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[46] Gota

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Un mes y medio después. 

Un Sunoo de siete meses y medio descansaba encima de una cesta la cual era la que YeonJun siempre usaba para llevarlo a la empresa y tenerlo cerca. Sunoo estaba con una morderera en la boca, masticándola y babeando todo, aveces sacándola de su boca para llamar al omega con sus sonidos de bebé.

—En un momento nos vamos, churrito lindo —habló buscando unas hojas en su escritorio, buscó en las gavetas, revolviendo todo, él sabía que ese documento estaba allí, él mismo lo había dejado más no recordaba en donde.

Siguió buscando y buscando, casi que volteando el escritorio para encontrarlo, si no lo hacía perdería una venta muy importante y no le convenía.

Soltó un sonido triunfal cuando lo encontró, tomó su teléfono y marcó el número de su pareja.

—¿Soo? ¿Puedes venir a buscarnos? —preguntó mirando el documento, sonriendo por lo que le decía el alfa del otro lado.

Llego en cinco minutos, no estoy tan lejos —le dijo.

—Está bien, te espero —y con eso, los dos colgaron. YeonJun metió su celular en su bolsillo y se detuvo un momento para leer con atención la hoja entre sus manos, debía llevarla con el banco, era una suma demasiado grande y debía quedar un documento firmado y sellado por el banco con el que estarían haciendo el trámite.

En eso, la puerta se abrió, YeonJun miró de reojo uno zapatos negros y supuso que era HeeSong, estaba tan concentrado en las palabras de la hoja que no volteó hasta que escuchó el lloriqueo de su pequeño.

—Hace tiempo que no nos vemos, Sunoo a crecido demasiado —habló Choi EunHae con Sunoo en sus brazos, el bebé lo miró aún con la mordedera en la boca. El omega dejó caer el dichoso documento y corrió hasta el alfa que alzó una de sus manos, deteniéndolo de avanzar más— Supongo que Sunoo ya tiene cosas favoritas, sabe lo que le gusta y lo que no.

YeonJun estaba temblando, buscando la manera de quitarle a su cachorro al alfa, captó que EunHae tenía neutralizador cuando característico y feo olor no estaba por la oficina.

—EunHae, por favor, dame a Sunoo —pidió acercándose al alfa que solo retrocedió un paso con una sonrisa de advertencia.

—¿A Sunoo le gustan las alturas? —preguntó haciendo al omega paralizarse.

—¡Guar-...

—Llama a los guardias y te juro que lo suelto —dijo sosteniendo el bebé con uno de sus brazos.

Víctima de los nervios y el miedo, las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas.

—N-no eres capaz —negó haciendo al alfa arquear una ceja. Se supone que su oficina tenía cámaras y que los guardias debían estar por llegar.

—¿Quieres ponerme a prueba? —preguntó haciendo un movimiento con su brazo en donde Sunoo saltó un poco, haciendo reír al pequeño, más haciendo a YeonJun gritar mientras que negaba una y otra vez.

—Po-por favor, dame a Sunoo —pidió sorbiendo su nariz— Él no tiene nada que ver en esto, ¿está bien?

YeonJun intentaba razonar con una persona que no le haría el más mínimo caso.

—Este pequeño es el heredero, mi hermano me quitó el puesto por culpa de este bebé, ¡solo me tengo que deshacer de él! Y así yo seguiré con mi mando —YeonJun lo miraba con los ojos bien abiertos, asustado— Porque no podrás tener otro, ¿o si? —y antes de que el omega hiciera o dijera algo EunHae sacó un arma de la parte de atrás de su pantalón.

—¡Dame a mi hijo, por favor! ¡Haré lo que quieras! ¡Pero dame... Dame a Sunoo, por favor —sollozó sintiendo sus piernas amenazar con fallar y dejarlo caer a suelo.

EunHae empezó a reír, sintiéndose triunfador por aquella reacción que causó en el omega con tan solo sacar una arma.

Si supiera que no estaba cargada.

—¿Lo que quiera? —preguntó apuntando el arma al peligris que asintió secando sus lágrimas estirando sus manos al pequeño ajeno a todo, solo pendiente de su mordedera o eso fue hasta que el agarre de EunHae se hizo más fuerte y o hizo lloriquear—Pues, vas a cerrar la empresa por lo que resta de año.

—¿Qué? —preguntó sintiendo sus dedos rozar las ropas de su bebé. ¿Por lo que restaba de año? No, él no podía hacer eso, sería mucha pérdida, demasiada.

—¿No lo vas a hacer? —el sonido del seguro siendo quitado causó un escalofrío en el peligris que solo apretó sus ojos, soltando otro sollozo.

—¡Dos meses! ¡La cerraré dos meses! —dijo aferrando sus manos al brazo del hombre para que no soltase a su pequeño, sintió el cañón del arma en su cien, todo él estaba temblando, su corazón estaba latiendo demasiado rápido y el sudor mojaba sus ropas— N-no puedo dejar de abrirla, ¿e-entiendes eso? Mantengo a mi hijo de ahí.

—Umm...—EunHae pensó un poco gozando de mirar a su rival en ese estado— Está bien, la cerrarás por dos meses y la venta que estabas a punto de hacer que vale unos cuanto millones la pasarás a mi empresa, ¿entendido?

YeonJun asintió, rendido.

EunHae sonrió y le entregó al pequeño. Sunoo quedó en el hombro de YeonJun, calmando su lloriqueo con el olor del omega a pesar de que estaba agrio.

El peligris sorbió su nariz apretando más a su cachorro contra si, temblando cuando EunHae se acercó más a él casi que rozando sus narices.

—Es mejor que escondas a tu cachorrito, omega, porque si me llego a enterar que en esos dos meses estás vendiendo por contra bando no respondo, ¿está bien? —YeonJun asintió con su mirada gacha, tensando todo su cuerpo cuando sus narices rozaron, el aliento del alfa chocando con su cara— Dime, YeonJun, ¿crees que mi hermanito se moleste mucho si le eres infiel?

El omega apretó los ojos sin poder hacer algún movimiento, el cañón en su cien le avisaba que no debía hacer ni uno. ¿A qué se refería EunHae? ¿Qué quería decir con infiel?

El alfa llevó su nariz a su cuello, de la misma manera que en los cinco meses de Sunoo.

—¡Con las manos arriba! —se escuchó la voz de un tercero, eran los benditos guardias sosteniendo sus armas hacia EunHae que solo les sonrió y se acomodó a un costado del peligris, dejando el arma firme en su cien.

YeonJun en ese momento estaba demasiado nervioso, pero si no fuese así ya le estaría gritando a esos hombres por su tardanza. Les bajaría el sueldo si no le daban una explicación lógica y concisa.

El peligris miró a todos lados, identificando a los guardias del piso inferior, ¿en dónde estaban los de su piso?

Pero antes de poder hacerse otra cuestión SooBin pasó por el medio de todos los guardias mirando con intensidad a EunHae, sus ojos eran de color mostaza, señal del dominio lobuno.

—No te acerques más —ordenó EunHae con una mueca de superioridad.

—Quiero agarrar al bebé, EunHae —le dijo, en un tono calmado, pero YeonJun pudo notar el temblor de sus manos.

EunHae rodó los ojos y asintió dejando que SooBin se acercara. El alfa estiró sus manos y tomó a Sunoo, le dio una mirada al omega y se alejó, saliendo de la oficina con Sunoo para dejarlo seguro de algún ataque del mayor.

Volvió a la oficina, avanzando hasta EunHae.

—A ti te gusta el riesgo, ¿verdad? —rió el mayor acercando al omega a él.

¿Qué había pasado en ese transcurso de tiempo? Pues, no se sabe quien, pero alguien, posiblemente EunHae, durmió al hombre que se encargaba de vigilar las cámaras de oficina, entre ellas la de YeonJun y otra persona se encargó de distraer a HeeSong junto a los guardias del piso de YeonJun hasta el punto que los llevó a un piso diferente.

¿Quién era esa persona? No sabían, lo que si sabían era que cuando SooBin llegó a la empresa, escuchó parte de la amenaza de EunHae, corrió escaleras abajo para busca a los guardias, pidiendo que llamaran a la policía.

Los hombres le habían dado una estrategia a él, ellos no se movían en espera a que ejecutase la dichosa estrategia o más bien, el plan.

Pero estaba nervioso, había dejado a Sunoo con HeeSong que apenas se enteró de lo que estaba pasando subió sin dejar que nadie le distrajera. Sunoo ya estaba seguro, si se abría fuego en la oficina el pequeño no se vería afectado.

Pero estaba YeonJun.

El omega estaba demasiado pegado a EunHae y con el cañón del arma en su cien, cualquier movimiento brusco que hiciera el mayor dispararía directamente.

Por eso, debía conseguir que YeonJun se alejase más de EunHae.

—La policía está abajo —empezó a hablar, alzando sus manos a cada lado de su cabeza.

—¿Me importa? —preguntó mirando con molestia a su hermano.

—Ya tienes lo que querías, ¿no? Ya dejalo en paz y te ahorras algún conflicto con las autoridades —dijo, intentando convencerlo.

EunHae arqueó una ceja y se fue separando de YeonJun, que apenas sintió el cañón del arma fuera de su cien se volteó con rapidez y le dio un certero puñetazo en la quijada haciéndolo retroceder.

El alfa castaño reaccionó y le quitó el arma, arrojándola a sus espaldas para, acto seguido lanzarse sobre él para molerlo a golpes.

YeonJun retrocedió y salió de la oficina sin importarle más nada.

—Joven Choi —volteó la mirada y encontró a HeeSong sosteniendo a Sunoo y mirándolo preocupado— Está pálido, tome asiento.

El omega negó y se fue en dirección a la cabina en donde estaban las pantallas que vigilaban las oficinas, encontró al hombre que estaba encargado de verlas desmayado encima de la consola.

Sin querer despertarlo y perder tiempo rebuscó en una caja y saco un pendrive, tomó asiento a un lado del hombre y empezó a teclear con rapidez pasando la grabación de los últimos minutos al pequeño objeto.

Se levantó y metió el objeto en su bolsillo, sacando su teléfono del otro.

¿Hola?

—Tae, por favor... Ne-necesito que vengas a la empresa lo más rápido que te deje el auto, necesito que te lleves a Sunoo —habló mirando las puertas de su oficina, los guardias aún intentaban calmar a SooBin.

¿Qué pasó? Voy saliendo.

—Luego de te explico, solo ven rápido —pidió, colgando cuando el menor le afirmó. YeonJun peinó su cabello y fue con HeeSong para tomar a Sunoo, casi que aplastándolo por su abrazo.

Sus piernas temblaban, su corazón bombeaba con rapidez, quería llorar para botar todo lo que sentía, pero ese no era el momento. Por eso, se dedicó a mecerse de lado a lado acariciando la espalda de su cachorro que, al parecer sabía que YeonJun no estaba apto para darle su biberón porque eran las doce en punto y no había llorado.

EunHae salió de la oficina con las manos tras la cabeza, los guardias sosteniéndolo con firmeza mientras lo guiaban a la salida, la cara de EunHae tenía varios lugares enrojecidos y botando sangre, como su nariz, labio y ceja derecha. SooBin salió de la oficina con el cabello enmarañado y la ropa revuelta, casi que corriendo hacia él cuando lo vio.

—¿Estás bien? ¿No estás herido? ¿Sunoo está bien? —preguntó mirándolo por todos lados, YeonJun solo asintió alejándose del tacto del alfa.

Si dejaba que lo siguiera consintiendo de esa forma rompería en llanto.

—TaeHyun viene por Sunoo, vamos a bajar —le dijo mirando como HeeSong venía hacia ellos con la pañalera de Sunoo en manos— Gracias. HeeSong yo... Uh... Avisale a todos los empleados que la empresa cerrará por dos meses, tendrán vacaciones, tu también las tendrás, cierra mi oficina con llave, todo cierralo con llave, por favor —dijo casi que rapeando.

Pero HeeSong y SooBin estaban acostumbrado así que lo entendieron a la perfección.

—¿Qué? YeonJun, ¿dos meses? —preguntó SooBin pero el omega solo lo ignoró, dándose la vuelta para bajar las escaleras con rapidez, mirando siempre al suelo y sorbiendo por la nariz.

Al llegar al piso de abajo miraron el auto de TaeHyun llegar por una esquina, a unos metros de ellos la policía estaba entrando a sus automóviles para retirarse con EunHae en uno de los autos.

—Joven Choi, esperaremos por su llamada para que nos narre lo sucedido, tengo entendido que tiene otros asuntos —habló el último oficial que quedaba fuerza, YeonJun asintió hacia el oficial— Tendremos al hombre bajo arresto mientras.

—Está bien, muchas gracias —y se dio la vuelta para ir al auto de TaeHyun. SooBin solo seguía al omega en silencio, aguantándose de estar encima de él verificando su estado aunque era obvio que estaba bien— Tae, por lo que más ames no dejes a Sunoo solo, en brazos siempre y-y... No lo dejes solo.

—De acuerdo, hyung, lo tendré siempre conmigo, no se preocupe por eso —le sonrió para calmarse sintiendo lo tenso que estaba SooBin, el cual parecía recién salido de una pelea de perros, mientras que los nervios y el temblor en YeonJun era evidente.

No podía ponerse a preguntar en ese momento, sabría que el momento de explicación llegaría pronto y a pesar de que se le hacía larga esa espera, debía colaborar con su hyung y amigo.

Así que tomó todas las pertenencias de Sunoo y al bebé, diciéndole a YeonJun que se quedaría en el auto hasta que BeomGyu llegase, estaba cerca ya que tendrían una cita en unas horas allí.

YeonJun dejó un último beso en la frente de su bebé y tomó del brazo a SooBin para guiarlo al auto del mismo.

—¿A dónde vamos? —preguntó peinando su cabello para verse más decente.

YeonJun subió al auto y arrojó la puerta, mirando a todos lados.

—Con tus padres, estoy harto de esta mierda, esta fue la maldita gota que rebasó el vaso —dijo tecleando con rapidez en su teléfono, SooBin chasqueó la lengua conduciendo con el ceño fruncido.

—No te harán caso —negó.

—Tengo pruebas, tengo vídeos, van a tener que creeme quieran o no —le contestó, mirándolo.

SooBin se mordió la lengua y siguió conduciendo en dirección a casa de sus padres.






















Por cada comentario un puntazo a EunHae

The_Dark_Diamond

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