—Genial, todos los portales hablando de nosotros y el escándalo que se armó —Seokjin ríe tras ver sus redes sociales y la cantidad de mensajes que recibía para hacer entrevistas o declaraciones.

—No entiendo como estas tan tranquilo —Jimin peinaba a la pequeña Rose mientras esta jugaba con uno de los autitos de su hermano.

—Sencillo Jimin, vivo mi vida al límite y disfruto de cada consecuencia de mis acciones porque son exactamente las que esperaba. Nada me sorprende, eso ocurre cuando tienes el control de tus decisiones y estas consciente de lo que pueda llegar a suceder después de eso —El mayor apaga su celular y estira sus brazos soltando un bostezo —Muero de sueño, iré a casa en un rato, Namjoon debe estar esperándome.

—Envíale saludos de mi parte, no lo veo desde hace días —Jimin deja a la pequeña mirando dibujitos en la televisión y acompaña a Seokjin a la salida.

—Por cierto, tengo listos todos los preparativos para navidad, también las invitaciones y reservé un lugar maravilloso para pasar el día. Será nuestra primera navidad con los pequeños y quería darles muchos regalos —Seokjin guarda su celular en el bolsillo y procede a darle un fuerte abrazo al contrario— Avísale a Yoongi y déjale un saludo de mi parte.

Luego de que ambos se despidieran, Jimin ingresó a la casa y jugó con sus pequeños unas horas más, cenaron juntos y al anochecer llevó a cada uno a la habitación para hacerlos dormir.
Su día había sido agotador, parecía sencillo pero cuidar de los pequeños llevaba una gran responsabilidad. Se dio una ducha caliente y al salir enrolló una bata en su cuerpo para así esperar sentado en el sofá a su esposo. Se preparó un café y al regresar a la sala oyó la puerta de la entrada, Yoongi entraba por esta misma quitándose los zapatos.

—Buenas noches mi príncipe —Se oye la voz grave del alfa resonar por toda la sala debido a que había un increíble silencio.

—Buenas noches gatito —Dice Jimin bebiendo un poco su café, deja la taza en la mesita y tras ello se levanta de su lugar para caminar hasta donde estaba el mayor, abraza a este mismo por los hombros mientras que Yoongi toma su pequeña cintura con firmeza.

—¿Qué tal tu día? —El alfa roza su nariz con la del menor y tras ello deja un pequeño beso en sus labios, estar cerca de su omega le hacía de lo más bien.

—Fue un bonito día —Jimin acaricia dulcemente la nuca del mayor mirándolo con un pequeño brillo en sus ojos —Mucho mejor ahora que estás aquí.

—Esta semana acaba la grabación, quedan tres días y ya podré estar con ustedes todo el tiempo que desee —Carga al menor en sus brazos haciendo que este enrolle sus piernas en la cintura del mayor.

—Eso me hace sumamente feliz —Jimin comienza a dejar un camino de besos desde sus labios hasta su cuello— Te tendré completamente para mí—Susurra sobre su piel.

—¿Estás cansado bebé? —Pregunta Yoongi sentándose en el sofá con Jimin en su regazo.

—No mucho ¿y tú? —El omega comienza a desabotonar la camisa de Yoongi.

—No lo estoy, al contrario, vine con muchas ganas... —Posa sus manos en la cintura del menor —¿te gustaría?

—Eso ni siquiera debes preguntarlo, amor —Las manos de Yoongi van hacia el nudo de la bata de Jimin y comienza a desatarlo. El omega se deja llevar por las acciones del mayor, continuando con su misión de quitar la camisa del camino. 

El alfa observa como la bata cae al suelo dejando a su omega completamente al desnudo, relame sus labios sin dejar pasar ningún detalle de su tersa piel. Al acabar de contemplar la desnudez del omega lleva su lasciva mirada a los orbes del menor, Jimin se cohibe, sintiendo un revoloteo en su interior al conectar sus miradas. Había algo en los ojos del mayor que no lograba descifrar, quizá era deseo, no, no podía serlo al notar que elevó una ceja. Tal vez podría ser indignación ¿pero de qué?

—Tu piel luce tan limpia que me da recelo no ver ni una de mis marcas en ella, te tengo tan abandonado que temo no ser el alfa que logre cumplir cada una de tus fantasías —Culpabilidad, finalmente Jimin logró descifrar por qué llevaba aquella mirada su alfa.

—Tú eres el alfa de mis fantasías, no podría hacerlas realidad si no son contigo —Las manos de Jimin viajaron a las mejillas del mayor para que este lo observara con atención. Yoongi por su parte apegó su rostro en las manos del omega sintiendo la calidez de estas mismas. Poco después Jimin atrapó los belfos del mayor con los propios en un dulce beso, no podían negar lo que sus corazones sentían al estar en contacto. El mayor recostó al omega en el sofá sin separarse del beso, sus manos se deshicieron de las últimas prendas para así quedar ambos completamente desnudos. Los besos de Yoongi fueron descendiendo desde sus labios hasta su cuello en donde comenzó a mordisquear y succionar para que se formen las maravillosas marcas violáceas que hacían un maravilloso contraste en la tersa piel del menor. Esa noche Yoongi se dispuso a marcar cada parte del omega, desde sus muslos hasta su abdomen, marcó su cuello y la zona de sus clavículas, volteó al menor para continuar con sus hombros, su cintura y espalda baja. No había parte del cuerpo que no haya sido besada y mordida por él. Jimin gozaba cada vez que el alfa se tomaba el tiempo de marcarlo, tanto que se le escapaban jadeos al sentir los colmillos de este mismo rozar su piel. 

El mayor pasó su mano por la espalda del omega, descendiendo con caricias hasta tocar su trasero, sonriendo al sentir la suavidad de este mismo y notando como el menor se arqueaba dejándole una vista completamente envidiable. Su piel llevaba las marcas que él mismo le había hecho, algunas zonas de su trasero estaban rojas debido a las palmaditas y nalgadas que le había proporcionado, tenía la respiración agitada  y su entrada estaba lista para él. La mejor vista del mundo.

 —Cachorro ya estás completamente lubricado para mi —Llevó sus dedos a la entrada del omega para así introducir dos dígitos en él, no era para dilatarlo puesto a que lubricaba y dilataba naturalmente, más bien lo hacía para incrementar las ansias del menor y así lograr que este le pida más.

—Y tú ya estás todo duro para mí—Jimin se muerde el labio inferior tras decir aquello, sabía muy bien que a Yoongi le volvía loco que fuera tan atrevido, que deje de lado su faceta de niño inocente por unos minutos —Lléname alfa, sabes bien que no estoy satisfecho solo con tus dedos, necesito más —Y así es como Yoongi consiguió lo que deseaba, que el menor le pidiera por más era uno de sus tantos fetiches secretos. 

Llevó su mano libre a las rubias hebras del menor, tomando no tan fuerte su cabello y quitando sus dedos del interior del omega. Agarró su miembro masajeando y frotando su glande en la entrada del omega tratando de alivianar un poco el dolor de su erección. Jimin pícaro empujó su trasero hacia atrás para provocar al mayor, estaba tan impaciente. Yoongi se mordió el labio inferior en una sonrisa notando lo desesperado que estaba el omega por sentirlo. Sin previo aviso dio una firme estocada empujándose contra él para así introducir toda su extensión de una vez. Oyó como el omega contenía sus ganas de gemir con fuerza y se tapaba la boca para que no se escuche tan fuerte, agradeció internamente que la habitación de los bebés estaba cerrada y que ya se habían dormido luego de un día tan agotador.

Yoongi comenzó a embestirlo poco a poco haciendo movimientos lentos pero profundos, hasta que oyó como Jimin pedía más, sus embestidas comenzaron a ser mas frecuentes así que jaló con firmeza el cabello de Jimin acercándose a él para susurrarle una infinidad de cosas que al menor lo volvían completamente loco. El dirty talk era la debilidad de Jimin y aun más irresistible era para él cuando Yoongi usaba esas palabras con su voz ronca, cargada de deseo y embistiéndolo sin parar. 

El mayor conocía a la perfección cada punto débil de Jimin, sabía donde tocar y qué decir para lograr aquellos espasmos de placer que al menor lo hacían derretirse en sus brazos. Sabía que le gustaba que le susurre cosas sucias al oído mientras jalaba su cabello y con su mano libre lo masturbaba sin dejar de embestirlo. Lo merecía, sin dudas merecía tener el mejor orgasmo, el más intenso, que lo dejara completamente exhausto. Ambos se merecían en cuerpo y alma.

Luego de unos gloriosos minutos Yoongi llegó a su orgasmo corriéndose en el interior del omega que había disfrutado del climax segundos antes, ambos cayeron exhaustos en aquel sofá que había sido testigo de sus actos. El mayor esperó a poder salir del omega para así voltearlo y besar sus labios, le susurró cuánto lo amaba y tuvo la dicha de oír las palabras hermosas cargadas de amor que su esposo le susurraba con esa dulce voz que cada día lo enamoraba aún más. El alfa limpió a su omega y lo cargó en sus brazos hasta la cama, notando lo agotado que había terminado, le colocó la pijama y lo abrazó por la cintura haciendo cucharita, minutos después se dejó caer en los brazos de morfeo sumiéndose en un profundo sueño.

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Los extrañé tanto como ustedes extrañaron actualización de Sweetness ❤️