Maratón 2/3

Dejó de darle vueltas al asunto de SooBin y Sunoo en cuanto fue recibido por una de las criadas del lugar.

—¡Hola, Yeon-ye! —saludó Han, la mujer que le había alimentado y cuidado desde que era un cachorro. El omega abrazó a la mujer con una sonrisa dejándose mecer y apretar las mejillas, se notaba que la beta lo había extrañado mucho.

—Él es Sunoo —presentó señalando al beber en brazos de Kang. La mujer casi que suelta un chillido de pura emoción al ver ese bulto en los brazos del también conocido alfa.

La mujer cerró la puerta y pidió permiso del omega para cargar al pequeño, en cuanto lo hizo le besó la frente cayendo a los pies de ese bebé.

YeonJun caminó por la sala de estar viendo sus fotografías de pequeño colgadas en las paredes, extrañaba tanto ese lugar.

—Yo soy tu abuela Han —el omega sonrió enternecido por las palabras de la beta, Han era como su segunda madre, obviamente tendría su título como abuela con Sunoo.

—¿Abuela de quién, Han? —se escuchó una curiosa voz femenina. El peligris volteó a la dirección de la voz y miró a su madre bajar las escaleras de la mansión, a pesar de los años Choi SunHee seguía teniendo un rostro liso y brillante, la envidia facial de muchos.

YeonJun se acercó a su madre y abrió los brazos con una sonrisa.

—Hola, ma-...

—¡Tajiste al bebé! —SunHee terminó de bajar las escaleras y se acercó con rapidez al pequeño— Hola, pequeño~

YeonJun y TaeHyun se vieron, indignados totalmente.

Los dos siempre habían sido los consentidos de SunHee, por así decirlo. La mujer no dejaba que alguno de los dos se fuera sin un beso en la mejilla o algún abrazo, cuando se saludaban los llenaba de besos y preguntaba por su salud, incluso les decía: "Mis bebés"

SunHee era una omega muy cariñosa, a decir verdad.

Pero ahora el cariño lo estaba teniendo únicamente Choi Sunoo.

—¡Eres la cosa más linda que he visto! —dijo apenas la beta le entregó al bebé— Yo soy tu abuela SunHee, cariño.

—Mamá —llamó YeonJun con los brazos cruzados. Lo aceptaba, era un caprichoso y consentido cuando se trataba de sus padres.

—Ah, hola, Yeonnie. Hola, Tae —dijo aún viendo al bebé.

TaeHyun rió por la expresión del omega.

—¿Y papá? —preguntó recibiendo la respuesta, pero no de su madre, de Han.

Sintiéndose un poco celoso de su hijo subió las escaleras a la habitación de su padre, el cual, había superado el cáncer pero aún así debía permanecer en cama y en constante reposo.

Tocó la puerta un par de veces y entró cuando se le dio el permiso.

—Hola, papá —dijo sonriendo al hombre en la cama. Avanzó y tomó asiento en un borde, ensanchando su sonrisa cuando el hombre lo abrazó y dejó un beso en su mejilla.

—¿Cómo está el omega más fuerte de todos? —preguntó con una sonrisa.

Entre padre e hijo entablaron una amena conversación, hablaron de la empresa, de su día a día y, sobre el bebé que estaba en el piso de abajo, HyunKyung se emocionó notoriamente haciendo ademán de levantarse de la cama para conocer a su nieto.

YeonJun no se lo permitió alegando que debía esperar a que su madre lo llevara, dejando su cabeza en el hombro del alfa gustoso de recibir los cariños de su padre.

O eso fue, hasta que SunHee abrió la puerta emocionada porque su esposo conociera al nuevo integrante de la familia.

El omega sonrió mirando como Sunoo se quejaba suavemente por los besuqueos constantes de los dos adultos.

—No seas gruñón, pequeño —dijo el alfa mirando al bebé de ceño fruncido soltando quejidos por los besos que estaba dando en las mejillas.

—Luego de un momento le molesta que le den más besos o lo pasen a muchas personas —contó el omega estirando sus manos para quitar la manta que envolvía al bebé revelando a los dos abuelos el tierno enterizo de conejo.

Los dos adultos sonrieron enternecidos por la ropa del bebé.

—¡Es una preciosidad! —HyunKyung se inclinó y dejó un sonoro beso en las mejillas de Sunoo ganándose una queja y casi llanto— Uh, eres muy gruñón, te pareces mucho a tu padre, bebé.

SunHee con esas palabras pareció recordar algo con aquella comparación de su esposo.

No sabía si era prudente preguntar, pero estaba muy curiosa por saber quien era el otro padre, o madre, del bebé. Estaba muy feliz de tener un nieto, pero sabía que el bebé no fue hecho por su hijo nada más.

Así que lanzó la pregunta lo más suave que pudo, suponía por la expresión que puso su hijo que era algo difícil o duro de explicar. Sunoo tenía dos, casi tres, meses de nacido, sabe que YeonJun estuvo en sus nueve meses de gestación y, obviamente, sabe que antes del primer mes estaba recién confesando su verdadero rango.

No imagina toda la presión que tuvo que haber sentido su pequeño en ese momento y tampoco imagina la cara del otro padre del bebé, nunca le había conocido una pareja a su hijo y no iba a negar que con la noticia de su nieto se había sentido sorprendida y algo preocupada.

Por otro lado, YeonJun no sabía como explicarle a sus padres que el otro padre de Sunoo era el hijo oculto de los rivales Choi que entró como infiltrado en su empresa para poder averiguar su rango, se enamoraron, tuvieron un cortejo y solo doce horas de noviazgo antes de enterarse de la traición del alfa que le mandó regalos y seguía haciéndolo porque en verdad lo amaba.

Así que solamente se quedó en silencio mirando a Sunoo adormecerse con la mezcla de aromas que había en el ambiente.

—Yeon... Lo siento que te lo diga, puede que esté equivocado, pero no está de más preguntar... ¿Sabes quién es? —preguntó su padre con delicadeza.

HyunKyung estaba feliz de poder conocer a su nieto, algo que pensaba que no haría gracias a su cáncer, estaba feliz de ser abuelo.

Pero no conocer al otro padre o madre del bebé le inquietaba.

—Si. Sé quién es —afirmó la pregunta de su padre, no se sentía molesto, mucho menos indignado, él nunca había hablado de SooBin o de alguna relación, así que sus padres tenían el derecho a la duda al conocer al bebé más no al segundo padre— De hecho, él le regaló ese enterizo a Sunoo.

Los dos adultos alzaron sus cejas llevando sus miradas al bebé que yacía dormido con la boca levemente abierta. YeonJun estiró su mano y, con total delicadeza y ternura que no pasó desapercibida por los otros dos, cerró la boca del bebé.

—¿Por qué no lo traes, cariño? —preguntó su madre.

YeonJun supo que luego de contestar esa pregunta debía contar toda la historia de SooBin y él.

—Porque no... Porque no somos nada, no somos alfa y omega —contestó tomando en brazos a su pequeño para calmar la pequeña preocupación que estaba empezando a sentir.

No se había dado cuenta, pero tanto su lobo como él, querían la aprobación de sus padres en cuanto a su "relación" con SooBin.

También se había dado cuenta de que su lobo a pesar de lo dañado que resultó tras la traición de SooBin seguía teniendo aquella atracción por el alfa, no era igual de intensa que antes era mucho más cautelosa pero seguía ahí.

Tomó un par de respiraciones y sin dejar de ver a Sunoo dormir, nuevamente con la boca abierta empezó a relatar desde que Choi SooBin entró con una radiante sonrisa a su oficina hasta que el mismo fue corrido de su vivienda a gritos.

En todo momento sus padres estaban en silencio, escuchando atentos, guardándose sus opiniones para el final.

YeonJun miró a sus padres en cuanto terminó de contar todo.

El alfa fue el primero en hablar, mirando fijamente a su hijo demostrando que aún seguía conservando aquella mirada imponente y gélida.

—Tuviste mucha suerte. Si tu no hubieras hecho aquello de la campaña con la señorita Minatozaki y la señorita Ahn, ¿qué sería de la empresa, YeonJun? Ese muchacho abría la boca y nos hubiésemos ido a banca rota, lo sabes muy bien —el omega apartó la mirada de su padre y la fijó en el bebé durmiente— Por otro lado...

—Por otro lado, dejaste que ese muchacho entrara a tu vida privada en tan poco tiempo —tomó la palabra su madre. La mujer tenía el ceño fruncido— Quitando la empresa, quitando que tuvieras que ocultar tu identidad, todo fue muy rápido, y te entregaste a ese alfa sin saber si en verdad...

—Él me quiere —afirmó, no queriendo oír su más grande inseguridad a partir de esa noche.

SunHee seguía con su ceño fruncido.

—¿Por qué no está aquí contigo entonces? —preguntó HyunKyung esta vez, si su hijo afirmaba que aquel alfa lo quería, ¿por qué no estaba ahí?

YeonJun apretó los labios, sentía una leve punzada de molestia en su pecho, su madre se veía muy molesta y aunque su padre no lo demostraba, sabía que también estaba molesto.

Organizó sus ideas en su cabeza y contestó, tomando el valor de mirar fijamente a sus progenitores.

SooBin no estaba ahí, a su lado porque YeonJun aún no lo ha dejado, ese alfa lo quiere mucho y le ha demostrado por casi un año que quiere volver con él, por diez meses estuvo pidiendo una cita en un restaurante en donde le explicó todo y sigue enviando regalos, ahora para Sunoo también, buscando conquistar al omega peligris.

Sabe que si SooBin no estuviese en verdad enamorado de él no tendría un armario lleno de arreglos, notas y envoltorios de golosinas o algunas flores. SooBin quería estar con él, no había duda.

Y todo eso se lo dijo a sus padres, incluso les confesó que estaba enamorado de ese alfa, porque en verdad lo estaba.

Sus padres solo se quedaron en silencio, recapitulando en su mente lo que había dicho su hijo.

—Las segundas oportunidades existen —dijo antes de levantarse para salir de la habitación mirando como el bebé bostezaba a la vez que abría los ojos, se quedó recostado en una de las paredes de la mansión— En una semana cumplirás tres meses, churrito... ¿Qué quieres de regalo? —sonrió mirando el pequeño mover sus manos hasta atajar una de las orejas de su enterizo, la llevó a su cara mientras fruncía el ceño, YeonJun soltó una pequeña risa, el olor de SooBin ya no estaba— ¿Quieres que te traiga alguna camisa de SooBin? ¿O quieres que te traiga al verdadero SooBin?

Se quedó en silencio mirando los cuadros en las paredes.

¿Estaba listo para ver a Sunoo en brazos de SooBin?

¿Estaba listo para decirle que era padre? Aunque sabía que el alfa tenía esa sospecha, después de todo no era tonto y lo demostró en la cena que tuvieron preguntándole de la forma más directa posible.

YeonJun estaba enamorado de SooBin y SooBin de YeonJun.

Se gustaban, querían estar juntos.

El omega ya había superado el pasado, se había dicho que iría lento con el alfa, se había prometido que no se lo dejaría fácil, pero ahora quería apresurar las cosas en cuanto a Sunoo.

Recordó lo que le había dicho HueningKai hace un tiempo ya en donde el tema de SooBin y Sunoo, el alfa menor tenía razón, tengan o no tengan una buena relación, SooBin tenía el derecho de conocer a su hijo, ya se lo había ocultado por diez meses y medio, no podía esconderlo más aún cuando SooBin ya sabía de la existencia del bebé.

Si SooBin fuese otro alfa le estaría presionando para ver a su hijo e incluso colocando demandas a diestra y siniestra, pero SooBin estaba esperando pacientemente a que él al fin le confirmase su paternidad.

En una semana Sunoo cumpliría los tres meses.

¿Sería buena idea invitarlo a casa?