—Momo Unnie ah... —murmuraba Jeongyeon sintiendo los húmedos labios en su cuello — Estamos en público...

—Lo sé Jeong, pero eres tan apetecible y hermosa que no puedo alejarme de ti— Dijo Momo besando ahora los labios de la menor de manera obscena, le importaba una mierda que estuvieran en un parque, eran casi las 8 de la noche, no había mucha gente por ahí.

—U-Unnie... esto no está bien— la omega intentaba alejarla.

Momo ignoró cualquier queja de Jeongyeon y siguió con su trabajo.

—P-por favor... para— suplicó Jeongyeon inquieta, un dolor pequeño en su pecho se hizo presente, pues ellas ni siquiera eran una pareja y la omega se comenzaba a sentir usada, aunque sabía que Momo no era de esa clase de alfas que se follaba a las personas y luego las abandonaba. Sin embargo, su comportamiento en ese momento le demostraba lo contrario.

Momo se separó asustada en el momento en el que escucho un pequeño sollozo por parte de Jeongyeon.

—Jeong... ¿Qué sucede? — preguntó preocupada, alzando el rostro de la omega y viendo pequeñas lágrimas en su rostro —¿No quieres seguir? Si te sientes incómoda lo entenderé.

—N-no es eso... es solo que— la omega bajo la mirada —Si quiero seguir... quiero sentirte completamente fundida en mí, pero es que...— Jeongyeon no sabía cómo decirlo —Lo que sucede es que no somos pareja aún y... no sé si me estés usando solo para un rato— aguanto otro sollozo en sus abultados labios.

Momo miró sorprendida y enternecida a Jeongyeon, se golpeó internamente y abrazó a la omega.

—Oh mi Jeong, perdóname— dijo la alfa apretando más a Jeongyeon a su cuerpo — soy una estúpida distraída, ¿cómo pude olvidar algo tan importante como pedirte formalmente esto?— se separó de la omega y tomos sus dos mejillas entre sus manos — No quiero que pienses que solo te estoy usando.

—Unnie— murmuró la menor.

—Jeong, bonita, ¿me harías la chica más feliz y aceptarías ser mi pareja? —preguntó la alfa mirando fijamente a la omega.

—Oh, Momorin Unnie, por supuesto que sí— Jeongyeon colocó sus manos en el cabello de Momo y le dio un pequeño beso en sus labios.

La alfa sintió un fuerte calor en su pecho y besó a la omega con más intensidad.

—Si aún no estás lista y piensas que es muy pronto, esperaré. Yo no haré nada que tú no quieras cariño— dijo Momo al separarse del beso.

—Gracias Unnie— susurró Jeongyeon mirando a los ojos a la mayor.

い. ઇઉ

[3 años después]

—Tranquila, amor— se quejó Momo cuando su omega, que ahora era más alta que ella, la tiró contra la puerta de su hogar y la intentaba desvestir —¿Qué te sucede?

Jeongyeon no contestó y, en cambio, señalo con su dedo al calendario que tenían en una pared de la sala de estar.

Momo afinó su mirada para ver lo que estaba en rojo ese mismo día.
Abrió sus ojos con sorpresa al ver lo que decía. El celo de la omega llegaría al otro día, ¿cómo pudo olvidarlo?

—Oh, ya veo... pero llega mañana, ¿Por qué esas así? — Momo intentaba procesar todo mientras las manos inquietas de su omega terminaban de desabrochar su camisa —¿y por qué no puedo oler tus feromonas bebé?

—Me puse inhibidor... quería sorprenderte— Jeongyeon continuo con el pantalón de su alfa— Te quería agarrar desprevenida.

—Y vaya que lo hiciste— respondió Momo sonriendo y por fin ayudando a la omega a bajar sus pantalones —Esto tiene que ser rápido, quede de verme con Chaengie en una hora.

—De acuerdo— susurró Jeongyeon bajando sus propios pantalones y llevando las manos de su alfa a su entrada —Estoy mojada y lista, hazlo— y efectivamente, Jeongyeon estaba húmeda, no tanto como en su celo, pero lo suficiente para que el miembro de Momo entrara sin problemas.

Momo metió uno de sus dígitos en la entrada de la omega y gruñó ante la cálida y apretada sensación.

—Voltéate, amor— Jeongyeon obedeció y cuando estuvo pegada a la pared alzó su trasero lo más que pudo—pero mírate, tan hermosa— acercó su rostro a la nuca de Jeongyeon y beso su mordida, su lazo.

Alineó la punta roja en la entrada y la penetró lentamente. Ambas soltaron un gemido y pegaron sus cuerpos lo más posible.

—V-vamos... rápido— Jeongyeon gimió moviendo sus caderas.

La alfa aumentó el ritmo de sus embestidas haciendo que el moreno chocara completamente contra la puerta, generando mucho escándalo.

—Estamos haciendo mucho ruido cariño, nuestros vecinos nos escucharán— Momo besó nuevamente la marca y la mordió un poco —Te amo mucho Jeong... mi bebé— tomo entre sus manos las caderas de la menor y penetró más profundamente.

—Y-yo te amo más— dijo con voz ronca la omega, cerrando los ojos y dejándose llevar por el placer.

Ambas soltaron un grito y llegaron a un intenso orgasmo.

El nudo de la alfa se expandió y la omega soltó un gritó de placer, el nudo era un poco doloroso, pero para Jeongyeon la sensación era deliciosa, sentir como algo grande y caliente se expandía en su interior y como el semen de Momo la llenaba hasta el fondo, era algo único y que siempre disfrutaría.

—Te amo— se susurraron al mismo tiempo y ambas rieron tiernamente.

—Me tengo que ir bebé— dijo Momo— En cuanto el nudo se desinflame iré con Chaengie y tu toma tus pastillas, no queremos una mini Jeong o una mini Momorin corriendo por el departamento, ¿o si?

Jeongyeon río un poco cansada y asintió.

Un rato después el nudo se deshizo y Momo salió del interior de su omega.

—Me voy amor— la rubia besó a su pareja— ¿Quieres algo? —la omega bostezo y negó sonriendo —Bien, descansa bebé, pero recuerda tus pastillas.

Jeongyeon solo asintió intentando aguantarse el sueño y se despidió de su alfa.

Cuando Momo se fue, Jeongyeon fue a la habitación por sus pastillas, sacó una y se sentó en la cama. Se quejó por el dolor de su culo y se acostó boca abajo con pastilla en mano.

Cerró los ojos por unos segundos y se dejó llevar por la suavidad de la cama y sin darse cuenta se quedó dormida dejando caer la pastilla en el suelo, rodó un poco quedo debajo de la cama.

Los siguientes días la omega no se vio en la necesidad de tomar supresores, ya que su alfa la consintió con su gran polla cubierta por un condón.

La omega dió por hecho que la pastilla anticonceptiva había sido ingerida por ella, así que pasó por alto los mareos y náuseas que comenzó a sentir unas semanas después.

Momo estuvo tan preocupada por su omega hasta que esta accedió a ser llevada al médico.

Grata fue su sorpresa cuando el doctor les dió la gran noticia.

—Felicidades, la joven Jeongyeon está esperando un cachorro.

La pareja se quedó sin habla y solamente se miraron a los ojos sin saber qué hacer.

Solamente supieron que una nueva etapa y prueba para su amor había llegado. No sabían si este bebé traería problemas, pero lo recibirían con alegría y mucho cariño.