Makoto estaba emocionado por su primer viaje lejos de la ciudad que lo vio crecer. Sus ojos brillaban emocionados con cada cosa nueva con la que se encontraba.

Tomado de la mano de su madre, el pequeño castaño daba un paseo en la ciudad concurrida de Tokio.

Iba maravillado con los grandes edificios hasta que se encontró con una interesante tienda en el camino.

Algo desesperado empezó a jalar de la mano a su madre para señalarle aquella tienda deportiva donde tenían gran variedad de artículos que en su pueblo no solían tener. La señora Tachibana suspiró resignada mientras esbozaba una sonrisa cálida dándole el permiso al niño de ir a la tienda pidiéndole de favor que se cuidara y ella lo esperaría en la entrada.

Makoto feliz fue corriendo a la tienda, era muchísimo más grande que cualquiera en la que haya entrado. Corriendo fue a sus secciones favoritas. Hizo una parada en la sección de natación donde buscaba unos tapones para sus oídos que finalmente no le lastimaran, los que había conseguido en el pueblo terminaban dejándole sin escuchar un buen rato por el dolor y había visto en la TV que existían unos de muy buena calidad que solo vendían en aquella tienda. Sin embargo estaba inspeccionando todas sus opciones y no encontraba la que necesitaba. Estaba tan concentrado que no se percató de la presencia de otro niño que se acercaba a él y terminaron chocando entre sí.

Makoto enseguida pidió disculpas apenado mientras el otro niño de cabello azabache solo rió de manera juguetona y aceptó la mano que el castaño había ofrecido para ayudarlo.

—Lo siento, estaba buscando algo y estoy algo perdido.

—¡Oye si quieres puedo ayudarte a buscar!, pero vamos a intercambiar lugares. Yo estaba buscando algo en la sección de volley ¿te parece si buscas por mí?—Preguntó el chico con una amplia sonrisa. El de ojos esmeralda no sabía bien que hacer porque no conocía absolutamente nada del deporte que el contrario mencionaba.—Vamos, será más divertido de ese modo, tu ya estuviste mucho tiempo aquí, tal vez te ayude refrescarte de lugar—Insistió.

El castaño no muy convencido accedió. Fue a la zona de volley y con la descripción que le dio el de cabello azabache empezó a buscar lo que le pidió.

Sorprendentemente había funcionado porque después de unos minutos encontró lo que el otro chico buscaba y al mismo tiempo el moreno encontró lo del castaño llamando su atención mientras corría hacia su dirección con el objeto en mano.

—De verdad funcionó.—Comentó el castaño mientras intercambiaban objetos y admiraba su nueva adquisición, ahora solo debía avisar a su madre y convencerla de comprarlo.

—¿Dudabas?—Preguntó el moreno alzando una ceja como si de verdad creyera que su plan iba a fallar.—Soy Kuro por cierto.

—Makoto.

—Hey, se que no sabes nada de volley pero eres bastante alto, ¿no te gustaría intentarlo?

A Makoto le pareció interesante la idea, pero no estaría tanto tiempo en Tokio como desearía, su decepción se reflejó enseguida en si rostro.

—Quisiera pero... Regreso en un par de días a mi pueblo.

—Oh ya veo.—Respondió Kuro con algo de tristeza.—Sería divertido si vivieras en mi vecindario, así jugaríamos los días que estés, pero seguro estarás en algún hotel...

—En realidad, vine a quedarme unos días con la familia de mi mamá y la casa está cerca de aquí.—Makoto interrumpió pensativo.

—¡Mi casa también queda cerca de aquí! Podríamos vernos y jugar en el parque.—Dijo sonriente el azabache.

—¡Sí!—Respondió el contrario con emoción.

—Entonces ¿te parece bien si te veo después del almuerzo?

—Claro.—Esbozó una sonrisa.

Y finalmente se despidieron. Kuro pagó lo que había ido a buscar y Makoto esperó a que su mamá entrara. Después de que la señora Tachibana llegara a la caja, el niño le preguntó si podía ir al parque en la tarde.

—¿Por qué la insistencia? ¿Encontraste un nuevo amigo?—Preguntó entre risas la madre.

El castaño asintió con emoción y su estado de ánimo mejoró aún cuando su madre accedió a dejarlo ir a jugar con su nuevo amigo.

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N/A: Esto es un asco pero estoy desesperada. AGH. Con un extra de esto porque no estoy satisfecha.