XXXIX
Nota: les recomiendo ver el booktrailer de la historia antes de empezar el capítulo porque en él hay escenas de este capítulo. Sí, así de planeada estaba esta historia. jejeje No olviden hacer stream a nuestro solecito con tremenda canción On the street.
Dos semanas en Daegu se convirtieron en tres, volviéndose en un completo desastre al regresar a sus vidas normales; el improvisar se volvió parte de sus días cuando sus planes se alteraron un poco. El viaje les trajo muy buenas experiencias, sin embargo, para Jungkook no resultó ser tan beneficioso el hecho de trabajar una semana más, pues lo único que provocó fue un enorme contratiempo.
Se arrepentía de tomarle la palabra a su omega para demostrarle que era un buen alfa y así se sintiera orgulloso al ser exitoso en su nuevo puesto. ¿Por qué nadie lo detuvo de hacer bien las cosas? Ahora tenía mucho más trabajo y el tiempo que tomaría con Taehyung después del nacimiento de los cachorros dependía de cada junta de trabajo que se llevaran a cabo en esos últimos meses.
Nada respecto a los socios le era un obstáculo, jamás dudaba de sus habilidades y siempre estaba seguro de sus decisiones. Aunque en ese preciso instante estaba llevando a cabo la junta más importante, la que daría inicio a algo diferente.
— Aún no puedo creer que estemos siendo parte de esto – murmuró el alfa, su voz resonando en las paredes vacías del lugar, sintiéndose totalmente exhausto con el saco en su hombro y masajeándose un poco el cuello.
— Yoongi hyung es la primera vez que te escucho conmovido por algo romántico – Jimin abrazó al alfa, quien solo alzó una ceja ante el gesto afectuoso que estaba recibiendo – y pensar que pasaste toda la tarde quejándote.
— Jiminie, lo decía sarcásticamente porque aún no puedo creer que estemos haciendo esto un viernes por la noche. Es increíble que Jungkook nos convenciera de hacer esta locura– un golpe le fue brindado por el omega que hace segundos lo estaba abrazando – ¡Auch! ¡Por qué la agresión repentina!
— Solo me aseguraba que no eres un insensible.
— No es mi culpa que el restaurante donde reservó no tuviera otra fecha. ¿Por qué no lo hiciste en Daegu? Cuando regresaran sería como una sorpresa y listo.
— Porque no lo pensé de acuerdo, mis planes no son los mejores cuando improviso sobre la marcha.
— Por favor compórtense, estoy demasiado cansado como para escucharlos discutir una vez más – se quejó Namjoon, masajeándose el puente de la nariz.
— La próxima vez pregúntale a hyung cómo hacer un mejor plan – se jactó Yoongi recibiendo otro golpe más en el hombro – deja de golpearme, Jimin-ah.
— Cómo puedes ser tan tonto para decir que la próxima vez te diga, esto solo ocurre una vez. Bueno, en el caso de ellos dos... - Jimin hizo silencio ante el semblante de su alfa, donde le hacía señas para que no mencionara nada más, cosa que solo provocaron balbuceos por parte del omega.
Yoongi terminó por abrazar al omega en un intento de acallar sus palabras, mientras que Jimin se quejaba buscando oxígeno, aunque el poder percibir la esencia a chocolate amargo fue la respuesta para que dejara de hablar.
La risa del resto de personas que estaban en el lugar se hizo escuchar, el ambiente era un tanto extraño, aunque eso no le quitaba lo ameno que podía llegar a ser con la compañía adecuada. Jungkook les había pedido ayuda a Namjoon y Yoongi para dejar listo todo lo que tenía planificado, Jimin solo se encargó de darles su opinión de omega adjudicándose el título de encargado de la estética.
Seokjin y Hani al tener a sus cachorros tan pequeños sus alfas, insistieron que no debían exponerse demasiado, así que eran los encargados de distraer a Taehyung esa misma tarde, así que quienes estaban libres para ayudar al alfa habían pasado la tarde entera corriendo de un lado al otro para que todo estuviera listo para el siguiente día, el tan esperado, por ahora.
El siseo proveniente de Yoongi les hizo reír más porque de inmediato el alfa soltó de su agarre al omega. Sus dedos viajaron hasta la piel que segundos antes había sido lastimada en una mordida, dejándole una sensación de ardor e incomodidad.
— No te desquites conmigo Jimin, estoy cansado.
— Prometo darte una recompensa al llegar a mi apartamento.
— De acuerdo, no quiero escuchar sus detalles íntimos – se quejó Namjoon, regresando la mirada hacia Jungkook, quien terminaba de hacer una llamada – podemos repasar una última vez los detalles de tu plan Jungkook.
— Mañana tendremos la reunión con los inversionistas, así que estaré todo el día fuera. Jimin hyung convenció a Tae de salir desde temprano para darnos el tiempo suficiente de preparar todo aquí hasta que llegue la hora. Por favor hyung nada de cosas raras – suplicó el alfa, ganándose un gesto extraño por parte del omega, mientras se señalaba a sí mismo como si estuviera indignado – no lo obligues a nada, últimamente se ha sentido un poco más sensible y tiende a ceder demasiado rápido a hacer cosas aun si no quiere.
— Me pediste que lo distraiga y eso es lo que haremos Seokjin hyung, Hani y yo. Lo que hagamos no te concierne hasta que llegue la hora de tu sorpresa, prometo llevarlo a la hora acordada.
— Mientras los omegas están con Jimin nosotros nos encargaremos del resto, ¿cierto? – agregó Yoongi, recibiendo una afirmación por parte del menor. El alfa tomó a Jimin del brazo para abrazarlo por la espalda, sacándole un jadeo al sentir el falso embiste junto con el pellizco en su muslo –. Nada de ideas pervertidas, ¿de acuerdo?
Jungkook y Namjoon se observaron, ambos con una idea en la cabeza, el que Jimin conversara de cosas con sus omegas era de beneficio para ellos mismos y sabían muy bien que el omega lo haría para obtener ciertos beneficios por parte de su alfa, así que no les sorprendió notar el brillo en los ojos ajenos con un toque de coquetería.
— No te aseguro nada – Jimin mordió su labio un tanto de más y las quejas de los dos espectadores lo hicieron virar los ojos – bueno, ya está bien. Jungkook-ah más te vale estar presentable para la ocasión y ser digno de lo hermoso que se verá TaeTae, no lo reconocerás.
El omega tomó la mano de su alfa para salir corriendo del lugar, riéndose de las quejas que escuchaba por parte del menor al mencionar una y otra vez que no hiciera alguna locura o nada que incomodara a Taehyung. Por supuesto que no haría nada malo, simplemente haría que el menor se viera totalmente despampanante.
Sus dedos pasearon una y otra vez sobre su abultado vientre obteniendo respuestas de sus cachorros, eso siempre le sacaba una enorme sonrisa porque, aunque ya se le dificultara hacer muchas cosas, siempre la mejor parte del día sería el ver los movimientos de sus bebés en su vientre abultado. Jungkook entró a la habitación encontrándolo conversando un poco con sus cachorros, decidiendo no interrumpir la conversación.
— ¿Están despiertos? Parece que sí, porque tengo demasiado antojo de waffles con maple, ¿les gustaría eso? – cuestionó esperando una respuesta, presionando un poco, siendo impaciente por obtener un movimiento, obteniendo uno un tanto más fuerte de lo usual a cuando estaban de buen humor –. ¡Agh! Está bien, ya entendí nada de azúcar.
— Si comes eso, sabes que te dolerá el estómago – murmuró el alfa en el marco de la puerta, no sorprendiendo a Taehyung, pues era más que consciente de su presencia.
— Por eso les pregunto si está bien que comamos una u otra cosa. Si me hacen cosquillas sé que están de acuerdo y si hacen ese movimiento que me presiona las costillas sé que es un rotundo no.
— Ahora eres tú quien busca una excusa, hablándoles para que se muevan – el alfa le dejó un beso en su cabello, el olor al shampoo y jabón invadieron la nariz del omega, quien hizo un puchero pronunciado al sentir esos aromas ajenos.
— Estoy disfrutando ahora, porque según Seokjin hyung cuando crezcan más dolerá cada que se muevan – Taehyung sintió un leve cosquilleo en su interior, algo que lo hizo reír mientras observaba los movimientos que hacían saltar su piel.
— ¿Qué sucede, de nuevo te hacen cosquillas?
— Sí, no entiendo cómo lo hacen, pero se siente extraño – pronto tuvo las manos de Jungkook acariciando su piel, para seguido sentir algunos besos que le provocaron más cosquillas, haciéndolo reír más. Su sonrisa se opacó un poco al ver el aspecto de su alfa –. Te ves muy bien hoy, estás demasiado guapo, harás que todos los asistentes omegas en esa junta suspiren enamorados de ti.
— Eso no importa, mi omega es mucho más hermoso que cualquier omega. Jamás podría ver a otra persona como veo a la otra mitad de mi alma – Jungkook colocó sus labios sobre el ombligo de su omega para dejar un sonoro beso, siendo recibido por movimientos pronunciados.
— Te vamos a extrañar demasiado – Taehyung abultó sus labios, viéndose totalmente adorable, demasiado para el débil corazón del alfa. Debía resistir el impulso de quedarse.
— Estarás fuera todo el día, ni siquiera notarás mi ausencia.
— Sí, lo haré – refunfuñó, quejándose un poco más alto. Echó la cabeza hacia atrás para intentar hacer una rabieta, pero el mal humor que quería mantener se vio interrumpido gracias a un beso en su barbilla, aun así, siguió adelante con lo que diría – ¿Quién me dirá que me veo bonito cuando coma en el almuerzo? ¿A quién le llamaré para que vea cómo se mueven los cachorros? Tener un alfa como tú no es fácil.
— ¿Un alfa como yo?
— Uno que es imperfectamente, perfecto. Si te quedas con nosotros no me quejaré cuando me robes mi postre.
Jungkook sonrió ampliamente, sintiendo el malestar de su omega, escuchando cada murmullo por parte de su lobo, anhelando que se quedase con ellos. Pidiendo que verdaderamente no se fuera. ¿Por qué no podía simplemente cancelar todo?, aún tenía sus manos sobre el vientre abultado, intentando convencerse de que aquellos movimientos no eran una especie de huelga para tratar de convencerlo.
— Tener un omega como tú tampoco es fácil si me pones esas caras y haces que nuestro pequeño eclipse lunar me provoque unas inmensas ganas de quedarme con ustedes.
— Entonces, ¿te quedas?
— No, mi sol, de verdad debo irme o Yoongi hyung vendrá por mí. Últimamente, parece que Jimin hyung lo tiene en una especie de abstinencia porque todo el tiempo está de mal humor, así que mejor no arriesguemos la puerta del apartamento – el omega sonrió divertido, recibiendo un beso fugaz en sus labios – cachorros quedan a cargo de su papi, prométanme que lo cuidaran y no le causaran muchas molestias – el alfa recibió una respuesta inmediata a su voz en forma de movimientos – y si sienten que está triste háganle más cosquillas para que sonría, porque así se mira mucho más hermoso.
— ¿A qué hora regresarás?
— Tarde, posiblemente – Taehyung se quejó un poco al saber que no vería a su alfa en todo el día.
— Esas son demasiadas horas, ¿me llamarás cuando estés libre?
— Por supuesto, aunque lo más seguro es que recibas mensajes.
— Okay – un beso fue dejado en sus labios abultados, sacándole una sonrisa pequeña.
— Te amo, mi sol. Diviértete en tu salida y recuerda si ocurre algo, no dudes en llamar – Jungkook repartió varios besos en su rostro y otros pocos en su vientre – cuiden a papi, cachorros, ustedes también avisen si algo raro sucede.
Taehyung escuchó la puerta principal siendo cerrada, eso le hizo suspirar un tanto nostálgico porque ya extrañaba a su alfa y ni siquiera había pasado dos minutos desde que salió del apartamento. Su lamentación no duró mucho tiempo, al sentir cierto burbujeo en su marca era una clara respuesta de su alfa para no sentirse solo o triste ante el repentino abandono.
No había sido abandonado, pero quién le explicaba eso a su lobo que solo buscaba refugio en su alfa porque se sentía sensible la mayoría del tiempo.
Su teléfono vibró, mostrando una notificación de un mensaje del grupo en donde se encontraban Jimin, Seokjin y Hani, todos mencionando que ya casi estaban listos para salir, pero al no obtener respuesta por parte de Taehyung, el tono de llamada grupal comenzó a sonar.
— Kim Taehyung, ¿Por qué no respondes ningún mensaje? Será mejor que me digas que fue por culpa de Jungkook y no porque ni siquiera estabas atento a lo que hablamos.
— Puede ser un poco.
— Tae, al menos dime que estás casi vestido para salir – suplicó Seokjin a través del altavoz de la llamada, Taehyung colocó el teléfono sobre su vientre mientras sonreía al ver los movimientos de este, haciendo que resbale el aparato – ¿tienes idea de lo difícil que es estar presentable teniendo una bebé exigiéndote comida cuando se supone que ya comió?
— Aún no sé qué es eso, hyung me faltan algunas semanas – el mayor no se detuvo para quejarse, aunque fue interrumpido por su bebé que al parecer exigía su atención –. Además, no sé qué ponerme porque no me dijeron lo que haremos.
— Cierto, tienes un punto a tu favor – murmuró Jimin. La risa de todos se escuchó tanto a través de la bocina del teléfono, así como los quejidos de Myeong que se asemejaban a pequeños gritos, como si el pequeño también se incluyera en la conversación – bien entonces necesito que vayas lo más cómodo posible.
— Taehyungie puedes usar el abrigo largo café junto con los pantalones nuevos que compraste la última vez que salimos – agregó Hani al saber lo indeciso que se sentía el omega actualmente con la ropa que utilizaba.
— Y el suéter amplio blanco – mencionó Jimin – Seokjin hyung pasará primero por nosotros para darte un poco de tiempo y luego tendremos el día completo para nosotros.
— Podemos hacer algunas compras de ropa y me pueden acompañar al salón – Hani se escuchaba emocionada al otro lado de la línea. La idea del salón le pareció muy tentadora, pues ahora su cabello necesitaba un poco de retoque.
— Okay me gusta la idea del salón.
— Perfecto, entonces nos vemos en unos minutos.
La llamada se cortó ni bien se escuchó una despedida corta, Taehyung se levantó entre movimientos lentos, sosteniéndose su vientre, suspirando un poco cansado, pues ahora le tomaba mucho más esfuerzo hacer cualquier cosa. El tener veintiocho semanas con dos cachorros en su interior comenzaba a ser notorio para su cuerpo y su vejiga lo sabía porque ni bien se sentó en una posición de loto, ambos bebés le presionaron la zona provocándole unas incontrolables ganas de ir al baño.
Sus métodos para ponerse de pie habían variado con el correr de los meses y ahora lo más fácil era colocarse en sus rodillas, sosteniéndose de uno de los muebles de la habitación hasta que con lentitud lograba colocarse de pie. En ocasiones perdía el equilibrio por el peso extra y era mucho más difícil cuando no se encontraba Jungkook para ayudarle.
Extrañaba tener una cama un poco alta en esos momentos, pues durante el tiempo que estuvieron en Daegu le era mucho más fácil arrastrarse sobre el colchón hasta la orilla para que sus pies tocaran el suelo. Le hacía mucho más fácil la misión de no terminar mojando sus pantalones, estar en una cama y no en el suelo. Quizá era momento de pensar en cambiar su colchón.
Sí, todo eso se replanteó en pensamientos profundos mientras terminaba de salir del baño y observaba a su alrededor, concluyendo que no tenían tanto espacio para muebles dentro de la habitación.
Sus pasos lentos lo llevaron hasta el closet para sacar su ropa, no iba a tomar un baño hasta la noche porque era el único momento que compartía con su alfa, ahora que tenía una licencia de embarazo, la habría tomado mucho después, pero al ser dos cachorros Seokjin lo convenció de que la mejor opción para él sería tomarla desde antes; razón por la que ahora toda su rutina se basaba en pintar, leer, hacer las compras de la casa por internet y esperar a que Jungkook llegara a casa para preparar la cena juntos, es decir mientras él cocinaba el alfa le estaría dando mimos y ayudándole.
Colocarse la ropa casi representó una victoria para él, los pantalones, sobre todo, pues ahora ya no podía ver muy bien hacia abajo porque todo lo que podía observar era su vientre y apenas la punta de los dedos de sus pies. Aplicó abundante crema hidratante para hacer que su piel no se irritara con el elástico y luego se colocó su suéter, el cual cubría perfectamente a sus cachorros.
Jungkook le había comprado unos nuevos pendientes, los cuales se colocó junto con el collar que le regaló Eunyeong, era joyería sencilla y discreta, tenía una cadena de oro con un dije de una perla, el cual combinaba perfectamente con los accesorios en sus orejas. No faltó el ponerse un poco de sombras café en los ojos y un bálsamo con sabor a fresas, el cual terminaría lamiendo constantemente, razón por la que su alfa compraba con sabores distintos.
— Me veo bonito, ¿verdad? ¿Están cómodos? Papá no estará con nosotros, así que tendremos que resistir – Taehyung dejó algunas caricias sobre su vientre, sonriéndole a su reflejo, gustándole lo que veía, excepto por una cosa, su cabello se veía bastante desaliñado. Sus cachorros no respondieron a su pregunta y tampoco a sus caricias –. Al parecer ustedes lo llevan muy bien, no se han movido desde que se fue. Por favor tengan piedad conmigo hoy, ¿sí? Trataré de no hacer mucho esfuerzo.
El timbre le advirtió que Jimin ya se encontraba en la puerta, lo sabía porque él siempre se encargaría de subir hasta su apartamento para asegurarse que nada le ocurriera en su camino hasta los elevadores. Ni bien abrió la puerta, fue rodeado en un abrazo cálido y un tanto quejumbroso. Jimin tomó el bolso del menor y enganchó sus brazos para comenzar a avanzar.
— ¿No te da miedo que sean los únicos en todo el nivel? Es decir, ahora que estás esperando a los cachorros es un poco preocupante no tener a quién recurrir.
— De hecho, hace dos semanas se mudaron al apartamento de enfrente, es una pareja de betas muy agradables.
— Eso significa que ya no puedes hacer tanto ruido por las noches.
— ¡Jimin-ah!
— Ya, no te enojes que los cachorros se asustan – ambos salieron del elevador dirigiéndose de inmediato a la salida –, hoy tendremos a los cachorros de Seokjin hyung y de Hani acompañándonos, así que espero nos tengan un poco de piedad y no se desesperen tan rápido.
— Pensé que Namjoon-ssi, se quedaría con Gyeong y Hobi hyung con Myeong.
— Pues este día no. Será nuestro primer día de omegas y cachorros, los cuales están dormidos profundamente y si no nos damos prisa despertaran – Jimin sonrió, ante el semblante que tenía el menor. Se veía muy bonito y abrazable con esa ropa amplia encima – sería mucho más fácil hacer que salgas a tiempo si viviéramos más cerca.
— Sabes, aún queda un apartamento libre, sería agradable tenerte de vecino, quizá si Jungkook le menciona a Yoongi-ssi sobre esto pueden incluso vivir juntos, tú y él.
— Creo que esos planes no son del todo convenientes en este momento – el menor ladeó la cabeza y Jimin le sonrió amplio – no te preocupes cachorro, yo siempre estaré contigo sin importar donde vivas. Además, Yoongi hyung y yo estamos pensando en vivir juntos en un futuro, pero como de momento ya hacemos eso, cuando nos quedamos en el apartamento del otro una mudanza no está en nuestros planes cercanos.
— Me agrada saber que ahora eres mucho más abierto con él, al menos pueden experimentar nuevas cosas sin forzarse.
— Así como tú con Jungkook, que están a un paso de nuevas experiencias – Taehyung le sonrió a Jimin, mientras acariciaba su vientre, al pensar que sus cachorros era a lo que se refería –. Por ahora concéntrate en hoy y que estarás un día rodeado de dos cachorros un tanto exigentes. Serás mi compañero para sobrevivir a esos dos bebés que parecen tener una fijación por mí.
Era una nueva experiencia y de cierta manera le dejaba saber a Taehyung lo que sería su vida después de que nacieran sus cachorros. Aunque debía admitir que compartir con todos le pareció la mejor experiencia de todas después de semanas alejado de su familia. El viaje en el auto fue demasiado tranquilo gracias a que ambos cachorros estaban dormidos y el recorrido que hicieron en todas las tiendas también fue de la misma manera.
Le parecía extraño que de pronto todos estuvieran tan enfocados en comprar cosas para él. Jimin había insistido en pasar a una joyería donde ni bien los vieron ingresar, fueron atendidos mostrándoles muchos diseños de collares, pulseras e incluso anillos. Le llamó la atención varias cosas, pero sobre todo hubo algo en especial, se trataba de una pulsera bastante delicada, la cual extrañamente tanto la vendedora como sus acompañantes insistieron en que debía llevarla.
Obviamente, no dejaron que él pagara, Seokjin lo había distraído con Gyeong mientras que Hani y Jimin terminaban de pagar. La pulsera era algo que había llamado su atención en una ocasión anterior cuando estuvieron de compras con Jungkook, el alfa le había insistido en que la compraran, mas el plan de esa tarde eran las cosas de sus cachorros y cuando terminaron, él se encontraba demasiado cansado y la tienda ya se hallaba cerrada.
— Deberíamos apresurarnos para llegar al salón, hice una cita para nosotros y debemos aprovechar que los cachorros están durmiendo – esta vez fue Hani quien los apresuró a salir de la tienda, algo muy extraño por parte de la omega.
Tanto Gyeong y Myeong se encontraban en sus carriolas profundamente dormidos, cada uno disfrutando de una siesta luego de comer un poco. Ambos padres estuvieron de acuerdo con Jimin cuando los hizo avanzar al ritmo de Taehyung, pero sin dejar de apresurarse para llegar hasta el salón, donde cada uno tenía una cita programada, incluso Taehyung, quien se vio un tanto abrumado por el trato excesivo hacia él.
— ¿Algo en particular que desees para esta ocasión? – mencionó la beta detrás de él, quien extrañamente fue casi fulminada con la mirada de los tres omegas acompañantes.
— Yo no sabía que también tendría una cita, solo dije que me gustaba la idea de ir al salón.
— Deberías retocarte el color – mencionó Seokjin a su lado, quien ya tenía una estilista detrás de él preparando un poco de tinte.
— O podrías cambiarlo – agregó Jimin alzando ambas cejas para insinuar algo de manera tentadora – un nuevo look para este día ordinario.
— ¿Cambiarlo? – cuestionó Taehyung, aún indeciso por no saber muy bien qué hacer con su cabello, ignorando el comentario de Jimin e incluso no poniendo atención ante los gestos que hizo el mayor.
— Que te parece teñirlo castaño o negro. Te veías demasiado tierno con esos colores Taehyungie.
— No, pasé mucho tiempo con esos colores me gustaría verme diferente, como cuando decidí ponerlo así – se señaló a sí mismo, abultando un poco sus labios porque sabía que el color ahora no estaba del todo bien y la raíz era más notoria.
— Entonces solo vuelve a pintarlo de rubio, me gusta cómo se te ve – acotó Seokjin quien comenzaba a tener el nuevo tinte en su cabello.
— Este color lo elegí porque quería sentirme más unido a mi lobo cuando... – Taehyung se interrumpió a sí mismo de su relato, pues estaba en público con una espectadora ajena a su círculo de amistad y el cambio de su cabello fue para su celo, el primero con su alfa –. Fue un capricho acordado.
— Entonces olvida el retoque, usa otro color. Uno que sea brillante y te haga ver totalmente diferente – Jimin se acercó a él, colocándose detrás de la estilista, mirando fijamente a través del reflejo y pensando qué color quedaría bien para causar la reacción que quería en cierto alfa – ya sé. Tae puedes exponer unos segundos tu lobo.
— ¿Uh? Para qué quieres algo así.
— Será unos segundos, un pequeño reflejo bastará – el menor abultó sus labios, no comprendiendo muy bien, pero lo hizo, mostrando el azul zafiro en sus ojos, obteniendo más de un jadeo de sorpresa por parte de las estilistas – ves ese color en sus ojos – mencionó Jimin hacia la beta que se encargaría del menor – has que su cabello sea lo más parecido a ese.
La chica asintió, aún sorprendida por el color de ojos del omega, el cual ya no podía ver porque había puesto en reposo a su lobo de nuevo. Sin embargo, eso no la detuvo de preparar el color de tinte para él.
Las horas en el salón eran mucho más divertidas, estando en compañía de omegas, de eso no le cabía duda a Taehyung quien no había dejado de reír con las conversaciones, sin dejar de ruborizarse cada que Jimin mencionaba algo sobre ciertos temas. El omega también había pedido un cambio totalmente drástico en su cabello rubio tiñéndolo de un tono rosa, Seokjin por su parte decidió dejarlo en un tono gris y Hani optó por un simple corte de cabello.
El teléfono de Taehyung vibró entre sus manos mientras terminaban de secarle el cabello de forma que estaba quedando más esponjoso y con un poco más de volumen. Su vista viajó hasta el aparato y la sonrisa que iluminó su rostro les hizo saber a los tres omegas que lo acompañaban, quién era el responsable de su actitud.
Alfa Conejito:
Te siento demasiado feliz, eso significa que te estás divirtiendo demasiado con tu nueva familia. Eso me hace sentir celoso porque no soy yo el responsable de tu sonrisa.
Alfa Conejito:
Solo espero que eso no signifique que no me estés extrañando porque yo te extraño como loco. Lo siento si me veo posesivo, pero no lo puedo evitar, no cuando te tengo tan lejos de mí.
Alfa Conejito:
No me basta con verte a través de una pantalla. Creo que debo cambiar la foto de bloqueo de mi teléfono, tendrás que dejarme tomar otra foto para poder seguir observándote a cualquier hora del día, al menos para no morirme de desesperación en tu ausencia.
— Diosa Luna, tu rostro combina con mi cabello de lo ruborizado que estás – se burló Jimin al notar como el color rosa coloreaba las mejillas del omega hasta casi llegar a un rojo intenso que subió a sus orejas.
Taehyung abrazó su abdomen al sentir el movimiento en su vientre, sabía que cada que se sentía así de feliz, sus cachorros siempre responderían moviéndose, provocándole cosquillas.
— Taehyung respóndele a tu alfa o se pondrá intenso – bromeó Seokjin al notar que el aparato estaba siendo firmemente sostenido en su mano.
Sus dedos teclearon una respuesta rápida, sus mejillas se sonrojaron aún más antes de darle al botón de enviar y otro poco más cuando por fin envió el mensaje, haciendo que las risas invadieran el lugar.
— ¿Qué le respondiste? – cuestionó Jimin, colocándose de pie luego de tantas horas sentado.
— Le dije que, me gustaría comer un poco de pollo para la cena.
— Eres un mal mentiroso, Taehyungie – contraatacó Hani sonriendo ampliamente cuando el omega no negó que había mentido.
— ¿Qué cosas indecentes hablan ustedes dos? Debe ser algo muy pervertido como para que no nos quieras decir. Kim Taehyung, pensé que teníamos confianza para ese tipo de cosas.
— Ya, basta. Harán que me avergüence y hablaba en serio cuando mencioné que quiero pollo para comer.
— Yo creo que a tu alfa le encantará tu nuevo look – le murmuró la estilista, en un tono bastante bajo como si fuera su confidente, pues sin querer había visto uno de los mensajes.
— Muchas gracias por todo en serio, me encantó lo que hiciste con mi cabello.
Las estilistas se colocaron en una fila, reverenciando ante los omegas y un poco más profundo frente a Taehyung, en muestra de respeto hacia ellos, el menor de los omegas, por supuesto que se ruborizó aún más al ver que hacían aquello. Aunque eso solo abrió paso para un tema de conversación que desvió la atención del tema de sus mensajes.
Por supuesto que no les iba a decir que había respondido de manera sugerente a su alfa, mencionando cosas como que podría tomar más que una foto de él y el que Jungkook respondiera algo como insinuando que si seguía así lo haría irlo a buscar donde sea que estuviera. Era un tema que no lo iba a comentar.
La alegría del grupo volvió cuando por fin le cumplieron el capricho al menor, quien sonreía satisfecho al poder saborear lo que tanto anhelaba, aunque no faltaron los comentarios que ahora tendría que pedir otra comida para la cena. El comentario había sido, con segundas intenciones, claramente.
— Siento que estoy en el medio de una batalla campal – murmuró Jimin al estar sentado en el medio de Hani y Seokjin, no lo mencionaba por los omegas, lo decía específicamente por ambos cachorros en brazos de sus padres que no dejaban de intentar tener su atención tomando entre sus pequeñas manos su camisa – a este paso me van a terminar rompiendo. No es así, pequeña exigente.
— No le metas tu dedo sucio en la boca a mi bebé – se quejó Seokjin al ver que Gyeong trataba de meterse a la boca el dedo de Jimin.
— Es ella quien no me suelta y tengo miedo que llore aquí o se queje como lo haces tú cuando no tienes lo que quieres – el mayor lo fulminó con una mirada mientras alejaba a su bebé entre sus brazos – ¡Auch! Hani creo que Myeong necesita que le cortes las uñas, me las está metiendo en el brazo.
— Apuesto que te quejas porque no es lo que quieres que te metan – se burló Seokjin sonriendo ampliamente al escuchar las quejas de Jimin, mientras las risas de Hani y Taehyung llenaban el resto del espacio.
— Lo siento Jimin, él solo hace eso cuando quiere algo o le gusta algo.
— Parece que cierto señorito será un alfa muy posesivo, ¿no es así? – arrulló Jimin acercándose al cachorro para hacerle muecas, obteniendo una risa con todo y encías, derritiendo a todos de ternura –. Y Gyeong no se queda atrás, puedo sentir su mirada sobre mí.
La pequeña que aún se encontraba en brazos del mayor mantenía su mirada fija en el omega frente a él, mientras tenía su chupón en la boca y fruncía un poco su ceño. Jimin se acercó a ella para frotar su nariz con la de la bebé quien se dejó hacer, satisfecha por obtener lo que quería, aunque eso solo provocara que cierto cachorro celoso demandara también la atención que se le había arrebatado.
— Lo ven, me terminaran volviendo loco si ambos piden mi atención ¿Por qué no lo tomas un momento tú Tae?
— No puedo Jiminie. Desde hace varias semanas a Myeong no le agrada cuando lo cargo o me acerco.
— Desde que los cachorros crecieron más, de hecho – agregó Hani a la conversación intentando calmar a su cachorro, quien se quedó callado al sentir que Taehyung le tomaba la mano.
— Solo me deja acercarme un poquito a él.
— Quizá los cachorros sean alfas – mencionó Seokjin recordando las veces que había ido con el pediatra para preguntar toda clase de cosas sobre los cachorros y sus jerarquías – ya sabes que dicen que los cachorros son muy intuitivos con las jerarquías.
— Dudo mucho que sean omegas, si esa teoría fuera verdadera, porque si fuera así Myeong no tendría problema con acercarse a Taehyungie.
— Puede que sean omega y alfa – Jimin se levantó de su asiento para colocarse al lado del menor, pidiendo permiso para frotar un poco el vientre abultado, el cual le fue concedido y así comenzó a dejar leves caricias –. Recuerden que sus padres son puros por jerarquías, tienen un 50% de posibilidad que sean uno y uno. Aunque no lo sabremos hasta que nazcan, quizá los cachorros se presenten mucho antes, ¿tú qué opinas Tae?
— Es posible, la doctora dijo que no debíamos asustarnos si los cachorros nacen exponiendo sus lobos cuando le preguntamos si eso sería una realidad. – confirmó Taehyung mientras metía una cucharada de helado a su boca –. Según el abuelo de Jungkook, él también mostró su jerarquía desde que nació.
— Entonces tendremos que hacer doble suposición desde ahora, aunque podemos ahorrarnos una de ellas – Jimin se veía demasiado emocionado, algo que les hizo reír a todos –, si no mal recuerdo Jungkook te llevó a un chequeo recientemente, ¿no es así? – el menor asintió ya conociendo lo que vendría a continuación – entonces, ¿nos dirás?
— Aún no sabemos qué serán los cachorros.
— ¿Qué? – fue una respuesta al unísono, entre sorprendida y con miradas confusas.
— A la doctora se le hizo imposible, incluso detuvo la ecografía porque comenzaron a moverse demasiado. Así que decidimos que no volveríamos a intentar ver si eran niños o niñas.
— Bueno, entonces tendremos que comprar ropa que sea unisex, ni tan femenino, ni tan masculino – murmuró Seokjin, reprendiendo con la mirada a Jimin quien intentó quejarse por lo que decía.
— Nosotros haremos eso, al menos para las primeras prendas de los cachorros. Jungkook prometió que después compraríamos el resto.
Como si Taehyung lo hubiese invocado con la simple mención del alfa, su teléfono comenzó a vibrar para notificarle de otro mensaje más de su alfa. Jamás esperó que cumpliera con su palabra sobre que se estaría comunicando con mensajes, ya que no podría llamarlo por la junta importante que estaba teniendo con los nuevos socios de la empresa.
Alfa Conejito:
Acaban de pedir el almuerzo y está horrible. El arroz no es como el de casa y la carne tiene un sabor extraño. No me gusta comer solo, me gustaría poder hacer videollamada contigo.
Alfa Conejito:
Espero que entre tanta diversión les haya quedado tiempo para comer un poco. Yo aún tengo hambre y no llevo a nuestros cachorros, así que no olvides comer.
Alfa Conejito:
Ya debo regresar, estos alfas parecen tener lo mismo que mi abuelo no conoce lo que es estar enamorado.
Mi sol y Mi Luna:
Acabo de terminar de comer, no te preocupes por la comida, en la cena prepararemos algo delicioso.
Mi sol y Mi Luna:
Deja de molestar a tu abuelo, tú me tienes a mí para darte amor. Además, tú también eras así de gruñón antes de conocerme, al menos eso es lo que dice Jiminie. Debería ganarme algo por lograr eso. ¿A qué se debe ese cambio en ti?
Alfa Conejito:
Es porque desde que te amo ya no siento ese frío en mi interior que me hacía congelar a todos a mi alrededor. Ahora dormir se ha vuelto una actividad favorita porque aun en sueños estás conmigo y al despertar puedo tenerte. El tiempo se ha vuelto relativo, haciendo que los meses se me conviertan en segundos y no importa que sea así mientras te tenga entre mis brazos.
Alfa Conejito:
Debo regresar al mundo frío en donde no estás tú para que me arrulles por la noche con tu risa y tus caricias. Te amo.
— Me parece que alguien anda muy romántico hoy – la voz de Hani lo sacó de su ensoñación, haciéndolo alzar la vista, teniendo tres miradas fijas con sonrisas un tanto cómplices, ¿se había perdido de algo?
— Tae estás todo sonrojado, me pregunto qué te habrá dicho Jungkook para que reacciones así.
— Ya.
— Bueno, dejemos de avergonzar a Taehyung, será mejor que sigamos con nuestro día – Seokjin se puso de pie ante la atenta mirada del menor, dejándolo desconcertado, pues no era un comportamiento normal en el mayor – tenemos que ir a comprar ropa.
— ¿Tenemos? – cuestionó divertido Taehyung sintiendo el cosquilleo a través de su lazo, era como sentir la misma sensación que le brindaban los besos de Jungkook en su rostro, distrayéndolo de las actitudes extrañas de sus amigos.
Quizá debía comenzar a sospechar que algo extraño estaba ocurriendo, porque de pronto las siguientes tiendas en donde entraron todos sabían qué ropa escoger, o cuáles accesorios debía usar. Incluso las chicas que estaban encargadas en una de las tiendas los hicieron pasar directamente hasta el lado de los vestidores llevándoles ropa exclusiva para Taehyung.
Las prendas iban desde ropa deportiva, hasta un poco más casuales, las cuales podría utilizar después de tener a sus cachorros. Seokjin incluso le había mencionado que no debía preocuparse por su cuerpo porque todo volvería a la normalidad después de unos meses.
Salió una última vez de los vestidores con el último conjunto con el cual se sentía un poco avergonzado, a decir verdad, jamás había usado algo como eso, claro que no le quitaba lo bonito de la ropa. Se observó por algunos segundos en el espejo de cuerpo completo mientras la mirada de tres omegas parecía un tanto sospechosas.
— Esto es un poco revelador, ¿no lo creen?
— No, te ves muy lindo con eso, Taehyungie – murmuró Hani con una enorme sonrisa en su rostro mientras mecía un poco a Myeong quien no dejaba de observarlo con su chupón en la boca.
— A mi gusto te ves muy sexy – agregó Jimin, arreglando un poco la camisa que llevaba puesta el menor, era blanca, un poco larga con cuello en V y gracias a su vientre hacía que el escote se viera un poco más provocador.
— Estoy embarazado Jiminie, no puedo verme sexy de esta manera.
— A mis ojos te miras muy bien, de hecho, te tengo envidia porque estás demasiado hermoso con el embarazo. Admito que te envidio porque eres de esos que escogimos para el proyecto de primavera-verano. Embarazados que se ven jodidamente bien – Seokjin sonrió satisfecho al ver el sonrojo en el menor mientras mordía un poco su labio –. Es más, si tú hubieras estado embarazado en ese momento, hubieses sido el único modelo de ese proyecto junto a mí.
— Hyung, no menciones eso. Es vergonzoso
— Sabes a quién más le parecerás irresistible con esta ropa – Jimin alzó ambas cejas, logrando que el rubor en el rostro del menor se incrementara hasta hacerlo cubrirse con sus manos – no cubras tu cuerpo, solo mírate al espejo. Lo dejarás más bobo de lo que ya se comporta frente a ti.
— Pero ni siquiera sé en qué momento podría usar algo como esto.
— Puedes utilizarlo esta noche – aportó Hani, quien observó a sus cómplices de ese día teniendo el mismo semblante sonriente y emocionado.
— Jungkook llegará hasta tarde hoy, Hani.
— Da igual tú espéralo en la cama con esto puesto e incluso puede ser sin los pantalones y si le quieres hacer más fácil el trabajo sin ropa interior.
— ¡Jimin! – reprendieron los tres omegas, quienes no dejaron de ver a todos lados esperando que nadie más que ellos hayan escuchado lo que había mencionado.
— No haré eso.
— A Tae le gusta que Jungkook le quite la ropa. Okay ya comprendí.
Se iba a terminar muriendo de vergüenza si el omega seguía con ese tipo de comentarios. Negó lentamente y amagó regresar a los vestidores para cambiarse, mas Jimin lo tomó del brazo para evitar que se quitara la ropa, ignorando incluso cuando Taehyung le mencionó que debía colocarse su propia ropa. Le impresionó el ver que tanto su bolso como lo que traía puesto ya se encontraba en las carriolas de los cachorros.
— ¿Qué está ocurriendo? Han estado muy raros desde que salimos del restaurante.
— No está pasando nada, solo estamos dándote un empujo para que uses esta ropa hoy.
— Jiminie, de verdad no me siento cómodo, no siento que me vea – Taehyung interrumpió sus quejas al ser tomado de sus mejillas al punto de evitarle seguir hablando, teniendo frente a él a Jimin con su ceño fruncido.
— Iremos a pagar – anunció Hani, saliendo del campo visual de los omegas, obteniendo un asentimiento por parte de Jimin.
— Tae escucha lo que te diré. El hecho de estar embarazado no significa que no te veas deslumbrante con un conjunto como este, ¿de acuerdo? – el menor asintió aun sin poder pronunciar palabra alguna –. A tu alfa lo vuelves loco, incluso si solo te ve con una camisa y ropa interior, imagínate cuando te vea con esto lo vas a calentar más que el sol.
Los quejidos de Taehyung se combinaron con una pequeña risa al sentirse avergonzado por lo que mencionaba, aunque debía admitir que le hacía ilusión que Jungkook lo halagara al verlo así. No se sentía del todo seguro de la camisa que llevaba puesta debido a que ahora sus pechos comenzaban a hincharse un poco, cosa que solo significaba que podría alimentar a sus cachorros y el escote, lo único que hacía era revelar esa parte tan íntima para él en esos momentos.
— De acuerdo, supongo que sí me gustaría ver a Jungkook emocionado por verme usando algo como esto.
— Esa es la actitud. Así que ahora que casi hemos terminado con nuestro día iremos a que te maquillen un poco y cuando veas a ese alfa le demostraras lo hermoso que te ves – sus ojos se aguaron sin intención de llorar, pero le era imposible emocionarse y no sentir que lloraría. Tontas hormonas –. Cuando veas a Jungkook lo dejarás sin palabras de lo hermoso que te ves.
— Okay.
En el auto se podía olfatear el nerviosismo del menor, había olvidado su incomodidad por la ropa que llevaba puesta, estaba ansioso de solo pensar que podría llegar a casa antes que su alfa y planear algo para recibirlo después de un día agotador de trabajo. Sin embargo, algo más se agregaba a la lista de comportamientos extraños del día, el camino que suponía debía ser hacia su apartamento no era el que estaban tomando en ese preciso instante.
— ¿A dónde vamos?
— Iremos a un lugar, especial, al cual Jungkook nos pidió que te lleváramos – murmuró Jimin desde el asiento del copiloto.
— ¿Jungkook? – Taehyung revisó sus últimos mensajes y no había nada en ellos desde la tarde –. No me dijo nada.
— Taehyungie, ¿no conoces el significado de sorpresa? Además, no te preocupes porque nuestros alfas también estarán ahí.
— Es como una cena en familia – agregó Seokjin a la conversación mientras se cubría un poco más a él y su bebé para alimentarla de manera más cómoda.
— ¿Hobi hyung también estará ahí? – la interrogante de Taehyung fue respondida de inmediato por Hani quien asintió con una bonita sonrisa en su rostro mientras murmuraba a su cachorro que irían a ver a su papá.
La mano de Taehyung viajó hasta su vientre al sentir un pequeño empujón contra su piel como si sus cachorros también estuvieran, haciéndose notar al mencionar el nombre de su padre alfa. Sí, ellos también irían con su padre y por lo que escuchaba de las indicaciones que daba Jimin al piloto no faltaba mucho para llegar a su encuentro.
Diosa, lo había extrañado muchísimo durante todo el día, no es que no le agradara la compañía de sus amigos, pero llevaba demasiadas horas separado de su alfa y Taehyung solo quería acurrucarse en sus brazos.
El auto dio una última vuelta hasta llegar a una zona bastante particular, estaba llena de casas elegantes, con enormes jardines muy parecido al lugar donde vivía Seokjin. Se perdió tanto en el recorrido que no se dio cuenta el momento en el que ingresaron a una casa después que las puertas se abrieron, dando paso a un espacio iluminado por pequeñas luces.
A cada lado se podía observar una enorme área con césped recién podado y frente a él una casa, no tan grande ni tan pequeña. El auto se detuvo frente a la entrada del lugar y la puerta del lado de Taehyung se abrió, el nerviosismo que lo había invadido se esfumó al poder percibir el cosquilleo, tirones y un llamado silencioso en su interior. Su alfa lo estaba esperando en ese lugar, ni siquiera necesitó la ayuda de Namjoon para bajar.
— Por fin llegan, sabes lo difícil que fue mantener a la bestia controlada – se quejó Yoongi recibiendo a su omega en brazos, suspirando gustoso con el beso del cual fue víctima.
— Disculpa la tardanza alfa, prometo que tendremos una buena velada después de esto – la mirada del alfa fue todo menos lo que habría esperado el omega después de decir aquella insinuación – ¿Qué?
— ¿Qué te hiciste en el cabello?
El menor se rio, al escuchar la discusión de la pareja sobre el nuevo color en el pelo de Jimin, sin embargo, el buen humor no duró mucho porque podía ver a Seokjin con Namjoon en su burbuja de amor y Hani con Hoseok no se quedaban atrás, pero ¿Dónde estaba su alfa? Él podía percibirlo, sabía que estaba cerca, mas el no verlo le provocó un poco de tristeza.
— ¿Qué hacemos en una casa? ¿Es aquí donde cenaremos?
— Nosotros no cenaremos aquí, solo tú y Jungkook – el menor no comprendió lo que Hoseok le mencionaba, se veía demasiado sonriente, lo cual era muy extraño – por nuestra parte hemos terminado e iremos a cenar con nuestros omegas y cachorros.
— Mientras que tú tienes a alguien esperando en el interior – murmuró Namjoon tomando en brazos a su cachorrita para darle un descanso a su padre omega.
Se sentía confundido por lo que todos mencionaban, incluso no pudo salir de su estado de nerviosismo cuando todos lo alentaron a ingresar al interior de la casa. Abrió lentamente la puerta y el aroma de su alfa se combinaba con el de los pétalos de rosas, las luces eran tenues acompañando la luz de las velas. Extrañamente, el lugar estaba vació, mas lo único que le distraía de todo era el llamado de su alfa.
Su vista viajó hasta la mesa pequeña que estaba adornada con muchos arreglos florales y lo que se llevó su atención completamente fue ver a su alfa de pie, con un ramo de tulipanes rojos, sonriendo ampliamente dando pasos elegantes hasta llegar a su encuentro, el cual no se demoró porque ambos se apresuraron a llegar hasta el otro.
Jungkook lo detalló desde el sutil maquillaje, el conjunto tan provocador que estaba utilizando y el color del cabello, era azul, tan parecido como los ojos de su omega. Taehyung tampoco se quedó atrás al observar a su alfa, estaba vestido con una camisa blanca, tenía dos botones fuera, lo cual le dejaba a la vista un poco de su piel, unos pantalones oscuros, el cabello con un peinado de lado que dejaba libre su frente y como toque final se había enrollado las mangas de la camisa dejando ver sus tatuajes.
— Te ves... Diosa, ni siquiera estoy seguro de que exista una palabra que haga justicia a lo hermoso que te ves – Jungkook incluso había olvidado lo que verdaderamente diría al tener a su omega frente a él, quizá no debió desconfiar de Jimin cuando le mencionó que lo haría ver despampanante.
— ¿No me veo mal con esta ropa? – se sentía tímido al tener la mirada hambrienta del alfa sobre él.
— Me encanta como te queda esa ropa – Jungkook le tomó la mano para besarle el dorso de esta, inclinándose un poco, se aclaró la garganta y se metió en el papel que debía mostrar desde un inicio – por favor recibe este humilde detalle de mi parte.
Taehyung tomó el ramo de tulipanes que contenía una pequeña nota, la cual abrió de inmediato bajo la atenta mirada de su alfa. Esta vez no había una frase romántica, solo estaba una palabra, la cual leyó en voz baja para luego alzar una ceja viendo a Jungkook, esperando una respuesta, el alfa comprendió la pregunta silenciosa, animándolo a decirlo en voz alta.
"Pregúntame"
— Sabías que tu alfa es muy inteligente cuando se lo propone.
— Es el alfa más inteligente que conozco.
— Pero también puedo ser muy romántico.
— Siempre lo eres.
— Si juntas eso obtienes algo cursi combinado con un poco de conocimientos – Taehyung sonrió, sintiendo que el calor de las velas no era lo único que lo estaba haciendo sentirse así – verás normalmente siempre escojo las rosas o las peonias para regalarte porque me parecen adecuadas para el día a día, pero esta vez quise darte algo diferente, algo que te he dado en pocas ocasiones.
— Tulipanes rojos.
— Los escogí esta vez porque los tulipanes rojos significan amor eterno y eso es lo que tú eres para mí. Quería que lo supieras.
— ¿En un día ordinario como hoy?
— Jamás será ordinario teniéndote a mi lado.
— ¿Qué hice para merecerte?
— No, amor ¿Qué hice yo para encontrarte y que la luna te hiciera mi destinado?
El alfa se acercó lentamente hasta él, acunando su rostro para luego besarlo con parsimonia, tan delicado, tan íntimo que todo se sentía como en una danza perfecta de unificación. El ambiente, las flores, las velas, ellos dos entregándose entre besos profundos que les hacían suspirar y el sentirse plenos completamente al lado del otro, creaban la atmósfera perfecta. Taehyung dejó de lado sus dudas sobre la casa, el preguntar qué hacían ahí porque no existía absolutamente nada más en su cabeza que no fuera lo enamorado y embriagado que se sentía en aquel instante.
— Ahora qué te parece si cenamos y me cuentas qué tal fue tu día.
— ¿Hiciste todo esto solo para cenar?
— ¿Me crees capaz de hacer algo así por otro motivo?
— Jungkook.
— No te diré hasta que termines de decir cómo estuvo tu día y terminemos la cena.
— ¿Eso incluye explicarme dónde estamos? – el alfa presionó los labios en muestra de su silencio, cosa que divirtió demasiado a Taehyung –. Es muy bonita, tu abuelo mencionó que nuestra próxima casa debía tener mucho espacio...
— Por favor no menciones al abuelo ahora. Harás que me ponga celoso.
Jungkook hizo un puchero exagerado con sus labios, intentando ocultar lo molesto que se sentía aún con el alfa mayor al saber que casi revela el secreto sobre la casa. Diosa incluso se atrevió a darle muchos libros de botánica y mencionar que podría hacer muchas cosas en su nuevo jardín, ¿Por qué le quería arruinar así esa sorpresa? Sus divagaciones sobre su abuelo se interrumpieron al tener cálidas manos en su rostro junto con un beso que terminó en una leve mordida en su labio.
— Tonto, tú eres mi alfa. Mi otra mitad. El padre de mis cachorros – Taehyung le tomó una mano para que percibiera el movimiento en su vientre abultado, sacándole una sonrisa a Jungkook – nuestros. Jamás podría compartir eso con nadie más.
— Ustedes son todo mi universo, por eso mismo quise hacer algo especial.
— ¿Hoy?
— Sí.
— ¿Sin razón aparente?
— Sin segundas intenciones, lo prometo. Solo una cena romántica con mi familia en un lugar tranquilo – Taehyung entrecerró sus ojos intentando convencer a su alfa de una u otra manera, parecía que ese día nada saldría de sus labios –. Conozco esa cara y no ganarás esta vez. No te diré nada.
El alfa sabía cómo distraerlo, pues durante la cena cada que intentaba mirar más allá de su lugar Jungkook se encargaba de besarle la mejilla, haciendo que sus ojos no dejaran de mirarlo, si intentaba hacer que se perdiera en esa mirada donde siempre descubría nuevas galaxias lo estaba logrando definitivamente.
Taehyung pudo percibir cierta emoción extraña a través de su lazo, sabía que no le pertenecía, pues él se encontraba demasiado tranquilo como para sentirse ansioso. La cena lo había hecho sentir somnoliento y su alfa lo notó de inmediato, por eso mismo le extrañó el verlo levantarse de pronto, colocándose a su lado, extendiendo sus manos para ayudarlo a ponerse de pie.
— La cena ha terminado, ¿quieres saber dónde estamos y por qué te traje aquí?
— ¿Tienes una sorpresa para mí?
— Dime, ¿notaste algo extraño en el comportamiento de tus amigos?
— Sí, todo el día se comportaron extraños, pasamos por muchas tiendas, pero no buscamos nada, era como si todo... – Taehyung se detuvo a pensar sus palabras, notando el semblante de su alfa, tenía una sonrisa amplia y eso le hizo entrecerrar los ojos – tú tuviste algo que ver, ¿no es así?
— Espero que mis regalos hayan sido de tu agrado.
— Lo sabía, incluso las chicas de las tiendas eran demasiado obvias que algo sucedía. Entonces, ¿todo fueron regalos?
— Admito que sí fui a cada tienda para apartar ciertas cosas, como la pulsera que te gustó, aparté el espacio en la tienda de ropa para que no estuviera nadie más que ustedes y le dejé mi tarjeta a Jimin hyung para que se hiciera cargo de pagar por todo.
— ¿Hiciste todo eso por mí? – el alfa asintió, satisfecho con la reacción de su omega – ¿y esta casa también es parte de tus regalos?
El alfa alzó ambas cejas, con una enorme sonrisa, mientras entrelazaba sus dedos con los de su omega, haciéndolo caminar por el espacio vacío amplio que mostraba un enorme ventanal con salida al jardín iluminado. Jungkook se posicionó detrás de él, abrazando su vientre, sosteniéndolo, liberando un poco del peso de los cachorros, haciendo que Taehyung suspirara aliviado.
— Amor, recuerdas que mi abuelo comentó sobre lo pequeño que era nuestro apartamento.
— Dijo que era tan pequeño que si llegáramos a querer tener una mascota tendría que ser un hámster.
— Pues, ¿Qué te parece este lugar? Es bastante amplio, pero no tan grande como para ser una enorme mansión – murmuró el alfa en su oído mientras Taehyung veía hacia todas partes imaginándose el espacio lleno con sus cosas – el ventanal da directo al jardín y el atardecer se ve hermoso, hace que los colores naranjas se filtren muy bonito.
— Debe ser hermoso.
— Para mí sería hermoso verte pintar algún cuadro inspirándote en esos colores.
— Me encantaría algo así.
— Si lo aceptas es todo tuyo, mi luna – Taehyung ladeo lo suficiente la cabeza para poder ver a Jungkook, quien le brindó un beso en su sien.
— ¿A qué te refieres?
— Esta es nuestra nueva casa, amor.
Taehyung se soltó el agarre de su alfa, viendo hacia todas partes del lugar vacío, llenándose de una emoción incontrolable que comenzó hacer que su corazón retumbara en su pecho. ¿Esa casa tan bonita era para él?
— ¿Nuestra?
— Sí, mi luna.
— Tú, ¿compraste una casa?
— Técnicamente nos la regalaron. Mis padres le pidieron a mi abuelo que con los pocos ahorros que tenían, en el momento que me casara o formara una familia, me comprara una casa en su nombre, así que esto es de parte de ellos. ¿Te gusta?
— Jungkookie, es hermosa.
— Quieres ver una de las partes que considero será tu favorita.
El omega asintió frenéticamente, aún maravillado, con la noticia que todo ese espacio sería para ellos, para formar su propia familia, la cual ya estaba pronta a ser. Recorrieron una de las alas de la casa con el eco de sus voces golpeando las paredes vacías hasta que llegaron a la última habitación del fondo, era bastante amplia y tenía una puerta corrediza de vidrio que también tenía una vista hacia el jardín.
— Esta será tu habitación creativa. No quise agregar nada porque preferí que la volvieras tu propio espacio como en el apartamento, tú solo dime lo que harás y pondremos manos a la obra.
— Me encanta.
Jungkook se separó un poco de él murmurando las ideas que tenía para llenar el espacio, desde donde podrían colocar sus caballetes, hasta dónde sería el mejor espacio para su colección de cámaras. El omega no podía dejar de sonreír y solo atinó a asentir cuando su alfa le mencionó que le mostraría otros tres espacios, los cuales quedaban en la segunda planta de la casa.
Al llegar arriba, en la segunda planta, se encontró con un enorme espacio donde Jungkook le mencionó que sería más como su sala familiar, un espacio privado y el cual se encargaría él mismo de mantener con sofás cómodos si alguna vez le hacía dormir fuera de la habitación. Entre risas se asomaron a una de las habitaciones, era bastante amplia, con una ventana grande por la cual la luz de la luna era la única que se colaba entre reflejos pequeños.
— Esta será la habitación de los cachorros, al menos mientras sean pequeños, pienso que lo mejor será que compartan, ya que son tan inseparables.
— Cuando crezcan necesitaran su propio espacio.
— Por eso tenemos otras dos habitaciones extra, ellos decidirán en qué momento se separarán.
— ¿Dos? ¿Por qué hay tantas habitaciones? – cuestionó divertido el omega mientras su alfa dejaba un tierno beso en su frente.
— Porque espero podamos tener muchos más cachorros.
— Ya serán dos.
— Se sentirán solos, mi luna – el omega negó divertido, pero con el corazón lleno de emociones, pues, aunque en ese preciso instante no estaba en sus planes traer al mundo más cachorros, por supuesto que lo podría llegar a considerar –. Ahora he dejado la mejor parte para el final.
De nuevo salieron hacia el pasillo, el cual era bastante amplio, cruzando hasta el final de este, la puerta de la última habitación se abrió frente a él, encontrando una habitación enorme, con una cama muy parecida a la que tuvieron en Daegu, el ventanal tenía una pequeña salida, las pequeñas mesas de noche eran de madera oscura y al pie de la cama se hallaba un banco alto.
— Esta es nuestra habitación – Jungkook lo vio avanzar hasta la cama, tocando las sábanas blancas con delicadeza – el abuelo dijo que debías tener una cama de verdad porque no le agradó la idea que durmiéramos en un colchón. Creo que no comprendió que lo hacíamos por decisión propia. Sé que estas semanas han sido difíciles para ti, así que decidí comprar una igual a la de Daegu, así cuando tengamos a los cachorros no nos faltará espacio en la cama. ¿Qué te parece?
— Es perfecta, justo esta mañana estaba pensando en que debíamos tener una.
— Aquí podemos empezar nuestra nueva vida. Este es solo nuestro nuevo inicio.
— Te amo Jungkook, esto es totalmente perfecto. Yo no sé qué decir, esta casa... Aquí podremos vivir juntos en familia. Tus padres le dejaron un hermoso regalo a nuestros... – Taehyung apenas lograba articular palabra alguna, se giró una vez más para observar todo a su alrededor, extrañándole el no obtener respuesta de su alfa –. Jungkook ¿pasa algo?
El alfa se acercó lentamente hasta Taehyung, entre pasos dudosos, sintiendo que el aire en la habitación de pronto comenzaba a ser escaso o quizá se trataban de sus pulmones ansiando más oxígeno para no desmayarse justo ahí. Jungkook le tomó la mano a su omega, dejando un beso largo en el nudillo del anular para finalmente alzar la vista sin soltar su mano.
— Tae... – el alfa tragó pesado, sintiéndose más nervioso al tener la mirada de Taehyung sobre él, a la expectativa de lo que diría –. Desde pequeño fui educado por mis padres para ser diferente a lo que se esperaba de mí, entender que no importaba la jerarquía con la que nací, mi esencia debía ser diferente a los estándares, estaba bien ser diferente. Conforme crecí y al perderlos se me educó muy distinto diciendo que estamos hechos de carne y hueso, que debía olvidar mi pasado.
Hizo una breve pausa para recomponerse a sí mismo porque el momento estaba por llegar, y no quería arruinarlo de cierta manera, volviéndolo menos especial.
— Me sentí muy contrariado porque no comprendía dónde había quedado todo eso que no es visible a nuestros ojos. ¿Qué pasaba con los sentimientos que comenzaba a guardar y ocultar? Mi mente tenía opiniones diferentes porque mi pasado me decía que debía cuidar de esos sentimientos y mi nueva educación decía que eso no era de un alfa de mi jerarquía, pero decidí hacerle caso a mi corazón, al amor que recibí de mis padres.
— Ellos estarían muy orgullosos de ti, Jungkookie.
— Por eso mismo ahora quiero que tú seas el único dueño de todas estas emociones – Jungkook se inclinó lo suficiente como para ponerse sobre una de sus rodillas, sacando una pequeña caja de terciopelo negro, era bastante delicada y pronto la presencia de ese objeto les hizo comenzar a sentir que les faltaba el aire una vez dejó a la vista su contenido – Kim Taehyung, ¿me dejarías ser tu compañero de vida? Prometo que los besos no te faltarán ni en público ni a escondidas, te tomaré de la mano para gritarle al mundo que te amo y abrazaré a mis peores miedos porque sé que estarás conmigo para enfrentarlos, así como yo estaré para enfrentar los tuyos. Entonces, ¿aceptas ser mi amor eterno?
La vista se le había puesto nublada, un tanto borrosa debido a todas las lágrimas que se le acumulaban y caían con gracia por sus mejillas, sus ojos iban de la caja a Jungkook, su cuerpo tembló entre sollozos y el nudo en su garganta no le permitió decir palabra alguna. Comenzó a asentir frenéticamente para dar una respuesta a esos ojos llenos de estrellas que esperaban ansiosos por una respuesta de su parte y pudo ver la sonrisa más preciosa en el rostro de Jungkook cuando a través de su lazó se comunicaron.
Sí.
No hicieron falta más palabras cuando ambos ya conocían la respuesta, Taehyung recibió gustoso los labios de su alfa y con ellos el pequeño aro se deslizó sobre su dedo anular dejando adornada su mano con la preciosa piedra. No se trataba de un diamante, era una piedra diferente, pues esta parecía ser entre morada y azul, dependiendo del reflejo de la luz se veía un tono más rojizo. Rodeando la piedra se encontraban unos pequeños diamantes que le daban el toque final, haciendo parecer que se trataba de una flor.
— Sé que tardé en darte el anillo, pero quería que el momento fuera especial. No es un diamante – murmuró Jungkook al ver que su omega no dejaba de observar el anillo – la piedra es una Alejandrita, es una piedra cambiante. Según lo que dijeron en la joyería es "esmeralda de día y rubí de noche", pero también la conocen como la piedra de la transformación, por su maravillosa propiedad de cambiar de color dependiendo de la luz. A veces se puede ver verde azulada o incluso morada por la combinación de colores.
— Me gusta que sea cambiante.
— No la elegí por eso, lo hice por su significado y lo bien que se adapta a ti, a mí, a nosotros – el alfa delineó las facciones contrarias con delicados toques haciendo que el omega sonriera y buscara más contacto – es porque ambos llegamos a transformar la vida del otro y la llenamos de distintos colores combinados.
Jungkook le acunó el rostro para seguir repartiendo besos incontables en su rostro, mientras que el omega intentaba aferrarse al cuerpo de su alfa.
— Dicen que las almas destinadas están unidas con un listón rojo, atado en el meñique de nuestras manos, yo creo que nuestro vínculo es mucho más especial que un simple listón – murmuró Jungkook al tomar en brazos a su omega quien se aferró a su cuello para no caer, aunque el alfa lo único que buscaba era subirlo a la cama –. Este lazo que nosotros formamos es mucho más fuerte, más que cualquier raíz profunda, incluso más perseverante que todas esas semillas que sobreviven a través de las estaciones.
— Es porque nuestra semilla está formada de amor puro – susurró el omega, colocándose de lado sobre la superficie blanda, dándole espacio a Jungkook para recostarse a su lado y así por fin dejar caricias en su rostro – tú plantaste esta semilla en mi alma que ahora crece y florece.
— ¿Te refieres a nuestros cachorros?
— Tonto, me refiero a lo nuestro, es una semilla demasiado fuerte.
— Una que se va a nutrir del alma más pura y que siempre la hará florecer.
El calor de ambos los envolvió en una burbuja reconfortante, tanto así que se limitaron a simplemente observarse, embriagándose entre caricias y esencias. Jungkook se acercó para darle un beso esquimal para luego regalarle un roce dulce en los labios.
— Te amo, Jeon Taehyung.
— Te amo, alfa – murmuró apenas, su voz siendo tan baja al estar siendo vencido por el sueño. El día había sido bastante cargado y agotador, lo cual su cuerpo comenzó a reclamárselo.
— ¿Te sientes bien?
— Solo estoy cansado – un largo bostezo le siguió a eso y aunque no era su colchón en el cual sus esencias combinadas lo hacían adormecer, el cansancio estaba haciendo de las suyas para arrullarlo hasta hacerlo cerrar sus ojos – ¿podemos quedamos aquí? Al menos por esta noche, no creo poder estar más tiempo despierto.
— Es nuestra casa, amor, por supuesto que podemos – Taehyung sonrió aún con los ojos cerrados, frotando su mejilla contra la almohada como siempre lo hacía antes de acomodarse para caer en un sueño profundo.
— ¿Cuándo podremos mudarnos a nuestra casa?
— Solo dilo y se hará – Jungkook hizo silencio esperando una respuesta de su lindo omega, sabía que no faltaba mucho para que el sueño le ganara – podría ser la próxima semana. El contrato de renta se vence en mi cumpleaños, así que podemos empezar con la mudanza antes de eso.
— ¿Por qué se termina en tu cumpleaños? ¿Cuándo es?
— Lo hice así porque sabía que se me olvidaría la renovación si no lo hacía en una fecha que todos me recordaran. Mi cumpleaños pasó a ser el recordatorio de un contrato y no una celebración.
Jungkook se quedó en silencio de nuevo, notando que la respiración de su omega era pausada, signo claro de que se había quedado profundamente dormido. Se incorporó lentamente para no despertarlo, cubriéndolo con un cobertor que hurtó de su propio apartamento, lo había hecho porque su intuición le dijo que terminarían en esa situación. Taehyung ronroneó contento entre sueños al percibir sus esencias.
— Primero de septiembre, mi luna. El día que mi madre me trajo a este mundo donde la Diosa Luna había decidido que estaba destinado a encontrarte una vez más.
Una vez se aseguró que su lindo omega estaba bien arropado, bajó a la primera planta para apagar todas las velas del lugar. Su noche había salido más que perfecta, ahora se sentía mucho más feliz al saber que tres alfas tendrían que pagar una apuesta para ayudarle en su mudanza.
La visión de su sala le hizo tener un sentimiento de nostalgia al verla un poco vacía de muebles, pero al mismo tiempo llena de cajas fue algo digno de provocarle el malestar que estaba percibiendo. Con delicadeza dejó caricias en su abultado vientre donde aún estaban descansando sus cachorros, al menos ellos podían dormir un poco porque él no logró hacerlo en toda la noche.
Sus pies estaban en contacto con el frío del suelo, aún estaba bastante oscuro, pero el tener tantos pensamientos rondando en su cabeza no le permitían volver a dormir. Encendió las luces de la cocina, sintiéndose irritado al no estar acostumbrado a la brillante luz. El reloj en su teléfono le indicaba que eran las cuatro y media de la mañana, apenas habían pasado tres horas desde la última vez que trató de dormir, el peso de ambos cachorros comenzaba a ser molesto al impedirle moverse, cada vez que se sentía incómodo.
Girarse para su costado involucraba demasiado esfuerzo físico el cual le hacía doler la espalda, Jungkook en muchas ocasiones se despertaba junto a él y le ayudaba, mas esa misma noche no sería justo para su alfa el despertarlo, solo porque no podía girarse o se sentía incómodo.
La tarde anterior comenzaron a empacar algunas de las cosas que llevarían a su nuevo hogar, intentó ayudar en más de una ocasión, pero su alfa lo hacía quedarse sentado todo el tiempo, mientras que Namjoon, Yoongi y Hoseok se encargaban de sacar los objetos grandes.
Terminaron tan tarde que él no pudo hacer lo que tenía planificado, su alfa casi cayó desmayado en su colchón ni bien puso la cabeza sobre la almohada a la una de la mañana. Intentó salir de la cama muchas veces, pero Jungkook siempre conseguía abrazarlo antes y para su pesar logró despertarlo en dos ocasiones, así que ahí estaba recién liberado de los brazos de su sobre protector alfa, rogando para que no lo descubriera.
— Hoy es el cumpleaños de papá – susurró, dejando una caricia en su vientre hinchado, el cual no se había movido desde el día anterior, eso comenzaba a preocuparle – pueden emocionarse, aunque sea un poco. ¿Hola? ¿Cachorros?
Nada, ni un movimiento o cosquillas en su interior, eso le provocó un puchero abultado en sus labios al ser ¿ignorado? Quizá solo estaban asustados por sentir tantos aromas ajenos, aunque no era la primera vez que estaba entre los cuatro alfas. ¿Estaban molestos con Jungkook y por eso no se movían?
— No estén molestos con su padre, se ha esforzado mucho para que nuestra casa esté lista para nosotros – aún nada, era como cuando no podían sentirlos, se había acostumbrado tanto a sus movimientos que ahora se le hacía extraño, tanta calma – de acuerdo, cuando despierte les prometo que lo tendrán de nuevo, ¿Okay? Le diré que necesitan atención. Ahora intentaremos hacer un pastel especial para él.
Tomó la Tablet que Jungkook utilizaba últimamente para revisar pendientes del trabajo y que él utilizaba para en ocasiones colocar música, mas ahora debía hacer silencio. Buscó una receta para hacer un pastel de cumpleaños a su amado alfa y con el mayor de los cuidados comenzó a sacar los moldes e ingredientes que necesitaría. La tarea más difícil fue saber cómo funcionaba el horno eléctrico, el cual estaba como nuevo porque nunca lo usaban.
Una vez tuvo la mezcla en el horno comenzó a preparar las frutas que irían encima, claro que no pudo evitar comerse algunas fresas y uno que otro trozo de melocotón, no podía evitar tener hambre. La crema que pretendía preparar para cubrir el pastel se le estropeó en dos ocasiones y casi se larga a llorar, la segunda vez cuando pensó que se había terminado el azúcar, afortunadamente aún había un paquete, el cual empleó casi todo.
El bizcocho estuvo listo una vez la alarma sonó y casi grita de felicidad cuando notó que se veía perfecto, con la superficie dorada y no quemada. Lo llevó hasta el refrigerador para esperar que enfriara, casi regocijándose en su victoria porque no había sido descubierto.
— Amor, ¿Qué haces? – la voz de Jungkook lo sobresaltó. Por suerte ya había terminado de limpiar todo el desastre en la cocina y notar que su alfa aún estaba frotando sus ojos le dejaba claro que no había visto nada –. Es muy temprano para que estés fuera de la cama, ¿tenías hambre?
— Sí, tenía mucha hambre y no quería despertarte – Taehyung le rodeó el cuello, comenzando a besarlo en su rostro, obteniendo besos torpes – vamos de regreso a la cama.
— Huele a vainilla y harina – su alfa podía parecer un sabueso rastreador cuando olfateaba las cosas, en especial la comida.
— Hice hot-cakes – Taehyung se excusó, sintiéndose nervioso, expulsando un poco de su esencia para cubrir cualquier otro olor, dejando un beso fugaz en los labios de su alfa.
— Sabes a fresas, tú no comes eso con los hot-cakes – Jungkook se separó un poco del cuerpo de su omega, mirando alrededor con su ceño fruncido. Todo estaba limpio, los olores de la comida estaban opacados por los productos de limpieza, el alfa observó con detenimiento a su omega esperando una respuesta, mas lo único que encontró fue nerviosismo y restos de polvo blanco en su rostro – tienes harina en la mejilla.
— Ya, vamos a la habitación, tienes que dormir un poco más.
— ¿Por qué?
Taehyung no respondió y entre pasos torpes, algunos cuantos empujones, hizo que Jungkook atravesara el pasillo hasta llegar a la habitación, donde el alfa fue el primero en dejarse caer sobre el colchón para recibir en brazos al omega. Era tan difícil ahora el poder acostarse que debía ser Jungkook quien le ayudara a sostener su vientre mientras lentamente caía en su regazo hasta quedar a horcajadas sobre él.
— No estoy muy pesado.
— Un poco – un leve gruñido le fue dado con esa mención, incluso fue empujado hasta caer hacia atrás, notando al omega de brazos cruzados sin hacer el intento de bajarse o quizá no podía – ¿te ayudo a bajar?
— No, me quedaré aquí hasta que te duermas de nuevo. Quizá así sientes un poco lo que yo al dormir.
La risa del alfa no se hizo esperar y sus manos llegaron hasta el vientre abultado del omega para comenzar a repartir caricias sobre la tersa piel. El cuerpo de Taehyung se relajó al sentir el calor de las caricias por debajo de su camisa de pijama y disfrutó cada segundo hasta que recordó que los cachorros no se habían movido desde el día anterior.
— ¿Pasa algo? – cuestionó el alfa al notar el leve sobresalto.
— No se han movido.
— Lo dices como algo bueno o como algo malo.
— Lo digo porque es extraño, no lo hicieron desde ayer. Me estoy preocupando.
Con parsimonia, Jungkook ayudó a Taehyung para que se sentara directamente el colchón, mientras que él se acomodó con rapidez frente al vientre, desabotonando la camisa del pijama para tener contacto directo con la piel.
— ¿Cachorros? Buenos días – murmuró contra el ombligo del omega, causándole cosquillas – su papi pregunta si todo está bien ahí dentro – nada ni una leve patada – vamos bebés, no asusten así a su papi. ¿Luna? ¿Sol? Por favor, papá los extraña mucho.
— Ves, no se mueven y no sé si eso es normal o está pasando algo.
— ¿Desde cuándo no se mueven?
— Ayer en la mañana, cuando Namjoon-ssi, Yoongi-ssi y Hobi hyung vinieron. Creo que están molestos contigo porque no estuviste lo suficiente con ellos.
— Lo siento mi pequeño eclipse lunar, papá estuvo muy ocupado – Jungkook se frotó un poco más en el vientre, presionando un poquito más – papá les dará mimos y prepara comida para ustedes – el alfa fue levemente empujado después de mencionar aquello, Taehyung dio un pequeño quejido ante el repentino movimiento, pero se sintió mucho más tranquilo ante la respuesta – esos son mis cachorros.
Repartió unos últimos besos, haciendo que Taehyung riera tan fuerte que incluso su misma risa y movimiento provocaron que los cachorros se pusieran aún más inquietos, haciendo que se quejara un poco. Jungkook se encargó de besar sus abultados labios para consolarlo, robándose cada beso que el omega no esperaba recibir hasta que por fin se puso de pie bajo la atenta mirada de Taehyung.
— ¿A dónde vas?
— Tomaré una ducha rápida porque debemos seguir empacando nuestras cosas, saldré para firmar el final del contrato y la extensión del tiempo para mudarnos. Luego, ustedes y yo nos encargaremos de dejar todo listo para mañana.
Jungkook salió de la habitación, apresurándose para ir al baño. Taehyung suspiró un tanto cansado y se negó a acompañarle con la excusa de que hacía demasiado frío. El alfa trató de convencerlo desde el marco de la puerta con ojitos de cachorro, mas fue imposible, Taehyung no cedería a esos ataques, mucho menos si eso involucraba tener un tiempo para preparar el pastel.
Ni siquiera le pidió ayuda a su alfa para ponerse de pie, era todo un experto en su nueva técnica al colocarse primero sobre sus rodillas y lentamente ponerse de pie, sosteniendo su vientre para no caer sobre él o perder el equilibrio. Sus pasos fueron los más rápidos que pudo dar hasta llegar a la cocina y sacar las cosas del refrigerador.
A su gusto no lo había hecho para nada mal, la crema estaba repartida por todas partes y las frutas estaban perfectamente colocadas; a la decoración se le unieron dos velas con los números dos y siete, era el primer cumpleaños que celebraría para su alfa y aunque no pudo comprar algo bonito como regalo sí se esmeró en hacer algo especial para él.
Dentro de la habitación de ambos, un muy confundido alfa se llevó la sorpresa de no encontrar a su omega donde lo había dejado minutos atrás. Con su ceño fruncido y la toalla alrededor de su cadera miró alrededor de todo el espacio como si así fuera a encontrarlo.
— ¿Tae?
— Estoy en mi habitación empacando mis cosas – la voz a través del pasillo lo tranquilizó, por lo que decidió que se apresuraría a cambiarse para evitar que hiciera esfuerzos – Jungkookie, ¿has visto mi cámara de video? No la encuentro.
— Ahora salgo y la buscamos juntos.
Quizá sí debía apresurarse en ponerse algo de ropa porque dicha cámara estaba resguardada entre sus cajones porque la había tomado para estar filmando a los cachorros moviéndose mientras su lindo omega dormía. Esperaba poder hacer algo con todos los videos que tomó durante esas semanas, pero tal parecía que había sido descubierto.
Una playera negra amplia junto con unos deportivos fueron la elección del día y pronto tomó la cámara entre sus manos, encendiéndola, llevándola consigo al baño. Se enfocó a sí mismo frente al espejo, sonriendo y haciendo un poco de Zoom, jugando un poco con el enfoque hasta reírse por lo tonto que se veía haciendo eso.
— Muy bien cachorros, creo que su papi ya me descubrió y no podré seguirlos grabando a escondidas. Iremos juntos para grabar el momento en el que nos regañe, será nuestra primera travesura donde nos descubren.
El alfa salió de la habitación, grabando un poco del espacio, explicando que se estaban mudando a la nueva casa y por eso veían todo el desorden. Se acercó hasta llegar a la puerta de la habitación frente a la suya, abriéndola lentamente, encontrándose algo que no esperaba, incluso lo hizo bajar la cámara y apagarla.
Taehyung se hallaba sentado en el suelo en una posición de loto con su hinchado vientre sosteniendo un pequeño pastel con unas velas encendidas. Ni bien notó que Jungkook ingresaba a la habitación, comenzó a murmurar la canción de feliz cumpleaños, sin dejar de ver a su alfa, quien no dijo palabra alguna hasta que terminó de cantar.
— ¿Amor? ¿Qué es esto?
— Feliz cumpleaños, Jungkookie – sonrió ampliamente ignorando el hecho que el alfa tenía la cámara de video que él quería utilizar para ese momento – es una sorpresa para ti.
Jungkook se hincó frente a él, totalmente mudo por lo que veía, se sentía demasiado feliz porque su cumpleaños había dejado de ser importante desde hacía unos años y el hecho de tener estos detalles le hicieron derretirse de amor. Se acercó a Taehyung para intentar rodearlo en un abrazo que amenazó con estropear el pastel que aún seguía posado encima del vientre del omega.
— Espera arruinaras el pastel que te hice y el regalo que te tengo.
— ¿Tú lo hiciste?
— Sí, quería que tu día fuera especial. No es mucho porque no pude salir y preparar algo más elaborado, pero... – sus palabras que quedaron atascadas en su garganta al ver los ojos de su alfa aguándose, una de sus manos viajó hasta el rostro rosado de Jungkook para evitar su llanto – Jungkookie no llores.
— Gracias – susurró, buscando con sus labios la mano de su omega, besándola sin parar, repitiendo una y otra vez lo agradecido que se sentía – Gracias. Gracias. Es lo mejor que he recibido en un cumpleaños.
— Apaga las velas antes que embarren la fruta – el alfa sopló y se tomó un tiempo para pedir su deseo, obteniendo una caricia más en su rostro –. Feliz cumpleaños, mi amor. ¿Quieres saber cuál es tu regalo?
Jungkook asintió feliz, aun sorbiendo su nariz y tomando el pastel entre sus manos para alejarlo de su alcance, al menos para no arruinarlo. Taehyung comenzó a desabotonar su camisa, logrando que el alfa alzara una ceja.
— ¿Acaso tu cuerpo es mi regalo?
— No, ese no es tu regalo – sonrió divertido, terminando de quitar los botones, abriendo por completo la camisa para dejar a la vista el moño rojo junto con unas palabras, un tanto torpes, pero que lograron sacarle una enorme sonrisa.
Regalo horneándose: 89%
— Definitivamente, es el regalo que más espero. No veo la hora para que estén con nosotros.
— Falta muy poco – ronroneó en el oído del alfa al verse envuelto en un abrazo lleno de besos y caricias – por cierto, ¿Qué hacías con mi cámara?
— Es un secreto que te mostraré cuando nazcan los cachorros.
Su brazo comenzaba a cansarse de estar tanto tiempo extendido hacia el frente, no podía evitar reír al escuchar la discusión que tenían los dos omegas frente a él, mencionando todo lo que pensaban respecto al objeto que se robaba su atención. Incluso los postres, el té y el café que estaba en la mesa enfrente de ellos pasó a segundo plano en el momento en el que decidieron volcar toda su atención en la joya brillante.
— Cuando Jungkook lo escogió me pareció una pésima idea, pero ahora que lo veo se mira bellísimo, ¿no lo crees hyung? – cuestionó Jimin sin dejar de ver la joya que cambiaba por la luz.
— Es una piedra muy llamativa, a decir verdad.
— Valió la pena todas esas veces que acompañé a Jungkook a cada joyería hasta que se decidió por diseñar él mismo el anillo. Casi te quedas sin alfa en más de una ocasión porque es demasiado odioso e indeciso, pero supongo que todo tuvo su recompensa, aunque sea extraña.
— Jungkook quería que destacara para ser un poco diferente a los convencionales, me gusta mucho, aunque aún no me acostumbro a usarlo todo el tiempo.
Taehyung extendió de nuevo su mano frente a él, teniendo de nuevo a dos omegas curiosos observando el anillo que adornaba su mano. Aún estaban ensimismados en observar los colores de la piedra cuando el llanto de dos cachorros los interrumpió, era un tanto difícil que ambos bebés mantuvieran la calma y el provocador de todo traía por nombre Park Jimin.
Myeong y Gyeong parecían tener cierta fascinación por el aroma de Jimin y este solo lo fomentaba al dejar alguna prenda o bien impregnar un poco de su aroma en sus mantas para mantenerlos relajados, aunque siempre terminarían llorando porque el contrario terminara robando aquello que les dejaba el omega. Ahora no les quedaba dudas que ambos cachorros podrían llegar a presentarse como alfas al ser tan territoriales no solo con sus padres, sino también con cierto omega en particular.
En ocasiones Gyeong era más fácil de controlar, pues también encontraba un poco de interés en Taehyung, lo cual les daba oportunidad que Jimin le diera atención a Myeong mientras la inquieta bebé Kim se distraía con el menor de los omegas.
— Eres un cachorro muy consentido, solo buscas que te preste atención a ti y lo conseguirás si me sigues haciendo esa carita – Jimin sostuvo a Myeong entre sus brazos, haciendo que el cachorro de inmediato buscara su cuello para olfatearlo, mientras que una de sus manos estiraba su suéter hacia abajo. Tenía hambre, era más que claro –. Por favor espera, Hani ya regresará.
— ¿Qué ocurrió? – la voz de Hani les hizo regresar la mirada, incluso a su cachorro que de inmediato buscó ser cargado por ella –. De nuevo estás celando a tu tío Jimin, cachorro travieso. Para ti no habrá omegas hasta que seas un hermoso hombre.
— Creo que a este paso Yoongi tendrá que pelear con un cachorro por su omega – se burló Seokjin, sosteniendo a su hija, intentando que esta se distrajera lo suficiente con Taehyung, quien le hacía muecas graciosas.
— Pues supongo que es el efecto con el que debo cargar – Jimin siguió jugando con Myeong quien estaba muy entretenido sonriendo cada vez que el omega le intentaba hacer cosquillas – que puedo decir, soy irresistible incluso para los cachorros. Tendrá que aceptarlo si piensa seguir a mi lado.
— ¿Han pensado en algo como casarse? Se ve que Yoongi-ssi te ama muchísimo – agregó Hani con una enorme sonrisa al ver lo divertido que estaba su cachorro con las muecas que hacía Jimin frente a él.
— Nos mudaremos juntos muy pronto o al menos eso es lo que planeamos, queremos convivir el uno con el otro antes de pensar en casarnos. No estamos seguros de cuándo hacerlo porque nos sentimos cómodos cada uno con su espacio. Supongo que no tardaremos en decidirnos.
— ¿Y formar una familia? – cuestionó Seokjin un tanto curioso ante la apertura del menor al mencionar su vida privada.
— Nada de eso hyung, tanto Yoongi como yo tenemos trabajos demasiado demandantes, de momento estamos bien solo nosotros dos – Jimin alzó la vista un tanto ansioso esperando encontrar miradas juzgonas, pero lo único que obtuvo fue sonrisas y semblantes comprensivos – espero que no les moleste que sea el tío consentidor.
— Bueno, de alguna manera tienes que sustituir tu instinto con los cachorros. Seguirás siendo el foco de atención de tus sobrinos – Taehyung frotó en leves caricias su vientre para luego meterse a la boca el último bocado de pastel – ya tienes cuatro y no sabemos cuántos más serán en un futuro.
— No, no, no. Habla por ti Kim Taehyung, yo no pienso volver a pasar por lo mismo una segunda vez.
Seokjin abrazó a su hija, llenándola de besos, murmurando palabras que ella sería la más consentida y única. Por supuesto que en ese instante no podía mencionar el querer más hijos, aún estaba acostumbrándose a la vida como padre primerizo con su bebé, no existían presiones de buscar otro más.
— Hani ¿Qué me dices tú? Han hablado con Hoseok sobre tener un cachorro que sea de ambos.
— Myeong es de ambos, Jimin – susurró Hani, provocando que el omega frente a él comenzara un discurso de disculpas infinitas, sin embargo, ella le sonrió divertida al verlo tan asustado con aquello – no tienes que sentirte mal. Es solo que, desde que Myeong estaba en mi vientre creó un vínculo con Hoseok, él es su padre, sin importar que no haya sido concebido con su ayuda, ¿comprendes?
— El cachorro de Hani generó un lazo con el alfa que sintió más adecuado para superar el proceso de romper un lazo con el antiguo alfa de ella. Les aseguro que sin Hobi hyung no habría sido posible que Myeong naciera.
— Es un buen alfa y no dudo que seguirá siendo un excelente padre para Myeong y sus posibles hermanos, aunque aún no estamos del todo seguros de querer más cachorros por ahora.
Todos hicieron silencio, no uno incómodo, mas sí fue uno en el que se ensimismaron todos al mismo tiempo pensando sobre sus futuros. Taehyung aún tenía mucho que pensar con la mudanza a su nueva casa, su compromiso, el inminente nacimiento de ambos cachorros, todo lo hacía sentirse ansioso y eso fue algo que notaron de inmediato todos a su alrededor, pues su aroma ahora era su mayor delator ante sus estados de ánimo.
— Bueno, no estamos aquí para deprimirnos. Estamos celebrando el compromiso de mi TaeTae con Jungkook – Jimin rompió el silencio en el cual se habían enfrascado llamando la atención del menor.
— Cierto, ¿ya tienen pensado una fecha o el tiempo en el que harán la boda? – habló emocionada Hani –. Tienes a tres personas más que ansioso por ayudar.
— No lo hemos hablado, apenas nos comprometimos, pero me gustaría que fuera después de que nazcan los cachorros, al menos para entonces ya estaremos un poco acostumbrados a ellos.
— Y nos dará tiempo para que vuelvas a tener una figura espectacular.
— ¡Jimin! – le reprendieron al mismo tiempo Hani y Seokjin por lo que estaba insinuando.
— Está bien, me agrada la idea de poder hacer la boda cuando me vuelva a sentir yo mismo.
El brillo peculiar en los ojos de sus tres amigos le hizo saber que tendría a los tres planificando todos los aspectos de su boda, sin importar todo el tiempo que llevara. Realmente le agradaba saber que estaba por casarse y su experiencia sería totalmente diferente, pues todos discutían aspectos como escoger un lugar exclusivo, las decoraciones, la comida, los trajes e incluso la vestimenta de los cachorros.
Todo era muy diferente a su primera boda, pues esta fue en un pequeño despacho donde sus padres firmaron el acta de matrimonio, casi se desmaya en el lugar cuando le anunciaron que ahora le pertenecía a Kang Doyung y la sonrisa que tuvo este en su rostro fue escalofriante.
— Mira Tae, es una boutique de trajes hechos a la medida – Jimin lo haló de su brazo totalmente emocionado, señalando la tienda donde se veía algunos diseños muy elegantes, sacándolo de sus oscuros recuerdos.
— Deberíamos entrar Taehyungie, para escoger un diseño o comenzar a apartar el espacio.
— ¿No es un poco precipitado?
— Para una boda se necesita tiempo Taehyung. Además, puedes escoger un diseño ahora y cuando nazcan los cachorros podemos comenzar con los talles – Seokjin le sonrió con una mirada cómplice dirigida hacia Hani y Jimin – el salón puedes escoger uno que sea de la cadena de hoteles y así tendremos más poder sobre los detalles
— Estás volviendo a ser el de siempre, hyung, buscando tener el control de todo – se quejó Jimin al notar que el mayor comenzaba a tener esas actitudes. Seokjin solo se encogió de hombros, restándole importancia, haciendo sonreír a los menores –. Pero hyung tiene razón TaeTae, debemos empezar y el traje es lo principal, sobre todo ahora que tendrás a los cachorros debes apartar tu espacio.
— De acuerdo, supongo que podemos entrar a ver algunos diseños – murmuró un poco convencido por el argumento y otro poco por las miradas de sus amigos.
Estaba de más decir que ni bien entraron a la tienda, fueron atendidos con una enorme sonrisa; todas las encargadas del lugar se dirigieron directamente a Jimin, le reconocían de las distintas campañas de modelaje, Taehyung tampoco pasó desapercibido, aunque sí fue menos tomado en cuenta.
— ¿Buscaban algo en especial?
— Sí, estamos buscando un estilo elegante para un traje exclusivo para una boda – Seokjin y Hani se sentían entusiasmados al ver todo en esa tienda y Jimin no se quedó atrás.
— Tenemos muchos de esos diseños.
— Perfecto, entonces, ¿Qué les parece si los tres buscamos un estilo que nos guste y se lo traemos aquí a Tae? Así no hará más esfuerzos.
— ¿Por qué no lo buscas tú Jimin-ah? Eres el que más relacionado con esto de la moda – sugirió el mayor mientras intentaba calmar a su inquieta bebé, sabiendo muy bien lo que estaba pidiendo –. Necesito alimentar a Gyeong. Hani podría quedarse con Tae haciéndole compañía.
— De hecho, yo también iré contigo Seokjin, será mejor para ambos si logramos alimentar a los cachorros y hacer que duerman para el resto de la tarde – Seokjin no se sentía del todo cómodo con la idea de dejar solo al menor, pues conocía a Jimin y este se distraería tanto que posiblemente olvidaría que Taehyung estaba en el mismo lugar.
— No me gustaría dejar solo a Taehyung con Jimin – el mencionado se señaló a sí mismo con una ceja enarcada y un tanto indignado –, enloquecerás con todo en la tienda y te olvidarás de él.
— Eso no es cierto. Prometo cuidar de nuestro bello Tae, estará bien conmigo.
— Taehyungie, ¿tú qué dices?
— Puedo cuidarme solo mientras ustedes no están. Además, me quedaré aquí mismo.
— Tenemos un área especial en la que puede esperar al novio, mientras escogen los diseños – agregó la encargada de la tienda, recibiendo un ceño fruncido por parte del mayor de los omegas.
Taehyung los convenció con unas cuantas palabras más para que ambos cumplieran con sus cachorros, casi se niegan, pero los pequeños sollozos comenzaban a alertar que el esperar no sería una opción para ellos. Hani y Seokjin se retiraron con la promesa de volver lo más rápido posible y haciéndole prometer al menor que llamaría ante cualquier molestia.
Dentro de la tienda, el menor tomó asiento en un acolchonado sofá bastante elegante donde se relajó, quedándose a solas y enviando uno que otro mensaje a Jungkook. Tomó unas cuantas fotografías del lugar para mencionarle a su alfa en donde se encontraba, sonriendo ampliamente ante cada respuesta que enviaba el alfa.
Pronto se sintió aburrido, así que con lentitud se colocó de pie, caminando hacia unos percheros donde algunos trajes estaban en exhibición, llamándole la atención uno en particular, no precisamente para él, mas bien imaginando a su alfa en él. Casi podía verlo en aquel elegante Tuxedo negro, quizá con una flor roja como único detalle de color.
— ¿Le gustaría que ese diseño se incluyera para la prueba de su amigo? – la voz de una de las encargadas lo sorprendió, se sintió un tanto desconcertado al no percibirla antes –. Él parece muy emocionado por su boda, usted debe ser muy cercano, ¿cierto?
— Somos muy buenos amigos – Taehyung murmuró su respuesta con su ceño fruncido, ¿acaso le estaba mencionando que quien se iba a casar era Jimin? La mujer tomó el traje entre sus manos, colocándolo en un perchero por aparte.
— Aquí vienen muchos novios con sus mejores amigos para escoger sus trajes, será un honor para nosotros el que alguien como él lleve uno de nuestros diseños para su boda.
— De hecho, este diseño me gustaría para mi alfa. La boda es mía, no de mi amigo.
— Oh.
¿Qué significaba eso? El rostro de la mujer frente a él prácticamente se contorsionó en una mueca un tanto difícil de descifrar, lo observaba con su ceño fruncido e incluso dio algunas vueltas alrededor de él, haciéndolo sentir incómodo cuando se detuvo en detallar su vientre.
— Se casará estando, ¿así? – la falta de respuesta de Taehyung le hizo asumir que posiblemente sí – manejamos muy pocos diseños para embarazados, aunque para estos casos lo mejor es ocultar el vientre. Con usted eso sería un poco difícil, ¿Cuánto tiempo tiene?
— ¿Disculpe?
— Si el vientre crece más, será imposible ocultar que está embarazado, por supuesto que, tomando en cuenta el tamaño a simple vista puedo deducir que está casi a término, ¿será una boda exprés? Podemos recomendarle una tienda que alquila trajes para eventos así.
Los ojos de Taehyung se iluminaron en azul al sentirse intimidado por aquella mujer que insinuaba ¿Qué era eso que estaba diciendo? Ni siquiera comprendía lo que mencionaba, ¿acaso por estar embarazado no tenía derecho a casarse?
— Mi embarazo no es algo que interrumpa mis planes para casarme con el alfa que amo. Y usted no debería importarle algo como eso si lo que pretende es vender sus costosos diseños.
— Señor, lo que dije fue una sugerencia...
— Sugerencia que yo no pedí en ningún momento – Taehyung sentía que la respiración se le cortaba, seguido sintió una leve molestia en su vientre, cosa que lo hizo quejarse bajo. La mujer intentó acercarse a él, pero no pudo avanzar un paso más al ver que los ojos azules del omega seguían brillando con mayor intensidad y ahora eran amenazadores – No. Aléjese de mí.
— Por favor cálmese, solo quiero ayudar.
— No necesito su ayuda. Yo solo... – estaba asustado, se sentía solo y su lobo lo hizo sentir ansioso. Joder, se sentía verdaderamente incómodo por el pequeño dolor que lo hizo abrazarse más a su vientre.
Taehyung se enderezó como buenamente pudo, inhalando profundo, intentando buscar con la mirada a Jimin, mas al no encontrarlo decidió salir de la tienda de inmediato, caminado lo más rápido que podía, alejando a todos a su alrededor con solo oler su desesperación. Divisó una pequeña banca donde podría tomar asiento, sacando de su bolso su teléfono, pero ni bien buscó el número de Seokjin la voz de Jimin llegó a sus oídos.
— Taehyung, ¿Qué sucedió? En la tienda dijeron que saliste porque te sentías mal, ¿los cachorros están bien? ¿Quieres que llamemos a Jungkook?
— Jiminie – sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras sus labios se abultaron intentando contener el temblor de estos. Pronto tuvo al omega abrazándolo para brindarle consuelo – quiero irme a casa.
— No podemos hacer eso Tae, si te sientes mal debemos ir al hospital.
— Solo quiero ir a casa, por favor.
— Hey, tranquilo – Jimin lo tomó del rostro notando el color en sus iris, se veía demasiado alterado. Quitó todas las lágrimas que rodaban por las mejillas regordetas, sin comprender lo que ocurría – necesito que me expliques lo que ocurrió ahí adentro.
— Estaba esperando por ti y una de las encargadas comenzó a decir cosas...
— ¿Cosas?
— Opinó sobre mi embarazo... me sentí mal y no quise seguir ahí – Jimin gruñó, sintiéndose molesto por lo alterado que estaba el menor, él sabía muy bien que Taehyung no se pondría así por un simple comentario, así que intentó regresar a la tienda para aclarar cierto tema a su manera, pero fue detenido por un agarre fuerte en su muñeca – por favor Jiminie, solo quiero ir a casa. Necesito ir.
— ¿Sientes alguna molestia ahora? ¿Te duele algo? – el menor negó, mientras intentaba relajarse con lo que su alfa estaba haciendo a través de su lazo –. De acuerdo, llamaré a hyung y nos iremos de aquí.
El viaje de regreso a su casa fue bastante silencioso e incómodo, pues, aunque sus amigos intentaron saber lo que ocurrió, él solo se negaba a hablarlo, repitiendo una y otra vez que solo necesitaba ir a su casa. Tanto Seokjin como Hani conocían ese ruego proveniente del lobo del menor, que solo quería refugiarse en la esencia de su alfa. Jimin dejó a los mayores en sus respectivas casas, dejando de último al menor, quien seguía abrazándose a sí mismo.
El control de la puerta les dio acceso para ingresar en el auto, el cual cabe resaltar que era la camioneta nueva de Jungkook, ya que al alfa se le había asignado un chofer personal, no utilizaba su auto durante la semana de trabajo. Jimin aparcó en total silencio, sintiéndose culpable por la situación que Taehyung se negaba a comentar, ambos bajaron sin mediar palabra alguna. La casa aún estaba un poco vacía, pero a diferencia de las primeras veces que estuvo ahí ahora podía llamarlo un hogar, uno que estaban formando Jungkook junto a Taehyung.
— ¿Quieres que te prepare un té?
— No – susurró, intentando quitarse el abrigo en la entrada, sintiéndose totalmente torpe al no lograrlo y mucho más cuando tuvo a Jimin ayudándole. Sus zapatillas también fueron colocadas en la zapatera de la entrada, quedando descalzo sin hacer esfuerzo.
— Me puedo quedar hasta que llegue Jungkook, sé que no tardará en venir.
— No es necesario Jiminie, pero sí necesito irme a mi habitación – sus pasos fueron lentos hasta llegar a la escalera, suspirando pesado al ver el tramo largo de estas.
— Yo te ayudo a subir – el menor lo miró con sus ojos brillantes y su labio abultado tembló intentando contener su llanto – vamos, debes estar exhausto. Prometo que me iré después de dejarte en tu habitación.
Ambos se encaminaron hacia la segunda planta, el mayor se sentía ansioso al no saber si Taehyung tenía su nido preparado o si estaría reacio a que alguien más lo viera, pero para su sorpresa al abrir la puerta solo se encontró con una enorme cama, con sábanas pulcras y un ambiente iluminado en naranjas gracias a los últimos rayos de luz.
Jimin le ayudó a subir a la cama y lo cubrió con una manta con la que ni bien estuvo cubierto, el omega suspiró sintiéndose más tranquilo. Taehyung tomó la almohada de su alfa para olfatearla, acurrucándose lo más que podía en su sitio, buscando eso que le ayudaría a calmar su inquieto sentir.
Ni siquiera escuchó cuando Jimin se despidió de él, cosa que dejó al mayor un tanto preocupado y no se quedaría así, tampoco se iría, esperaría a Jungkook, sacó su teléfono una vez estuvo en la cocina y colocó un mensaje rápido en el chat del alfa, sabía que no tendría respuesta más que tenerlo ahí mismo en menos tiempo.
Había pasado media hora desde que llegó cuando escuchó un auto deteniéndose, junto con el estruendoso sonido de una puerta cerrándose, para seguido ver la puerta principal abriéndose.
— Hyung ¿Qué pasó? ¿Dónde está Tae? ¿Los cachorros están bien? – Jungkook veía hacia todas partes de la casa desesperado porque no obtenía respuesta de su omega a través del lazo.
— Jungkook-ah relájate.
— ¡Cómo quieres que me relaje si enviaste un maldito Tae 911!
— Deja de gritarme alfa de cuarta impulsivo, asustarás a Tae.
— ¿Dónde está? – Jimin llegó en unos cuantos pasos hacia él, tomándolo de la camisa, empuñando con toda su fuerza.
— Escúchame, antes de que subas, ¿quieres? – el alfa estaba en una encrucijada entre escuchar y subir corriendo las escaleras, mas decidió que lo mejor sería saber lo que ocurrió –. Tae se sintió mal cuando estábamos... bueno, no es importante. El punto es que parece que recibió comentarios hirientes sobre su embarazo y eso le hizo sentirse así. No quiso hablar con nosotros y solo pidió regresar. Trata de ser paciente con él porque su lobo ha estado todo el tiempo expuesto...
— De acuerdo, creo que comprendo – Jungkook llevó su cabello hacia atrás intentando calmarse antes de subir – gracias por todo hyung. Le dije al chofer que esperara afuera, puedes usarlo para ir a casa. Yo me encargo de Taehyung.
— Avísame si pasa algo ¿Okay?
Jimin suspiró rendido al no recibir una respuesta como tal, pues ni bien lo liberó de su agarre, el alfa subió los escalones de dos en dos, llegando aún más rápido al frente de su habitación. Su instinto le decía que atravesara la puerta de una buena vez, pero su razón le hizo detenerse, tocando unas cuantas veces, sin obtener respuesta.
Apenas abrió la puerta, asomándose lentamente para ver el interior, logró olfatear cierta mezcla de olores. Su vista paseó por todo el espacio, encontrando las puertas del closet abiertas de par en par, y en su cama, en el medio de un enorme nido perfectamente armado con las prendas de ambos, se encontraba su precioso omega, debajo de una manta, temblando un poco.
— ¿Mi amor?
— Jungkookie – Taehyung salió de su refugio esperando no estar alucinando la voz de su alfa encontrándolo a unos cuantos pasos de la puerta. Sus ojos se aguaron aún más al ver que por fin tendría a su alfa cerca y ni bien estiró sus brazos hacia él, Jungkook prácticamente corrió en su encuentro subiéndose de inmediato al nido, abrazándolo para consolarlo – alfa.
— Oh, mi precioso ¿Qué sucede? – murmuró Jungkook al tenerlo aferrado a su cuerpo, apenas se había acomodado en el centro del nido y ya lo tenía sentado a horcajadas hundiendo su nariz en su cuello –. Luna ¿Qué ocurrió?
— Una mujer horrible opinó sobre mí – sollozó aún contra la piel de su alfa, frotándose una y otra vez para impregnarse de la esencia contraria.
— ¿Cuándo? ¿Dónde?
— En la boutique de trajes. Estaba mirando un traje para ti y una de las encargadas del lugar comenzó a opinar sobre la boda pensando que era Jimin quien se iba a casar.
— Pero ¿le dijiste que era tú?
— S-sí – más sollozos se escucharon y su camisa comenzó a sentirse húmeda – me miró como si le hubiera dicho algo terrible y comenzó a opinar que debía usar ropa diferente a un traje y que debía ser uno que ocultara mi embarazo – Taehyung salió de su refugio con la cara roja, los ojos hinchados y un temblor incontrolable en sus labios –. Ni siquiera supe a qué se refería con ocultar mi embarazo, lo dijo como si eso debía avergonzarme.
— Amor – Jungkook lo recibió de nuevo en brazos, sintiendo la lejanía que provocaban sus cachorros en el abrazo, mas sus manos jamás abandonaron sus caricias en el cuerpo del omega – recuerdas lo que te dije en mensaje.
— Que me vería bonito en cualquier traje.
— No, dije que te verías totalmente hermoso en cualquiera de esas prendas y que por mí fuera no te dejaría usar nada, pero eso no sería correcto y tampoco dejaría que alguien más viera tu desnudez, mucho menos ahora que te ves espectacular con nuestros cachorros en ti,
— ¿Lo dices por el orgullo de alfa o porque de verdad me sigo mirando bonito a pesar de estar gordo? – Jungkook lo observó con un pequeño aire de picardía, mordiendo su labio, ajustando más el agarre y causando fricción entre sus cuerpos.
— ¿Tú qué crees que opino? Te parece que esto sucede porque sí. Muero por besarte con tanta pasión hasta hacer llover entre tus piernas, ¿sigues pensando que no me prende tu cuerpo? – murmuró contra sus labios haciendo un leve movimiento con sus caderas, sacándole un jadeo al omega, sintiendo cierto bulto en los pantalones contrarios –. Tu cuerpo me sigue fascinando mi amor y ninguna persona tiene el derecho a mencionar algo al respecto. ¿Entendido?
— Okay.
— Promete que no volverán a ese lugar y buscarán otra boutique.
— Okay.
— ¿Te sientes mejor ahora que lo hablamos? – Taehyung asintió, dejando salir algunas lágrimas más en el proceso, el alfa dejó un fugaz beso en sus labios, quitando delicadamente el recorrido que dejaron las gotas saladas de las mejillas regordetas –. Diosa, ahora puedo respirar en paz. Jimin hyung casi entra en crisis al no saber lo que ocurría, incluso me mandó un 911 de emergencia. Seokjin me gritó por teléfono para que llegara rápido a casa y Hani intentó no llorar mientras me pedía que fuera contigo a casa. Dejaste a todos muy preocupados, ¿Por qué no les mencionaste nada?
— Solo quería regresar a casa, era lo único que me pedía mi lobo y también los cachorros.
— De acuerdo, aunque recuerda que ellos también son tu familia, amor. Sé que siempre te menciono que recurras a mí, pero ellos también se preocupan, deja que cuiden de ti en mi ausencia, ¿está bien?
— Okay – Taehyung sorbió su nariz, mientras que Jungkook seguía quitando los restos de lágrimas de su rostro con delicadeza – ¿Qué es un 911?
— Código de emergencia por si nacen los cachorros – el omega alzó una ceja, sonriendo apenas por lo confuso y divertido que sonaba ese código en una situación como la que sucedió – es algo entre Hani, Seokjin, Jimin hyung y yo para este tipo de salidas. Después de lo que pasó con hyung no puedo quitarme de la cabeza que eso también puede pasar, sé que no fue el caso, pero ¿qué más podía hacer? Además, no podía percibirte asustado, así que era demasiado confuso y ni siquiera lo pensé muy bien, solo vine directo a casa.
Taehyung le sonrió, de esa manera como solo él podía hacerlo, deslumbrando una vez más y dejando un tierno beso esquimal.
— Eres el mejor. Te amo Jungkookie.
— Yo te amo infinito más, mi luna – Jungkook se sintió lleno de tranquilidad al haber resuelto la situación, ahora sí, dándose el tiempo suficiente para notar el nido en el cual se encontraban –. Por cierto, es un hermoso nido el que tienes aquí, ¿lo hiciste al llegar?
— Necesitaba sentirte cerca, lo hice un poco rápido, ¿de verdad te gusta?
— Me encanta.
— Para ser mi segundo nido no lo hice para nada mal, ¿cierto?
— ¿Segundo? – Taehyung le cubrió la boca con sus manos evitando que siguiera hablando.
— No menciones ese nido, estaba horrible – el alfa comenzó a dejar besos en la palma que le cubría la boca, haciéndole cosquillas a su omega hasta que finalmente fue liberado entre risas.
— Bromeas, era precioso. Ahora este es totalmente perfecto para nuestros cachorros, creo que lo apruebo para que sea el definitivo de ahora en adelante. Mi lobo tendrá envidia de lo bello que está tu nido, mi lindo omega.
— Nuestro nido, alfa.
— Nuestro, tienes razón.
"Es aquí mi lugar al cual pertenezco"
"Mi equipaje es ligero, pero cargado de emociones"
"Este es nuestro nuevo hogar, el lugar donde crearemos nuevos recuerdos, donde podré abrazarte y llenarte de amor"
"Mi luna, tus destellos de plata me guiaron, me acogieron y me arrullaron en el calor de tu alma"
"Esto es lo que muchos llaman caer en el abismo del amor, siendo sostenido por las redes de nuestros anhelos y deseos"
Sorpresa personitas bellas, estuvo interesante el capítulo ¿verdad? Comienzan los nervios porque para el próximo capítulo se viene drama de cachorros a la vista. ¿Qué creen que sean?
Team niños
Team niñas
Team mix (niño y niña)
Lo averiguaremos juntos muy pronto. Purple hearts personitas bellas.
Cuenta Regresiva
3/4
Les dejaré una imagen del anillo de compromiso de Taehyung.
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