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17

Los cambios pueden ser un poco abrumadores en todos los aspectos, pero en este caso este cambio en el tipo de relación que tenían JiMin y YoonGi era más que nada penoso o solo no estaban nada acostumbrados

Una dinámica de jefe y empleado no es difícil de superar, tal vez por eso cuando la jornada laboral terminó y ambos estaban decidiendo dónde conversar, terminaron yendo al departamento del menor; este agradecía a los dioses por haber ordenado hace poco.

El viaje en auto fue normal en lo que cabe, ambos comentaban cosas sencillas del trabajo y como el menor no vivía lejos llegaron rápido.

—¿Deberíamos ordenar algo de comer? —preguntó JiMin mientras caminaban por el pasillo.

Ambos llegaron a la puerta, mientras el menor ponia la contraseña.

—¿Quieres que me quede mucho tiempo? —antes la pregunta JiMin se tambaleó— Lo pregunto por lo de la comida.

¿Había dado esa idea? Porque eso no era lo que quería, bueno, sí pero no. Volteó a ver al mayor que seguía con ese semblante de siempre— Bu-bueno, lo decía ya que es hora de cenar y puede hacer daño que hyung no coma a tiempo

Regresó a lo que hacía y cuando la puerta se abrió, dejó pasar primero a YoonGi. Indicó dónde podía dejar sus zapatos y le dió un par de zapatos para visitas que prácticamente estaban buenos ya que solo Kai lo había visitado desde que los compró.

Mientras JiMin guardaba sus cosas y ponia ciertos detalles en orden, YoonGi miraba el lugar curioso ya que la vez anterior no haría entrado

—Aún no lo decoro mucho, no me he dado el rato de hacerlo desde la mudanza —comenta JiMin después volver con una vestimenta más cómoda.

—Sigue siendo lindo, es muy tú.

Y aunque las paredes seguían siendo de ese blanco conocido en los apartamentos de Corea, las cosas de JiMin le daban ese aire tierno y colorido que este irradiaba, un poco opuesto a lo que el alfa era en ese momento.

—Tome asiento ¿Quiere beber algo?

El alfa niega después de sentarse en el sofá— Estoy bien, podemos ordenar comida como sugeriste.

Jimin se sienta a su lado, tal parece que los dos se habían olvidados de los temas que puede tener una conversación pues un silencio penoso se mantuvo por casi un minuto. El menor no pudo más y sacó su celular para buscar la app de comida— ¿Hay algo que quiera comer?

YoonGi se acercó y miró las opciones que habían disponibles— Un jajjangmyeon estaría bien —El omega asintió y esta vez busco al que se le antojara comer, el silencio parecía volver a asentarse hasta que el alfa volvió a hablar— ¿Por qué te mudaste a Seúl?

La pregunta sorprendió al menor, pero lo pensó un poco antes de responder— Quería encontrar que deseaba ser.

—¿No lo sabías?

—Si y no, hubieron varias cosas que pensé que podría hacer pero nunca me decidí, lo único constante fueron los sabores. Debido a mi paladar pensé en la repostería cuando era pequeño, pero al pasar los años lo olvidé hasta que probé los postres de hyung.

Para el mayor esto era una respuesta algo sorprendente, siempre creyó que JiMin era alguien aficionado que solo no se lo había tomado serio hasta ahora— ¿Mi postre?

Jimin asintió— Cuándo me mudé Kai trajo un pastel, me encantó el sabor y lo perfecto que todo sabía unido, era la primera vez que probaba algo tan perfecto para ser un simple pastel.

Aunque no lo haya dicho, YoonGi entendía eso. Nacer con un paladar perfecto hace que no puedas disfrutar todo al cien porciento, siempre está ese pensamiento de que puede mejorarlo, otras veces es pasable y no llega esa incómodidad- Por eso hago postres —comenzó—, mis padres eran dueños de la repostería y comencé a ayudarlos cuando tenía unos siete. Ĺuego de probar los postres de otros lugares me di cuenta que solo con los que yo ayudaba me sentía satisfecho al probarlos por lo que continué. Me alegra que ayudé a sentir esa sensación a otro paladar perfecto.

Jimin asintió, así fué él un tiempo en su adolescencia, modificaba la comida un poco para no sentir esa sensación de decepción tan seguido por lo que encontrar algo "perfecto" viniendo de alguien más era un sentimiento indescriptible.

Ambos no sabían en que momento la conversación se había vuelto tan profunda considerando que partió de una pregunta casual, pero ss sentía bien poder llegar a ese tipo de tema con alguien que lo entendía.

La noche ya se había asentado en la ciudad, se podía notar por las ventanas. JiMin se levantó a prender las lámparas mientras pensaba en que más podría hablar con el mayor— Hyung —le llamó— ¿Te gusto?

—Sí.

La rapidez y la cero duda de la respuesta sorprendió a JiMin, no esperaba recibir tan certera respuesta aunque no negaba que a la vez eso lo halagaba. Volvió a tomar asiento, esta vez de lado, frente a frente a YoonGi— ¿Desde cuándo?

—Mi alfa es quién podría responder eso con certeza, él fue quien me hizo verte el primer día que fuiste a Sweet taste.

Para ese momento las mejillas de JiMin estaban sonrojadas, tener la completa atención de YoonGi sobre él no ayudaba— ¿El primer día?

YoonGi asintió y mirando hacía abajo, tomó la mano del omega casi por inercia— Mi instinto me hizo voltear a verte y mi curiosidad hizo que mantuviera mi atención en ti el tiempo que estuviste en el lugar ¿Se podría decir que el primer día?

—¡No digas eso! —Sin importar que el alfa aún tomaba su mano, JiMin llevó sus manos a su rostro y cubrirlo— oh, es tan vergonzoso.

YoonGi sonrió por la reacción— ¿Es vergonzoso que me gustaras desde el primer día?

Esta vez las manos del omega fueron hasta la boca del alfa para callarlo— Shh, me da pena, es que por un tiempo creí que era unilateral.

La vergüenza que sentía JiMin combinada con timidez y felicidad lo hacía querer hacerse bolita. El alfa tomó las manos del omega y no las alejó, prefirió colocar cada una en su rostro y sonreír amplio para el menor— Te tendrás que acostumbrar, no creo ser alguien que se guarde lo que siente por mucho tiempo.

Esa frase sonó demasiado genial para el omega que no creía que su corazoncito resistiría. En cambio, sus pulgares comenzaron a acariciar las mejillas de YoonGi y no pudo evitar reir un poco por la extrañeza de todo— Jamás creí escuchar a hyung decir tal cosa.

—Ni yo, pero es la primera vez que mi alfa quiere expresarse tanto, así que atente a las consecuencias.

Antes de poder reaccionar, el alfa unió sus bocas y la unión más perfecta volvió a suceder. Como los postres del alfa, estar de esa manera se sentía lo más perfecto para ambos, más que cualquier platillo que alguna vez probaron o crearon.

Solo se detuvieron cuando el teléfono de JiMin sonó avisando que la comida había llegado. Fue por ella y antes de colocarla en la mesa de centró pensó en algo.

—¿Sucede algo?

—Hyung ¿Podrías esperar un poco?

YoonGi asintió. JiMin se dirigió a la cocina y abrió del contenedor de la comida, tomó un bocado de los fideos del mayor y no tardó en moverse por su cocina en busqueda de varías cosas.

La curiosidad del alfa aumentó por lo que se acercó hasta apoyar sus brazos en la barra, mientras seguía los movimientos del omega que hacía todo concentrado- ¿Qué haces?

No recibió respuesta pues JiMin se encontraba concentrado agregando condimentos— Toma asiento, hyung —pidió. El mayor tomó asiento frente a la barra mientras seguía expectante a como JiMin emplataba muy ordenado el jajjangmyeon hasta acercarse y colocarlo frente a él con sus respectivos palillos—. Provecho.

El alfa miró el platillo frente a él y siguió un poco confundido— ¿Y esto fue por?

JiMin sonrió mientras volvía a la cocina en busqueda de algo de beber— Dijiste que nunca probaste algo perfecto sin que antes tu intervinieras, así que tal vez esta sea la primera vez.

No necesitó decir más para que el alfa tomara los palillos y con mucho cuidado tomara un poco de los fideos negros, si JiMin lo conociera mejor hasta parecería nervioso, pero no dudó en llevarse el bocado en la boca. Con cada masticada los nervios de JiMin aumentaban, tal vez su paladar no era tan perfecto o era diferente al de YoonGi, esas ideas se amontonaron en su mente en cuestión de segundos, pero se borraron cuando el mayor lo miró asombrado, feliz o conmovido, no sabía cuáles de esas emociones eran pero fue suficiente con la sonrisa complacida que este mostró.

—Es perfecto.

Jimin no se contuvo y celebró levantando sus brazos— ¡Sí!

Ambos rieron y continuaron su cena disfrutando de la compañía del otro, porque se sentía perfecta.


Ya hacía falta consentir un poco aquí uwu

Espero les haya gustado <3

Nos leemos luego~

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