「Chapitre Bonus」
—¡Feliz cumpleaños, papá!
Yoongi no pudo evitar sonreír al sentir el fuerte abrazo de su hijo.
—Gracias, cariño. ¿Y Chaeyeon?
—En su habitación. Tenemos algo para ti —respondió sonriente.
—¿Algo para mí? ¿El qué?
—¡Una sorpresa! —gritó ella desde el pasillo. Traía consigo una caja decorada con papel de colores.
Caja que se veía muy parecida a la que le había dado a Jungkook ese día...
—¿Papá?
—Perdón... ¡Estoy bien, lo siento!
—Se te desconectó feo el wifi...
—Olvidemos eso —negó rápidamente—. ¿Qué traes ahí?
—Ábrelo, vamos —alentó ella.
Yoongi sonrió levemente al ver que sus hijos estaban emocionados. Grande fue su sorpresa, al ver un cuaderno grueso dentro de la caja. No entendía nada, así que lo abrió, descubriendo varias fotos dentro.
Era él... él y sus alfas... él álbum estaba lleno de fotos que, según Yoongi, no debían de haber salido del cuarto de almacenamiento...
El omega mayor tomó una larga bocanada de aire y la soltó lentamente. Sus hijos no tenían la culpa, debía respirar antes de hacer una estupidez.
Sus pequeños no tenían idea de los errores de sus padres. Y es que, Yoongi, al no hacerse ningún tipo de ultrasonido antes, fue una enorme sorpresa para él el darse cuenta de que no solo había un bebito creciendo en su vientre, sino que dos. Dos pequeños que en ningún momento le habían dejado solo.
Bebitos que, cuando cumplieron cinco años, conocieron el departamento que habían comprado Yoongi y sus difuntos esposos; y no regresaron porque el omega hubiese querido, no. La razón radicaba en que no podía cuidar de ellos mientras trabajaba, aun cuando tenía el dinero suficiente para la renta. Pero sería extraño ver a un omega soltero de dos hijos sin trabajar. Por lo que decidió regresar a su antiguo hogar.
Fue extraño para él regresar, pero nadie cuestionó su ausencia... Tal vez porque no escondía las (ya cicatrizadas) marcas que alguna vez tuvo, o tal vez fue porque su aroma a omega marcado había desaparecido hace ya tiempo.
No podía negar que, cuando regresó, la nostalgia le había dado un golpe y la ausencia le había dado otro, pero con gemelos en casa, no podía darse el lujo de desmoronarse así como así.
A sus pequeños, tuvo que decirles que sus padres estaban en el cielo y, que de ahí no volverían; cuando estos cumplieron la edad suficiente en la que esa mentira no valía, les tuvo que inventar otra.
Mentira que había acordado repetirla por el resto de su existencia...
Pero esta se dividía en dos partes, la primera, era decir que Taehyung se había suicidado. No era un tema bonito de tratar con sus hijos, pero extrañamente ellos lo entendieron rápidamente; la taza de suicidio por exceso de trabajo era muy común en esos tiempos. Y, la segunda, había de decir que Jungkook lo había abandonado. Lastimosamente, un omega abandonado era algo demasiado común... en cualquier lugar.
Pero, siempre añadiendo el hecho de que todavía los extrañaba con el alma... Y sí, era cierto, la costumbre de tenerlos cerca por las noches era algo que nunca podría olvidar. Él los amaba, sí, pero tampoco podría olvidar el hecho de que le habían traicionado.
Hoy en día, los gemelos, Min Jihoon y Min Chaeyeon, tenían casi dieciséis. Y Yoongi no podía evitar amarlos con el alma, agradeciendo el hecho de que no se parecieran mucho a sus padres alfa.
Los dos querían demasiado a Yoongi, porque, a pesar de las dificultades, logró sacarlos adelante, dándoles una vida llena de cariño y atenciones. Vida que, aunque la apreciaban, deseaban de otra forma. Ellos anhelaban conocer a sus otros dos padres, pero, le habían hecho creer a Yoongi, que odiaban la idea de hacerlo, que no querrían encontrárselos en ningún tipo de circunstancia.
Sus hijos eran incapaces de exteriorizar buenos sentimientos hacia los alfas, tenían miedo de hacerlo frente a Yoongi... Razón por la que, a Taehyung, le llamaban "cobarde", por no sobreponerse a él mismo y dejar a su padre embarazado. Y, a Jungkook, ni siquiera le nombraban, ya que decían poder invocar su regreso, al no "saber su paradero".
Yoongi lo había oído, una vez hace ya años. Ellos lo habían dicho en voz alta cuando creían estar solos.
Pero el omega prefería oírles decir eso a decirles la verdad. Prefería que odiaran a dos cadáveres, a que lo odiaran a él.
No podía confesar haber asesinado a sus alfas, no podía simplemente decir que en el patio de una de sus propiedades, estaba el cadáver de ellos y dos personas más...
—¿No te gusta? —preguntó Jihoon, al ver a su padre inmerso en una de las imágenes.
—Es... solo nostalgia —respondió Yoongi y cerró el álbum—. ¿De dónde sacaron las fotos?
—Las encontramos en una de las cajas que sacábamos para donar. Así que creímos que te gustaría verlas, para recordarlos... —murmuró alternando la vista entre el mayor y el álbum de fotos—. No debimos sacarlas, ¿verdad?
—Me gusta mucho, más la parte donde están sus abuelos —evadió para aligerar el ambiente.
—Eso quiere decir que la parte de nuestros padres no... —susurró Jihoon.
—Me gusta así, no le cambiaría nada. Gracias a los dos —dijo, abrazándolos fuertemente.
—Feliz cumple —susurraron los menores casi al mismo tiempo.
—Los amo... —respondió Yoongi, inconscientemente, esperando una respuesta positiva.
—Y nosotros a ti —dijeron casi al mismo tiempo, viéndose de reojo.
Ninguno de los dos quería ver algún tipo de brote psicótico por evitar la palabra "amor" frente a Yoongi.
Porque ellos lo sabían... lo sabían todo y temían.
Yoongi hablaba entre sueños, y lloraba en las noches en las que debían ser su aniversario; evitaba ciertos locales y prefería no pasar por ciertas calles. Fue cuestión de tiempo para que ellos unieran los cabos; para que descubrieran los puntos que lo llevaban al límite y los momentos en los que su personalidad se perdía entre los recuerdos.
Ellos temían de su padre. Temían lo que había hecho hace ya muchos años. Porque de una u otra forma sabían que tenían a un asesino viviendo con ellos, bajo el mismo techo.
Pero creían fervientemente que la palabra "amor" era lo único que los mantenía a salvo de él... y del lado enfermizo de su amor...
FIN
Primera publicación: Agosto 1, 2022.
Gráficos + capítulo bonus: Octubre 10, 2022.
Corrección de texto: Octubre 17, 2023.
Sweet Revenge ©NazarethCerratho; 2022
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