❅𝟯❅
Jimin se encontraba contándole a sus amigos lo que había pasado pocos días antes, porque si, se le había olvidado completamente hasta que llegó a su casa y por unos días también se le olvidó contarle lo sucedido a sus amigos y eso mismo se encontraba haciendo mientras ellos tenían cara de no entender absolutamente nada o el hecho de que prácticamente había rechazado el dinero. ¿Quién rechaza el dinero? Park Jimin, no porque tuviera un buen corazón, sino por la vergüenza de estar frente a chico lindo todo manchado aunque fue culpa del chico lindo.
Contaba las cosas con dramatismo extra porque sino sería aburrido, Somi a veces reía escandalosamente junto con Seoji. Jieun aún tenía cara de no creer nada. Jackson y Aleksios tenían la boca abierta y reían a veces junto con Seoji y Somi.
—Y entonces levanté la cara, sentí un viento fushh. —Hizo un sonido con su boca para simular el viento y hacía señas con las manos como si estuviera contándole un cuento a niños pequeños.—Y ahí estaba... un lindo y perfecto chico a mi vista me observaba con pena y un plato de plástico con helado destrozado y me di cuenta de que me lo había tirado accidentalmente. Así que me paré y después de un poco de diálogo me ofreció dinero, pero oh, vamos, tenía que fingir que no me importaba porque tenía el dinero suficiente para comprar cinco más. Por lo que le dije, no te preocupes y salí de ahí como un héroe. —Terminó de contar el peliazul con orgullo.
—No creo que te hayas visto como un héroe Jiminnie. —Se burló Jackson.—Un héroe no se mancha, bueno, manchan.
—Pues yo si. —Contestó con enojo fingido el peliazul. Todos reían de la graciosa anécdota que había pasado mientras comían.
Habían pasado al rededor de una hora charlando de otras cosas sin sentido, series próximas o películas, más que todo Marvel, a veces un pequeño debate de que era mejor, DC o Marvel, llegaron a la conclusión que los dos son buenos y tenían buenas películas que mirarían si o si aunque fueran Team Marvel. Todos se fueron ya que tenían más de algo por hacer y así Jimin quedó en su casa solo.
Pasaba viendo televisión todo el día si tan solo el aburrimiento de no tener absolutamente nada para ver le ganará esta vez, no tenía ganas de repetir series y no quería empezar otra porque podía no gustarle, últimamente no veía que Netflix sacara cosas de su interés así que decidió salir a dar una vuelta a cualquier lugar.
Se dirigió a su cuarto y eligió el conjunto que usaría para salir, como hacía frío no eligió algo extravagante ya que los suéteres y chaquetas lo cubrirían todo, se vistió con tranquilidad y así salió de su casa no sin antes haber tomado su teléfono, billetera y llaves para cerrar y abrir su apartamento.
Salió del edificio con tranquilidad observando todo, los autos, los taxis, las personas que pasaban apuradas por alguna razón, parejas que pasaban felices, niños con más felicidad que él estabilidad emocional.
Llego a un pequeño parque en el que se sintió un niño pequeño y se dirigió a un columpio, estaba vacío el parque así que no fue nada difícil ir y sentarse, con sus pies se balanceaba sin ir muy lejos era bastante leve el balanceó, no había mucho ruido como en otras zonas, específicamente en aquella zona no había ruido, era perfecto, hasta que unos pasos corriendo se hicieron escuchar y el sonido del columpio de a la par siendo ocupado, volteó su rostro y pudo jurar que sintió el tiempo pararse.
El lindo chico que había tirado helado sobre él estaba ahí, mientras empujaba a un pequeño niño que era feliz. Supuso que sería su padre, claro que tenía novia, encima se miraba joven. Él lo vió y le sonrió, se acercó a él para empujarlo y hacer que el columpio se moviera y cuando sintió ya estaba apretando con todas sus fuerzas el columpio del que casi se cae por haber sido empujado abruptamente. El chico se reía al igual que el niño que se encontraba feliz.
Paró cuando sus pies pudieron tocar el piso y volteó a ver, ahí estaba él, sonriendo feliz miraba al pequeño que reía mientras cada vez se elevaba más. Lo vió detalladamente y sintió que lo conocía de algún lado, sin embargo no sabía de dónde.
Escuchó como el pequeño pelinegro le dijo que iría a los otros juegos.
—Oye, ¿eres el del helado no es así? —El peliazul lo volteó a ver y asintió con un pequeño puchero en sus labios. El azabache sonrió enternecido por la acción.—Perdón por eso, era para Wonnie y te choqué sin querer.
—No te preocupes. Fue un accidente ¿no? —El azabache asintió y recién ahí se dió cuenta de que quizá conocía al chico.—¿Como se llama? —Preguntó con algo de confianza Jimin.
—Jungwon. Jeon Jungwon. —Jimin hizo una 'o' con su boca y asintió mi pe tras miraba al pequeño correr y jugar.
—¿Es tu hijo? —Jimin se regañó mentalmente, claro que era su hijo ¿qué iba a ser? ¿Su hermano? Oh... Jimin se dió cuenta de que habían demasiadas posibilidades y el como idiota pensando que era su hijo. El azabache negó con una sonrisa y Jimin se cacheteó mentalmente -otra vez- aún así sonrió con pena.
—Es mi sobrino... su padre era mi hermano, y su madre era mi mejor amiga. —El azabache rió levemente con nostalgia mientras observaba al mini azabache feliz.—Es increíble realmente. Jungwon es espectacular. —En ese momento Jimin no puso atención suficiente a las palabras del chico y no notó lo que debería haber notado desde que empezó a decirlo.—Aún no sabemos nuestros nombres pero tú ya sabes el de Jungwon. —Rió el azabache y Jimin inconscientemente sonrió.—Soy Jungkook, Jeon Jungkook.
—Jimin, soy Jimin.
—Bien Jimin, desde hoy somos amigos, pero tengo que irme, ya es tarde y Jungwon no puede cenar muy tarde. —Jimin asintió.
—Bueno Jungkook, supongo que nos vemos otro día. —Le dió una suave sonrisa que fue devuelta y el pelinegro se dispuso a ir con Jungwon para llevárselo.
Mientras Jimin se quedaba atrás pensando en que lo conocía de algún lugar al igual que Jungkook se iba con el mismo pensamiento.
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