—Te lo digo yo hermano, es un depravado de primera... —lo único que Jeno escuchaba de la boca de Renjun era blah, blah, blah.

No, Lee Jeno no podía concentrarse ese día, y menos con el insoportable de Na Jaemin al otro lado siendo lindo como siempre. En serio, ¿qué le veía la gente? Sólo era un tipo raro que siempre andaba regalando sonrisas a extraños, de verdad, ¿nadie más notaba lo extraño que era eso? Nadie, no, en serio, nadie puede ser feliz todo el tiempo. Ni siquiera Huang Renjun, quien siempre estaba haciendo cosas para animarlo. Él también tenía sus días malos.

Pero Na Jaemin, ese niño, debía esconder algo muy oscuro. ¿Y sí por las noches sale a robar o asaltar gente? ¿O fuma después de la escuela y sonríe para aparentar las cosas? ¿Y sí secuestra a chicas inocentes para prostituirlas luego y comprar droga con ese dinero para luego venderla y así ganar más dinero? ¡Todo era posible!

—... Y por eso decidí prostituirte y comprar la nueva Macbook con el dinero, ¿qué opinas?

—¿Eh? Ah sí, claro, como sea —contestó aburrido.

—¡Lee Jeno! —el aludido sintió un zape en su cabeza —¡No me estás escuchando!

—Claro que sí.

—¿Qué dije?

Lo pensó un momento.

—¿Blah, blah, blah?

Renjun rodó los ojos. —Eish, me caes mal.

Jeno sonrió divertido, era gracioso hacer enojar a su amigo y ver cómo se cruzaba de brazos haciendo un mohín con su labio. Sí, justo como lo estaba haciendo en esos momentos.

—Lo siento, estoy un poco distraído.

—No, si no me dices ni me doy cuenta, gracias por abrirme los ojos.

Jeno rió ante el sarcasmo de Renjun, logrando que el rubio se uniera segundos después.

—Ya llegué par de maricas —saludó Lucas, sentándose frente a ellos.

—Uy, habló el señor heterosexual "nunca saldría con Kim Jungwoo porque soy muy macho" —Renjun imitó, logrando que ambos rieran.

—Ya, eso fue hace dos años. Camina hacia el futuro —dijo el moreno abriendo una bolsa de frituras —. ¿De qué hablaban?

—Hablábamos del porqué Jeno está distraído hoy —Renjun lo miró —. ¿Por qué estás distraído hoy?

Jeno lo pensó e inconscientemente su vista se dirigió hacia el chico que alimentaba una pequeña ardilla al otro lado del jardín trasero.

Era el mal en persona.

—No lo sé —se encogió de hombros.

—¿Será por una chica? —Lucas alzó una ceja pícaro —¿O un chico?

—Dime que es un chico, nunca les has dado oportunidad desde que te declaraste bisexual hace tres años —Renjun sacudió su brazo como un niño pequeño.

—No, no es por una persona. ¿Por qué tendría que serlo? —cuestionó alejándose de Renjun como si ya estuviese acostumbrado.

—Bueno, porque nunca te distraes —dijo obvio —. Y porque últimamente andas más gruñón que nunca.

—¡Ah, ya sé! ¿Será por el bombón de segundo año? ¿Cómo se llamaba...? —Lucas chasqueó los dedos como si le ayudara a recordar —Del trasero de melocotón...

—¿Quién tiene el trasero de melocotón, Wong Yukhei? —una nueva voz se hizo presente.

El moreno se tensó unos segundos, para luego levantar la vista lentamente hasta encontrarse con un lindo chico de gruesos labios parado frente a él de brazos cruzados.

—Hola Jungwoo hyung —saludó Renjun.

—Hola hyung —dijo Jeno, rezando por su amigo.

—Hola chicos —les sonrió para luego mirar serio al moreno —. ¿Y bien? ¿No dirás nada?

—Ah... Tú mi amor, tú tienes el trasero de melocotón —intentó arreglarlo con una sonrisa inocente.

Con ojos serios y los labios aplanados le pidió en silencio que se levantara, a lo que Lucas obedeció soltando un suspiro resignado para seguirle. Ambos alejándose de la mesa.

—¡Adiós Jungwoo hyung! —se despidió Renjun —¡Rezaré por ti Lucas!

Jeno hizo una mueca.

—Por eso estoy soltero.

—Sí, por eso, claro.