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XXXVII

De alguna manera se sentía como si regresara unos cuantos años atrás, específicamente cuando por primera vez le reconocieron en esa empresa con un puesto alto, dándole un espacio solo para él, pero esta vez se sentía aún más fuera de lugar.

Apenas comenzaba a acostumbrarse a su nueva oficina, para ser sincero sí pidió una limpieza a profundidad de ella. Jungkook no quería imaginar todas las veces donde cierta pareja de esposos posiblemente hizo demasiadas cosas, le aliviaba el ver la ausencia de enseres, como lo era aquel sofá al lado de la ventana en el cual tantas veces encontró a Seokjin con una respiración agitada, mientras que Namjoon colocaba su mejor cara seria.

Quizá no estaría tan paranoico con eso, de no ser, porque él mismo también tenía cierto grado de culpa de que su hyung estuviera en la misma situación, aunque era divertido, a decir verdad. Yoongi fue el primero en mencionar que no se cambiaría de oficina a menos que Jungkook sacara todo de ese lugar, los recuerdos de ciertos momentos eran tema recurrente entre ambos.

Por supuesto que no hubo tiempo para acostumbrarse a los cambios, pues tanto él como Yoongi fueron ascendidos casi de inmediato cuando nació la hija de los Kim, de eso ya pasaban tres semanas, aun así, él no podía hacerse a la idea de su nuevo título sin importar cuantas veces lo llamaran por él.

— Vicepresidente Jeon, el padre del señor Kim, se encuentra aquí – el sonido de la voz de la asistente de vicepresidencia a través del teléfono lo hizo salir de su estado, tan absorto de todo, en el cual se había sumergido frente al enorme ventanal. Se acercó hasta su escritorio y apretó el botón para poder hablar.

— Dile que pase.

Ni bien dio la orden, las puertas de la oficina se abrieron dejando ver al alfa con una sonrisa amplia observando a su alrededor. No había muchas cosas que llenaran el enorme espacio, pues la mayoría de cosas le pertenecían a Namjoon y Jungkook apenas comenzaba a encontrar su propio lugar en toda esa situación.

— Vicepresidente Jeon – sonrió más amplio el hombre mayor hacia él una vez lo tuvo cerca, Jungkook reverenció ante él, movimiento que fue interrumpido por un abrazo afectivo por parte del padre de Seokjin.

— Señor Kim, es un gusto tenerlo por aquí – Jungkook le indicó una de las sillas frente al escritorio de madera para que tomara asiento, Hyunjae aceptó gustoso – ¿A qué debo el gusto? No lo esperaba por aquí.

— Quería ser yo mismo el que te diera la bienvenida en tu nuevo puesto de trabajo. Sé, mi yerno está demasiado ocupado con Seokjin y Gyeong. Imagino que ni siquiera tuvieron tiempo para asignarte correctamente. Así que, aquí me tienes.

Las palabras del mayor estaban cargadas de razón, pues todo se dio de una manera poco fácil de procesar, incluso la situación en la cual se enteró del repentino cambio fue un día después del nacimiento de Gyeong. Jungkook recordó que ni siquiera tuvo mucho tiempo de conocer a la pequeña Kim, ya que ambos padres estaban poco receptivos para que más personas se acercaran a ella. Aunque la sonrisa que tenía Taehyung al ver a la cachorrita le llenó de felicidad, no importándole soportar gruñidos.

— ¿Cómo lo llevas?

— ¿Disculpe? – se había perdido tanto en recordar a su omega que no prestó la suficiente atención a lo que estaba hablando Hyunjae, sin embargo, este se limitó a reír.

— El cambio ¿Cómo lo llevas? ¿Ya te adaptaste?

— Sinceramente, aún siento que este puesto me sobrepasa.

— Jungkook-ah, conoces la empresa mejor que nadie. Eres el más capacitado para cumplir la función de vicepresidente, trabajas muy bien de la mano de mi yerno y sabes controlar a Seokjin cuando se sale de control. Además, conoces cómo hacer tu trabajo lo harás bien.

El menor no pudo evitar no sentirse orgulloso de aquellas palabras que estaban dirigidas hacia él, quizá se trataba de una caricia a su ego, el cual no había alimentado correctamente, pero saber que todos opinaban lo mismo le reconfortaba. La conversación tomó un rumbo mucho más relajado. Se sentía cómodo, ya que eran temas relacionados con la empresa los cuales manejaba a la perfección.

Hyunjae conocía el potencial del menor, no solo por destacar en su carrera universitaria, sino también por lo observador que podía llegar a ser e incluso lo metódico de sus planes para sacar adelante las campañas de los proyectos a su cargo. Por supuesto que no fue sorpresa escucharlo, dialogar sobre los distintos temas como pez en el agua. Jungkook poco a poco recuperaba su seguridad conforme las palabras salían de su boca y el recibir halagos del mayor le hacía más fácil el poder alardear de sus logros en tan poco tiempo.

Incluso todos los proyectos para los próximos meses los tenía calendarizados y organizados, claro, debía admitir que recibió ayuda de cierto omega para tomar algunas decisiones, así como tomar en cuenta sus opiniones de qué tipo de temáticas debían manejar en las campañas de publicidad. Yoongi no se quedaba atrás para apoyarle en las alocadas ideas y a decir verdad tener dos omegas que confabulaban, en ciertos aspectos en ocasiones era de ayuda y en muchas otras no.

— Veo que tienes todo controlado, ¿acaso querías engañarme? – el mayor se rio sin tapujos al ver a Jungkook perder un poco el semblante serio –. Por cierto, ya que mencionas los nuevos proyectos, queremos hacer algo novedoso. La madre de Seokjin está metida en las fundaciones de apoyo y demás, pero este año le está interesando crear una exposición de artistas independientes.

— ¿Quiere una idea de promoción? ¿Alguna campaña de publicidad para los artistas? – el mayor no pudo evitar reír ante lo intuitivo que podía ser Jungkook respecto al trabajo que realizaban, sin embargo, negó lentamente, confundiendo al menor –. Entonces, ¿Qué es lo que necesitan?

— Seokjin me comentó que hay un omega que trabaja con nosotros, dijo que era perfecto para lo que estamos pensando hacer. No dejó de repetir el talento innato que posee y me pidió que se le diera una oportunidad participar en esta idea.

— ¿Quién es?, quizá Yoongi conozca a la persona – el padre de Seokjin disfrutó ver a Jungkook tan absorto en el trabajo que ni siquiera estaba reparando en lo que había dicho.

— Vante-ssi – Jungkook amplió los ojos lleno de asombro por el nombre que salía de los labios de Hyunjae quien sonrió más amplio –. Un omega demasiado talentoso capaz de robarse el corazón de muchos con su trabajo. Creo que ni siquiera tú fuiste capaz de resistir a sus encantos, ¿estás de acuerdo con eso?

— Estoy más que de acuerdo, señor Kim.

— Bien, entonces dejaré que seas tú quien le mencione sobre la exposición. Puede exponer alguna de sus creaciones y de paso puede cubrir también el evento con sus espectaculares fotografías.

Jungkook podía sentir que el pecho se le hinchaba de orgullo, mucho más que cuando le mencionaron que él era el más apto para desempeñar un puesto. Su omega sería reconocido por su trabajo y eso solo le hizo sonreír tanto que se sentía incapaz de borrar la enorme sonrisa que surcaba en sus labios, no importándole perder el aspecto profesional.

Sin perder más tiempo y con Hyunjae aún en la oficina, pidió a su nueva asistente que llamara a su omega para tratar un tema urgente. Quizá lo sorprendería un poco el verlo así de sonriente, pero al menos tendría una buena excusa para hacerlo llegar a su nueva oficina.

Diosa, lo extrañaba demasiado y no hacía más de una hora que compartieron el almuerzo juntos en ese mismo lugar. Le rogó para que no se fuera, pero el omega le insistió con que tenía trabajo y que su nuevo jefe lo podría despedir si no llegaba a tiempo para sacar las tomas de otra campaña de modelaje, donde Jimin también estaría esperándolo.

Se sentía contrariado respecto a que Taehyung siguiera trabajando en proyectos, siempre lo hacía prometer que cada vez que terminara una sesión de fotos iría con él para descansar. Su excusa más válida era el que debía impregnarlo con su esencia para que no se sintiera mal el resto de la jornada.

El alfa se sentía tan afectado por el embarazo, que en ocasiones era él mismo quien necesitaba la esencia contraria. Taehyung siempre le complacía sus pequeños momentos posesivos pensando que solo se trataba de Jungkook, siendo el más atacado por los síntomas del embarazo. Esto era algo así como una verdad a medias, pues con los días el omega se comportaba mucho más posesivo de igual manera, aunque la mayoría de veces no se percataba de ello, lo cual era fácil de controlar con una buena dosis de esencia de su alfa. Ambos ganaban, Taehyung podía seguir trabajando y Jungkook solventaba su instinto protector.

Jungkook no solo tenía los síntomas, por alguna extraña razón podía saber lo que su omega necesitaba sin que él mismo fuera consciente de eso, ya que la parte animal de Taehyung se encargaba de solventar sus necesidades a través del alfa.

— Bueno, ahora me retiro. Mi trabajo aquí está cumplido, dile a tu omega que tiene un mes para preparar algo para la exposición, pero que no se estrese mucho. Ya sabes, por eso, del embarazo.

— Me aseguraré de decirle y de que no se estrese.

Ambos alfas se despidieron con un apretón de manos y de paso el mayor abrazó a Jungkook, para felicitarlo una última vez por el nuevo puesto al cual estaba asumiendo. Hyunjae dio unos cuantos pasos con dirección a la puerta, pero se detuvo en su camino al recordar algo.

— Oh, Jungkook – el alfa volcó de nuevo su atención sobre el mayor, quien buscaba algo en su bolsillo, obteniendo un ceño fruncido por parte de Jungkook – tu abuelo te envía esto – el sonido de unas llaves siendo lanzadas y atrapadas llenó el silencio de la oficina – dice que está lista para cuando ustedes decidan tomar la decisión de mudarse.

El alfa observó ambas llaves en sus manos sin poner atención a nada más. Sabía exactamente de qué se trataba, eran las llaves de la nueva casa que su abuelo le había obsequiado. Quizá debió ser un tanto más serio cuando mencionó que hablaría con Taehyung sobre una mudanza para evitar esta situación. La primera vez que rechazó el regalo fue porque su relación con Chayeon no estaba bien, además de que la idea de compartir esa casa con ella le causaba incomodidad.

Cuando su madre falleció, su padre acudió a su abuelo para que cuidara de él en el momento que él siguiera a su amada. La casa donde nació, creció y fue criado con amor ya no existía, pues Jeon Jung, quiso de cierta manera asegurar el futuro de su hijo, vendiendo la casa donde vivían como familia y guardando todo el dinero que tenía en una cuenta que sería para Jungkook.

Seung, intentó ser una figura paterna para su nieto, pero jamás llenaría ese espacio, así que la única manera que tenía para saldar sus penas era cumpliendo la promesa que le hizo a su hijo en su lecho de muerte. Con el dinero obtenido de la casa, Jungkook tendría la propia en el momento que formara su propia familia, de ahí la razón por la que el alfa se sentía renuente a compartir esa casa con Chayeon. Aunque ahora que tenía a su omega y estaba más que seguro de dar el siguiente paso, solo esperaba que Taehyung estuviera de acuerdo.

Dos toques en su puerta junto con un pequeño cosquilleo en su abdomen le advirtieron de la presencia de cierto alguien que se robaba sus suspiros y pensamientos, no había necesidad de utilizar palabras cuando mediante el lazo ya se habían llamado el uno al otro. Taehyung asomó la cabeza a través de la puerta, muy apenas espiando el lugar para ver dónde se encontraba su alfa, no tardando en tener un ceño fruncido en su rostro.

— ¿Jungkook? – murmuró mientras se adentraba a la oficina. Sus ojos no lo veían, pero lo podía sentir y percibir en su nariz, así como en su piel. Aunque pronto la incertidumbre lo dejó, no tuvo que buscar tanto a su alrededor, pues unos brazos fuertes le rodearon con cuidado la cintura, acunando su vientre.

— Mi hermoso sol – murmuró Jungkook contra la piel de su cuello, provocándole cosquillas por el roce con su piel. Amaba poder sorprenderlo así, en muchas ocasiones se escondía detrás de las puertas para poder abrazarse a su cuerpo, por la espalda para ser específicos porque temía lastimar el vientre de su omega, en esa posición no había ningún peligro – te extrañe.

— Apenas nos separamos y solo faltan dos horas para que estemos juntos en casa.

— Es demasiado tiempo alejados. – se quejó el alfa mientras hacía que el omega avanzara en su oficina hasta llegar a su silla acolchonada detrás del escritorio, aún debían pasar algunas cosas de su oficina o pedir nuevo mobiliario, pero mientras eso sucedía tomaría la oportunidad de hacer que su omega se sentara en sus piernas –. Pediré que la próxima sesión de fotos sea aquí mismo, en mi oficina.

— No puedes hacer eso – sonrió Taehyung, al sentir las caricias en su cuerpo, le encantaba que su alfa tuviera esa clase de tacto, en especial cuando lo hacía en su vientre.

— ¿Por qué no?, claro que puedo hacerlo mi sol. Ahora soy el nuevo vicepresidente y si quiero diré que todos los trabajos en los que tú estés involucrado sean aquí.

El omega se soltó del agarre alrededor de su cintura para ponerse de pie, encarando a Jungkook con esa mirada que el alfa ya conocía, sería reprendido de nuevo, mas su hermoso sol tenía una manera de distraerlo que le hacía olvidar que intentaría defenderse. Taehyung le acarició las mejillas con sus pulgares, se acercó para rozar la punta de su nariz con la del alfa, dejando pequeñas marcas de olor.

— Mi alfa. Mi Jungkookie – ronroneo con su voz melodiosa el omega haciendo que Jungkook se derritiera ahí mismo, desarmado de cualquier excusa que se le haya podido ocurrir –. Amo que seas así de protector conmigo, yo también necesito estar a tu lado cada minuto del día, pero sabes algo – le tomó el rostro de manera cariñosa, haciendo que lo observara con ese brillo tan especial que últimamente le rodeaba – la distancia me hace valorar más el tiempo cuando estamos juntos. Ahora eres el nuevo vicepresidente, no decepciones a hyung.

— Pero no me interesa impresionar a Seokjin hyung o a Namjoon – se quejó el alfa empujando un poco su mejilla interna al sentirse molesto.

— Entonces hazlo por mí. Amo que mi alfa destaque por ser el hombre más exitoso, inteligente e inalcanzable – el brillo en los ojos del alfa fue imposible de ignorar y Taehyung dejó un corto beso en sus labios rosas, saboreando un poco más del tacto –. Además, recuerda que ambos tenemos que brillar juntos. Mi precioso Sirio.

— Mi luna.

Jungkook se abrazó al cuerpo de su omega, frotando su rostro en el vientre abultado de Taehyung, quien se dedicó a dejar caricias en su cabello, haciéndolo ronronear contento por las muestras de cariño.

— Ahora eres tú quien me corrige con palabras bonitas.

— Aprendí del mejor – Taehyung se rio, se sentía feliz por saber que sus palabras habían funcionado, lo podía percibir no solo en el aroma del alfa, también a través del lazo –. Eso me recuerda que mi jefe fue quien me llamó a su oficina y no mi alfa. ¿Qué sucede?

Jungkook frunció su ceño al sentir la distancia que marcaba el omega, quien intentó salir de su agarre de nuevo, pero sus manos se aferraron a su cuerpo para evitar que se alejara más, el omega no puso mucha resistencia, quedándose quieto, aunque se cruzó de brazos esperando una respuesta. El alfa no podía verlo intimidante, pues le parecía tierno, tanto así que no importaba cuán serio fuera su semblante, su aspecto lo hacía ver totalmente adorable.

Las prendas que utilizaba útilmente eran las culpables de eso, pues, aunque usara ropa amplia para que su vientre no destacara tanto, este siempre robaría miradas y mucho más ahora que comenzaba a notarse con facilidad. Si lo ponían a elegir, entre cómo se veía mejor Jungkook diría que sin nada encima o bien sobre él. Diosa no era momento para pensar en ello.

Concentración.

El omega amaba cuando Jungkook colocaba ese semblante serio, tan profesional, tan provocador, intentando no sucumbir ante sus instintos frente a él. Por supuesto que mencionar que se comportara de acuerdo a su puesto no se trataba de algo inocente para recordarle quién era en ese lugar, se trataba de un plan con segundas intenciones, terminando con Taehyung obteniendo la imagen de su alfa con un aura dominante. Atrapó su labio inferior entre sus dientes al no controlar sus propias reacciones, obteniendo un gruñido bajo de Jungkook.

— Vante-ssi...

— ¿Sí? – joder ¿Por qué era tan difícil mantener ese papel de profesional frente a Taehyung? La respuesta la tenía frente a sus ojos, mientras se lamía los labios descaradamente.

— Lo llamé porque tengo un anuncio importante el cual lo involucra. En un mes habrá una exposición de arte donde se expondrán algunos trabajos de artistas independientes poco reconocidos – aquello había llamado la atención del omega dejando de lado los juegos provocativos. Gracias, Diosa – el señor Kim, mencionó que le gustaría tener a nuestro fotógrafo principal en dicho evento.

— ¿Me escogieron a mí? – respondió ampliando los ojos, incluso el brillo en ellos había cambiado, era diferente, Jungkook reconocía ese en específico, pues solo ocurría cuando su omega estaba reteniendo las lágrimas –. Cubriré un evento como ese. Oh Diosa Luna, podré fotografiar muchas obras de arte. ¿Esto es real?

— Sí, lo es, eres el elegido para ese evento, aunque de una manera diferente.

— ¿Uh?

— Quieren que tú también participes en las exposiciones con una pintura. Seokjin hyung dijo que tú eras muy talentoso. No solo estarías cubriendo el evento con las fotografías, también quieren darte un espacio para que reconozcan tu talento.

— Jungkookie, ¿esto es en serio?

Taehyung tomó las mejillas del alfa, aun sin poder creerse lo que escuchaba. Él podría exponer alguna de sus pinturas, recordaba haber mencionado en alguna ocasión que le encantaría poder hacer eso en una de las tantas conversaciones, mucho antes que Seokjin tomara el descanso por su embarazo.

Las emociones comenzaron a aglomerarse dentro de él, haciéndole casi imposible que sus ojos se aguaran mucho más. Abultó sus labios de inmediato y un sollozo fue el predecesor de algunas lágrimas, Jungkook no pudo mantener más la fachada de profesional y su faceta de alfa protector volvió a él. El alfa se colocó de pie, acercando de inmediato a Taehyung a su cuerpo y este no puso resistencia ante la acción.

— Que bueno que puedo percibir tus emociones en este momento, de lo contrario pensaría que algo muy malo está ocurriendo – mencionó Jungkook mientras abrazaba a Taehyung y este hundía su rostro en la curvatura del cuello del alfa, dejando húmeda la piel que estaba expuesta debido a todas las lágrimas derramadas –. Espero que esas lágrimas sean de emoción. Porque yo me sentí muy orgulloso de ti cuando me lo dijeron.

— Lo son, estoy muy feliz por esto – Taehyung sorbió su nariz unas cuantas veces intentando así controlar un poco su llanto – de verdad estoy muy feliz, pero no entiendo por qué estoy llorando.

— Está bien, amor. No tienes que buscarles una razón a tus emociones, solo siéntelas.

— Jungkook, gracias.

— ¿Por qué me agradeces, mi amor?

— Porque sin ti no lo hubiera logrado – Jungkook ladeo la cabeza confundido, sin comprender lo que le mencionaba su omega, aunque este se encargó de aclarar sus dudas –. Jamás me hubiera atrevido a aceptar un trabajo si tú no te hubieras cruzado en mi camino, tampoco habría perdido el miedo a relacionarme con más personas y seguiría temiendo que los alfas se acerquen a mí.

— Pero, mi sol. Todo lo que dices lo has logrado por cuenta propia, yo solo hice presencia en cada logro que has tenido – el alfa besó los labios abultados de su omega, obteniendo una sonrisa cuando le picó las costillas – y no sabes lo orgulloso que me hace sentir el ser parte de este momento.

Unos cuantos besos más fueron entregados en los labios del alfa, tan cálidos, suaves y dulces que podría decir que le adormecía el poder recibir tales muestras de afecto. Aunque todo lo bueno debía terminar o bien ser interrumpido como justo estaba sucediendo en ese instante.

— Jungkook, necesito a Vante en el estudio para que terminemos la sesión de fotos – la voz al otro lado de la puerta era más que conocida para la pareja, quienes sonrieron divertidos – ¿Puedo entrar a la oficina? ¿Están decentes? No quiero que mis ojos inocentes se lleven una escena de las suyas.

— Pasa Jimin-ssi.

El omega asomó su cabeza, muy apenas, aunque se ganó un ceño fruncido por parte de Jungkook, quien no podía creer lo exagerado que era Jimin al entrar de espaldas cubriendo sus ojos, mientras que con la otra intentaba buscar algo de lo que poder sostenerse.

— Tae, por favor estamos listos para la sesión de fotos.

— Jiminie no es necesario que hagas eso, no estamos haciendo nada.

— No me arriesgaré – Jimin caminó hacia atrás estirando una mano esperando encontrar al otro omega al orientar sus pasos en una dirección específica, la cual asumía era donde se hallaba el menor, divirtiendo demasiado a Taehyung, quien dejó un beso en los labios de su alfa.

— Debo irme – susurró entre pequeños besos que dejaba repartidos en todo el rostro de su alfa.

Pronto se escuchó un golpe y luego las quejas de Jimin viniendo desde el suelo. Había tropezado con una de las sillas del otro lado del escritorio, definitivamente el omega era un desastre y ahora Jungkook no podía creer que lo estaba culpando de haberse caído cuando fue él mismo quien hizo aquella acción de caminar de espaldas. Taehyung le ayudó a ponerse de pie, saliendo de inmediato del lugar.

Jungkook suspiró un tanto cansado, aun así, se sentía feliz de poder compartir ese momento con su omega. Sacó su teléfono al recordar que debía hacer una breve llamada que tenía pendiente y la sonrisa que surcó sus labios después de escuchar lo que quería fue demasiado grande e intentó contener su emoción desbordante para no ser descubierto. Sus gruñidos complacidos fueron inevitables de disimular, estaba feliz por lo que se le confirmaba, incluso algunos pequeños sonidos se sumaron a la minicelebración.

Solo necesitaba hacer una última cosa, sus dedos volvieron a deslizarse por la pantalla del aparato hasta que encontró un número en específico, esperó impacientemente para que los tonos de llamada terminaran y una vez obtuvo lo que quiso ni siquiera esperó para qué la persona al otro lado hablara antes que él.

— Hoseok, tienes un tiempo libre para conversar mañana por la tarde. Quiero saber algo respecto a Tae – al otro lado de la línea, el alfa hizo silencio por algunos segundos hasta que aceptó que podría liberar un espacio –. Gracias. ¿Te parece a las tres de la tarde aquí en la compañía? – aunque escuchó un poco de quejas por parte del otro alfa, al final obtuvo lo que quería – Perfecto.

Entre sus dedos jugueteó con el pequeño llavero donde se encontraban dos llaves. El momento tan esperado había llegado. Solo esperaba que todo saliera según lo planeado o al menos lo más apegado a su plan.

— Jiminie por favor ve más despacio – se quejó Taehyung al caminar tan rápido como podía y aun así estaba tropezándose con el omega frente a él, quien al escuchar lo que pedía se alteró, frenando de golpe sus pasos.

— ¿Te sientes mal? – el traumático evento que involucraba a Seokjin quejándose por un parto sorpresivo aún se repetía en su cabeza, así que ahora con Taehyung prefería estar atento a cualquier petición del menor.

— Estoy bien Jiminie, pero estoy tropezando contigo, harás que caiga o terminaremos teniendo un accidente. Solo ve más despacio, no puedo seguirte el paso – el omega se sostuvo el vientre, alterando mucho más a Jimin quien se acercó a él –. No está pasando nada. Esto solo es un reflejo mío, no porque algo malo está pasando.

— Si eso llega a pasar no me lo perdonaría – Taehyung le regaló una sonrisa y Jimin le acunó el rostro sin importarle que estaban a mitad del pasillo que llevaba al estudio donde sería la sesión – lo siento TaeTae, verás hoy tengo una cita especial con Yoongi hyung y necesito salir a tiempo.

— ¿Una cita romántica?

— Casi, es una cita de comida – el menor ladeó la cabeza sin comprender lo que mencionaba Jimin, quien le sonrió un poco tímido o más bien avergonzado – es parte de una promesa que le hice a Yoon para dejar de lado mis rutinas de comida. Normalmente, él prepara la cena, pero esta vez seré yo quien lo sorprenda con mis habilidades culinarias.

Jimin entrelazó su brazo con el de Taehyung para caminar al ritmo del menor, quien seguía escuchándolo con atención en todo lo que mencionaba respecto a lo que hacía con su alfa. Yoongi había resultado ser más que un compañero para tener encuentros carnales, se había convertido en su ancla. No existía oportunidad en la que el alfa lo halagara por su cuerpo, sus nuevos hábitos e incluso estaban aprendiendo a convivir de una manera distinta.

En ocasiones se quedaban a dormir en la casa del otro y en algunas otras, cuando el alfa tenía mucho trabajo, lo cual últimamente se repetía debido al nuevo puesto, se conformaban con una simple videollamada antes de dormir. Aunque esa noche, después de dos largas semanas, podrían volver a su rutina, razón por la que el omega se encontraba emocionado.

Había practicado una receta en específico durante esas noches donde no tuvo compañía, las primeras veces quemó un poco la carne y en otras quedó demasiado salado, pero de los errores se aprende y ahora se sentía seguro de poder preparar algo decente.

La conversación siguió llevándose de manera amena hasta que Taehyung detuvo abruptamente sus pasos, sus sentidos sensibles por el embarazo lo hicieron olfatear cierto aroma conocido para él, un tanto desagradable, porque evocaba muchos recuerdos de situaciones donde su lobo se comportaba posesivo. Jimin frunció su ceño extrañado por la actitud contraria, aunque todo quedó claro cuando tuvo a la vista a la pequeña omega rubia, esperando fuera del estudio.

Minah sostenía algunas carpetas entre sus brazos, mientras se balanceaba de un pie al otro, distraída con la vista en su teléfono. Eso fue así hasta que el escalofrío de tener dos miradas serias sobre ella le hizo alzar la mirada. Ignorando su propio malestar y con una sonrisa se acercó a Taehyung, quien cubrió su vientre en un acto de rechazo a la cercanía, sin embargo, la omega no puso atención a eso mientras reverenciaba frente a él.

— Vante-ssi, lo estaba esperando. Me enviaron para entregarle algunos diseños de la nueva campaña publicitaria, dijeron que usted pidió algunos cambios – el ceño fruncido de Taehyung le hizo borrar su sonrisa, además la mirada fulminante de Jimin no la dejaba tranquila.

— No he pedido ningún cambio para que lo realice su área de trabajo señorita Han. En todo caso quien debe revisar esos cambios es el señor Min, el nuevo jefe de publicidad, él es quien revisa todas las tomas, decide cuáles se quedan y cuáles se descartan.

Minah mordió su labio un tanto nerviosa al ver que de pronto la mirada de Jimin parecía estarla asesinando de mil maneras distintas con la simple mención de Yoongi. Sus pasos la hicieron retroceder un poco hasta que chocó con la puerta detrás de ella, sobresaltándola al sentirse atrapada. Estuvo a punto de hablar o más bien en divagar en alguna pobre excusa, se estaba arrepintiendo de lo que realmente había llegado a hacer.

En su mente pidió ser salvada de una u otra manera porque verdaderamente ya no sabía cómo escapar de aquella situación en la cual se involucró por cuenta propia. Sin embargo, la respuesta llegó a ella de una forma brusca, desconcertante y humillante para su ego.

El seguro de la puerta fue lo primero que escuchó, para seguido sentir que perdía el equilibrio, cayendo hacia atrás, chocando con el suelo, sintiendo la falta de aire en sus pulmones, el dolor en su espalda y el golpe en su cabeza, dejándola un poco desorientada.

La risa de Jimin fue imposible de contener cuando tuvo la visión más graciosa de todo ese día, ver cómo Han Minah caía de espaldas al momento que Park Bogum abría la puerta del estudio, quedando en el suelo donde estaba recostada sin comprender lo que había sucedido. Taehyung fue un tanto más discreto al cubrir su boca para reír, mientras que Jimin se sostenía de su brazo riendo en carcajadas sonoras.

— ¿Señorita Han? ¿Qué hace en el suelo? – la voz de Bogum llenó el espacio de risas y el campo visual de la omega, quien lo observó un tanto desorientada. El alfa la veía desde su sitio, aun confundido por verla allí – ¿se encuentra bien?

— Sí.

— No sabía que habría alguien detrás de la puerta, tampoco me esperaba que cayera de esa manera.

El alfa fue el único en tomarse la molestia en ayudarla para que se incorporase, de paso recogiendo los pocos papeles que se esparcieron en el lugar. Bogum alzó la vista hacia los omegas que se mantenían a unos pasos de distancia y frunció su ceño, volcando toda su atención en Taehyung. ¿Por qué parecía que ninguno estaba interesado en el incidente? Incluso Taehyung se encontraba lo más alejado que podía.

— T-Vante-ssi, te estamos esperando para terminar con la sesión de fotos, estaba por ir a buscarte.

— Lamento la demora Bogum hyung, pero la señorita Han me detuvo para conversar sobre unos cambios que yo no he pedido.

— Yo debería entrar al estudio para retocar mi maquillaje – habló Jimin, aun mordiendo su labio para evitar reír, haciéndole casi imposible cuando pasó al lado de la chica que aún seguía sentada en el suelo abrazando sus carpetas – no tardes mucho Vante, por favor.

— Permítame ayudarla a ponerse de pie señorita Han – Bogum ni siquiera era consciente del sonrojo en las mejillas de la chica. El alfa no estaba haciendo más que ayudarla y Minah se sentía demasiado avergonzada por toda la situación – debe tener más cuidado con las puertas señorita Han, no sé si sea consciente que es una pésima idea recostarse en ellas sabiendo que cualquiera puede abrirlas sin darse cuenta de su presencia.

— Gracias por mencionarlo Bogum-ssi.

El alfa asintió brindándole una sonrisa de labios y regresó la mirada hacia Taehyung, quien seguía observando con interés la interacción entre ambos. El rostro de la omega cambiaba de colores rosas a un rojo intenso, constantemente intentaba calmar el dolor en su cuerpo, aunque era pésima disimulando.

— Vante-ssi, te estamos esperando.

— Sí.

— Vante-ssi, me permite hablar con usted un momento, por favor – suplicó Minah, el omega suspiró cansado, pero aun así aceptó su petición – prometo no tardar o hacerle perder su tiempo.

— Adelántate Bogum hyung, no tardaré. Comienza con las tomas del resto de modelos, déjame a mí las de Jimin y haz que tengan mi cámara lista, procura que no utilicen mucho viento, quiero fotografías que destaquen la ropa, no las hojas de otoño.

— De acuerdo, ¿Necesitas algo más?

— Coloquen el difusor de aromas, me siento un poco sensible con los olores – el alfa asintió, en respuesta afirmativa, murmurando que haría cumplir sus órdenes y se despidió con una leve reverencia ante ambos omegas. Taehyung dirigió su mirada hacia Minah quien volvió a encogerse en su sitio –. Señorita Han, ¿Qué es lo que tiene que decirme que parece incomodarla tanto?

— Quería disculparme con usted Vante-ssi – oh, eso debía ser algo definitivamente inesperado, la sorpresa en su rostro hizo que Minah se pusiera aún más nerviosa – verá, después de aquel incidente...

— ¿Incidente? Parece que el golpe en la cabeza le ha borrado la memoria para mencionar o insinuar que fue solo uno.

— Acepto que fui demasiado maleducada con usted, comenzando desde esa vez en los baños y también todas las ocasiones que... Bueno yo... – Minah cortó su discurso para hacer una reverencia de noventa grados, teniendo a la vista el vientre abultado de Taehyung, el olor del omega combinado con el de Jungkook era imposible de negar –. Lamento haber sido una molestia al marcar a su alfa, Vante-ssi.

— Está pidiéndome perdón por todas las veces que dejó una marca de olor en mi alfa, aun sabiendo que tenía un omega – Minah se enderezó un poco, pero no alzó la vista, limitándose a asentir con la cabeza baja – y con esto espera lograr eso.

— Sí – el omega frunció el ceño ante la respuesta de la chica – quiero decir, no. Solo espero obtener su perdón y hacer como si nada de esto ocurrió. Todo fue un malentendido gigantesco y yo...

— De acuerdo, – la omega alzó la vista con ojos amplios y sorprendida por lo fácil que había sido, aunque el semblante serio del omega no la dejaba tranquila y mucho menos lo que le siguió – aceptó su intento de disculparse conmigo. Pero no la perdono.

— ¿Cómo dice?

— Lo que escuchó.

— Pero, me estoy disculpando con usted.

— Y yo dije que lo acepto, pero no le doy el perdón de algo que no se ha ganado. – Minah estaba atónita por lo que le mencionaba; se había sentido culpable por lo que ocurrió con el omega en aquel viaje y una manera de acercarse a él fue esta, quizá fue forzado, pero en verdad ¿le estaba rechazando? –. Espero que esto sea una lección para usted y no cometa los mismos errores en el futuro. Ahora si me disculpa tengo un trabajo qué hacer e imagino que usted también.

Taehyung pasó a un lado de la chica, intentando contener las náuseas que le provocaron la esencia de la omega. Su lobo gruñó ante lo molesta que le parecía, aunque esperaba que no siguiera insistiendo con sus falsas muestras de arrepentimiento. No confiaba en ella, no quería que sus intenciones fueran acercarse a él para volver a estar de cierta manera cerca de Jungkook. Era un tanto irracional, sí, pero no podía evitar sentirse de esa manera.

Dentro del estudio, uno de los asistentes le entregó su cámara, mencionando que estaban listos para la sesión de fotografía; una sonrisa cruzó sus labios al saber que estaba haciendo lo que más amaba, teniendo un equipo completo esperando sus instrucciones. Los primeros flashes comenzaron a hacer aparición y cada persona dentro de ese estudio seguía al pie de la letra lo que él decía. Bogum a su lado tomaba algunas otras tomas, tener la compañía del alfa le hacía sentir cierta nostalgia y al mismo tiempo le recordó algo.

— Bogum hyung – habló mientras seguía enfocando hacia el modelo que tenía frente a él, obtuvo una respuesta murmurada antes de seguir con lo que diría y esta vez le dirigió la mirada – ten cuidado con la señorita Han.

— ¿Por qué?

— Es un tanto enamoradiza.

El alfa no pudo evitar sonrojarse, no conocía a la chica, sus interacciones se limitaban a simples encuentros dentro de la compañía, así que esa advertencia le hizo sentirse un tanto nervioso.

— No estoy interesado en ella, Tae.

El tono de voz del alfa parecía dudoso, pero Taehyung no dijo nada más, concentrándose de nuevo en la sesión de fotografía y un poco curioso por saber la razón por la que su lazo se sentía burbujear con una emoción incontenible ¿Qué estaba tramando su alfa?

El centro principal de Be Live tenía la perfecta fachada, pues se trataba de un edificio enorme donde se dividía mayormente en la atención médica de los casos más alarmantes, mientras que los últimos niveles se encontraba el área de rehabilitación. Jungkook solo había estado una vez en ese lugar, para el funeral de los Choi, la ceremonia de despedida había sido demasiado emotiva y a decir verdad no le sorprendía el hecho de que tuvieran un reconocimiento por todos los años que ayudaron a tantas personas.

Volviendo al tiempo actual, donde caminaba por los pasillos del lugar, su razón principal para estar ahí fue porque Hoseok tuvo una emergencia, la cual solo le dejó tiempo para hablar con él ahí mismo. Jungkook no estaba dispuesto a esperar para que la conversación se retrasara por más tiempo.

— Jungkook – le llamó Hoseok con una sonrisa en su rostro, adelantándose varios pasos para llegar hasta donde se encontraba el menor –, lamento haber cancelado la reunión, pero llegó un caso un tanto difícil.

— Comprendo – Jungkook no pudo no arrugar la nariz cuando olfateó el olor a sangre combinado con la angustia de algún omega – no tienes que disculparte por eso.

— De acuerdo, entonces ¿Qué era eso tan importante de lo que querías hablar?

— Quería saber si existe algún registro sobre el paradero de los abuelos de Tae. Por lo que sé, ellos fallecieron de una manera un tanto cruel y pues él no pudo...

— Despedirse de ellos, lo sé. Cuando llegó aquí esperando encontrarlos fue muy difícil para él aceptar su muerte nuevamente. Según lo que Tae sabía era que de un momento al otro habían muerto, aún tenía la esperanza de encontrarlos, intentamos localizarlos, pero al no tener un nombre nos fue imposible.

— No es posible que dos personas desaparezcan de la noche a la mañana, ellos no... – Jungkook detuvo sus palabras al recordar que los abuelos de su omega vivían frente a la casa de su abuelo. Quizá él tendría un poco de información ¿Por qué no lo había pensado antes? –. Hoseok, si tuviéramos más información sobre ellos sería más fácil dar con el lugar donde se encuentran, ¿cierto?

— Basta con tener un nombre, sin embargo, Taehyung no recuerda los nombres de ellos. Créeme en sus terapias, casi se obligó a sí mismo a recordar, aunque no tuvo éxito.

Jungkook apretó un poco la mandíbula, no estaba del todo seguro que su abuelo recordara el nombre de los abuelos de Taehyung, pues el alfa no era del tipo de persona que se considerara amigable. La pequeña esperanza que se iluminó como una débil llama comenzó a extinguirse ni bien apareció.

Se sintió impotente al no saber qué más podría hacer, quería darle esa oportunidad a su omega, aún recordaba ese brillo triste en los ojos de Taehyung al mencionar que no existía nada a lo que pudiese llamar familia. Muchas veces negó que ese tema le afectaba, podía engañar a cualquiera menos a Jungkook, lo conocía muy bien porque ese brillo en sus ojos era el mismo que tuvo al sentir que no se había despedido de los Choi, aunque ese sentimiento no duró mucho, siendo consolado cuando leyó la carta de Eunyeong.

— ¿Por qué tanto afán por saber esas cosas? Pensé que Taehyung no estaba listo...

— Quiero casarme con Tae – interrumpió Jungkook, sonriendo ladino al ver que Hoseok lo veía sorprendido – y me gustaría de cierta manera pedirle permiso a su familia. Pero como veo que no es posible, ahora tendré que hacerlo diferente y eres mi única oportunidad de cumplir lo que quiero.

— ¿Uh?

— Hoseok, ya que eres lo más cercano que tiene mi omega a una familia. Que quede claro una cosa. No te estoy pidiendo tu permiso para casarme con él, pero sí quiero que conozcas mis intenciones.

— Entiendo. Estás pidiéndome su mano sin ni siquiera considerar mi opinión como siempre lo has hecho – Hoseok sonrió amplio al ver cómo Jungkook se encogía de un hombro dándole la razón –. De acuerdo, entonces no solo debes mencionármelo a mí. Puedes hacerlo también con los Choi.

El menor sonrió dándole la razón a Hoseok, quien lo guio hasta el lugar donde estaban las fotografías del difunto matrimonio Choi, en el espacio de reconocimiento por su labor. Jungkook tomó una varita de incienso para dejarla frente al pequeño altar, comenzando así su tiempo a solas, absorto de todo, prometiendo volver con Taehyung. Sabía que Eunyeong estaría orgullosa de todo lo que habían avanzado ellos solos y el poder mencionar en una oración silenciosa su agradecimiento por su bendición le llenó de satisfacción.

El camino de vuelta lo puso un tanto más ansioso, porque después de pasar a dos sitios antes de llegar a su destino, ahora estaba a unas cuantas calles de encontrarse con su hermoso sol. Jungkook no era bueno mintiendo y mucho menos disimulando cuando quería ocultar algo de Taehyung, pero debía hacerlo para que sus planes siguieran en pie. Sabía que estaría con Jimin en su cafetería favorita, pues él mismo le había pedido al omega que lo distrajera hasta que regresara.

Ni bien estacionó el auto frente al lugar, Taehyung no tardó en salir con una enorme sonrisa, sosteniendo una pequeña bolsa de papel, seguido por Jimin quien tenía en sus manos más cosas que le pertenecían al menor: el bolso de la cámara, algunas compras que hicieron antes de comer y por último un nuevo lienzo, un tanto más grande de lo que estaba acostumbrado a ver; le pareció divertido ver a su hyung cargando con tantas cosas. Aunque el omega no se detuvo mucho tiempo en despedidas largas.

Taehyung no se contuvo en dejar un beso en su mejilla, para luego esconderse en la curvatura de su cuello, buscando olfatear un poco de su esencia. El omega se frotó unas cuantas veces contra su piel, gruñendo un poco bajo al no encontrar el aroma de su alfa.

— Jungkookie, ¿por qué hueles así?

— ¿Así?

— Sí, es como si hubieras utilizado inhibidor sobre tu ropa, pero tú hueles muy extraño – Taehyung volvió a olfatear su piel causándole cosquillas – no puedo oler tu esencia.

— Ah, eso. Tuve una reunión con unos socios y se me impregnó su molesto olor, así que apliqué un poco de inhibidor para no incomodarte. Cuando lleguemos a casa tomaré un baño.

— Okay.

No estaba del todo convencido y mucho menos estaba feliz con no poder olfatear la esencia del alfa, pues él amaba tener una buena sesión de mimos junto con el aroma a bosque lluvioso y arce. Un beso le fue dejado en sus labios abultados y otro más en su ceño fruncido.

— Harás que se te arrugue la cara – bromeó Jungkook, haciendo reír a Taehyung, pues era una frase que él utilizaba cada que le borraba los ceños fruncidos al alfa –. Veo que compraste todo lo necesario para tu nueva creación.

— Nuestra, nueva creación. Estaba pensando que sería una buena idea hacer algo juntos.

— Mi sol, pero es a ti a quien van a reconocer en la galería de arte.

— Pero yo quiero que mi alfa me ayude. Lo prometiste o debo recordarte lo que ocultas debajo de ese sofisticado traje. Cosa que dijiste que no harías sin mí.

— De acuerdo, lo haré, aunque no soy tan bueno como tú.

No iba a mentir que era débil ante los gestos de súplica de su omega, pero después de su acto impulsivo con sus tatuajes, tenía un trato por cumplir, una promesa en la cual Taehyung diseñaba sus nuevas adquisiciones que irían en su piel. Debía admitir que el último fue una sorpresa para su omega, había agregado un poco de color a algunos de sus tatuajes, cosa que le hizo ganarse un ceño fruncido porque ahora no podría agregarle color con sus pinturas.

Ahora estaba atrapado en cumplir la promesa de realizar un nuevo lienzo juntos y parecía que Taehyung vio la oportunidad de hacerlo justo para la exposición. Se había negado en un inicio porque quería que Taehyung destacara con sus cuadros, aunque ahora estando en casa, en la habitación creativa de su omega le parecía demasiado refrescante compartir un aspecto más junto a él.

— No es justo, ¿Por qué siempre mientes al decir que no eres bueno en algo y terminas siendo mucho mejor de lo que espero? – se quejó Taehyung al ver la mitad de la pintura terminada, el lado de Jungkook era perfecto y el alfa le había repetido que no era para nada bueno con el arte.

— Porque tú eres el verdadero artista aquí, mi luna – murmuró Jungkook dejando un beso en su frente –. Además, yo solo usé un poco de color.

— Tú dibujaste.

— Sí...

— Y pintaste todo el lienzo cuando me cansé.

— Cierto, pero me divertí haciendo esto contigo y tú también lo disfrutaste, ¿verdad? – Taehyung era débil ante esos ojos brillantes, seduciéndolo para ceder a asentir, de hecho, se divirtió tanto que ni siquiera se percató de la hora.

— Faltan nuestras firmas, esperemos que seque un poco la pintura – Taehyung observó la camisa del alfa, estaba llena de manchas de pintura, una en particular llamando su atención.

— Conozco esa cara, ¿Qué estás pensando hacer? – el omega sonrió satisfecho con que el alfa lo conociera hasta en sus gestos. Jungkook negó en silencio mientras alzaba la orilla de su camisa para quitarla, dejando a la vista su piel nívea, resaltando los colores en su brazo derecho –. Vamos amor, mi cuerpo es tu mejor lienzo. Lúcete.

Taehyung volvió a tomar su pincel para trazar algunas líneas con la pintura negra sobre uno de los pectorales del alfa. La forma de una luna menguante fue lo primero que hizo aparición, para luego comenzar a hacer pequeños árboles, unos pinos altos, sin mucho detalle, eran simples líneas desordenadas.

La vista de tener a su omega tan concentrado en crear era algo fascinante para Jungkook, no podía estar más convencido que ese omega era con quien quería pasar el resto de su vida. Sus manos rodearon el vientre abultado de Taehyung, sintiendo la curva creciente, donde sus cachorros aguardaban para salir en unos cuantos meses y no podía esperar para poder comenzar a sentir los movimientos de estos.

Los últimos trazos fueron dejados en su piel y Taehyung se alejó un poco para apreciar lo que había hecho, sonriendo satisfecho con su trabajo.

— Espera ahí – el omega salió casi corriendo de la habitación, Jungkook se contuvo todo lo que pudo para no alarmarse ante la repentina actitud, su cuerpo perdió tensión cuando lo vio regresar con su cámara –, déjame tomarle una foto.

— Entonces este también queda aprobado para un nuevo diseño – Taehyung sonrió amplio después de tomar dos fotografías, asintiendo como respuesta –. Me encanta. Ahora, qué te parece si comemos un poco antes de tomar una ducha. Muero por estar en nuestra cama y acurrucarme contigo.

— También harás eso para que no me salgan estrías – el alfa asintió sonriendo, la rutina de los masajes nocturnos en su vientre se habían vuelto algo que ninguno de los dos se perdería –. Okay. Prometes que no te comerás mi postre esta vez, no me obligues a dejarte sin tocar a los cachorros.

— Amor, solo fue una vez...

— No hay postre, no hay cachorros.


Fotografía con Diseño de Taehyung

El puchero en sus labios se pronunció cada vez más al ver su silueta reflejada en el espejo. Sus manos se pasearon en leves caricias sobre su abultado vientre, hacía unos segundos se encontraba demasiado feliz con esa vista, mas ahora no podía estar del mejor humor. Regresó la vista hacia el closet de la habitación, donde la ropa de ambos estaba mezclada y le parecía desconcertante que la única opción para vestirse ya no funcionaba.

Odiaba usar los pantalones deportivos de su alfa porque ahora le dejaban una marca pronunciada provocada por el elástico sobre su piel, eso le daba comezón y si Jungkook lo veía rascando su piel lo reprendía porque eso solo le dañaría la zona, sacándole estrías. ¿Por qué estaba intentando esto? ¿En serio no podía dejar tranquilos a sus cachorros? Su vientre ya dolía por todas las veces, intentó aquello. Un quejido bajo salió de sus labios cuando probó subir sus pantalones obteniendo la misma situación, no cerraban.

Intentó una última vez tumbándose sobre el colchón, haciendo un último esfuerzo para que eso funcionara, mas el cierre ni siquiera subió más allá de la mitad. Se sentía cansado, con algunas gotas de sudor sobre su rostro y no podía estar menos desesperado de no tener algo para ponerse.

Tontos comentarios.

Hacía mucho tiempo que no le importaba las opiniones sobre su ropa o lo que usaba porque se sentía cómodo, pero el día anterior, al terminar una de las sesiones de fotos, surgió un comentario respecto a que su embarazo comenzaba a notarse más, esa parte le agradó, mas lo que le siguió no fue del todo agradable.

Uno de los modelos se atrevió a decir que ahora no se vería bien en otra ropa que no fuera la de embarazo o bien con algo que no fuera amplio. De ahí la razón por la que estaba intentando colocar los pantalones que utilizaba antes, terminando frustrado y con unas inmensas ganas de llorar. Su pecho se apretó mientras que sus pensamientos lo invadían con inseguridades.

Tenía dieciocho semanas de embarazo y quizá sí había subido un poco más de peso, probablemente ahora ya no podía ocultar su embarazo, incluso si utilizaba sus suéteres amplios. Amaba eso, verdaderamente le encantaba ver los cambios en su cuerpo porque representaban la vida que crecía dentro de él. Entonces, ¿Por qué estaba llorando? Su embarazo era diferente al de cualquier omega que solo tenía un cachorro, era obvio que subiría antes de peso, era más que justificado que se notara más.

— ¿Tae? – la voz de Jungkook atravesando el pasillo del apartamento lo hizo sollozar aún más y eso solo provocó que el alfa apresurara el paso, encontrándolo en el colchón, cubriendo su rostro con su brazo –. Mi amor ¿Qué sucede?

Taehyung negó intentando responder que no se trataba de nada, pero las palabras quedaron atoradas en un nudo que se formó en su garganta y el que su mano no dejara su posición protectora en su vientre aterró más a Jungkook, quien se colocó a su lado intentando quitar el brazo que cubría su rostro.

— Luna, dime ¿Qué sucede? ¿Pasa algo con los cachorros? ¿Te sientes mal?

— N-no – Taehyung pudo percibir el miedo invadiendo el lazo que compartía con su alfa. Jungkook posó su mano sobre la suya, intentando aflojar el agarre, dándose cuenta de que no estaba ejerciendo presión – ellos están bien, nada malo está ocurriendo.

— Entonces, ¿Por qué estás así, amor? ¿Debo preocuparme? ¿Quieres que llamemos a la doctora? Por favor dime, me estoy preocupando.

Taehyung sollozó un poco más sintiéndose mal por preocupar de esa manera a su alfa, quien comenzó a dejar caricias leves sobre su vientre, causándole un escalofrío, se sentía muy bien el poder percibir el calor de Jungkook consolándole, aunque no le agradaba que la situación fuera tan irrelevante como para terminar así.

Sorbió un poco su nariz, tragó duro el nudo en su garganta para que le permitiera hablar correctamente, volviendo a sentirse tonto por lo que mencionaría.

— Jungkookie, ya no me queda mi ropa – sollozó aun sin descubrir su rostro, se sentía avergonzado por llorar en una situación como esa, tan insignificante, sin importancia, totalmente irrelevante – ni siquiera puedo subir el cierre de mis pantalones.

El alfa pudo apreciar con mayor detalle la situación en la que se encontraba su omega. Tenía puestos sus pantalones favoritos con el cierre abierto, le parecía adorable que el vientre abultado donde descansaban sus cachorros fuera tan pronunciado como para evitar que la prenda lo cubriera. La camiseta que estaba utilizando se hallaba un tanto alzada y Jungkook no pudo resistirse en dejar unos cuantos besos en la suave piel expuesta.

— Eso no es problema, mi sol. Tienes toda mi ropa deportiva a tu disposición.

— No quiero usar esa ropa. Me hacen marcas que solo me causan comezón – se quejó mientras intentaba quitar el rastro de lágrimas de sus ojos, sorbió su nariz y comenzó a sentarse lentamente, aun teniendo a Jungkook repartiendo besos en su vientre, dejándolo sobre su regazo, encarando la curva pronunciada –. Los cachorros me están dejando sin ropa. A este paso solo podré usar tus sudaderas.

— Qué sexy – murmuró el alfa dejando un pellizco en el muslo del omega al imaginar las piernas torneadas de Taehyung quedando expuestas – no tendría quejas con eso.

— ¿Me dejarías salir de casa solo utilizando una sudadera y ropa interior? – un gruñido fue su respuesta, Taehyung le pellizcó las mejillas al alfa mientras sonreía de lado al verlo caer en cuenta de ese pequeño detalle.

— Me niego a que alguien más vea lo que es mío – se abrazó al cuerpo de su omega, recibiendo delicadas caricias en su cabello que le sacaron un ronroneo, estaba disfrutando del momento íntimo hasta que a su mente le invadió cierta pregunta –. Además, tienes muchas prendas que puedes usar como las camisas amplias o incluso esos pantalones que compré el otro día.

— Pero toda esa ropa es enorme – Jungkook no comprendía lo que sucedía, su omega no había tenido estos problemas antes, ¿de qué se estaba perdiendo? –. Esas prendas me hacen ver más, embarazado.

— Amor estás embarazado, ¿Qué tiene que ver eso con esto? ¿Por qué de pronto estás intentando usar tu ropa? – lo encaró girándose sobre el regazo del omega y la mirada culpable en esos ojos bonitos le hicieron fruncir el ceño – sucedió algo ¿no es así?

— No es importante.

— Lo es si te afecta de esta manera.

Jungkook se incorporó, le tomó ambas manos y comenzó a besar todos los nudillos, deteniéndose por algunos segundos más en el anular; el color rosado pintó las mejillas rellenas del omega, rindiéndose por fin ante la mirada suplicante del alfa.

— Fueron unos comentarios tontos sobre mi aspecto ahora que los cachorros están creciendo – Jungkook no pudo evitar gruñir en desagrado al escuchar que alguien se había atrevido a decir algo sobre su omega y sus cachorros. Taehyung acunó el rostro de su alfa, acercándose para dejar un beso esquimal – no debí poner atención a lo que decían.

— Por supuesto que no. Eres el omega más hermoso que existe en esta vida y en todo el mundo. Tienes una idea de lo bonito que te ves ahora. Te ves totalmente radiante, con tu sola presencia deslumbras a cualquiera y por eso te envidian mi amor.

— Eres el mejor alfa – murmuró el omega dejando un beso cálido en los belfos rosas de Jungkook –. Siempre sabes cómo subirme el ánimo.

— Eres perfecto, amor. Que nadie te convenza de lo contrario y mucho menos si tratan insinuar cosas erróneas, haciendo de menos lo espectacular que te sienta el embarazo – ver cómo ese brillo regresaba a los ojos de su omega le hacía sentir orgulloso –. Tengo una idea ¿Qué te parece si tú y Hani van de compras juntos? Pueden pasar una tarde agradable fuera en vez de quedarse en su apartamento.

El plan para ese día era visitar a Hani, ya que esta lo había invitado a pasar con él una tarde juntos, pero la idea de comprar un poco de ropa no le parecía mala. Taehyung había aprendido que podía hacer ese tipo de cosas, el gastar dinero en cosas banales como necesarias. Con un asentimiento lento respondió a la propuesta de su alfa, quien le brindó una sonrisa amplia junto con un beso en su frente y otro más en sus labios.

— Me gusta la idea, creo que también necesito ropa para el evento en la galería de arte. Será en tres semanas y para ese tiempo, dudo mucho que los cachorros no hayan crecido más.

— Compra toda la que necesites, para ahora y el resto del embarazo, no importa si terminas volviéndote loco con todo en las tiendas, lo importante es que regreses con lo que te haga sentir cómodo.

El omega sonrió, era un claro ataque al débil corazón de Jungkook, quien disfrutó de los besos repartidos en su rostro y también el poder hundir su nariz en su espacio favorito. Su propio hogar reclamado. Taehyung se alejó lentamente del abrazo sin cortar el contacto visual.

— ¿Irás por nosotros cuando quiera regresar a casa?

— Solo tienes que llamar y estaré con ustedes. Por favor no te excedas o te canses demasiado – el omega asintió, dejando un beso más, el cual iba dirigido a la mejilla de su alfa, aunque este fue más rápido y terminó robándolo con sus labios – ¿Necesitas dinero?

— Tengo suficiente de la última vez que me pagaron.

— Oh, ese jefe tuyo debe pagarte muy bien como para que no necesites de tu alfa – Jungkook se abrazó de nuevo al cuerpo de su omega, hundiendo la nariz en su cuello, comenzando a besar la marca, sacándole una risa divertida a Taehyung al sentir cosquillas.

— Ya. Haces que se sienta raro – lo alejó, empujándolo un poco del pecho, Jungkook sonrió, amplio, dejando un beso en su mejilla – siempre provocas a los cachorros.

— ¿De nuevo estás sintiendo las cosquillas?

— Sí, es extraño porque se parece a la vez que descubrí que estaba embarazado. Son como un burbujeo justo como tú lo sientes – Jungkook amagó volver a abrazarlo, pero Taehyung se levantó para evitar ser atrapado de nuevo obteniendo un quejido de su alfa –. Debo llamar a Hani para decirle que los planes cambiaron un poco, espero no se moleste. Quizá no podamos estar mucho tiempo fuera por Myeong.

— Dile que puede dejar a Myeong con su padre.

El omega sonrió amplio sin ocultar la risa que le provocaba el recordar que su hyung no había logrado calmar a su cachorro. Está de más decir que ese era un tema de conversación muy recurrente entre ambos alfas y Jungkook no se limitaba en bromear al respecto, se arrepentiría cuando llegara el momento, mas ahora no podía dejar de burlarse del alfa.

Jungkook se encargó de llevar a ambos omegas, sintiéndose satisfecho de ver una enorme sonrisa en los labios de Taehyung, no le importaba estar siendo ignorado, al contrario, le agradaba ver la comodidad de su omega al conversar sobre su trabajo, la nueva exposición que tendría en unas semanas, alardeando de cómo la nueva pintura la había hecho junto a él.

Ni bien llegaron al lugar, Hani le brindó una sonrisa cómplice al alfa antes de bajar del auto y con un rápido beso por parte de su omega, Jungkook se despidió de ambos mientras los veía alejarse. Una vez estuvo seguro de que ya no se encontraban cerca, tomó su teléfono.

— Hoseok, espero tengas el bolso de Myeong preparado – el alfa al otro lado de la línea le gruñó, quejándose sobre su brillante idea de hacerle quedarse con el cachorro – míralo de esta manera, será tiempo de calidad padre e hijo. Estaré ahí en veinte minutos.

El temblor en sus manos no había parado desde horas antes de salir de casa, seguía frotándolas una y otra vez, abrazando su vientre, buscando una vía para canalizar su ansiedad. Aspiró profundo, intentando obtener un poco de aire, practicando sus respiraciones unas cuantas veces, con tal de no sentirse nervioso. No funcionó. Un escalofrío le recorrió la espalda al intentar contener las náuseas, las cuales últimamente siempre se hacían presentes cuando se sentía ansioso.

— Mi sol, ¿estás bien? – Jungkook colocó su mano sobre el muslo izquierdo de su omega en un intento de tranquilizarlo. Llevaban casi diez minutos estacionados fuera de la galería de arte y Taehyung se había sumido en un silencio, un tanto abrumador –. Podemos irnos si no te encuentras bien.

— No es necesario, solo estoy nervioso, eso es todo – regresó la vista hacia su alfa quien tenía una mirada angustiada, el omega sabía que era provocado por él, se los habían comentado en sus terapias y en sus chequeos; los malestares serían peores cuando se trataba de ese tipo de situaciones. Se giró sobre su asiento para encarar completamente a Jungkook y le sonrió, no una mueca falsa, era una sonrisa real –. Puedes estar tranquilo, lo prometo.

— De acuerdo, pero al primer indicio que no te sientas cómodo nos iremos ¿Okay? – Taehyung asintió, satisfecho, con la actitud del alfa. Su terapeuta fue muy clara en que podrían avanzar poco a poco mientras solventaban las necesidades de cada uno, el de Jungkook era proteger y el de Taehyung era la soledad, el sentir que debía ser él quien cargara con todo.

Jungkook dejó un beso más en sus labios y lo observó con detalle por algunos segundos, sonriendo al verlo tan deslumbrante con la ropa que compró hacía unas semanas, estaba más que hermoso. Tenía un suéter blanco bastante amplio que ocultaba a simple vista su vientre, los pantalones eran de un blanco hueso y eso lo hacía parecer bastante sobrio y el toque final se trataba de un pañuelo amarillo con detalles verdes, Taehyung había mencionado que sería el boom de color.

El atuendo se veía muy elegante y discreto. Aun así, los pequeños detalles no pasaban desapercibido, como los pendientes que tenía puestos o las pulseras que adornaban sus muñecas. Taehyung había aprendido a maquillarse gracias a la ayuda de Hani y Jimin, conocimientos que utilizó para esa noche, no abusando, pero sí colocando un poco de sombra en sus ojos, algo de base e incluso curvó sus pestañas; aunque cierto alfa casi le quitó su buen humor cuando la curiosidad de Jungkook salió a flote jugando con cada cosa que él usaba.

— Te he dicho lo hermoso que te ves esta noche – murmuró Jungkook de solo recordar todo el proceso que le llevó a su omega el verse así – tendré que sentirme celoso porque lo hiciste para alguien más.

— Tonto, me vestí bonito para mí – el alfa alzó una ceja, colocando su mejor cara de indignación ante lo que escuchaba, Taehyung no tardó mucho en echarse a reír – y también para que mi alfa me halague por lo bien que me veo. ¿Si parezco un artista, vestido así?

— Pareces escrito por la misma Diosa – el rubor comenzó a hacer presencia en sus mejillas, pintándolas de rosado y Jungkook no se resistió en dejar otro beso más, uno profundo, cálido, suave y lleno de amor –. Bajemos o se nos hará tarde.

El alfa dejó otro beso rápido en la mejilla de su omega y se apresuró a bajar del auto para rodearlo y así abrir la puerta del lado de Taehyung. Jungkook no se quedaba atrás si hablaban de aspecto físico, pues el omega estaba disfrutando muchísimo de la vista que tenía frente a él, extendiéndole una mano.

Su alfa tenía puesto unos pantalones caqui bastante casuales, la camisa era blanca con rayas rectas celestes, combinado con una chaqueta del mismo color de sus pantalones; lo hacía ver sofisticado y al mismo tiempo relajado. Definitivamente, Jungkook no era el único que sentiría ese instinto posesivo con su pareja.

Al entrar al lugar se sintió mucho más tranquilo por la cantidad de personas que había dentro, nadie notó su presencia de inmediato, por lo que no se sintió hostigado. Faltaban cuarenta minutos para que iniciara el evento y ellos eran invitados V.I.P. al ser parte de la exposición de arte, le dieron la oportunidad de tener un recorrido previo y Taehyung no podía estar más maravillado con poder hacer aquello.

— Jeon Jungkook – la voz de una mujer hizo eco en el lugar, era bastante alta, muy elegante, tenía una sonrisa despampanante y Taehyung incluso dudó de la edad de la omega que se acercaba a ellos –. Bienvenido – la omega le tomó ambas mejillas al alfa para no perderse detalle del rostro ajeno –, pero mira qué guapo estás.

— Le agradezco por el halago señora Kim – sonrió apenas el alfa cuando fue liberado del agarre de la mujer. Taehyung a su lado no sabía cómo actuar, así que Jungkook lo acercó más a él, rodeándolo con un brazo para que no se alejara –. Me gustaría presentarle a Vante o bien Kim Taehyung, mi omega.

— Es un placer conocerle, señora Kim. Le agradezco por la oportunidad que me ha dado – Taehyung intentó reverenciar en muestra de respeto, no excediéndose en sus movimientos, mas su acción fue interrumpida por unas manos frías en sus mejillas que lo hicieron enderezarse.

— Oh, pero si eres una cosita adorable. Mi hijo tenía mucha razón – Taehyung sonrió muy apenas en el agarre de la mujer, sintiéndose cohibido ante tanta efusividad, aunque le recordó demasiado a su hyung la primera vez que se conocieron. Ahora sabía de dónde sacó el omega esas actitudes.

— Amor, ella es la señora Kim Hyorin.

— Jeon Jungkook, me estás diciendo mal educada – le reprendió la omega al sentirse avergonzada por no presentarse antes, soltando al omega que tenía prisionero entre sus manos – me harás quedar mal frente a mi artista. Además, no habías dicho nada que ahora tenías un omega tan bonito y... – Hoyirn olfateó un poco el aroma de Taehyung, estaba muy bien mezclado con el de su alfa, pero aun así destacaba ese ápice dulce que delataba la presencia de sus cachorros – ¿Vante-ssi, estás en cinta?

— Así es, señora Kim.

— Aún más adorable.

La conversación se vio interrumpida al notar que cierto alfa se acercaba hacia ellos, Taehyung protegió su vientre de manera inconsciente, mientras se escondía un poco detrás de Jungkook, quien notó el malestar de su omega, buscando de inmediato el motivo de su miedo, terminado por sonreír al ver de quién se trataba.

— Cielo, al fin te encuentro. Oh, veo que estás con unos invitados especiales – el alfa sonrió amplio, asintiendo hacia Jungkook, quien reverenció levemente – un gusto por fin conocerlo joven Kim. Soy Kim Hyunjae, el padre de Seokjin.

— ¿Usted es el padre de hyung? – Taehyung se sentía demasiado sorprendido y al mismo tiempo se encontraba sin palabras, pues frente a él tenía a la persona que se encargó de librarlo de su mayor tormento, intentó hacer otra reverencia profunda, mas nuevamente fue interrumpido.

— Por favor, joven Kim, no es necesario que haga ese tipo de cosas y mucho menos en su estado, al contrario, debería ser yo quien le muestre respeto – el alfa hizo una reverencia pausada y profunda – Honor a usted y su descendencia, Kim Taehyung-ssi.

— Alfa, no hay que ser tan formales, lo estás avergonzando.

— Lo lamento, tanto tiempo en el Consejo, provoca este tipo de actitudes.

Ambas parejas siguieron conversando por algunos minutos, adulando el trabajo del omega, admirando alguna que otra obra que podían observar desde su sitio hasta que el tiempo fue su mayor enemigo y la madre de Seokjin se percató que debía saludar al resto de artistas. El mayor de los alfas se despidió de manera rápida para adelantarse, mientras que su esposa se tomaba un momento más con los menores.

— Por favor sigan disfrutando la velada y en cuanto a ti señorito embarazado nada de esfuerzos – la omega llevó su atención hacia el alfa quien sonreía y se abrazaba a su omega – y tú te asegurarás que no se canse.

— Lo cargaré toda la noche si eso es necesario.

— Ya – murmuró Taehyung al sentirse avergonzado por la actitud de ambos. Las atenciones excesivas eran algo a lo que estaba acostumbrándose aún. Sus embarazos jamás habían sido así de bien recibidos, así que todo tipo de cuidado extra se le hacía extraño.

— Deja que tu alfa cuide de ti, es su naturaleza protectora la que lo hace actuar así y tú en estos momentos mereces ser consentido. – Hyorin le acarició la mejilla de una manera demasiado maternal, Taehyung no sabía si era el efecto de su embarazo o si la omega actuaba así naturalmente, pero disfrutó la sensación de esa caricia – ¿Cuánto tienes de embarazo?

— Tiene veintiuna semanas – habló orgulloso Jungkook colocándose detrás de su omega, acunando el vientre abultado debajo del suéter blanco, haciéndolo destacar mucho más.

— Ves a lo que me refiero – susurró la omega, sacándole una sonrisa a Taehyung – deja que te cuide y alardee de su cachorro. Ahora, ¿Por qué no terminan de dar su recorrido antes que ingresen todos los invitados? Fue un placer conocerte Vante.

— Por favor, dígame Taehyung.

— De acuerdo, Taehyung. Disfruta lo que resta del evento y no hagas más de lo que puedas.

El omega se recostó un poco más sobre el cuerpo de su alfa, quien seguía repartiendo caricias sobre su vientre y hundiendo su nariz en su cuello, buscando de alguna manera quitar el estorboso pañuelo que no hacía más que evitarle el poder llegar a besar la marca que los unía. Un gruñido bajo vibró en el pecho de Jungkook, algo que el omega pudo sentir y le sacó una sonrisa amplia mientras ladeaba la cabeza un poco más para darle espacio suficiente.

— ¿Por qué decidiste usar esto? Cubre tu hermosa marca y no me deja besarte.

— Hani dijo que se veía muy bonito como detalle de color en mi vestuario y que al menos así no tendría a mi alfa hundiéndose en mi cuello de manera posesiva.

— No me gusta.

— Resiste, solo serán unas pocas horas. Necesito estar concentrado, luego me tendrás para ti – Jungkook se abrazó más a su cuerpo y dejó un beso en su cabello, murmurando una respuesta afirmativa – por ahora veamos los demás trabajos y encontremos el nuestro.

Avanzaron por todo el lugar, deteniéndose en cada una de las pinturas, Taehyung estaba fascinado con los distintos estilos que habían utilizado, aunque otros no los comprendía muy bien, le gustaba la manera en la que buscaban expresar algo. Todo fue muy silencioso hasta que llegaron a la pintura que ellos mismos habían hecho semanas atrás, un trabajo el cual ni bien estuvo listo fue enviado para la exposición.

Era la representación de ambos lobos, mitad alfa, mitad omega, demostrando que eran uno solo. Taehyung había pensado que sería una manera de describir cómo estaban unidos tanto en cuerpo como en alma, su lado animal, incluso más que todo el resto. El rojo, negro y blanco era lo que más abundaba en cuanto a colores. Ambos lobos se veían imponentes y eso era algo que llamaba demasiado la atención, cosa que fue logrado gracias a las habilidades de Jungkook.

— Debería tomarte una fotografía frente a la pintura – murmuró el alfa dejando un beso en su sien. Jungkook no había dejado su posición de estar sosteniendo su vientre en todo el recorrido por dos importantes razones que se encontraban creciendo en su omega y parecían no querer dar muestras de movimientos. Por supuesto que aún no era tiempo, pero quién podía contra la impaciencia del alfa – ¿Dónde está tu bolso?

— Creo que lo olvidé.

— ¿En casa?

— No, en el auto.

— Bien, quédate aquí iré por él – Jungkook dio unos cuantos pasos, alejándose de su omega, aunque no avanzó lo suficiente, pues sintió cierto cosquilleo en su interior, haciéndolo regresar sobre sus pasos, acuclillándose frente a su omega, quedando a la altura del vientre –, ya regreso mi pequeño eclipse lunar, no se muevan sin mí.

— Jungkook, no van a entenderte. Además, recuerda lo que dijo la doctora, aún están muy pequeños para notar sus movimientos.

— No pierdo nada con intentar – el alfa dejó un beso y un susurró más para sus cachorros, advirtiendo que no se movieran sin él estando presente, para luego apresurarse hacia la salida del lugar.

Taehyung negó divertido ante la actitud de su alfa, comprendía el por qué lo hacía, de hecho, él también ansiaba el momento en el cual ocurriera. Según lo que Jieun les dijo en su último chequeo era que ambos cachorros estaban muy sanos, tenían el peso adecuado, su desarrollo era el adecuado para su edad y pronto podrían percibir sus movimientos; intentaron saber lo que serían, pero de nuevo su pequeño eclipse lunar se negó a mostrarse, ahora era mucha más notaria la acción.

Uno de los cachorros siempre se voltearía hacia su hermano, haciendo una especie de abrazo entre ellos, logrando cubrirse mutuamente, aun teniendo la barrera de su separación por las bolsas individuales en las cuales crecía cada uno. Era divertido de ver cómo ellos mismos se ocultaban de sus padres y de la doctora que apenas lograba captar sus rostros. Sin embargo, lo que más les había emocionado a ambos era saber que en cualquier momento Taehyung podría sentir y ver esos pequeños movimientos estirando su piel, aunque de eso pasaba una semana, aún no tenían la suerte de sentirlos.

Para no perderse el tan ansiado momento, ambos tenían pequeñas rutinas con sus cachorros.

El alfa siempre hacía lo mismo, acunar el vientre abultado con sus dos manos, mimando constantemente tanto a su omega como a sus cachorros. Las rutinas de noche se volvieron una búsqueda de compartir con ellos de una u otra manera. Jungkook hacía masajes con una crema para mantener hidratada la piel de su omega, mientras pasaba hablándoles a los bebés de lo mucho que los esperaban, siempre terminando por pedir que respondieran con un movimiento, aunque nunca ocurría nada.

Acarició de nuevo su vientre como parte de su nueva manía, mientras observaba la pintura frente a él, esperando que Jungkook no tardara demasiado, pues faltaba poco tiempo para que el resto de invitados ingresaran al lugar y él debía cumplir con su trabajo tomando fotografías del resto de las exposiciones.

— ¿Siu? – un escalofrío le recorrió el cuerpo, abrazó su abdomen en automático buscando proteger a sus cachorros. Ni siquiera estaba seguro de querer encarar a la persona que estaba detrás de él, aunque pronto la tuvo en su campo visual –. Diosa, sí eres tú.

— Minseo noona – murmuró el omega retrocediendo el paso que ella había dado hacia él. La alfa no lo podía culpar por su actitud, llevaban años sin verse y no estaba del todo segura si Hoseok o Jungkook le habían mencionado algo de ella –. Creí que ya no estarías en el país.

— Veo que tu alfa te informó sobre mí – Minseo sonrió de lado, sintiéndose un tanto extraña al no saber muy bien cómo actuar y qué tanto podía comentar –. Me quedé para arreglar algunas cosas de... bueno, ya puedes adivinar de quién estoy hablando – Taehyung asintió lentamente sin quitarle la vista de encima, la alfa nunca había representado una amenaza en el pasado, pero ahora solo representaba el recuerdo de Doyung.

— Y ¿Qué haces aquí?

— Estoy acompañando a Chaewon, es una invitada V.I.P., ella es la...

— Sé quién es ella. Lo sé todo, noona.

— Lamento todo lo que ocurrió con mi hermano. Intenté hacer todo lo posible para evitar que se acercara de nuevo a ti, pero siempre fue un tanto... – Minseo observó el semblante contrario, esperaba verlo turbado, ansioso o incluso temeroso, quizá molesto o rencoroso, pero en vez de eso solo veía al omega abrazando su vientre de manera protectora –. Lo siento botón de primavera sé que no actué correctamente.

— No es tu culpa, noona.

— Lo es, si tan solo lo hubiera detenido cuando me enteré de lo que estaba haciendo... – la alfa se interrumpió a sí misma porque jamás esperó encontrarse con el omega y aunque sí deseó tener esta oportunidad ahora que la tenía no sabía qué decir –, solo te hice sufrir más. Eso jamás me lo perdonaré.

— Quien me sometía era Doyung, quien me dañó fue él. Tú no tuviste la culpa, ni siquiera de lo que hizo él con mis padres o lo que hicieron ellos con mis abuelos, nada de lo que hubieras hecho me habría regresado mi vida o mi libertad en ese momento.

La alfa hizo silencio por varios segundos, evaluando el aspecto del omega, estaba totalmente radiante, se veía tan lleno de vida, incluso más de lo que recordaba. Emanaba un aura de paz y a pesar de estar un poco a la defensiva podía percibir que se encontraba bien.

— Tienes razón, no podría devolverte todo eso, pero quizá sí pueda darte algo.

Taehyung ladeó la cabeza un tanto extrañado, aunque no pudo preguntar a lo que se refería, pues pudo percibir a su alfa en un cosquilleo extraño. Jungkook no había notado aún lo que sucedía, sonreía con las personas que se encontraba en su camino mientras sostenía con recelo su bolso donde había guardado su cámara.

Por su parte, la alfa sí notó la presencia de Jungkook y no pudo evitar darle la espalda a este cuando la distancia que los separaba comenzó a disminuir con cada paso que daba, acercándose más a donde ellos estaban. Minseo aún recordaba el rubí en los ojos ajenos, amenazantes para que saliera de su casa, era una imagen impresionante que ahora desencajaban demasiado con el semblante que tenía el alfa.

— Amor, creo que la próxima vez que compres algo tendrás que decirme lo que es. La madre de Seokjin hyung casi me gruñe por no tratar como se debe tu bolso. Al parecer lo peor que le pude haber dicho era el no saber que era un bolso estilo Boston, ni siquiera sé lo que eso significa.

El silencio fue el principal protagonista en ese momento, Taehyung tomó el bolso de las manos de su alfa mientras este escrutaba con la mirada a la alfa frente a ellos, no recordaba del todo su olor, pero bastó poner un poco de atención para que su lobo se pusiera alerta ante la imagen frente a ellos. Su instinto salió a flote y cubrió a su omega con su propio cuerpo, colocándolo detrás de él.

— Señorita Kang, no pensé volver a verla, ¿está acosando a mi omega? ¿Acaso es algo de familia obsesionarse con alguien?

— Señor Jeon, esto solo es una coincidencia.

— Entonces debo asumir que está por retirarse de aquí.

— Jungkook – susurró Taehyung detrás de él, halando un poco su brazo para mantener a raya el aura amenazadora de su alfa – estamos bien, solo se disculpó por lo que ocurrió.

— Y ¿Por qué tendría que ser ella quien se disculpe por su hermano?

— Comprendo su actitud hostil hacia mí – Minseo amagó acercarse un poco más, pero se detuvo al ver que Jungkook no estaba dispuesto a dejar que se acercara al omega –, como le mencioné en esa ocasión, mi intención nunca fue dañara a Siu.

— Taehyung, su nombre es Kim Taehyung.

— Noona – la voz de Taehyung se escuchó firme, haciendo que su alfa tensara los hombros, conociendo ese tono junto con el agarre en su mano – no tienes que disculparte. No lo necesito. Ahora soy feliz, tengo un alfa que me protege y pronto tendré una familia, en serio me encuentro muy bien, preferiría que todo lo que ocurrió solo quede como un mal recuerdo y no como un tema de conversación en todas las ocasiones que nos encontremos.

Minseo sonrió de lado, conocía ese tipo de actitud, era algo a lo que estuvo acostumbrada a escuchar por parte del omega para ocultar lo mal que estaba, mas en este momento podía ver el amor con el que estaba siendo rodeado. El alfa a su lado no dejaba de esparcir sus feromonas como un método para alejar a cualquiera y Taehyung se veía totalmente cómodo a su lado.

— Tienes razón, no es bueno revivir el pasado cuando es algo doloroso. Pero si de algo sirve, podría darte información sobre tus padres – el semblante de Taehyung pasó de ser receptivo a uno totalmente de desagrado – o bien si quieres reconciliarte con tus abuelos...

— ¿Mis abuelos? Noona, ¿Sabes en dónde están?

— Sus restos están en Daegu, en el cementerio común. Sus nombres son Kim Chunghee y Kim Haewon. Yo misma puedo llevarte hasta el lugar y...

— Le agradezco por la información, señorita Kang, pero no estamos interesados y si nos permite, mi omega es parte del evento.

La alfa no era tonta, sabía que era cuestión de minutos para que su presencia ya no fuera del todo agradable. Así que con una leve reverencia y una despedida se retiró del espacio que estaba invadiendo. Encontrarse con el ceño fruncido de Chaewon no fue inesperado y mucho menos lo fue el gesto de sorpresa al mencionarle con quienes se había encontrado, ambas estando de acuerdo en mantener la distancia.

La velada inició con un molesto Jungkook, alerta a cualquier encuentro casual que pudieran tener con Minseo; a su lado se hallaba un muy callado Taehyung que se dedicó a hacer su trabajo mientras su alfa lo escoltaba todo el tiempo cargando su bolso porque no lo dejaría estar cargando más peso del que ya tenía con los cachorros.

Casi no tuvieron problema con el trabajo, las pocas dificultades que encontraron se resolvían con facilidad. El omega trataba de alejarse de las multitudes cuando le incomodaban los aromas y para disminuir sus malestares siempre tendría a su alfa para refugiarse en él.

El tema de sus abuelos era algo que no había dejado de pensar, no se dio cuenta de cuánto los extraña hasta el momento que supo la verdad. Durante todo ese tiempo el recordar que los Choi fueron un reflejo de sus abuelos le dolía porque sabía que en ellos no podría reemplazar lo que le arrebataron, mas ahora tenía una idea de dónde encontrarlos, al menos sus restos.

La única familia de su pasado que verdaderamente lo amó estaban en algún sitio de un cementerio común en su lugar de nacimiento. No se sentía merecedor de siquiera reencontrarse con ellos, ya que durante mucho tiempo trató de recordar sus nombres sin tener éxito y ahora, el que Minseo los mencionara así sin más le evocó demasiados recuerdos.

Conocía el apellido de sus abuelos porque su madre le mencionó que su apellido de soltera era Kim, de ahí la razón por la que se llamaba así. El conocer ese dato no fue suficiente al buscarlos porque solo en el registro de Seúl existían miles de personas con ese mismo apellido. Ahora con esto podría buscarlos, pero ¿estaba listo para eso?

— Mi luna, creo que ha sido suficiente por esta noche – Jungkook lo sacó de su burbuja de pensamientos – te ves cansado y ya tienes varias tomas que estoy seguro amarán. ¿Vamos a casa?

— Sí.

Taehyung le entregó la cámara a Jungkook, quien de inmediato la tomó en sus manos para guardarla, aunque no pudo resistirse el revisar algunas fotografías, sonriendo al ver el maravilloso trabajo que hacía su omega.

— Oh, tienes fotos de todos los artistas con sus obras menos una tuya. ¿Quieres que la tome? – el omega asintió con una sonrisa, entrelazando su brazo con el de su alfa mientras avanzaban entre la gente.

— ¿Aún me veo bien?

— Te ves hermoso, mi luna.

Unos cuantos flashes lo deslumbraron al estar frente a su pintura y cada que escuchaba el clic de la cámara, la idea que se estaba formando en su cabeza iba tomando más fuerza. La sonrisa de su alfa cada que le tomaba una foto tras otra le hacía saber que verdaderamente lo necesitaba, debía tener esa reconciliación con su propio pasado.

El silencio dentro del auto mientras Jungkook lo rodeaba le sirvió para armarse de valor y ni bien escuchó el sonido de la puerta cerrándose, se giró sobre su asiento para encarar al alfa quien tenía una sonrisa en sus labios mientras murmuraba lo mucho que ansiaba estar en casa.

— Tae ¿Qué sucede?

— Jungkookie, quiero ir a Daegu. – soltó sin más. Sabía que esa no era la respuesta que esperaba su alfa, pues Jungkook le había preguntado si quería cenar antes de tomar un baño o viceversa.

— ¿Daegu? ¿Por qué quieres ir ahí?

— Me gustaría ir para despedirme de mis abuelos – murmuró un tono más bajo, se sentía nervioso al no saber cómo reaccionaría su alfa – Minseo noona, dijo que sus restos estaban ahí.

— ¿Estás seguro de que quieres hacer eso? ¿Qué tal no es verdad? O es otro engaño más... – Taehyung le sostuvo el rostro para que no divagara más, quizá también buscando no perder el poco valor que había juntado en ese momento

— Podría hablar con Hobi hyung para saber si existe la posibilidad que ellos...– el alfa hizo silencio, no percibía que la idea le afectara de manera negativa o que le hiciera sentir nervioso el mencionar que deseaba aquello. De lo único que Taehyung estaba ansioso era el no comprender la expresión contraria –. Jungkookie por favor – le tomó ambas manos para hacerle saber que hablaba en serio, el alfa apretó un poco más el agarre hasta entrelazar sus dedos y se acercó a él hasta juntar frentes – solo quiero...

— Sabes que haría cualquier cosa por ti y si esto es lo que quieres hacer, estaré contigo – Jungkook inhaló profundo, llenándose de la esencia de su omega, llevando sus manos de manera protectora hacia la curva pronunciada del vientre – solo promete que, si llega a pasar algo o no es verdad... No olvides que no fue tu culpa, ¿de acuerdo?

Taehyung asintió en respuesta porque sentía que el enorme nudo en su garganta ya no lo dejaría hablar, colocó sus manos sobre las de Jungkook que dejaban caricias sobre su vientre y ambos se envolvieron en una burbuja de esencias, para estar relajados, uniéndose de nuevo de una manera mucho más íntima. Solo eran ellos, nadie más podría arruinar ese momento, ningún intruso rompería su burbuja.

O quizá no estaban tan solos, probablemente el aleteo de las mariposas que podían sentir en su interior no se debía a la efervescencia de sentirse plenos, mas para ambos esa era la explicación lógica de aquel burbujeo que compartían.

"Honor a mi destinado y mi descendencia"

"No quiero títulos para referirse a ti, porque tu nombre debería ser conocido por todos"

"¿Descendencia? No, son más que eso, son el fruto de nuestro amor"

"Estoy enamorado de la idea de tener un hijo que tenga tus ojos"

"O quizá una niña que tenga tu sonrisa y el color de tu cabello"

"Desempolvaría todas esas viejas historias que fueron mis fieles compañeras en las noches con mis padres"

"Probablemente, sea mejor agregar algunas nuevas"

"Una donde un lobo se enamoró de su Luna"

Y con este capítulo puedo decir que entré a mi etapa favorita del embarazo de Tae. Se viene cargado con cosas muy lindas y bonitas.

Para estos capítulos preparé imágenes que subiré en mi Instagram como historias. Las podrán encontrar también en las historias destacadas que lleva por nombre CUARTO ACTO en el perfil de mi Instagram. Si aún no me siguen en mi perfil aquí podrán encontrar el link directo y en el banner de abajo tambien encontraran mis redes sociales. 

Manténgase saludables, coman bien, tomen mucha agüita, descansen sus horas y recuerden, les envío muchísimos cariñitos para cada uno de ustedes. Purple hearts mis personitas bellas.


Cuenta regresiva 

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Pintura de la exposición en la galería. 


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