“El nombre del alfa que acompañaba al famoso omega, líder de Technologic I&N, Choi YeonJun, resulta ser Kang TaeHyun, al parecer no es alguien reconocido. ¿Será él el padre del pequeño?”

A YeonJun no le importaba nada, la verdad, en ese momento no le preocupaba más nada que no sea su cachorro que cumplía los tres meses. Ese día no iría a la empresa y ya HeeSong lo sabía, así que no se iba a preocupar por aquel rumor incompleto y sin coherencia.

¿Qué tenía que ver el nombre de TaeHyun con la paternidad de Sunoo?

No entendía para nada aquel párrafo, lo veía tan sin sentido y le causaba algo de gracia. Eran las doce del medio día, ya estaba bañado y arreglado para la pequeña reunión y despedida que se haría, sus amigos estaban abajo conversando mientras él estaba en la habitación de su pequeño, que muy poco se usaba, caminando de lado a lado buscando que el bebé durmiera como era costumbre al mediodía.

Sonrió dejando al pequeño en la cuna y bajó las escaleras, dejando la puerta abierta.

—¿A qué hora llegará el alfa? —preguntó TaeHyun comiendo de un tazón de maní.

—En unos minutos —contestó rodando los ojos, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había respondido aquello a sus amigos.

ChaerYeong y TaeHyun eran los que más presionaban y se veían ansiosos por la llegada del alfa. En cambio, Hyuka, Sana y HyeJin lo habían conocido de vista, pero aún así, querían verlo sostener a Sunoo y hacerle algunas preguntas, después de todo querían conocerlo más.

YeonJun se sentía ansioso y nervioso pero no se lo dejaba saber a sus amigos que habían entablado una amena conversación entre bromas. El omega comía de las botanas concentrado, tenía algo de hambre.

—¡Los regalos! —recordó ChaerYeong corriendo a su habitación para regresar con cinco bolsas de regalo que dejó en frente del peligris.

—No era necesario, siempre le están regalando cosas —rió avergonzado por los regalos de sus amigos. Abrió el primero, encontrando una pijama con estampado de pingüinos.

—¡Es mío! —dijo Kai alzando sus manos.

YeonJun sonrió en agradecimiento y fue por el siguiente, un peluche en forma de León sosteniendo un paquete de doce medias para bebé de diferentes tonos pasteles.

HyeJin alzó la mano orgullosa de su obsequio. El omega le agradeció, abrió el siguiente.

Era un cuadro con múltiples fotografías del bebé, desde su nacimiento hasta las últimas que se tomaron hace unos días, TaeHyun solamente sonrió por el agradecimiento del omega.

El de ChaerYeong resultó ser un paquete de biberones nuevos junto a un chupete en forma de oso. Y el de Sana, la tía cariñosa, le regaló un set de juguetes esponjosos en forma de Baby Shark.

—Muchas gracias por... Todo esto —rió emocionado pero avergonzado a la vez, sus amigos siempre le regalaban algo a Sunoo incluso sus juguetes eran regalo de sus tíos.

YeonJun siquiera recordaba cuando fue la última vez que fue a comprar alguna prenda para su pequeño.

Mientras seguía agradeciendo y mirando detalladamente los regalos el timbre sonó.

Todos miraron a la puerta, sonrientes.

SooBin había llegado.

Tanto TaeHyun como ChaerYeong apuraron al omega para que se levantase y fuese a abrir.

—Modo rudo —dijeron los dos al mismo tiempo cruzándose de brazos en espera a que YeonJun abriera la puerta, más abrieron su boca indignados cuando el omega salió y cerró la puerta a sus espaldas.

—Hola —saludó SooBin sonriendo.

—Hola —el castaño besó castamente sus labios y le extendió una pequeña caja decoraba con estrellas azules.

—Pastel... Y regalo —dijo dándole otra bolsa de regalo. YeonJun agradeció en medio de una risa.

—Mis amigos están tras esa puerta, esperando para conocerte y, posiblemente interrogarte. Seguramente estén escuchando tras la puerta —en efecto, todos tenían la oreja pegada a la madera escuchando lo que el omega decía.

—No hay problema, intentaré dar lo mejor de mi —los dos rieron y se miraron a los ojos por un momento.

SooBin fue el primero en acercarse para besar suavemente los labios del peligris. Se sonrieron al separarse y YeonJun abrió la puerta haciendo a los otros correr hasta sus lugares anteriores.

—Pasa —SooBin quitó sus zapatos y los dejó en el recibidor siguiendo al peligris hasta la sala de estar, estaba viendo el lugar tan concentrado que se asustó mucho cuando cinco pares de ojos le estaban viendo— Chicos... Él es Choi SooBin.

—Un gusto conocerlos —sonrió levemente haciendo una pequeña reverencia a los cinco.

Reconoció a Minatozaki Sana, a Ahn HyeJin, esas dos importantes omegas que admiraba, también reconoció a HueningKai, el influencer y recordó el cuadro que vio en la anterior vivienda del omega al ver a la omega de cabello largo y brillante.

Y también a Kang TaeHyun, como recordaba que se llamaba el alfa que apareció junto a YeonJun y a Sunoo en esa revista de chismes y en otros medios.

Pero aún así sonrió cuando todos se presentaron a él.

Justo cuando ChaerYeong iba a decir algo el llanto de un bebé se escuchó desde la segunda planta.

—Ya vuelvo —YeonJun le dedicó una mirada a sus amigos , se perdió en la cocina para dejar el pastel y el regalo para luego empezar a subir las escaleras.

SooBin siguió con la mirada al peligris, aún desconcertado por escuchar el llanto del bebé, de su hijo.

Volteó a ver a los demás cuando TaeHyun fingió toser.

—Cuidado mojas el piso con tus babas —dijo cruzando sus brazos. El alfa se avergonzó considerablemente por lo que había dicho el pelinegro.

Las miradas se centraron en él.

—Oigan yo... De verdad estoy enamorado de YeonJun —empezó a hablar apreciando como TaeHyun arqueaba una ceja— Si, sé lo que hice y sé que estuvo mal, fui... Fui un tonto.

—Un estúpido, pero si, sigue —Sana le dio un codazo a TaeHyun.

—Si, fui un completo estúpido, idiota, lo que quieran decir, supongo que YeonJun les contó que yo estuve por veintiún años encerrado en la mansión Choi —todos asintieron recordando la historia que les contó el omega— Yo seguía órdenes y pensaba que eso era lo correcto para la empresa, pero me enamoré y el tiempo junto a YeonJun me hizo entender que no estaba haciendo lo correcto y que no podía traicionarlo de esa manera... —tomó aire y fijó su mirada en el alfa pelinegro— EunHae, mi hermano, me estaba presionando y envió ese mensaje, pero ya yo me había arrepentido y no iba a soltar nada por más que me lo pidiera. Y si no me creen, muy bien pude enviar un mensaje de inmediato a mi hermano apenas supe el secreto, pero no lo hice.

—Tiene sentido —le dijo ChaerYeong a TaeHyun que parecía estar solamente concentrado en el alfa castaño.

—Y supongo que aún siguen desconfiando de mi, pero en verdad quiero estar con YeonJun...—el mencionado estaba parado tras la pared sosteniendo a Sunoo escuchando todo lo que el alfa decía— Y si también tengo que conquistarlos a ustedes para convencerlos de lo que digo diganme sus dulces favoritos para regalárselos.

—No es necesario —negaron los cinco amiga riendo.

—Yo de verdad quiero a YeonJun y de verdad quiero estar con él —finalizó.

YeonJun sonrió sintiendo su corazón agitado.

Tomó un par de respiraciones y bajó las escaleras con cuidado, mirando siempre al suelo sin darse cuenta de la mirada de SooBin sobre él.

Estaba a unos pasos del alfa y el bebé estaba empezando a lloriquear por querer ese olor más cerca.

Ojos brillantes, corazón agitado y sonrisa radiante, así estaba Choi SooBin mientras veía al bebé en brazos del omega.

—¿Sabes cargar a un bebé? —preguntó YeonJun sacándolo de su ensoñación, SooBin asintió aceptando al bebé en sus brazos.

La sensación era inimaginable, el bebé lo estaba viendo con sus grandes ojos, sentía ganas de llorar.

—Hola...—saludó provocando que el bebé riera y estirase sus manos a su cara.

Por otro lado, el grupo de amigos veía la escena enternecidos y YeonJun, sentía que iba a llorar.

El alfa castaño miraba a Sunoo con ojos brillantes y sonreía cada que el pequeño estiraba sus manitas y le sonreía.

Al cabo de unos minutos todos se habían alivianado y habían entablado una divertida conversación.

YeonJun estaba en el sillón individual mirando a SooBin, este estaba sentado en el de cuatro plazas con Sunoo en sus piernas.

—¿Tiene cosquillas? —preguntó recibiendo una negación de todos. SooBin se agachó levemente y pegó su nariz con la del bebé sonriendo en cuanto las pequeñas manos del mismo de posaron en sus mejillas— Pup —dijo dando pequeños toques en la panza del bebé provocando que riera.

Todos abrieron sus bocas, indignados.

SooBin no se dio cuenta ya que estaba concentrado en el pequeño, tomó una de sus piernas y rascó la planta de su pequeño pié.

Y Sunoo soltó una carcajada que hizo reír también al alfa.

¿Y YeonJun?

Indignado, es decir, él había hecho eso y más para que el pequeño riera y no pasaba nada, pero lo hacía SooBin y el bebé se desarmaba en risas.

Pero al final terminó sonriendo por todas las carcajadas y sonrisas que le había sacado SooBin al pequeño a lo largo del día, Sunoo casi se ahoga ya que al castaño le había tocado darle de comer porque el bebé no se quería separar de él así que mientras le daba el biberón soltó una risa por algo que había dicho Sana y el bebé, también sonrió.

Pero el llanto inició cuando SooBin debía irse.

Ya era de noche, los demás iban a quedarse a dormir, SooBin era el único que debía partir a casa.

Sunoo estaba aferrado a la ropa del alfa soltando grandes sollozos o gritos cuando sentía que lo iban a separar del castaño.

—Puedo esperar a que se duerma, no importa —dijo SooBin luego de ver la hora, tenía auto, podía irse a cualquier hora.

Sana, HyeJin y ChaerYeong, fueron a alistarse para dormir y también Hyuka fue a alistarse, obligando a TaeHyun a subir con él.

Ninguno tenía sueño pero querían dejar a la pareja solos.

YeonJun suspiró y fue a la cocina volviendo a los pocos minutos con un biberón en manos, se lo entregó al alfa y tomó asiento a su lado, mirando la delicadeza en los movimientos del alfa al colocar al bebé en la posición correcta para darle de comer.

Sunoo no dejaba de sujetar la camisa del alfa con una de sus manos mientras que con la otra tocaba el biberón tibio.

—Es muy lindo...—dijo sonriendo al bebé que esta vez no le respondió la sonrisa como antes porque estaba cerrando los ojos.

—Es mi hijo, después de todo —contestó apoyando su barbilla en el hombro del alfa, intercalando su mirada en el castaño y en su cachorro.

—Nuestro hijo —corrigió.

—Te gusta corregirme —rió mirando al alfa asentir.

—Estoy feliz... —admitió mirando al bebé dormido en sus brazos— Tengo... Una mezcla de sentimientos... No puedo creerlo aún...

—No te pongas sentimental —le dijo a pesar de que el que tenía los ojos cristalizados era él.

—YeonJun...—llamó volteando a verlo. El omega subió la mirada— Te quiero.

El peligris solo sonrió dejándose besar por el castaño.

Por otro lado, el grupo de amigos miraba la escena boquiabiertos.

—Ya se durmió —susurró levantándose para tomar el bebé con cuidado.

Apenas la mano del bebé se despegó de la camisa del alfa abrió sus ojos y empezó a llorar con fuerza, callándose en cuanto el alfa lo tomó de nuevo.

—SooBin...

—¿Mnh? —YeonJun sonrió mirando como el alfa dejaba un beso en la frente del pequeño.

—¿Quieres quedarte a dormir?

El regalo de SooBin fue un enterizo de oso :3

Muchas gracias por sus comentarios en el capítulo anterior, de verdad muchísimas gracias me subieron el ánimo considerablemente :'3 ♥

The_Dark_Diamond