En cuanto Nayeon se subió al auto y se despidió de lejos de Mina, el interrogatorio de su madre alfa comenzó.

—¿Quién es esa muchacha, Nay? 

—Una... conocida, me ayudo con mi tarea de cálculo. 

—Ya veo... ¿Solo es una conocida? —su mamá la miró con cara coqueta. 

Nayeon se sonrojó ante el gesto de su mamá y asintió desviando la mirada. 

—De acuerdo, se ve como una buena chica. 

Parece un buen partido 

Pensó Seulgi mientras sonreía. 

—Lo es... supongo— a Nayeon se le escapó una pequeña sonrisa al recordar a la alfa y la forma tan amable en que la trató. Ningún alfa o beta se le acercaba ni mucho menos a ayudarla como lo hizo Mina sin siquiera conocerla. 

Su madre pudo notar claramente esa sonrisa de su bebé y se contuvo para no decir nada, esperaría a que Nayeon le dijera a ella o a Joohyun algo sobre esa chica. Aunque se moría de ganas de contarle a su esposa sobre lo que vio hoy, la alfa se controlaría, no quería que su hija perdiera la confianza que le tenía (si es que le tenía). 

Cuando llegaron, ambas se emocionaron al ver el auto de Joohyun en la entrada, pues ella era alguien muy ocupada y siempre llegaba muy tarde a su hogar. Ambas entraron algo rápido a la casa y un delicioso aroma casero les invadió sus fosas nasales.

Joohyun salió de la cocina sonriéndole a sus dos amores. Había decidido llegar mucho más temprano para estar con su familia y cocinarles algo delicioso. Sabía que Seulgi no era muy buena cocinera. 

—Mamá, ¿por qué llegaste tan temprano?— Nayeon preguntó antes de abrazar a Joohyun. 

—Oh, bueno, quería pasar más tiempo con ustedes. Me di cuenta de que hace más de un año que no comemos las tres juntas como una familia. — hablo Joohyun acercándose a su esposa y depositarle un beso en su mejilla— además sé que no es muy fácil para ti cocinar, amor. 

Las tres rieron un poco ante el comentario de Joohyun y se sentaron a comer. 

Fue una tarde bastante cómoda y cálida, la pequeña familia platicaba plenamente de cualquier tema. 

—Dime, bebé, ¿cómo vas en la escuela? 

—Bien mamá, hoy me quedé un rato estudiando en la escuela y... —Nayeon fue interrumpida por su mamá alfa. 

—Y estuvo con alguien. — la alfa se tapó la boca al darse cuenta de lo que había dicho. 

Joohyun se sorprendió bastante y miró como su hija se sonrojaba. 

—Oh, qué sorpresa, ¿cómo se llama, bebé? 

—Se llama M-Mina... pero solo es una conocida, mami, me ayudo con cálculo— Joohyun abrazó su hija antes de dejar un beso en su cabeza. 

—Nay, no te apenes, entiendo que sea solo una... conocida, que bueno que te ayudo en cálculo. Tráela un día a la casa y le cocinaré como agradecimiento por haberte ayudado.

La menor asintió lentamente antes de volver a comer. 

Joohyun fulminó con la mirada a su esposa, regañándola por ser indiscreta. Seulgi también bajó la cabeza ante la intensa mirada de su pareja y también volvió a comer. 

Tras unos minutos el ambiente volvió a ser cómodo y comenzaron a hablar de más cosas. 

Cuando Nayeon terminó de comer, subió a su habitación y se tumbó sobre su cama. 

A su mente llegó como Mina se le quedó viendo durante el almuerzo y como después se acercó a ella. 

El corazón de Nayeon comenzó a acelerarse cuando un pensamiento atravesó su cabeza. 

¿Y sí le gusto? 

Sacudió su cabeza descartando esa idea. 

—Eso no es posible, soy muy fea y no soportaría mi aroma. Es muy hermosa y dudo que se fije en mí, tal vez se acercó porque quería ser amable— dijo Nayeon en voz baja viendo a un punto en específico de la habitación. —Mina es muy buena persona y se ve muy amigable. 

La omega sacó su teléfono de su bolsillo y fue a sus contactos, buscó el de Mina y fue a la opción de mandar mensaje. 

Escribió algo y se mordió el labio antes de mandarlo. 

Cuando asimiló lo que había hecho, se dio un golpe mental. 

—Si serás estúpida, Im Nayeon. — se dijo antes de tomar su almohada para tapar su grito de frustración.

い. ઇઉ

Mina llegó a su casa con una sonrisa en su rostro, no había dejado de hacerlo desde hace rato. Su corazón no dejaba de latir rápidamente cuando recordaba cada momento que había pasado con Nayeon, se grabó todo, su dulce aroma, sus gestos de confusión, su calor corporal y sobre todo esa hermosa sonrisa gomosa con dientes de conejo que le había regalado.

—¿Qué te ocurre, Mina? Estás más feliz que de costumbre— dijo Sakura, su hermana. 

—Oh, mi hermosa Sakura, el amor es algo hermoso... ¿No crees?— contestó Mina antes de acercarse al sillón donde estaba sentada y abrazarla. 

—SUÉLTAME MYOUI MINA... NO PUEDO RESPIRAR— Sakura intentaba soltarse de su hermana menor — JIHYO, AYÚDAME. 

Mina la soltó al escuchar el nombre de su prima. 

—¿Jihyo? ¿Ya volvió de Japón? ¿Dónde está?— dijo Mina muy emocionada, pues Jihyo era básicamente su hermana, su mejor amiga. 

—Sí, volvió hoy en la mañana y está... — la beta no terminó, pues fue interrumpida por la mencionada. 

—Aquí estoy— dijo gritando y corriendo hacia su prima. 

Mina se paró del sillón y se abalanzó sobre la mayor y comenzaron a pelear en forma de juego. 

Después de que se cansaron se tumbaron sobre el piso y comenzaron a platicar. 

—Dime, ¿Cómo estuvo Japón? 

—Muy divertido, fueron los mejores cinco años de mi vida.

—¿Conociste a alguien?— preguntó curiosa. 

—No, lamentablemente no, pero oye, eso es bueno, así pude regresar con mi amada familia. Ya los extrañaba— dijo Jihyo sonriendo —Pero tú dime, ¿Alguien te gusta? ¿Una omega, una beta o un omega o beta? —Mina soltó un suspiro. 

—Hay alguien, su nombre es Nayeon y es la omega más hermosa que he visto, me gusta desde hace mucho, pero apenas le hablé hoy, le ayude con su tarea de cálculo. 

La alfa más baja se emocionó ante lo que dijo su prima. 

—Ahh, mi pequeña Mina, ya estás creciendo— abrazó a la menor con fuerza y la tumbó por completo en el piso. 

—Me ahogas maldita, suéltame— La mayor la soltó y comenzó a reírse —¿Vas a vivir con mis tíos no? ¿Cuándo conseguirás trabajo? Pedazo de floja. — Myoui intentó cambiar el tema, pues hablar sobre Nayeon hacía que su pecho subiera y bajara rápidamente y que sus nervios aumentaran. 

—Relájate, Mina, apenas me gradué hace unas semanas, quiero descansar un poco. Disfrutar un poco de la vida, es más, mañana iré por ti a la escuela y de ahí iremos a algún lado, a donde quieras. 

Mina le iba a contestar diciéndole que no la molestara en su colegio, pero el sonido de una notificación de su teléfono la interrumpió. 

Lo desbloqueo y casi muere de un paro cardíaco al ver quien se lo había mandado. 

Nayeon: 

Gracias otra vez por lo de hoy.

Esto es un poco vergonzoso, pero mi mamá quiere que vayas a comer un día, como agradecimiento por tu ayuda.

No es obligatorio, si no quieres está bien.

La alfa se enamoró aún más de Nayeon al leer el mensaje, era una ternura andante. 

—¿Qué ocurre? Dime, pusiste tu cara de estúpida. —Jihyo le arrebató su teléfono y leyó el mensaje —Por Dios, Mina, dile que sí. Vas a conocer a tu suegra— la mayor estaba igual de emocionada que la menor. 

Mina le quitó su teléfono y contestó el mensaje. 

—Quiero ver, ¿qué le pusiste?

—No, no lo vas a ver— Mina salió corriendo huyendo de su prima que intentaba leer lo que había contestado.