❝甘い香り❞:OO4
Pasaron algunos días desde que Jisoo se acercó a Chaeyoung y la ayudó en cálculo.
La alfa aceptó gustosa la invitación de la menor, la cual fue muy gratificante para ésta, pues no había sido rechazada.
―¿Por qué estás tan nerviosa?― La alfa rubia preguntó, viendo cómo Jisoo no dejaba de mover sus piernas en el piso y picoteaba su comida, eso era una clara señal de nerviosismo, Jeongyeon la conocía muy bien.
―Es que hoy irá a comer con su amorcito y sus suegros.― Dijo Dahyun, burlándose de su amiga.
―Suegras, una alfa y una omega.
―Ah... Entonces ya admites que serán tus suegras, Jisoo.― Jeongyeon la codeó y la miró con picardía.
Jisoo se sonrojó y simplemente negó con la cabeza.
―Es lo que más quisiera, Park Chaeyoung y yo hemos estado hablando durante estos días y la verdad es que es una chica maravillosa. Sería la más feliz si fuera mi omega.
―Pues no pierdes nada con intentarlo.
―Sí, mi dignidad y mi gran avance con ella, mínimo quiero quedar como una amiga para ella.― La menor del grupo rodó los ojos fastidiada.
―Jisoo, el que no arriesga no gana, si en verdad te gusta mucho esa chica.― Habló Dahyun.
Jisoo bajó su mirada.
―Quiero ir lento, si me armo de valor, le confesaré mis sentimientos.
Dahyun no podía entender el actuar de Jisoo ni de Jeongyeon, ambas chicas se veían perdidas por esas dos omegas. Ella solamente esperaba que su pareja predestinada se tardara en llegar un par de años o más. No quería estar enamorada ni atontarse como sus unnies.
―Ah, Jisoo, hoy te llevaré tu videojuego, ya lo terminé.
―Pero, Dahyun, hoy iré a comer a la casa de Chaeyoung.― La menor frunció el ceño.―¡Ah! Pero ahí estará mi prima, acaba de llegar de Japón y se quiso quedar unas semanas conmigo. Ve y ella te recibirá el videojuego.
―Perfecto, quiero regresártelo cuanto antes, no quiero romperlo o perderlo y tener que pagártelo.― Dijo Dahyun haciendo un puchero chistoso.
La mayor rió ante el comentario de su menor y acarició su cabello con ternura.
Cuando las clases terminaron, Jisoo fue en busca de Chaeyoung a su salón de clases en compañía de Jeongyeon, pues ésta quería ver a Nayeon.
Las tres omegas fueron las últimas en salir, iban teniendo una charla muy divertida hasta que notaron la presencia de las dos alfas.
―Oh, vaya, supongo que yo sobro aquí, así que me voy con mi Lisa.― Dijo Jennie al ver a las dos enamoradas de sus amigas.―Nos vemos chicas.
Nayeon y Chaeyoung se despidieron de su amiga, quedándose a solas con las alfas.
―Hola Nay, quise venir a verte y a acompañarte a tu casa.― Dijo Jeongyeon con una sonrisa dirigida hacia la omega castaña.
―Muchas gracias Jeong. Entonces vámonos.― La alfa rubia sonrió ante su respuesta y se la llevó de ahí, dejando completamente solas a Jisoo y Chaeyoung.
―H-hola Chaeyoung.― Dijo Jisoo un poco nerviosa.
―H-hola Jisoo.― Contestó la omega igual de nerviosa.
Ambas chicas habían estado platicando mucho por mensaje en estos últimos días, incluso se saludaban cuando se llegaban a encontrar, pero aun así se ponían nerviosas al entablar una conversación más larga en persona.
―¿Nos vamos a tu casa?
―Ah... Sí claro, andando.― Chaeyoung le regaló una sonrisa tímida antes de comenzar a caminar a su lado.
En el camino el ambiente se hizo más cómodo y relajado, comenzaron a platicar de muchas cosas, la mayoría graciosas y sin sentido. Cuando estaban a dos calles de la casa de la omega, ambas se estaban riendo de la otra y se compartían aún más bromas.
Era impresionante la rapidez con la que su conversación fluía, no era incomoda ni forzada.
Cuando llegaron a la casa de la más alta, Chaeyoung abrió la puerta y se encontró con su mamá alfa esperando detrás de la puerta y con un brillo de emoción en sus ojos.
―Ya llegué mamá...― Dijo Chaeyoung algo desconfiada, sabía que su madre era muy poco disimulada y actuaba por impulso muchas veces.―Esta es Jisoo.― La menor señaló a la alfa detrás suyo.
―Mucho gusto Jisoo, yo soy Taeyeon. Chaeyoung nos contó mucho sobre ti.― La alfa mintió, Chaeyoung casi no hablaba de Jisoo más que cuando ella le preguntaba y le rogaba que le contara sobre la alfa.
―¿A-ah si?― Contestó Jisoo emocionada y viendo a Chaeyoung, ésta bajo su mirada avergonzada.―M-mucho gusto señora.― Jisoo le ofreció su mano y la alfa se la recibió.
―Pero que chica tan encantadora Chaeyoung, Tiffany la amará.― Dijo Taeyeon, volteando a ver a la cocina, donde estaba su esposa.―Pero bueno, pasen chicas, ya casi está la comida.
Las dos adolescentes pasaron por completo a la casa y se quedaron en la sala de estar.
―Disculpa a mi madre, ella es muy...― Chaeyoung trataba de buscar la palabra correcta para describir a su mamá.
―Es muy agradable, Chaeyoung.― Le dijo Jisoo, regalándole una sonrisa.
Jisoo se relajó al mirar esa preciosa forma que se le hizo en los labios y también le regaló una de sus tímidas sonrisas.
Cuando ambas adolescentes fueron llamadas a la mesa, Jisoo conoció a la otra madre de Chaeyoung, la cual contrastaba mucho con Taeyeon.
Tiffany era rubia de ojos oscuros y un poco más alta que su alfa, maquillaje muy al natural, además nacida en el extranjero. Al verla, Jisoo no pudo evitar pensar en un pie de limón. Mientras que Taeyeon era castaña, más pequeña que su omega, más pálida que Tiffany, ojos color miel y coreana. Jisoo sólo podía asociarlo con uno de esos chocolates amargos rellenos de licor.
Eso era algo muy peculiar en Jisoo, asociaba a las personas con postres a partir de su apariencia.
Por ejemplo, a Dahyun la asociaba mucho con una galleta de chispas con chocolate y a Jeongyeon con un mousse de vainilla con fresa.
Y a Chaeyoung, bueno, a ella la asociaba con su postre y desayuno favorito de todos, panqueques de harina de chocolate con crema batida como decoración y bañados en miel. Algo sencillo pero delicioso y empalagoso... justo como era Chaeyoung.
La presentación con la omega fue más tranquila pero igual de agradable que la de Taeyeon.
Las cuatro se sumergieron en una charla bastante relajada mientras comían, la pareja le contó a Jisoo cómo es que se conocieron y enamoraron. Tiffany había venido a Corea junto con sus padres a conocer a toda su familia materna y a vivir una temporada con ellos, ya que nació y vivió parte de su infancia en Estados Unidos.
Fue inscrita a la misma escuela que Taeyeon, se conocieron gracias a que Taeyeon era del taller de danza contemporánea y Tiffany estaba interesada, la alfa fue su "mentora", el tiempo y el destino se encargó de enamorarlas y de hacerlas ver que eran pareja predestinada.
Tiffany no quiso abandonar Corea y 3 años después de que ambas se graduaran de la Universidad, una hermosa omega de nombre Chaeyoung llegó al mundo para llenar sus vidas de alegría.
Jisoo se quedó fascinada por la historia de ambas, algo sencilla, pero muy hermosa. Se fascinó más aún cuando Taeyeon le confesó que se había fijado en Tiffany en el momento en que la vió en los registros de la escuela y el aroma a limón llegó a sus fosas nasales, ya que fue muy similar a como Jisoo se había fijado en Chaeyoung, sólo que, en vez de verla en los registros, la vió en la dirección, lo cual era casi lo mismo.
En toda la comida, Jisoo no dejaba de sonreírle a Chaeyoung y ésta siempre le correspondía con otra sonrisa más tímida.
La tarde concluyó con una deliciosa rebanada de pie de manzana con helado de vainilla encima y con una Jisoo no sólo más enamorada de Chaeyoung, sino también encantada con sus madres, y afortunadamente el sentimiento era mutuo. La pareja había aprobado a Jisoo desde que la vieron y olieron, la muchacha les transmitía confianza.
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