Pasaron algunos días desde que Mina se acercó a Nayeon y la ayudó en cálculo.

La alfa aceptó gustosa la invitación de la menor, lo cual fue muy gratificante para esta, pues no había sido rechazada.

—¿Por qué estás tan nerviosa, Mina? — la alfa rubia preguntó viendo como Mina no dejaba de mover sus piernas en el piso y picoteaba su comida, eso era una clara señal de nerviosismo, Momo la conocía muy bien.

—Es que hoy irá a comer con su amorcito y sus suegros— dijo Chaeyoung burlándose de su amiga.

—Suegras —corrigió Mina —Son suegras, una alfa y una omega.

—Ah... entonces ya admites que serán tus suegras, Mina— la mayor la codeo y la miró con picardía.

Mina se sonrojó y simplemente negó con la cabeza.

—Es lo que más quisiera Momo, Nayeon y yo hemos estado hablando durante estos días y la verdad es que es una chica maravillosa. Sería la más feliz si fuera mi omega.

—Pues no pierdes nada con intentarlo.

—Sí, mi dignidad y mi gran avance con ella, mínimo quiero quedar como una amiga ante sus ojos— la menor del grupo rodó los ojos, fastidiada.

—El que no arriesga no gana Mina Unnie, si en verdad te gusta mucho esa chica, toma ese riesgo— habló Chaeyoung.

Mina bajó su mirada.

—Quiero ir lento, si me armo de valor, le confesaré mis sentimientos.

Chaeyoung no podía entender el actuar de Mina ni de Momo, ambas chicas se veían perdidas por esas dos omegas. Ella solamente esperaba que su pareja predestinada se tardará en llegar un par de años o más. No quería estar enamorada ni atontarse como sus Unnie's.

—Ah, Unnie, hoy te llevaré tu videojuego, ya lo terminé.

—Pero Chae, hoy iré a comer a la casa de Nayeon— la menor frunció el ceño —¡Ah! Pero ahí estará mi primo, acaba de llegar de Japón y se quiso quedar unas semanas conmigo. Ve y él te recibirá el videojuego.

—Perfecto Unnie, quiero regresártelo cuanto antes, no quiero romperlo o perderlo y tener que pagártelo— dijo Chaeyoung haciendo un puchero chistoso.

La mayor rio ante el comentario de su menor y acarició su cabello con ternura.

い. ઇઉ

Cuando las clases terminaron, Mina fue en busca de Nayeon a su salón de clases en compañía de Momo, pues esta quería ver a Jeongyeon.

Las tres omegas fueron las últimas en salir, iban teniendo una charla muy divertida hasta que notaron la presencia de las dos alfas.

—Oh, vaya, supongo que yo sobro aquí, así que me voy con mi hermosa Chewy— dijo Sana al ver a las dos enamoradas de sus amigas —Nos vemos chicas.

Jeongyeon y Nayeon se despidieron de su amiga y se quedaron a solas con sus mayores.

—Hola Jeong, quise venir a verte y a acompañarte a tu casa— dijo la mayor de todas con una sonrisa dirigida hacia la omega mayor.

—Muchas gracias Momo Unnie, entonces vámonos—la rubia sonrió ante su respuesta y se la llevó de ahí, dejando completamente solas a Mina y Nayeon.

—H-hola Nay— dijo Mina un poco nerviosa.

—H-hola Mina— contestó la omega igual de nerviosa.

Ambas chicas habían estado platicando mucho por mensaje en estos últimos días, incluso se saludaban cuando se llegaban a encontrar, pero aun así se ponían nerviosas al entablar una conversación más larga en persona.

—¿Nos vamos a tu casa?

—Ah... sí, claro, andando— Nayeon le regaló una sonrisa tímida antes de comenzar a caminar a su lado.

En el camino el ambiente se hizo más cómodo y relajado, comenzaron a platicar de muchas cosas, la mayoría graciosas y sin sentido. Cuando estaban a dos calles de la casa de la omega, ambas se estaban riendo de la otra y se compartían aún más bromas.

Era impresionante la rapidez con la que su conversación fluía, no era incómoda ni forzada.

Cuando llegaron a la casa de la más baja, Nayeon abrió la puerta y se encontró con su mamá alfa esperando detrás de la puerta y con un brillo de emoción en sus ojos.

—Ya llegué mamá...— dijo Nayeon algo desconfiada, sabía que su madre era muy poco disimulada y actuaba por impulso muchas veces —Esta es Mina. —la menor señaló a la alfa detrás de ella.

—Mucho gusto Mina, yo soy Seulgi, Nay nos contó mucho sobre ti— La alfa mayor mintió, Nayeon casi no hablaba de ella más que cuando su madre le preguntaba y le rogaba que le contara sobre la alfa.

—¿A-ah si? — contestó Mina emocionada y viendo a Nayeon, está bajo su mirada avergonzada —M-mucho gusto, señora— Mina le ofreció su mano y la alfa mayor se la recibió.

—Pero que chica tan encantadora Nay, Hyun la amará— dijo Seulgi volteando a ver a la cocina, donde estaba su esposa —pero bueno, pasen chicas, ya casi está la comida.

Las dos adolescentes pasaron por completo a la casa y se quedaron en la sala de estar.

—Disculpa a mi madre, ella es muy...— Nayeon trataba de buscar la palabra correcta para describir a su mamá.

—Es muy agradable, Nay— le dijo Mina regalándole una sonrisa con todo y encías.

Nayeon se relajó al mirar esas preciosas encías al sonreír y también le regaló una de sus tímidas sonrisas.

Cuando ambas adolescentes fueron llamadas a la mesa, Mina conoció a la otra madre de Nayeon, la cual contrastaba mucho con Seulgi.

Joohyun era rubia, de ojos azules y de baja estatura, maquillaje muy natural y de Daegu, no era de Seúl, pero su otra madre sí. Al verla, Mina no pudo evitar pensar en un pie de limón. Mientras que Seulgi era pelinegra, alta, más morena que Joohyun, ojos muy oscuros y totalmente de Seúl. Mina solo podía asociarla con uno de esos chocolates amargo relleno de licor.

Eso era algo muy peculiar en Mina, asociaba a las personas con postres a partir de su apariencia. Por ejemplo, a Chaeyoung lo asociaba mucho con una galleta de chispas con chocolate y a Momo con un mousse de vainilla con fresa.

Y a Nayeon, bueno, a ella la asociaba con su postre y desayuno favorito de todos, hot cakes de harina de chocolate con crema batida como decoración y bañados en miel. Algo sencillo, pero delicioso y empalagoso... justo como era Nayeon.

La presentación con la omega fue más tranquila pero igual de agradable que la de Seulgi.

Las cuatro se sumergieron en una charla bastante relajada mientras comían, la pareja le contó a Mina como es que se conocieron y enamoraron.

Joohyun había venido a Seúl junto con sus padres a conocer a toda su familia materna y a vivir una temporada con ellos, ella era de origen de Daegu como su padre.

Fue inscrita a la misma escuela que Seulgi, se conocieron gracias a que Seulgi era del taller de danza contemporánea y Hyun estaba interesada, Seulgi fue su "mentora", el tiempo y el destino se encargaron de enamorarlas y de hacerlas ver que eran parejas predestinadas.

Joohyun no quiso abandonar la ciudad de Seúl y 3 años después de que ambas se graduaran de la Universidad, una hermosa omega de nombre Nayeon llegó al mundo para llenar sus vidas de alegría.

Mina se quedó fascinada por la historia de ambas, algo sencilla, pero muy hermosa. Se fascinó más aún cuando Seulgi le confesó que se había fijado en Joohyun en el momento en que la vió en los registros de la escuela y el aroma a limón llegó a sus fosas nasales, ya que fue muy similar a como Mina se había fijado en Nayeon. Solo que, en vez de verla en los registros, la vió en la dirección, lo cual era casi lo mismo.

En toda la comida Mina no dejaba de sonreírle a Nayeon y esta siempre le correspondía con otra sonrisa más tímida.

La tarde concluyó con una deliciosa rebanada de pie de manzana con helado de vainilla encima y con una Mina no solo más enamorada de Nayeon, sino también encantada con sus madres y afortunadamente el sentimiento era mutuo. La pareja había aprobado a Mina desde que la vieron y olieron, la muchacha les transmitía confianza.