[38] Contratado
Maratón 1/?
SooBin estaba manejando su auto con la cara contraída en asco, al igual que YeonJun a su algo teniendo al pequeño Sunoo en brazos, dormido.
—Que lindo tener un hijo, ¿no? —bromeó YeonJun mirando el hombro del alfa manchado de vómito.
En el transcurso de las escaleras hasta el auto del castaño, YeonJun tenía parte de su espalda llena de dicho líquido, así que le entregó al pequeño a SooBin, quien también terminó con el hombro manchado.
Y ni se diga del olor.
—Es muy lindo —contestó estacionándose, volteó a ver al omega y le sonrió— Muy lindo.
—¿Con vómito incluido? —preguntó en una carcajada, los dos bajaron del auto, YeonJun siguiendo al castaño por el lugar, estaban en su apartamento, el cual estaba más cerca de la empresa y podían asearse como es debido.
—Con vómito incluido — asintió abriendo la puerta, dejando pasar primero al peligris.
—Me gusta como huele —habló YeonJun mirando alrededor.
SooBin soltó una pequeña risa dejando sus zapatos en el recibidor.
—¿El vómito?
—El apartamento, estúpido —rió dejándose guiar por el alfa a la única habitación que había allí.
Con rapidez y luego de saber en donde estaba el baño, YeonJun se desvistió, desvistió al pequeño y lo llevó a la ducha para quitar el mal olor de su cuerpo dormido.
Si, Sunoo seguía dormido a pesar de que lo estaban bañando.
—¡SooBin! —llamó envolviendo al pequeño en una toalla, aún estaba en ropa interior, así que no le preocupaba que el alfa entrase— ¿Ya sabes que hacer? —preguntó mirando al alfa sosteniendo al pequeño, solo tenía la cabeza fuera de la puerta.
—Claro —asintió alejándose— No sé si sabías o te has dado cuenta, pero la puerta es transparente, YeonJun —le dijo, haciendo al omega mirar la puerta, avergonzándose enseguida— Me gustan tus piernas.
—¡Vete! —le gritó avergonzado.
El castaño rió y salió del baño, dejando la puerta abierta. Con cuidado, acostó al bebé en su cama, previamente había puesto un par de almohadas acomodadas en una media luna, una pequeña fortaleza para el pequeño.
Sonrió besando la mejilla fría del pequeño dormido. Sacó cualquier vestimenta de la pañalera junto al talco, pañal y crema.
Hizo todo con cuidado de no despertar al pequeño y con delicadeza, soltando un pequeño suspiro cuando lo tuvo listo, vestido en un enterizo verde con estampado de ranas.
Asegurándose de que la almohadas estuvieran bien acomodadas y de que Sunoo no despertaría pronto retrocedió hasta que estuvo en el baño.
Sin hacer ningún tipo de ruido se acercó a la ducha, la puerta distorsionaba un poco la figura del omega, pero no por mucho ya que, tomándose ese atrevimiento abrió la puerta, asomando su cabeza.
—Hola~ —saludó ganándose un grito del peligris que, con rapidez lo sostuvo de la barbilla, alzándole la mirada a la fuerza— ¿Quieres comer algo? —preguntó sintiendo las manos húmedas del omega en sus mejillas.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó, ignorando su anterior pregunta.
—Venía a preguntarte si querías comer algo —contestó sonriendo. YeonJun soltó un suspiro y asintió manteniendo la mirada del alfa solo en su cara, algo avergonzado de estar desnudo.
—Si, ahora vete —le dijo— Mirame a los ojos —pidió soltando al castaño que rió, retrocediendo, con rapidez y pensando que el peligris no lo notaría, bajó rápidamente la mirada a las piernas ajenas— ¡A los ojos, Choi!
SooBin solamente rió y salió de ahí antes de que el omega le arrojase el jabón en la frente.
Horas después, YeonJun estaba llamando al doctor Jung mientras miraba como SooBin intentaba darle algo de agua a Sunoo que solo se quejaba y lloriqueaba.
—¿Hola? —atendió la voz somnolienta del profesional.
—Doctor Jung, buenas tardes es YeonJun —saludó apretando los labios— Yo quería contratarlo, como el pediatra personal de mi cachorro.
—Oh, me parece excelente —dijo más despierto el alfa— ¿Cómo está el pequeño?
—Está mal... Ha vomitado unas tres veces y a estado presentando diarreas, no sabemos que es —explicó.
—¿Solo eso? ¿No presenta fiebre?
—No.
YeonJun tomó asiento a un lado del castaño mirando a su cachorro preocupado, ya había pasado la hora de comer de Sunoo y ni siquiera tomar agua quería.
—Eso es muy normal en bebés, vómitos y diarreas, en algunos casos fiebre, no es nada grave, solamente debe mantenerlo constantemente tomando agua hasta que su cuerpo haya expulsado todo. Debe cambiar de fórmula, una más suave específicamente —explicó el profesional.
—¿Cuánto dura esto? No puedo tenerlo sin comer tanto tiempo —mordió su labio preocupado.
—Cuando mucho dos días, es completamente normal, no se preocupen. Si en dos días no se ha pasado, llámeme.
—Está bien. Muchas gracias —se despidió del alfa y colgó mirando a SooBin, rendido con la frente pegada a la cama.
Pudo haberse reído de la escena pero en ese momento solo tenía cabeza para Sunoo y SooBin también, así que tomó asiento escuchando atento la repetición de lo que dijo el pediatra.
Sunoo empezó a llorar con fuerza, grandes sollozos y lágrimas cayendo por sus mejillas. Eso solo significaba una cosa.
Pañal sucio.
—Lo acabo de cambiar —lloriqueó el alfa sacando todo lo necesario para cambiar al bebé. YeonJun solamente secaba sus lágrimas dándole besos en las mejillas, no le gustaba ver a su pequeño llorar.
SooBin al terminar, se recostó del otro lado, mirando al bebé en medio de ellos dos.
—No me gusta que esté enfermo —dijo el peligris en el silencio. SooBin hizo una mueca y se inclinó para besar la frente de su pareja disfrutando de tenerlos ahí en su apartamento a pesar de que Sunoo estaba enfermo.
Justo cuando el timbre sonó estaban a nada de juntar sus labios. SooBin se quejó levantándose para ver quien le molestaba mientras que YeonJun cubría a su pequeño con la manta, habían decidido solo dejarlo en pañal.
Sunoo nuevamente estaba dormido, no había dormido el tiempo que era, siendo interrumpido por su malestar.
—¡Hermanito! —YeonJun alzó la cabeza directo a la puerta apenas escuchó aquella voz.
—Vete —escuchó a SooBin— No te quiero aquí, no te quiero cerca de mi, lárgate.
—Uh~ Estás algo agresivo —se burló el mayor— ¿Estás con el omega y con el bebé? ¡Quiero conocerlo!
—¡No seas cínico! —SooBin detuvo al alfa con sus manos en su pecho soltando un gruñido de lo más profundo de su pecho.
No quería a EunHae cerca de su familia.
El mayor arqueó una ceja y respondió el gruñido del castaño, los dos en un duelo de miradas y gruñidos.
—Vete —ordenó SooBin usando su voz de mando. YeonJun estaba de pié en la puerta de la habitación escuchando todo y mirando de vez en vez hacia atrás, verificando a Sunoo.
—Obligame, cachorro —retó el mayor con su voz de alfa igualmente.
SooBin frunció el ceño y, sin esperar más y queriendo moler la cara de su hermano a golpes por todo lo ocurrido, alzó su puño y lo estampó en la mejilla ajena.
EunHae soltó una risa y devolvió el golpe que fue esquivado con algo de dificultad. Y así, los dos hermanos terminaron golpeándose en la sala de estar.
YeonJun salió de la habitación, preocupado y se asomó en una de las esquinas, mirando a los dos alfas golpearse con fuerza, SooBin más que todo era quien daba los golpes.
Tenían que detenerse.
—¡Ya, deténganse! —ordenó jalando a SooBin por un brazo, impidiéndole a EunHae acercarse con su mano libre.
YeonJun detalló mejor al alfa mayor y observó su labio inferior algo roto junto a varias partes de su rostro enrojecidas que con las horas se volverían moretones.
—Ah, con que estaba en lo cierto, aquí está mi cuñado —habló EunHae mirando al omega con odio.
—Vete de aquí —le dijo con el ceño fruncido. El alfa mayor solamente relamió sus labios siseando ante el ardor.
—Ustedes ganan, me voy —habló, fingiendo rendición.
EunHae no se movió y la pareja mucho menos, atentos a cualquier movimiento del mayor. En el silencio del apartamento empezó a escucharse el llanto de Sunoo.
YeonJun relamió sus labios y se hizo a un lado para ir con su cachorro.
—Elije, SooBin. Tu omega o tu cachorro —dijo EunHae antes de dar una certera patada al costado del omega, tomándolo completamente desprevenido, pero aún así se levantó y corrió tras el alfa al igual que SooBin.
EunHae corrió con todas sus fuerzas hasta la única habitación, tomando al bebé en sus brazos, volteando a ver a la pareja con una sonrisa.
—Ow, es un lindo bebé, ¿cuál era su nombre? —preguntó ignorando el fuerte llanto del pequeño.
YeonJun y SooBin estaban en la puerta de la habitación, sin poder hacer nada, su cachorro estaba en manos de quien menos querían y no sabían que haría EunHae si intentaban acercarse.
—¡Choi Sunoo! —dijo, acertando en el nombre.
—Damelo —pidió YeonJun caminando al alfa con seguridad.
EunHae solo arqueó una ceja y siguió mirando al bebé.
—EunHae, dame a mi hijo —pidió de nuevo el omega. Nervioso por ver a su pequeño llorando, y en los brazos del hombre.
El alfa besó la frente del pequeño y lo dejó en la cama, caminando los pocos pasos que le separaban de YeonJun.
—Cuidate, omega —amenazó con su voz de mando sintiéndose triunfador por el leve temblor que captó en el cuerpo del peligris. SooBin, con sus ojos color mostaza tomó al alfa del cuello y lo sacó a rastras del lugar, diciéndole miles de insultos y groserías que YeonJun no pudo escuchar, solamente estaba centrado en su bebé.
Todo su cuerpo temblaba, sus manos tenían un temblor que no le dejaba siquiera desabrochar el pañal de Sunoo que ahora solo lloriqueaba.
—¿T-tienes hambre? —le preguntó dándose cuenta apenas de las lágrimas cayendo por sus mejillas. Estaba liberando la tensión y miedo de hace momento por medio del llanto.
YeonJun secó sus lágrimas de manera temblorosa y revisó el pañal del bebé, no había nada. Por eso, lo tomó en brazos y dejó el pico del biberón con agua en sus labios siendo aceptado por el pequeño.
La voz de mando de EunHae le había afectado considerablemente. Nunca se había visto afectado de esa manera, esa advertencia, amenaza más bien, había calado en lo más profundo de si mismo.
—Lo siento —se disculpó con su cachorro al notar que lo estaba apretando mucho contra si, lastimándolo en el acto.
SooBin entró a la habitación expulsando su aroma a borbotones, opacando el aroma del omega incluso. Tomó asiento a un lado del omega y besó su mejilla húmeda antes de envolverlo en un afectuoso abrazo que no expresaba más que disculpas por no protegerlos bien.
—Vamos afuera —pidió YeonJun luego del primer estornudo de un somnoliento Sunoo, el pequeño en verdad se veía cansado así que el omega lo dejó en medio de las almohadas y besó su mejilla con total afecto antes de ir a la sala sujetando la mano del castaño cabizbajo.
En silencio, los dos tomaron asiento.
—Mirame —dijo YeonJun tomando el mentón del alfa para subirle la cara. Miró con detalle su pómulo izquierdo hinchado y parte de su cien enrojecida, muy pronto amoratada.
—Lo siento —habló, tanto él como su lobo se sentían completamente mal por haber permitido que todo aquello pasara.
—No tienes porqué disculparte —negó, deteniendo las palabras del alfa con un pequeño beso— Todo está bien —le dijo, usando la voz de omega teniendo el efecto que quería, SooBin se relajó considerablemente y soltó un suspiro.
—Estás temblando —afirmó el alfa lanzándose a abrazarlo para llenarlo de su olor y darle los suficientes besos y caricias que necesitara para que se calmara.
YeonJun se dejó hacer, sintiendo los nervios y el miedo pasar a los minutos, olía a SooBin, todo olía al alfa, un aroma fuerte y dominante.
—SooBin...—llamó al alfa escondido en su cuello— Creo... Creo que vas a entrar en celo —acunó una de las mejillas del alfa con su mano y lo miró sintiendo una increíble atracción por el color amarillento de los ojos ajenos, señal del control lobuno.
Hermoso. Habló su lobo.
No más que yo. Le contestó.
The_Dark_Diamond
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