XXVII
Despertar temprano para cumplir con una responsabilidad no era lo suyo. Quizá meses atrás era muy fácil para él estar de pie en las primeras horas del día, ya que su lobo era quien lo obligaba a salir de la cama, pero ahora se había vuelto demasiado perezoso. Lo único que quería era dormir más y su alfa consentidor solo hacía que todo se volviera más difícil en ese momento porque Jungkook lo envolvía en una burbuja de su esencia, el alfa lo abrazaba, dejando caricias en su cuerpo y tiernos besos en su cabello. Hacía mucho más sencillo el que pudiese dormir sabiendo que alguien velaba por su sueño y justo ahora no era lo más conveniente.
Lo estaba adormeciendo, no dudaba que en cualquier momento se quedaría dormido ahí mismo, estando de pie, mientras era arrullado por los susurros de su alfa; había estado demasiado cariñoso últimamente, pero ahora que debían separarse por dos días no lo dejaba ni un segundo. Durante la noche, al llegar al apartamento, el alfa hizo un pequeño nido improvisado con todas las almohadas, cojines y cobertores que encontró, con la excusa que así estarían más cómodos teniendo su cita de cine en su sala viendo la película que tanto les causó dificultad para elegir. Taehyung no entendía el cambio de actitud de su alfa, pero amaba que fuera así.
— Promete que llamaras cuando aterrice el avión – se susurró con su voz amortiguada, no dejando de darle besos y aferrar su agarre a su cuerpo, el omega frotó su nariz en el cuello de Jungkook mientras murmuraba una afirmación —, eso, tampoco olvides comer porque te levantaste temprano y dijiste que desayunarían ni bien estuvieran en el hotel.
— Lo haré Jungkookie.
— ¿En serio no tienes hambre? – era la cuarta vez que lo mencionaba estando ahí en el aeropuerto, estaban esperando a ser llamados para ingresar y, a decir verdad, a pesar de que eran las seis de la mañana y su cena solamente fueron frutas picadas. Se sentía muy bien, así que de nuevo negó – mi sol – lo tomó de las mejillas – prométeme que no volverás a tus viejas costumbres de no comer.
— No lo haré Jungkookie, pero de verdad no tengo nada de hambre.
— Deja de hostigarlo Jungkook-ah – se quejó Seokjin al escuchar esa misma conversación repitiéndose una y otra vez mientras él comía un sándwich – si tanto te preocupa porque vuelva a costumbres raras, no olvides que viajará conmigo. Así que tienes que estar tranquilo porque comerá sí o sí, muero de hambre todo el tiempo y para no sentirme tan mal lo haré comer también.
La pareja ni siquiera se molestó en disimular su desagrado al pensar al mismo tiempo en los gustos actuales del omega embarazado. Incluso compartieron un pequeño escalofrío de solo imaginar que podrían ser comidas como kimchi con fruta, un antojo que llevaba semanas teniendo, el cual siempre era complacido por su amado esposo, quien solamente negaba rendido, mientras que con pasos elegantes se posicionaba detrás de Seokjin abrazándolo de la cintura que iniciaba a perderse.
Tanto el alfa como el omega observaron ese gesto con un poco de anhelo, Taehyung llevó su mano hacia su vientre de manera inconsciente y junto a él se le unió la mano de Jungkook cubriéndolo de manera protectora, ambos regresaron a tener contacto visual, sonriéndose cálidamente. El alfa se acercó a besar su frente y luego sus labios de manera tierna.
— Todo a su tiempo mi sol – susurró Jungkook conociendo el pensamiento de su omega, sin dejar de cubrir el vientre, ese que celosamente resguardaría el fruto de su amor – recuerdas lo que dijo Eunyeong. Debemos disfrutar de cada etapa, esta también es una de ellas.
Taehyung abrazó con fuerza el cuerpo fornido de su alfa, murmurando una afirmación a lo que le decía, su lobo extrañamente decidió hacer una aparición para relajarlo, conversar sobre eso no se sentía del todo mal, pensaba que la tristeza lo envolvería, pero era todo lo contrario estaba tranquilo. Jungkook también podía percibir la extraña actitud del omega, sin embargo, no podía negar que aquello lo dejaba más relajado.
— Jimin-ah, al fin apareces – la voz de Seokjin los hizo salir de aquella burbuja de paz, para así dejar ver al omega con un semblante cansado, llevaba lentes de sol cuando no había una pizca de luz natural, tenía en su mano un vaso de café y sorprendentemente quien lo acompañaba era Yoongi.
— No grites hyung, es muy temprano.
—Por lo que veo fue una noche alocada – murmuró Namjoon divertido al notar cierta marca rojiza en el cuello del omega, su vista viajó hacia el alfa a su lado quien solo se encogió de hombros quitando importancia.
— Solo tomamos un poco – mencionó Jimin mientras llevaba el vaso de café a sus labios, haciendo un gesto de molestia.
— ¿Tomaron o te...? – la pregunta de Seokjin quedó suspendida al ser callado por Jimin.
— Si hubiera sido así no estaría aquí o quizá estaría quejándome por el dolor y el único que tengo es el de una migraña. — se quejó el omega bebiendo de su vaso humeante, ya había tomado medicamento para disminuir la resaca, pero tardaría un poco en hacer efecto —, pero no es a mí a quien debes preguntar si pasó una buena noche, ¿no es así Tae? En el elevador parecían algo ruborizados.
— ¡Jimin! – se quejaron Jungkook y Taehyung al mismo tiempo.
— Destinados, siempre pensando igual.
— Pero Yoongi-ssi y tú, también... — el reproche de Taehyung se detuvo cuando una voz les advirtió a todos que debían despedirse.
El llamado para los pasajeros del vuelo se escuchó a través de las bocinas, dando por fin la temida señal de su separación. Namjoon tomó las mejillas de su esposo para llenarlo de besos, afecto que fue tomado con mucho gusto por el omega hasta que el alfa bajó hasta el nivel del vientre abultado para dejar otro par de besos, susurrar algunas cosas como promesas entre el cachorro y él para no molestar demasiado a Seokjin. Se habían encargado de llenar una maleta completa con prendas impregnadas del olor del alfa para que no sufriera de sus exigencias.
Incluso el abrigo amplio que tenía puesto le pertenecía al alfa y por supuesto que estaba impregnado del olor a agua de mar, arena y coco, el último siendo exclusivo para su adorado esposo.
Jungkook no se quedó atrás, repartiendo unos cuantos besos más en el rostro de Taehyung, haciéndolo reír, pues dejaba un leve roce en sus labios y luego viajaba hacia la curvatura de su cuello para olfatearlo, volviendo hasta sus labios y repitiendo el proceso. El alfa estaba siendo guiado por los propios caprichos de su lobo y el omega en el interior de Taehyung lo complació al expulsar un poco más de su esencia mientras era marcado de nuevo con su olor.
Mientras tanto, Jimin y Yoongi se daban miradas incómodas ante no saber muy bien cómo reaccionar o bien el cómo despedirse, era demasiado reciente su ¿relación? Si es que así se le podía llamar, sin embargo, eso no evitó que el omega le dejara un beso rápido en la mejilla, haciéndolo ruborizar y sonreír como tonto. La imagen de Jimin corriendo hacia la puerta de embarque fue lo último que vio sintiendo un cosquilleo en su interior, uno que no pudo disfrutar en todo su regocijo debido a dos alfas.
—¿Eso que veo es rubor? – cuestionó Namjoon en tono burlón al ver que el alfa había entrado en una especie de trance, Yoongi sintió un leve empujón en su hombro izquierdo sacándole un gruñido bajo.
— Viniendo de parte del que decía que parecíamos tontos cada que hablamos de nuestros omegas, ahora tiene una sonrisa de enamorado. Me es difícil creer que haya caído en las pequeñas manos de un omega terco – agregó Jungkook, riendo divertido cuando Yoongi los empujó lejos —, ya hyung, acaso Jimin hyung hizo algo anoche, además de solo tomar y por eso se ve tan avergonzado, algo demasiado inusual en él.
— ¡Quieren callarse! – exclamó el alfa al sentirse acosado por aquellos que un día fueron sus víctimas de burlas, el karma existía y lo estaba golpeando de la peor manera. Porque al menos Namjoon y Jungkook compartían un vínculo con sus omegas, pero en su caso iban a pasos muy lentos, ni siquiera de tortuga, posiblemente de cangrejo, con dos pasos hacia delante y uno de reversa —, tenemos que ir a trabajar.
— Ya Yoongi hyung no seas tan gruñón, ¿Qué les parece si vamos a desayunar antes de ir a la oficina? – cuestionó el menor de los tres haciendo que lo voltearan a ver con miradas confundidas.
— ¿Era en serio eso que te morías de hambre? – interrogó Namjoon, pasando su brazo por el hombro del menor, sonriendo ampliamente – te dejaron exhausto ayer por la noche acaso.
— No, simplemente muero de hambre – comenzó a avanzar con una enorme sonrisa en su rostro, pues quizá la acción que imaginaban no había sucedido por la noche sino en la tarde. Su cena fue bastante cargada y no había hecho ejercicio como para haber quemado todo lo que ingirió, sin embargo, se sentía así, ansioso por comer —. Creen que encontremos algún lugar que venda papas fritas.
— ¿A esta hora? Lo dudo – Jungkook no pudo evitar fruncir el ceño ante la manera de cortar sus esperanzas por comer aquello que su estómago anhelaba tener —, pero podemos pasar a algún sitio de comida rápida.
— Me uno a la idea del desayuno, aunque me rehúso a comer algo de lo que Jungkook quiere. Solo espero poder comprar un café bien cargado – agregó Yoongi sin dejar de avanzar a la salida —. Además, con todo lo que te vi comer ayer por la tarde, siento que soy yo quien aborrece la comida en estos momentos.
— Hyung, ¿harás lo que Jimin hyung de saltarse comidas? – cuestionó Jungkook divertido al ver cómo era callado de nuevo con señas para que hiciera silencio.
— Ese es un tema que aún estoy resolviendo con ese omega terco – murmuró Yoongi recordando que intentó comprarle algo más que aquel café al omega, sin tener éxito —. Por mi parte no haré tal cosa de no comer solo por tontos estándares. Quizá cuando lleguemos me decida por algo. Aunque de solo verte comer estoy seguro de que me sentiré lleno.
Había sido demasiado pedir que el vuelo de dos horas y media fuera tranquilo, pero cierto omega no dejó de preguntar todo el trayecto sobre su tarde anterior, haciéndolo ruborizarse cada que el tema de lo ocurrido en la oficina de Jungkook salía a flote. Seokjin se unió a la discusión sobre lo rápido que aprendía de las enseñanzas y que debía comentar con sus mayores el resultado. Aunque en medio de todas las risas que invadían la primera clase donde solo se encontraban ellos, surgió la interrogante de qué fue lo que desató el evento, pues el mismo Taehyung dijo que no haría tal cosa hasta después de su viaje.
— Tae, habla – exigió por tercera vez Jimin, quien ya había sido víctima de las preguntas sobre la pequeña marca en su cuello, teniendo que admitir su penoso momento caliente, echado a perder porque se quedó dormido – yo vi el estado de Jungkook en el elevador y no parecía un encuentro del todo tranquilo.
— Taehyung-ah no nos dejes así, ¿Qué te llevó a hacerlo? – cuestionó Seokjin intrigado por la conclusión de esa historia, Taehyung bufó bajo algo que el mayor interpretó como desagrado hacia cierto recuerdo —. Te veías muy feliz cuando Jungkook llegó por ti. Dijiste que iban a tener una noche romántica con películas...
— Su asistente lo marcó de nuevo con su estúpido olor a miel y cerezas – dijo exaltado por ya no soportar más, se sentía culpable al ser así de posesivo y celoso, pero no lo pudo evitar, no cuando la acción sucedió frente a sus ojos.
— ¿Ya lo había hecho antes? – interrogó Seokjin, pues si bien era cierto se sabía que la chica parecía una segunda sombra detrás del alfa cuando Jungkook era el solitario señor Jeon, pero ahora, hacer algo como marcar con su olor a un alfa marcado era demasiado descaro de su parte.
— ¿Otra vez? Entonces, ¿La pulga muerta de Minah sigue enamorada de Jungkook? – cuestionó Jimin con su ceño fruncido, llamando la atención de los dos omegas, obteniendo un ceño fruncido por parte del mayor – ¿Qué?
— Jimin...
— ¿La señorita Han está enamorada de Jungkook? – interrogó con recelo Taehyung, su lobo se reflejó por algunos segundos en sus ojos, asustando a Jimin al ser él a quien estaba enfrentado – mi Jungkook, el que se supone que es su jefe y el que tantas veces ha mencionado que no tiene nada con él.
El omega observó a su mayor, suplicando con su mirada para que le ayudara a salir de esa situación, mas Seokjin negó con un semblante de decepción dándole a entender que no lo ayudaría a arreglar su error, estaba solo por abrir su boca.
— Es solo un decir, Tae – se excusó tratando de quitarle importancia, notando que la actitud del menor no dejaba de ser amenazante. Taehyung llevó su mano a su vientre cuando Jimin intentó acercarse a él, para luego alejarse de su tacto —. No es algo real Tae, simplemente es un rumor que corrió por los pasillos porque la chica siempre lo ve como si no existiera algo más que hermoso y perfecto que el gran Jeon Jungkook.
— Para mí no existe nada más hermoso y perfecto que mi alfa, Jimin – sus ojos se pintaron completamente de azul impresionando al omega frente a él. Taehyung podía percibir como su lobo pedía por la cercanía de Jungkook, cosa que no le era posible, mucho menos estando a kilómetros de distancia.
Seokjin se acercó más al omega, quien al sentir su tacto se refugió de inmediato en su cuerpo. Sintiendo disgusto al olfatear el aroma de otro alfa en el omega, su actitud pasó por alto, incluso hasta de él mismo, porque no importaba si su malestar se trataba de no tener a su alfa o que el olor a arena le causara revolver el estómago. Lo que necesitaba en esos momentos era no sentir ese vacío por la ausencia de Jungkook.
— Tae, lo que Jimin quiere decir es que la señorita Han al igual que muchos cayó en los encantos físicos de Jungkook, pero quien se robó su corazón fuiste tú. Eres su destinado y te ama con locura.
— Sí, lo que Seokjin hyung dijo – agregó Jimin al sentirse culpable por hacerlo sentirse mal y no saber cómo arreglar su error sin arruinarlo más – por eso mismo no tienes de qué preocuparte.
— ¿No puedes hacer que la cambien, Seokjin hyung, a otro departamento? Es decir, no estoy buscando que se quede sin empleo, pero me gustaría saber si ¿puede ser posible mantenerla lo más alejada de él? – preguntó abrazándose al cuerpo del mayor. No le importó el disgusto por el olor a alfa, pues el dulce aroma de su hyung destacaba más ahora que expulsaba su olor para él —, solo hacer que no sea asistente de Jungkook o que no tenga relación su nuevo puesto con mi alfa.
— Podemos hacer algo como eso. De hecho, Jungkook ya lo había comentado, había pensado que fuera asistente de Yoongi...
— ¡No!
La risa no se hizo esperar entre los dos omegas que veían divertidos la actitud de Jimin con solo la mención de eso, era fácil de adivinar que no deseaba que su reciente relación se viera con baches en el camino como una resbalosa asistente. Conocía las acciones de Minah quien cada que podía se quedaba hasta tarde junto a Jungkook con la excusa de acompañarlo, afortunadamente el alfa era demasiado despistado y aunque la chica le insistía en que se quedaría jamás la llevó a su casa.
Una leve risa salió de sus labios cuando recordó en una de las ocasiones donde escuchó a la chica quejándose por lo sucedido la tarde anterior. Había mencionado que el alfa le ofreció llevarla a casa y ella se negó esperando que Jungkook le insistiera, sin embargo, este mismo no puso mucha atención, tampoco dio más atención en repetir la acción al haber recibido una negativa por su parte. Ese era Jeon Jungkook, respetaba la palabra de los otros y cuando alguien no era de su interés, sus palabras se limitaban a simple cortesía.
— De acuerdo, veremos qué hacer – habló el mayor, respondiendo a algo que quizá se había perdido de la conversación.
— A todo esto, ¿Por qué estamos hablando de ella si el tema eras tú en el elevador?
— Pues, cuando llegamos a la oficina de Jungkook, ella estaba en su escritorio, viéndolo con ojos enamorados – gruñó bajo saliendo del refugio de los brazos del omega mayor – se atrevió a soltar su esencia frente a mí para atraer su atención.
— Déjame adivinar, Jungkook ni siquiera se dio cuenta – mencionó Jimin con obviedad para así recibir una negación por parte de Taehyung.
— La verdad, no quise seguir frente a ella y cuando Jungkook me dijo que pasara a su oficina no lo dudé. — mordió su labio un tanto inseguro, pues quizá habría sido buena idea el hecho de escuchar a su alfa cuando intentó decirle algo sobre su asistente, mas sus celos no lo dejaban pensar claramente —. Se tardó un poco en entrar junto a mí porque se quedó conversando con ella y yo solo...
Se sentía atado de manos al pensar que quizá hizo mal al ignorar cualquier cosa que intentara decir Jungkook sobre la omega, y vaya si no trató de explicarle muchas veces lo que sucedía, mas sus celos no lo dejaban seguir escuchando sobre la descarada chica. Se enfocó en disfrutar su momento con su alfa antes de separarse por un lapsus de tiempo mayor al de las jornadas laborales, era algo nuevo para ambos, mucho más luego de tener su lazo, el cual poco a poco iba perdiendo conexión, sabía que estaba unido con él, pero no lo sentía de igual manera. Siendo más que obvio que se encontraban a demasiados kilómetros de distancia.
No se quería sentir de nuevo vacío y se aferraba al atisbo de aroma que tenía en él para relajarse.
— Alfas – murmuraron Seokjin y Jimin al mismo tiempo. Esa sola palabra lo regresó a su actualidad, recordando que era él quien estaba hablando.
— Así que yo, hice... bueno... me esforcé por hacer que no olvide quién es su omega y... — la vergüenza pudo más con él, haciendo que cubriera su rostro.
Jimin lo abrazó de inmediato, muriendo de ternura por la forma en la que comenzó ponerse tímido, contrastando demasiado con minutos antes que estaba molesto por lo que había mencionado, Taehyung se dejó abrazar rendido a ser consolado de una u otra manera. Si no obtenía el calor proveniente del cuerpo de Jungkook, buscaría refugio en los dos omegas mayores.
— Dime, ¿Le arrancaste la camisa? – preguntó Jimin para saciar su curiosidad, recibiendo una afirmación – y lo ataste con la corbata, ¿cierto? – otra confirmación les hizo sacar más risas – ¿qué más sucedió?
— Lo marqué de nuevo – murmuró con confianza, seguro de su propia costumbre de hacer eso con el alfa. El silencio de ambos omegas lo hizo alzar la vista – ¿Qué?
— ¿Lo marcaste con olor? – Seokjin fue el primero en romper el silencio, recibiendo una negación lenta mientras veía al omega mordiendo su labio, abriendo sus ojos, sorprendido – tú, lo marcaste con una mordida.
— Sí.
— Y Jungkook se dejó – cuestionó impresionado Jimin, pues se sabía que los alfas puros eran poco receptivos a que sus omegas hicieran cosas así.
— Sí.
Definitivamente, esa idea era diferente a lo que habían escuchado alguna vez, instalándose pronto en sus cabezas, ¿sus alfas se dejarían?, Seokjin sonrió de lado, divertido al saber que intentaría aquello con Namjoon, mientras que Jimin tenía planes para su próximo celo el cual se daría en dos semanas. Por su parte, Taehyung no comprendió muy bien lo que sucedió, pues ambos omegas se sumieron en un silencio sospechoso por la última media hora de viaje, dándole a él un espacio para relajarse.
No comprendía la razón de su sorpresa, pues él mismo había preguntado a su hyung si eso estaba bien y este le comentó que era algo muy normal, ¿acaso solo era "normal" en él? De igual manera, decidió que no le daría tanta importancia al asunto mientras él y su alfa estuvieran de acuerdo, nadie lo convencería de lo contrario. Se abrazó a sí mismo, inhalando profundo para disfrutar de la calma tan repentina hasta que fuera momento de bajar.
Una vez aterrizaron ya había un vehículo esperándolos para llevarlos al hotel; le extrañó no ver a Bogum en el aeropuerto al mismo tiempo que ellos, pero Seokjin le dijo que el personal había viajado desde un día antes, ya que ese mismo día comenzarían las sesiones de fotografías para la campaña de primavera verano y la línea nueva que modelaría Jimin junto a él. El mayor le había mencionado que sería una buena idea que también participara, pues desde siempre lo ha visto como un buen modelo, a lo que luego de un desayuno extenso lleno de comida, horas de preparación para su propia sesión de fotografía, por fin lo convenció de nuevo.
Ahora que se encontraba con un poco de maquillaje, demasiado sutil y con un conjunto muy discreto, la situación se le hizo mucho más real. ¿En qué se había metido él jamás había modelado? Intentó ver la otra sesión de fotos para tener una idea de cómo sería y quizá por un poco de inspiración. Jimin tenía un porte diferente frente a la cámara, era elegante, coqueto, atrevido, incluso se veía muy sexi con cada pose que realizaba, su cuerpo se movía de una manera tan natural que parecía ajeno a la propia sesión. Él no podía ser capaz de lograr algo así, ¿o sí?
— Hyung ¿estás seguro de que esto es una buena idea?
— Deja de morder tu labio – le llamó la atención, quitando el pobre belfo maltratado de los dientes que amenazaban con hacerlo sangrar, si seguía así —, todo saldrá más que bien si te relajas y confías en hyung.
Taehyung asintió, sintiéndose un poco más confiado, levantándose de la silla en la cual estuvo para ser maquillado y peinado. Seokjin lo tomó de ambas manos brindándole una sonrisa, el menor no pudo evitar buscar refugio entre sus brazos cuidando que el abultado vientre del mayor no se lastimara, quizá fue un poco brusco cuando se aferró a él o simplemente fue la impresión que tuvo el omega ante el acto, pero ambos lograron sentirlo.
Muy apenas, una cosa de nada, mas no pasó desapercibido cuando ambos alzaron la vista y conectaron miradas. Seokjin llevó su mano a su vientre, mientras abultaba su labio. Se había movido, su pequeño botón se movió dando a entender que estaba ahí. No era la primera vez que lo hacía, en otras ocasiones ya había pasado, pero esta vez fue con más fuerza.
— Hyung, tu cachorro está pateando – mencionó el menor con un brillo especial en sus ojos, totalmente emocionado por haber percibido aquello – ¿es la primera vez?
— No, ya lo ha hecho en otras ocasiones, aunque no lo había sentido, así – las lágrimas casi se derramaron por sus mejillas al sentirse tan pleno – estaba asustado porque no se movía tanto y el doctor dijo que debía relajarme porque ella podía sentirse estresada.
— ¿Ella?, hyung tendrás una niña – el mayor asintió con una media sonrisa y sintiéndose culpable por mencionar aquello – ¿Cuándo se enteraron? ¿Por qué no me dijiste nada?
— Fue el fin de semana, no se lo hemos dicho a nadie. Ni siquiera Jimin lo sabe, así que deberás guardarme el secreto y prometer que nadie más lo sabrá – Taehyung asintió frenéticamente, ¿nadie también incluía a su alfa?, dudaba mucho el tener que guardar un secreto así y no compartirlo con Jungkook – Okay, ni una sola palabra, entendido.
— ¿Por qué tardan tanto? – interrumpió Jimin, quien se había tomado unos minutos con la excusa de cambiarse el vestuario y quizá el verdadero fin de aquello era hablar con Yoongi por teléfono para contarle su día, pero eso no lo mencionaría – pensé que Tae ya estaría a mitad de la sesión.
— Se sentía nervioso, pero ahora ya está más que listo para ser fotografiado.
El mayor se quitó el pequeño rastro de lágrimas que se acumuló en sus ojos y llevó al menor donde tenían instalado el primer set, el cual era dentro del salón de eventos del hotel. A pesar de ser en un lugar totalmente privado, Taehyung no podía evitar sentirse nervioso cuando los primeros flashes se dispararon, provenientes de la cámara de Bogum. Sus poses contenían expresiones incómodas y un tanto rígidas, denotando la falta de experiencia y lo ansioso que se sentía.
— Vamos Tae, diviértete con esto – pidió Bogum en una manera de conectar con él en la sesión —. Serás la envidia de todos cuando vean tu cara en todas las publicidades de la marca para esta temporada.
No había pensado un solo segundo en su miedo a ser expuesto ante los medios públicos. Simplemente, le gustó la idea de sorprender a Jungkook con su imagen en vallas enormes, específicamente en una, la cual se encontraba cerca de su hogar, donde Seokjin le prometió que colocarían sus fotografías, pues se trataba de una pantalla donde colocarían varias de ellas. Podría poner celoso a su alfa si demasiadas personas lo veían, pero también se sentiría bien el ser halagado constantemente, como sucedía con Jimin.
— Trata de relajarte Tae, pareces incómodo frente a la cámara – mencionó Jimin al notarlo tenso en sus movimientos, llevaban apenas diez minutos en sus tomas y no habían logrado una sola – no reflexiones mucho en qué hacer, solo déjate llevar, tú mejor que nadie sabe que lo natural es mejor.
— Lo sé, pero es muy difícil hacerlo, sabiendo que me observan.
— Bogum-ssi, podrías darnos unos minutos – interrumpió Seokjin al ver que no estaba funcionando aquello, en unos cuantos pasos llegó a su lado, no de manera amenazadora sino con una mirada de preocupación – Tae, si esto no te parece nosotros entenderemos.
— No hyung, quiero hacerlo de verdad – abultó sus labios, sintiéndose mal al estar fallando de manera tan desastrosa a algo que él mismo quería hacer.
— Qué tal si dejas tu mente en blanco – susurró Jimin al escucharlo tan agobiado —, solo debes no pensar en nada, mira hacia otro lado que no sea la cámara.
— Las tomas saldrán con él viendo hacia otro lado, si hace eso – se quejó Seokjin al escuchar aquel disparate —. Esta publicidad será colocada en todo Asia, tú mejor que nadie sabe que es necesario el contacto visual para llamar la atención – Taehyung al escuchar que no solo estaría en una valla publicitaria, sino en muchas alrededor de todo un continente, comenzó a sentirse mal, como si algo viajara desde su estómago, subiendo con rapidez, quemando su esófago.
— Solo intento ayudar a que se relaje – dijo exasperado, alzando los brazos, virando los ojos al ver que el mayor no era consciente de la ansiedad del menor – lo estás poniendo más nervioso hyung, solo quiero que no reflexione en nada o que se enfoque en otra cosa que no sea que tiene una cámara apuntando a su rostro.
— Pues no está funcionando Jimin-ah.
— Basta, dejen de discutir, me ponen más ansioso – replicó Taehyung al notar cómo iba descontrolándose la situación, tenía que buscar una solución que le funcionara.
Los mayores se sobresaltaron al escucharlo alzando la voz mientras se abrazaba a sí mismo, buscando refugiarse y confortarse, se sentía abrumado de solo pensar que sería visto por demasiados ojos ¿Por qué se dejó convencer de hacer esto? ¿Por qué su lobo ni siquiera se pronunciaba para darle más confianza? ¿Qué sucedía con ese animal?, el toque ligero en su hombro lo regresó a la realidad, encontrando una sonrisa cálida proveniente de Jimin, quien le dio un abrazo ligero para después soltarlo.
— Comprendo cómo te sientes – arrulló, mientras se alejaba poco a poco del contacto repentino – sé que puede ser aterrador, pero créeme esto no es nada ¿Qué te hace estar tranquilo?
Su problema radicaba que no quería ser visto por tantas personas, aunque ni por un segundo pasó por su mente lo peor, estar al otro lado del mundo significaba jamás tener contacto con su pasado, así que eso lo ayudaba a estar tranquilo. Pensó seriamente cuál había sido la razón principal de aceptar aquella locura y su respuesta vino a él, en forma de una palabra o un nombre.
— Jungkook – dijo sin dudar, haciendo que Jimin virara los ojos. Era un milagro que no lo haya mencionado en todo el día, con excepción del desayuno donde hicieron una corta videollamada, la cual fue cortada por el omega mayor hasta ahora que el alfa volvía a ser el héroe sin capa del pequeño omega —, siempre que pienso en él me hace sentir seguro.
Ambos omegas se vieron por algunos instantes asintiendo en comprensión del pequeño omega asustadizo que tenían frente a ellos. Seokjin lo tomó de los hombros y le pidió que imaginara que era Jungkook quien tomaba las fotografías y que debía actuar justo como cuando él hizo que el alfa coqueteara en la sesión de fotos de prueba, Taehyung se sonrojó tanto que sus mayores no pudieron evitar reír. Claro que lo había descubierto diciendo aquella frase descarada, pero tenía una buena razón para hacerlo justo como ahora.
— De acuerdo. Estoy listo.
La sesión de fotos inició de nuevo con la diferencia que ahora el omega parecía mucho más cómodo con lo que hacía, cada que se imaginaba a su alfa mordía su labio. Su cuerpo se movía de manera automática para atraer la atención de la falsa ilusión que él mismo estaba creando en su mente, donde era el protagonista y su único fin era hacer que Jungkook lo mirara con deseo, hacerle saber que él también era bonito, sexi y misterioso si se lo proponía.
Utilizó diferentes vestuarios con los cuales se sintió cómodo, el último conjunto le hizo recordar a Jungkook, por la mínima razón que necesitaba su calor y la prenda lo mantenía bastante abrigado, sobre todo ahora que la locación había cambiado al exterior. Comenzaba a hacerse tarde, el ocaso pintaba de naranja el cielo y él no veía la hora de por fin tomar un descanso. Quería escucharlo.
Como si hubieran escuchado sus súplicas, el sonido de su teléfono sonó en aquel espacio abierto donde estaban terminando las últimas fotografías. Jimin le sonrió cómplice al llevarle el aparato hasta donde se encontraba para por fin ver la pantalla iluminada con el nombre de la persona que lo hacía suspirar.
— No sabía que Jungkook era un alfa con complejo de roedor – burló Jimin al entregarle por fin el teléfono, Taehyung se sonrojó por lo que había mencionado el omega, pero le había sido inevitable no agendarlo así —, anda, contéstale no vaya a ser y se ponga rabioso.
Taehyung tomó el teléfono, sonriendo al ver el nombre que lo identificaba. Le parecía demasiado tierno y acorde a su alfa.
"Alfa conejito"
Júzguenlo, pero su alfa cumplía muy bien con el sobrenombre de conejo, tenía una sonrisa que siempre lo hacía recordar a un conejo, razón por la que ese era su apodo cuando era cachorro. Faltaría una característica para que fuera un conejo, que lo embarazara múltiples veces o bien con muchos cachorros. Su mano viajó hasta su vientre donde aquella pequeña barriga se acentuaba, mordió su labio al pensar en la tarde anterior y sin más espera contestó.
— Mi sol y mi luna – se escuchó la voz de Jungkook a través de auricular, lo hacía sentir verdaderamente en paz, extrañaba tanto al alfa que las horas que tuvo confiscado el teléfono le parecieron una tortura.
— Hola Jungkookie.
—¿Cómo va el trabajo, Seokjin hyung ha dado muchos problemas? – de hecho, era al revés, porque el omega mayor hizo una sesión de fotos espectacular en el menor tiempo posible con tal de hacerlo tener su propia sesión.
— No, él es muy profesional y fue muy colaborativo – mordió su labio con ansiedad al recordar las pocas horas que les tomó hacer aquellas tomas – Namjoon se volverá loco cuando vea las fotografías, su vientre es muy bonito. Siempre me emociono cuando los cachorros se hacen notar – su tono de voz se fue apagando poco a poco, él no había llegado a ese momento en el cual su panza verdaderamente creciera, así que el ver eso en los otros lo hacía sentirse nostálgico – Oh, y ya saben lo que será, es una niña, pero debes guardar el secreto porque aún no lo quieren revelar al igual que el nombre.
— No temas mi luna. Tu secreto está a salvo conmigo. — Jungkook se divertía al escuchar que su omega le estaba compartiendo un secreto, el cual imaginaba sería de la misma manera en la que él se enteró del embarazo del mayor. Todo tendría que ser confidencial hasta nuevo aviso, aunque lo primero que hizo fue comentarlo con su omega —. Seokjin hyung debe estar emocionado de que no sea un niño, él ama a las niñas.
— Será una pequeña muy consentida. No entiendo como algunos tienen un género por el cual siempre se inclinan – el tono melancólico en el omega no le convenció del todo, aun así no lo interrumpió —, yo no tengo una preferencia si es un niño o una niña, me importará que estén a salvo. Espero que, cuando... eso, pase, me sigas viendo bonito.
— Tú te verás aún más bello cuando suceda amor – consoló el alfa, conociendo muy bien el semblante que tendría —, te puedo asegurar que seré el primero en halagarte cada día por cómo te ves. Hasta te aburrirás de mí.
— Jamás podría aburrirme de ti Jungkookie.
La conversación siguió durante un tiempo más, todo bajo la atenta mirada de ambos omegas mayores. Seokjin decidió que era suficiente cuando preguntó si tenían las tomas necesarias, obteniendo una respuesta positiva, Taehyung se apartó totalmente del set de fotografía sin un rumbo fijo, simplemente sus pasos lo llevaron a alejarse cada vez más y más perdido en su conversación; los mayores le darían su espacio para compartir con su alfa.
Jimin decidió que era hora de relajarse en una de las saunas del lugar, mientras que Seokjin prefirió regresar a su habitación, sus pasos eran lentos, admirando todo el paisaje. El hotel en el que se hospedaban no era convencional, no se caracterizaba por ser una edificación, sino más bien se distribuía en habitaciones individuales, todas estaban apartadas por algunos metros de distancia, lo cual les daba a los huéspedes mayor privacidad en su estadía, adicional a las vistas de la costa.
— Señor Kim – esa voz lo había hecho romper su propia burbuja de paz, dándose cuenta de que en sus manos seguía abrazando el abrigo de Taehyung, tendría que devolvérselo a la hora de la cena. Pronto la silueta de un hombre alto, con cabello oscuro y porte soberbio, estuvo frente a él, la mueca que tenía por sonrisa no le agradó —, muy buenas tardes – hizo una reverencia de noventa grados, como si con eso quisiera mostrar su respeto, pero Seokjin conocía ese tipo de actitud —. Mi personal me informó que estaría hospedado en el hotel y quise darle la bienvenida, ante tal honor de tenerlo aquí. Mi nombre es Kang Doyung, el gerente de hotelería.
— Ah, un gusto conocerlo señor Kang – dijo con poco interés, arrugando su nariz en desagrado por el olor que despedía el alfa, era desagradable olfatear la intensidad del alcohol y el tabaco en aquel hombre. Estaba de más decir que lo hizo sentir incómodo cuando lo miró de pies a cabeza, su instinto actuó para proteger a su cachorro, abrazándose a su vientre que estaba oculto por el abrigo de Taehyung —. Debo tomar esto como su manera de redimirse por el hecho de no haber asistido a la fiesta de invierno.
— Una disculpa por eso, tuve compromisos personales en esas fechas y se me hizo casi imposible el estar ahí. — Kang no dejaba de ver el abrigo oscuro en las manos del omega, su lobo había identificado el olor a embarazo emanando del cuerpo de Seokjin, pero aquella prenda no le pertenecía, no cuando despedía el olor a cítricos y frutos rojos que tanto reconocía, una sonrisa se instaló en su rostro haciendo estremecer al omega —. Gusta que lo acompañe a su habitación – le extendió la mano para tomar su mano.
— No es necesario, conozco el camino – dijo, mientras apartaba la mano de su camino, pasando a un lado del alfa.
— En verdad será un honor acompañarlo.
— He dicho que no – su tono de voz irritó un poco a Doyung, era firme, decidido e imperativo. Lo estaba rechazando diciendo de una manera directa que se alejara de él.
— Comprendo, no quise incomodarlo. Si me permite puedo ayudarlo a colocarse su abrigo – Kang extendió de nuevo su mano hacia la prenda, tomando un poco de tela entre sus dedos, Seokjin entró en pánico al sentirse amenazado, el alfa estaba demasiado cerca de tocar su vientre, así que en un arrebato se alejó con un movimiento brusco del alcance de Doyung.
— Señor Kang, me gustaría estar solo. Si necesitara su ayuda la hubiera pedido.
El omega no dejó que volviera a hablar, dejándolo parado en su sitio. Suspiró sintiéndose ansioso por llegar a su habitación y olfatear un poco de las prendas impregnadas con el olor de Namjoon, eso lo relajaría definitivamente.
Doyung observaba desde su lugar cómo huía el omega, le pareció patética la forma de actuar, le recordaba tanto a Siu cuando se sentía asustado por perder aquel primer cachorro, ese que apenas sobrevivió tres semanas. Si tan solo no necesitara encontrarlo para que le entregara lo que le pertenecía, no estaría en esta enorme encrucijada, tampoco habría recurrido a un investigador para saber más de Kim Taehyung, llevó sus dedos hacia su nariz olfateando el atisbo de aroma, regocijándose en su suerte.
Chaewon le había dado la clave para por fin obtener lo que por años le pertenecía al decirle que el omega tenía relación con Jeon Jungkook. Fue tan fácil como hacerlo seguir y con unas cuantas fotografías del alfa acompañado de otra persona en su auto, pero la última pista fue una fotografía con el mismo Kim Seokjin al salir de un restaurante durante la hora del almuerzo. Sin embargo, no había tenido la oportunidad de acercarse lo suficiente, sus planes habían cambiado un poco al intentar retener a Seokjin en su viaje a la Isla Jeju con el fin de acercarse a Taehyung a partir del omega, aunque con esto debía ser su día de suerte.
Ahora tenía a su presa indefensa a toda su disposición, porque ese abrigo tenía el olor impregnado de manera fresca y eso solo podía significar algo. Tenía una oportunidad de encontrarlo y lo haría, simplemente debía buscar la locación del set de fotografía y partir desde ahí.
Sus pasos lo llevaron hasta el lugar, todos se estaban retirando, el equipo de fotógrafos guardaba sus cosas, pero por ninguna parte tuvo a la vista al omega que buscaba. Según los reportes que le entregaron decían que era un fotógrafo en la compañía, entonces ¿Por qué no estaba ahí?, sus manos hicieron puños, soltando su esencia, denotando lo molesto que se encontraba, sin importarle en lo más mínimo que estuviera incomodando al resto de personas.
— Disculpe señor – un joven alfa llamó su atención. Bogum se cubría la nariz por lo molesta de la esencia de ese alfa mientras este lo veía ceñudo – ¿buscaba algo en este sitio?, si no es así le ruego que deje de soltar sus feromonas, está molestando a mi equipo.
— ¿Este es todo tu equipo? – el menor asintió con su ceño fruncido, Doyung gruñó bajo al molestarle la idea de no tener al omega en el lugar, tendría que seguir buscando por todo el hotel – ¿eres fotógrafo del señor Kim?
— Me temo que esa información no se la puedo dar – para Doyung era muy conveniente que el alfa afirmara la información con esa simple frase, era más sencillo decir que no lo conocía o bien que no tiene relación su trabajo con el de Seokjin, pobre niño tonto.
— Lo menciono porque el señor Kim me informó que necesitaba hablar con uno de ustedes. Mi nombre es Kang Doyung, gerente del hotel. — se presentó con una media sonrisa, un gesto escalofriante para todos los presentes —. Parece que el señor Kim se llevó un abrigo que no le pertenece y dijo que aquí se encontraría el fotógrafo de dicha prenda, ¿Cómo dijo que se llamaba? – frotó su barbilla para causar mayor suspenso, esperando el momento justo.
— Debe estar hablando de Taehyung – la voz de una chica hizo que sus ojos brillaran en destellos dorados por algunos segundos —, él dejó el set hace un momento. No lo hemos visto desde que terminamos la sesión
Bogum maldijo la boca floja de la chica, pues parecía que sus padres jamás le enseñaron que a los desconocidos no se les brindaba información de una persona sin que tuviera una verdadera razón para preguntar. Un gruñido casi salió del pecho de Doyung, maldiciendo en su interior por no obtener más información, algo que fuera de utilidad.
— Yo lo vi cuando regresaba del baño – mencionó otra chica del equipo. ¿En serio nadie les había enseñado a callar cuando era necesario?
— Gracias por la información iré de inmediato, el señor Kim se veía bastante consternado por tener la prenda.
— No es necesario, señor, yo puedo decirle o alguien de mi equipo – interrumpió Bogum al verlo tan decidido en salir a buscar a Taehyung, pareciéndole sospechoso, colocándose como un obstáculo en su camino.
— Apártate muchacho.
— ¿Cuál es su interés al dar un mensaje?, pensé que los gerentes no hacían tareas como esas, a menos que quieran tener la gracia de sus jefes – mencionó entre dientes Bogum, dejando ver el color dorado en sus ojos para mostrarse más amenazante —. Insisto señor Kang, nosotros nos haremos cargo de informar a la persona sobre la petición del señor Kim.
Ambos alfas se enfrentaron en una guerra de miradas, Doyung no quería más sospechas sobre él, suficiente tenía con su hermana y Chaewon quienes lo seguían constantemente para buscar pruebas en su contra, lo había escuchado claramente en una de sus conversaciones. Debían obtener pruebas actuales para que el consejo actuara sobre él. Así que, para evitar más problemas, decidió que sería más inteligente, retirándose de aquella estúpida batalla, se estaba dejando invadir por sus impulsos y debía pensar con la cabeza en frío.
Con un bufido bajo dio un paso atrás, estiró su saco y quitó un falso polvo de su prenda para al final despedirse, como si aceptara la derrota. Sus pasos lo llevaron en dirección contraria donde le habían indicado, dejando así un sentimiento de alivio en Bogum, quien se relajó, siguiendo con su trabajo al guardar el resto de equipo, se apresuraría en ir por Taehyung si tardaba más en aparecer, esperaba que no fuera ese el caso.
Conversar con Jungkook le había dejado demasiado feliz. Le divertía escuchar todas las veces que el alfa se quejó como si fuera un cachorro rogando por su regreso. Incluso le mencionó que se encontraba en la habitación abrazando su almohada para no sentir tanto su ausencia ¿Qué sucedía con su alfa? Lo desconcertaba el hecho que se comportara así, pero al mismo tiempo lo veía muy tierno de su parte que él no fuera el único en extrañarlo, sobre todo ahora que el lazo estaba limitado por la distancia, devolviéndolos a meses atrás con leves cosquilleos.
Llevó su mano hacia su marca para rozar la yema de sus dedos en toda el área, causándole cosquillas por la sensibilidad que sentía en su piel. Observó su reflejo en el espejo que estaba frente al lavamanos, sonriendo aún más, su piel se veía reluciente, se sentía realmente bien y no solamente por el maquillaje leve que tenía puesto, él mismo se sentía radiante. Abrió el grifo del agua para lavar sus manos, aún ensimismado en lo feliz que lo hacía su nueva vida, hasta que un escalofrío invadió su cuerpo.
En cuestión de segundos sus músculos se tensaron, tenía miedo de alzar la vista y que aquello se volviera realidad, como ese mal sueño que no quieres que se vuelva realidad. Mas sus sentidos no lo engañaban, no estaba alucinando, claro que no, su nariz lo había olfateado. Alcohol y tabaco, su lobo elevó sus orejas en su interior, prestando atención a su alrededor, haciéndolo elevar lentamente la mirada, entrando en pánico de inmediato.
— Pero miren qué hermoso omega me he encontrado – dijo entre dientes el alfa, haciendo que Taehyung se le cortara la respiración, comenzando a negar frenéticamente. Eso tenía que ser una pesadilla, no era real, eso solamente era producto de su mente – veo que todavía causo esa mirada en ti.
— N-no, no, por favor – suplicó, comenzando a dar pasos hacia atrás, intentando buscar una salida. Su lobo se expuso por algunos segundos dándole lucidez de su actuar. En un movimiento rápido sus piernas se movieron tan ágil tratando de esquivar el cuerpo del alfa que lo comenzaba a acorralar.
— ¿A dónde vas? – Doyung lo tomó de la cintura, halándolo fuerte, sacándole un gruñido y al mismo tiempo sus ojos se pintaron azules – apenas estamos teniendo un reencuentro después de tantos años de separación.
— ¡Aléjate de mí! ¡Suéltame! – el omega trató de quitar el agarre de él, golpeando una y otra vez el cuerpo contrario, sin embargo, el agarre en su cuerpo se ajustó más, haciéndole imposible hacer algo, porque el alfa lo apretaba con cada movimiento que hacía – no, por favor... ¡Auxilio!
Doyung lo estampo contra la pared, cerca de la puerta, donde en un ágil movimiento colocó seguro a la puerta, cansado de escucharlo le tapó la boca, encerrándolo entre su cuerpo y la superficie fría. Las lágrimas del omega no dejaban de salir, así como los gruñidos. Intentó morderlo en dos ocasiones, pero la última le colmó la paciencia al alfa.
— Cállate y quédate quieto – lo miró con furia, estremeciéndose ante el enojo de no poder controlarlo con la primera orden, no obteniendo solo miedo en los ojos contrarios, existía rabia hacia él, lo podía ver claramente como el azul zafiro en estos —. Escucha tú y yo tenemos un asunto por resolver, de acuerdo cariño – rozó su dedo en la mejilla mojada de Taehyung, quitando con brusquedad aquella gota salada que resbalaba —, así que más te vale cooperar conmigo.
Taehyung sentía su cuerpo débil, no se había detenido solo por aquella voz de mando, lo estaba invadiendo el pánico y el terror al no sentir a su lobo de un momento a otro, como si lo dejara a la deriva. En realidad, la orden ni siquiera había sido ejecutada, simplemente fue una reacción de su propio cuerpo al sentirse vacío, sabía que su lobo estaba con él, pero no al frente como siempre.
Quería mutar, vaya si no ansiaba sentir su piel siendo cubierta por aquel pelaje blanco que caracterizaba a su lobo, pero este no respondía ni siquiera bajo la amenaza frente él. Su nerviosísimo empezó a notarse en su propia esencia, cosa que desagradó al alfa al percibir algo diferente en él.
Doyung comenzó a olfatearlo y de inmediato gruñó con disgusto cuando notó la marca en su cuello, la miró con odio, como si le afectara de alguna manera ver eso en la piel del omega. Ni siquiera Taehyung hubiera esperado su siguiente movimiento hasta que percibió la humedad en la curvatura de su cuello, estaba profanando su marca, el lazo con su alfa estaba siendo denigrado por la sucia boca de Kang.
Los gritos ahogados comenzaron a ser audibles, con el segundo lengüetazo que dio el alfa, su marca comenzaba a escocer rechazando cualquier contacto ajeno.
— No grites – apretó más su mano contra la boca de Taehyung, no quería poseerlo porque le causara placer, solo buscaba hacerlo sentir miserable. Pero si seguía así alertaría a cualquiera que escuchase sus gritos y eso no estaba en sus planes – alguien nos puede escuchar. Haremos esto tú y yo saldremos de aquí, me acompañarás hasta un lugar muy bonito y prometo dejarte libre media vez tu alfa cumpla con lo que necesito.
El omega negaba frenéticamente, dejando al alfa sin más opción que recurrir a la fuerza. La mano que sostenía el cuerpo de Taehyung la llevó hasta su cuello, presionando lo suficiente para cortarle la respiración, el cuerpo del omega reaccionó como era de esperarse, pataleando con desesperación en búsqueda de oxígeno, incluso incrustando sus uñas en el brazo que se empeñaba en privarlo del aire. Kang no era tonto, sabía hasta donde debía presionar, era cuestión de segundos para hacerlo desmayarse.
En su mente comenzó la cuenta regresiva, al notar cómo los movimientos dejaban de ser coherentes, la lucha por el oxígeno dejó de ser brusca hasta que por fin obtuvo lo que quería, tener al omega inconsciente en sus brazos. Las prácticas que había tenido con anterioridad en el ámbito sexual habían sido efectivas satisfecho de que aún funcionaran. Tomó a Taehyung entre sus brazos, asegurándose de que siguiera respirando, sonriendo a medias cuando notó que lo seguía haciendo, sería cuestión de algunos minutos para que despertara.
Un sonido sordo se escuchó en el momento que alzó el cuerpo inerte, dejando a la vista el teléfono del omega, si lo dejaba ahí sería demasiado sospechoso. Además, era muy conveniente para él, le ahorraba de cierta forma el poder comunicarse con Jungkook y llegar a un acuerdo, un intercambio; su precioso omega por el cachorro bastardo que tenían oculto en su casa. Recogió el aparato y lo guardó en su bolsillo sonriendo de manera triunfante.
— No te preocupes hermoso, encontraré un buen uso a eso que has ocultado por cuatro años, prometo darle una familia con su padre alfa – susurró viendo con malicia el cuerpo de Taehyung, le daba asco ver el atisbo de aquella marca, ¿Qué alfa en su sano juicio quería un omega usado?, negó lentamente, con una mueca de total desagrado.
Sin más salió del lugar, dirigiéndose por la misma ruta alterna. Doyung conocía cada rincón del hotel, nadie sospecharía de él, no cuando fue totalmente cuidadoso en no dar indicios de lo que haría o bien a dónde se dirigía.
El ruido insistente del timbre lo hizo despertarse del sueño profundo en el cual había caído después de hablar con su hermoso omega, no pudo evitar caer rendido entre el olor embriagante de las rosas, era como estar en un campo lleno de estas mismas, uno que era solo para él. Había evitado hablar por teléfono ese día a pedido de Seokjin, además que Namjoon parecía como un enviado de su esposo para darle más trabajo de lo normal y así mantenerlo distraído.
Se sentía agotado mentalmente hablando, sin importar que haya descansado su cuerpo por algunas horas, el agotamiento seguía presente. Lentamente, estiró su cuerpo con pereza hasta que un dolor en su pecho lo hizo doblarse de golpe, sentía como si su corazón estuviera siendo obstruido por alguna presión extraña, un mareo hizo que todo a su alrededor diera vueltas. Llevó su mano hasta el lugar que causaba molestia, su piel ardía y quemaba ¿Qué estaba ocurriendo?
Gotas perladas comenzaron a descender desde su frente, mientras apretaba la mandíbula pasando ese mal momento. Su peor miedo fue que aquellos síntomas se parecían a la enfermedad de su madre. No, se negaba a creer que algo así era el culpable de lo que le estaba sucediendo, era imposible y su propio lobo se lo dejó en claro al encontrarse inquieto. Quiso preguntar, buscar más explicaciones por parte de su animal, pero su teléfono comenzó a sonar, iluminando la oscuridad de la habitación con la luz de la pantalla.
— ¿Hoseok? – su voz estaba ronca, con la respiración agitada y aún estaba un tanto desorientado.
— Carajo Jeon, llevo más de veinte minutos parado afuera de tu apartamento – Jungkook no comprendía muy bien la razón de su molestia, ¿Por qué le gritaba así? – ¿Dónde estás?, es urgente que hable contigo.
— Estoy en casa... — articuló apenas recobrando el aliento faltante, el dolor iba mermando paulatinamente, aunque la presión se había quedado como una molestia constante.
— Entonces mueve tu trasero y abre la puerta, se trata de Taehyung.
— ¿Qué pasa con él?
— Hace unas horas que no saben nada de él. — Jungkook pudo sentir como aquella presión en su pecho caía en su estómago como una piedra gigante —. Tampoco contesta el teléfono y es muy posible que esté en peligro.
No, no, no.
Eso debía ser una broma de mal gusto por parte del alfa, porque él había hablado con su omega apenas unas horas atrás, prometiendo que le llamaría cuando estuviera en la habitación del hotel y así despedirse como había prometido hacer cada noche. Cortó la llamada con Hoseok, buscando el contacto de Taehyung, mientras su corazón latía con fuerza en su pecho, retumbado tan fuerte que podía jurar que se saldría de su caja torácica en cualquier momento, su mente iba y venía no pensando correctamente.
Sus pasos se dirigieron a la puerta del apartamento, sin quitar el aparato de su oído, escuchándolo sonar una y otra vez sin respuesta. No, no, no. Eso no le podía estar pasando a él.
Al quitar el seguro de su puerta y abrir esta misma tuvo la visión de Hoseok, acompañado de dos mujeres. Una alfa que tenía un semblante no muy alentador y seguido, viajó su vista hacia la otra persona encontrándose con la chica que hace meses llegó a quitarle la casa de los Choi a Taehyung, ni siquiera recordaba su nombre, no le interesaba ¿Qué hacía Hoseok con esas dos?
"Estoy atado a ti, a tu alma y a tu corazón. ¿Por qué no puedo sentirte?"
"Quiero ir donde tú estás, salir corriendo donde vas, pero te me escapas como un suspiro en el viento"
"Anhelo revivir nuestros recuerdos de esa última noche donde aún podía sentirte entre mis brazos"
"Las sombras, fantasmas y siluetas del pasado comienzan a agobiarme queriendo todo de mí cuando ya no tengo nada"
"¿Acaso todo fue un sueño? Era solo un momento efímero en el cual pude tocarte con la punta de mis dedos. Y ahora te desvaneces"
Sesión de fotos de Taehyung (perdonen por tan poquito, pero es edit. honrado con mis pocos conocimientos)
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