.
Hyunjin no pudo evitar bajar sus ojos hacia el lindo trasero de su novio. Ese respingado trasero que siempre lo tenía mal, Hyunjin embobado lo miraba; se veía muy bien en esos shorts color beige con osos estampados. Era un poco delgado, es decir, la tela de dicho short hacía que se le viera mucho mejor esa área suya.
Hyunjin solo lo veía como un animal a su presa, con mucha hambre.
No sabía si tenía más ganas de comer el omelet que le estaba preparando Jeongin, porque olía delicioso, o porque quería devorar el trasero de su novio.
Tal vez haría ambas, pero ya sabía que iba a hacer primero.
El mayor se acercó lentamente hacia su novio, pegándose a él, presionando su creciente y dura erección contra su trasero y el resto de su cuerpo, sintiendo cómo el cuerpo de Jeongin se tensó en segundos.
—¿Qué... qué haces, Hyun? —preguntó el menor, tartamudeando.
El mayor solo se dispuso a oler a su novio; le encantaba ese aroma a vainilla que había empezado a utilizar hace poco. Le encantaba su suave piel de porcelana; todo de él le encantaba.
Todo lo relacionado con Yang Jeongin le fascinaba.
—Nada, solo estoy saboreando a mi novio —dijo el mayor, para luego comenzar a besar y morder suavemente su piel.
Hyunjin comenzaba a dejar chupetones en los hombros y el cuello de Jeongin, quien no podía evitar gemir y soltar jadeos de placer.
—Me encanta que seas tan sensible a mi tacto. dijo Hyunjin con una sonrisa.
Mientras continuaba explorando el cuello de Jeongin con besos, Hyunjin empezó a desabrochar la camisa de botones de su novio. Minutos después, sin darse cuenta, Jeongin ya tenía la camisa de pijama caída por debajo de sus brazos y su short había desaparecido.
Recostado en la estufa, Jeongin era objeto de la admiración de Hyunjin, quien disfrutaba de la vista del hermoso cuerpo de su novio. Aunque no parecía, Jeongin también se cuidaba físicamente, y su cuerpo era una obra de arte: espalda marcada, cintura perfecta y un trasero tonificado que hacía que Hyunjin se sintiera afortunado de tenerlo. No planeaba cambiarlo nunca.
El mayor paso su lengua por sus labios, incitando a Hyunjin a perder el control.
Hyunjin se terminó de quitar la única prenda que tenía sus boxers dejando salir a la luz ese enorme pedazo de carne que
Estaba con la punta roja y las venas de esta se notaban lo dura que estaba, impaciente por explorar de nuevo el interior de Jeongin.
— estas listo mi amor?. Dijo el rubio ya no pudiendo aguantar más necesitaba ya entrar en el interior de su novio.
Agarró su longitud y la alineó en la entrada de su novio, Empezó a juguetear con la punta, rozandola con la ya nombrada, a veces rápido y a veces más lento.
Jeongin no podía ni hablar estaba tan sumergido en esa placentera sensación que se le hacía imposible decir alguna palabra.
Gemidos de placer y
gruñidos por parte del
mayor eran audibles por todo el departamento,
mientras empujaba
poco a poco su dureza
en el apretado anillo de
músculos que tenía el más
pequeño hasta llenarlo
al completo. Los dos
gimieron simultáneamente,
uniéndose en uno solo.
—AHH~ !hyun!. Dijo Jeongin disfrutando de esa sensación de porfin ser llenado.
La mano de Hyunjin
viajó desde su glúteo y
hasta su cintura, sujetándola mientras que la otra estaba apoyada en la cadera de Jeongin. No tardó en empezar a embestirlo, sin piedad sus pieles chocando con intensidad y una melodía erótica rodeándolos a ambos.
Parecía que no
habían tenido ese tipo de
momentos hace décadas. cuando literalmente lo habían hecho la noche anterior.
Jeongin gemía sin parar.
Sentía como su novio
tocaba sus puntos dulces
a la perfección, como si
supiera de memoria donde
tenía que golpear para
hacerlo templar del placer.
—AHH HYUN MA~MAS MA...MASSS!. Repetía el menor estaba disfrutando de esa placentera sensación olvidándose de que estaba haciendo el desayuno.
Hyunjin Amaba lo bueno que era en eso. Tanto que siempre quería más y más.
El rubio se inclinó, dejando
ambas manos sobre las
del azabache para dejarlas a los lados de su cuerpo. Lo
sujetó y después de unos
segundos, sus embestidas se hicieron rápidas por unos instantes.
Cuando volvió a la velocidad normal, agachó
la cabeza en el hombro del
menor, jadeando.
Hizo esto unas veces
más hasta que los dos se
vinieron con un último
empujón.
Hyunjin lo llenó con su semilla mientras que la del más joven manchaba la estufa a más no poder.
Al bajar de esos orgasmos
tan intensos, Hyunjin se retiró de Jeongin y se dejó
Apoyo en su pequeño cuerpo dejándolo descansar.
Después de unos minutos de darse un respiro de esos fuertes orgasmo el menor habló.
— eso....fue increíble. Dijo Jeongin aún agitado.
—si fue muy bueno. Dijo el mayor para después besar a su novio y juntar sus frentes.
Ambos se amaban eso estaba más que claro.
— a aún vamos a desayunar? Me dio más hambre hyun. Dijo el menor con una pequeña risa.
Hyunjin sonrió y pellizco un poco la bonita nariz de Jeongin para después besar la misma.
— Claro mi amor. Dijo Hyunjin para seguido de eso ensender de nuevo la estufa.
— lindo si quieres yo me hago el omelet tú ve a ponerte otra cosa esque te ves tan irresistible así con esa pijama. Dijo el mayor con una sonrisa de lado.
El menor solo se sonrojó y dijo. — que gracioso Hwang HyunJin. Dijo para después voltear los ojos mirando como su novio empezó a poner el huevo revuelo en el sartén.
Jeongin no se fue a cambiar al contrario se quedó así le gustó mucho como su novio lo hizo suyo y quería que lo volvería hacer.
Y claro que paso Hyunjin no se resistió y después de desayunar el mayor lo follo de forma muy dura en la barra de la cocina.
Horas después, Jeongin ya estaba listo para ir al trabajo. No quería irse muy formal, así que se vistió a su estilo.
Llevaba puesto un chaleco de lana con distintos tonos de azul, debajo de él una camisa blanca, y unos shorts azul fuerte con unas botas de color negro. Estaba feliz con el resultado de su outfit del día.
Este sería el outfit de Jeongin imaginenselo así.
Jeongin estaba ya en la sala mirándose por última vez en el espejo de cuerpo completo que estaba ahí quería asegurarse de que se viera bien.
En eso llegó su novio a la sala, ya que el lo llevaría a su primer día de trabajo, ya que el se ofreció.
Hyunjin se puso detrás de su novio poniéndo su mentón en el hombro de este mirando como su chico estaba super concentrado mirándose al espejo, Hyunjin se preguntaba porque se veía tanto? Se veía super lindo así.
— mi amor que tanto te vez luces hermoso como siempre ya vámonos. Dijo el mayor conectando su mirada con la del pelinegro.
Jeongin solo respiro ondo y se terminó de poner su bálsamo labial de fresas en sus finos labios.
— Osea si se que me veo bien, admitió. pero..... no se me siento raro es la primera vez qué voy a trabajar y quiero causar una buena impresión. Dijo el menor algo preocupado.
Hyunjin estaba un poco extrañado ya que sabía que su novio era un chico muy seguro de sí mismo; esa era una de las cosas que más le encantaban de él: su seguridad.
Pero, eso se le hizo un poco normal ya que esa iba a ser la primera vez que iba a trabajar, entonces tal vez estaba preocupado.
El mayor, sin decir una palabra, agarró la fina cintura de su chico y juntó sus labios con los de él, saboreando ese bálsamo que él usaba, encantado con el sabor a fresa de sus labios y la menta fresca de su boca.
Jeongin se sorprendió por el beso repentino, pero pronto se rindió a la pasión de Hyunjin, devolviendo el beso con igual intensidad. Su ansiedad se disipó en ese momento, reemplazada por la calidez y seguridad que sentía en los brazos de su novio.
—¿Me vas a dejar ir al trabajo? preguntó Jeongin con una sonrisa, mientras se separaba ligeramente de Hyunjin.
—Never, respondió Hyunjin, sonriendo,
—pero supongo que sí, no quiero que llegues tarde.
Jeongin sonrió un poco, ya más relajado. Su novio siempre lo hacía relajarse.
El menor se volvió a ver en el espejo por última vez, dándose una pequeña vuelta para ver cómo se veía por detrás, y sonrió al ver la mirada de su novio en su trasero.
— Wow, en serio, bebe, tu trasero está para morirse —dijo Hyunjin, para luego darle una nalgada al respingado trasero de su amado.
El menor solo sonrió y se mordió el labio inferior.
— Gracias, Hyun. Esto —acarició su trasero— es todo tuyo.
— Oh, Yang Jeongin, no me hagas esto —dijo el mayor, dándole una mirada oscura e intimidante.
— No, Hyun, no podemos hacerlo. Voy a llegar tarde por tu culpa, maldito hormonal —gritó Jeongin en la puerta de la casa.
Hyunjin frunció el ceño, "enojado", pero claramente no lo estaba; de hecho, estaba disfrutando este mini juego que tenía con su novio.
— Oh, vamos, innie, solo la punta —dijo el mayor, mirando cómo su chico le sacó la lengua.
Jeongin salió de la casa, riendo mientras escuchaba a Hyunjin detrás de él, que seguía insistiendo en su juego.
— ¡Innie, no te vayas así! — gritó Hyunjin, fingiendo estar enojado.
Jeongin se detuvo en la puerta y se volvió hacia su novio, sonriendo.
— ¡No, no, no! ¡Vamos a llegar tarde! — dijo, mientras se alejaba hacia el auto.
Hyunjin lo siguió, aún con una mirada "enojada" que no podía disimular su sonrisa.
— ¡Yang Jeongin, eres un torturador! — bromeó.
Jeongin se rió y abrió la puerta del auto.
— ¡Vamos, conductor! — dijo, mientras se sentaba en el asiento del pasajero.
Hyunjin suspiró, sonriendo, y se sentó al volante.
— ¡Vamos a llegar tarde por tu culpa! — dijo, mientras arrancaba el auto.
— ¡No es mi culpa! — respondió Jeongin, riendo. — ¡Es tu falta de autocontrol!
Hyunjin lo miró con una sonrisa pícara.
— ¡Tú eres el que me falta el autocontrol! — dijo, mientras conducía hacia el trabajo de Jeongin acariciando el muslo del menor.
Ambos eran un par de hormonales pero no podían hacerlo, bueno no por ahora aunque Hyunjin no aguanto más y en la entrada de la heladería Jeongin le dio el mejor oral que le había dado.
Porque lo que dije antes ellos eran una pareja muy hormonal.
Y así empieza esta historia de amor más lujuria entre Hyunjin y Jeongin.
Esta sería la primera vez de Jeongin trabajando espera y no la Cage.
Que tal?
Les esta gustando esta última parte de la trilogía
Swift eras?
No olviden dejar su voto y así es.
Bye.
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