❝甘い香り❞:Extra 1
《 2Yeon 》
―Jeong ah...― Murmuraba Nayeon, sintiendo los húmedos labios en su cuello.―Estamos en público...
―Lo sé, Nay, pero eres tan apetecible que no puedo alejarme de ti.― Dijo Jeongyeon, besando ahora los labios de la menor de manera obscena. Le valía mierda que estuvieran en un parque, eran casi las 8 de la noche, no había mucha gente ahí.
―J-Jeongyeon... esto no está bien.― La omega intentaba alejarla.
Jeongyeon ignoró cualquier queja de Nayeon y siguió con su trabajo.
―P-por favor, para― Suplicó Nayeon, inquieta. Un dolor en su pecho se hizo presente, pues ellas ni siquiera eran una pareja y la omega se comenzaba a sentir usada, aunque sabía que Jeongyeon no era de esa clase de alfas que se follaba a las personas y luego las abandonaba. Sin embargo su comportamiento en ese momento le demostraba lo contrario.
Jeongyeon se separó asustada en el momento en el que escucho un pequeño sollozo por parte de Nayeon.
―Hey... ¿Qué sucede?― Preguntó preocupada, alzando el rostro de la omega y viendo pequeñas lágrimas en su rostro.―¿No quieres seguir? Si te sientes incómoda, lo entenderé.
―N-no es eso, es sólo que...― La castaña bajó la mirada.―Si quiero seguir, quiero sentirte completamente fundida en mí, pero es que...― Nayeon no sabía cómo decirlo.―Lo que sucede es que no somos pareja aún y...
Jeongyeon miró sorprendida y enternecida a Nayeon, se golpeó internamente y abrazó a la omega.
―Mi Nayeonie, perdóname.― Dijo la alfa, apretando más a Nayeon a su cuerpo.―Soy una estúpida distraída, ¿Cómo pude olvidar algo tan importante como pedirte formalmente esto?― Se separó de la omega y tomo sus dos mejillas entre sus manos.
―Jeong.― Murmuró la omega.
―Nay, bonita, ¿me harías la chica más feliz y aceptarías ser mi pareja?― Preguntó la alfa, mirando fijamente a la omega.
―Oh Jeongyeon, por supuesto que sí.― Nayeon colocó sus manos en el cabello de Jeongyeon y le dió un pequeño beso.
La alfa sintió un fuerte calor en su pecho y besó a la menor con más intensidad.
―Si aún no estás lista y piensas que es muy pronto, esperaré. Yo no haré nada que tu no quieras, cariño.― Dijo Jeongyeon al separarse del beso.
―Gracias, Jeongyeon.― Susurró Nayeon, mirando a los ojos a la alfa.
3
años después
―Tranquila, amor.― Se quejó Jeongyeon cuando su omega la tiró contra la puerta de su hogar y la intentaba desvestir―¿Qué te sucede?
Nayeon no contestó y, en cambio, señaló con su dedo al calendario que tenían en una pared de la sala de estar.
Jeongyeon afinó su mirada para ver lo que estaba en rojo ese mismo día.
Abrió sus ojos con sorpresa al ver lo que decía. El celo de la omega llegaría al otro día.
―Oh. ya veo, pero llega mañana, ¿por qué estás así?― Jeongyeon intentaba procesar todo mientras las manos inquietas de su omega terminaban de desabrochar su camisa.―¿Y por qué no puedo oler tus feromonas bebé?
―Me puse inhibidor, quería sorprenderte.― Nayeon continúo con el pantalón de su alfa.―Te quería agarrar desprevenida.
―Y vaya que lo hiciste.― Respondió Jeongyeon, sonriendo, y por fin ayudando a la menor bajar sus pantalones.―Esto tiene que ser rápido, quede de verme con Dahyun en una hora.
―De acuerdo.― Susurró Nayeon, bajando sus propios pantalones y llevando las manos de su alfa a su entrada.―Estoy mojada y lista, hazlo.― Y efectivamente, Nayeon estaba húmeda, no tanto como en su celo, pero lo suficiente para que el miembro de Jeongyeon entrara sin problemas.
Jeongyeon metió uno de sus dígitos en la entrada de la omega y gruñó ante la cálida y apretada sensación.
―Voltéate, amor.― Nayeon obedeció, y cuando estuvo pegada a la pared, alzó su trasero lo más que pudo.―Pero mírate, tan hermosa.― Acercó su rostro a la nuca de Nayeon y besó su mordida, su lazo.
Alineó la punta roja en la entrada y la penetró lentamente. Ambas soltaron un gemido y pegaron su cuerpo lo más posible.
―V-vamos... rápido.― Gimió Nayeon, moviendo sus caderas.
La alfa aumentó el ritmo de sus embestidas, haciendo que la menor chocara completamente contra la puerta, generando mucho escándalo.
―Estamos haciendo mucho ruido cariño, nuestros vecinos nos escucharán.― Jeongyeon besó nuevamente la marca y la mordió un poco.―Te amo mucho Nayeon... mi bebé.― Tomó entre sus manos las caderas de la menor y penetró más profundamente.
―Y-yo te amo más― Dijo con voz ronca la omega, cerrando los ojos y dejándose llevar por el placer.
Ambas soltaron un grito y llegaron a un intenso orgasmo.
El nudo de la alfa se expandió y la omega soltó un gritó de placer, el nudo era un poco doloroso, pero para Nayeon la sensación era placentera, sentir como algo grande y caliente se expandía en su interior y como Jeongyeon la llenaba, era algo único y que siempre disfrutaría.
―Te amo.― Se susurraron al mismo tiempo y ambas rieron tiernamente.
―Me tengo que ir bebé.― Dijo Jeongyeon.―En cuanto el nudo desaparezca, iré con Dahyun, y tú toma tus pastillas, no queremos una mini Nay o una mini Jeong corriendo por el departamento, ¿o si?
Nayeon rió un poco cansada y asintió.
Un rato después, el nudo se deshizo y Jeongyeon salió del interior de su omega.
―Me voy amor.― La rubia besó a su pareja.―¿Quieres algo?― La omega bostezó y negó, sonriendo.―Bien, descansa bebé, pero recuerda tus pastillas.
Nayeon sólo asintió, intentando aguantarse el sueño, y se despidió de su alfa.
Cuando Jeongyeon se fue, Nayeon se dirigió a la habitación por sus pastillas, sacó una y se sentó en la cama. Se quejó por el dolor se su trasero y se acostó boca abajo con la pastilla en mano.
Cerró los ojos por unos segundos y se dejó llevar por la suavidad de la cama; sin darse cuenta, se quedó dormida, dejando caer la pastilla en el suelo, ésta rodó un poco, quedando debajo de la cama. Los siguientes días la omega no se vio en la necesidad de tomar supresores ya que su alfa la consistió.
La omega dió por hecho que la pastilla anticonceptiva había sido ingerida por ella, así que pasó por alto los mareos y náuseas que comenzó a sentir unas semanas después. Jeongyeon estuvo tan preocupada por su omega hasta que esta accedió a ser llevada al médico.
Grata fue su sorpresa cuando el doctor les dio la gran noticia.
―Felicidades, Nayeon está esperando un cachorro.
La pareja se quedó sin habla y solamente se miraron a los ojos sin saber qué hacer. Solamente supieron que una nueva etapa y prueba para su amor había llegado. No sabían si este bebé traería problemas, pero lo recibirían con alegría y mucho cariño.
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