[25] Celos
Sunoo 10 años y SooYoung 6 años.
Hay días en donde YeonJun o SooBin no están de humor, se levantan con el pié izquierdo como todas las personas, es normal después de todo no todos los días tendremos una sonrisa de oreja a oreja y estaremos dispuestos a soportar ciertas cosas de las perdonas.
Y ese día para SooBin era hoy.
Se despertó sin ganas de trabajar, solamente quería seguir durmiendo y ya.
—Buenos días —saludó entrando a la cocina con su traje desacomodado.
—¡Buenos días, papi! —SooYoung le sonrió. El alfa le contestó la sonrisa con un poco más de energía.
—¡Buenos día, papá Soo! —Sunoo alzó su mano y chocó los cinco con su padre que mantenía una sonrisa leve para los dos niños.
—Buenos días —YeonJun le sonrió de medio lado y besó su mejilla castamente antes de sentarse a desayunar con los niños, ya el plato de SooBin estaba servido así que agradeció en un susurro y se dedicó a comer en silencio con el ceño fruncido.
Obviamente, YeonJun notó que estaba de mal humor, por eso, desistió de preguntarle como había dormido o recordarle que le había prometido a los niños pastel de fresa.
—¿Estás molesto, papá? —preguntó Sunoo mirando al alfa que asintió.
—Despertó de mal humor, niños —contestó YeonJun sonriendo a los niños que entendieron al instante comiendo en silencio.
SooBin suspiró y miró su plato vacío.
—Quiero más —dijo cometiendo el error más grande del mundo. En todos sus años de relación, jamás le había pedido a YeonJun que le sirviera más comida, ni viceversa.
Si alguno de los dos quería más se levantaba y se servía, así había sido toda su vida y ninguno de los dos se habían quejado por eso.
—Ve a servirte —contestó YeonJun comiendo su desayuno tranquilamente.
—¿Por qué no lo sirves tú? —preguntó con el ceño fruncido. El mal humor le afectaba a SooBin, le hacía pelear por cosas estúpidas.
—Porque yo no soy el que quiere más, sabes como funciona esto —YeonJun frunció el ceño, ¿se pondría a pelear por eso?
—Yo me sirvo mi mierda yo solo entonces —y se levantó con brusquedad para servir el resto de comida en su plato, SooYoung y Sunoo taparon sus oídos inmediatamente al escuchar la mala palabra.
YeonJun les hizo un gesto de que dejaran de hacer eso y siguieran, después de todo, debían ir a la escuela.
SooBin no decía groserías, frente a los niños no lo hacía y ahora porque YeonJun no quiso levantarse a servirle más comida dijo una.
Estúpido. Pensó el peligris levantándose para recoger su plato, sonriendo a sus hijos cuando también lo hicieron y lo siguieron para dejarlo en el lava trastes.
SooBin seguía en la mesa, comiendo en silencio.
—Adiós, papá Bin —SooYoung se asomó en una esquina de la mesa a mirar a SooBin que le pidió que se acercara, dejó u beso en su mejilla y la abrazó— No digas más palabras feas o un hada muere, ¿si?
—Si, bebé —asintió mirando a la niña ir a buscar sus cosas.
—Adiós, papá Soo —Sunoo le sonrió de medio lado al alfa y lo abrazó— No digas palabras feas —recibió un beso en su mejilla y se fue a colocar los zapatos.
YeonJun ajustó su corbata y entró a la cocina.
—Adiós —dijo mirando su reflejo en un espejo cercano, ahora tenía una mueca molesta, odiaba que el castaño se despertara de mal humor.
—Adiós —contestó levantándose para dejar su plato en el lava trastes, se acercó al omega y besó sus labios castamente, a los minutos ya SooBin estaba saliendo de la casa con una mueca que solo indicaba el odio a la humanidad.
Cuando estaba de mal humor odiaba hasta a los árboles.
—Pase —SooBin concedió el permiso a su oficina y miró de reojo a su secretario entrar con unas carpetas en mano.
—Señor Choi, aquí está lo que me pidió —dijo dejándole las carpetas encima del escritorio, SooBin agradeció con un susurro— ¿Algo más?
—Un café con espuma, por favor —pidió sacando el dinero de su bolsillo para que el omega lo comprara.
—¿Estresado? —preguntó con una ceja arqueada, SooBin se levantó de su asiento y miró a su empleado.
—De mal humor —el chico tenía tres años trabajando para él, era de confiar, había colaborado muchas veces a comprar obsequios para YeonJun o para los niños, haciéndole el favor a SooBin de guardarlos en su casa mientras tanto.
—No creo que un café le relaje —comentó inclinándose hacia el frente, SooBin frunció el ceño.
—¿Qué quiere decir? —preguntó tomando una carpeta para abrirla y verla, el aroma a maracuyá se expandió por toda la oficina, ¿qué pretendía ese chico?
—Creo que usted necesita algo mejor —y con eso, sin permiso, juntó sus labios con los del jefe, SooBin se tensó por el toque de unos labios que no fueron los de su pareja.
La mano de su secretario subió por su pecho y se enredó en su cabello mientras la otra volteaba el cuadro que siempre tuvo SooBin allí.
De YeonJun con los niños.
—Ya llegué —avisó SooBin a las siete de la noche, SooYoung sonrió al verlo y se acercó a él corriendo para abrazarlo, pero antes de llegar la niña se detuvo y tapó su nariz.
—¡Hola, papá! —Sunoo también corrió hacia él y se detuvo abruptamente— ¿Por qué hueles así? Hueles feo, papá...
—¡A comer! —los niños le dieron un último vistazo a SooBin y fueron a la cocina para cenar. YeonJun besó sus mejillas y salió a ver al alfa que se quitaba los zapatos con un suspiro.
—¿En dónde estabas, SooBin? —el alfa se levantó y miró a su omega de brazos cruzados y ceño fruncido frente a él— ¿Éstas son horas de llegar? Te llamé, te mandé mensajes y no me contestabas, me tenías preocupado —SooBin suspiró y se quitó el saco para caminar a la habitación dándole la oportunidad a YeonJun de oler el potente aroma a omega en celo que había en él— ¿De quién es ese olor? —preguntó persiguiéndolo hasta la habitación.
—De mi secretario, él... Entró en celo de repente —explicó quitándose la ropa para meterse a la ducha, YeonJun lo miró a pesar de tenerlo completamente desnudo ante él.
—Solos, estaban solos —afirmó el omega recibiendo un asentimiento— ¿Por qué no me llamaste o me contestaste? —preguntó irradiando celos e ira.
—Me fui a dar una vuelta solo, estaba molesto y no quería llegar así, ¿entiendes eso? —dijo entrando a la ducha.
—¿Y tu entiendes que estoy celoso? ¿Acaso te acostaste con él? —preguntó soltando un aroma potente que le demostraba a SooBin lo celoso que estaba.
—No me acosté con él. Estaba en mi oficina, él llegó y me besó, eso es todo —dijo metiéndose bajo la ducha, YeonJun le miraba por fuera.
—¡Es que te besó! Y no me digas que eso es todo, SooBin, porque desde aquí puedo ver la marca que tienes en el cuello —señaló haciendo al alfa bajar su mano para ocultar la marca.
Las cosas se habían salido de control en su oficina. El omega lo besó y él se quedó de piedra por unos segundos, para cuando lo apartó ya el omega estaba en la cúspide de su celo así que hizo todo lo posible para ir con él.
SooBin no podía empujarlo, no podía golpearlo, era un omega después de todo. Así que mientras que luchaba porque las manos ajenas se quedaran quietas el omega aprovechó de dejar esa marca en su cuello.
Luego de eso llegaron los guardias junto al papel en donde decía que el omega estaba despedido. SooBin no se acostó con nadie, núnca se le pasaría por la cabeza engañar a YeonJun.
—No lo exageres —finalizó rodando los ojos mientras se tallaba con el jabón.
—¿Me estás diciendo exagerado? —preguntó con las mejillas rojas, no se vergüenza, de molestia.
—¿Acaso no me sentiste? Estuve molesto toda la mañana —dijo quitando el jabón de su cuerpo.
—¿Y cómo quieres que lo haga? Si siquiera te has dignado a renovar la marca —ahora la discusión se estaba desviando, los dos estaban estresados, tenían demasiado trabajo acumulado, además de pocas horas de sueño, era normal que estuvieran normalmente irritables.
Y SooBin, con mal humor y aún con la desagradable sensación de si secretario presionándose a él, era otra persona, definitivamente.
—¿Tu me lo has pedido? No lo has hecho —dijo con el ceño fruncido.
—¿Tengo que pedirlo? ¿Acaso eres imbécil, SooBin? —y YeonJun, con su carácter normal mezclado con los celos y la ira, le llevaba a esos insultos.
—Respeta —pidió el castaño en medio de un gruñido.
—No —SooBin volteó a verlo con el ceño fruncido, era una mirada que nunca le había dirigido, era obvio que se intimidó, pero no se lo dejaría saber así que, como siempre, alzó su mentón y arqueó una ceja— ¿Qué? ¿Me vas a pegar? Duchate rápido, sales, le das las buenas noches a los niños, buscas tus cosas y duermes en el sillón, ¿entendido?
—¿¡Por qué voy a dormir en el sillón!? —preguntó en un grito.
—¡Porque yo lo digo! —y con eso, cerró la puerta a sus espaldas.
SooBin suspiró y apoyó su frente en las baldosas mojadas, ahora debía dormir en el sillón.
Genial.
Tres días después.
—Ustedes necesitan sexo —soltó BeomGyu en pleno café, sin importarle nada, solamente su mejor amigo frente a él con una expresión entristecida.
—¿Qué? No creo...—SooBin miró sus manos apoyadas en la mesa. Hace tres días había sido su discusión con YeonJun, esa noche durmió en el sillón, al día siguiente buscó el perdón de su omega además de buscar la comodidad de su cama.
Y YeonJun se lo concedió, le dejó dormir en la cama con él esos tres días pero no era como antes.
—Hablo enserio, ustedes está estresados sexualmente y por eso están así de irritables —habló el omega— Y si no me crees, ¿recuerdas cuando TaeHyun y yo peleamos y lo dejé durmiendo en el sillón por una semana?
—¿Cuándo tú llorabas por todo? —BeomGyu asintió, recordando esos feos días.
—Exacto. Bueno... Solamente necesitábamos eso, sexo —de todo el grupo, BeomGyu era el más explícito, por si no se dieron cuenta— ¿Hace cuánto no tienen un encuentro?
—Dos meses, yo suprimí mi celo éste mes y él pues... Estaba ocupado con el trabajo y yo también, así que... Eso —SooBin subió los hombros e hizo una mueca bajo su barbijo.
—Es eso, SooBin, mira, me ofrezco personalmente a cuidar a tus demonios mientras tienen tiempo a solas, mi límite es de tres días —dijo el omega levantándose para ir al auto del alfa que también lo siguió.
—Mis hijos no son demonios —negó con el ceño fruncido.
—Dile eso al cabello de TaeYeon y SooYoung —contestó. Hace tiempo los cinco niños habían intentado jugar a "la peluquería" en donde los mayores eran los trabajadores y las menores eran las clientas.
SooYoung y TaeYeon tenían el cabello largo, hasta la cintura pero ahora, gracias a su fantástico juego tenían el cabello hasta los hombros.
Jamás dejen tijeras cerca de los niños Kang o Choi.
YeonJun se colocó la playera y los pantalones de Yoga, ya estaba bañado y listo para dormir, sus cachorros ya estaban durmiendo plácidamente en sus habitaciones luego de un largo día de juegos con sus primos, los hermanos Kang.
YeonJun había pasado la tarde con TaeHyun, pidiéndole un consejo para arreglar las cosas con SooBin. Ya le había disculpado por aquel día en donde discutieron y ya estaban durmiendo juntos pero el omega no sentía que fuera igual.
Habló con TaeHyun, su mejor amigo y con quien tenía la suficiente confianza, como para no avergonzarse cuando el alfa solamente le dijo que necesitaban sexo.
—¿Ya vas a dormir? —volteó a ver a la puerta, SooBin lo miró fijamente.
—Si, ¿por qué? —preguntó sentándose en el borde de la cama.
—No has cenado —le dijo relamiendo sus labios repetidas veces, parecía nervioso, estaba nervioso.
—No tengo hambre, supongo... —subió sus hombros. Esa, había sido la conversación más larga que habían tenido en un plazo de minutos.
—¿Estás seguro? ¿No quieres que te traiga algo? —preguntó balanceándose de lado a lado. YeonJun subió sus hombros mientras sentía suavemente— Ya vengo, entonces —y se perdió hacia la cocina, YeonJun estaba confundido pero ansioso, esbozó una media sonrisa.
Para cuando SooBin volvió ya estaba convencido de que el alfa quería acomodar las cosas y no era él solo quien sentía las cosas diferentes.
—Gracias —esbozó una pequeña sonrisa y tomó el plato hondo de leche, cereal y fresas en trozos, un manjar para él, algo simple para otros.
SooBin lo miró comer unos minutos.
—Lo siento... Por estar de mal humor —habló.
—No tienes porqué disculparte por estar de mal humor, no todos los días nos levantamos con el pié derecho, pero... Uhm... Tienes que aprender a moderarlo un poco... —dijo el omega masticando las fresas con lentitud.
—Está bien, pero lo siento igual —SooBin miró al omega asentir mientras comía lo último de su cereal, había comido muy rápido.
YeonJun dejó el plato en la encimera y volteó a verlo.
—Ya estás disculpado, SooBin —le sonrió haciendo al alfa imitar su gesto.
Sin decir nada, el castaño se inclinó y juntó sus labios en un suave vaivén, en esos días, los pocos besos que compartieron era superficiales y rápidos, ésta vez estaban profundizando y tomándose en tiempo de sentir los belfos ajenos.
YeonJun alzó su mano y acarició con ternura la mejilla ajena.
—Ve a ducharte —murmuró en cuanto se separaron, SooBin asintió y besó una última vez los labios del omega que lo miró irse con una sonrisa.
¿Ya todo volvería a la normalidad?
•••••
Esto pasa mucho en las parejas xd
¿Quieren Lemon YeonBin?
The_Dark_Diamond
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