
[23] Choi EunHae y Choi SooBin
Maratón 1/3
"Choi YeonJun, muchos lo conocemos, es un omega, líder de Technologic's I&N el cual fue visto hace una semana con un desconocido alfa cargando a un pequeño, ¿será su pareja e hijo? Si así lo es, nuestro líder ejemplar no es un modelo a seguir como muchos dicen, la primera razón es por no tener una marca en su cuello cuando ya tuvo a su primer descendiente e incluso, tiene pareja y la segunda razón es que hace tres días fue visto en el Restaurant de hamburguesas Town's con Choi SooBin el, recién revelado, segundo hijo de los Choi's, dueños de Electronic's C&H.
Los medios más confiables informan que el pequeño tiene aproximadamente dos meses mientras afirman haber visto al susodicho acompañado múltiples veces por HueningKai,un reconocido influencer.
¿Choi YeonJun sabrá quién es el verdadero padre de su pequeño?”
YeonJun terminó de leer la revista que HeeSong le había llevado. Estaba en su oficina, había tenido que ir gracias a una importante reunión de líderes que habría en algunas horas en algunas calles, dejando a Sana a cargo de su cachorro siendo la susodicha la que veía más responsable y sensata en el grupo.
—No hago nada denunciando a la revista —habló ojeando la portada, salían muchos artistas del momento, actores y demás— No hago nada denunciando y obligando a todos que quiten ese rumor de todos lados.
HeeSong tomó la revista y la ojeó también.
—Sé quien es el padre de mi hijo y eso es lo que me interesa, que ellos piensen lo que quieran sobre eso —le restó importancia moviendo una mano en el aire.
—Está bien, yo en tu lugar haría lo mismo, solo no quería que estuvieras desinformado —sonrió el beta cumpliendo la petición de YeonJun de hablarle informal— En la mañana, el muchacho vino.
YeonJun no va a negar que sintió una gran emoción por la mención de aquel muchacho que sabía muy bien, era Choi SooBin.
Preguntó que había hecho el alfa, sin dejar que el beta viera la emoción que sentía. El beta salió de la oficina y volvió a los segundos con una pequeña caja azul en manos.
HeeSong le dedicó una sonrisa y se retiró diciendo que el deber lo llamaba, YeonJun por un momento sintió admiración por el hombre ya que siempre lo veía con una sonrisa y hablaba del trabajo como si fuese la mejor actividad, hasta podía decir que envidiaba las energías del beta, porque a YeonJun le podría gustar mucho su trabajo pero había momentos en donde lo sacaba de sus casillas e incluso lo hacía desear renunciar.
El regalo. Le recordó su lobo, fingiendo no estar ansioso por el contenido.
YeonJun movió su cabeza saliendo de sus pensamientos y se concentró en la pequeña caja frente a él. Era azul cielo, decorada con un lazo blanco arriba, en todo ese tiempo YeonJun se había dado cuenta de lo mucho que el alfa se dedicaba a hacer ese tipo de manualidades.
Abrió el objeto y miró adentro, galletas de diferentes tamaños y formas le hicieron sonreír y reír a la vez por un recuerdo que tuvo de hace unos seis meses ya, SooBin le había enviado un ramo junto a una caja de brownies y galletas, el omega en cinta, comió todo apenas lo sacó del empaque y terminó vomitando a las tres de la mañana.
Muy lindo recuerdo.
Sacó una pequeña nota encima de las galletas y la leyó con atención.
“Galletas de vainilla para un omega de vainilla.
Espero poder verte de nuevo, ¿estás libre el sábado? Me gustaría ir contigo a un parque >.<
¿Te gustó el regalo de Sunoo? Espero que si y no te hayas molestado, ahora que tienes a Sunoo decidí conquistarlos a los dos. Escribeme cuando estés libre "
¿El regalo de Sunoo?
Tomó una galleta y la comió mientras salía de su oficina, aún no sabía si el alfa las preparaba él mismo o las compraba y las sacaba del paquete nada más, pero eran deliciosas.
Volteó a su izquierda y miró a HeeSong en su computadora.
—¿SooBin no dejó algo más? —preguntó meciéndose de lado a lado mirando con desinterés los alrededores. El beta se quedó en silencio un momento y chasqueó la lengua por lo olvidadizo que fue.
Se disculpó con el menor por ese detalle y le entregó una linda bolsa de regalo, igualmente, azul.
YeonJun volvió a encerrarse en su oficina sintiéndose emocionado por el presente para su pequeño.
Abrió la bolsa y metió las manos en ella, sintiendo la suave textura de una tela, sacó el misterioso regalo y soltó una risa al detallar el conjunto de pijama de conejo de algodón celeste delicadamente cocido.
Contuvo una risa al imaginar lo tierno que se vería su bebé en ese conjunto, aún más cuando notó que la capucha del conjunto traía dos orejas de conejo integradas.
Volvió a guardar la prenda con cuidado y sacó su teléfono.
¿Mensaje o llamada?
No sabía que hacer para agradecerle al alfa.
Una llamada no estaría mal, ¿no?
—Hola, YeonJun —le atendió un emocionado SooBin.
—Hola... Me acaban de dar tus regalos —dijo acercándose a su escritorio para seguir devorando esas deliciosas galletas.
—¡Que bien! ¿Le gustaron?
—Si, las galletas... Son deliciosas y el regalo para Sunoo... Es...—soltó una pequeña risa— Es muy tierno, nunca se me había ocurrido comprarle algo así.
SooBin sonrió del otro lado sintiendo un vuelco en al corazón solamente con las palabras del omega. Había estado muy nervioso e inseguro en si enviarle aquel enterizo para Sunoo o dejarlo para más adelante, pero su lobo le había ayudado a tomar la decisión que al parecer, fue la correcta.
—Me alegra que te haya gustado —habló. Los dos estaban como unos adolescentes enamorados, sonriendo a la nada— ¿Cuándo estarás libre? Quisiera salir de nuevo.
—Esta semana no puedo, si tienes suerte en la siguiente tal vez —habló mientras hacía una mueca, solo le quedaba una galleta.
—¿Podría pasar por tu oficina?
—Siempre lo haces.
—Corrijo, ¿puedo ir a tu oficina a verte? —YeonJun alzó la mirada. HeeSong le estaba haciendo señas, indicándole que ya era hora de la reunión y debía emprender camino al lugar.
Tragó la golosina en su boca y le dijo al beta que le diera un momento.
¿SooBin en su oficina?
Habían muchos recuerdos de ellos dos en esa oficina, YeonJun ya había "superado" aquello, se había mentalizado que debía olvidar todo lo ocurrido en aquella fecha y centrarse en el presente de verdades y no en el pasado de mentira.
Soltó un suspiro y tomó aire para hablar.
—Esta semana vendré a partir de las ocho y me iré a las dos —le dijo afirmándole al alfa que podía ir a verlo.
SooBin sonrió y se despidió quedándose acostado en su sillón imaginándose como se vería el pequeño con aquel enterizo.
Era el primer regalo que le daba a Sunoo, su hijo.
YeonJun entró a la gran sala de reuniones con el mentón en alto y su característica expresión de indiferencia.
—Buenos días, señores —saludó caminando hasta su lugar. En todo el trayecto a su asiento escuchó murmullos de los alfas contando lo que habían leído en aquella revista de chismes que HeeSong le había llevado en la mañana, también recibió miradas tanto sugestivas como de odio.
Eran en total veinte líderes, diecinueve alfas y un solo omega.
—¿Estamos todos completos? —preguntó el alfa que estaba en la cabecera de la mesa, Choi EunHae, creador de esa importante reunión.
Todos afirmaron prestando atención a la alfa que entró al lugar con una carpeta en manos, todos hablan sido convocados a esa reunión debido a el lanzamiento de un nuevo producto Tecnológico, todos debían oír su función, sus características y demás para decidir si lo comprarían para la venta de sus empresas.
YeonJun tenía la mirada fija en la alfa que había empezado a hablar sobre el producto, estaba diciendo lo inicial, su nombre, la capacidad que tenía y su funcionamiento.
Y a pesar de estar concentrado en las palabras de la mujer y las respuestas que le daba a otros alfas, sabía y sentía la penetrante mirada de Choi EunHae, odio puro había en esos oscuros ojos.
—¿Qué hace especial a este producto? —preguntó, interrumpiendo a la mujer— Es decir, lamento que se lo diga pero sigue siendo un teléfono con un uno por ciento más de capacidad en memoria, no lo veo como algo que llame la atención tal como lo haría un teléfono con reconocimiento facial o con numerosas funciones fuera de las llamadas, mensajes y aplicaciones que muy poco se usan —su voz hacia eco en el lugar debido al silencio que había. Estaba dando su opinión, eso era todo y notó que otros alfas mayores estaban asintiendo dando a entender que estaban totalmente de acuerdo con las palabras del omega.
Más la alfa que estaba hablando, no estaba de acuerdo. Si quiera estaba de acuerdo con que el omega estuviera allí.
—Nuestro producto es innovador, Choi, no solo tiene un uno por ciento más de memoria, tiene nuevas aplicaciones y una mejor calidad de fotografía —contestó con un tono molesto. No le agradaba tener que responder o siquiera dirigirle la palabra al omega.
—Entiendo eso, ¿cree que no lo escuché? —preguntó acomodando su traje— Estoy diciendo, señorita Sorn, que el aparato del que nos habla no es algo que llame la atención de los clientes, ¿un teléfono? Ya hay demasiados modelos y diseños en el mundo para seguir creando más, lo que se está haciendo, en mi opinión, es exprimir una idea debido a que no tienen más, con todo respeto, claro está.
—¿Y qué quiere usted que se cree? —atacó la alfa.
—Ustedes son los inventores, deberían saber crear más que teléfonos, ¿no? —ya YeonJun estaba harto de esa alfa, los demás estaban en silencio, opinando en sus cabezas— Me retiro, esto es una pérdida de tiempo —se levantó y empezó a caminar a la salida, sin ver atrás, sintiendo las miradas de los demás en su espalda.
Choi EunHae se levantó y siguió al omega con rapidez, alcanzándolo justo antes de que saliera del lugar.
—Choi —llamó colocando una de sus manos en el hombro del peligris. Esbozó su mejor sonrisa, hipócrita— ¡No sabía que era tío! ¡Felicidades! —dijo abrazándolo.
YeonJun gruñó y se separó con un empujón.
—¿Cuándo podré conocerlo? ¿Uhm? —preguntó caminando a su lado.
—Nunca, jamás en tu mugrienta vida —espetó caminando más rápido. Soltó un bufido y salió del lugar para subir a su auto en donde dejó su frente reposando en el volante, esa reunión había sido una pérdida de tiempo, ¿un teléfono con mejor cámara?
¡Ya habían muchos de esos! ¡Incluso podías ver tus puntos negros allí!
Se supone que como creadores de aparatos electrónicos debían hacer algo innovador para presentarlo a los líderes que se encargaban de venderlos, tenían que salir de aquel "teléfono con más calidad de..." "Cámara con alcance de..." y hacer otra cosa, YeonJun sabía que crear algo no era precisamente fácil, tomaba su tiempo y dedicación pero no le agradaba para nada el que los convocaran a una "importante" reunión para presentarles un producto que sobraba en sus empresas y, al parecer, algunos líderes estaban de acuerdo con él ya que vio a varios salir y montarse en sus coches para irse.
Arrancó en su auto marcándole a TaeHyun.
—Tae, por favor arregla a Sunoo... Voy con mis padres —le dijo manejando a una velocidad adecuada— ¡No! Olvidalo, yo voy a llevar su ropa, olvidalo —y luego de que TaeHyun le dijera lo bipolar que era, colgó.
Sonrió de medio lado recordando el tierno enterizo de conejo, cortesía de SooBin. Mordió su labio inferior pensando en el alfa regalándole cosas a Sunoo, su idea era alargar las cosas pero algo en su interior picaba por decirle a SooBin que tenían un cachorro a pesar de que posiblemente lo supiera.
Hoy sus padres conocerían a Sunoo y eso, era algo que le tenía levemente preocupado, era obvio que sus padres estaban emocionados por tener un nieto y, al fin, conocerlo pero no por eso dejarían de hacer preguntas a YeonJun, como por ejemplo, quién era el padre.
Y YeonJun no sabía si estaba preparado para decir que el padre de su pequeño era Choi SooBin, su enemigo, prácticamente.
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