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[12] Cambio de Opinión

YeonJun estaba comiendo sus uñas mientras revisaba su teléfono, ahí estaban los diferentes flayers para la campaña de apoyo que en dos días se llevaría a cabo. El alfa castaño, Hyuka, había hecho un vídeo y dos directos en sus cuentas oficiales abriendo el tema por algunos minutos, obviamente estudiando cada una de las respuestas de sus seguidores.

Kai ;3

Están en un 60-40, hyung

Yo.

¿Cuarenta a favor?

Kai ;3

Cuarenta en contra.


Soltó una sonrisa al leer el mensaje, HyeJin, Sana y Kai habían hecho varios estudios de sociedad por él y tenían un alto porcentaje en encontrar un resultado positivo.

Decidido, envío un mensaje a las dos mujeres y respondió el mensaje del castaño junto a una invitación a algún restaurante para poder celebrar y juntarse.

Dejó el teléfono en la mesa y siguió comiendo sus uñas, hoy había ocurrido un colapso de sistema en la empresa por tantas compras y números altos que debían agendar las máquinas en tan poco tiempo. Por eso, siendo las cuatro de la tarde, el edificio estaba cerrado y solamente estaban los empleados del segundo piso, quienes eran los encargados de sistema.

Corrijo, estaba él, los empleados del segundo piso y Choi SooBin, al otro lado de la puerta, transcribiendo a un nuevo servidor las últimas veinte compras que hubo.

YeonJun ya se había decidido, había tenido una muy buena respuesta con el público, haciéndolo sentir un poco más seguro en cuanto a su confesión.

Al parecer la mayoría de la población ya no pensaba igual, al parecer.

En dos días se lanzaría la campaña y en dos semanas la rueda de prensa, vendría el mes más alto de ventas y volverían a la "marea baja" por así decirlo.

Y YeonJun no encontraba la manera de invitar al alfa a su casa. Ese era su problema, él un empresario que había tenido numerosos problemas que resolver con un plazo de no más de veinticuatro horas se estaba comiendo las uñas por no saber como invitar a un alfa a su casa.

Todo había ocurrido tan rápido, que tuvo que sentarse a pensar y analizar todo en su casa. Un mes, casi dos meses en donde su vida y todo él se descontroló, para bien, claro está.

Hace dos días SooBin le había dicho que lo quería, él también le había contestado pero como no le había oído, no contaba.

Se sentía listo para revelar su secreto a Choi SooBin, estaba listo para decirle que era un omega, para mostrarle su olor.

—Joven Choi...—el castaño entró con la cabeza baja a la oficina, sacándolo de sus pensamientos. En esos dos días YeonJun sentía que algo no estaba bien.

Su lobo y él estaban algo confundidos por aquella sensación de que algo no estaba bien con el alfa. Hicieron una pequeña prueba, pero no consiguieron nada, seguía besándolos como siempre, seguía sonriendo, seguía coqueteando y llevando pequeños detalles.

—¿Joven Choi? ¿Lanzaste el cortejo por la borda? —bromeó levantándose de su lugar, SooBin rió y cerró la puerta con pestillo a sus espaldas. Los dos caminaron y se encontraron en el centro del lugar, se abrazaron sin decir nada.

Los brazos del castaño se cerraron en su cintura mientras que sus manos estaban en el cabello del otro.

—Estoy cansado —susurró el alfa sintiéndose adormecer por las caricias del jefe. En esos dos días no había dormido casi, sin lograr conciliar el sueño por todo lo que estaba ocurriendo, esa mañana antes de salir de casa una pregunta pasó por su cabeza.

¿Vale la pena?

Y esa pregunta aplicaba tanto como para la empresa como para YeonJun.

¿Valía la pena la empresa?

¿Valía la pena YeonJun?

—Quería... Invitarte a mi casa, de nuevo —dijo el peligris en un murmullo. SooBin esbozó una pequeña sonrisa.

—¿No dijiste que para luego? —preguntó quedándose en el hombro ajeno, no quería moverse ni un milímetro.

—Tuve un cambio de opinión... Además no quiero seguir dejándote con la duda... Pienso que debe ser algo incómodo o molesto no saber siquiera el olor de l-la persona... La persona...—el castaño carcajeó y apretó más al peligris a su cuerpo. Por alguna razón que desconoce todavía, YeonJun no quería decirle a SooBin lo de la campaña y su confesión.

—La persona que me gusta —completó. Se asombraba por la facilidad que tenía YeonJun para regañar a las personas, dar órdenes, dialogar con los diferentes líderes, sin ningún tipo de tartamudeo o muestra de inseguridad, pero con él, en ciertas cosas tartamudeaba y se sonrojaba.

Después de todo, uno no se enamora todos los días, en cambio trabajar era algo de rutina.

—¿Puedo ir el sábado? —preguntó separándose del otro con fuerza de voluntad, en vez de estar parado los haló a los dos hacia el sillón, arrojándose a lo largo mientras dejaba al peligris sentado a su lado.

YeonJun asintió llevando su mano a un pequeño collar que tenía el alfa en su cuello, sintiendo vergüenza para decir algo o subir la mirada y es que el alfa había empezado a acariciar su mejilla con su pulgar, como si fuese un cristal.

Su estómago cosquilleó ante aquel pensamiento.

Te quiero —soltó al fin apretando sus ojos por las caricias detenidas. Por otro lado, SooBin sentía un nudo en su garganta, un cosquilleo en su estómago, una gran necesidad de sonreír lo más grande que podía.

Pero en vez de sonreír, atrajo al peligris a sus labios, acunando sus mejillas. Sus labios se movieron e hicieron sonidos que avergonzaron notablemente al peligris que, dejándose llevar, se inclinó aún más al alfa dejando ambas manos apoyadas en su pecho, SooBin parecía no querer soltarlo, tenía sus mejillas aplastadas y un agarre firme.

Sus corazones estaban igual que agitados en su respiración en cuanto se separaron.

Antes de que YeonJun pudiera soltar alguna palabra nuevamente estaba siendo besado por el castaño.

Soltó una pequeña risa antes de seguir saboreando sus labios.

—En unas semanas ya no deberás hacer todo esto, pequeño —festejó Ahn HyeJin alzando una copa de champán junto a Minatozaki y HueningKai.

YeonJun rió y también alzó en su copa. Ya era de noche, estaban en el restaurant, los platos vacíos ya habían sido retirados y las copas se llenaban a cada minuto.

—¡Salud! —dijo Huening a un lado de la japonesa, alzando su copa igualmente.

Las copas chocaron provocando un corto tintineo, todos bebieron al mismo tiempo y rieron por la reciente escena.

—¿No te sientes incómodo al ser el único alfa? —preguntó Sana al castaño que negó con un pequeño sonrojo.

—Es el más pequeño de aquí —señaló HyeJin— ¡Y yo diciéndole pequeño a Yeon-ye!

Todos carcajearon y siguieron con divertidas anécdotas, conociéndose más, encontrando muy agradable la compañía de los otros. YeonJun miró su rolex.

11:12 p.m

Ya era algo tarde, estaba algo alejado de su hogar y tenía un poco de alcohol en su sistema, era mejor irse así que le comentó a todos la hora y de inmediato empezaron a levantarse para irse, de verdad que había pasado mucho tiempo y no se habían dado cuenta.

Que rápido pasa el tiempo cuando uno se divierte, ¿no?

YeonJun abrazó a cada uno a modo de despedida, prometiendo entre risas volver a organizar una salida así.

HyeJin y Sana desaparecieron en el estacionamiento del lugar mientras que YeonJun y Huening caminaban por la acera, buscando el auto del mayor.

—¿En dónde te hospedas? Podría llevarte —ofreció YeonJun al enterarse de que el menor no contaba con un automóvil.

—Estoy en el Paradise —contestó subiendo al auto del mayor, llenando sus pulmones del olor del peligris de inmediato. Se relajó en su asiento y sintió como el aroma lo arrullaba suavemente, de verdad que YeonJun tenía un aroma demasiado dulce pero a la vez relajante.

El omega grisáceo manejó por las desoladas calles, era jueves, era muy obvio que las personas estuvieran en sus casas, sin ningún tipo de movimiento nocturno en masa.

Por eso, confiado, aceleró un poco más el auto, mirando de reojo como el alfa castaño había caído dormido en el asiento. En medio de su conversación en el restaurante, Kai había mencionado que estuvo desde la mañana grabando y caminando por toda la ciudad, estuvo todo el día en actividad constante, obviamente estaba cansado.

Escuchó un suspiro por parte del alfa, no sabía si era por el cansancio o por su aroma, porque había visto a varias personas reaccionar así.

En medio de eso se preguntó cómo reaccionaría SooBin ante su aroma.

¿Le agradará? La repuesta era obvia, todos quedaban encantados con su aroma y nadie, en ningún momento, le había dicho lo desagradable o fuerte que era, jamás. Pero el omega sentía inseguridades en cuanto a eso y muchas cosas más, era la primera vez sintiendo todo ese tipo de preocupaciones por cosas tan banales como por ejemplo, la ropa que se pondría.

Mañana sería viernes, esperaba a que el sistema estuviera como nuevo y pudiera terminar de hacer lo que dejó pendiente. Pasado, sería sábado y SooBin iría a su casa.

Su corazón aumentó sus latidos por esa simple idea.

—Kai... Hyuka... Ya llegamos —informó tocando el hombro del alfa, que despertó con movimientos algo torpes.

—Hyung... Ah, lo siento por quedarme dormido —se disculpó bajando del auto— Su aroma es muy relajante.

—Está bien, tranquilo. Ve a descansar —le dedicó una sonrisa y miró como el alfa entraba al hotel, sano y salvo.

Volvió a arrancar, esta vez manejando a su casa. Gozando de la fría brisa que entraba por la ventana y del pavimento liso, le gustaba manejar a altas horas de la noche, todo era más relajante y silencioso.

Frunció el ceño cuando sintió un pequeño piquete en su vientre, estaba cerca de su celo, posiblemente llegase en la semana, solo esperaba y rezaba a la Diosa Luna que su celo no llegase mañana.

Siguió pensando y pensando en que haría con el alfa en su casa, es decir, diría su secreto y bláblá, pero, ¿y luego?

¿Una comida? ¿Una película?

No sabía que hacer.

—Necesito que el sábado vengas a mi oficina —indicó EunHae observando la decoración del departamento del alfa menor.

SooBin se sintió nervioso por aquella petición de su hermano, el sábado iría a la casa de YeonJun, no podría decirle aquello o si no empezaría de nuevo a presionarlo y, prácticamente, atacarlo.

—No puedo —dijo firme. EunHae sonrió de medio lado.

—¿Tienes alguna cita con YeonJun? —preguntó alzando una ceja. SooBin negó usando lo mejor que podía sus dotes en actuación— ¿A dónde vas a ir entonces?

—Saldré con BeomGyu —contestó. Su mejor amigo sería su salvación, en cuanto el alfa se fuera lo llamaría para que fuera su salvavidas por segunda vez en esos dos meses.

Pero grande fue su sorpresa y poca fue su suerte en cuanto el alfa le dijo, con una actitud burlona, que Choi BeomGyu había salido de Busan.

¿Por qué no lo había llamado? ¿Por qué BeomGyu no le había dicho nada?

Y ahora que hacía memoria, se sentía un imbécil. Él mismo había ignorado múltiples veces al menor, este le había enviado mensajes preguntando por su estado y tal vez informándole que se iría de Busan, pero SooBin estaba tan perdido en pensar en el grisáceo y en cuestionarse a cada momento que lo había ignorado.

Ahora, por haber ignorado a su mejor amigo, debía decirle la verdad a EunHae, no tenía otra cosa que hacer, no tenía otros amigos con los cuales inventar una salida, solamente estaba BeomGyu y, por supuesto, YeonJun.

EunHae se le acercó de forma amenazadora y sonrió, creando un contraste que no le agradó en nada al castaño.

—Vas a ir con YeonJun, lo sé. Te verás con ese no-alfa y quiero, Choi SooBin, que hagas todo lo posible por obtener ese secreto, ya te he dado varias ideas para conseguirlo, quiero que mañana antes de las diez de la noche me digas que carajos es Choi YeonJun si no quieres que tu maldito puesto en la empresa sea completamente anulado y quedes fuera de todo lo que tenga que ver con los Choi, es decir, en la calle —habló tan, pero tan lento que causó un escalofrío en el alfa menor. Alzó su mentón, altanero, luciendo muy orgulloso del efecto que causó— ¿Entendido, SooBin?

El alfa castaño asintió y miró en silencio como su hermano mayor se iba, dando un portazo.

Caminó al sillón y tomó asiento, dejando que su cabeza quedara entre sus manos, estaba entre la espada y la pared, él no quería perder su futuro puesto como líder en la empresa, pero tampoco quería perder o hacerle algún tipo de daño a YeonJun.

YeonJun era la primera persona de la que se enamoraba, ¿y si nada salía bien? ¿Y si terminaban luego de algunos meses? Perdería su puesto y quedaría en la calle, quedaría sin nada.

¿Arriesgar o no arriesgar?

























¿Arriesgar o no arriesgar? ¿Ustedes que opinan?

Su opinión podría afectar en la decisión de SooBin, así que piensen con sabiduría teniendo en cuenta muchos puntos de este y los demás capítulos, esto será una interacción de Personaje+Lector

Nota: Ganará la opinión con más votos, los estaré leyendo :3

The_Dark_Diamond

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