XVII
Hoseok se sentía demasiado cansado luego de hacer los papeleos pertinentes que le darían el poder sobre los restos de Eunyeong, pues al no tener algún familiar cercano todo los procesos quedaban a nombre de Be Live, y él como encargado tenía la potestad de hacerlo. Había sido una noche muy larga desde que Taehyung y Jungkook pusieron un pie fuera de esa casa, la omega mayor prácticamente dejó salir todo el dolor que tenía guardado dentro. Pasaron apenas unas cuantas horas para que se desatara todo el proceso de una manera alarmante, cuando le pidió aquel sedante le hizo prometer que omitiría detalles a Taehyung, no lo quería asustar, si todo resultaba bien ella se encargaría de hablar con el omega.
Todo fue así hasta que empeoró, las cremas ya no funcionaban para aminorar el escozor en su marca y su temperatura bajó de manera alarmante, sin embargo, ella repetía que estaba bien; entre sus últimos delirios de una muerte inminente lo detuvo de llamar a la pareja de enamorados, ella misma le dijo que planeó esa cita para los dos y que lo hizo con el fin de una unión entre ellos, le sorprendió su respuesta al preguntar cuál era la razón de eso y ella mencionó:
"Son destinados Hoseok, yo he visto a la madre luna brillar más cuando están juntos. Los está bendiciendo y nosotros debemos apoyar esa unión."
Destinados, una palabra muy fuerte para tiempos tan poco tradicionales, estaban en una lucha constante por la falta de marca en las parejas el Consejo Supremo estaba reevaluando las leyes antiguas para tomar las mejores acciones contra aquellos que violaban las normativas; las tasas de mortalidad iban creciendo mientras que las de natalidad caían en picada eran temas delicados que trataban de mejorar constantemente.
Hoseok por su parte tenía demasiados pacientes con abortos tanto espontáneos como consensuados y esa era la razón por la que participaba en Be Live, para ayudar a todos aquellos que estaban pasando por una situación totalmente salida de control. Como en el caso de Taehyung.
Ahora que tenía un alfa puro protegiéndolo, demostrando que realmente quien estaba dominando todo aquello era el omega se sentía mucho más relajado. Debía admitir que escuchar que su cita romántica había dado un paso tan importante no fue de su agrado al principio, se sintió incómodo escuchando a Jungkook decir que la noche anterior Taehyung estaba más que de acuerdo, lo cual hacía referencia a que el omega pedía ser complacido. Un escalofrío le recorrió el cuerpo de solo recordarlo.
Diosa, esa fue una enorme señal de su parte para decir que dejara de meterse en lo que ella unió. Quizá en el caso de Taehyung no tendría que preocuparse por un embarazo temprano, tendrían que hacer algunos estudios luego y si su celo estaba cerca tendría que esperar aún más.
Sus pensamientos quedaron estancados cuando escuchó el sonido de una llamada entrante la cual colocó en altavoz mientras seguía manejando con dirección al centro.
— Doctor Jung – se escuchó al otro lado de la línea, se trataba de uno de los investigadores que tenían en el centro, Kim Juwon, un beta muy entregado a su trabajo, existía una división la cual se encargaba de obtención y desaparición de datos, como en el caso de Taehyung al entrar en el programa de protección – le tengo muy buenas noticias.
— ¿Respecto a qué caso?
— Matrimonio Choi – Hoseok sonrió de inmediato pues llevaban semanas intentando contactar con los familiares de los mayores, quizá habían recapacitado – he logrado obtener un contacto con el hijo de ellos, al parecer está internado en un hospital debido a un reciente lazo roto, pero su hija está en Corea, aunque déjeme decirle algo, la verdad no es alguien muy agradable que digamos.
— ¿Por qué lo dices?
— No quiso hablar conmigo, sino más bien con usted. Sabemos los protocolos que llevamos así que...
— Esa es tu razón para llamar – lo interrumpió conociendo el rumbo de la conversación, esa era una característica especial de las investigaciones, los contactos por terceros – Está bien si vuelve a contactar contigo dale mi número, si está en Corea todo será más sencillo.
El alfa terminó la llamada un tanto desconcertado ante la noticia del hijo de los Choi, sin embargo, no podía sentir mucha empatía con él, ya que desde muchos años atrás se había ido al extranjero para estudiar y nunca más regresó. Aún recordaba cuando Eunyeong se enteró que estaba casado, tenía dos hijos a los cuales intentaron contactar sin tener éxito. Abandonar a tus padres sin que ellos hayan hecho algo malo era una idea realmente desagradable para Hoseok.
Aún estaba pensando en la llamada de Juwon cuando pasó cerca de una cafetería, su instinto le dijo que debía detenerse y comprar un postre muy especial. Alguien estaría muy feliz en su regreso, de eso estaba muy seguro. Así que no se contuvo más en actuar de acuerdo a lo que su corazón le dictaba. Era una persona difícil de ignorar y el hecho que aún no estuviera en este mundo lo hacía mucho más especial al intentar complacer sus pequeños caprichos.
En la profundidad del bosque, dentro de la cabaña de Be Live, Cha Hani despertaba de una horrible pesadilla, una que la perseguía cada noche y nunca desaparecía. Apenas tenía dos meses en el centro de ayuda, las terapias solamente le ayudaban para sus crisis ansiosas, si no estuviese en cinta sería mucho más fácil estar medicada, pero tenía un cachorro en su vientre que le recordaba todo el tiempo que, no podía dejarse vencer por su miedo, junto con la segunda razón que la hacía nunca olvidarse de él, siempre estaba teniendo hambre.
Razón por la cual salió a hurtadillas de su habitación, comenzaba a atardecer y a la mayoría de pacientes les gustaba tomar un descanso en la sala común de la cabaña, al menos quienes estaban recuperados. En ocasiones como esta se sentía tan sola porque era la única gestante en el lugar, pero ella misma se alejaba de todos, ya que su primera reacción al verla era tocar su vientre, ahora bastante notorio, haciéndola sentir incómoda, porque su cachorro parecía adorar aquella atención, comenzado a moverse sin parar, causándole dolor. No quería eso, mucho menos cuando recién despertaba y su humor no era el mejor.
Echó un vistazo hacia el lugar donde estaban reunidos todos, asegurándose que su presencia no sería captada por nadie. Siendo tan sigilosa como podía se escabulló hasta llegar a la cocina buscando con la mirada dentro del refrigerador lo que podría saciar su hambre o más bien su antojo, llevaba muchos días deseando un poco de pastel de chocolate, pero ahí no iba a encontrar nada de eso. Buscó también en la alacena, donde se encontraban los bocadillos, pero nada le apetecía.
— Hani – la voz de un chico la sobresaltó regresando la mirada en la dirección de la cual provenía, encontrándose con uno de los encargados del lugar, se trataba de un beta Park Jinhyung, él al igual que otras personas era un voluntario activo y a decir verdad se trataba del más consentidor de todos con los pacientes gestantes – encontraste lo que buscabas.
— No, muero por comer una rebanada de pastel de chocolate.
— No tenemos de eso, pero tengo una posible solución a tu antojo – el chico se acercó de nuevo a la alacena hasta encontrar un frasco de porcelana, el cual fue inspeccionado por la omega, a la expectativa de lo que obtendría. Para su sorpresa Jinhyung sacó dos galletas con chispas de chocolate, no era exactamente lo que quería, pero definitivamente agradecía tener algo similar – toma, estas son de mis bocadillos secretos.
Hani no dudó en agarrar lo que le estaban ofreciendo, mordiendo inmediatamente la galleta, llenándose del sabor dulce junto con el chocolate amargo. Estaban hechas con avena y eso les daba un toque más artesanal; ambos se encontraban sonriendo aún, Jinhyung por la actitud de la omega, mientras que esta disfrutaba del manjar en su boca, el verla comer le recordaba a una pequeña ardilla almacenado comida en sus mejillas regordetas. La atmósfera era muy hogareña hasta que el sonido de un auto los hizo ponerse alerta.
Pronto escucharon el murmullo de las personas ir incrementando junto con algunos lamentos sonoros, ambos se miraron un tanto confundidos, aunque no tuvieron que esperar mucho para conocer la razón. Hoseok apareció con un semblante decaído, su esencia era un tanto triste por lo que pudo percibir Hani, una media sonrisa le fue brindada y ella no pudo evitar sentir una presión en su pecho, junto con su pequeño cachorro moviéndose inquieto.
— Doctor Jung, ¿sucedió algo? – Jinhyung fue el primero en preguntar, obteniendo una sonrisa rota.
— Prepárate para esta noche, Eunyeong falleció esta mañana.
Sonidos de asombro se escucharon de nuevo por parte de ambos, aunque el matrimonio Choi estaban retirados seguían siendo miembros admirables en Be Live y su partida dejaba un enorme vacío en el corazón de muchos. Park salió de la cocina bastante consternado, mientras que la omega se mantuvo un tanto dudosa en acercarse a Hoseok.
El alfa colocó sobre el desayunador una pequeña bolsa de papel, sonriéndole a la omega, siempre el verla tan llena de vida le alegraba el día. Misma razón por la que no podía evitar consentirla un poco al comprar su antojo, que desde hace varias semanas venía manifestando. Pudo notar la incomodidad en el rostro y eso le preocupó, cortando la distancia entre ambos casi de manera inconsciente.
— ¿Cómo te encuentras hoy Hani?, parece que el cachorro ha estado pidiendo comida de nuevo – sonrió al ver la galleta entre sus manos, notando el sonrojo, mientras ocultaba la comida detrás de sí, como si fuera algo malo – tranquila no diré nada, es normal que tengas más apetito. Te apetece un té, traje algo que sé que te alegrará.
— Hoseok-ssi – murmuró ella comenzando a sentirse nerviosa – yo...
La mirada atenta del alfa la hizo sentirse aún más ansiosa porque le hacía saber que tenía toda su atención, algo que no había tenido jamás al menos no de una manera tan cálida. Buscó refugio en su vientre, abrazándose a este, sintiendo a su cachorro moviéndose en su interior, siempre que se ponía ansiosa el pequeño ser se movía haciéndola sentir un tanto más incómoda, cosa que no pasó desapercibida por el alfa, preocupándose por su estado un tanto alterado.
— Hani, ¿Qué sucede? ¿te sientes mal? – se acercó a ella rápidamente evaluándola superficialmente, mientras que la omega negaba lentamente – ¿te duele algo?, de nuevo sientes como si el cachorro fuera a salir...
— No. Solo se está moviendo mucho, es extraño que lo haga de esta manera.
Hoseok se acercó lo suficiente pidiendo permiso para tocar su vientre abultado a lo que ella asintió. El alfa solía tener atenciones especiales con todos los gestantes, pero con Hani tenía especial cuidado porque era de las pocas omegas que no estaba de acuerdo en seguir con su embarazo porque la unía a su anterior alfa. Así que la conexión con su cachorro se trataba más de un amor odio. Cuando intentó interrumpirlo se arrepintió minutos antes de hacerlo y quien estuvo para contenerla fue Hoseok, creando así un vínculo diferente con el alfa.
Luego de ese suceso pasaron varias semanas en las cuales ella se rehusaba a comer y pasaba encerrada en la habitación sin tener contacto con nadie. Sin embargo, con ayuda de Hoseok y sus cuidados llevaba una mejor relación con su embarazo y aparentemente su cachorro había formado un vínculo con el alfa cada que expulsaba feromonas para ella, le agradaba mucho su esencia a sándalo, la relajaba, a ambos de hecho, justo como sucedía ahora.
— Está mejor – cuestionó Hoseok una vez dejó de sentir los movimientos del cachorro, Hani asintió suspirando tranquila – ¿Por qué está tan inquieto?
— Yo supongo que es debido a ti – murmuró bajito, escondiendo su mirada del alfa, se sentía avergonzada, aún más cuando notó la confusión en el rostro ajeno –, quería decirte que lamento lo de los señores Choi, pero me sentí muy ansiosa y cuando lo estoy hace eso.
Ambos se quedaron en silencio mientras que procesaban la información, la omega un tanto avergonzada por la situación y Hoseok se sentía nervioso, no quería incomodar a Hani, pero tantas interacciones habían provocado sentimientos, poco profesionales, un tanto impulsivos y ahora saber que de cierto modo las actitudes del cachorro eran por él, lo hacían sentirse bien.
Pronto el sonido de una llamada entrante interrumpió el aura entre ambos, rompiendo el contacto visual e incluso el físico porque el alfa no había quitado sus manos del vientre de la omega, su lobo bufó por la ausencia de la acción, pero el sonido era demasiado insistente como para dejarlo pasar. Hoseok observó la pantalla sin reconocer el número, sin embargo, decidió contestar, podría tratarse de un paciente. Tomó un poco de distancia para no molestar a la omega y al mismo tiempo para atender de mejor manera a quien fuera que estuviese llamando.
— ¿Hola?
— ¿Hablo con el doctor Jung? – escuchó una voz femenina al otro lado de la línea.
— Así es...
— Ah, por fin logro contactarlo. He estado durante una semana buscándolo. Tiene idea de lo difícil que parece encontrar a un simple doctor como usted – el alfa se sintió ofendido por la actitud tan repentina de la otra persona, ni siquiera le daba tiempo para hablar.
— Disculpe, ¿Quién habla?
— Mi nombre es Kang Chaewon, soy nieta de Choi Seok y Choi Eunyeong. Hace unas semanas trataron de contactar a mi padre, pero no los pudo atender como correspondía debido a su estado tan delicado. Ahora me encuentro en Corea y puedo encargarme de ese asunto – Hoseok no estaba muy seguro respecto a la forma en la que esa mujer se presentaba con él, parecía poco interesada en la situación –, hablaron que se encontraban en una casa, me gustaría saber la dirección.
— Si desea saber sobre la ceremonia que se llevará a cabo, la dirección es en el centro Be Live de la ciudad, será un placer tenerla ahí. Con gusto puedo brindarle la ubicación.
— Pero, ¿que no estaban muertos ya? – cuestionó la chica al otro lado de la línea ¿Cómo alguien podía ser tan insensible con un tema así? – solamente quiero saber si es verdad que la casa en la que vivían ahora pasa a ser de mi propiedad.
— Señorita Kang, creo que ese tema es mejor hablarlo en otro momento. Espero contar con su presencia en el lugar o bien me contacte pronto para aclarar sus dudas – Hoseok se estaba impacientando por la llamada tan descortés y escuchar el parloteo de la otra persona intentando convencerlo de darle toda la información en el momento le estaba colmando la paciencia –. Comprendo su necesidad de saber toda la situación y créame que con gusto le facilitaré la información en otro momento. Tenga un buen día señorita Kang, mi más sentido pésame por la pérdida.
Hoseok cortó la llamada porque no se sentía de buen humor para seguir escuchando los caprichos de una chica que solo reclamaba algo que no era suyo, no hasta que no demostrara que era realmente nieta de los Choi. Hani lo vio tan molesto que su instinto le instó a expulsar feromonas, como lo hacía el alfa con ella, eran un poco más dulces de lo normal debido al embarazo y comenzaba a tener pequeños matices de olor a leche, pero definitivamente seguían cumpliendo su función.
El alfa suspiró sintiéndose menos estresado por la situación, ahora tendría que advertirle a Taehyung sobre la posible nieta y quizá el hecho de perder la casa que llamó hogar durante varios años, esto sería otro golpe duro para el omega. Esperaba que tener a Jungkook a su lado ahora fuera suficiente para no decaer.
— ¿Quién era?, parece que te dejó un poco disgustado – murmuró la omega volviendo a romper la distancia entre ambos – ¿se trata de algún paciente?
— No, al parecer era la nieta de los Choi. Está aquí en Corea – su voz quedó amortiguada mientras frotaba su rostro con exasperación, no esperaba que personas tan amables como lo fueron Seok y Eunyeong terminaran con una nieta así – se empeñó en preguntar sobre la casa que le mencionaron los abogados, parecía mucho más emocionada por aquello que consternada por la muerte de sus abuelos.
— Pero, creí que no vendría – la omega se acercó hasta Hoseok, dudando en si tomar su mano, aun así, la acción fue bien recibida entrelazando sus dedos mientras ella le regalaba una sonrisa –. Parece que no fue agradable – el alfa negó en silencio, mientras dejaba pequeñas caricias en el dorso de la mano de Hani – Hoseok-ssi... yo...
El alfa volcó toda su atención de nuevo en la omega, parecía muy nerviosa mordiendo sin parar su labio inferior; Hoseok llevó su pulgar hasta el área que era víctima de aquella ansiedad haciendo que lentamente lo soltase, ruborizando las mejillas de Hani, quien no dudo más en llevar a cabo lo que tanto estaba pensando.
— Me preguntaba si tú, te gustaría pasar un tiempo conmigo – las palabras habían salido atropelladas, dejando confundido al alfa y al mismo tiempo lo hicieron sentir cálido.
— Por supuesto que me encantaría – regresó su mirada hacia la pequeña bolsa de papel, sacando por fin su contenido, la omega pudo sentir que la boca se le hacía agua al ver ese pequeño trozo de pastel – lo traje para ustedes, sé cuánto anhelabas comer un poco de esto. Aún tengo tiempo para tomar una taza de té mientras conversamos.
— Me puedes leer mientras comemos – habló emocionada, con sus ojos brillando a la expectativa, un deseo el cual Hoseok no tenía problema en cumplir asintiendo finalmente – iré a preparar mi habitación. No tardes.
Hani salió del lugar con una sonrisa que le llegaba hasta los ojos, para el alfa era la mejor recompensa después de un día pesado. Realmente no tenía mucho tiempo para estar en una cita de lectura con la omega, pero no podía negarse a ella, no cuando su corazón retumbaba en su pecho y su lobo demandaba cuidar de ambos, porque el animal en su interior comenzaba a aceptar aquel cachorro abandonado, reconociéndolo como suyo, solo esperaba que con el tiempo la omega también aceptara sus sentimientos.
En el centro de la ciudad, mientras observaba el atardecer, una alfa se encontraba perdida entre sus recuerdos, muy pocas veces había visitado Corea, ahora simplemente estaba de paso en el país luego de la boda de su hermano y que este le pidiera acompañar a su nueva esposa en la mudanza, ya que él tendría que arreglar ciertos asuntos en América, le ponía de mal humor, pues se trataba más bien de un alguien y ella le llamaba asistente resbaladizo ¿Quién llevaría a su secretario a su boda?, exacto solo un completo descarado fingiendo que tendría mucho trabajo luego de su luna de miel. Las viejas costumbres no se perdían y eso le causaba repulsión.
Maldito alfa asqueroso.
Su hermano se había convertido en la peor escoria y lo único que la conectaba a ese país era una persona, en la cual no había dejado de pensar ni un solo día desde lo sucedido. Quizá su familia tenía un apellido perteneciente al país, pero llevaban generaciones fuera, ni siquiera era capaz de comunicarse correctamente y su patético hermano solo buscaba encontrar nuevas formas de recuperar su fortuna.
¿Es que acaso no le bastaba con la fortuna de los Baek? Aún recordaba ese fatídico día en el cual su hermano, en vez de llorar su pérdida, mantenía una terrorífica sonrisa.
Iba manejando lo más rápido que podía, hacía menos de una hora que salió de esa cabaña discutiendo con su estúpido hermano y ahora resultaba que necesitaba que llegara de nuevo, mencionando que era algo de suma urgencia tener su presencia ahí. La lluvia había hecho estragos con el camino en dirección a la cabaña, eso solo la ponía más nerviosa porque todos los panoramas que creaba su mente eran los peores.
Al estar cerca del lugar, unas luces rojas y azules la pusieron en alerta, estacionándose lo más rápido posible, dejando la puerta del piloto abierta, no importándole nada más que saber lo que sucedía. Veía a varios policías, así como a algunos guardabosques en todo el lugar, los árboles estaban rodeados de cinta amarilla y eso casi la hizo perder el control, ¿era tan malo como para rodear el perímetro?
Cuando llegó donde se encontraba su hermano se quedó aún más confundida al verlo ser interrogado por uno de los oficiales, la puerta del lugar estaba destruida y todo parecía un caos. Doyung empuñaba sus manos en signo de molestia, cosa que ella notó de inmediato, lo conocía muy bien, ocultaba algo.
— Díganos de nuevo la historia, señor – Doyung se encontraba en el porche de la cabaña cubierto con una manta, las luces azules y rojas frente a su casa eran parte del teatro que había armado, su fachada de víctima, junto con algunos oficiales que investigaban el bosque iluminando la zona con sus linternas encajaban con éxito en lo que quería hacer creer a todos. Alzó la vista cansado de tener que explicar por tercera vez la historia que había creado, el oficial no creía una sola palabra de su tan "convincente" versión de los hechos – necesitamos estar seguros de lo sucedido para proceder de la mejor manera.
— Ya le dije, regresé de casa y encontré la puerta destrozada, ropa hecha pedazos en el medio de la sala junto con rastros de sangre – se frotó el rostro exasperado por tener que repetir tantas veces su versión de los hechos, lo había practicado tanto que, aunque intentaran sacarle un dato diferente no lo lograría – eso es todo.
— ¿Quién estaba en casa?
— Mi esposo.
— ¿Y en dónde está ahora?
— Maldita sea, cree que si lo supiera los habría llamado – se levantó de su sitio cansado de las estúpidas preguntas que hacía el oficial frente a él. Por su falta de aroma se notaba que se trataba de un beta, no se había inmutado ante él y eso lo irritó mucho más al no respetar su jerarquía, ni su posición en la sociedad, al menos en el pensamiento del alfa, así funcionaban las cosas – entré y mi esposo no estaba.
Para los oficiales que tomaban nota de todo el suceso era más que sospechoso el hecho de que después de repetir tantas veces su versión de los hechos, en todas y cada una de ellas coincidiera perfectamente como si se tratara de un guion practicado.
Normalmente, esperarían un estado de alteración mayor, pero el alfa en cuestión solo se veía irritado cuando le hacían preguntas sobre su esposo y cuando le insistían en que mencionara cada hecho que recordara. Parecía demasiado sospechoso.
— ¡Doyung! – lo que le faltaba, una figura femenina muy conocida se hizo presente en la escena, acercándose desde donde había estacionado su auto, con una cara preocupada al notar las patrullas, la había llamado para que fuera parte del teatro, pero ahora estaba demasiado irritado como para lidiar con ella – ¿Qué sucedió? ¿Dónde está Siu? ¡Contesta joder!
— Señorita le recomiendo que se calme, esta es posiblemente una escena de secuestro o bien de crimen – Minseo se cubrió con una mano la boca impresiona de lo que escuchaba, negaba frenéticamente ante lo que el oficial insinuaba. Notó los trozos de puerta esparcidos por todo el lugar, aquello no encajaba con algún acto de vandalismo, se trataba de algo más – necesitamos que se aleje del lugar.
— Es mi cuñado del que están hablando – apartó al oficial de su camino hasta llegar donde se encontraba el alfa quien desvió la mirada – Doyung, dime qué sucedió – la alfa estaba por perder el control, se suponía que Siu se encontraba débil y todo aquello era demasiado confuso – cuando me fui todo estaba bien. Dijiste que Siu estaba en casa durmiendo.
— ¿No había mencionado que, cuando volvió a casa, las cosas ya estaban así? – el alfa bufó por lo bajo, al notar que el oficial comenzaba a sacar sus propias teorías –. Señorita, ¿usted estuvo aquí antes de lo ocurrido?
— Sí, no hace más de una hora, quizá menos.
— Has silencio Minseo.
— Señor, por favor déjela hablar, ella también se ha vuelto testigo clave en esto – interrumpió el oficial, no quería que la mujer frente a él cambiará su narración de los hechos – continúe señorita.
— Mi hermano y yo llegamos aquí, discutiendo por problemas familiares.
— ¿Vio a la víctima? – la alfa negó, sintiéndose culpable por no poder aportar mucha más información, el semblante del oficial le demostraba que su intervención podría no ser suficiente.
— Doyung dile, tú te quedaste aquí con él.
Ante la molestia que representaba su hermana, ahora comenzaba a arrepentirse de haberla llamado, tendría que comentar de nuevo la historia agregando nueva información. Sin embargo, el alfa agradeció que todo se vio interrumpido en el momento en el que uno de los oficiales llamó al que parecía ser el jefe, habían encontrado evidencias que eran necesarias de verificar. Entraron a la cabaña, los tres, con la expectativa de saber más, parecía algo importante, pues fueron llamados con urgencia al haber encontrado algo en el interior de la sala.
— Señor, encontramos rastros de sangre en la ropa, precisamente en los pantalones – el jefe se acercó un poco escéptico ante la situación, la historia no cuadraba. Observó como la alfa, encargada de recoger las muestras, llevaba su nariz olfateando la mancha, arrugándola en el momento de reconocer el aroma mezclado con el hierro – no es cualquier mancha de sangre, huele a omega embarazado. Demasiado sutil, pero lo es, posiblemente estaba sufriendo de un aborto.
— ¿Siu estaba embarazado de nuevo? – su hermana podía ser un dolor de cabeza cuando se lo proponía y justo ahora se trataba del peor de los estorbos.
— Por supuesto que no, él jamás me dijo.
— Parece que estaba en etapa temprana.
Minseo se alejó de la escena sintiendo una presión en su pecho, no podía ser cierto lo que decía. Su hermano era un idiota, apostaría lo que fuera, que hubo una discusión entre ellos y eso provocó el aborto, pero qué había sucedido con la puerta, la ropa en el suelo y la historia del supuesto secuestro. Entre la nebulosa de pensamientos notó que el suelo tenía un rastro de gotas de sangre, las siguió hasta el marco de la puerta destrozada, las bisagras estaban fuera de su lugar y algo llamó su atención. Pelo blanco, junto con unas manchas de sangre en la esquina del metal, llevó su mano hasta el lugar, sintiendo el calor con tan solo rozar la yema de sus dedos.
Plata, las bisagras estaban hechas de plata. Sin pensarlo quitó el mechón de pelo blanco del lugar y lo guardó celosamente en una servilleta que introdujo en su bolso. Volvió adentro en busca de más pistas y notó lo que parecía una huella de una pata, hecha con restos de sangre. Dirigió su vista hacia el exterior, justo al frente donde se encontraba el bosque que daba directamente al lago, ¿acaso podía ser posible?
— Señor, encontramos pisadas de huellas de un lobo, hasta llegar al lago – anunció uno de los guardabosques informando al oficial a cargo.
— ¿Lobos en esta área?
— Quizá de un cambiaformas, son demasiado grandes para ser de un lobo salvaje – mencionó otro oficial – Se tiene pocos registros de algo como eso, pero es muy probable. Existen datos sobre tribus que practican la mutación. Además, encontramos algunas huellas con rastros de sangre en el porche de la cabaña.
— Siu... – murmuró Minseo al pensar lo peor.
Minseo había buscado por su cuenta el paradero de Siu, sin tener éxito, parecía que se lo había tragado la tierra o bien las heladas aguas del lago. Aunque jamás perdió la esperanza de encontrarlo, esperaba que estuviera escondido en algún lugar del continente americano, pero sus investigadores nunca dieron con su paradero. Pasaron muchos meses en los que no dejaba de pensar que se contactaría con ella, pero jamás sucedió.
Habría seguido perdida en su burbuja de nostalgia de no ser por el sonido irritante de una persona en el apartamento, quien la despertó de su recuerdo, lo más seguro era que estaba hablando por teléfono con alguien y al parecer no estaba interesada en mostrar su mejor cara para ser agradable. Quizá se había encontrado con alguien lo suficientemente valiente para ponerle un alto o bien desinteresado por sus berrinches porque pronto las quejas se hicieron escuchar en todo el lugar.
Caminó con elegancia por el lugar vació, resonando sus tacones en el piso pulcro. Se acercó hasta la habitación de donde provenían los gritos, encontrando por fin a la causante de todo.
La beta se hallaba fúrica yendo de un lado al otro de la habitación, murmurando una y otra vez maldiciones al azar ¿Cómo se atrevía a hacerle algo como eso?, estaba en todo su derecho de pedir explicaciones sobre lo que le pertenecía por derecho, jamás conoció a sus abuelos gracias a que su padre no la obligó a mantener una relación, pero ahora gracias al estado poco estable de salud del mismo ella era la única que podía reclamar el lugar, su hermano no estaba interesado en nada de eso, dejándole hacer lo que quisiera y eso haría.
Se suponía que luego de casarse vivirían en Corea, dado que su esposo tenía un nuevo empleo, aprovecharía de arreglar todo respecto a sus abuelos fallecidos y ella podría seguir trabajando en bienes y raíces gracias a las referencias de su antiguo jefe. Al final de eso se trataba aquella pantomima que armaron con el alfa, desde hacía tiempo atrás, debía sacar beneficios.
¿Por qué iría a algo como una ceremonia?, ya estaban muertos.
— Se puede saber la razón por la que estás de tan mal humor – la voz de su cuñada hizo eco en el estudio, el cual aún estaba vació debido a su reciente mudanza – pareces un león enjaulado, ahora entiendo por qué te casaste con mi hermano, ambos congenian a la perfección.
— Muy graciosa Minseo, para tu información estoy molesta porque al parecer no tendré la casa de los abuelos tan rápido como pensaba.
— Pobre niña consentida, no tiene lo que quiere – se burló la alfa, haciendo gestos como si estuviera llorando. Minseo detestaba la actitud de su cuñada, era altanera, caprichosa, mimada y sobre todo manipuladora.
— Hablo en serio, al parecer debo esperar que hagan una ceremonia de funeral a los abuelos y luego de eso poder reclamar lo que es mío.
— Para qué quieres una casa a las afueras de la ciudad teniendo este bonito apartamento en el centro – la alfa estaba cansada de sus actitudes, tenían tanto dinero que no importaba una simple casa, podría elegir otro lugar, incluso comprar otra casa más grande.
— No preguntes la razón Minseo, solamente lo quiero ¿Tienes una idea del dinero que ganaría vendiendo ese lugar?
La alfa no podía soportar un minuto más de escuchar las ideas vacías de la chica, su hermano parecía ser un idiota dejando engatusarse por ella, arreglando aquel matrimonio por conveniencia. Salió del lugar cuando escuchó un mensaje en su teléfono, desde que llegaron a Corea en su mente solo tenía un objetivo, era su última opción en la búsqueda y quizá solo quizá esta vez tendría éxito, su esperanza era mínima, no quería hacerse muchas ilusiones.
Aun así, se llevó una enorme decepción al recibir de nuevo otra negativa, no existía nadie con el nombre Baek Siu, lo buscaba con su apellido antes de casarse con su hermano porque ni ella misma seguiría utilizando el apellido de este luego de todo el maltrato, pero eso no ayudó en nada, tampoco existía un registro de él en el país. Agradeció por la información brindada y antes de cerrar los mensajes se le ocurrió una idea, la cual era casi imposible, pero muy cierta.
El tiempo de búsqueda después de aquel trágico incidente no duró mucho, dando por muerto a Siu, cerrando el caso como un desaparecido más. Minseo se preguntó muchas veces el porqué de eso, la policía prácticamente dejó de buscar de un día para el otro y su hermano estuvo totalmente de acuerdo. Existía un acta de defunción incluso, pero qué tal si ya no era Baek Siu.
Si eso era así, entonces sus sospechas serían ciertas, el omega no quería ser encontrado. Además, ella no podía ser tan egoísta de robarle, posiblemente la poca paz que encontró luego de escapar de esa pesadilla que por años llamó matrimonio. Esperaba que ahora estuviera en brazos de alguien que realmente lo mereciera.
Se habían quedado demasiado tiempo besándose, sus labios estaban realmente hinchados, pero aun así no dejaban de hacerlo, cada roce era más adictivo que el anterior, provocaba nuevas sensaciones, despertando deseos ocultos. Taehyung no entendía muy bien lo que sucedía con su cuerpo en esos momentos, todo era demasiado diferente a los síntomas de celos anteriores, con este tenía subidas y bajadas de hormonas, lo hacían estar demasiado desequilibrado tanto así que de un momento al otro no soportó mucho más, separándose del acalorado beso.
Deseaba que el alfa lo abrazara hasta fundirse ambos cuerpos dentro del nido, ya había llorado demasiadas veces durante la tarde, siendo consolado hasta tranquilizarse, para volver a ser besado con tanta pasión, cumpliendo sus propios caprichos y los de su lobo, era un ciclo sin fin donde su instinto y razón se combinaban de una manera poco coherente, a este paso Jungkook se aburriría del omega bipolar que tenía aferrado a su cuerpo.
El calor de estar con su alfa en el medio de un lugar seguro era lo único que lo hacía volver a la realidad, tenía la sensación que en cualquier momento perdería aquello a lo que llamó hogar, no sabía lo que haría de ahora en adelante porque regresar al centro no era su mejor opción, estaba bien si solo era de paso, pero no para llamarlo hogar. Una loca idea llegó a su mente ¿Qué tal si esto era parte de lo que quería Eunyeong?, el separarlo de aquella orilla segura y así buscara otras opciones, como lo era crear un futuro al lado de Jungkook.
— ¿Qué es lo que está pasando por esa cabecita tuya? – murmuró Jungkook dejando caricias en la espalda del omega, quien desde hacía unos minutos se sumió en un profundo silencio.
— Estaba pensando que antes tenía miedo a perder lo más cercano que tuve de cumplir mi sueño.
— ¿Tu sueño?
— Mi sueño era formar una familia con mi alfa. Tener una casa acogedora como está con un bonito jardín – susurró Taehyung, amortiguando más su voz al esconderse en el pecho del alfa –. Sería un espacio verde en el cual pondría plantas, muchas flores y árboles. Eunyeong siempre me dijo que tenía la libertad para hacerlo, pero nunca lo sentí correcto porque no era mi jardín.
Jungkook se conmovió al escuchar eso, su omega deseaba tener una vida tranquila, en un hogar donde encontrara amor, justo como él lo anhelaba. Una casa con jardín, la idea llegó a su cabeza instalándose con facilidad. Su lobo estuvo de acuerdo con su pensamiento, pero debía hablarlo con Taehyung, si estaba de acuerdo o no. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el omega se aferró a su cuerpo.
— Aunque, ahora me conformo con estar aquí, contigo – inhaló profundo la esencia de Jungkook sintiéndose cálido – eres mi nuevo hogar. Ya no necesito ningún jardín, es mucho mejor estar así... – el omega se removió un poco en su sitio, frotando su rostro contra el cuerpo de Jungkook, quien lo abrazó mucho más –. Solos en nuestro nido.
El alfa sonrió, sintiéndose feliz porque ahora parecía que su lindo omega estaba mucho más cómodo con el tema de la forma de su nido, le agradó saber que se veía tranquilo luego de horas de sufrimiento por la pérdida de Eunyeong, eso le recordó que aún tenían algo por conversar, sin embargo, no podía obviar el preocuparse por Taehyung y sus necesidades por alimento, era bastante tarde y su única comida había sido el desayuno.
— Entonces ahora ya te sientes cómodo con tu nido – Taehyung murmuró un nuestro mientras se encontraba oculto entre la curvatura de su cuello – de acuerdo nuestro, eso me agrada más – Jungkook lo abrazó más contra sí y comenzó a besar su cabello, llenándose también de la esencia dulce – quieres seguir descansando un poco o prefieres comer algo – murmuró el alfa mientras repartía caricias en su espalda, Taehyung sabía por qué lo preguntaba, su estómago lo había delatado hacía unos minutos atrás, tenía hambre, pero se sentía demasiado cómodo en ese espacio tan íntimo – tenemos que estar listos para cuando Hoseok-ssi llame.
— ¿Qué te dijo después que me fui?
—Nada diferente a lo que escuchaste, se hará una ceremonia en el centro de aquí y ... – Jungkook se interrumpió a sí mismo al recordar que la carta de Eunyeong seguía en la sala, dudó un poco si decirle ahora o luego, pero cualquiera de las dos opciones pasaría lo mismo, terminarían destruyendo a Taehyung tarde o temprano; el omega al notar su silenció sacó su cabeza de la curvatura del cuello del alfa y lo encaró esperando que siguiera.
— ¿Qué sucede?
— Hoseok me dio una carta – el ceño fruncido del omega le advirtió de su confusión, habría reído si el asunto no fuera algo serio – es de Eunyeong, la dejó para ti – Taehyung se separó un poco, tragando saliva un tanto ansioso por lo que representaba esa última carta – la quieres leer ahora o después.
— Ahora.
— Bien, entonces iré por ella.
Jungkook se acercó para darle un casto beso en los labios para luego susurrar una promesa de volver tan rápido como podía, era fácil para el alfa ser débil y complaciente ante los labios abultados del omega. Con agilidad se levantó de la cama, tratando de la misma forma en la que entró al nido de no mover nada, al menos no demasiado.
Bajó hasta llegar a la sala tomando entre sus dedos el sobre, sintiendo como si el papel pesara mucho más de lo que debía hacerlo, estaba cargado de emociones y quién sabe incluso podría contener mucho más. Jungkook recordaba la manera en la que Eunyeong veía a Taehyung, lo hacía como una madre a su cachorro, por algunos segundos creyó haber visto esa imagen del omega con otra anciana, pero no actual mucho más pequeño.
Negó lentamente ante sus ideas vagas, quizá solamente se debía a la nostalgia de ya no tener a la omega mayor, su mente estaba produciendo imágenes imaginarias de escenarios que no existían ¿cierto? Decidió que no perdería más tiempo, pues el omega lo estaba esperando en su habitación, así que en un par de zancadas ya se encontraba en los últimos escalones.
Se asomó un poco dentro de la habitación, encontrando a Taehyung utilizando una de sus camisas, estaba olfateando una y otra vez buscando estar tranquilo. No quería hacer ruido para no interrumpir su momento, pero su lobo advirtió de su llegada, el omega llevó su mano hacia su cuello para luego buscarlo con la mirada haciendo contacto visual con él.
— Jungkookie, ¿Qué haces ahí? – Jungkook no pudo evitar que se le formara la sonrisa tonta en su rostro, ¿Cómo lo había llamado?, por favor solo una vez más – ¿Jungkook?, ven, no te quedes ahí.
— Lo siento, no quería interrumpir, te vi tan concentrado que no quise asustarte – mencionó el alfa aun con su sonrisa amplia, llegó hasta la orilla de la cama y antes de entregarle el sobre se acercó hasta sus labios para dejar un beso, tomando por sorpresa a Taehyung –. Tu correspondencia especial ha llegado.
— Te refieres a ti – le mencionó sonrojado por el beso, Jungkook sonrió al mismo tiempo que negaba, extendiendo el sobre que contenía aquella carta – ¿esta es la carta? – el alfa asintió, Taehyung alzó la mano para tomar el papel, con un poco de temblor en sus dedos – no te vayas – le pidió al notar que el alfa daba un paso atrás.
— Pensé que te gustaría leer en privado – el omega negó – entonces me quedaré aquí.
Taehyung se acomodó en el centro de su nido, dejándole espacio suficiente a Jungkook para que se sentara detrás de él, petición que aceptó gustoso haciendo que el omega quedara en medio de sus piernas, mientras que este mismo se encogía cada vez más en ese espacio. El alfa lo abrazó a su cuerpo y recargó su barbilla sobre su hombro, dejando un beso tierno cuando notó el nerviosismo ajeno al intentar abrir la carta.
Con sus dedos aún temblorosos desdobló el papel dejando a la vista la prolija caligrafía de Eunyeong. Los latidos de su corazón retumbaban en su pecho y en sus oídos, las lágrimas amenazaban con salir ni bien miró la fecha en aquel papel.
Diciembre, 22
Para mi TaeTae;
Si estás leyendo esta carta es muy seguro que ahora ya no me encuentre de manera física. Espero no causar mucho dolor en tu corazón con mi partida, no quería dejarte solo, pero mi lugar es con mi alfa. Estos últimos días a tu lado fueron los más especiales porque pude darme cuenta de que ahora tienes a alguien en quien confiar plenamente y solo quise darles un pequeño empujón. Imagino que tu alfa fue todo un caballero contigo, cumpliendo al pie de la letra todo lo que le pedí que hiciera.
Estoy segura de que has pasado por mucho dolor en tu vida y aunque Baek Siu se llevó la peor parte, ahora tienes una nueva oportunidad como Kim Taehyung, recuerda que eres como la bella flor que florece luego de la tempestad. No permitas que tus miedos te limiten de vivir, no solo sobrevivas, debes comenzar a ser libre como lo es tu lobo, justo como lo eres cuando estás con Jungkook.
Es un buen alfa, ¿no es verdad?, espero que estén juntos cuando leas esta carta, eso demostraría que era cierto que buscarías refugio en sus brazos ante mi ausencia, no temas y no te sientas culpable, me hace feliz que así sea. Cuídense mucho, ambos. Ha sido difícil crecer entre la oscuridad, pero ahora los dos se darán la luz que necesitan. No teman sentir, sentir tan fuerte que podría llegar a asustar, aun así, no teman dejarse llevar por sus sentimientos, los cuales son verdaderos; no dejen que el caos apague su luz.
No corran sin antes aprender a gatear, no tengan prisa y disfruten de su amor que ahora está floreciendo. Los amo como si fueran mis propios cachorros y me duele dejarlos tan pronto, pero ahora se tienen el uno al otro para apoyarse. Sean felices ahora que se encontraron; espero disfrutes del cortejo de tu alfa y Jungkook no dejes de cortejarlo cada día.
No soportaría dejarte sin una despedida, es por eso que escribo esta carta, te conozco mi pequeño y sé que te sentirías culpable por no estar a mi lado, así que te quitaré esa carga para que nada te impida seguir adelante. Tienen nuestra bendición, tanto la mía y la de Seok en este nuevo inicio, y me atrevería asegurar que alguien poderoso está más que feliz porque sus hijos están de nuevo reunidos, sé que nuestra Diosa, la madre luna, les recompensará por tanto dolor.
Con amor,
Choi Eunyeong.
Pd: Prometo cuidar de tu angelito, hasta que ustedes estén listos para tener uno propio.
Taehyung abrazó contra su pecho la carta de Eunyeong, mientras sus lágrimas no dejaban de salir, el alfa se encargaba de envolverlo en sus feromonas para que se sintiera más tranquilo. Pronto el omega se aferró a su cuerpo, abrazándose como si de un koala se tratase, Jungkook prácticamente lo envolvió con todo su cuerpo, repartiendo besos en su cabeza, murmurando palabras de aliento. El papel en sus manos había sido retirado con parsimonia para colocarlo en un lugar seguro y no se estropeara, el alfa cuidaba hasta el último detalle, eso que le hacía saber que estaba en el lugar correcto.
El omega, a pesar de sentirse tan desconsolado, encontraba refugio entre los brazos de su alfa, no lo había soltado ni un solo segundo, podía sentir en su interior como si ambos lobos intentaran conectarse más, pero al no existir un enlace se veían limitados a pequeños tirones del vínculo que formaron con el paso de los días. Se estaba llenando de calidez en vez de desolación, estaba siendo amado en formas que jamás habría imaginado.
Alfa, mi alfa, mío.
"Jungkookie sálvame, protégeme alfa"
Un estremecimiento se apoderó de él, zafándose del agarre de Jungkook, quien lo miró confundido por su manera de actuar, ¿por qué había recordado algo así?, su lobo movía la cola ante aquellas imágenes borrosas que invadieron su mente, con fragmentos confusos. Taehyung detalló el rostro del alfa, ráfagas fugaces seguían llegando a él, su lobo insistía en dejar salir todo aquello, pero la parte humana, la razón en el omega no quería ver más allá o quizá estaba demasiado asustado.
— ¿Pasa algo mi sol? – cuestionó al notarlo un tanto confundido, su lobo incluso se preocupó por la inquietud en el animal contrario, manifestándose en sus ojos, queriendo salir de una buena vez para consolar a su omega – ¿te sientes mal? – nada sin respuesta más que lágrimas desbordándose de sus ojos – bonito, necesito que respondas me estás preocupando.
Taehyung llevó su mano hasta la mejilla izquierda de Jungkook delineando la pequeña cicatriz en ella, casi imperceptible a simple vista, un escalofrío más se produjo en su cuerpo ¿Por qué eso le hacía sentir un nudo en su estómago y una opresión en su corazón? Jungkook se recargó sobre el tacto buscando más de eso. Podía percibir el llamado del lobo contrario, insistiendo por algo, pero ¿Qué era eso?
— ¿Cómo te hiciste eso? – murmuró Taehyung sin dejar de acariciar el rostro ajeno, el alfa murmuró un sonido a modo de pregunta – esa cicatriz en tu mejilla.
— Fue hace muchos años, cuando era muy pequeño. No recuerdo realmente lo que sucedió – murmuró Jungkook, abriendo por fin sus ojos, encarando los destellos azules – ¿Qué pasa?
— Jungkookie – de nuevo ahí estaba ese cariño hacia el alfa, quien sentía derretirse ahí mismo con la voz aterciopelada murmurando su nombre, su lobo se movía inquieto en su interior, podía sentir como poco a poco perdía control de su cuerpo – Jungkookie.
Lo repitió como si de un mantra se tratara, pero solo estaba tratando de averiguar, buscando en sus recuerdos por qué ese sobrenombre le causaba un fuerte cosquilleo cada que lo pronunciaba. Su lobo seguía aullando en su interior y lo único que podía pronunciar era eso.
— Te escucho mi sol – le murmuró en voz baja el alfa, quien aún estaba disfrutando del tacto, frotando su mejilla contra la mano de su omega.
— ¿Puedo hablar con mi alfa? – una simple pregunta fue suficiente para que Jungkook se quedase mudo por algunos segundos, dejando que su lobo quedara al mando, no lo había controlado, simplemente el animal percibió aquel llamado y se apropió de él, sorprendiendo a Taehyung al encontrarse con el rubí brillando frente a él muy parecido a la noche anterior, pero había algo diferente, el omega lo recordaba, ese brillo diferente de la noche del celo no había una pizca de razón solo instinto – alfa...
— Omega – Taehyung sonrió, su alfa siempre era tan complaciente cuando lo llamaba y su lobo decidió también participar de la conversación, esa la cual había quedado en pausa horas atrás.
— ¿Puedes responder algo? – cuestionó el omega sin quitar el contacto visual, el lobo simplemente asintió –, quiero que seas mi alfa. Pero creo que me escondes algo, un secreto, ¿no es así?
El alfa lo miró intensamente, su parte humana estaba como espectador de ese momento, no interrumpió sus acciones, en vez de eso dejó que todo fluyera. El lobo acunó el rostro del omega lo más delicadamente que le fue posible y le dio un beso esquimal.
— Yo soy tuyo – era un tono demasiado bajo, muy familiar para Taehyung, lo recordaba al decir que no le haría nada y le permitiera olfatear, se trataba del alfa, el lobo de Jungkook estaba respondiendo – y tú eres mi Luna. Mi omega... Prometo que todo será más claro, solo espera por mí.
— Alfa... – pudo escuchar como el contrario ronroneaba ante su llamado.
— Mi Tae, eres mío – mencionó Jungkook sin alejarse ni un milímetro del omega, parecía que el lobo no conocía el significado de espacio personal – Taehyung, mi precioso omega...
— Soy tuyo, tuyo. Todo tuyo, tu omega.
— No, tú no eres solo eso. Tú eres mi sol que ilumina cada día, mi luna la cual me guía por las noches.
— ¿Es por eso que siempre me llamas así? – cuestionó el omega con lágrimas acumulándose en sus ojos, las cuales casi escaparon cuando el alfa asintió. Taehyung no entendía muy bien el trasfondo de aquellos nombres con los que era llamado, ahora todo era más claro. Siempre con el primer rayo de luz del sol, Jungkook lo nombraría, así como la estrella brillante, el gigante del día, y en el momento que la luna se tomara su puesto en el cielo nocturno pasaría lo mismo –. Y tú eres para mí...
— Yo soy tu fiel seguidor. Por eso te pido, por favor mi luna, solo espera y confía en mí.
Jungkook no dejó que más palabras salieran de los labios de Taehyung, pues acalló cada una de ellas con besos, dulces, llenos de necesidad, eran tan cálidos que podían curar el alma rota del omega, sus propios corazones eran unidos pieza por pieza. Ambos se recostaron nuevamente en el medio del nido, marcándose con su esencia mutuamente, Taehyung estaba demasiado feliz, se sentía eufórico al haber encontrado por fin lo que tanto buscó o quizá solamente se trataba de algo que había perdido y ahora regresaba de nuevo a él. Se vio envuelto en una burbuja de paz la cual le transmitía el alfa, su cuerpo se encogió lo más que pudo mientras Jungkook lo aferraba a él, dejándole caricias, demasiado conocidas para el omega, como si ese momento ya lo hubiera tenido.
— Eres mío, solo mío – murmuró el alfa volviendo a dejar pequeñas lamidas en la curvatura del cuello de Taehyung – Eres mi Luna Tae, prometo protegerte. Volveré a ti.
"Eres mi luna Siu, prometo protegerte"
"Nuestra historia tiene un nuevo inicio y en ti veo el universo reflejándose en tus ojos"
"Estaba perdido, girando fuera de órbita, aullándole a una estrella silenciosa con la esperanza de regresar a ti"
"Contigo siento que tengo el mundo en mis manos, pero la realidad es tan frágil que temo romperla"
"Me haces sentir vivo, al poder observarte brillar de nuevo a mi lado, porque siempre has sido la luz que me guía"
"¿Crees que es momento de contar nuestro secreto?"
Hoy solo diré algo;
Los quiero mucho personitas bellas, mantenganse saludables, no olviden dormir bien sus horas, tomar mucha agua y mentes positivas sobre todo. Purple hearts para todos...!!!
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