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XXI

La parte favorita de muchas personas cuando son las fiestas de fin de año es poder tener un tiempo de descanso, las respectivas vacaciones de cambio de estación; al contrario de muchos, Seokjin odiaba tener que descansar más tiempo en su casa, se sentía atrapado a pesar de que su casa era bastante amplia y tenía todo el espacio necesario para hacer lo que quisiera aun así lo hacía sentirse atrapado, por eso mismo le gustaba pasar tiempo buscando nuevas ideas, ocupar su mente en algo diferente.

El motivo de su desesperación actual se debía a que él jamás había llevado el trabajo a su casa porque era su santuario de tranquilidad. Uno que ahora era invadido por incomodidad absoluta de un pequeño cachorro que exigía mucho y no le dejaba descansar, justo como en ese momento que debería estar arropado entre sus cómodas sábanas, pero el pequeño bebé Kim tenía otros planes.

El omega se encontraba arrodillado frente al inodoro recobrando su propia estabilidad luego de devolver lo poco que tenía en el interior de su estómago, desde hacía unos días su cuerpo no era capaz de retener mayor alimento, sin importar la hora del día los supuestos malestares matutinos sucedían en cualquier momento, incluso durante la madrugada, en especial cuando discutía con Namjoon y lo hacía dormir en otra habitación, le habían comentado que los bebés pueden llegar a separarte de tu pareja, en su caso era totalmente al revés.

—¿Moon? – se escuchó la voz del alfa a través de la puerta del baño, dando algunos golpes, esperando una respuesta, la cual no llegaba, preocupándose por el silencio tan agobiante – ¿estás bien?

— Nam... – el simple susurró de Seokjin le hizo volver a respirar tranquilo, enviando a través de su lazo emociones para confortarlo.

— ¿Sí?

— Odio esto – se quejó con enormes lágrimas en sus ojos, abultó sus labios sintiéndose muy mal, quería que su alfa lo abrazara, pero su orgullo no lo había dejado hablar antes, por eso mismo su lobo se había encargado de llamarlo mediante el lazo y junto a este se le unía un pequeño exigente que pedía la presencia del otro, para que sus padres estuvieran cerca –, ya no quiero estar embarazado.

La risa del alfa se escuchó mucho más sonora, pero al mismo tiempo trataba de tranquilizarlo por el lazo, Namjoon no podía enojarse con su esposo, podría parecer un omega duro o caprichoso, pero con él era un tierno y lindo cachorro que siempre buscaba su atención. No le gustaba ser ignorado, mucho menos ahora estando en cinta, era complicado porque había días donde no podía hacer nada para hacerlo feliz y otros donde no quería que se despegara de él.

— Moon, no digas eso, sabes que nuestro cachorro puede escucharte – un quejido se escuchó al otro lado de la puerta preocupando al alfa, pronto escuchó el agua correr, siendo esa su señal para ser paciente. Seokjin enjuagó su boca sin muchos ánimos, disgustado por el sabor que había quedado en su boca. El alfa no tuvo que preguntar de nuevo si se encontraba bien porque ante él se presentó la visión de su lindo esposo, con sus labios abultados, estirando los brazos para ser abrazado – oh mi amor, esto pasará rápido, lo prometo.

— No mientas, faltan meses para que termine – se quejó una vez estando entre los brazos de su alfa, buscando el aroma entre la curvatura de su cuello, frotando su nariz una y otra vez, sintiendo cómo los malestares comenzaban a disminuir –, esto será peor con el tiempo ¿Por qué no te detuve esa noche?

— Dijiste que también lo querías – mencionó divertido, llevando su mano hacia el pequeño bulto en el vientre de su omega que comenzaba a notarse, parecía que el pequeño cachorro se ocultó muy bien durante el primer mes y medio, pero ahora que ya estaban cumpliendo los tres meses de gestación quería mostrarse, haciéndose notar – ¿quieres que te lleve de nuevo a la cama?

Seokjin murmuró una afirmación, acomodando sus brazos alrededor del cuello del alfa, quien ágilmente lo tomó en brazos para llevarlo hasta la amplia cama que compartían por las noches, al menos en las que le permitía estar dentro de la misma habitación. En ocasiones se sentía un poco tonto al no saber cómo comportarse porque los cambios de humor del omega eran demasiado volátiles al igual que su estado de ánimo, últimamente se la pasaba durmiendo demasiado y cuando despertaba tenía dos opciones o encontrarlo alegre o bien en su peor modo.

Lo acomodó lentamente en el espacio de la cama que utilizaba el omega como su lado, cubriéndolo completamente con las sábanas, Namjoon no sabía muy bien si esta vez lo dejaría volver a la cama con él. Horas antes habían discutido por tonterías, algo que provocó el enojo del omega y un exilio de su propia habitación.

—¿Quieres que me quede? – interrogó, pues sabía que si mencionaba de otra manera esa pregunta lo que se ganaría es otra noche fuera de su habitación. Seokjin asintió, mientras dejaba un espacio junto a él. Namjoon no lo dudó un segundo más para subirse a la cama, abrazando el cuerpo de su omega, dejando su mano en el vientre de Seokjin.

— Nam...

— Sí, amor.

— No era verdad que ya no quiero estar embarazado – mencionó con culpa, encogiéndose más entre los brazos de su alfa, acurrucándose en el pecho amplio de este – es solo que, me hace sentir mal todo el tiempo.

— Lo sé – murmuró en voz baja, dejando un beso en su frente, abrazándolo más a él – pronto pasará. Podemos preguntarle al doctor qué podemos hacer para que los síntomas no sean tan fuertes.

El omega no podía estar más de acuerdo, eran padres primerizos y su doctor quizá estaría cansado de ellos, pero no podían evitar buscarlo cada que se sentía mal respecto a algo. La primera vez fue cuando notó que de un día para el otro el bulto en su vientre se notaba mucho más, el hombre le dijo que eso era normal y no debía preocuparse. Luego fue por problemas de acidez, le restringieron la ingesta de todos sus antojos como pepinillos, aceitunas y dejar de ponerle mostaza a todo, eran cosas que simplemente lo harían sentir incómodo, cosa que no le agradó del todo, así que decidió comerlo de manera limitada.

Llevar un embarazo saludable lo estaba dejando exhausto y ahora solo quería distraerse con algo que no fueran sus malestares, quizá comenzar a trabajar en el nuevo proyecto de primavera lo mantendría ocupado, le molestaba que al pedir opiniones no tuviesen ideas nuevas, todo era flores, nuevos retoños, animales despertando de la hibernación, ya nada era novedoso, todo era obsoleto, como los socios que no brindaban algo mejor con lo que se podría trabajar. Pensándolo mejor, debería dejar un tiempo prolongado en presentar las campañas y el proyecto de primavera hasta lograr sacar algo novedoso más adelante.

Namjoon sabía que su esposo estaba divagando en cosas del trabajo, jamás se quedaba callado de esa manera a menos que fuera por idear nuevas maneras de trabajar. Inhaló profundo mientras se abrazaba al cuerpo de Seokjin, sintiendo cómo su hijo también comenzaba a afectar en el olor de su omega.

— Tu esencia se ha vuelto más fuerte con el correr de los días, Moon – murmuró Namjoon con sus ojos cerrados, embriagado por el aroma que provenía del cuerpo de su omega. Para muchos podría parecer demasiado empalagoso, sin embargo, él moría de gusto cada que aspiraba la esencia de Seokjin – la vainilla huele mucho más dulce.

Chocolate, cerezas y vainilla. Glorioso

— Lo sé, algunas veces me marea un poco – el alfa soltó un poco más de su esencia para tranquilizar a su pobre omega inquieto, su olor de agua de mar, arena y coco mermaba los malestares del embarazo y él disfrutaba de consentirlo, además de llenarlo de su aroma. No era suficiente que, con la marca, cada uno tuviese un atisbo del aroma del otro, le encantaba la idea que ahora el omega pidiera cubrirse con ello – ¡eso es!

Seokjin se incorporó en su lugar, dejando desorientado a Namjoon por el actuar tan repentino del omega, lo vio buscar algo en su mesa de noche y luego una luz cegadora invadió la oscuridad de la noche, iluminando el espacio. Los dedos del omega tecleaban con agilidad en su laptop todas las ideas que se le venían a la cabeza, murmurando palabras y de vez en cuando aplaudiendo en muestra de halago hacia sí mismo. Namjoon no comprendía muy bien lo que sucedía.

— Jinie, ¿Qué es lo que escribes?

— Se me ocurrió una idea brillante para el próximo proyecto – comentó de manera eufórica, el alfa observó la hora en la pantalla, frunciendo su ceño de inmediato.

— ¿Y tienes que escribirlo a las tres de la mañana? – le reprochó al sentir cómo su sueño era espabilado, incorporándose al lado del omega –. Deberías descansar.

— Quienes duermen no logran lo que quieren Nam, y mientras otros duermen, yo estoy creando la nueva campaña de finales de primavera – tomó el aparato para alzarlo y dejarlo frente a su esposo, quien una vez más quedó enceguecido por la luz brillante – ves.

— ¿Botón del otoño? – cuestionó el alfa leyendo el título del documento, Seokjin asintió frenéticamente volviendo a colocar el aparato en sus piernas – ¿Qué significa eso? O de qué tratará.

— Embarazo – mencionó simplemente el omega – haremos una campaña sobre la consciencia de todos los gestantes, no romantizando la etapa como muchos otros lo hacen diciendo que es el momento más pleno de cualquier omega o beta fértil, sino como lo que es. Una transición hacia un nuevo estilo de vida.

— De acuerdo, pero por qué lo llamarás Botón del otoño si se trata de un proyecto de primavera casi verano.

— Porque fue el momento en el que me dejaste embarazado.

Namjoon comenzó a reír ante la imaginación que podía tener su esposo, le encantaba poder vivir esta nueva etapa con su omega, había días donde Seokjin amaba su estado y otros donde aborrecía a todo mundo, pero justo ahora, era motivo de inspiración, eso le llenaba de satisfacción, el estar casado con el hombre más fuerte y maravilloso lo hacía sentirse feliz, porque a pesar de ser un omega jamás se había dejado vencer por nadie.

Sin embargo, algo en su maravillosa idea no cuadraba del todo, si se suponía que se trataría de una campaña de embarazo, eso significaba que no tendrían modelos disponibles; la mayoría del tiempo Jimin con el resto de modelos hacían las imágenes promocionales, el pequeño detalle es que ninguno estaba en cinta ¿Qué tenía planeado para solventar eso su adorado esposo?

— ¿Moon? – lo llamó un poco dudoso de despertar la ira en él – sabes que amo cada idea que tienes y te apoyo en todo lo que decidas...

— ¿Qué sucede?, sabes que detesto que divagues cuando piensas que te gritaré – Seokjin lo encaró, llevó una de sus manos a la mejilla de su alfa, quien se derritió bajo el tacto de este – dime alfa...

Namjoon odiada cuando su esposo jugaba así de sucio con él porque primero podía parecer una tierna persona y luego sacaba los colmillos o quizá esta vez no. Quería saber lo que pasaba por esa mente ingeniosa, así que no se detuvo más tiempo en pensar lo que diría, mas sí cuidaría el tono en el que lo mencionaría.

— ¿Quieres hacer una campaña de embarazo sin modelos?

— ¿A qué te refieres con eso?

— Moon, si el proyecto será sobre Embarazo, ¿Qué haremos con las campañas de publicidad, las fotos, vallas publicitarias, comerciales? No tenemos a nadie que esté en estado – comentó el alfa tratando de ser lo más compresivo posible, aunque una loca idea se cruzó por su cabeza al ver a su lindo esposo abultar sus labios, pensativo por lo que estaba mencionando – a menos que – Seokjin lo vio con una brillante mirada esperando por sus próximas palabras, Namjoon le regaló una sonrisa por lo tonto que le parecía lo que le vino a la mente – podrías ser tú, mostrando esta hermosa pancita, que para ese momento estará más notoria.

El alfa comenzó a frotar con mucho cuidado el lugar donde se encontraba su precioso cachorro, el cual pronto podrían ver en el próximo chequeo con el doctor, estaba emocionado, tanto que no paraba de hablarle sin importar que Seokjin le dijera que aún no podía escucharlo.

Pronto sus mejillas fueron tomadas entre las cálidas manos de su esposo, el omega comenzó a repartir besos en todo su rostro, la verdad no se quejaba de recibir tanto afecto, no quería preguntar la razón, pero sabía que esa acción se debía a algo que quizá no le agradaría a la primera. Como cuando mencionó que sería buena idea encargarse de todas las juntas principales, siendo ahora él quien cargaba con todo, no se iba a quejar porque a cambio de aquello pudo disfrutar de un omega feliz.

De hecho esa decisión fue lo que hizo que su relación avanzara mucho más en sus inicios, aún podía recordar esa mirada filosa, los labios del omega siendo devorados con pasión y respondiendo a sus constantes demandas entre cada beso justo como en ese instante ¿qué estaba planeando?

— Eres brillante amor – halagó el omega, dando besos hasta terminar por profundizar uno más en los labios de su alfa. Quitó la laptop de sus piernas sin cortar el contacto íntimo hasta que se subió a horcajadas en el regazo de Namjoon – si pudiese besar tu mente también lo haría.

— Me halagas Moon, pero qué hice para ganarme esto.

— Les daré un descanso a todos los modelos principales y haré una convocatoria para aquellas personas en cinta – mencionó totalmente emocionado, Namjoon podía notar el brillo en esos ojos que lo enamoraban cada día. Definitivamente, eso era innovador porque le daría la oportunidad a nuevas caras para aparecer en un proyecto – y yo liderare la campaña como modelo principal.

— Espera, ¿Qué cosa?

— Quiero hacerlo Nam, será una manera de decirle a todos lo felices que estamos por nuestro cachorro, ¿no te gusta la idea?

Namjoon quería decir que no, definitivamente no le agradaba la idea de exponer de esa manera a su adorado esposo, quien durante muchos años había llevado la carga de ser un omega "en un puesto de alfa", quería evitarle cualquier malestar para que disfrutara de una manera tranquila su embarazo. No faltaría aquel que hiciera el comentario diciendo algo respecto a que ahora estaba embarazado, Seokjin estaba demasiado sensible que incluso lloraba con simplemente ver que ahora debía usar camisas de una talla más grande, ¿Qué le esperaría con todo lo que se avecinaba?

— ¿No estás de acuerdo? – se quejó, haciendo el amague de bajarse del regazo de su esposo, quien lo detuvo.

— Amo tu entusiasmo por esto, pero jamás habías querido aparecer públicamente, ni siquiera te gusta cuando debes tener sesiones de fotos con la prensa. Ser el rostro principal de una campaña sería demasiado – el alfa suspiró, comenzando a resignarse ante aquella mirada –. Sabes que lo único que quiero es tu seguridad y la de nuestro cachorro – murmuró Namjoon dejando caricias en la mejilla de su omega – ¿Qué sucede si comienzan a atacar o a decir cosas fuera de lugar?

— Estarás tú para consolarme.

Demonios, el omega sabía jugar sucio con sus sentimientos, por supuesto que estaría para él si algo o alguien llegara a amenazarlos, no permitiría aquello. Namjoon estaba cayendo frente al chantaje de Seokjin quien seguía abultando sus labios cada vez más, incluso su lobo estaba apoyando aquel ataque dando pequeños reflejos verdes, ¿no se supone que los omegas son renuentes a estar expuestos cuando están en cinta?, parecía un complot entre aquellas partes.

El lobo en su interior se hizo presente con el color dorado en sus ojos, estaba más que claro que el alfa ya estaba cayendo ante los encantos del verde esmeralda frente a él, prácticamente retozaba feliz por mostrarle al mundo que aquel maravilloso omega estaba esperando un cachorro. Así que no pudo resistirse más y asintió rendido. Haciendo prometer a Seokjin que no se expondría tanto, logrando obtener muchas más muestras de afecto, cayendo sobre la cómoda cama.

Con el pasar de los días se le hacía más fácil acostumbrarse a su nuevo hogar, esa palabra le hacía tener un cosquilleo en su cuerpo completo, no le llamaba casa o apartamento, se trataba de su hogar, uno que construía junto con Jungkook. El alfa le había dado la libertad de cambiar todo lo que quisiera o bien llenar el interior de aquel lugar vacío. Taehyung se sentía abrumado, tanto que decidió refugiarse en la segunda habitación de aquel apartamento, donde estaban sus pertenencias, siendo este espacio su lugar seguro, aquel que comenzó a tomar color con sus pinturas, fotografías y demás pertenencias. Iniciaría con las habitaciones y luego poco a poco iría con el resto del apartamento.

— Ya llegué – anunció en voz alta Jungkook al no ser recibido en la puerta con su acostumbrado abrazo o bien aquel pequeño grito proveniente de alguna de las habitaciones, hasta dejar ver al pequeño omega corriendo en su encuentro – ¿Tae?

El alfa comenzó a olfatear en búsqueda de Taehyung, su mirada viajó a lo que parecía ser la futura sala, estaba con algunas cajas con las cosas del omega, su colección de cámaras, algunas pinturas, el escritorio que estaba en su antigua habitación y el resto de cosas que habían comprado como el sofá, algunos bancos altos para el desayunador y una estantería que, aún no tenían un espacio específico dentro del apartamento, Jungkook quería que el omega decidiera cómo acomodar sus cosas, colocándolas como más le gustara y lo hiciera sentirse cómodo; incluso le enorgullecía que fue el mismo Taehyung quien pidió un espacio para colocar su material de pintura y fotografía.

Por lo que pudo notar en los últimos días ese proceso ya había comenzado porque lo escuchó encerrarse por horas en aquellas cuatro paredes sin dejarlo entrar, al menos hasta la tarde anterior, cuando le dijo que ya estaba listo para mostrarle su pequeño espacio acogedor.

Dejó su maletín en el sofá, quitó sus zapatos y siguiendo su olfato, sus pasos lo llevaron a atravesar el pasillo, esperando encontrarlo dormido en medio de muchas sábanas, abrazando su almohada.

Con una sonrisa llegó hasta la habitación principal, encontrándose con una desilusión, el aroma del omega estaba impregnado en el lugar, pero no se hallaba ahí, la última opción era la otra habitación, así que sospechando aquello decidió darle un poco más de espacio mientras él se ponía cómodo, normalmente tomaría un baño al llegar del trabajo, pero conociendo a Taehyung estaría hecho un desastre, cubierto de pintura. Definitivamente, sería un baño divertido el que tendrían, quizá con burbujas, mucha agua caliente y sobre todo tenerlo entre sus brazos luego de un largo día.

Mi luna...

Una vez estuvo mucho más cómodo se aventuró a atravesar el pasillo, la intensidad en la esencia de Taehyung iba disminuyendo con los días, pero aun así estaba presente en el ambiente, quizá era porque comenzaba a normalizarse pasando sus días de celo. Debía hablar con Hoseok respecto la situación del omega, quien debía hacerse algunos estudios luego de ese periodo de celo, ¿Le agradaba?, por supuesto que no, ¿debía aceptarlo?, no quería, pero no le quedaba más opción, la salud de Taehyung era lo primordial.

— ¿Bonito? – murmuró mientras se asomaba lentamente al interior del lugar, una sonrisa se le dibujó de inmediato ante la imagen que ya esperaba encontrar.

Se encontraba totalmente lleno de manchas de pintura porque su manera de liberar el estrés era en un ataque de creatividad, Jungkook lo dejaba ser, sobre todo en ese día que volvían a tomar normalidad en su día a día. Habían pasado encerrados durante cuatro días del celo de Taehyung y posteriormente el omega pedía que no lo dejara solo. Seokjin fue comprensivo al darle más días de descanso, pero ya era hora de regresar a la normalidad, así que ahí estaba de nuevo, admirando a su omega ensimismado en su nueva pintura.

Tenía la manía de dejar la punta de la lengua afuera, jugando sobre sus labios mientras se concentraba en perfeccionar las líneas o bien algún detalle específico, Jungkook amaba la visión del omega apasionado, a quien tenía el honor de ver desde el marco de la puerta, ni siquiera se había dado cuenta de su presencia porque tenía puestos los nuevos auriculares que le regaló la tarde anterior lo que explicaba el que no haya escuchado cuando la contraseña fue puesta o bien cuando habló; además de estar abstraído con la música, el olor del acrílico era demasiado fuerte como para percibir otra esencia. Jungkook bien hubiera utilizado aquel lazo invisible para llamar su atención, pero entonces eso le quitaría el poder admirar ese bello momento.

Precioso...

Como si aquel pensamiento viajara de una mente a la otra, el omega regresó la mirada hacia la puerta, dejando que su rostro se iluminara con una enorme sonrisa. Con rapidez tomó un pequeño retazo de tela para limpiar sus manos, se quitó los aparatos de los oídos con poca paciencia para así por fin salir al encuentro de su alfa, estaba tan metido en la pintura que ni siquiera percibió el cosquilleo en su cuello como la cercanía de Jungkook, pensó que aquello era parte de su anhelo por verlo.

— Jungkookie – el alfa lo recibió en sus brazos con una enorme sonrisa, alzándolo de inmediato. Pronto las piernas de Taehyung estaban rodeando la cadera contraria, con sus brazos aferrados al cuerpo de Jungkook – te extrañé tanto – murmuró mientras comenzaba a llenarse del olor a bosque, buscando el espacio de la curvatura del cuello del alfa, realmente estaba disfrutando tener el olor proveniente de la fuente principal y no solo de las prendas, le traía paz o al menos así era hasta que sintió de nuevo ese aroma y un gruñido salió de él – ¿Por qué hueles así?

— ¿Cómo? – cuestionó Jungkook sintiendo cosquillas en su cuello pues el omega no dejaba de olfatear toda su piel con su nariz.

— Así, hueles a cerezas.

Jungkook se quedó pensando un momento, no había tenido mucho contacto con el personal de la compañía, gracias a que su lobo celoso impedía cualquier acercamiento con tal de no perder el aroma de su omega, lo hacía prácticamente esquivar hasta el más mínimo toque que representara la profanación de aquel aroma a cítricos y frutos rojos que se impregnaba en su propia piel. Hasta que a su mente llegó la respuesta, dibujando una sonrisa en sus labios.

— ¿Ya habías percibido este aroma antes?

— Sí – el alfa tuvo que poner mucho de su parte para mantener el semblante serio, amaba esa nueva faceta de Taehyung siendo posesivo de una manera más liberal, exigiendo sus necesidades o bien cuando hablaba sobre lo que le incomodaba – no es la primera vez y tampoco la segunda.

— ¿En serio?

— Jungkook, hablo en serio – abultó sus labios mientras se quejaba, Taehyung intentó bajarse, pero todo fue en vano, el alfa lo aferraba más a su cuerpo cada que se removía.

— Dime mi Luna, ¿Cuántas veces has percibido ese aroma?

— Muchas. Cuando aún estábamos en casa de Eunyeong – murmuró en voz baja el nombre, aun doliendo en su pecho la ausencia de la omega – siempre regresabas con ese aroma.

— Ah, cuando tu lobito posesivo quería marcarme todo el tiempo – mencionó en tono divertido el alfa al recordar que durante esos días siempre tenía una marca rojiza o bien purpura en su cuello, ahora tenía una mordida como tal en ese espacio, la cual no le molestaba en lo absoluto. Taehyung asintió aún con sus labios abultados – ¿esa era la razón, mi precioso omega estaba celoso?

— No – reprochó evitando la mirada de Jungkook –, pero eres mío.

Esa actitud no era de Taehyung, el alfa sabía identificar cuando el lobo se tomaba el atrevimiento de hablar por él ¿Por cuánto tiempo sucedió aquello?, Jungkook se lo cuestionaba constantemente pues el omega lo veía como algo normal al ir y venir entre él y su animal interior, le parecía tierno porque demostraban que tenían una conexión diferente al resto.

Intentó buscar su mirada y todo fue en vano, así que decidió llevarlo hasta la habitación que compartían donde se encontraba aquel lugar donde se entregaron la primera vez. Sí, seguían teniendo el mismo colchón y no una cama decente, pero era por decisión mutua porque cuando él quiso comprar una Taehyung se negó argumentando que se sentía mucho más cómodo durmiendo así. De igual manera, Jungkook le había tomado gusto a tener un colchón a una cama, con excepción de ahora que quería colocar a Taehyung en la superficie blanda.

Casi caen uno encima del otro por los torpes movimientos de Jungkook, eso le hizo sacar una enorme sonrisa al omega junto con varias carcajadas, el mal momento había pasado y el travieso lobo también ya se encontraba oculto. Ahora solo estaban ellos dos, mirándose el uno al otro.

— Mi luna – murmuró Jungkook con una mirada cálida, el omega suspiró totalmente perdido en aquellos orbes destellantes –, no debes preocuparte por el olor a cerezas, ¿sabes por qué? – cuestionó acunando el rostro del omega mientras este negaba lentamente –. Recuerdas a Seokjin hyung, pues él está esperando un cachorrito y últimamente soy yo quien se encarga de él cuando discute con Namjoon.

— ¿El señor Kim está embarazado? – el asombro en su mirada le causó ternura al alfa quien asintió, brindándole un beso en su frente –, pero él no huele a miel.

— ¿Miel?, no, no bonito, Seokjin hyung huele a chocolate y cerezas – el alfa arrugó su nariz en muestra de disgusto pues el aroma no era muy de su agrado.

— No olías así la primera vez que te marqué – Taehyung podía estar tranquilo con saber que su alfa cuidaba de un omega embarazado, pero no podía dejar de pensar en aquel malestar que le causaba el otro aroma, Jungkook quería preguntar, pero el omega de inmediato lo encaró con su ceño fruncido –, cuando fue la prueba de estudio, el olor era a miel y cerezas, justo como ahora y también sucedió lo mismo en otras ocasiones. No me agrada saber que hay alguien atrevido soltando su olor alrededor de ti. Alfa eres mío.

El alfa no tenía muy en cuenta ese dato, hasta que su lobo se removió incómodo, recordándole cada vez que se alejaba de su asistente y su aroma empalagoso, era justo ese. Afortunadamente, ahora mantenían mucha más distancia con la omega, tratando que cualquier interacción se limitará a la distancia entre su escritorio y ella. Quizá debía pedir un cambio para la chica, aunque eso sería injusto. Jungkook no quería despedirla porque era alguien muy eficiente en sus labores, sin embargo, de que tenía que hacer algo al respecto lo haría.

— Jungkook, ¿sucede algo? ¿Te molestó lo que dije?

Antes de siquiera responder a la pregunta del omega, el timbre de su apartamento resonó, algo que les pareció muy extraño, pues no tenían vecinos, el único con el que compartían su entorno se terminó mudando, dejando el piso solo para ellos y normalmente cuando llamaban a la puerta se trataba de repartidores de comida, pero últimamente eso se volvió obsoleto para el alfa quien disfrutaba de una comida casera con Taehyung; cada noche era divertido descubrir qué combinación americana y asiática hacían para las comidas.

— ¿Pediste comida? – cuestionó Taehyung, conociendo las viejas costumbres del alfa, una que no se había dado hasta el momento, porque Jungkook gruñía cada que alguien invadía su espacio durante los días de su celo; lo observó negar con su ceño fruncido haciendo aún más extraña la situación.

— Quédate aquí, iré a revisar quién es.

— Quiero ir contigo – lo tomó de la muñeca deteniendo sus movimientos – por favor. No me dejes solo.

Jungkook asintió convencido por el pedido de Taehyung ¿Quién era él para negarle algo?, mucho menos si lo veía con esos ojos de cachorro, sí era demasiado débil ante su precioso omega. El alfa se puso de pie, ayudando inmediatamente al omega para hacer lo mismo, quien ni bien dieron un paso, se alzó de puntas para dejar un beso en la mejilla de Jungkook.

— Lo siento si te molestó lo que dije del olor en ti.

— En lo absoluto, este es un tema que seguiremos hablando tú y yo. No quiero que pienses cosas erróneas, soy un poco despistado cuando se trata de notar a otras personas... – de nuevo el timbre sonó de manera insistente, cortando el aura de paz que mantenían ambos, Jungkook se acercó a darle un beso en la frente y otro más en sus labios –. Prometo que lo discutiremos ¿de acuerdo?

— Okay.

— Me gusta cómo está quedando tu estudio – murmuró Jungkook al salir de la habitación, Taehyung se aferró a su brazo con una enorme sonrisa – te ayudaré a llevar el escritorio y el otro caballete. Quizá necesitemos comprar algunos muebles.

El alfa observó a su alrededor, el apartamento vacío le facilitaba el imaginar cómo lo irían llenando poco a poco con cosas, aunque con la noticia que estaba guardando para Taehyung dudaba mucho que su precioso omega llegara a pasar más tiempo en casa.

El estruendo sonido de alguien llamando a su puerta terminó de romper su buen humor haciendo que el alfa virara los ojos en muestra de su molestia, su lobo también bufó bajo por la osadía de esa persona al interrumpir en su espacio de manera tan grosera. Estaban a unos cuantos pasos de la puerta cuando a sus fosas nasales llegó un olor a resina de pino, ambos detuvieron su andar abruptamente mirando hacia el frente. El agarre en el brazo de Jungkook se intensificó haciéndolo voltear en dirección hacia Taehyung.

— Es un alfa – murmuró el omega casi escondiéndose detrás de su espalda – uno muy molesto.

Jungkook no tuvo mucho tiempo para interrogar la razón por la que el omega podía percibir al igual que él aquel aroma, porque el timbre volvió a sonar una y otra vez, pero con la excepción que seguido al estruendoso sonido se le unieron unos golpes insistentes.

— Jungkook, sé que estás ahí, no puedes seguir ignorando a tu abuelo.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del alfa, ¿con qué derecho se aparecía de esa manera en su apartamento? Y lo más importante ¿Cómo era posible que conociera dónde vivía?

— Bonito, por favor, ve a la habitación – Taehyung no quería obedecer aquel pedido, esto debía ser parte también de su nuevo inicio. No se ocultaría detrás de Jungkook siempre, ni de él ni de nadie más.

— Me quedaré contigo – dijo firme, colocándose de nuevo a su lado. Jungkook lo encaró con su mirada confusa, él solo buscaba protegerlo, pero parecía que la determinación en la mirada del omega buscaba algo más con aquella acción.

Sin retrasar más el momento, ambos entrelazaron sus manos para darse apoyo mutuo. El alfa tomó una inhalación profunda y por fin abrió la puerta, dejando ver aquel alfa que lo crio durante su infancia y adolescencia, con su típico aspecto de soberbia, aunque no duró mucho al notar al omega a su lado, escaneándolo con la mirada de una manera poco inusual para él, Jungkook habría esperado que fuera totalmente despectivo, pero fue todo lo contrario, parecía tener demasiado en su mente.

— ¿Puedo pasar? – Seung intentó dar un paso al frente, pero se topó con la negativa de su nieto –, Jungkook-ah esto es importante. Lo sabrías si contestaras ese teléfono tuyo, llevó días intentando comunicarme contigo, tuve que buscar otras alternativas para tener este encuentro.

— ¿A qué se debe su visita abuelo? – Jungkook interrumpió el paso del alfa mayor con su cuerpo –. No recuerdo haberle dicho dónde vivo y mucho menos invitarlo para que apareciera de esta manera, ¿de nuevo me está investigando?

— Ya no hago eso, al menos no desde que cambiaste tu número de teléfono por tercera vez – hizo una mueca que fingía ser una sonrisa, el alfa mayor no podía quitar sus ojos del omega rubio que reconoció como el chico con el que su nieto salió de aquella fiesta, sin embargo, siguió adelante con su discurso –. Comprendí que no querías hablar conmigo en ese momento.

— Y sigue siendo igual ahora.

— Por favor Jungkook-ah, hablemos como alfas civilizados – rogó el anciano, dirigiendo de nuevo su mirada hacia Taehyung, que cada vez aferraba más su agarre en la mano del alfa. Jungkook se sentía irritado de solo escuchar cómo se refería a su manera de conversar con él, algo entre alfas, ni siquiera habían pasado cinco minutos y ya estaba desplazando a su omega – prometo que no tardaré.

El menor de los alfas dirigió su mirada hacia Taehyung, quien había apretado su agarre para llamar su atención, le brindó una sonrisa tímida, mientras le indicaba que lo dejaran pasar, hasta cierto punto vio muy conveniente el hecho que fuere su omega quien decidiera darle el paso libre a su abuelo, pues sabía cómo era el alfa respecto al pensamiento alfista, sería divertido verlo rabiar.

— Por favor, señor, pase – murmuró Taehyung, impresionando al anciano al ser él quien mandara sobre aquella decisión. Jungkook sonrió para seguido darle un beso a su omega mientras dejaban que ingresara su abuelo.

Seung atravesó la puerta con una sonrisa que se borró de inmediato al ver el vacío del lugar, simplemente veía demasiadas cosas desordenadas en lo que era la sala, regresó su mirada hacia la cocina que tenía concepto abierto, estaba totalmente equipada y totalmente en orden, como si fuera de exhibición, un tanto chocante con el resto del lugar.

Jungkook estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no reírse de su abuelo, por alguna extraña razón Taehyung se puso frente a él tomando sus brazos para que rodearan su cintura, el alfa gustoso aceptó aquella acción porque así podía ocultar su sonrisa mientras besaba el cabello rubio del omega.

— ¿Se acaban de mudar? – dijo entre dientes Seung al no comprender muy bien lo que estaba mirando –. Tu omega no se ha encargado de colocar todo en orden...

— Disculpe que sea tan inoportuno de mi parte – habló Taehyung sintiendo un estremecimiento en su cuerpo cuando recibió un beso en su cuello, escuchaba los ronroneos de Jungkook demasiado cerca de su oído y eso lo desconcentraba de lo que haría –, pero debo preguntar ¿quién es usted? – el anciano abrió sus ojos sorprendido por lo que escuchaba ¿acaso no lo reconocía?, el alfa menor apretó más su agarre en la cintura de Taehyung riendo lo más bajo que podía –. No es por ofender, pero entró a nuestra casa juzgando todo a su alrededor sin siquiera presentarse antes.

— Bonito... – ronroneó Jungkook detrás de él.

— Puedo encargarme de esto – susurró el omega girando un poco su cuerpo para encontrar la mirada contraria, recibiendo una afirmación. Cuando regresó a ver a la persona frente a ellos, se encontró con un panorama bastante divertido pues Seung no daba crédito a lo que sus ojos estaban presenciando –. Si gusta me puedo presentar, mi nombre es Kim Taehyung, ahora es su turno.

— Interesante omega – murmuró Seung, pero esta vez con una sonrisa verdadera – mi nombre es Jeon Seung, soy el abuelo del alfa que se oculta detrás de ti – Jungkook gruñó bajo, recibiendo una risa burlesca de su abuelo y unas caricias por parte del omega – tienes un interesante aroma ¿no es así Jungkook-ah?, eres igual a tu padre incluso en esto.

— No lo meta en esto – gruñó alto, sin contenerse, estaba cansado de que siempre dijera cosas hirientes sobre sus progenitores, en especial de su padre. ¿Qué clase de persona sin alma era su abuelo como para tratar de esa manera a su único hijo? Ni siquiera respetaba la memoria de las personas más importantes para Jungkook.

Seung inspeccionó al omega al cual su nieto no dejaba de aferrarse ni un segundo, los reflejos rubí le advertían que mantuviera su distancia o esta vez no se contendría, el alfa mayor lo sabía, ahora el lobo de su nieto tenía la ventaja de tener un cuerpo más grande el cual dominar. Eso le recordó el porqué toda su familia comenzó con la línea de pureza de la sangre, estaba más que claro que siempre existía una mezcla entre los animales internos y el ADN humano que impedía la pureza perfecta, pero que los lobos de su clan fueran así de fuertes siempre había sido el punto clave, aunque ahora ya no parecía realmente necesario.

— Sabes por qué siempre menciono a tus padres – cuestionó Seung mirando el portarretrato del matrimonio Choi con Taehyung, él también recordaba con nostalgia a aquellas personas que solían vivir frente a su casa, quienes misteriosamente murieron con un resultado patético como "muerte natural", pensó que jamás volvería a ver aquel cachorro revoltoso, pero la madre luna tenía sus propios métodos para que las cosas sean como ella lo destinó a ser.

— Será porque le encanta torturarme con eso para volverme más fuerte.

— No muchacho, te lo repito porque tú mejor que nadie conoce la historia – quitó su vista del objeto que se resguardaba sobre una de las cajas y regresó la mirada al omega que mordía sin cesar su labio – Taehyung, ¿cierto? – el omega asintió lentamente – te contaré una historia de años de antepasados de la familia Jeon.

La familia inició como un clan poderoso gracias a que sus líderes siempre fueron justos, dignos de un liderato, su pureza se caracterizó durante cientos de años y por la misma razón comenzaron la práctica de limpieza de sangre, procreando con alfas de la misma jerarquía, eso durante años involucró que muchas familias perdieran a todas las alfas gestantes, reduciendo incluso el número de cachorros. Hasta que llegó el padre de Jungkook, enamorándose de una omega, la cual al principio fue aceptada por Seung, sin embargo, con el tiempo, para el viejo alfa demostró que no era digna de estar en la familia.

— Es una historia muy conmovedora, señor Jeon – murmuró Taehyung sintiéndose mal porque el alfa hablaba con desprecio de la mujer que trajo al mundo a su alfa, solo por ser una omega –, pero qué tiene que ver con su repentina visita.

— Tiene mucho que ver muchacho. Yo diría que su historia es más interesante que la que acabo de contar. Siendo que eres el omega elegido por el pulgoso lobo de mi nieto desde mucho tiempo atrás.

Tanto el alfa como el omega, voltearon a verse extrañados por aquello; Jungkook, por su parte, tenía un mal presentimiento respecto a lo que mencionaba su abuelo pues tenía esa mirada de saber algo que no comprendía, ¿por qué parecía que su abuelo conocía más sobre su omega de lo que estaba diciendo?, su lobo se manifestó molesto por la falta de respeto al estar hablando de su omega.

— Abuelo, si viene aquí para insultar a mi omega, le pediré que se retire.

— No estoy aquí para eso, quería disculparme por todos estos años en los cuales no tuve el mejor de los comportamientos – Seung se paseó por el apartamento, inspeccionando de nuevo el lugar –, después de la muerte de tus padres, eras un niño llorón y yo solo quería hacerte fuerte.

— ¿Tratando de utilizar las viejas costumbres? – reprochó Jungkook abrazándose más al cuerpo de Taehyung, intentando controlarse de cometer una locura.

Un gruñido alto se escuchó, proveniente del pecho de Jungkook su lobo se reflejó en sus ojos, dejando a la vista el rubí de manera amenazante ante aquel viejo alfa que los crio bajo ideales alfistas. Jeon Seung se había hecho cargo de su único nieto luego de la muerte de su único hijo, quien fue el primer alfa de la familia en hacer una familia con una omega después de muchísimos años, huyendo de todas las tradiciones de los Jeon. Al saber que su nieto venía al mundo, quiso reunirse de nuevo con ellos, pero su hijo se rehusó en mantener un contacto con la familia; hasta que la madre de Jungkook enfermó de gravedad.

— Jungkook, escucha a tu abuelo – murmuró el omega, intentando que su alfa no perdiera esa oportunidad de reconciliarse con su familia. Un bufido bajo fue la respuesta del alfa, no por estar molesto con Taehyung sino porque se negaba a hacer tal cosa – no lo juzgues, está aceptando a su manera que no estuvo bien lo que hizo.

— Veo que mi nieto no se equivocó contigo, muchacho – halagó Seung, el alfa mayor, sabía que este encuentro representaba más que una promesa de niños – supongo que las segundas oportunidades sí existen, ¿cierto?

Seung estaba tratando de hablar directamente con el lobo de Jungkook, quien simplemente se limitó a reflejarse en sus ojos para después desaparecer en una muestra de desinterés hacia su persona, el alfa rio sin gracia al notar que seguía siendo el mismo de siempre. Aunque al ver a su nieto tan aferrado al omega, sospechó que quizá y solo quizá su nieto no conocía toda la verdad. Eso explicaría su actitud, ¿hasta qué punto había bloqueado el lobo sus recuerdos?

— No tienes que responder ahora, pero por lo que veo lograste encontrarlo de nuevo – murmuró el alfa paseándose por el recibidor hasta llegar a las cosas de Taehyung, quien casi no pudo controlar el gruñido en su pecho al ver cómo tocaba algunas de sus pertenencias, podía soportar que mirara, pero no el que tocara –, quería decirte que esta vez no intervendré entre ustedes, ya lo hice una vez supongo que una segunda no me lo perdonará la Diosa. Además, después de ver cómo actuaste la noche del baile, dudo mucho que algo o alguien los separe.

— ¿A qué se refiere? – cuestionó Taehyung realmente interesado en aquellas palabras.

— Vamos chicos en serio, me dirán que no saben nada. No es necesario que finjan – Seung viajó su vista entre uno y el otro que lo veían totalmente confundidos, provocándole una risa incontrolable – de acuerdo, comprendo – dijo sosteniendo su estómago y limpiando una falsa lágrima – veo que el lobo de mi nieto no es el único que guarda secretos, supongo que debo retirarme, pero les diré algo, sobre todo a ti Jungkook. Ninguna persona tiene el mismo olor a otra y menos si sientes, como era – dijo frotando su barbilla, recordando una versión de su nieto un poco más pequeño – ah sí, con el olor de las rosas de mamá. Sean felices hijos y no olvides que puedes contar conmigo, Jungkook-ah.

Seung se dirigió con pasos lentos hasta la puerta, no tenía más por hacer en ese lugar, no cuando la pareja parecía tan fuera de sí, sería como hablar con una pared; agradecía que aquella chica en la oficina donde trabaja Jungkook estuviera dispuesta ayudarle, ahora sabía que sus sospechas eran ciertas, aunque esos dos cabezas duras lo ocultaran ¿o no lo recordaban realmente?

— Por cierto, Jungkook, espero puedas perdonar a este viejo alfa. Solo quería lo mejor para ti y eso sé que te hizo daño – suspiró un tanto nostálgico por recordar todo lo que había sucedido – no tiene que ser ahora, puede ser cuando te sientas listo. Solo piénsalo, ¿de acuerdo?

Jungkook abrazó más a Taehyung, aún confundido por toda la situación, el omega le brindó algunas caricias para darle confort. Ambos vieron cómo el alfa mayor se dirigía hacia la salida y el omega se giró del todo para darle un beso rápido a su alfa, dejándolo confundido al escucharlo, mencionar que debía ir con su abuelo para acompañarlo hasta la salida. El alfa no estaba muy convencido de eso, no quería salir de su refugio detrás de Taehyung, pero decidió hacer lo que se le pedía.

En total desacuerdo se resignó a dejar un beso en la frente de su omega para por fin soltar su agarre, prometiendo volver. Detuvo el andar de su abuelo antes que tomara el pomo de la puerta y como último medio para seguir adelante regresó la mirada hacia su omega, quien sonrió, haciendo un ademán con su mano, dándole a entender que siguiera su camino junto a su abuelo. Jungkook era muy obediente cuando se trataban de las palabras de Taehyung y mucho más cuando el omega mencionaba que estaría bien.

Ambos alfas salieron del apartamento con dirección a los elevadores, Seung trató de convencer a su nieto que no era necesario hacer todo el recorrido porque su asistente estaba esperando por él, pero el menor hizo oídos sordos y le indicó que siguieran su camino. Una vez se detuvieron frente a las puertas mecánicas, Jungkook no pudo resistir más el contener su curiosidad y su abuelo lo tenía muy en cuenta.

— Dilo – le interrumpió antes que Jungkook mencionara algo – sé que sigues siendo ese mocoso curioso. Ahora pregunta lo que tienes en esa cabeza dura tuya.

— Lo que dijo ahí dentro...

— Recuerdas el tiempo que vivimos en Daegu – volvió a interrumpir el anciano, sin dirigirle la mirada – en ese entonces había un matrimonio mayor que vivía frente a la casa de campo, tenían por nieto a un pequeño revoltoso que siempre se metía en problemas por perderse entre la hierba alta. Salías cada tarde después de tus clases para jugar con ese niño. Hasta que un día sucedió lo que tanto estaba esperando, tu lobo se presentó para defenderlo, fue impresionante ver cómo a tan corta edad ustedes se encontraron. Intenté intervenir, pero me atacaste ni bien me acerqué.

— No lo recuerdo, ¿por qué dice que lo ataque?, eso es imposible.

— Por supuesto que no es imposible solo que no eras tú quien estaba al mando en ese momento, tu lobo era quien controlaba tu cuerpo – le sonrió como si se tratara de un triunfo aquello – al final del encuentro no tuve más opción que recurrir a la fuerza, uno de mis anillos fue el responsable de esa cicatriz tuya. Estuviste inconsciente hasta el día siguiente y no precisamente fue tu parte humana la que despertó, seguía siendo tu lobo diciendo que debía ir con su omega. Le pregunté cómo sabía eso y dijo "Lo sé porque huele a rosas, como las de mamá"

Jungkook se sentía más confundido que antes, trataba de encontrar respuestas en sus recuerdos, mientras que su lobo se escondía al estar escuchando aquel relato que con tanto recelo resguardó durante tanto tiempo, pero quizá era tiempo de sacarlos a la luz, su animal interno llamó al lobo contrario intentando asegurarse que ya se encontraba listo. La parte humana quería respuestas y no las estaba obteniendo, por más que las exigía a su lobo, era el momento justo para revelar todo.

— Yo no sabía a qué se refería en ese momento porque solo percibí su olor débil de cítricos y frutos rojos, aún no se presentaba ese pequeño y ya tenía un olor que lo declaraba como omega. Por eso digo que eres igual a tu padre, ambos encontraron una pareja destinada bastante peculiar – murmuró un tanto nostálgico, las puertas frente a ellos se abrieron y ambos ingresaron –. Tu lobo dijo que no me perdonaría por separarlo de aquel niño y que se ocultaría, haciendo que tu pureza ya no estuviese presente hasta que cumpliste la edad donde todos se presentan.

— ¿Esa fue la razón para darme la educación alfista? – su abuelo se encogió de hombros, Jungkook gruñó y esta vez totalmente de acuerdo con su lobo.

— No fue lo mejor, debo admitirlo, por eso espero que me perdonen, los dos o los cuatro, ya que encontraste a tu omega, ¿no es así pulgoso? – Seung le dirigió la vista al alfa que tenía destellos rojos – hazme un favor, desbloquea esos recuerdos, ya es tiempo, no vaya a ser y te arrepientas de no hacerlo ahora.

Las puertas volvieron a abrirse y Jungkook no pudo dar un paso fuera de la caja de metal, su abuelo sabía que no lo estaba siguiendo, así que giró lentamente para darle una pequeña reverencia y así perderse de su vista luego de cerrarse las puertas de nuevo. Jungkook comenzó a marcar de nuevo el botón con el número de su piso. Debía llegar con Taehyung, porque su lobo le exigía estar con él para desbloquear aquellos recuerdos dolorosos que su animal interno decidió resguardar.

— Siu, siempre fue nuestro omega – murmuró Jungkook sosteniéndose la cabeza – Tae, siempre fue él a quien le pertenecimos.

Mientras tanto, Taehyung aún estaba un poco confundido por la situación con el abuelo de Jungkook, había dicho tantas cosas extrañas sobre ellos dos que, la única lógica que encontraba en todo aquello era que se refería a sus lobos como los destinados que eran, hablando sobre las vidas pasadas de ambos. Trató de buscar respuestas en su lobo y este simplemente se rehusó a hablar con él, parecía que estaba en una especie de encuentro con el contrario y por eso mismo no hablaba con él.

Con lentitud regresó hasta donde se encontraban las cajas con sus pertenencias, en el interior de una de ellas se encontraba aquel portarretrato que Eunyeong le había dado como regalo de navidad, junto con la nota que tanto atesoraba desde el primer momento que leyó aquellas palabras. Una inquietud invadió su mente al ver la imagen de ambos ancianos junto a él en aquella fotografía. Los Choi le recordaban a sus abuelos, siempre fueron una figura familiar, pero ahora tenía un presentimiento.

"Jungkookie, protégeme alfa"

Su respiración comenzó a ser errática cuando el cosquilleo en su cuello se hizo más intenso, se trataba de Jungkook, su alfa estaba inquieto y eso le provocaba que su lobo también estuviese alerta. Dejó el portarretrato en su lugar, esperando, con la vista fija hacia la puerta, sabía que en cualquier momento Jungkook la atravesaría hasta llegar a él.

Alfa...

Omega...

Pronto la contraseña fue puesta dejando ver al alfa, con una mirada descolocada. Buscándolo, Taehyung salió corriendo a su encuentro, ambos se abrazaron, aferrándose al cuerpo contrario con tanta pasión que no querían separarse. Jungkook comenzó a repartir besos en todo el rostro del omega, detallándolo cada tanto en el rostro, admirando cada facción, buscando algo que le refrescara más la memoria.

— ¿Jungkook, qué sucede? – cuestionó el omega al solo recibir afecto por parte de su alfa, no se quejaba en absoluto, pero algo no estaba bien, su semblante le decía que tenía una confusión muy grande en su cabeza – ¿Por qué estás así?

El alfa lo observaba como si aún no terminara de procesar la información que su propio abuelo le había dicho, su lobo simplemente le decía que debía preguntarle todo a su omega, porque él tendría las respuestas, pero ¿de qué? ¿Por dónde empezaba? Taehyung lo vio tan confundido que no dudó en acunar el rostro de su alfa, soltando un poco más de su esencia para tranquilizarlo, cosa que agradeció en demasía. El alfa lo abrazó, afianzando su agarre en la cintura contraria, ocultándose en la curvatura de su cuello, todo era tan confuso, pero para el corazón de Jungkook ese espacio se trataba de un momento de reconciliación con su pasado.

— Jungkookie, ¿sucedió algo con tu abuelo? ¿Qué fue todo eso que mencionó?

Las manos en su cintura comenzaron a delinear sus curvas, causándole un estremecimiento cuando fue alzado hasta quedar sentado en el desayunador de la cocina. Estando ahí, el alfa aprovechó para abrazarlo de manera cálida, escondiéndose en su cuello, olfateando su esencia, sintiéndose reconfortado.

— Recuerdas que te dije, que en mi familia tienen la tradición de solo casarse con alfas – Taehyung se quedó estático al escuchar la voz amortiguada de Jungkook, sacando apenas una murmuración de un para que continuara, pues sabía que su alfa aclararía más de la información que el viejo alfa le había dejado con aquella pequeña historia – mis padres fueron la excepción a eso.

— Porque tu madre era omega.

— Así es. Una omega pura.

— Pero entonces, si no fue una unión de alfa con alfa, ¿Qué sucedió? – cuestionó de inmediato, porque saber que las alfas no resistían un embarazado le quedaba claro, pero ¿una omega pura?

— Enfermó mucho antes de conocer a mi padre. Desarrolló una afección extraña en su corazón, la cual empeoró durante el tiempo que estuvo embarazada, – un estremecimiento le advirtió que su omega se estaba sintiendo nervioso –. Descuida, ella no murió cuando nací, fue cuando tenía cuatro años, era un cachorro muy consentido para ese tiempo. Comenzó a empeorar con el correr del tiempo, cada vez se cansaba mucho más rápido hasta que un día su corazón no resistió. Nos mudamos a Daegu cuando mi padre no pudo resistir solo el proceso del lazo roto – Taehyung se sorprendió al escuchar el lugar en el cual había pasado la mayor parte de su infancia –, luego pasaron unos cuantos meses para que él también muriera.

— Pero, era un alfa puro...

— Lo era, y por eso mismo lo sufrió mucho más, sabes ¿Por qué? – murmuró Jungkook, encarándolo para poder seguir con su relato, brindándole un tierno beso – porque compartían un vínculo, un lazo que los unía y, sobre todo, eran destinados,

A través de los años se conocían relatos e historias sobre los alfas puros, eran tan escasos, que todo se remontaba a leyendas, normalmente siempre se emparejaban entre puros o bien alfas de menor jerarquía, nunca con omegas de menor rango. Aquellos que practicaban la pureza del linaje siempre evitaban que una unión manchara esa línea, porque si sucedía alguna de esas uniones podía terminar con la muerte de aquellos genes privilegiados, al menos esas eran las creencias. Pero Taehyung durante el tiempo que vivió en América descubrió que los puros, tanto omegas como alfa, podían tener mejores genes e incluso sus vínculos eran más fuertes, si agregado a eso eran destinados, eso también implicaba el llevar un proceso mucho más doloroso al morir sus parejas, razón verdadera por la que dejaron de crear lazos.

— Por eso conozco el dolor de lo que es ver a una persona que aprecias... el saber que está sufriendo por un lazo roto y luego de un momento a otro ya no tenerla – la voz de Jungkook era suave, no parecía que le afectara de manera negativa la partida de sus padres –. Él lo quiso así, deseaba reunirse con mi madre; no le guardo rencor porque recuerdo que se amaban demasiado – Jungkook se acercó a sus labios dejando un tierno beso, con movimientos torpes, cosa que captó la atención de Taehyung había algo diferente – justo como yo te amo a ti mi luna – otro roce de labios, más ansioso – ahora que conoces esto, ¿no te alejarás de mí, verdad?

— Jamás, no podría hacer eso – el omega devolvió el beso sin poder llevar un ritmo adecuado, no comprendía qué sucedía porque los labios del alfa se movían distinto y no como usualmente – Jungkook...

— Tae... Mi Tae, mi precioso omega, puedes responder algo – el omega asintió un tanto nervioso, había reflejos rubíes en los ojos de Jungkook, lo que significaba que ambas partes estaban presentes, pero con el correr de los segundos el instinto estaba ganando sobre la razón – ¿dónde vivías antes de que te mudaras a América? – cuestionó el alfa sin soltar las mejillas del omega, quien se perdió frente al rubí de los ojos del alfa – por favor Luna, dile...

Era una súplica que pedía el lobo del alfa, no se lo decía a Taehyung, hablaba con el lobo contrario, quería por fin liberarse, esperaba por fin hacer que todos aquellos secretos salieran a la luz. Quizá su humano enloquecería como cuando era un cachorro, divagando con lo que descubriría, pero necesitaba también que su omega, le revelara a su parte humana lo que ambos conocían, moría por conversar con él.

Solo un poco más. Solo recuerda...

— Mi luna, por favor...

— Vivía en Daegu con mis abuelos. En su granja...

"Casi me rindo, hundido en esta soledad. Pasando varias noches sin dormir, muchos días sin vivir"

"Tanto tiempo sin poder hablar contigo, que ahora muero por contarte todo"

"Me gustaría devolver el tiempo, hacia ese momento y no resignarme a que te perdí"

"La vida me mostró que no quiero otra alma que no sea la tuya"

"Supe que eras tú desde el primer instante"

"Porque no existen dos personas iguales, con los mismos ojos, los mismos labios o esa misma piel"  

¿Por qué últimamente los capítulos me están saliendo más largos de lo que eran al principio?, viendo el número de palabras ahora entiendo un poco más el porque me tardo en terminar cada uno.

Bueno no importa, espero hayan disfrutado de este capítulo tan lleno de sorpresas, supongo. Se les quiere muchísimo personitas bellas, bonito casi fin de semana. No olviden que nuestro hermoso maknae estará presentándose en la apertura más polemica. Pero por él soy capaz de acaparar la televisión solo para ver esa presentación.

Purple hearts para todas mis personitas bellas...

PD: por cierto me sorprende que tengamos los mismos gustos en lecturas, me he encontrado a varios de ustedes en otras historias jejeje es divertido ver cómo al igual que yo se emocionan por una actualización más de las muchas bellas autoras de esta plataforma. 


La nueva pintura de Tae... 💜💜💜

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