[49] Festejo
El primero en despertar en la pequeña familia Choi fue su integrante menor, Sunno tomó asiento en la cama y miró a sus dos papás dormidos a cada lado de él.
Gateó y se subió encima de YeonJun para despertarlo, lográndolo cuando soltó un balbuceo. El omega le sonrió sin mostrar los dientes y acarició su mejilla para sentarse con el niño en su regazo que no sabía que cumplía años ese día.
YeonJun lo atacó con besos, cosquillas y abrazos, diciendo lo grande que estaba, lo mucho que lo amaba y demás, Sunoo solo carcajeaba y se dejaba mimar por el omega que, luego de aquello se levantó para ir a lavar sus dientes y los de su cachorro.
SooBin a pesar de todo el movimiento de la cama, las carcajadas de Sunoo y la voz de YeonJun, seguía dormido.
SooBin la piedra, le pueden llamar.
—Mira, Sunnie —dijo, saliendo de la habitación para señalar una esquina de la habitación en donde habían dos bolsas de regalo, una de parte de SooBin y otra de YeonJun.
En la noche, antes de quedarse dormidos se levantaron con sigilo y dejaron esos regalos ahí, tal como harían en navidad.
Sunoo identificó los regalos y chilló emocionado, carcajeó y pataleó hasta que estuvo frente a los regalos. Sabía que dentro habían juguetes y a él le gustaban los juguetes.
YeonJun tomó su teléfono en la mesa y empezó a grabar, al ser pequeño dejaron las bolsas abiertas para que no se le dificultara abrirlas y sacar el contenido.
El pequeño Choi sacó de una de las bolsas un casco de bombero junto a un arma de juguete la cual disparaba pelotas.
Sunoo se colocó el casco y miró el arma hasta dar con el botón que disparaba las pelotas, lo presionó y, por la fuerza, cayó de espaldas al suelo.
El omega se pudo haber preocupado pero solo se quedó ahí, tenía el casco después de todo y, además Sunoo carcajeó, lanzando otra pelota para caer de espaldas.
Luego de descargar las pelotas en cualquier lado abrió la otra bolsa, soltando un gritito emocionado cuando observó muchos bloques de colores, sus favoritos.
Aún estaban en el paquete así que se lo mostró a YeonJun, pidiendo que se lo abriera.
—¿Por qué no le dices a tu papá que lo abra? —Sunoo gateó hasta la habitación, arrastrando la bolsa de bloques con YeonJun siguiéndolo.
Estaba tan feliz.
SooBin ahora estaba boca arriba, más que dormido, pero eso no le importó a Sunoo porque impulsó la bolsa y la dejó encima del estómago del alfa que se quejó abriendo levemente los ojos.
Con ayuda de YeonJun, subió encima del alfa, tocando sus mejillas para despertarlo por completo.
—Hey, abrieron eso sin mi —acusó tomando asiento con Sunoo en su regazo, rió quitando el casco de bomberos que no le dejaba ver bien a su hijo que le sonrió señalando la bolsa de bloques.
Pero antes de que Sunoo hiciera algo otro ataque de besos y abrazos vino de parte del alfa, fue alzado por los aires y le hizo cosquillas.
—Se ve genial ese casco, Sunnie —halagó cuando el pequeño volvió a colocarse el casco, pero al revés, haciendo reír a los dos.
SooBin abrió la bolsa de bloques y los esparció por la cama, mirando a Sunoo emocionado por la cantidad de colores y bloques que había.
Se levantó y fue a lavar sus dientes, saludando con un beso al omega.
—En unas tres horas vienen mis amigos, ¿me ayudas a limpiar? —preguntó abrazándose al castaño que asintió, besando su coronilla.
Adivinen quien no quiso quitarse el casco para bañarse.
Si, Sunoo.
SooBin tuvo la tarea de bañar y vestir al niño pero se le dificultaba con ese tonto casco que él mismo le había regalado.
Sunoo ya tenía la parte inferior lista, faltaba su camisa y SooBin, para no seguir insultando al casco decidió colocarle una de botones, así no tendría que molestar la cabeza del niño.
—¡Listo!~ —festejó besando las mejillas del niño que rió jugando con una serpentina.
YeonJun y él ya habían limpiado el lugar, los juguetes de Sunoo estaban en una esquina de la habitación y en la sala de estar había globos, las típicas cortinas de colores y la mesa con algún mantel con estampado infantil.
Sunoo ya había tomado su biberón del día, y ahora estaba comiendo de las gomitas que SooBin le dio.
—No le des tanto dulce —regañó YeonJun sentándose a su lado, estaban en el sillón de tres plazas, los tres estaban arreglados solo faltaban los invitados.
—Bah, es su cumpleaños, hay que dejarlo —dijo entregándole más gomitas.
—Tu te haces responsable entonces —se levantó y abrió el refrigerador llena de gaseosas y cervezas. El servicio a la habitación y la cocina del hotel le había ayudado con la comida y bebida para aquella reunión, siendo buenos con él— ¿Quieres cerveza? —preguntó sacando una botella para él.
—Sabes que no tomo —negó dejando a Sunoo en el suelo, libre a gatear por todo el espacio.
YeonJun masculló un: "Aburrido" y se sentó a su lado a tomarse la cerveza, mirando con una media sonrisa a Sunoo sujetar de nuevo la pistola de pelotas y disparar, carcajeando cuando caía de espaldas.
Cuando la puerta sonó, a Sunoo ya se le habían acabado "las balas" es decir, debía recoger todas las pelotas y llevárselas a SooBin para que las volviera a meter allí.
Por otro lado, YeonJun le sonrió al alfa del otro lado, JungHong era un fotógrafo reconocido que se había estado hospedando a su lado por un mes y se había hecho amigo de YeonJun y Sunoo pues cada vez que Sunoo quería gatear a lo largo del pasillo el alfa salía a hablar con el omega.
—Pase, hyung —dijo haciéndose a un lado— Sunoo está jugando.
El alfa pasó y sonrió al ver al pequeño recoger una pelota cercana a ellos la cual cayó de nuevo al suelo cuando el pequeño le sonrió y estiró sus brazos al pelinegro que lo cargó con confianza dejando un beso en su mejilla.
—¡Feliz cumpleaños, Sunoo! —felicitó alzando al niño por los aires. JungHong dejó de alzar a Sunoo cuando escuchó un carraspeo, un alfa igual de alto que él y de cabello castaño lo miraba con una sonrisa que no mostraba sus dientes— Oh, lo siento, no lo vi, mucho gusto soy Kim JungHong, supongo que usted es SooBin, el esposo de YeonJun.
—Si, mucho gusto —juntó sus manos y se calmó un poco, YeonJun y él no estaban casados pero era bueno saber que ese alfa sabía que YeonJun no estaba disponible.
Uh, ¿cómo te decimos? ¿Míster posesivo?. Habló el lobo de SooBin.
Tu cállate.
Ahora eres míster agresivo. Y con eso, SooBin rió bajo.
—Hyung, yo no le dije que estábamos casados —negó YeonJun con los brazos cruzados.
Que vergüenza.
Es decir, no le daba vergüenza que pensaran que estaba emparejado o casado con SooBin, si no porque él mismo le había mencionado al alfa algo sobre el matrimonio con SooBin, así que le avergonzaba un poco que uno de sus sueños a largo plazo se viera revelado.
—¿Ah no? Oh, lo siento entonces —contestó besando una última vez la mejilla de Sunoo para dejarlo en el suelo— Me tengo que ir, un gusto conocerte, SooBin. ¡Adiós, Sunoo!
El pequeño movió su manito de lado a lado y volvió a gatear con SooBin, apoyándose de su pierna para extenderle una pelota.
Una hora después llegaron los tíos de Sunoo, HyeJin, Sana, Hyuka, ChaerYeong, TaeHyun y BeomGyu.
Si, BeomGyu, el mejor amigo de SooBin, el omega que le dijo "señor" a YeonJun y estaba empezando a tener un amorío con TaeHyun.
Ese mismo.
Sunoo estaba emocionado, se notaba en su carita, todos lo abrazaban y le besaban las mejillas, además le daban más obsequios.
Aunque su poderosísimo casco de bombero no se comparaba con ninguno.
—Sunoo, ¿tu me quieres? —preguntó ChaerYeong agachada junto al pequeño que comía de una bolsa de caramelos masticables, cortesía de SooBin.
Sunoo negó, riendo por la cara de la mujer.
—¿Y a mi me quieres? —preguntó Sana, colocando una mano justo encima de su corazón cuando el pequeño negó, riendo.
—¿Y a mi? —HyeJin fingió lloriquear cuando Sunoo negó.
TaeHyun, Kai, BeomGyu y SooBin fueron los siguientes en fingir lloriqueos cuando Sunoo negó a sus preguntas.
—¿Y a mi me quieres? —resonó una voz en la puerta, seguido de la risa de YeonJun.
Sunoo reconoció la voz enseguida y chilló de alegría, asintiendo tantas veces que su casco de bombero casi cae de su cabeza.
Gateó hasta el hombre de cabello ahora rojo y carcajeó cuando fue cargado por él.
—¡Oh, vamos! ¿Por qué lo quieres a él? Él te pone inyecciones, no tiene sentido —se quejó HyeJin mirando como el pediatra de Sunoo recibía un abrazo del pequeño.
Sunoo era muy cariñoso con HoSeok, no lloraba ni se quejaba cuando debían ir a una consulta, incluso se emocionaba cuando veía al alfa y es que HoSeok siempre lo había atendido con una sonrisa, le hacía cosquillas, jugaba con él y lo dejaba usar su estetoscopion o cualquier cosa que pidiera de su consultorio.
Así que no era una novedad que Sunoo abrazaba mucho al alfa y, si se lo pedía, le daba un beso en la mejilla.
SooBin y YeonJun se emocionaron más por el regalo de HoSeok que el mismo Sunoo y es que el niño no quería soltar al alfa para ver el juguete.
—¡Gracias! —agradeció YeonJun abriendo la caja haciendo reír a los demás.
—Es para Sunoo, no para ti, Yeon-ye —dijo ChaerYeong mirando como la pareja empezó a armar la pista de carreras con concentración.
Sunoo se quedó la mayoría del tiempo con HoSeok, le gustaba mucho estar con su pediatra, además de que hacía sonidos extraños que le hacían reír.
—¡Vamos a cantar cumpleaños! —avisó YeonJun ya estresado por no saber como armar esa tonta pista de carreras.
El pastel había sido regalo de ChaerYeong, tenía forma de dinosaurio, se veía que la omega se esforzó mucho.
Sunoo al fin se separó de HoSeok para pasar a brazos de YeonJun, la velita estaba en el medio encendida mientras todos entonaban la canción del feliz cumpleaños al pequeño que solo aplaudía y gritaba.
—Sopla, bebé —YeonJun se inclinó y le indicó a Sunoo como soplar, el pequeño lo hizo, asustándose cuando todo quedó oscuro, tanto que soltó un sollozo— Ay, miedosito —se burló YeonJun al encender las luces, secó las lágrimas de su cachorro y le besó la mejilla.
—¡Foto de la familia Choi! —dijo ChaerYeong, emocionada. Como si de un idol se tratase, todos sacaron sus teléfonos para apuntar a los tres tras la mesa.
Hasta HoSeok estaba tomando fotos.
Sunoo sonrió mostrando sus pequeños dientes mientras que estaba en medio de los dos adultos que, en un momento le besaron las mejillas al mismo tiempo.
—SooBin, ¿estás loco? —esa fue la cuestión de YeonJun al ver como el alfa tomaba un cuchillo y se lo pasaba a Sunoo, eso si, el pequeño envolvió al mango del utensilio y SooBin envolvió su manito para controlarlo.
—¿Qué? Tiene que picar el pastel —mencionó dándole la fuerza necesaria a Sunoo para cortar un pedazo de pastel, el pequeño rió por la sensación.
Luego de picar su propio pedazo, Sunoo fue dejado a un lado de BeomGyu, sentadito mientras que el omega le daba el pastel con una cuchara.
BeomGyu y YeonJun se habían vuelto buenos amigos y aunque BeomGyu siguiera teniéndole un poco de miedo al mayor, le agradaba.
Todos comieron pastel y halagaron a la sonrojada ChaerYeong por el sabor del pastel, estaba muy delicioso.
Cuando se hicieron las diez de la noche, todos tuvieron que partir, cada persona llevaba un extra de pastel en mano y les sobraba a YeonJun y a SooBin.
Podían vivir de pastel por un mes.
—Sunoo, dale un besito a tu tío —dijo YeonJun cargando a Sunoo en la puerta, el pequeño hizo sus labios un pico y beso la mejilla de BeomGyu que sonrió, encantado.
Luego de eso, vino TaeHyun, Kai y por último HoSeok.
—Gracias por venir —dijo YeonJun mirándolos irse.
—¡Gracias por el pastel! —dijo HoSeok caminando más rápido que los demás pues su turno empezaba en unas horas.
YeonJun cerró la puerta y dejó a Sunoo en el suelo, dejándolo gatear por donde sea. Estaba agotado, demasiado, por eso, dejó a SooBin lavando los vasos que se habían usado y demás para acostarse en el sillón a ver por la ventana, dos de diciembre, el año pasado en esa misma fecha estaba en una habitación de hospital maldiciendo a todo aquel que se le atravesara por el constante dolor e inyecciones que le colocaron ese día.
Sintió ganas de llorar, ah, estaba muy sensible.
—¡Lo logré! —festejó SooBin sentado en el suelo con Sunoo en sus piernas, había terminando de armar la pista de carreras, tomó el auto verde que venía con ella y lo dejó en el punto de partida, alzó una pequeña vara y el auto salió disparado por toda la pista que tenía curvas y vueltas, cuando volvió a llegar a su punto de salida sonó una bocina junto a una ovación de personas que le hizo sonreír.
Bajó la mirada y encontró a Sunoo en una incómoda posición, apoyado sobre él con los ojitos cerrados y la boca abierta, seguramente estaba agotado.
Lo tomó en brazos y lo llevó a la habitación, construyendo aquel fuerte de almohadas de siempre.
—Te amo, cachorrito —dijo besando la mejilla del niño antes de quitarle el casco de bombero y dejarlo a un lado, cerró la cortina para que no pasara luz y salió de la habitación encontrando también a el omega dormido en el sillón.
Rió suavemente y se recostó a su lado, el sillón era lo suficientemente amplio para que los dos se acostaran cómodamente sin el riesgo de caerse.
Besó dulcemente el hombro del omega y se dispuso a dormir sintiendo la felicidad burbujear en su pecho.
¿Esta era la calma después de la tormenta?
Si era así, valió la pena pasar por la tormenta.
✖✖
Creo que Wattpad ya me quiere, trataré de editar el capítulo anterior, de verdad que todas las correcciones que hice se fueron por un escusado :(
Espero les haya gustado mucho este cap, para empezar el mes de noviembre ♥
Por favor, diganme si ven el banner que coloqué :(
The_Dark_Diamond
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