[28] Celo
Eran las ocho de la mañana y la casa Kang estaba en total silencio, los tres niños dormían plácidamente en sus habitaciones al igual que TaeHyun quien estaba ignorante de lo mucho que se estaba moviendo el omega a su lado.
BeomGyu frunció el ceño y miró a su esposo roncar a su lado. Tenía hambre y ese día le tocaba a TaeHyun hacer el desayuno.
—Oye, Tae...—llamó tocando la mejilla ajena, Tae frunció el ceño— Tae, tengo hambre... Despierta —pidió pellizcando repetidas veces la mejilla ajena.
TaeHyun se quejó y abrió los ojos para ver con completa molestia a su omega.
—¿Para eso me despiertas? ¿Enserio? —BeomGyu asintió mordiendo su labio inferior con aparente nerviosismo. TaeHyun ya sabiendo que no volvería a dormir tomó asiento y miró fijamente a su pareja, había algo más en su mirada— ¿Por qué estás nervioso? —preguntó peinando su cabello con sus dedos.
—Hoy los niños van con mis padres —contestó levantándose de la cama para ir al baño, Tae lo siguió. BeomGyu tenía hambre, si, pero también quería que el alfa lo ayudara a calmar los nervios que le provocaba el hecho de que sus niños irían con sus padres.
Desde un principio de su relación los señores Choi le dejaron en claro a su hijo que Kang TaeHyun no era el alfa que necesitaba en su vida, muchas veces le habían dicho que crear una familia con Kang había sido un error, cuando TaeHin y GyuHin nacieron BeomGyu esperaba que aquellas opiniones de sus padres cambiaran, pero no pasó, sus padres sólo fueron a conocer a los pequeños sin dirigir palabra a TaeHyun.
La pareja Choi le agarró mucho cariño a los niños, los trataban bien, les daban regalos e iban por unas horas en su cumpleaños. Ese día cumplía años el señor Choi quien pidió que sus nietos estuvieran presentes en su festejo, BeomGyu sabía que no le pegarían a sus niños y no los tratarían mal pero de igual manera algo en él le causaba cierto nervio y miedo.
Él había decidido no ir al festejo, no estaba de ánimos para soportar a sus familiares decirle como criar a sus hijos, nunca estaría de ánimo para ello en realidad.
—A los niños les gusta estar ahí, los tratan muy bien diría yo, no pasará nada malo —TaeHyun dejó un plato de cereal frente a su pareja y le sonrió— No es la primera vez que van, ya están más grandes y sin problemas pueden tomar un teléfono y llamarnos si algo malo pasa —finalizó besando la mejilla ajena. El omega suspiró y se dedicó a comer mientras TaeHyun revisaba su teléfono a su lado.
—Deberías despertarlos —murmuró minutos después bebiendo la leche del tazón, limpió sus labios con un pañuelo y suspiró.
—Todavía no, aún no me has dado los buenos días y luego los niños no me dejan darte ni un solo beso —se quejó apagando su teléfono para acunar las mejillas del sonriente omega.
—No seas exagerado —rodó los ojos dejándose besar por el alfa, subió sus manos y los enredó en el cabello ajeno.
TaeHyun estaba muy concentrado en el beso y el olor de su omega, tanto que no escuchó las pisadas que iban hacia ellos.
—¡Buenos días, papás! —los dos se separaron y voltearon a la voz chillona, la pequeña TaeYeon de acercó a sus papás y se dejó besar las mejillas— Mi hermana ya se despertó y mi hermano está esperando por papá Gyu —dijo sentada en el regazo de TaeHyun que peinaba con su mano su cabello. BeomGyu rió levantándose para ir con el pequeño TaeHin que a pesar de tener diez años de edad seguía conservando aquello de dormir su última hora de sueño con BeomGyu, por eso apenas tuvo a su papá acostado en el borde de su cama no dudó en abrazarlo y volver a dormir con su olor que estaba más intenso que otros días.
Por otro lado TaeHyun estaba acompañando a la menor de los hermanos a lavarse los dientes.
—¿Por qué están despiertos tan temprano, princesa? —preguntó secando con total cuidado la cara de la niña.
—¡Hoy vamos con mis abuelos! —contestó emocionada— GyuHin nos dijo que debíamos despertar temprano para ponernos bonitas, papá, ¿podemos usar nuestro vestido de flores?
—Claro, princesa —besó la mejilla de la niña y la dejó ir a correr a buscar el vestido de flores que, según ella, arreglaría en su cama.
TaeHyun se dedicó a ir a la cocina a preparar el desayuno de los niños junto al suyo mientras que BeomGyu besaba las mejillas de TaeHin para despertarlo, el niño se levantó enfurruñado a lavarse los dientes mirando de reojo como su hermana mayor abrazaba a SU papá BeomGyu.
—¡TaeHin! ¿Qué haces? Ten cuidado con tu hermana —regañó el omega al niño que aún con el cepillo dental en la boca había empujado a GyuHin para abrazar el a BeomGyu— Anda a lavar tus dientes —ordenó señalando el baño, el niño le dio una mirada a GyuHin que le miraba con el ceño fruncido, y se fue a lavar sus dientes con rapidez.
—Papá, ¿me acompañas a buscar la ropa que me pondré? —preguntó jalando al omega a su habitación. TaeHin secó su cara con rapidez y corrió tras BeomGyu.
—¡Papá! ¡Ven, ven! —lo llamó jalando de la mano libre del omega que alzó las cejas, los dos niños de diez años lo estaban jaloneando de un lado a otro y no entendía lo que pasaba.
—¡Papá, ven a peinarme! —la menor de los hermanos apareció abrazándose a las piernas del omega que trataba de decirle a los niños que se calmaran pero ellos estaban muy ocupados en pelear quien se quedaría con BeomGyu.
—¿Qué pasa aquí? —TaeHyun miró la escena con extrañeza, BeomGyu alzó los hombros.
—¡Papá es mio! —gritaron los tres niños pegándose al omega que se tambaleó por el impacto de los tres cuerpos abrazándose a él a la vez que se empujaban.
—Hey, no se peleen, vayan a desayunar y luego me dedico a ustedes, ¿está bien? —dijo BeomGyu agachándose para abrazar los tres cuerpos que aún en sus brazos se empujaban por llegar a su cuello.
TaeHyun también se acercó y agachó la cabeza para concentrarse en el aroma que emanaba omega.
Su olor estaba más intenso, algo que indicaba que BeomGyu entraría en celo, por eso los niños estaban así con él, el olor les resultaba agradable y lo querían para ellos solos.
—Vayan a comer —ordenó el alfa mirando a los tres niños que luego de una intensa mirada de parte del alfa se fueron a la cocina a regañadientes.
—No puedo estar entrando en celo, me siento bien y se supone que no llegaría hasta unas semanas —habló el omega levantándose de su lugar mientras caminaba junto al alfa a la cocina en donde los niños se apresuraban por comer y volver con el omega— ¿Puedes llamar a los chicos? Si de verdad entro en celo no quiero que se queden con mis padres más de un día —habló mirando a sus hijos comer— Bebés, no tan rápido, les puede dar dolor de estómago —dijo en medio de un suspiro.
TaeHyun sacó su teléfono y empezó a contactar a sus amigos para saber quién estaba disponible para cuidar a sus hijos por los días que duraría el celo de BeomGyu, a raíz de aquella fallida infertilización los celos del pelinegro se alternaron demasiado, tanto que en un mes podía pasar por dos etapas de calor, no tenía un día fijo en el cual le llegase, se había vuelto un omega irregular. Además de que su nivel de fertilidad aumentó muchísimo más, así que debían tener sumo cuidado en cada uno de los encuentros que tuvieran.
TaeHyun miró como los niños se llevaban a rastras a BeomGyu a una de las habitaciones, seguramente para pedir mimos mientras que escribía los mensajes a sus amigos.
Esperaba que alguno pudiera, sino debería dejar a los niños con los Choi pues sus padres estaban fuera del país en ese momento.
Y a BeomGyu, definitivamente, no le gustaría eso.
—Te ves lindo, cachorro, muy lindo —BeomGyu miró a su hijo ajustarse los zapatos frente a él mientras que tenía a las dos niñas a sus lados en el sillón, ya los tres hermanos estaban listos para partir a casa de sus abuelos, solo faltaba que su madre fuera a buscarlos.
—Papá, ¿no vas a ir con nosotros? —preguntó GyuHin acomodando su vestido de flores con cuidado, estaba combinada con su hermana menor.
—No, mejor me quedaré aquí —le dijo besando su mejilla, cuando TaeHin dejó de amarrar sus agujetas se subió a su regazo, el omega rió— ¿Por qué no buscan el regalo que le hicieron a su abuelo? Ya deben estar por llegar —les dijo, los niños se despegaron por segunda vez en el día de él y fueron a buscar el regalo que habían hecho en conjunto para su abuelo, en eso, el timbre sonó.
BeomGyu tomó una profunda respiración y se levantó a abrir, una mujer con canas pero sin falta de elegancia le miró con seriedad.
—Hola, mamá —saludó con la misma expresión que tenía la mujer que lo analizó de pies a cabeza sacando por si sola una conclusión.
—No irás al cumpleaños de tu padre —afirmó, BeomGyu asintió dándole la razón, aún estaba en pijama— ¿Acaso hay algo más importante qué hacer?
—Siempre hay algo más importante que hacer, ¿no? —contestó con las mismas palabras que le había dicho su madre cuando no fue a conocer a TaeYeon al hospital— Y por si no te has dado cuenta estoy entrando en celo.
—Entonces te deshaces de tus hijos para acostarte con el alfa, ¿acaso tres hijos no es suficiente ya? —preguntó con una ceja arqueada.
—Es nuestro problema si queremos diez hijos o no, tenemos lo suficiente para mantenerlos y darles una buena vida —la mujer abrió la boca para contestar a su hijo pero en eso tres niños se abrazaron al omega a modo de despedida, BeomGyu les besó las mejillas y les pidió que se portasen bien junto a unos cuantos abrazos.
—¡Adiós, papá! —se despidieron los niños en el auto de su abuela, el omega les sonrió y miró el auto irse, suspiró y cerró la puerta a sus espaldas.
TaeHyun salió de la cocina con una mueca, había escuchado la pequeña conversación de su suegra y su pareja, siempre le dejaba un sabor agrio en la boca.
Tomó de la cintura al pelinegro y lo acercó a él para besarlo con ternura.
—Voy a ducharme —dijo caminando a su habitación con una sensación poco agradable en el pecho. El mal humor que le dejó el encuentro con su madre se disipó con la ducha, ahora estaba colocándose la ropa más ancha de su armario para salir a buscar algunas cosa que comer.
Aún no tenía efectos de celo así que podía relajarse un poco, TaeHyun colocó alguna película en la televisión mientras que él se sentó a su lado a comer de unas frituras.
—¿Tenemos pastillas anticonceptivas? —preguntó TaeHyun volteando a ver a su pareja que con los dedos llenos de frituras, negó.
—Una tableta —dijo mirando como el Alfa se levantaba para ir a comprar las dichosas pastillas que debía ingerir sin falta— ¿Me traes helado? Por favor —pidió parpadeando repetidas veces, TaeHyun asintió inclinándose para besar dulcemente los labios de su omega— Vuelve rápido —pidió mirando al Alfa salir de la casa con una pequeña sonrisa.
Para cuando TaeHyun volvió una motocicleta aparte de la de BeomGyu estaba estacionada fuera de la casa, ¿quién estaba en la casa con su omega a punto de entrar en celo?
—Ya llegué —avisó con el ceño fruncido dejando la bolsa de helado junto a las pastillas en el recibidor, era más importante saber de quién era ese aroma fuerte, saber quién era el alfa que hablaba con su omega en la cocina.
—¡Oh! Mire hyung, él es mi esposo, Kang TaeHyun —BeomGyu le saludó con un pequeño beso y le presentó al alfa que estaba mirándolo con intensidad.
—Mucho gusto, Kim DoongYul —se presentó el alfa, TaeHyun estrechó su mano con el ceño fruncido— Lamento no poder quedarme más tiempo, debo ir a hacer algunos deberes, espero y te gusten los chocolates, BeomGyu, hasta luego —le sonrió a los dos y se fue, cerrando la puerta a sus espaldas por ordenes de BeomGyu.
—¿Quién era ese? —preguntó soltando su aroma para quitar el del alfa. BeomGyu se sentó en la mesa y abrió la caja de bombones de chocolate que le habían dado.
—Es un compañero de trabajo, solo vino a dejarme esto porque no pude salir con él como lo había pedido —explicó comiendo un bombón.
—¿Y lo dejaste entrar en tu estado? ¿Y si entrabas en celo y aún no había llegado? Espera, ¿salir con él? ¿a dónde? —preguntó más que celoso, él no conocía a ese alfa y con solo verlo una sola vez le había dado mala espina.
—Si, él la semana pasada me había invitado a comer ramen a su casa, pero no pude ir, así que quedó para ésta semana pero tampoco pude ir —explicó comiendo de la golosina sin prestar atención a la cara de TaeHyun que era una mezcla de molestia e incredulidad.
Invitar a comer ramen a una persona no era más que invitarlo a tener relaciones contigo.
Y BeomGyu no lo sabía.
Puede que BeomGyu desde un principio se haya mostrado o visto como un omega conocedor del ámbito sexual pero no era así, el omega resultaba ser mucho más inocente de lo que parecía.
Por eso, tomó una respiración y quitó la caja de bombones de la mesa para acunar las mejillas del omega.
—BeomGyu, ¿cómo quedaste en cinta la primera vez? —preguntó con total paciencia.
—Pues... Me invitaste a tu casa a comer ramen, pero cuando llegué no había ramen y luego fuimos a tu habitación....—su tono de voz se fue apagando a medida que iba narrando, pasaron diez segundos para que el omega entendiera— ¡DoongYul me invitó a tener sexo y dije que si! Oh por la Luna yo no sabía, Tae —dijo tomando su teléfono para escribirle al alfa para aclararle que no comería ramen con él en ningún momento.
—Pensé que lo habías entendido aquella vez —murmuró mientras iba a buscar el bote de helado junto a las pastillas anticonceptivas, ignorando olímpicamente como el omega se removía incómodo en su asiento. BeomGyu apenas envió el mensaje dejó su teléfono en la mesa y se arrojó en el sillón.
—Tae, ven a darme amor —pidió haciéndose bolita en el sillón, ahora si sentía los efectos del celo. El alfa se sentó a su lado y empezó acariciar su cabello con delicadeza— ¿Alguno de los chicos te contestó? —preguntó preocupado por sus cachorros.
—YeonJun está en reunión y SooBin está lidiando con Sunoo —dijo sin detenerse en las caricias.
—¿Lidiar con Sunoo? —preguntó extrañado.
—Está algo rebelde. ChaerYeong está de viaje, Kai está en celo también y Sana en Japón —el omega chasqueó la lengua.
—¿Y HyeJin? —preguntó.
—Sabes lo que pasó la última vez, ella dijo que su máximo para cuirar niños era de uno. No quiere tener otro corte de cabello —le recordó aquella tragedia que habían hecho sus propios hijos.
—No quiero dejarlos con mis padres, no por tantos días —dijo haciendo una mueca.
—Van a estar bien, además, mañana puede que YeonJun se desocupe o alguien —alzó los hombros, BeomGyu bufó y se levantó para buscar de nuevo su teléfono, marcó el número de su madre, estaba sintiendo la temperatura de su cuerpo aumentar así que mejor le hablaba ahora a la mujer y no cuando su lobo tuviese total control de sus palabras.
Mientras hablaba con su madre TaeHyun se dedicó a comer de los bombones que había dejado, aún estaba algo molesto por la presencia de aquel alfa junto al descaro que tuvo al invitar a su omega a comer ramen, pero el aroma que desprendía su pareja y se extendía por toda la casa lo calmaba.
Para cuando el pelinegro dejó de hablar con su mamá ya tenía las mejillas sonrojadas y la respiración agitada, ahí el alfa tomó la iniciativa y se acercó a él para besarlo con lentitud, provocando unos cuantos suspiros en el otro.
Así que, entre tropezones y suspiros se dirigieron a la habitación la cual fue la encargada de amortiguar todos los altos sonidos que provocó Kang TaeHyun en su esposo.
Y mientras eso ocurría a metros de ellos un niño lloraba en un sillón.
¡Hasta aquí lo que se dabaaaa! Espero les hayan gustado estos capítulos, que cerrarán el ciclo de "Niños traviesos" de los Kang y Choi, a partir de aquí de darán saltos en las edades, ya veremos sus presentaciones, su adolescencia, espero les haya gustado en verdad y prometo no volver a desaparecer de esta plataforma💜
Los quiero, mis Diamonds 💜
No se olviden de darle amor a mi nuevo Fic, "Elements Attack" Es algo muy importante para mí
¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
©The_Dark_Diamond
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